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Iglesia de Dios Evangelio Completo

INSTITUTO SUPERIOR BIBLICO PANAMEÑO

Ministerio
Con énfasis en
Educación Cristiana

PRINCIPIO DE
EDUCACION CRISTIANA

Compilado por
Lic. Maritza Villar
INTRODUCCIÓN

La iglesia evangélica a nivel mundial ha tenido un gran crecimiento en los


últimos años y no podemos negar que en parte la evangelización produjo tal
crecimiento. Ahora, estos creyentes deberán crecer en el Señor Jesucristo y para
ellos se hace necesaria la Educación Cristiana. Esta educación no debe entenderse
solamente como dar clases a un grupo niños. La Educación Cristiana va más allá de
un simple impartir un conocimiento.
No es tan fácil como se cree enseñar una historia bíblica o impartir un
conocimiento, se trata de una verdad espiritual a la vida de nuestros alumnos de tal
manera que los mismos se hagan reales en sus vidas. Los maestros deseamos ver
cambios en cada uno de ellos. Lo que estoy tratando de decir es la importancia de la
práctica vivencial de esa verdad espiritual la cual no sólo fue enseñar sino que educa
y su vida fue cambiada.
Maestro cristiano, la educación cristiana no es nada menos que enseñar a tus
alumnos a vivir la vida cristiana.
Si en ellos no se han producidos los cambios deseados, entonces no ha
habido aprendizaje.
Recordemos nunca dejamos de ser alumnos, nunca dejamos de aprender el
crecimiento en el conocimiento de Dios se seguirá donde hasta que lleguemos “a la
medida de la estatura de la plenitud de Cristo”.

Más adelante en su orden la escuela episcopal San Agustín en


Hipona presbiteral monástica (monasterios).
Educación Religiosa
Es la modificación de la experiencia del alumno en cuanto a su dependencia
absoluta de un ser supremo. La educación se hace religiosa sólo cuando es
consciente de la presencia, poder y amor de Dios como la condición última y el
motivo supremo de la vida humana.
En otras palabras la educación religiosa es la transformación y desarrollo de la
experiencia del alumno de acuerdo con el sentimiento vivo de la realidad de Dios y
de nuestra relación con él.
Educación Religiosa Cristiana
La educación cristiana es el proceso por el cual la experiencia es decir, la vida
misma de la persona, se transforma, desarrolla, enriquece y perfecciona mediante su
relación con Dios en Jesucristo.
Es situar en el centro de la experiencia, como pivote para su reinterpretación y
reorganización, a Dios revelado en Cristo. Dios y no yo, como centro de la vida.
La Educación Cristiana y el Evangelio
La educación cristiana no sólo se opone al evangelismo, sino que es ella
misma un medio de evangelización.
Si por evangelismo entendemos únicamente ciertos métodos muy peculiares
de “avivamiento” ocasional y esporádico y la aprobación incondicional y sin reserva
de los procedimientos empleados por un gran número de “evangelistas” ambulantes
y profesionales, no cabe duda que la tendencia de la educación cristiana, en sus
modernas orientaciones, es a considerarlos con marcada desconfianza. Los estima
de poca eficacia permanente, por su carácter teatral y sus emocionalismo a veces
extremoso, que no logra sino exaltaciones por lo general pasajeras de la
sentimentalidad.
La educación cristiana es el proceso natural para mantener, fortalecer y
desarrollar la vida espiritual. Es el método de alimentación.
La educación cristiana tiene que ser “evangelística” o lo que es lo mismo, debe
procurar que el Evangelio de Cristo se haga materia de vida y conducta entre los
alumnos así que no existe necesaria oposición entre ambas, sino que, por el
contrario han de ser inseparables. Las campañas, clásicas de avivamiento pueden
llegar a ser verdaderamente evangelizadoras pero siempre que se apoyen en la
educación cristiana, o lo que es lo mismo, siempre que susciten y cultiven ese
proceso interno de crecimiento y desarrollo en la vida cristiana. El maestro supremo
educaba evangelizando, y evangelizaba educando.
Lección # 2
FINALIDAD DE LA EDUCACION CRISTIANA

Todo este material se ha desarrollado en base al libro Principios y métodos de


la Educación Cristiana de Gonzalo Báez-Camargo.
Es nuestra convicción que en Jesucristo y en su Evangelio tenemos la
suprema revelación de Dios y de sus propósitos para con todos los hombres, sin
acepción de personas. Por Cristo tenemos acceso directo a Dios, sin otro mediador,
y entramos en una vida de paz y comunicación con el Padre y con todos nuestros
hermanos.
Por tanto, la educación cristiana, confiando en la iniciativa de Dios y la obra
continua del Espíritu Santo, tiene por primer objeto guiar al alumno hacia el
conocimiento y la comprensión de la revelación divina, y llevarlo a la consciente
aceptación de Cristo como su Maestro, Señor y Salvador personal. Creemos que así
llegará el alumno en formas adecuadas a su edad al arrepentimiento, al perdón de
sus pecados, y a una vida nueva, llena de fe, de abnegación y de consagración al
servicio de Dios y del prójimo.
Creemos que la Biblia es la Palabra escrita de Dios, la memoria de su
revelación en la historia, la fuente de nuestro conocimiento de la vida y las
enseñanzas de Jesús, el fundamento indispensable del progreso espiritual, y la
norma suficiente de fe y conducta cristiana, que contiene los principios éticos de la
vida humana.
Por consiguiente, la educación cristiana tiene por objeto:
a) Conducir al alumno paso a paso, al conocimiento cabal de los hechos y
enseñanzas de las Sagradas Escrituras;
b) Guiarlo a la aplicación de las verdades fundamentales de ellas para la
redención de toda su vida;
c) Impulsarlo a la práctica de los principios fundamentales encontrados en ellas
para la formación de un sólido carácter cristiano;
d) Inspirarlo a reconocer que estas verdades y principios sirven para la solución
de los problemas morales, sociales y políticos del mundo.
Creemos que el Reino de Dios es una potencia que actúa mediante el Espíritu
Santo, se expresa en el cumplimiento de la voluntad de Dios, y se realiza plenamente
como don divino. Reconocemos que la Iglesia es la comunión de los fieles que
confiesan a Cristo como su Señor y Salvador personal, y que ella presenta los
conocimientos y doctrinas que permiten al cristiano capacitarse para colaborar con
Dios en su plan de redención de la humanidad.
En vista de lo cual la educación cristiana tiene por objeto guiar al alumno a:
a) Conocer las doctrinas fundamentales del cristianismo;
b) Colaborar con Dios en el acercamiento del Reino, consagrándose a su
extensión;
c) Formar parte activa de la iglesia local;
d) Cultivar la conciencia de la unidad espiritual de todos los creyentes;
e) Participar en el culto divino, tanto en el hogar, como en la iglesia;
f) Dar su testimonio personal por la palabra y la acción, e interesarse en
extender la obra misionera de la Iglesia;
g) Practicar la mayordomía cristiana de la vida.

