1-El acuerdo sobre la competencia de la CIJ, al no haber sido registrado ante la Secretaría de la ONU:
Obliga a las partes en cuanto que éstas pautaron que sus efectos jurídicos se producirían con la sola firma.
2. La supuesta falta de intención en obligar a su Estado por parte del Ministro de Relaciones Exteriores:
Contraría en el caso el principio de buena fe en la observancia de los tratados que consagra la Convención
de Viena de 1969.
3. Para que los principios alegados por el Estado del Sur puedan ser considerados normas
consuetudinarias, se requiere:
Una práctica uniforme y repetida en el tiempo, acompañada de su aceptación general como derecho.
5. En cuanto a la relación entre las normas consuetudinarias y las resoluciones de la A.G. que plantea el
Estado del Sur, podemos afirmar que:
Las resoluciones de la A.G. deben estar respaldadas por una práctica internacional posterior para que se
consideren fuente de una norma consuetudinaria.
6. De acuerdo con la Convención de Viena de 1969, la declaración contenida en la propuesta por la cual
“el consentimiento expresado por la sola firma implica la obligatoriedad de sus disposiciones”:
Es válida en cuanto que la firma es un modo aceptado por dicha Convención para manifestar el
consentimiento en obligarse por parte de un Estado.
Es un sujeto de Derecho Internacional pero con capacidad limitada por su objeto y fines.
8. Los principios alegados por el Estado del Sur, al ser normas del ius cogens:
9. Los principios del D.I. en los que el Estado del Sur fundamenta su posición:
Son una fuente de obligaciones internacionales, en cuanto que constituyen normas consuetudinarias
generales.
10. En el caso, la violación a las normas del derecho interno del Estado del Norte en el proceso de
celebración del tratado:
No puede ser alegada de buena fe por dicho Estado como vicio de su consentimiento para no obligarse.
13. La falta de acreditación de plenos poderes por el Ministro de Relaciones Exteriores del Estado del
Norte:
No afecta la representación del Estado, en cuanto que ésta le corresponde en virtud de sus funciones.
15. La reserva hecha por el Estado del Norte en el Acuerdo Regional del 2005 (y teniendo en cuenta que
el mismo no prevé nada al respecto) podría ser válidamente alegada por este Estado:
Si ha sido aceptada al menos por uno de los estados partes y el estado del Sur no ha realizado una objeción
expresa a la misma.
18. En cuanto a la relación entre el Acuerdo Regional del 2005 (multilateral) y el Acuerdo Marco de
Cooperación del 2006 (bilateral):
19. Para que la objeción por parte del Estado del Norte a la creación de una costumbre relativa al
contenido del principio de no intervención sea válida, es necesario que:
Tal objeción se haya dado en el período de formación de la norma y expresado de un modo inequívoco y
expreso.