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Capítulo | 12 |

Esclerosis múltiple
Joana Porcel Carbonell y Teresa Olivares Pérez

inmunológico en la patogenia de la enfermedad. Tanto


INTRODUCCIÓN aspectos genéticos como ambientales son factores de
riesgo implicados en el desarrollo de la enfermedad. Tra-
Ha transcurrido más de un siglo desde que se diagnos- dicionalmente se ha considerado una reacción inflamato-
ticaron los primeros casos de esclerosis múltiple (EM). ria autoinmune, desencadenada por uno o varios agentes
En los últimos años, los tratamientos disponibles han infecciosos, mediada por células T CD4+ que penetran en
conseguido modificar el curso clínico de la enfermedad, el SNC, con la intervención de moléculas de adhesión,
al retardar la progresión del deterioro neurológico y la a través de una rotura de la barrera hematoencefálica.
discapacidad. Además, el número de nuevas moléculas Estudios recientes destacan también la importancia de los
que está siendo probado en ensayos clínicos ha experi- linfocitos B en la patogenia de la enfermedad (Hemmer,
mentado también un incremento importante; así, en los Nessler, Zhou, Kieseier y Hartung, 2006).
próximos años se espera disponer de nuevos tratamientos
capaces de mejorar el enfoque terapéutico. Sin embargo, Epidemiología
a pesar de que aproximadamente la mitad de los pacien-
tes van a presentar alteración de las funciones cognitivas, Los estudios epidemiológicos realizados en la EM mues-
actualmente no se dispone de ningún tratamiento farma- tran que es más común entre las mujeres; la relación con
cológico para abordar esta alteración. La rehabilitación el sexo masculino se sitúa alrededor de dos mujeres afectas
cognitiva es el abordaje terapéutico que ha mostrado por cada hombre (ratio 2:1) (Sadovnick y Ebers, 1993).
mejores resultados para los pacientes, aunque, como se Generalmente, la enfermedad se manifiesta entre la
describirá, es necesario diseñar y desarrollar estudios que segunda y la cuarta décadas de la vida, y la edad media de
generen suficiente evidencia científica al respecto. inicio de los síntomas se sitúa alrededor de los 30 años.
El inicio de la enfermedad en personas mayores de
60  años es raro y su manifestación durante la infancia
es escasa, aunque se han descrito casos de EM en niños
ESCLEROSIS MÚLTIPLE (MacAllister et al., 2005).
Se han establecido también patrones geográficos de
La EM es una enfermedad crónica neurodegenerativa del riesgo con relación a la latitud y el clima. A medida que
sistema nervioso central (SNC) y una de las principales nos alejamos del ecuador, la prevalencia aumenta, lo cual
causas de discapacidad neurológica entre adultos jóve- lleva a considerar un factor ambiental en la etiología de la
nes. Se trata de un proceso inflamatorio autoinmune que enfermedad. Asimismo, se ha observado una resistencia
afecta, principalmente, a la sustancia blanca, dando lugar entre individuos de determinados grupos étnicos, como
a la formación de un tejido «escleroso» o endurecido en individuos de raza negra, asiáticos, gitanos, aborígenes
múltiples áreas del encéfalo y de la médula espinal. australianos y neozelandeses. Esta resistencia a la enfer-
Aunque la etiología de la EM sigue siendo desconocida, medad puede ser explicada por la implicación de factores
los hallazgos demuestran el papel central del sistema genéticos (Compston, 1999).

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Parte |3| Rehabilitación neuropsicológica en la práctica clínica

La prevalencia de la EM se considera alta si, por cada • Curso secundariamente progresivo (SP): se define como
100.000 habitantes, se presentan más de 30 casos, un curso inicial RR, seguido por una progresión de la
media si se presentan entre 5 y 30 casos, y baja si se dan enfermedad, con o sin ataques ocasionales.
menos de 5 casos. Los estudios realizados en España • Curso primariamente progresivo (PP): un pequeño
muestran una prevalencia de entre 50 y 60 casos por porcentaje de los pacientes (10-15%) presentan un
cada 100.000 habitantes (Bufill, Blesa, Galan y Dean, curso progresivo desde el inicio de los síntomas con
1995; Fernández, Luque, San Román, Bravo y Dean, 1994), ausencia de brotes y remisiones.
aunque también se ha descrito una prevalencia cercana a • Curso progresivo recurrente (PR): se caracteriza por
80 casos por cada 100.000 habitantes (Ares et al., 2007). un inicio progresivo y brotes con o sin recuperación
completa; los períodos interbrote se caracterizan por
una progresión continua.
Historia natural
El curso clínico de la EM presenta un patrón altamente
variable. Los pacientes pueden presentar períodos agudos Diagnóstico
de empeoramiento (brotes) seguidos de remisiones, y No se dispone de ninguna prueba de laboratorio especí-
deterioro gradual y progresivo de las funciones neurológi- fica para diagnosticar la EM, por lo que el diagnóstico de
cas, o bien la combinación de ambos (Lublin y Reingold, la enfermedad se hace en función de criterios clínicos y
1996) (fig. e12-1): con la ayuda de pruebas paraclínicas, como son el análisis
• Curso remitente recurrente (RR): caracterizado por la del líquido cefalorraquídeo y las técnicas de neuroima-
presencia de brotes claramente definidos, seguidos gen, principalmente la resonancia magnética (RM) y los
de una total o parcial remisión de los síntomas, potenciales evocados.
sin progresión de la enfermedad en los períodos Como consecuencia de la dificultad en el diagnóstico
interbrote. Se trata de la forma de inicio usual de la de la enfermedad, se han elaborado criterios clínicos con-
enfermedad, puesto que aproximadamente el 85% sensuados que especifiquen las condiciones necesarias
de las personas diagnosticadas de EM presentan un para poder considerar que una persona está afecta de EM.
curso inicial RR; sin embargo, alrededor del 50% Actualmente se siguen los criterios de McDonald et al.
desarrollan una forma secundariamente progresiva a (2001), basados principalmente en los cambios patológi-
medida que la enfermedad evoluciona. cos observados en las imágenes por RM (fig. 12-1).

Figura 12-1  Imágenes de resonancia magnética de pacientes con esclerosis múltiple. A. Múltiples lesiones periventriculares.
B. Atrofia del cuerpo calloso.

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Clínica Sin embargo, se ha intentado identificar distintos factores