Afirmamos que la aceptación del Evangelio implica su expresión en la vida


personal y social.
Por ello, la educación cristiana tiene como objeto ayudar al alumno a:
a) Crecer en su vida personal y en sus relaciones con otros;
b) Usar medios devocionales para poder conocer el llamado de Dios y responder
con la dedicación de su vida;
c) Expresar su fe, en su vida dentro de la familia;
d) Sentir su responsabilidad para con los demás y hacer su parte en crear un
mejor orden social.

Nuestra herencia cristiana incluye la creencia en un Dios Creador, cuya mente


se revela en parte por medio del orden natural y del ser humano.
La educación cristiana tiene, pues, por objeto, guiar al alumno para que pueda
interpretar progresivamente su ambiente natural así como toda la historia humana en
relación con su experiencia cristiana, y formarse una filosofía cristiana de la vida.
Lección # 3
BASES BÍBLICAS DE LA EDUCACIÓN CRISTIANA

“En esta oportunidad haré referencia a lo que señala Hayward Armstrong en


su libro Bases para la Educación Cristiana”.
Si el propósito de la educación cristiana es nutrir, edificar, conservar y
disciplinar a la comunidad cristiana bajo Dios, lo que pensemos acerca de Dios tiene
que ver con lo que enseñamos en la iglesia.
Es importante que el educador cristiano tenga una teología de la educación
cristiana; unos pensamientos acerca de Dios que le indiquen cómo hacer la
educación cristiana. Mientras hace su teología, también hace su educación cristiana,
y no debe haber una lucha entre las dos cosas; claramente en cómo Dios quiere que
hagamos la educación teológica.
El autor escogió tres pasajes bíblicos y que yo considero también que son
básicos para ayudarnos en nuestra teología de la educación cristiana.
Deuteronomio 6: 4-9
En ellas encontramos principios y guías para la educación cristiana, la función
educacional del nuevo pueblo de Dios, la iglesia.
En primer lugar, los versículos 3 al 6 del pasaje nos llaman la atención a la
persona del maestro.
En segundo lugar, la educación religiosa se transmite en el hogar, de padres a
hijos.
En tercer lugar, con un modelo, con relaciones interpersonales y dentro del
contexto de la vida.
Lucas 6: 40
El objetivo de un discípulo en el tiempo del ministerio terrenal de Jesús fue ser
como su maestro. La palabra “perfeccionado” en el griego, significa remendar algo
que está quebrado o roto, como redes, o animales u hombres.
Este pasaje nos enseña tres cosas que nos ayudan en nuestra búsqueda de
una teología de la educación:
1. El que sigue a Cristo debe tener el objetivo de ser como Cristo;
2. Los seres humanos, a quienes Dios ha dado la responsabilidad de guiar,
instruir y discipular a otros, deben ser imitadores de Cristo, con valores
elevados y con madurez espiritual, porque el discípulo o alumno tiene el
objetivo de ser como su maestro.
3. El propósito de la educación del pueblo de Dios es presentar datos e
información acerca de Dios,
Estas tres ideas se pueden resumir en dos palabras: “sabrá lo que su maestro
sabe, sino será como su maestro”.
Efesio 4: 12
Las responsabilidades de los que instruyen en la iglesia al pueblo de Dios a
través de la predicación, la interpretación de la voluntad de Dios, el cuidado pastoral
y la enseñanza espiritual es parte de un proceso evolutivo para madurar al pueblo.
La responsabilidad de estas personas es guiar al pueblo de Dios en un
proceso de preparación para utilidad en el ministerio (servicio) de la iglesia, para que
la iglesia sea edificada, reforzada, madura.

Implicaciones para la Iglesia


Modelo
Dios quiere que un padre sea un buen modelo para su hijo, de igual manera,
alguien mayor en la fe debe ser un buen modelo para los menores en la fe. Si la
iglesia ha de crecer, debe tener la Palabra en su corazón y debe vivir de la Palabra.
La educación en la iglesia se realiza en dos niveles:
La educación formal, que es a través de la Escuela Dominical,
La educación informal, que se realiza cada vez que nos reunimos en el templo o que
nos encontramos en la calle.
Relaciones interpersonales
Los que ocupan lugares específicos de responsabilidad en la educación formal
de la iglesia deben conocer a sus alumnos, para que exista un ambiente familiar en
su clase.
Deben visitarlos en sus hogares, llamarlos por nombre, orar por ellos, conocer a sus
familiares y las circunstancias de su vida diaria para que estos conocimientos les
ayuden a fomentar un ambiente familiar en su clase dominical.
Jesús tuvo éxito en su ministerio porque tenía una relación íntima con sus
discípulos. Andaba con ellos, comía con ellos, oraba con ellos, predicaba con ellos,
lloraba con ellos, se gozaba con ellos, y hablaba del futuro con ellos.
Contextualización
La iglesia tiene la función de enseñar la Palabra, pero esa enseñanza no es
una cosa aislada de la vida.
Discipulado
Ha de hacerse como su maestro, debe tener la oportunidad de conocer a su
maestro en relaciones interpersonales íntimas dentro del contexto de la comunidad
de fe y la extensión de ésta al mundo.
Nuestra teología de la educación cristiana debe incluir el entendimiento de
que, si regresamos a la Biblia para los preceptos en qué basar nuestra enseñanza,
vamos a descubrir que el maestro cristiano lleva la responsabilidad de enseñar a los
alumnos a seguir su propio ejemplo como cristiano.
Mucha de la educación concierne a ayudar a la gente a saber lo que sus
maestros saben. La educación cristiana concierne a ayudar a la gente a ser lo que
sus maestros son.
Lección # 4
CONTEXTUALIZACION DE LA EDUCACION CRISTIANA

La maestra había terminado la clase de damas que enseña en la Escuela


Dominical y estaba muy complacida, pues la discusión en la clase había estado muy
animada. El tema era Dios ama a todos. El punto principal de discusión había sido
que Dios ama a todo el mundo, no importa si son ricos o pobres. Ella había dado
énfasis al hecho de que como creyente las hermanas debían mostrar la misma
actitud. Las hermanas estuvieron de acuerdo, y muchas lo expresaron públicamente.
Cuando terminó la clase y la maestra entró al templo para el servicio de adoración, le
asombró escuchar la conversación de dos de sus alumnas. ¡Estaban criticando la
ropa de una de las hermanas pobres de la iglesia! ¡Y pensar que una de ellas había
estado participando en la clase instando a que las otras no hicieran eso! ¡Las
hermanas no habían aplicado la lección en su propio contexto!

