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PRINCIPIOS DEL LIDERAZGO EN FILIPENSES 1:12-18

Por Leonel Nápoles Chinea


Usado con permiso

INTRODUCCIÓN

Si escudriñamos con cuidado las Escrituras, podemos encontrar principios útiles para la vida y más allá
también para el liderazgo cristiano. El caso que nos ocupa en Filipenses 1:12-18, o como algunos le llama
“el avance del Evangelio”, está abundante en este sentido para enriquecernos a aquellos que hemos puesto
las manos en el arado del servicio cristiano ya que éste se encuentra siempre lleno de tropiezos dolorosos
pero fortalecedores.

I. DEFINICIÓN DE LIDERAZGO BASADO EN FILIPENSES 1:12-18

Para muchos el liderazgo implica un guía que se encuentra en perenne éxito humano, pero es muy distante
el concepto que podemos sacar de Filipenses 1:12-18. Sobre todo en las condiciones externas a que Pablo,
el gran líder y apóstol, poseía al redactar esa carta.

El apóstol se encontraba en una condición de reo. Aun cuando su celda era una casa alquilada y no un
calabozo, Pablo estaba rodeado todo el día de soldados romanos acuartelados; un soldado diferente cada 6
horas. No era fácil para este gran hombre de Dios, cuya visión se extendía hasta lugares muy lejanos y su
corazón ardía por los perdidos, estar pasivo y aceptar todo el sufrimiento sin recordar sus viajes
misioneros y las múltiples congregaciones que había visto nacer. Sin embargo, su deber era cumplir su
ministerio a tiempo y fuera de tiempo (2 Timoteo 4:2).

En las epístolas de Pablo hay muchas referencias a sus sufrimientos y sus prisiones, pero cuando se las
considera con detenimiento se percibe en el estilo que el móvil no es cierto “masoquismo vanidoso”. Ese
es en particular el caso en esta sección en la cual la referencia a su prisión lleva una nota de regocijo y
gratitud a Dios, y hasta de entusiasmo misionero. El v. 12 resume el efecto de sus peripecias: han
redundado más bien para el adelanto del evangelio.

Al ver la indoblegable actitud de Pablo y la fuerza de su testimonio, la mayoría de los hermanos han
tomado ánimo en el Señor y se han atrevido a predicar sin temor (v. 14). Que la prisión y el sufrimiento
del misionero vengan a ser fuente de valor y estímulo para la acción de los discípulos es algo que
demuestra el cambio de perspectiva que brota de la relación con Cristo.1

Por tanto, si redefiniéramos liderazgo expresado en nuestro pasaje, podemos hablar que: el liderazgo
consiste en influenciar a otros y lograr que hagan lo que nunca pensarían lograr. Sí, pero en el sentido de
influenciar con el ejemplo a pesar de circunstancias difíciles útiles a la propagación del evangelio. Es
mostrar a un Dios soberano que tiene control de todo, aun de nuestros sufrimientos, para llevarlos a
glorificarle; es estimular a otros desde las condiciones más difíciles.

II. ANÁLISIS DE FILIPENSES 1:12-18 ENFOCADO EN EL LIDERAZGO

1
Carro, D., Poe, J. T., Zorzoli, R. O., & Editorial Mundo Hispano (El Paso, T. (1993-1997). Comentario
bı́blico mundo hispano Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, y Filemón (1. ed.) (225). El Paso, TX:
Editorial Mundo Hispano.
Por todo lo anterior dicho podemos pasar a analizar el pasaje en detalle a fin de encontrar principios
para el liderazgo cristiano de todos los tiempos.

Comencemos por entender la realidad del apóstol que ya comenzamos a describir en el punto anterior.
Pero mencionemos por partes su condición difícil:

Pablo les escribe a los filipenses desde una condición de reo, custodiado por guardias del pretorio, o
escolta real; pero afirma que todo lo que le había sucedido había redundado para el progreso del
evangelio (v. 12):
• v. 13. Cada soldado era un verdugo, pero también era un oyente cautivo. Diariamente había
por lo menos cuatro soldados que recibían el mensaje de salvación y eran portadores de las
buenas nuevas a otros soldados y a sus propias familias. Es por ello que al final de la carta
(4:22), Pablo incluye a los de “la casa de César” como santos que envían un saludo a los
filipenses. No veía las cadenas, sino las oportunidades de ganar a otros. No veía la derrota,
antes bien la victoria.
• v. 13. Él podía experimentar en carne propia la promesa que había escrito a los romanos: “Y
sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien…” (Romanos 8:28).
Podría recordar las palabras de José a sus hermanos: “Vosotros pensasteis mal contra mí, mas
Dios lo encaminó a bien…” (Génesis 50:20).
• v. 14. Su condición, pero a la vez su espíritu de lucha y tenacidad, hacían que otros sintieran
ánimo de seguir adelante y quizá principiar a testificar como nunca lo habían hecho. Aun a
los más fuertes, el Señor tuvo que infundir ánimo y recordarles que no estaban solos. Si
buscamos el sentido del griego podemos entender: Habiendo llegado a sentirse confiados
como resultado de; animados por el testimonio de mi prisión.2