que puedan tener un valor predictivo a largo plazo.
Los pacientes con EM pueden presentar una amplia Aunque no son determinantes de la evolución, se ha
variedad de síntomas que se evidencian durante la explo- considerado que una edad de inicio superior a los 40 años,
ración neurológica de los pacientes (Miller, 1990), a par- sexo masculino y presentar síntomas iniciales moto­
tir de la cual se establece su grado de discapacidad y la res o cerebelosos, curso progresivo y un número elevado
progresión clínica de la enfermedad. Para ello se utilizan de ataques son factores de peor pronóstico, mientras que
escalas cuantificadas; la utilizada de forma generalizada las características clínicas favorables son una edad de ini-
es la Expanded Dissability Status Scale (EDSS) de Kurtzke cio inferior a los 40 años, el sexo femenino, y presentar
(1983), cuya puntuación va desde 0 (examen neurológico neuritis óptica o síntomas sensitivos al inicio, un curso
normal) hasta 10 (muerte por EM). remitente recurrente y una frecuencia relativamente
Los trastornos sensitivos, especialmente las parestesias y baja de ataques al inicio de la enfermedad (Vukusic y
las hipoestesias en las extremidades —sobre todo, en las Confavreux, 2007).
inferiores—, son uno de los más comunes en las fases ini-
ciales de la enfermedad.
Los trastornos motores afectan, generalmente, a las extre- Tratamiento
midades inferiores. Los más comunes son la paraparesia, Puesto que la EM está considerada como una enfermedad
generalmente asimétrica, y las formas de hemiparesia autoinmune, la investigación sobre un tratamiento eficaz
progresiva. se ha centrado en el desarrollo de terapias con inmuno-
Aunque los trastornos cerebelosos son poco frecuentes moduladores; sin embargo, dado que el antígeno diana
al inicio de la enfermedad, pueden observarse hasta en y los agentes desencadenantes todavía son desconocidos,
más de la mitad de los pacientes crónicos; son, princi- no se han podido desarrollar vacunas específicas para
palmente, ataxia de la marcha, inestabilidad del tronco, la enfermedad, y la mayoría de tratamientos inmunoló-
disartria y temblor intencional. gicos están destinados a reducir el número de ataques y
Los trastornos visuales más importantes en la EM son la prevenir la progresión (Bansil, Cook y Rohowsky-Kochan,
neuritis óptica y la diplopía o visión doble. La primera 1995).
cursa con disminución espontánea de la agudeza visual En los últimos años, se ha desarrollado la terapia con
casi siempre unilateral, visión borrosa, oscurecimiento interferones (IFN) dirigida a modificar el curso de la enfer-
del campo visual e incapacidad para reconocer objetos medad. Diversos estudios multicéntricos muestran que en
con claridad. Estos síntomas pueden ir acompañados de los pacientes tratados con IFN-b se reduce el número de
cefaleas o dolor en la movilización ocular. brotes y la intensidad de los mismos, así como la actividad
Los trastornos esfinterianos, también raros en las fases ini- de la enfermedad observada en neuro­imagen (Goodin
ciales de la enfermedad, pueden afectar hasta el 70% de los
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et al., 2002).
pacientes en fases avanzadas. Los síntomas más frecuentes Por otro lado, los síntomas específicos de la enferme-
son urgencia y aumento de la frecuencia miccional. dad, tales como espasticidad, temblor, trastornos urina-
También pueden darse trastornos de la sexualidad. En rios o fatiga, pueden abordarse con fármacos específicos.
la mujer puede aparecer anorgasmia como causa de una
disminución de la sensibilidad perineal, y en el hombre
pueden darse problemas de impotencia. Este tipo de tras-
torno va muy ligado a componentes depresivos reactivos.
ASPECTOS NEUROPSICOLÓGICOS
La mayoría de pacientes en fases avanzadas refiere EN LA ESCLEROSIS MÚLTIPLE
fatiga. Sin embargo, no parece haber relación con el
estado emocional del paciente ni con la discapacidad Los principales problemas en la cognición de los pacien-
(Krupp, Alvarez, LaRocca y Scheinberg, 1988). tes afectos de EM ya fueron descritos a finales del siglo xix
Los trastornos cognitivos y psiquiátricos se observan en el por Charcot (1877). Sin embargo, los cambios en el
40 al 60% de los afectados por EM y de ellos uno de los estado mental de los pacientes no fueron considerados
más frecuentes es la alteración de la memoria (Porcel, como una causa importante de discapacidad hasta finales
Barrios, Borràs y Guàrdia, 1998). del siglo xx. A mediados de los años ochenta, el interés
y el estudio sobre los aspectos neuropsicológicos aumen-
taron considerablemente, especialmente a partir de la
Pronóstico generalización de las técnicas radiológicas (Petersen y
La EM es una enfermedad impredecible: en la mayoría Kokmen, 1989).
de los casos no se puede establecer el estado del paciente El déficit cognitivo en la EM se caracteriza, al igual que
transcurrido un número determinado de años, puesto que el resto de síntomas y signos de la enfermedad, por la
algunos casos evolucionan prácticamente asintomáticos, heterogeneidad y variabilidad. De todos modos, puede
mientras que otros lo hacen de forma rápida y progresiva. hablarse de un perfil de alteración, caracterizado por la

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Parte |3| Rehabilitación neuropsicológica en la práctica clínica

los sujetos control, tanto en el cociente intelectual (CI) gene­


Tabla 12-1  Porcentaje de alteración cognitiva ral como en los cocientes intelectual verbal (CIV) e inte-
en la esclerosis múltiple
lectual manipulativo (CIM) (Heaton, Nelson, Thompson,
Población general (Rao et al., 1991) 43% Burks y Franklin, 1985; Ivnik, 1978; Klonoff, Clark, Oger,
Población clínica (Peyser et al., 1980; Heaton 54-65% Paty y Li, 1991; Reitan, Reed y Dyken, 1971). Los resulta-
et al., 1985) dos de estos estudios muestran que los pacientes con EM
obtienen puntuaciones superiores en el CIV con relación
Curso remitente recurrente (Ryan et al.,1996) 33% al CIM, lo que podría explicarse por el efecto negativo
Curso crónico progresivo (Rao et al., 1984) 64%
que los problemas motores y de coordinación propios
Curso secundariamente progresivo (Comi 53%
de la enfermedad tendrían sobre la ejecución de las prue-
et al., 1995)
bas manipulativas (Rao, 1986). Sin embargo, a pesar de
Curso primariamente progresivo (Comi et al., 7%
1995)
observarse un rendimiento inferior, las puntuaciones que
Curso secundariamente progresivo (Foong 66% presentan los pacientes con EM se sitúan dentro del rango
et al., 2000) de la normalidad, tanto en los CI como en los distintos
Curso primariamente progresivo (Foong et al., 46% subtest de las escalas.
2000)
Curso primariamente progresivo (Camp et al., 28,6% Procesamiento
1999) de la información/atención
Valoraciones clínicas (Kurtzke et al., 1972) 3% Los déficits en la velocidad de procesamiento de la infor-
Escalas breves y estandarizadas 16%
mación han sido ampliamente estudiados en la EM y, en
(Swirsky-Sacchetti et al., 1992)
general, existe acuerdo al afirmar que los pacientes son
Baterías neuropsicológicas (Peyser et al., 1980; 45-60%
más lentos en comparación con sujetos sanos en este
Rao et al., 1991)
tipo de pruebas (Demaree, DeLuca, Kim y Kelley, 1999;
DeLuca, Chelune, Tulsky, Lengenfelder y Chiaravalloti,
presencia de problemas de atención, concentración y 2004; Diamond et al., 1997; Kujala, Portin, Revonsuo y
velocidad de procesamiento de la información, memoria Ruutiainen, 1994; Litvan, Grafman, Vendrell y Martínez,
y funciones ejecutivas. Este perfil de alteración, junto con 1988a) e incluso que el déficit en la velocidad de procesa-
los cambios en el estado de ánimo de los pacientes, se ha miento puede ser un marcador inicial de deterioro cogni-
asociado al concepto de demencia subcortical (Cummings tivo en la EM (Nocentini et al., 2006).
y Benson, 1984). Una de las pruebas más utilizadas para estudiar la velo-
En general, se concluye que la alteración cognitiva cidad de procesamiento de la información en la EM ha sido el
afecta a entre el 40 y el 60% de la población diagnos- PASAT. Los pacientes con EM muestran de forma consis-
ticada de EM (Fisher, 2001), de los cuales del 10 al 25% tente una alteración en la ejecución del Paced Auditory
van a cumplir criterios de demencia (Rao, 1996). Sin Serial Addition Test (PASAT; Demeree et al., 1999; Diamond
embargo, es importante tener en cuenta tanto la pobla- et al., 1997; Fisk y Archibald, 2001; Kujala et al., 1995).
ción en la que se estudia —de modo que los porcentajes En cuanto a esta prueba, debe tenerse en cuenta el sis-
pueden variar en función de si se trata de población hos- tema de corrección alternativo propuesto por Snyder et al.
pitalaria o de la comunidad o bien en función del curso (1993). Los autores proponen calcular el porcentaje de
clínico estudiado— como el tipo de instrumento de valo- díadas, definido como el número de respuestas correctas
ración utilizado (tabla 12-1). inmediatamente precedidas por una respuesta correcta
con relación al número total de respuestas correctas.
El sistema permite controlar la estrategia que muchos
ANÁLISIS DEL PERFIL pacientes utilizan, consistente en sumar los números
intermitentemente y no de forma consecutiva.
NEUROPSICOLÓGICO Respecto a la alteración de la atención, se ha observado que
la demanda de la tarea parece ser un elemento decisivo. En
A continuación se revisan las diferentes funciones, inclu- general, el aumento de la demanda de la tarea se traduce en
yendo las pruebas o test más utilizados en la valoración un mayor tiempo para la ejecución de la misma, pero no
de los pacientes con EM (tabla 12-2). en la pérdida de la exactitud de respuesta (Dujardin, Donze
y Hautecoeur, 1998). En concreto, cuando los pacientes
se enfrentan a tareas en las que pueden controlar el ritmo
Capacidad intelectual
de ejecución, el número de estímulos o respuestas es rela-
Con relación a la inteligencia general, son pocos los estu- tivamente reducido, y si se trata de procesos automáticos,
dios que aportan datos. En general se observa que los suelen presentar una ejecución normal (DeSonneville et al.,
pacientes con EM obtienen puntuaciones inferiores a 2002; Kujala et al., 1994, 1995; Paul, Beatty, Schneider,