EL RETO
Uno de los retos que tienen los maestros de la Escuela Dominical es cómo
hacer que los alumnos apliquen la lección a sus vidas. No es difícil enseñar la
historia bíblica, pero cuando se trata de aplicar la verdad espiritual a la vida diaria de
los alumnos, el maestro se da cuenta de que esta tarea no es fácil.
Una de las metas de cada maestro es lograr que las verdades espirituales de
la Biblia se hagan reales en la vida de sus alumnos. El proceso de lograr esto lo
vamos a llamar contextualización. Este término es definido como el proceso por el
cual los conceptos son traducidos de una escena cultural a otra sin perder su
significado, y en el que la aplicación de estos conceptos puede ser demostrada en
esa nueva escena (Imasogie, 55). Fidley B. Edge define este proceso como “hacer
la lección personal” (Edge, 128). En este proceso, los maestros juegan un papel
importante. Gerson A. Meyer observa que los maestros de escuela dominical se han
convertido en una poderosa fuerza que puede revolucionar varias áreas de la iglesia
y aun de la sociedad (Meyer, 238). A través de los años, miles de personas han sido
afectadas por la enseñanza de un maestro. Maestros que han tomado en serio su
tarea. Maestros que han entendido que educar es algo más que enseñar. Educar es
estar entregando a una actividad que cambia vidas. Es enseñar a vivir, es animar la
creatividad en otros. Douglas T. Cooke comenta que “la responsabilidad del
educador cristiano es proveer a la gente formas en las que ellos relacionen la
información acerca de… con el contenido del cristianismo en sus vidas” (Cooke, 40).
Para que la educación sea significativa en la experiencia cristiana, la información
acerca de la fe cristiana tiene que ser significativa en el contexto en el que viven los
que la reciben.

ALGUNOS PROBLEMAS
Regularmente la enseñanza de una lección es presentada y explicada. La
aplicación es hecha, y la clase es exhortada a seguir la enseñanza espiritual. El
maestro piensa que si el alumno conozca la enseñanza de una lección no
significativa que va a poner en práctica lo que ha aprendido. Se necesita algo más.
La lección debe presentar alternativas que puedan ser puestas en prácticas en la
vida diaria de los alumnos. Hay maestros que dicen, “Yo simplemente enseño la
lección, y dejo que mi clase decida que van a hacer con ella”. La educación cristiana
fracasa cuando no relaciona el contenido de la Biblia y la lección con la vida de los
alumnos.
Al tratar de lograr contextualizar la lección, el maestro puede encontrar
algunos problemas:
1. El problema del significado: Esto es cuando los alumnos no entienden el
significado del algún pasaje o término. Esto dificulta el proceso de traducir
las enseñanzas de la lección al contexto del alumno.
2. El problema de relación: Cuando esto ocurre los alumnos no ven con
claridad la relación entre la situación particular en la que ellos viven y la
enseñanza de la lección.
3. Prejuicios: Los prejuicios no permiten que los principios cristianos sean
aplicados a la vida diaria del alumno. Edge observa que “cuando los
prejuicios y las verdades espirituales están en conflicto, a menudo la gente
mantiene la verdad espiritual en su mente, mientras que viven guiados por
los prejuicios” (Edge, 132). Por ejemplo, los alumnos aceptan que Dios no
hace acepción de personas. Pero cuando este principio se aplica a los
grupos minoritarios, se niegan a poner en práctica la verdad bíblica. Son
gobernados por los prejuicios. El maestro debe guiar a sus alumnos a
evaluar sus prejuicios en situaciones específicas. Un cambio de actitudes y
conducta debe ser asegurado.
4. Falta de información: En ocasiones los alumnos no tienen suficiente
información que les permita entender cómo las enseñanzas bíblicas
operarán en su contexto.
5. Las presiones personales o de la sociedad: el alumno puede que no esté
dispuesto a aplicar las verdades bíblicas a su contexto debido a que las
presiones que recibe de la sociedad son muy fuertes. Una de las tragedias
del cristianismo moderno es que ha dejado que la sociedad y sus
presiones lo dicten la forma en la que la Biblia se debe aplicar a su vida
diaria.
6. Situaciones complejas: A menudo no hay una distinción clara entre lo que
es correcto y lo incorrecto. Al aplicar la Biblia a esas situaciones complejas,
el maestro no puede ser dogmático. Su responsabilidad es guiar a los
alumnos a un análisis sistemático de la pregunta o situación bajo
consideración, de tal manera que ellos mismos determinen cual es el curso
de acción o actitud cristiana a seguir.
Como se puede observar, el maestro tiene un lugar importante en la solución
problemas, el maestro tiene un lugar importante en la solución de estos problemas.
El maestro no puede ser un participante desinteresado de la vida de sus alumnos,
mientras la clase está tomando lugar. Por esa razón es importante contextualizar.

USO DE SITUACIONES DE LA VIDA DIARIA


En el proceso de contextualizar la lección, el maestro puede usar situaciones
de la vida diaria con las que los alumnos puedan relacionarse fácilmente. Al hacer
esto, el maestro debe recordar:
1. La situación debe ser auténtica. Edge dice que ésta debe “ser una situación
que se pueda relacionar con las experiencias normales de los miembros de la
clase” (Edge 138). Lo más importante es que sea auténtica, realista. El
maestro se debe cuidar de que la situación sea una con la que los alumnos se
identifiquen fácilmente.
2. La situación debe presentar dos cursos de acción. Uno es el humano. Este
trata sobre lo que sería la reacción humana. ¿Qué haría el alumno
naturalmente? ¿humanamente? El otro es el cristiano. Frente a la situación,
¿qué haría el alumno como cristiano?
3. La situación debe ser una en la que la clase aplique la verdad o la enseñanza
de la lección.
4. El uso de la situación no es para exhortar la clase. Aunque el objetivo es el
mismo, los métodos son diferentes. En la exhortación el maestro señala en
términos generales cómo las enseñanzas de la lección puede ser aplicadas a
la vida de los alumnos. Cuando se usa una situación no se hace aplicaciones
generales, sino que se presenta un problema espiritual, relacionado con la
lección en forma realista, de tal manera que los alumnos participen
activamente. De esta forma la enseñanza no se queda en lo abstracto. La
situación permite relacionar la verdad espiritual al contexto del alumno y le
insta a tomar una decisión.
5. Una situación no es lo mismo que una ilustración. Una ilustración es una
historia en la que se ofrecen todos los detalles. En una situación los resultados
o e final no son dados. Los alumnos son dirigidos hasta el punto en el que una
decisión debe ser tomada. Cuando se llega al punto culminante (clímax) del
conflicto en el que una decisión debe ser tomada. Cuando se llega al punto
culminante (clímax) del conflicto en el que la reacción humana y la cristiana se
encuentran, el maestro debe confrontar al alumno con la pregunta: ¿Qué
harías tú? Este es uno de los valores de la contextualización: los alumnos son
motivados a dar sus opiniones sobre lo que podría ser su reacción a la
situación.
6. La situación no tiene que ser un hecho verídico (real). Sin embargo, el
maestro debe hacer todo lo posible por ofrecer situaciones que sean lo más
parecidas a la vida de los alumnos. De esta manera, la situación será de muy
poco valor.
7. El maestro debe separar tiempo suficiente para las reacciones de los alumnos.
La falta de tiempo puede ser un obstáculo para el uso de situaciones.
8. Las situaciones no se pueden usar todos los domingos y no todas las
lecciones son apropiadas para su uso.