Debemos ahora pasar al estudio de los siguientes versos (15-18). Ahora veremos como sus sufrimientos
no son causados sólo por los enemigos de fuera de la comunidad cristiana, sino también por rivales de
dentro. En la iglesia primitiva nos encontramos con esta referencia a predicadores que predican a Cristo
por envidia y rivalidad. Pero Pablo muestra la sabiduría y la bondad de Dios en sus sufrimientos. Estas
cosas le hicieron conocido donde nunca hubiera sido conocido si no sufriera de parte de los falsos amigos
y de los enemigos. Debemos regocijarnos, puesto que nuestros trastornos pueden hacer bien a muchos.
Por tanto como dijera Matthew Henry: “Dejemos a Cristo la manera en que nos hará útiles para su gloria,
ya sea por labores o sufrimientos, por diligencia o paciencia, por vivir para su honra trabajando para él o
morir para su honra sufriendo por él”.3
En estos versículos, Pablo da testimonio de otros predicadores del evangelio que estaban activos en
Roma, aunque no todos con la misma motivación. Veámoslo en detalle:

v.15 Aquellos que predicaban por envidia y contienda no eran herejes puesto que predicaban a Cristo.
Pero aparentemente estaban celosos de la atención que Pablo recibía y decidieron sembrar semillas de
discordia para causarle problemas. Otros de buena voluntad: Otros cristianos predicaban a Cristo con
buenos motivos. Pensaban bien acerca de Pablo y del mensaje del evangelio y estaban dedicados a servir
fielmente a Dios.

2
Hanna, R. (1993). Ayuda gramatical para el estudio del Nuevo Testamento griego : Hanna, Roberto.
(534). El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.
3
Henry, M. (2003). Comentario de la Biblia Matthew Henry en un tomo. (951). Miami: Editorial Unilit.
v.16-17 Por contención: Los motivos de estos creyentes eran de todo menos buenos. El término para
contención implica que no predicaban para honrar a Dios o para ayudar a Pablo sino más bien para ganar
aplausos y adeptos para sí mismos. Pablo cree que estos predicadores en realidad querían causarle
problemas adicionales mientras estaba en prisión.

v.18 Pablo decía: «sus motivos están entre ellos y Dios». O por pretexto o por verdad: Ya sea que la
prédica fuese hecha por motivos falsos o puros, ya sea por afán de figurar o con un interés correcto, Pablo
se complacía de que el evangelio se extendiera. Condena en otros momentos a aquellos que corrompen el
evangelio (Gá 1:6-9). El problema aquí era el motivo y la actitud, no la doctrina. Lo interesante es, ¿cómo
se regocija en lugar de enojarse y ponerse vengativo?4

III. PRINCIPIOS EXTRAÍDOS DE FILIPENSES 1:12-18 PARA EL LIDERAZGO

Basado en lo anterior, del verso 12 al 14 podemos extraer principios útiles al liderazgo:

1. V. 12 El líder cristiano debe tener clara su condición de siervo y no de jefe, de mayordomo de


la gracia de Dios y no de propietario en el sentido que él es el que determina la posición y
situación donde vas a ser colocado al servicio de su majestad divina. Por tanto, junto a José en el
AT y a Pablo en el NT, podemos decir que todo está bajo el dominio del Señor y él lo encamina a
bien según sus propósitos.

2. V. 13 El líder cristiano debe estar con “sus ojos bien abiertos” en el sentido de reconocer las
oportunidades que se brindan de continuo por Dios para que actuemos al servicio de Cristo (Ef.
2:10), aunque nos parezcan no útiles a primera vista. La prisión de Pablo era un avance
estratégico en el reino de Dios puesto que limpiaba el camino para que el evangelio penetrara las
filas de las milicias romanas (v. 13) e incluso la casa real (4.22). En circunstancias normales estas
dos áreas estarían cerradas al evangelio, por tanto debemos reconocer esas oportunidades.