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Tabla 12-2  Áreas de alteración cognitiva en la esclerosis múltiple y pruebas neuropsicológicas más utilizadas

Área Alteración Pruebas neuropsicológicas


VPI Lentitud en la VPI Tiempo de reacción
TR más elevados Paced Auditory Serial Addition Test
Symbol Digit Modalities Test
Paradigma de Stenberg
Paradigma de Stroop
Trail Making Test
Tareas de cancelación
Atención Atención selectiva Las mismas que para VPI
Atención sostenida
Atención dividida
Memoria Memoria de fijación Test de aprendizaje auditivo-verbal de Rey
Recuperación a largo plazo Selective Reminding Test
10/36 Spatial Recall Test
Funciones ejecutivas Razonamiento abstracto Wisconsin Card Sorting Test
Formación de conceptos
Flexibilidad
Uso de estrategias
Lenguaje Fluidez verbal FAS
Set Test

Abreviaturas: FAS, test de fluidez verbal FAS; TR, tiempo de reacción; VPI, velocidad de procesamiento de la información.

Blanco y Hames, 1998a), mientras que en tareas que de aprendizaje es paralela a la de los sujetos del grupo
requieren una alta carga atencional (p. ej., tareas de inhi- control, pero reportan menos palabras en cada ensayo
bición de respuesta, necesidad de procesar la información (Beatty et al., 1989; DeLuca et al., 1994; Kujala, Portin y
rápidamente, tareas de atención sostenida o dividida) la Ruutiainen, 1996a, 1996b; Litvan et al., 1988b; Minden
ejecución de los pacientes con EM puede verse compro- et al., 1990; van der Buró et al., 1987).
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metida (D’Esposito et al., 1996; Kujala et al., 1994; Paul, Con relación a la memoria a largo plazo, los autores con-
Beatty, Schneider, Blanco y Hames, 1998). cluyen que los pacientes con EM reportan significativa-
mente menos palabras que los sujetos del grupo control
Memoria en el recuerdo diferido (Beatty et al., 1989; Litvan et al.,
1988b; Minden et al., 1990; van der Burg et al., 1987).
La memoria ha recibido un especial interés en la EM (Por-
Sin embargo, el porcentaje de información recuperada es
cel et al., 1998). En la mayoría de los trabajos se ha obser-
similar a la de los sujetos controles si se tiene en cuenta la
vado la implicación de diversos aspectos de la memoria.
proporción de información adquirida por cada uno de los
Los pacientes con EM muestran problemas en la memoria
grupos durante los ensayos de aprendizaje (Beatty et al.,
a corto plazo, en el aprendizaje y en el recuerdo demo-
1989; Litvan et al., 1988b; van der Burg et al., 1987). Por
rado, para material tanto verbal como visual.
tanto, el déficit en la memoria estaría causado por una
Los estudios sobre la memoria a corto plazo utilizando
deficiente adquisición del material y no por problemas
el subtest de dígitos de las escalas de Weschler no suelen
en la posterior recuperación del mismo (DeLuca et al., 1994).
encontrar problemas en el span de memoria.
En cuanto al reconocimiento, se ha concluido que no
Los trabajos que analizan la capacidad de aprendizaje
presenta problemas tan acentuados como los observados
o memoria de fijación, evaluada a través de listas de pala-
en el recuerdo libre (DeLuca et al., 1994; Gaudino et al.,
bras, especialmente con el Selective Reminding Test y
2001).
con el test de aprendizaje auditivo-verbal de Rey, hallan
diferencias significativas en el número total de palabras
recordadas durante los ensayos de aprendizaje entre suje-
tos del grupo control y aquellos con EM; sin embargo, los
pacientes con EM mantienen una capacidad de apren-
Funciones ejecutivas
dizaje relativamente preservada, aunque es inferior en Se ha descrito una peor ejecución en distintas tareas eje-
comparación con los sujetos del grupo control: la curva cutivas diseñadas para valorar el razonamiento abstracto

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Parte |3| Rehabilitación neuropsicológica en la práctica clínica

y la formación de conceptos. Una de las pruebas más presentan afectación visual primaria como consecuencia
utilizadas es el Wisconsin Card Sorting Test. Los estudios de la neuritis óptica (Miller, 1990).
ponen de manifiesto una tendencia a la perseveración y la Algunos estudios hallan que un número significativo
consecución de un número inferior de categorías en los de paciente presenta un bajo rendimiento en los test de
pacientes con EM (Heaton et al., 1985; Rao et al., 1987; Benton de orientación de líneas (Rao et al., 1991; Filippi
Beatty et al., 1989b; Mendozzi et al., 1993; Arnett et al., et al., 1994), reconocimiento de caras (Beatty et al., 1990;
1994). Se ha considerado que esta tendencia a la perseve- Rao et al., 1991) y discriminación de formas visuales (Rao
ración podría reflejar la incapacidad de los pacientes para et al., 1991).
cambiar de hipótesis, una vez que esta resulta incorrecta Los resultados de un estudio reciente que valora la alte-
(Rao y Hammeke, 1984). ración visoperceptiva en EM a partir de una amplia bate-
Los resultados de estudios que analizan el funciona- ría de pruebas neuropsicológicas muestran una ejecución
miento en diversas tareas ejecutivas muestran que los alterada en este tipo de tareas en el 26% de la muestra
pacientes con EM utilizan menos estrategias, y son más estudiada. Los autores concluyen que se trata de un afec-
lentos y menos eficaces en tareas que exigen planifica- tación idiosincrásica y limitada más que de un problema
ción en comparación con los sujetos del grupo control, uniforme (Vleugels et al., 2000).
especialmente en niveles elevados de dificultad de la tarea
(Foong et al., 1997, 1999; Santiago, 2007).
Los problemas en la conceptualización observados en VALORACIÓN NEUROPSICOLÓGICA:
los pacientes con EM podrían dificultar la formación y el
uso de estrategias en las tareas de memoria y, por tanto, PRUEBAS ESPECÍFICAS
subyacer al déficit mnésico (Beatty et al., 1993; Troyer
et al., 1996; Canellopoulou y Richardson, 1998). En el apartado anterior, se han citado varias de las diferen-
tes pruebas y test neuropsicológicos que se han utilizado
y utilizan tanto en la investigación como en el abordaje
Lenguaje clínico de la disfunción cognitiva de los pacientes con EM.
Los resultados publicados sugieren que esta función per- Sin embargo, el interés por detectar la alteración en los
manece relativamente intacta (Rao et al., 1991), si bien pacientes ha llevado a desarrollar cuestionarios y baterías
raramente se han descrito casos aislados de afasia durante específicas, así como al estudio de qué pruebas individuales
el curso de una exacerbación de la enfermedad, asociados resultan más sensibles.
a la aparición de amplias lesiones desmielinizantes en el El uso de cuestionarios, pruebas individuales o bate-
hemisferio izquierdo (Achiron et al., 1992). rías de cribado frente a baterías más amplias depende de
Sin embargo, se ha observado alteración en los aspec- diferentes factores. El principal es la disponibilidad
tos de fluidez verbal. Los pacientes con EM reportan un de tiempo, pero también lo son la presencia de un pro-
número inferior de palabras a partir de una consigna, ya fesional cualificado, la disponibilidad del paciente y, evi-
sea fonética o semántica (Swirsky-Saccheti et al., 1992; dentemente, el objetivo de la valoración. En este sentido,
Basso et al., 1996; Rovaris et al., 1998). Se ha postulado antes de proceder a la evaluación neuropsicológica de un
que este déficit en fluidez verbal podría explicarse por una paciente, debe establecerse claramente el objetivo: inves-
dificultad generalizada en la recuperación de información. tigación, detección para derivación para valoración más
Se han aportado resultados que demuestran que un amplia, inicio de un programa de rehabilitación, elabo-
importante número de pacientes con EM presenta pro- ración de un informe para la incapacidad laboral, etc.
blemas en la denominación y en la búsqueda, recuperación Por tanto, el uso de pruebas más o menos amplias debe
y producción de palabras (Drake et al., 2002). Los autores ajustarse claramente al objetivo, de modo que no siempre
consideran que el patrón de errores en la denominación será necesario valorar al paciente de forma extensa, mien-
observado podría explicarse, en gran parte, por dificulta- tras que en otros será indispensable. En el caso de la EM,
des en el acceso al léxico y tratarse de una alteración pri- como se ha mencionado, se dispone de instrumentos
mariamente lingüística, ya sugerida previamente (Kujala, específicos que se describen brevemente a continuación.
Portin y Ruutiainen, 1996b). Con relación al uso de cuestionarios de cribado, la pro-
puesta de Benedict et al. (2003) con el Multiple Sclerosis
Neuropsychological Questionnaire (MSNQ) es quizá
Capacidades visoperceptivas
la más firme en su desarrollo. Los autores proponen un
Las tareas visopercetivas no se han incluido sistemática- cuestionario de 15 preguntas acerca de los problemas más
mente en los estudios neuropsicológicos con pacientes comunes que experimentan los pacientes. Se dispone,
afectos por EM, por lo que se dispone de pocos datos además, de una versión para los cuidadores, de modo que
sobre el funcionamiento en esta área. Por otro lado, la puede obtenerse información a través de fuentes alter-
interpretación de dichos datos resulta controvertida, si nativas. Esto resulta especialmente útil en pacientes con
se tiene en cuenta que muchos de los pacientes con EM sintomatología depresiva, quienes pueden sobrevalorar