RECOMENDACIONES PARA EL MAESTRO


Las siguientes recomendaciones ayudarán al maestro en el proceso en el
proceso de contextualizar la lección:
1. Conozca el contenido de la Biblia. Hay maestros que no conocen el contenido
de la Biblia. El maestro responsable se preocupa y se ocupa en creer en su
conocimiento de las Escrituras. Puede tomar algún curso en el instituto o
colegio bíblico. También puede hacerlo por él mismo, leyendo libros y
comentarios. El estudio de las diferentes culturas presentadas en la Biblia
(cultura hebrea, griega, babilónica egipcia, romana y otras) es de gran
beneficio para el maestro. Es imposible contextualizar el mensaje de la Biblia,
si no se conoce su contenido y trasfondo histórico.
2. Estudie la historia de la Iglesia. La historia de la iglesia está llena de
situaciones que se pueden aplicar a la vida de los alumnos. Esta ofrece
importante lecciones que ayudaran al maestro y al alumno a entender cómo y
porqué somos lo que hoy somos. Debe darse importancia a la historia en
general, y a la historia de la denominación, ya sea local, nacional o
internacional.
3. Conozca sus alumnos. Esto no es solo saber su nombre, teléfono, donde vivir,
estudia o trabaja. Conocer al alumno incluye saber cuáles son sus dudas,
preguntas, temores, deseos, frustraciones, y otros. El maestro podrá aplicar
mejor la lección al contexto de sus alumnos si los conoce.
4. Este al tanto de lo que ocurre en el mundo. El maestro debe estar informado
de los últimos acontecimientos locales, nacionales e internacionales. Estos
acontecimientos afectan el contexto en el que viven los alumnos.
5. Encuentre y utilice métodos que fomenten la participación de los alumnos.
Esto ayuda al maestro a:
1. Conocer lo que pasa en el mundo del alumno,
2. A relacionar la verdad espiritual que va a enseñar con el diario vivir de los
alumnos.
En este sentido se discute el uso de situaciones cómo una manera de
contextualizar la lección. Otros métodos que pueden ayudar al maestro son: mesas
redondas, división de grupos, panel de discusión, foros, simposios y otros. Será
responsabilidad del maestro encontrar los métodos que le producirán mejores
resultados.
Maestro, recuerde que no es suficiente llenar la cabeza de los alumnos con
datos e información sobre la Biblia. Es necesario que esos datos se relacionen con el
diario vivir de los alumnos. ¡Contextualiza tu lección!
Este material fue tomado por un autor anónimo.
Lección #5
LA EDUCACION CRISTIANA EN AMERICA

Cuando los europeos empezaron a colonizar el Nuevo Mundo, trajeron sus


ideales educacionales a América. En América del Norte, los protestantes y
evangélicos predominaron en escena religiosa y educacional, mientras que en
América del Sur, la conquista española trajo consigo la predominancia de la Iglesia
Católica. Por esta influencia católica, la educación cristiana en la forma que se
conoce hoy en día en las iglesias evangélicas de Latinoamérica, no vino
directamente de Europa después de la Reforma, sino por medio de un desvío que la
llevó a América del Norte.
I. LA LLEGADA DE LA EDUCACIN CRISTIANA A AMERICA DEL NORTE
Antes de empezar una discusión de la historia de la educación cristiana en las
colonias norteamericanas, hay algunas cosas básicas que hay que entender.
Primera, como los hebreos de hace tantos siglos, los colonizadores no presumían de
una distinción entre la educación religiosa y la secular. Casi todos los colonizadores
fueron protestantes, y por sus creencias religiosas, la razón principal para enseñar a
sus niños fue que aprendieran a leer para disponerse a leer la Biblia. Segunda, los
colonizadores, en su mayoría salieron de Europa en búsqueda de la libertad
religiosa. Esto creó un ambiente religioso en el cual la educación cristiana había de
tener la oportunidad para florecer. Tercera, al emigrar de Europa al Nuevo Mundo,
los grupos protestantes llevaron consigo hasta sus congregaciones completas, lo
cual previa una base para el desarrollo de la educación. Cuarta, en principio, la
enseñanza tomo la forma de instruir en forma congregacional desde el púlpito. Por
eso empezó a cambiarse y tales cambios son precisamente el tema que nos interesa
en esta sección de nuestro estudio.
El desarrollo de la educación cristiana era regional, realizándose más o menos
en tres áreas regionales. Nueva Inglaterra, las colonias centrales y las colonias
sureñas. No es parte de nuestro propósito elaborar una historia detallada del
desarrollo de la educación cristiana en los Estados Unidos. De tal modo, se presenta
dicha historia en forma bosquejada, considerando las tres regiones.
Educación cristiana en Nueva Inglaterra
El entendimiento de estos colonizadores era que toda la vida, cada cosa que
se hiciera, estuviera bajo la dirección de Dios. Hay tres puntos principales que se
deben reconocer en cuanto a su educación.
1. La importancia del hogar. Cada familia practicaba la adoración familiar. Los
padres de familia fueron obligados por la ley a instruir a sus niños en los
preceptos de Dios. Si una pareja de padres, no cumplía con enseñar a sus
hijos, la comunidad se reservaba el derecho de quitárselo para buscar otros
medios para asegurar su instrucción correcta y adecuada. Los padres le
enseñaban con su ejemplo, pasando tiempo junto con ellos.
2. En esta región norteña también se desarrolló el sistema de aprendiz-maestro
para la instrucción en un oficio.
3. El establecimiento de escuelas. El sistema de educar a los niños en el hogar
no era suficiente. Se desarrolló un sistema de escuelas, incluyendo los
siguientes pasos:
Escuelas de dama
Escuelas gramáticas
Educación Superior

Educación cristiana en las colonias centrales


Se fundaron escuelas parroquiales: cada grupo o denominación protestante
proveía para los suyos y mantenía así su propio sistema educacional.
Los presbiterianos dieron a luz a la Universidad de Rutgers veinte años
después. La primera universidad en los Estados Unidos sin afiliación denominacional
fue la Universidad de Pennsylvania (1755).

