Universidad Nacional de Ingeniería, Lima doi: https://doi.org/10.21754/devenir.v6i12.752
UNA INTRODUCCIÓN A LA HISTORIA puede descartar la condición arquitectó-
nica de un edificio únicamente porque DE LA ARQUITECTURA. carezca de espacio interior, sino que se debe tomar en cuenta la forma en que ENRICO TEDESCHI este participa del espacio urbano y del EDITORIAL REVERTÉ, BARCELONA, ESPAÑA, 2017. espacio natural.
Finalmente, en el capítulo VII, Tedeschi
RESEÑA DE MANUEL PERALES MUNGUÍA profundiza en sus ideas acerca de la arquitectura como actividad intuitiva —esto es, como arte o libertad expresi- va— orientada hacia la producción de obras estéticamente satisfactorias pero con fundamentaciones prácticas. Por tal motivo, enfatiza la necesidad de una síntesis que articule adecuadamente ta- les elementos prácticos con los ideales, siempre dentro de una contextualización histórica correcta, con miras a la cons- Muchas veces, la historia de la arqui- los estudios críticos e históricos de la ar- trucción de una cultura arquitectónica de tectura se concibe en la forma de una quitectura, desde la antigüedad clásica carácter histórico-crítico, como después mera sucesión cronológica de aconte- hasta principios del siglo XX, que en su vuelve a recalcar en las conclusiones. cimientos y obras referentes, por lo que conjunto nos ofrece en los tres prime- Como vemos, al margen de los sesgos su enseñanza resulta poco atractiva a ros capítulos del libro. que podría arrastrar Tedeschi por su estudiantes e incluso docentes, quienes tendencia «espacialista», destaca su suelen ver poca o ninguna utilidad en La propuesta metodológica de Tedeschi enfatiza la necesidad de introducirse en esfuerzo por esbozar una nueva apro- dedicarle horas de esfuerzo a su análisis. ximación a la historia de la arquitec- Se trata, sin duda, de un problema bas- la obra a analizar «tal como es», es decir, mediante una aproximación a través de tura, poniendo en relieve su potencial tante extendido y recurrente. En efecto, para alcanzar juicios de valor sobre las Una introducción a la historia de la arqui- una refinada sensibilidad, de modo que después se pueda establecer una sínte- soluciones elaboradas por los arqui- tectura de Tedeschi es más bien —como tectos en cada uno de sus respectivos indica Eduardo Prieto en el epílogo del sis estética adecuada. Para ello, plantea reconocer y estudiar componentes prác- contextos históricos. De esta manera, volumen— una propuesta teórica y el autor abre nuevas perspectivas para metodológica para recurrir a la historia ticos e ideales, siendo los primeros los que —a juicio del autor— son menos encontrar un sentido a la enseñanza de como recurso pedagógico, en lugar de esta materia, incluso como una vía para un compendio descriptivo de hitos que difíciles de identificar, puesto que se re- fieren a aspectos como el emplazamien- alcanzar la libertad a partir de la supe- han marcado el proceso de la arquitec- ración de las limitaciones precedentes. tura a través del tiempo. En este sentido, to topográfico del edificio, su ubicación destaca el esfuerzo del autor por de- cronológica, rasgos constructivos y fun- Si bien Una introducción a la historia mostrar el carácter unitario del queha- cionales, entre otros. En cuanto a los se- de la arquitectura de Tedeschi se publi- cer arquitectónico, así como su llamado gundos, Tedeschi advierte la necesidad có originalmente en 1951, bajo el sello sobre la necesidad del establecimiento de un mayor cuidado y orienta la aten- de la Universidad de Tucumán, resulta de puentes de diálogo entre arquitec- ción del lector hacia elementos como el evidente su plena vigencia en nuestro tos y críticos, expresados en términos espacio, los valores plásticos y la escala. tiempo. Por tal motivo, esta nueva edi- de juicios de valor que superen clasifi- ción, bastante bien cuidada y a cargo caciones simplistas entre «verdadera» y La orientación «espacialista» de Tedes- chi —anunciada en el prólogo de la pre- de Editorial Reverté —con el apoyo de «falsa» arquitectura. la Universidad Politécnica de Madrid— sente edición, a cargo de Francisco de Gracia— se revela abiertamente en los constituye, de lejos, una notable con- Si bien —como advierte Tedeschi en la tribución cuya lectura debería ser in- sección de conclusiones— el volumen capítulos V y VI, en los que este autor, ha- ciendo eco de las formulaciones de Bru- dispensable para arquitectos, críticos y ofrece un conjunto de pautas para no demás interesados en el tema. caer en posturas dogmáticas y mante- no Zevi, desarrolla argumentos que lo ner así la libertad en la elaboración de llevan a plantear la importancia de con- los juicios de valor antes mencionados, siderar las sensaciones espaciales para el se puede afirmar que, en el fondo, sien- establecimiento de los juicios estéticos. ta las bases de un procedimiento meto- Sin embargo, a diferencia de dicho autor, dológico para el análisis histórico de la Tedeschi no solo identifica un espacio in- arquitectura. Dicho procedimiento es terior sino también otro exterior —que delineado a partir del capítulo IV, que denomina espacio estético— marcado se presenta luego de una «invitación» a por las cualidades plásticas del edificio la historia que Tedeschi plantea al lec- en relación con su entorno. Esto lo indu- tor, además de un acucioso balance de ce a afirmar categóricamente que no se