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los síntomas cognitivos, y en pacientes con una alteración discapacidad física y de los años de evolución de la enfer-
cognitiva grave, quienes pueden subvalorarlos (Benedict medad, y que, por tanto, puede estar presente en pacien-
et al., 2004b). tes con un grado de discapacidad física bajo y en fases
En cuanto a pruebas específicas, los estudios se han iniciales de la enfermedad (Olivares et al., 2005; Schulz
centrado, principalmente, en dos: el PASAT y el Symbol et al., 2006). Sin embargo, los resultados también indi-
Digit Modalities Test (SDMT). El interés por estas prue- can que a medida que la enfermedad avanza, el deterioro
bas radica en que abordan procesos cognitivos frecuen- físico y el cognitivo tienden a converger (Amato et al.,
temente afectados en estos pacientes: la velocidad de 2001). En cuanto al curso clínico se refiere, se considera
procesamiento, la memoria de trabajo y la atención. que entre los pacientes con un curso RR la prevalencia de
El PASAT ha sido la prueba elegida para formar parte disfunción cognitiva es menor que en los cursos progresi-
del Multiple Sclerosis Functional Composite (MSFC) vos (v. tabla 12-1).
(­Fischer et al., 1999), medida de resultado en ensayos El papel de la fatiga en la cognición de los pacientes
clínicos, para valorar los aspectos cognitivos junto con con EM no ha sido ampliamente estudiado, a pesar de
la valoración del estado de las extremidades superiores que se trata de un síntoma que genera una importante
e inferiores. Algunos estudios han analizado también la discapacidad entre muchos de los pacientes (Krupp et al.,
capacidad del PASAT como herramienta única para detec- 1988; Bakshi et al., 1999). Puesto que algunos estudios
tar de forma fiable la presencia de alteración (Solari et al., apuntan hacia una interferencia de los síntomas de fatiga
2007). Sin embargo, se ha cuestionado esta prueba, espe- en la ejecución cognitiva de los pacientes (Kujala et al.,
cialmente por los problemas relacionados con el nivel 1995; Krupp et al., 2000), se ha sugerido que deben
educativo y por los problemas de ansiedad que supone incluirse tareas que valoren todos los dominios cognitivos
(Rosti et al., 2007) y han propuesto emplear el SDMT, al con el objetivo de aclarar si una actividad cognitiva conti-
observar que esta prueba resulta más sensible y específica nuada es necesaria para provocar fatiga cognitiva (Krupp
para detectar disfunción, en caso de que no se pueda et al., 2000).
administrar una batería más amplia (Deloire et al., 2006; Otro síntoma altamente prevalente entre los pacientes
Parmenter et al., 2007). diagnosticados de EM es la depresión (Minden y Schiffer,
Existen diversas propuestas de baterías breves de cri- 1990). De nuevo, los resultados no son concluyentes en
bado. De todas, es la Brief Repeatable Neuropsychological cuanto a la relación entre depresión y alteración cogni-
Battery (BRB-N) (Bever et al., 1995; Boringa et al., 2001) tiva. Sin embargo, parece ser que ante tareas cognitivas
la que se ha introducido de forma generalizada, tanto en altamente demandantes, especialmente atencionales y de
investigación como en clínica. La BRNB mide la memoria memoria de trabajo, los pacientes que presentan depre-
verbal (Selective Reminding Test) y visual (10/36 Spatial sión muestran una peor ejecución, mientras que en tareas
Recall Test), la atención (PASAT y SDMT) y la fluidez ver- que no implican demanda de capacidades o donde no se
bal. Está traducida a varios idiomas y se dispone de datos valora la velocidad la ejecución no aparece relacionada
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normativos en varios países, incluido el español (Sepulcre con la depresión (Arnett et al., 1999ab).
et al., 2006). Por otro lado, se ha observado que los síntomas depre-
Finalmente, se han hecho también propuestas de sivos están significativamente relacionados con la percep-
baterías amplias de valoración que intentan acordar qué ción subjetiva de la alteración cognitiva, mientras que la
aspectos deben valorarse y a través de qué pruebas. Una asociación con la valoración cognitiva objetiva sería débil
de las primeras es la propuesta de Peyser et al. (1990) y (Maor et al., 2001; Benedict et al., 2003). De ahí que la
más recientemente la propuesta por Benedict et al. (2002) detección y el tratamiento de la depresión y de su sinto-
(tabla e12-1). Esta última resulta del consenso internacio- matología puedan dar lugar a una autopercepción más
nal de varios neuropsicólogos expertos en EM que anali- realista de las capacidades y, en consecuencia, impactar
zaron más de 30 pruebas neuropsicológicas en términos positivamente en la calidad de vida.
de validez, sensibilidad, disponibilidad de datos norma-
tivos o formas alternativas, y, finalmente, propusieron el
Minimal Assessment of Cognitive Function in Multiple CORRELACIÓN ENTRE
Sclerosis (MACFIMS). LA ALTERACIÓN COGNITIVA
Y PARÁMETROS DE NEUROIMAGEN
CORRELACIÓN ENTRE LA ALTERACIÓN
El parámetro de neuroimagen convencional más amplia-
COGNITIVA Y VARIABLES CLÍNICAS mente utilizado ha sido el volumen de lesión en sus-
tancia blanca. Se ha descrito una relación significativa
La correlación entre características clínicas y cognitivas en entre esta medida y el rendimiento en diversas tareas
pacientes con EM suele ser baja. De modo general, podría neuropsicológicas (Franklin et al., 1988; Rao et al., 1989;
decirse que la alteración cognitiva es independiente de la Swirsky-Sacchetti et al., 1992; Foong et al., 1997; Hohol