Educación cristiana en el Sur


En el Sur, la vida tenía otros enfoques. Mientras los que llegaron al norte y al
centro llevaron consigo sus preceptos religiosos que les denominaron en todo,
incluyendo la educación los que llegaron al sur no tenían preocupaciones
espirituales.
Los colonizadores sureños no emigraron al Nuevo Mundo buscando libertad
religiosa sino las riquezas ofrecidas por los recursos naturales de la región.
Su mentalidad fue que los pobres no necesitaban una educación más que la
necesaria para cumplir con su oficio.
En el año 1693 la Universidad de William y Mary se empezó en Williamsburg,
Virginia, con un propósito doble: preparar jóvenes para el ministerio y hacer posible
un entrenamiento bueno para la juventud.
Por lo tanto, la educación secular y la educación cristiana se dividieron y hasta
ahora permanecen así en la comunidad evangélica.
Lección #6
HISTORIA DE LA ESCUELA DOMINICAL

Después de la separación de la educación secular y la educación cristiana, la


manifestación más evidente de la educación cristiana ha sido la escuela dominical.
La separación de educación secular y educación cristiana en Norteamérica fue
única. En Latinoamérica, por el contrario, siempre ha existido un lazo estrecho entre
la Iglesia Católica y el estado. Por lo tanto, la educación ofrecida por los gobiernos es
influenciada mucho por aquella institución. No obstante, en el pueblo evangélico de
Latinoamérica ha existido una reacción contra eso, algunas veces fuerte. En las
iglesias evangélicas hay una mayor preocupación por una enseñanza bíblica sana en
cuanto a la vida espiritual.
El principio del concepto
El concepto probablemente tuvo su origen en Inglaterra, en la segunda mitad
del Siglo XVIII. En 1780, aproximadamente, Robert Raiks, conocido como el “padre
de la escuela dominical”, empezó su trabajo en este campo en Gloucester, Inglaterra.
Raikes fue un periodista que ofreció unas clases dominicales a los niños que trabajan
en las fábricas seis días de la semana y que durante los domingos se encontraban
deambulando por las calles, al borde de la delincuencia.
En 1785, William Fox, un bautista, formó la primera organización para
promover escuelas dominicales. El propósito era prevenir el vicio, animar la industria
y las virtudes, dispersa la obscuridad de la ignorancia, difundir la luz del conocimiento
y ayudar al hombre a entender su lugar social en el mundo.
En el año 1797 el movimiento había carecido hasta tener unos 250,000 niños
matriculados en Inglaterra. Los niños aprendieron a leer y, por supuesto, el libro de
texto fue la Biblia.
La convención Internacional de Escuelas Dominicales estimaba el inicio de
algunas convenciones denominacionales y también proveía para todo el mundo
evangélico una enseñanza más o menos uniforme. La idea fue que en cualquier
iglesia y en cualquier denominación todos estudiarán el mismo pasaje general en un
domingo dado.
El movimiento general de las escuelas dominicales también se ha desarrollado
en muchas formas. Ha sido influenciado mucho por la educación secular en cuanto a
teoría, técnicas, filosofía y metodología.

El movimiento misionero hacia América Latina y sus implicaciones para


la Educación Cristiana.
La relación entre la iglesia tradicional y el movimiento evangélico, incluyendo
los conflictos, ha jugado un papel importante en el desarrollo y entendimiento de qué
debe incluirse en un programa educacional religioso.
La llegada de la empresa misionera
Deiros, en su Historia del Cristianismo, incluye dos excelentes capítulos sobre
el movimiento misionero hacia Latinoamérica, a los cuales el lector puede referirse
para los detalles que le interesen.
Los misioneros inmigrantes de Europa ciertamente trajeron sus ideas,
doctrinas, prácticas y estrategias. Pero uno supondría que fue con la llegada de un
movimiento misionero organizado, el de los Estados Unidos, que llegaría también
una influencia educacional más organizada y por lo tanto más influyente.
A medida que los misioneros norteamericanos iban llegando, especialmente a
partir de 1919, traían consigo sus ideas y tradiciones educacionales. Traían ideas de
cómo instruir a los miembros de sus iglesias (la escuela dominical), y de cómo
entrenar a los líderes nacionales (instituciones teológicas).
En resumen, pues, tendríamos que concluir en que:
1. La educación cristiana en las iglesias bautistas de Latinoamérica (escuela
dominical, organizaciones misioneras, etc.) es mayormente un trasplante de la
educación cristiana de las iglesias de los Estados Unidos.
2. Por buena o mala que sea, esta educación trasplantada ha sido usada por el
Señor;
3. Su apoyo mayor a la fortificación y el crecimiento de la obra ha sido en la
producción y distribución de literatura
4. Con nuevos esfuerzos en la Casa Bautista de Publicaciones y otras editoriales
evangélicas para fomentar una educación integral, y con un nuevo
entendimiento entre los líderes nacionales y misioneros acerca de qué es la
educación cristiana, el programa educativo de la iglesia local tendrá aún más
influencia en el desarrollo y crecimiento de la obra en los años venideros.
Lección #7
EL CRECIMIENTO DE LA ESCUELA DOMINICAL