3. V. 14 La vida cristiana nos reclama a no guardar lo aprendido para sí solos, sino a que les sea
de bendición a otros que necesitan ser desafiados por el poder del Espíritu Santo. Como líderes
debemos estimular a otros con cualquier cosa, sobre todo con nuestras vidas, y aún el sufrimiento
y persecuciones a causa del Señor lejos de desanimar dan coraje a muchos a emprender la labor
del servicio cristiano. Como dijera Maxwell “Los líderes eficaces saben que uno primero debe
tocar el corazón de la gente antes de pedirles una mano. Esa es la Ley de la Conexión. Todos los
grandes comunicadores reconocen esta verdad y la llevan a la práctica casi de manera instintiva.
Uno no puede hacer que la gente actúe si primero no conmueve sus emociones.” 5

Ahora en relación a los demás versos (15-17) podemos descubrir otros principios:

1. v. 15 No podemos creer que en el liderazgo encontraremos sólo disposición y apoyo de los


hermanos. Es difícil admitir que habrá opositores en nuestro camino pero que deben ser
tratados con sabiduría de lo alto.

4
Neuvo comentario ilustrado de la biblia. 2003 (1513). Nashville: Editorial Caribe.

5
Maxwell, John C.: Las 21 Leyes irrefutables del liderazgo: Siga estas leyes, y la gente lo seguirá a usted.
Nashville, Tenn.: Thomas Nelson Publishers, 1998, S. 111
2. v.16 Nos anima ver a nuestros seguidores aplicando lo aprendido, y debemos promover que
lo sigan haciendo. Nunca deberíamos envidiar la prosperidad de otros con mejores
condiciones que nosotros y tal vez con mejores resultados.

3. v.17 Dios puede bendecir su Palabra a pesar de elementos que nosotros no aprobamos o que
estemos en desacuerdo con su proceder. No siempre los motivos de los demás quedan claros,
pero podemos seguir liderando a pesar de que existan opositores, aún dentro de nuestras filas.
No debemos claudicar cuando alrededor de nosotros hay los que a sabiendas nos tienen
envidia y deseos malignos.

4. v. 18 La tolerancia es enemiga de la crítica destructiva, especialmente al considerar los


motivos internos y abstractos que sólo Dios puede juzgar. Debemos contender por la fe y
combatir unánimes a los enemigos del mensaje de la cruz y la sana doctrina. Pero no nos toca
impedir el ministerio de otros que lo hacen en forma distinta a la nuestra, aun cuando sea para
aumentar aflicción a nuestra vida. Zapata afirma, “Pablo se gozaba al saber que Cristo estaba
siendo predicado ya fuera por pretexto o por verdad. Dios cumpliría su promesa y prosperaría
su Palabra.”6

CONCLUSIONES

Llegamos pues a la conclusión que Pablo fue un líder probado, tanto por circunstancias adversas
provenientes del exterior, es decir personas ajenas a la fe, como del interior, de aquellos que se reconocen
cristianos. Ante todas debemos entender los propósitos de Dios con cada circunstancia, que puede
representar aún oportunidades para la expansión del evangelio, por lo que no sólo debemos reconocerlas
sino también utilizarlas para la gloria de Cristo y no llevarnos por nuestras tendencias humanas de
defendernos ante el sufrimiento.

Bibliografía

• Carro, D., Poe, J. T., Zorzoli, R. O., & Editorial Mundo Hispano (El Paso, T. (1993-1997).
Comentario bíblico mundo hispano Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, y Filemón (1. ed.)
El Paso, TX: Editorial Mundo Hispano.

• Hanna, R. (1993). Ayuda gramatical para el estudio del Nuevo Testamento griego: Hanna,
Roberto. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.

• Henry, M. (2003). Comentario de la Biblia Matthew Henry en un tomo. Miami: Editorial Unilit.

• Nuevo comentario ilustrado de la Biblia. 2003. Nashville: Editorial Caribe.

• Maxwell, John C.: Las 21 leyes irrefutables del liderazgo: Siga estas leyes, y la gente lo seguirá
a usted. Nashville, Tenn.: Thomas Nelson Publishers, 1998

• Zapata, R. (1994). Estudios Bı́ blicos ELA: El gozo de vivir en Cristo (Filipenses). Puebla, Pue.,
México: Ediciones Las Américas, A. C.
ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.

6
Zapata, R. (1994). Estudios bíblicos ELA: El gozo de vivir en Cristo (Filipenses) (31). Puebla, Pue., México:
Ediciones Las Américas, A. C.

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