195
Parte |3| Rehabilitación neuropsicológica en la práctica clínica

et al., 1997; Rovaris et al., 1998); incluso se ha postulado trasta con la escasez de datos disponibles sobre los efectos
la posibilidad de un umbral crítico de lesión a partir del de la rehabilitación neuropsicológica. Este hecho cobra
cual se desarrollaría la disfunción cognitiva (Huber et al., especial relevancia si tenemos en cuenta que determinar
1987, 1992; Rao et al., 1989c; Tsolaki et al., 1994). Este la presencia del deterioro cognitivo e identificar las áreas
concepto desarrollado a finales del siglo pasado enlaza específicas deficitarias y preservadas, mediante una ade-
con la idea de activación compensatoria, observada en los cuada selección de instrumentos de diagnóstico, además
estudios de neuroimagen funcional. de proporcionar un mejor conocimiento de las caracte-
La disfunción cognitiva también se ha asociado a dis- rísticas del perfil neuropsicológico, deberían tener como
tintos indicadores de atrofia cerebral. Se ha hallado rela- principal objetivo la intervención cognitiva.
ción entre la dilatación ventricular, la atrofia del cuerpo La EM es una enfermedad con una sintomatología
calloso y la atrofia cortical con el rendimiento cognitivo compleja y altamente variable, en la que la presencia de
(Comi et al., 1993; Tsolaki et al., 1994, Zivadinov et al., alteraciones cognitivas puede ser una más de las múlti-
2001; Benedict et al., 2004a; Amato et al., 2004). ples manifestaciones que determinarán la discapacidad de
Los estudios desarrollados en los últimos años, desde el cada paciente. Como se ha descrito anteriormente, se trata
inicio del nuevo siglo, han introducido técnicas de neuro­ de un trastorno progresivo cuyo pronóstico y curso clínico
imagen no convencionales que han permitido aumentar son poco predecibles. La aparición de los primeros sínto-
el conocimiento sobre el sustrato patológico de la disfun- mas generalmente tiene lugar entre los 20 y los 30 años
ción cognitiva en la EM. Son de especial interés la espec- de edad, esto es, afecta a personas jóvenes que inician pro-
troscopia por resonancia magnética de protón (1H-ERM) yectos académicos, laborales y familiares y que, de forma
y la transferencia de magnetización (TM), así como los repentina, deben asumir los cambios que algunas de las
estudios con resonancia magnética funcional (RMf). manifestaciones clínicas de la enfermedad (alteraciones
Estos estudios han descrito una relación entre la alte- sensitivas, motoras, visuales, esfinterianas, fatiga, etc.)
ración cognitiva y los cambios bioquímicos (Foong et al., pueden suponer en su vida cotidiana. En el momento del
1999, 2001; Gadea et al., 2004) y en el tejido cerebral diagnóstico es frecuente la negación del trastorno, hecho
de apariencia normal (Rovaris et al., 1998; van Buchem que se ve reforzado por las características propias del ini-
et al., 1998; Filippi et al., 2000; Rovaris et al., 2000). cio y de la evolución de la EM en las primeras etapas. Así,
Los estudios que incorporan la RMf hallan diferencias por ejemplo, en los períodos interbrote, libres de sintoma-
en la activación cerebral entre sujetos sanos y pacientes tología clínica, el paciente puede «olvidar» la enfermedad,
con EM, que se concretan en una mayor activación y en la dificultándose de esta manera la adaptación a la misma.
implicación de más áreas cerebrales en los individuos con En esta fase inicial, proporcionar información precisa
EM, lo que los lleva a concluir que esta reorganización y un asesoramiento adecuado al paciente y a su familia es
cortical compensatoria contribuye a limitar el impacto un  primer paso imprescindible que reducirá el impacto
funcional del daño cerebral en la EM (Staffen et al., 2002; emocional y favorecerá la aceptación del trastorno.
Audoin et al., 2003; Parry et al., 2003; Mainero et al., A medida que la enfermedad evoluciona, comienza un
2004; Sweet et al., 2006). proceso complejo de adaptación y ajuste psicosocial en el
Por tanto, los resultados de los estudios neuropsico- que pueden intervenir factores como el nivel de disfun-
lógicos junto con los hallazgos de RM, tanto estructural ción física, el momento clínico (brote o remisión), el uso
como funcional, indican que la disfunción cognitiva en de fármacos (posibles efectos secundarios), la presencia de
los pacientes con EM es consecuencia de un desequili- deterioro cognitivo, el nivel de incertidumbre percibido
brio entre la destrucción/reparación de tejido cerebral y la por el paciente y la utilización de diferentes estrategias de
capacidad de reorganización adaptativa funcional (Hoff- afrontamiento (Sullivan et al., 2004). Los cambios asocia-
mann et al., 2007). dos al curso natural de la EM (aparición de nuevos sínto-
mas y/o evolución de los ya existentes) y la consiguiente
necesidad de reajustar expectativas van a hacer necesario
REHABILITACIÓN NEUROPSICOLÓGICA el seguimiento a largo plazo de los aspectos emocionales
(miedo, frustración, ansiedad, depresión) y conductuales
EN LA ESCLEROSIS MÚLTIPLE (euforia, desinhibición, falta de conciencia del déficit,
falta de iniciativa) frecuentemente asociados a la EM. No
Como puede observarse de lo expuesto en la primera parte debemos olvidar que si bien la mayor parte de las reac-
de este capítulo, el campo de la evaluación neuropsicoló- ciones emocionales son respuestas normales ante el diag-
gica en la EM se encuentra ampliamente desarrollado. En nóstico y la evolución de la enfermedad, también algunos
la actualidad existen suficientes datos que permiten abor- cambios conductuales pueden estar vinculados a lesiones
dar el estudio de las alteraciones cognitivas vinculadas a en circuitos y áreas cerebrales implicados en la regulación
esta enfermedad con una base científica. Sin embargo, el de la emoción y la conducta.
conocimiento actual sobre el patrón de afectación que Teniendo en cuenta la variedad de síntomas que caracte-
caracteriza a la EM y sus correlatos neuroanatómicos con- riza a la EM y sus posibles interacciones, la rehabilitación

196
Esclerosis múltiple Capítulo | 12 |

deberá abordarse desde un enfoque multidisciplinar que conservadas que favorezcan la utilización de otros sistemas
contemple todos los aspectos alterados (físicos, cognitivos funcionales disponibles y, por otra, mediante el aprendi-
y emocionales), planteando los objetivos de manera indi- zaje en la utilización de ayudas externas y la adaptación del
vidualizada, estableciendo prioridades si fuera necesario, y entorno, es decir, estrategias compensatorias. Ningún acer-
efectuando seguimientos y revisiones periódicas que per- camiento es excluyente y si bien lo más deseable sería recu-
mitan valorar la eficacia de la rehabilitación. Sin olvidar perar la función como tal, en la práctica se suele optar por
la perspectiva de la rehabilitación como una intervención un acercamiento que favorezca la reorganización funcional.
integradora que, en definitiva, suponga una mejoría en la La mayoría de los programas de rehabilitación combinan
calidad de vida y autonomía del paciente, en los siguien- estas aproximaciones con el fin de conseguir una mayor
tes apartados nos ocuparemos de exponer algunos de los generalización y duración de los objetivos planteados.
datos más relevantes sobre el tratamiento de las alteracio- En la EM, como en otras enfermedades neurológicas,
nes cognitivas presentes en la EM. el programa de intervención debe seguir un orden jerár-
Las características y el grado de afectación de las fun- quico, abordando, en primer lugar, los procesos básicos
ciones cognitivas, de la misma forma que otros síntomas que estuvieran afectados para continuar con los más
propios de la EM, son variables. No obstante, si bien existe complejos. Como hemos visto en apartados anteriores
un porcentaje de pacientes que pueden llegar a desarrollar un de este capítulo, las alteraciones cognitivas más frecuen-
deterioro cognitivo grave, la mayoría presentan un con- tes en la EM son las atencionales, las de la velocidad de
junto de alteraciones leves-moderadas que, sin embargo, procesamiento y las de la memoria. El impacto social/
pueden manifestarse incluso en fases iniciales de la laboral de los déficits atencionales presentes en la EM y
enfermedad (Olivares et al., 2005). Su repercusión en el la repercusión que suponen en el propio proceso de reha-
normal desenvolvimiento académico, laboral y social, bilitación, condicionando el funcionamiento de otros
y su influencia sobre el estado de ánimo se han descrito procesos cognitivos (dificultades en el seguimiento de
en varios estudios (Higginson et al., 2000; Arnett et al., pautas, adquisición de información, etc.), hace que los
2002). El perfil de alteraciones neuropsicológicas más fre- trastornos atencionales deban contemplarse de manera
cuente, caracterizado por una disminución de la capacidad prioritaria. La vinculación entre atención y velocidad
de concentración, dificultades para adquirir y recuperar de procesamiento hace que el abordaje de estos déficits
información, y enlentecimiento en la velocidad de proce- pueda hacerse conjuntamente. La memoria es un proceso
samiento, hace a estos pacientes especialmente vulnera- complejo y el establecimiento de su perfil de afectación
bles ante las demandas académicas, laborales y sociales, a es requisito indispensable para abordar su rehabilitación.
pesar de situarse en niveles de afectación moderados. En caso de afectación de las funciones ejecutivas, el pro-
grama de rehabilitación deberá contemplar la necesidad
de intervenir en los procesos que permitan al paciente un
adecuado control y regulación de su conducta.
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REHABILITACIÓN COGNITIVA A continuación expondremos algunos ejemplos de