La Escuela Dominical debe ser la institución más sólida de la iglesia, puesto


que es su columna vertebral y su misma vida. Es para la problemática actual una
barrera; contiene el avance de la droga, la delincuencia juvenil, los apetitos sexuales
y otras formas de aberración social y espiritual. Es así mismo una agencia
evangelística capaz de proyectar en sus miembros el avance dinámico del Espíritu
Santo que alcanza al pecador y lo lleva a la presencia de Dios.
La mayoría de las veces que hemos observado a la iglesia la vemos que en
lugar de creer mengua, esto por una razón muy lógica: haciendo una encuesta en
cada caso ha quedado demostrado, que la escuela dominical en la mayoría de los
lugares no es más que una rutina, una tradición, un servicio que se efectúa con el
solo fin de que éste en el programa semanal. La escuela dominical, como el
cristianismo, no debe quedarse en la retaguardia sino avanzar a la conquista, en la
vanguardia. Hay que abandonar esa actitud de indiferencia pasiva, puesto que la
iglesia necesita crecimiento y para lograrlo la escuela dominical debe dejarse sentir.
Esa es la verdad bíblica y nuestra verdad es que contamos con escuelas
dominicales que no deberíamos llamarle escuela, porque lo que se hace es leer el
expositor, contar la Biblias, recoger la ofrenda y llenar el uniforme. Una escuela
dominical así no tiene voz. Sus oficiales y alumnos no son puntuales; se comienza el
servicio a cualquier hora (una falta es la) hay poca espiritualidad y falta de
organización en las clases.
Con la encuesta queda demostrado:
1. Que congregación con una escuela dominical anémica, desorganizada, es una
iglesia con limitaciones espirituales, y por dicha razón, sin crecimiento.
2. Que la escuela dominical es la fuente principal para el crecimiento y por lo
tanto debe ser la agencia de la iglesia más organizada.
En vista de las diferentes causas que ha permitido la merma de la escuela
dominical, y tomando en cuenta el interés que existe en cada pastor de tener una
numerosa, he realizado una fórmula que posiblemente pueda servir de utilidad para
desarrollar una escuela dominical creciente.
Dicha fórmula consiste en:
1. Espiritualidad
2. Organización
3. Extensión

Espiritualidad
Para desarrollar una escuela dominical creciente es necesario que el pastor se
considere el líder espiritual de la misma; en el está acumulado el éxito o la derrota. El
pastor es un colaborador con Dios en la grande y gloriosa empresa del
establecimiento del reino de los cielos en la tierra.
Debe considerarse responsable de la congregación que está al frente, por dos
razones:
Primero: porque fue llamado a estar allí. El Señor dijo: “No me elegisteis vosotros a
mí, sino que yo os elegí a vosotros” (Juan 15:16). A Saulo de Tarso, cuando iba por
el camino de Damasco, le dijo “Pero levántate y ponte sobre tus pies porque para
esto te he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo” (Hechos 26:16). El
llamado del apóstol Pablo debe ser un estímulo y ejemplo de responsabilidad a cada
pastor. El consideró en todo momento su trabajo como una designación de Dios.
Segundo: porque siendo una profesión, es necesario que todo el que trabaja en la
misión dé lo mejor, amén de que sabe que cumple con la voluntad de Dios.
El apóstol Pablo siempre consideró lo que estaba haciendo como un trabajo, una
profesión, para la cual fue designado por Dios. En una ocasión escribiéndole a los
Corintios les decía: “Pues si predico el evangelio, no tengo de que gloriarme, porque
me es impuesta necesidad de hacerlo y ¡ay de mí si no predicare el evangelio!
Porque, si de mi propia voluntad hago esto, galardón tengo; más si no es de mi
propia voluntad, se me ha confiado mayordomía”
La preparación del pastor es imprescindible; porque cuando se reconozca
incapacidad en él, ocasiona que se tenga desconfianza de la orientación que pueda
dar.
Vivimos en una época orientada hacia la tecnificación en todos los niveles en que
incurre el quehacer humano. El pastor, guardián con el espíritu de los Hitos
espirituales de los hombres, tiene que proveerse de orientación, para favorecer esa
sociedad tecnológica, y para esto deberá programar una permanente y selectiva
lectura de libros religiosos y seculares, capacitación pedagógica, sociológica que le
darán más credibilidad en lo que enseña y más seguridad y confianza en los
alumnos.
El crecimiento de la escuela dominical puede verse opacado cuando el pastor hace
las veces de maestro de orquesta o de superdotado. Un pastor irresponsable tiembla
ante el hecho de rendir un informe, cosa que sabe que tiene que dar. Pero un pastor
dedicado a Dios, por su trabajo es cauto, eficiente, responsable, dedicado, lleno del
Espíritu Santo, viviendo de la mano con Dios; es organizado y desea la organización.

Organización
Bien sabemos que los métodos nunca pueden ocupar el lugar de la
espiritualidad, pero el buen éxito depende de los buenos métodos y la buena
organización. “cuando una escuela dominical se organiza de acuerdo con ciertas
normas reconocidas de eficiencias, se asegura a cada alumno una enseñanza
debidamente adaptada a sus intereses, habilidades, capacidades y necesidades”
(Cepeda). La organización desarrolla el esfuerzo conjunto y el espíritu de
cooperación, provee una iglesia maravillosamente espiritual.
Al organizar la escuela dominical se persigue actual para:
1. Unificar la escuela ( espíritu de compañerismo )
2. Delegar responsabilidad
3. Crear un ambiente de verdadera secuela; fomentar la educación profunda de
las Escrituras. Cada persona siente, piensa y actúa en función de múltiples
papeles físicos, profesionales y sociales. La escuela debe orientar toda
personalidad, formar patrones de libertad, que cada individuo se encuentre
consigo y con el maestro de Galilea.

El plan ideal de organización es la división por edades:


0-2 años: Departamento de Cuna

3-4 años: Departamento de Párvulos

5-6 años: Departamento de Principiantes

7-9 años: Departamento de Primarios

10-12 años: Departamento de Primarios Superiores (grado 4° al 6° de

Escuela pública)

13-14 años: Departamento de Intermedios

15-18 años: Departamento de Jóvenes

19-24 años: Departamento de Jóvenes Mayores

25-35 años: Departamento de Jóvenes Adultos

36 años en adelante: Departamento de Adultos Mayores

Al abrirse una escuela dominical debe tenerse en cuenta la cantidad de


alumnos y edad, cantidad de maestros preparados y que los salones tengan espacio
disponible. Es recomendable que usted gradúe por edades hasta el máximo que las
circunstancias lo permitan. Es recomendable también, que cada clase utilice una
secretaria del mismo grupo para rotar toda la información necesaria a la secretaria
general.

Oficiales de la Escuela Dominical.

Superintendente: Una persona capacitada en todo el sentido de la palabra.


Características: Consagrado, hombre de acción entusiasta, tener iniciativa,
progresista, don de gente, muy social, compasión por los perdidos, muy ordenado,
abierto a sugerencias.
El superintendente no puede ser escogido por amiguismo ni al azar, ya que sobre él
recae la ejecución del programa completo, del progreso de la escuela dominical; él y
sus ayudantes trabajarán en armonía, reuniéndose por lo menos una vez por
semana, para implementar enseñanza con charlas y conferencias, estudio bíblico,
seminarios. El superintendente junto con el pastor son los estrategas del crecimiento
que el Señor quiere de su iglesia.

