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TEORÍA DE LOS JUEGOS DE PROBABILIDAD, HISTÓRICA E INCLUYENTE

Probabilidad

La probabilidad nace a raíz de que el hombre desea conocer sobre lo que va a pasar en el

futuro, se usa extensamente en áreas como estadística, física, matemáticas, ciencias,

administración entre otras.

La probabilidad es una medida generalmente en porcentaje que tiene algún evento va a

ocurrir, si se acerca al cien por ciento es muy probable que ocurra, pero si cae a cero es

probable que no.

Teoría de los juegos

Esta teoría es un área de matemáticas, es una herramienta que ha sido de gran importancia

para la economía, ha contribuido para el estudio del comportamiento humano ante la toma

de decisiones y que esta lleve encaminada hacia el éxito tomando en cuenta el resto de

los actuantes que intervienen en la situación. Abarca actualmente en otros campos

biología, sociología, politología, psicología, filosofía y ciencias de la computación.

Esta teoría surge como una herramienta a raíz de conocer los comportamientos en la

economía tales como los conflictos racionales entre individuos que se recelan uno del

otro, enfrentamientos entre competidores, que piensan ya además que pueden traicionarse

uno al otro, esta basado en el análisis matemático riguroso, pero surge de manera natural

observar y analizar un conflicto desde el punto de vista racional.

Desde el enfoque de esta teoría, un «juego» es una situación conflictiva en la que priman

intereses contrapuestos de individuos o instituciones, y en ese contexto una parte, al tomar

una decisión, influye sobre la decisión que tomará la otra; así, el resultado del conflicto

se determina a partir de todas las decisiones tomadas por todos los actuantes.
La teoría de juegos busca una negociación al conflicto que se ha presentado en el caso de

haber muchas situaciones engañosas y segundas intenciones.

El nombre de teoría de juegos proviene precisamente del hecho de que muchas de las

situaciones que denominamos juegos en el lenguaje común, son situaciones más o menos

sencillas de interdependencia estratégica: cada jugador tiene que decidir que hacer

sabiendo que dicha elección será «buena» o «mala» en función de lo que hagan los demás.

En esa interacción entre los jugadores desempeñan un papel esencial las denominadas

reglas de juego, que son las que determinan en última instancia las condiciones en que

deciden los jugadores y las consecuencias de sus decisiones.

Para representar gráficamente en teoría de juegos se suelen utilizar matrices (también

conocidas como forma normal) y árboles de decisión como herramientas para comprender

mejor los razonamientos que llevan a un punto u otro. Además, los juegos se pueden

resolver usando las matemáticas.

Historia

Aunque hubo trabajos anteriores la teoría de juegos empieza con un estudio de Antoine

Augustin Cournot sobre un duopolio en el que se llega a una versión educida del equilibrio

de Nash ya que se alcanza poco a poco el nivel de precios y producción adecuado. Más

tarde se podría decir que el fundador de la teoría de juegos formalmente hablando fue el

matemático John von Neuman, el mismo del proyecto Manhattan.

Desde entonces algunos economistas han sido galardonados con el Nobel de Economía

por sus trabajos sobre el tema. Destaca Nash, conocido por la película “Una mente

maravillosa” y porque es en el equilibrio de Nash dónde se basan muchas conclusiones

que se han tomado sobre teoría de juegos aplicada a la vida real.


Así, desde que Von Neumann, Morgenstern y John Nash delinearon los postulados

básicos de esta teoría durante las décadas del 40 y 50, varias han sido las aplicaciones que

se le han otorgado a este herramental en el campo de las decisiones económicas, llegando

incluso a modificar el modo en que los economistas interpretaban la toma de decisiones

y la consecución del bienestar común.

Según Smith «el interés individual conduce a los seres humanos, como si fueran guiados

por una mano invisible, hacia la consecución del bien común»; ahora, la teoría planteada

por Nash, Neumann y Morgenstern concluye justamente lo contrario: el interés

individual, el egoísmo y la racionalidad a la hora de tomar decisiones, conducen a los

seres humanos a una situación no óptima, porque deben tener en cuenta las posiciones del

resto de agentes involucrados en sus actuaciones.

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