estrategias que se utilizan para afrontar diferentes altera-
La rehabilitación cognitiva pretende reducir los déficits ciones cognitivas:
cognitivos resultantes de la lesión neurológica con la
finalidad de mejorar la calidad de vida y la adaptación al
• Atención/concentración:
■ Modificación del entorno: reducción y manejo
entorno del paciente. La elección de objetivos y la planifi-
de elementos distractores.
cación del programa de intervención se llevarán a cabo en
■ Planificación de las actividades diarias
función de los resultados de la exploración neuropsicoló-
adecuándolas al nivel de rendimiento.
gica, interviniendo sobre aquellos aspectos deficitarios que
■ Establecimiento de ritmos pautados; se deben
repercutan de una forma más directa en las actividades de
incluir los períodos de descanso.
la vida diaria y optimizando las capacidades conservadas.
■ Aplicación de ayudas que permitan organizar
Puede abordarse desde dos aproximaciones: la restitu-
la información.
ción de la función y la sustitución o compensación. La res-
■ Manejo de la fatiga.
titución supone la recuperación de la función en sí misma,
y suele llevarse a cabo mediante un entrenamiento directo • Memoria:
de las funciones cognitivas alteradas. Este enfoque incluye ■ Entrenamiento en la utilización de ayudas
ejercicios, generalmente de repetición, que intentan esti- externas: cuadernos de notas, calendarios,
mular la función tratada y en la actualidad se ve favorecido etiquetas, agendas normales y electrónicas,
por la incorporación del ordenador como herramienta teléfonos móviles, etc.
de rehabilitación mediante la utilización de programas de ■ Organización del entorno y establecimiento
estimulación cognitiva. La sustitución hace hincapié en la de rutinas.
recuperación de objetivos, que puede llevarse a cabo, por ■ Utilización de reglas mnemotécnicas,
una parte, mediante el entrenamiento de las habilidades categorizaciones y asociaciones visuales.

197
Parte |3| Rehabilitación neuropsicológica en la práctica clínica

• Funciones ejecutivas: el aprendizaje y la aplicación el entrenamiento de habilidades atencionales, al obser-


de muchas de las estrategias anteriores favorecen el var efectos diferenciales del entrenamiento específico en
funcionamiento ejecutivo del paciente. En este punto diferentes procesos atencionales. Resultados similares a
son beneficiosas las modificaciones ambientales, favor del entrenamiento específico son los obtenidos por
junto con la simplificación y sistematización de las Tesar et al. (2005) mediante la aplicación de un programa
actividades más complejas. específico de entrenamiento computarizado (RehaCom)
en memoria-aprendizaje y atención-concentración que
Rehabilitación cognitiva: estudios incluía, además, la aplicación de estrategias compensato-
rias relevantes para la vida diaria. En este caso, el grupo
más relevantes
de tratamiento obtuvo un efecto beneficioso del entrena-
A pesar de que en la actualidad no hay duda acerca de la miento principalmente en las funciones ejecutivas y en
necesidad y de la importancia de intervenir sobre el défi- las habilidades visoconstructivas en comparación con el
cit cognitivo, y de tratarse de una de las demandas más grupo control (rehabilitación inespecífica). Los resultados
frecuentes por parte de los pacientes afectados, ya hemos obtenidos en memoria y atención no fueron determi-
apuntado el escaso número de estudios que analizan los nantes, y su atribución a la aplicación del programa es
efectos del tratamiento cognitivo. No obstante, existe un cuestionable. La administración de un cuestionario de
interés creciente en esta área, que en los últimos años se seguimiento para valorar la aplicabilidad del programa
ha traducido en un incremento significativo de publi- en las actividades de la vida diaria mostró una valoración
caciones. A continuación expondremos los hallazgos positiva en la mayoría de pacientes.
más relevantes. Es importante señalar que la presencia Otras investigaciones se han centrado en estudiar el
de datos contradictorios probablemente sea debida a efecto de la aplicación de técnicas y estrategias concretas,
la diversidad en los diseños de la intervención en rela- así como su efecto sobre determinadas funciones cogni-
ción con el tipo de muestra, las funciones trabajadas, tivas. Así, por ejemplo, algunos estudios sobre el efecto
la duración y la intensidad del programa, las técnicas y de la repetición en el recuerdo posterior de información
estrategias utilizadas, el empleo o no de programas infor- verbal han demostrado que los pacientes con EM que
matizados, etc. Este hecho complica la comparación entre requieren un mayor número de ensayos de aprendizaje
las investigaciones y el establecimiento de conclusiones. para alcanzar un rendimiento determinado recuerdan
Así, por ejemplo, Lincoln et al. (2002) no encuentran menos estímulos a largo plazo. Estos resultados indicarían
un efecto beneficioso tras la aplicación de un programa que la repetición por sí misma no mejora el rendimiento
de intervención basado en técnicas compensatorias para de  la memoria, por lo que se requerirían otro tipo de
mejorar la memoria. Limitaciones metodológicas rela- estrategias que permitieran codificar de una manera más
cionadas con el empleo de medidas no adecuadas (sólo adecuada la información (Chiaravalloti, 2003). Los mis-
autoinformes) para la valoración de los resultados podrían mos autores en un estudio posterior demuestran la efica-
explicar estos resultados. En un estudio doble-ciego alea- cia sobre el aprendizaje de un programa de rehabilitación
torizado, Solari et al. (2004) evalúan la eficacia de un de la memoria mediante el entrenamiento en el uso de
programa computarizado específico de entrenamiento en información contextualizada e imágenes en pacientes con
memoria y atención (RehaCom) (grupo de tratamiento) y afectación moderada y grave (Chiaravalloti, 2005). En la
otro inespecífico de coordinación visomotora y visocons- misma línea, resultados como los obtenidos por Birboim
tructiva (grupo control). Los resultados mostraron una y Miller (2004), indicativos de una menor capacidad en
mejoría en ambos grupos de pacientes (medida mediante los pacientes con EM en la aplicación de habilidades estra-
la BRB-N), por lo que se concluyó que la intervención tégicas durante la ejecución de nuevas tareas, apoyarían la
cognitiva sería eficaz independientemente de su especi- necesidad de mejorar la capacidad de enfrentarse a tareas
ficidad. En este caso, una posible explicación sería que no rutinarias aplicando estrategias cognitivas eficientes.
las tareas visuales utilizadas en el grupo control también Por último, los resultados obtenidos por Basso et al. en
requieren atención y concentración, y que, por tanto, su pacientes con afectación leve de memoria, señalan el
entrenamiento contribuyó a mejorar el rendimiento en beneficio de utilizar técnicas de aprendizaje por autogene-
pruebas como el SDMT o el 10/36 Spatial Recall Test. ración frente al aprendizaje dirigido. Cuando incluyeron
Los resultados de un estudio multicéntrico pendiente pacientes con afectación moderada, los resultados confir-
de publicación y citado en Penner y Kappos (2006) maron los hallazgos previos, lo que, además, demostró
apoyarían estas conclusiones al no observar diferencias un beneficio del aprendizaje por autogeneración sobre el
entre un grupo de pacientes sometido a un programa recuerdo posterior en tareas con un mayor poder de pre-
de entrenamiento específico atencional computarizado dicción en las actividades de la vida diaria (Basso et al.,
y otro grupo que llevó a cabo un programa de terapia 2006). Los resultados de un estudio reciente confirman
ocupacional. Estos resultados contradicen los obtenidos a la ventaja del método de autogeneración en pacientes
finales de los años noventa por Plohmann et al. (1998), con afectación cognitiva en múltiples dominios, aunque con
acerca de la eficacia de un programa computarizado para escaso efecto a lo largo del tiempo (O’Brien et al., 2007).