Secretario (a): Uno de los aspectos más importantes del trabajo de la secretaria es
la estadística. Por medio del ojo estadístico nos damos cuenta del tipo de vida de la
escuela dominical. Los datos sobre matricula, registro de asistencia, vida espiritual
de los alumnos, etc., permiten saber cuál es el verdadero problema que causa el
estancamiento, ¿hay crecimiento? ¿Hay interés? ¿Cuál es el verdadero problema?
Con los datos a mano, los responsables de la escuela dominical radiografían la
situación y del diagnóstico pueden pasar rápidamente a conseguir metas definidas
de crecimiento, solidez espiritual y capacidad profesional.
La estadística suministra datos, factor importante en la evaluación
El secretario tiene la responsabilidad de levantar las actas de las reuniones de los
maestros y oficiales de la escuela dominical, mantener correspondencia general de la
escuela dominical; debe ser una persona apta para suplir alguna falta imprevista.

Tesorero (a): Recoger las ofrendas, promoverlas para suplir el departamento


correspondiente con pizarras, atriles, franelógrafos, ayudas visuales, bancos o sillas,
comprar útiles para ocasión, regalos para premiar la asistencia u otra forma de
mantener la variedad dentro de la escuela dominical.
El Tesorero (a) deberá cambiar con el superintendente toda la erogación de dinero,
servirá de asistente del secretario. Llevará un libro de tesorería de la escuela
dominical supervisado por el superintendente y el pastor de la iglesia.

Los Maestros: La persona seleccionada para esta actividad debe tener clara
conciencia de que su trabajo es apostólico. Debe sentir un deseo ardiente en su
corazón por comunicar la verdad encontrada en la experiencia crucificada de su vida
renovada en Jesucristo. Un maestro sin vocación es un fracaso, para la clase y para
todo el crecimiento de la iglesia. El que está claro de su vocación educativa se
dedica y es responsable por amor a Dios su creador.
Para que exista una escuela dinámica y progresiva el maestro debe trabajar
sabiendo que cumple su misión de llamado por Dios, y el alumno, como
consecuencia lógica, responde en adoración y glorificación frente a Dios
Según Efesio 4:11,12 todos estos ministerios están concentrados en la enseñanza y
capacitación de los santos, para edificación y crecimiento del cuerpo de Cristo.
1. Cada maestro debe ser preparado para enseñar y prepararse debidamente
para cada clase.
2. Una persona dada la oración, que sienta la carga de las almas de sus
alumnos.
3. Una persona que estimule con su ejemplo, en el vestir en la consagración en
el hablar.
4. Una persona que tenga un conocimiento amplio de la Biblia.
5. Una persona que trabaje con fe, que sea entusiasta y amador del progreso de
la iglesia.
6. Una persona conocedora del gobierno y disciplina de la iglesia, que sea leal
en todo.

Extensión de la Escuela Dominical


Una escuela de crecimiento dentro de la iglesia provee a la misma un
discipulado laico listo y dispuesto para trabajar en su hogar o hacia la comunidad
donde está ubicado.
La escuela dominical de extensión ayuda a fortalecer la unidad de la vida
religiosa de la familia.
Acerca más en el hogar de la iglesia o lleva la iglesia hasta nuevas
comunidades al vecindario oportunidad de investigar la práctica del testimonio
evangélico. Ayuda a combatir las corrientes des integrantes del hogar y de la
sociedad. Da a muchos creyentes la oportunidad de servir a Dios como testigo de
Cristo en medio de cualquier público. Se capta los interesados por el Evangelio y
Jesucristo, y se lo recluta como parte del crecimiento que toda iglesia debe tener.
La maravilla más grande es la obtención de un cuerpo de alumnos
capacitados para tener una escuela bíblica en su comunidad. Imagínense cien
alumnos con igual número de escuelas bíblicas si su asistencia promedio es de
50, se estarán evangelizando un total de 5,000 personas por semana, además de
las que se van incorporando al proceso dinámico de la iglesia. De una buena
escuela dominical puede salir cientos de iglesias, campos, blancos, cientos de
estudios bíblicos a favor de distintas necesidades, actividades conjuntas de
oración, vigilias, actividades que lanzarán a incorporar a todo el cuerpo de Cristo
en una sola actividad unificadora de crecimiento.
Este escrito ha sido tomado del Manual de Educación Cristiana por Fernando
Leger.
Lección #8

ENCONTRANDO Y RECLUTANDO MAESTROS

Tomado del Manual de Educación Cristiana escrito por Fidencio Burgueño

Para que una escuela dominical sea exitosa, no solo necesita una buena
organización, buenos materiales y buena planificación, también necesita
personas que hagan que todo esto funcione. Estas personas son los maestros.
Los maestros son una parte vital para el funcionamiento y la buena marcha de
la escuela dominical. Se necesita buenos maestros. ¿Dónde podemos encontrar
estas personas?
Parece que una de las quejas más comunes entre aquellos que son líderes de
la escuela dominical es que no hay personas que quieran asumir la
responsabilidad de la enseñanza. Muchas veces los que están, no quieren seguir.
¿Qué hacer?
Cómo Encontrar Maestros
1. Haga que el reclutamiento de personal sea una responsabilidad de todos.
Cada líder de la iglesia debe estar alerta para descubrir candidatos para el
ministerio de la enseñanza. Esto debe ser algo continuo.
2. Promueva constantemente el ministerio de la enseñanza con toda la
congregación. Críe un espíritu de entusiasmo y una imagen positiva en
relación a la enseñanza en la iglesia, tratando de contagiar a otros para que
deseen ser parte de este ministerio.
3. Escriba una descripción del puesto bien definida. La gente trabajará mejor
cuando sepa qué es lo que se espera de ellos. También estarán en una mejor
posición para saber si están interesados en el trabajo si saben en qué consiste
dicho trabajo.
4. Busque gente con cualidades necesarias (esté preparado para manejar
situaciones de gente que no tiene las cualidades, pero que son atraídos por el
deseo de trabajar).
5. Presente claramente el desafío del trabajo al candidato. Hágalo en forma
positiva con la convicción que el desafío que está presentando es un honor
tomarlo. Que el individuo sepa que es algo serio y requiere de una persona
responsable.
6. Dele una fecha para que le responda.
7. Entrénelo antes de que empiece a trabajar y también cuando éste trabajando.