198
Esclerosis múltiple Capítulo | 12 |

En este punto queremos llamar la atención sobre la de recuperación y plasticidad del trastorno que nos ocupa.
duración y la intensidad de los programas de interven­ción En la EM algunas investigaciones con funciones motoras
utilizados. En la mayor parte de los estudios la duración del han mostrado la presencia de mecanismos de neuroplas-
programa oscila entre 4 y 8 semanas, predominando ticidad después de un brote (Pantano et al., 2002). En
una frecuencia de dos a tres sesiones semanales. En este relación con las funciones cognitivas, los datos de algunas
sentido, estudios recientes resaltan la importancia de incre- investigaciones recientes con neuroimagen funcional des-
mentar la intensidad del entrenamiento a cuatro o cinco criben patrones de activación cerebral diferentes en los
sesiones semanales como forma de garantizar mejores pacientes con EM en comparación con sujetos sanos. Por
resultados tras la aplicación de programas computariza- ejemplo, se ha descrito la participación de áreas diferen-
dos específicos de memoria y memoria operativa (Hilde- tes en pacientes frente a sujetos del grupo control sanos
brandt, 2007; Penner et al., 2007). En el primero de ellos durante la ejecución de tareas de atención y memoria
se apunta, además, la posibilidad de que una adecuada operativa (Staffen et al., 2002; Chiaravalloti et al., 2005),
supervisión externa suponga un incremento en la signifi- o bien una mayor activación en pacientes con mejor ren-
cación de los resultados, teniendo en cuenta que, como en dimiento frente a los de bajo rendimiento (Mainero et al.,
este caso, con frecuencia los programas son realizados por 2004). La presencia de cambios funcionales ha sido des-
el paciente en su propio domicilio, sin llevar a cabo un crita incluso en pacientes con síndrome clínico aislado
control real sobre el número de sesiones realizadas. (Audoin et al., 2006). A pesar de la necesidad de nuevas
En resumen, a pesar de que existen algunos resultados investigaciones que amplíen y refuercen estos hallazgos,
negativos, se dispone de evidencia suficiente que jus- los datos aportados hasta el momento en esta línea indica-
tifica la intervención neuropsicológica. Sin embargo, se rían la existencia de mecanismos de compensación como
hace imprescindible un mejor control metodológico que expresión de la plasticidad neuronal en respuesta a la enfer-
incluya una mayor homogeneidad en el tamaño y el tipo medad, hecho que contribuiría a mantener un rendimiento
de muestras, así como en el empleo de herramientas de cognitivo adecuado o un perfil de afectación leve a pesar
intervención y valoración de resultados estandarizadas del daño cerebral (Mainero et al., 2006). Sin embargo, estos
que permitan la comparación entre diferentes estudios. hallazgos se han obtenido en pacientes con daño cognitivo
De alguna manera, se trataría, al igual que ha ocurrido en leve moderado. En pacientes con alteraciones cognitivas
el campo de la evaluación, de disponer de protocolos de más graves no se confirman estos patrones de activación de
intervención básicos flexibles y adaptables que posibili- áreas adicionales (Penner et al., 2006).
ten la comparación y favorezcan un mejor conocimiento La existencia de un proceso espontáneo de reorganiza-
sobre la eficacia de la rehabilitación cognitiva. Por otra ción funcional cerebral en la EM, objetivado mediante la
parte, el reto actual de la investigación centrada en el RMf, apoyaría la aplicación de programas de rehabilitación
examen de técnicas y estrategias para mejorar el funciona- cognitiva basados en técnicas de intervención que favo-
miento de determinadas áreas cognitivas debería ir más rezcan aún más unos mecanismos que, además, parecen
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allá de la comprobación de su eficacia para demostrar su tener lugar de manera predominante en fases tempranas
impacto funcional e incorporarlas a la práctica clínica. de la enfermedad. Por otra parte, la utilidad de esta técnica
Por último, no quisiéramos dejar sin comentar algo en la evaluación de los efectos de la rehabilitación cogni-
acerca del uso de juegos o programas de estimulación tiva prácticamente no se ha estudiado, aunque se vislum-
cognitiva comercializados. En la medida en que ejerci- bra como un campo prometedor. En este sentido, el único
tan habilidades atencionales, de memoria, de cálculo, estudio publicado hasta la fecha muestra que el entrena-
etc., pueden suponer una estimulación generalizada miento en tareas atencionales suministrado a un grupo
beneficiosa e incluso formar parte de un programa de de pacientes con daño leve y grave indujo la activación de
intervención múltiple con una adecuada supervisión. Sin áreas adicionales relacionadas con procesos atencionales,
embargo, en modo alguno sustituyen a un programa de así como una discreta mejoría en el rendimiento cognitivo
rehabilitación cognitiva específico, adaptado e individua- (Penner et al., 2007). Futuros estudios con muestras más
lizado para cada paciente. amplias, homogéneas y que evalúen la eficacia en relación
con la intensidad y la duración del programa de interven-
ción nos permitirán ir acercándonos a la forma más ade-
cuada de abordar la rehabilitación en la EM.
RESONANCIA MAGNÉTICA
FUNCIONAL Y REHABILITACIÓN
COGNITIVA EN LA ESCLEROSIS TRATAMIENTOS FARMACOLÓGICOS
MÚLTIPLE DEL DETERIORO COGNITIVO

Si el objetivo es desarrollar estrategias y técnicas con efectos Aunque el objetivo del capítulo es revisar el estado actual
terapéuticos deberemos, tener en cuenta los mecanismos sobre la rehabilitación cognitiva en la EM, se ha considerado

199
Parte |3| Rehabilitación neuropsicológica en la práctica clínica

oportuno reseñar brevemente el enfoque terapéutico far- y Montalban, 2006). El estudio más amplio y que aporta
macológico en estos pacientes. resultados más prometedores es el realizado por Krupp
En primer lugar, debe mencionarse que, por el et al. (2004). Se trata de un ensayo clínico aleatorizado,
momento, no se dispone de un tratamiento farmacoló- doble-ciego y controlado con placebo de 24 semanas
gico sintomático para abordar la alteración cognitiva en de duración en el que fueron incluidos un total de
la EM. 69 pacientes con alteración leve-moderada de la memoria
Diversas investigaciones aportan datos sobre el efecto y sin alteración cognitiva grave. Los autores observaron que
cognitivo de los fármacos inmunomoduladores y de los pacientes tratados presentaban mejoría en la memo-
algunos inmunosupresores, utilizados para modificar la ria verbal inmediata. Además, una mayor proporción de
progresión de la EM; de todos modos, los resultados no pacientes tratados frente a placebo consideraron que su
son concluyentes (Montalban y Río, 2006). Se ha descrito memoria había mejorado, resultado que se reproducía al
mejoría en memoria visual a largo plazo (Pliskin et al., considerar la opinión del investigador.
1996), atención, concentración y memoria visual (Barak Pese a constituir un opción prometedora, es necesario
y Achiron, 2002) en los pacientes tratados con interfe- desarrollar ensayos clínicos amplios, incluyendo todo el
rón beta-1b frente al grupo placebo. En otro estudio con espectro de alteración cognitiva, así como pruebas sensi-
Interferón beta-1a se obtuvieron mejorías en aprendizaje bles para confirmar la eficacia y la seguridad de los inhi-
y memoria, habilidades visoespaciales y funciones ejecuti- bidores de la acetilcolinesterasa en la EM.
vas (Fisher et al., 2000). Utilizando glatiramer acetato no Por otra parte, existen pocos datos acerca del beneficio
se obtuvieron diferencias significativas entre el grupo tra- que el tratamiento farmacológico de síntomas tan fre-
tado y el grupo placebo, observándose un incremento del cuentes en la EM como la fatiga, los trastornos del sueño
rendimiento cognitivo en ambos grupos, atribuible posi- y del estado de ánimo puede suponer sobre las funciones
blemente al efecto aprendizaje (Weinstein et al., 1999). neuropsicológicas. A pesar de esto, en la práctica clínica
Se han desarrollado diversos intentos para demostrar la diaria se asume que un adecuado manejo de estos sínto-
eficacia de los inhibidores de la acetilcolinesterasa (Porcel mas mejora el rendimiento cognitivo.

CASO CLÍNICO
Mujer de 26 años de edad, es licenciada en Derecho  LP: 7.
y trabaja en una gestoría administrativa. La paciente  Reconocimiento: 12.
presenta esclerosis múltiple (EM) definida (según criterios  10/36 SRT: curva de aprendizaje 06/08/09.
de McDonald). Desde el primer síntoma de la enfermedad
 Total: 23.
(disminución de la sensibilidad en el hemicuerpo
 Recuerdo a largo plazo: 8.
izquierdo) han transcurrido 2 años. Sigue tratamiento
inmunomodulador desde hace 1 año y el valor de la  Reconocimiento: 2/2.
Expanded Disability Status Scale (EDSS) es de 1,0. En  SDMT: 54 (–0,1 DE)
la actualidad la paciente refiere quejas de memoria y  PASAT 3’: 32 (–1,5 DE); PASAT 2’: 20 (–1,5 DE).
dificultades para mantener la atención/concentración, así  WLG:
como una sensación de fatiga intensa.  FAS: 9/7/6; total: 22 (–0,5 DE).
Durante la entrevista y el examen neuropsicológico
 Semántica: 19 (0 DE).
la paciente mostró un buen nivel de colaboración. Su
La paciente presenta dificultades en atención/
estado de ánimo fue medido mediante el Beck Depression
concentración. La curva de aprendizaje verbal y el recuerdo
Inventory (BDI), con resultado de 9 (normal).
a largo plazo están ligeramente alterados, si bien alcanza
Se estableció protocolo de evaluación mediante
un rendimiento óptimo en las tareas de reconocimiento.
la administración de las siguientes pruebas: Selective
La memoria visoespacial es normal en todos sus
Reminding Test (SRT); Spatial Recall Test (SRT) 10/36;
componentes, así como la evocación de información verbal
Symbol Digit Modalities Test (SDMT); Paced Auditory Serial
ante consignas fonéticas y semánticas.
Addition Test (PASAT) 2’ y 3’; Word List Generation (WLG;
Este patrón de afectación suele ser el más frecuente
FAS y Semántica); y subtest de información de la Wechsler
en las fases iniciales de la EM. Se caracteriza por la
Adult Intelligence Scale III (WAIS-III). Se obtuvieron los
presencia de alteraciones leves que afectan a las funciones
siguientes resultados:
atencionales complejas, especialmente a aquellas con
 Subtest de información: 22 (escalar 12). Normal.
un componente importante de memoria operativa y
 SRT: curva de aprendizaje 6/6/8/7/9/10.
dependientes de la velocidad de procesamiento. En
 Total de intrusiones: 0. la esfera de la memoria, el déficit afecta a la curva de
 Total de perseveraciones: 0. aprendizaje y a la capacidad de evocación espontánea
 Total: 46 (–1 desviaciones estándar [DE]). de información verbal. Este perfil neuropsicológico

200
Esclerosis múltiple Capítulo | 12 |

es indicativo de ligera afectación difusa subcortical y  Seguir pautas que optimicen el rendimiento laboral,
compatible con el proceso desmielinizante característico como reducir los elementos distractores, evitar
de la EM. realizar tareas de forma simultánea o planificar el
Por otra parte, cabe destacar que, si bien los resultados trabajo previamente.
no alcanzan niveles especialmente significativos de  Manejo de la fatiga: recomendaciones sobre
alteración, la mayoría de ellos se sitúan en niveles ejercicio y conservación de energía.
inferiores a la media, lo que podría reflejar un rendimiento  Apoyo emocional.
general deficitario e inferior al esperable por su nivel
 Estrategias compensatorias para mejorar la adquisición
educativo-profesional; en este sentido tales niveles podrían
y la recuperación de información verbal:
ser compatibles con las quejas presentadas por la paciente
 Organización de la información mediante el uso de:
y con su percepción de incapacidad para atender las
demandas de su puesto de trabajo. 1. Categorización semántica.
Este tipo de pacientes mantienen sus actividades 2. Asociaciones visuales.
laborales, sociales y familiares, pero pueden notar una 3. Utilización del contexto.
menor efectividad en su desarrollo. El mantenimiento de 4. Elaboración de esquemas.
estas actividades puede actuar en sí mismo como una  Estrategias externas:
estimulación cognitiva al tener que aprovechar los recursos
1. Empleo de una agenda o de otros métodos
cognitivos disponibles; sin embargo, suele ser conveniente
que favorezcan la organización y el recuerdo
indicar algunas pautas que ayuden a reducir el impacto
posterior de información.
funcional de algunos síntomas y a optimizar las habilidades
2. Establecimiento de rutinas.
conservadas, como las que se indican a continuación:
 Asesoramiento personal y familiar: La paciente podría, además, participar en un programa
de estimulación cognitiva específicamente diseñado
 Revisión y organización de las actividades de la
para ejercitar las habilidades atencionales, de memoria y
vida diaria, adaptando aquellas que supongan más
velocidad de procesamiento.
esfuerzo a los momentos de mejor rendimiento y
respetando los períodos de descanso.

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205
Parte |3| Rehabilitación neuropsicológica en la práctica clínica

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206
Parte |3| Rehabilitación neuropsicológica en la práctica clínica

Figura e12-1  Esquema gráfico de los distintos cursos clínicos. PP, primariamente progresivo; PR, progresivo recurrente;
RR, remitente recurrente; SP, secundariamente progresivo.

e38
Esclerosis múltiple Capítulo | 12 |

Tabla e12-1  Propuesta de baterías extensas para la evaluación de pacientes con esclerosis múltiple

Peyser et al., 1990 Benedict et al., 2002


Mini-Mental State Examination Paced Auditory Serial Addition Test (3 y 2 s)
Subtest de Información Symbol Digit Modalities Test
Auditory A’s* Test de aprendizaje verbal de California (versión II)
Symbol Digit Modalities Test (SDMT) Brief Visuospatial Memory Test-Revised
Paced Auditory Serial Addition Test (PASAT) Test de fluidez verbal (FAS)
Test Stroop (version modificada) Test de orientación de líneas
Memoria Lógica D-KEFS Sorting Test
Test de aprendizaje verbal de California
7/24 Spatial Recall Test
Test de denominación de Boston (abreviado)
Test de fluidez verbal (FAS)
Token Test (abreviado)
Test de organización visual de Hooper
Subtest de cubos (versión modificada)
Wisconsin Card Sorting Test
Matrices progresivas de Raven*
Subtest de comprensión

*Administración opcional.
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