Cómo Entrenar Maestros


1. Primero, determiné que tipo de entrenamiento necesita la persona.
2. Establezca objetivos de aprendizaje.
-Lo que se va aprende, cuándo se va aprender y cómo será evaluado.
3. Planee y lleve a cabo el entrenamiento. Una vez que sepa cuáles son las
necesidades de las personas, y haya establecido lo que será enseñado,
(métodos, preparación de la lección, estableciendo objetivos, etc.) ahora, el
plan cómo se va a llevar a efecto esta enseñanza. Hay varias formas:
 Observando y ayudando. La mejor forma de orientar a un maestro nuevo
es, permitiéndole que observe y ayude por varias semanas en alguna clase
del departamento en la que estará sirviendo. Escoja un buen maestro que
sirva de modelo para el nuevo maestro.
 Asistiendo a las reuniones de planeación de la Escuela Dominical. Uno de
los propósitos de estas reuniones es el preparar y estudiar las unidades de
la lección, en las cuales los maestros aprenden y trabajan juntos como
grupo. Esta es una oportunidad para que el nuevo maestro se involucre y
aprenda con el resto del grupo.
 Instrucción individual. Dependiendo de las necesidades de cada persona,
es lo que debe suplirse primero. Recomendarle que lea un libro, luego
reunirse con él para discutir las preguntas o dudas que tenga y ayudarlo a
aplicar a la práctica de lo que ha leído.
 Clases especiales para nuevos maestros. Estas se pueden llevar a cabo en
el curso de varias noches seguidas, una noche a la semana por varias
semanas, en un retiro un fin de semana, etc.
 Seminarios y Clínicas. Hay grupos y asociaciones que conducen seminarios
para los diferentes ministerios y de la iglesia en general.
Saque ventaja de ellos, llevando a los maestros a su Escuela Dominical a
participar de ellos.

DESCRIPCIÓN DE PUESTOS PARA EL PERSONAL DE ESCUELA DOMINICAL

SUPERINTENDENTE GENERAL
A. Función Principal
Promover supervisión directa y el liderazgo necesario para alcanzar las metas
de la Escuela Dominical, a saber: Alcanzar, ganar, enseñar y desarrollar a las
personas para Cristo.
B. Selección
1. Nominado por la Junta de Educación Cristiana.
2. Elegido por el pastor y el comité de Consejeros de la Iglesia.
3. Es elegido por un año.
C. Relaciones
1. Directamente responsable a la Junta de Educación Cristiana
2. Indirectamente responsable al Pastor (cuando no haya director de Escuela
Dominical en una iglesia local, el superintendente es responsable
directamente al pastor.
D. Cualificaciones
1. Ser un miembro activo y leal de la iglesia local, sosteniéndolo con su
asistencia y medios temporales.
2. Algo de experiencia previa como un obrero activo en el programa de
educación cristiana.
3. Deseo de mantener un programa de auto-aprendizaje a través de la
lectura, observación y asistencia a clínicas y convenciones de la escuela
dominical.
4. Promover la asistencia a la escuela dominical.
5. Recomendar prospectos para maestros u otras posiciones de liderazgo en
la escuela dominical.
6. Mantener una atmosfera de cooperación y trabajo, reconocer en forma
apropiada a los obreros.
7. Celebrar una reunión mensual con todos los obreros de la escuela
dominical para discutir el programa y solucionar problemas.
8. Hacer un reporte breve a la Junta de Educación cada vez que se reúna y
un reporte extensivo cada seis meses.
9. Ver que el material para las clases, éste con anticipación en sus manos
para entregarse a los maestros.
10. Ver que se lleven buenos registros de todos los miembros de la escuela
dominical.
11. Promover actividades sociales en la Escuela Dominical.
12. Llegar a la iglesia por lo menos treinta minutos antes de que la escuela
dominical principie, para asegurarse que todo está en orden.
13. Administrar un programa de entrenamiento para los oficiales y personal de
escuela dominical.
14. Asumir cualquier otra responsabilidad que de Junta de Educación Cristiana
le asigne en el futuro, o el pastor en caso de que no exista Junta de
Educación Cristiana.

SECRETARIO GENERAL
A. Función Principal
Mantener todos los registros de la Escuela Dominical
B. Selección
1. Nominado por la Junta de Educación Cristiana.
2. Elegido por el Pastor y el Comité de Consejeros de la iglesia.
3. Elegido por un año.
C. Relaciones
1. Directamente responsable al superintendente
2. Indirectamente responsable al Pastor
D. Cualificaciones
1. Un miembro activo y leal de la iglesia local, cooperado con su asistencia y
medios temporales.
2. Algo de experiencia precia como un obrero activo en el programa de
Educación Cristiana.
3. Inclinación y cierto conocimiento de números
4. Si sabe escribir a máquina mejor
E. Deberes y Responsabilidades
1. Mantener un registro semanal de la asistencia y ofrenda de la Escuela
Dominical y tener los libros al corriente cada semana.
2. Depositar los dineros con el Tesorero de la iglesia cada domingo.
3. Informar semanalmente al Superintendente y al Pastor el total de la asistencia
y la ofrenda de la Escuela Dominical.
4. Levantar acatas de todas las sesiones de negocios de la Escuela Dominical.
5. Ordenar la literatura de la Escuela Dominical con anticipación, antes que
principie el siguiente ciclo. Distribuir la literatura a los maestros (o a los
superintendentes de departamento si hay).
6. Reportar mensualmente al Departamento de Juventud y Educación Cristiana
territorial.

MAESTROS
A. Función Principal
Preparar cuidadosamente y enseñar la lección dominical a su clase.
B. Selección
1. Nominado por el superintendente
2. Elegido por la Junta de Educación Cristiana
3. Elegido por un año
C. Relaciones
1. Directamente responsable al superintendente (si hubiera superintendente de
departamento, entonces sería directamente responsable a él e indirectamente
responsable al superintendente general).
D. Cualificación
1. Ser un miembro activo y leal a la iglesia local, sosteniéndola con su asistencia y
medios temporales.
2. Dedicación al servicio cristiano. Posee además humildad, entusiasmo,
paciencia, amor, fe y deseos de trabajar.
3. Deseo de incrementar su conocimiento de la Biblia, técnicas de la enseñanza y
a los alumnos que enseñará, estudiando libros que le ayuden a lograr estas
metas.
4. Habilidad para hablar ante un grupo pequeño o grande.
E. Deberes y Responsabilidades
1. Promover, publicar Escuela Dominical.
2. Cooperar con el superintendente en la planeación y ejecución de los planes de
la Escuela Dominical.
BIBLIOGRAFIA

1. Gonzalo Baez-Camargo, PRINCIPIOS Y METODO DE LA EDUCACIÓN

CRISTIANA., Casa Bautista de Publicaciones, 1957.

2. Armstrong, Hayward, BASES PARA LA EDUCACION CRISTIANA, Casa

Bautista de Publicaciones, 1988.

3. Burgueño, Fidencio, MANUAL DE EDUCACION CRISTIANA,

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