Introducción
1) Hacia afuera:
2) Hacia adentro:
Por último, los dones espirituales son dados a todos los creyentes: (I Cor.
7:7; 12:7; I Ped. 4:10), así como en el día de pentecostés fueron dados no
solamente a los 11 apóstoles sino a todos los 120 discípulos reunidos en el
aposento alto.
Lic. Moisés Ruiz CoNaJuve
I Co. 12:13 dice que “por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un
cuerpo”, es decir, incorporados a la Iglesia como miembros del cuerpo, y
sabiendo que cada miembro tiene una fun ción específica en el cuerpo, y
asi mismo cada miembro tiene la capacidad necesaria para el
cumplimiento de dicha función, así también cada creyente al ser
incorporado por la fe y por el Espíritu Santo a la iglesia, es capacitado
sobrenaturalemnte por el mismo Espíritu para la tarea específica que
Dios quiere que haga dentro del cuerpo. Esa capacitación es dada en
forma de uno o más dones espirituales.
Es una capacidad especial dada por el Espíritu Santo a cada miembro del
Cuerpo de Cristo, según la gracia de Dios, para desarrollar determinado
Ministerio dentro del contexto de dicho cuerpo.
Análisis
Ejemplo de deberes:
Rom. 12:10 - Amaos los unos a los otros con amor fraternal.
12:13 - Compartir para las necesidades de los santos, dar.
Practicar la hospitalidad.
12:20 - Dar de comer y beber a tu enemigo. Misericordia.
I Cor. 6:18 - Huid de la fornicación. Continencia.
II Cor. 9:7 - Cada uno dé como propuso en su corazón, con alegría.
Ef. 4:32 - Sed benignos unos con otros, misericordiosos.
Col. 3:16 - La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros,
enseñándoos y
exhortándoos unos a otros en toda sabiduría.
Col. 4:2 - Perseverad en la oración, velando en ella con acción de
gracias.
Ef. 6:16 - Tomad el escudo de la fe. - Fe.
I Ped. 2:9 - Sois pueblo. . . para que anunciéis las virtudes de Cristo.
3:15- Estad siempre preparados para presentar defensa con
mansedumbre y reverencia.
El que Dios nos haya dado algún don especial, no nos exime de nuestras
responsabilidades como discípulos de Cristo.
INTRODUCCION
Nicolás II y Ajendra ignoraron las palabras de Cristo: “Por sus frutos los
conoceréis.” Lo milagroso no sólo no es suficiente, sino que debe ir
acompañado de un carácter santo, que es fruto del Espíritu, por eso es
importante que al estudiar los dones del Espíritu, los analicemos a la luz de la
palabra de Dios con relación al fruto del Espíritu.
Es por eso que el apóstol Pablo, en cada uno de los tres pasajes sobre los
dones en Rom. 12; I Cor. 12-14 y Ef. 4, los relaciona con instrucciones y
exhortaciones acerca de los frutos del Espíritu y del amor, como el camino más
excelente (I Cor. 12:31).
El uso de los dones sin amor (13:1-3) no vale nada, no aprovecha nada.
El amor sin obras tampoco vale nada (Stgo. 2:14-26) y justamente Pablo nos
describe el amor con relación al tema de los dones, mostrando cómo el fruto
del Espíritu nos permite usar los dons al servicio del Señor con una actitud
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correcta, de tal manera que habrá bendición y aprobación de parte de Dios
(13:4-7).
AMEN.
A. Apóstol (1).- Del verbo “apostelo” – enviar, comisionar. El carácter apostólico de los “doce” es único (I
Cor. 15:5; Apoc. 21:14). Se basó en la elección de los que habían de estar con Cristo (Mr. 3:14), testigos
directos de su vida, enseñanza, y especialmente de su resurrección. Ellos fueron el fundamento para el
desarrollo de la iglesia, por su misión y su doctrina (Hech. 2:42).
Sin embargo, por extensión, en esa etapa de la fundación de la iglesia se llamó apóstoles a otros que
participaron en la apertura y establecimiento de la iglesia, también “enviados a ser testigos, mayormente con
una función evangelizadora y de supervisar la formación de iglesias”, nunca conformaron una estructura
jerárquica ni sacramental (Hech. 15:6; I Cor. 1:14-15). Ejemplos Mafias, Bernabé, Andrónico, Junía,
Timoteo, silas. En la actualidad no se distingue la función apostólica de la misma manera y mas bien se
desarrollan otros ministerios como veremos.
B. Evangelista (3).- El que anuncia las Buenas Nuevas. Unción especial que Dios da a algunos creyentes
para anunciar el evangelio a los no creyentes, de tal manera que se convierten y se hacen discípulos
responsables de Cristo y miembros de su cuerpo.
Se caracteriza por una gran compasión de las almas perdidas, un ardor por compartir el mensaje, una
facilidad para entablar una conversación y comunicar con claridad el Evangelio, con evidente fruto de
conversiones. Hay evangelistas personales y evangelistas de “masas”, los hay a tiempo completo o parcial,
hombres y mujeres, en iglesias formadas o para iglesias nuevas. Ejemplos: Pedro (Hech. 2:3); Felipe
(Hech. 8; 21:8); Timoteo (II Tim. 4:5).
Aplicaciones:
No olvidemos que para todo creyente hay un deber cristiano de dar testimonio, anunciar a Cristo (Mr. 16:15; I
Ped. 2:9-10; 3:15). En la medida de nuestras oportunidades y capacidades, debemos estar siempre
anunciando el Evangelio. Dios levantará aquellos con el don de evangelista por su gracia, pero todos somos
responsables por la misión evangelizadora en el mundo.
C. Misionero (25).- Es la capacidad especial que Dios da para ministrar cualesquiera otros dones
espirituales posean en una situación cultural distinta no necesariamente muy distante, pero sí culturalmente
distinta. Se distingue del evangelismo de compasión de la misma iglesia, o de la extensión para formar
nuevas iglesias. Hay muchos pueblos y naciones en el mundo donde no ha llegado el Evangelico con
eficacia , que reclaman obra misionera, incluyendo grupos étnicos de nuestro propio país.
Pablo recibió la gracia (don) para ir a los gentiles, siendo él un Judío (Ef. 3:7; Gál. 2:9). “A todos me hecho
de todo, para que de todos modos salve a algunos” dijo él (I Cor. 9:22).
El deber cristiano general es apoyar la obra misionera, de “ir y hacer discípulos en todas las naciones”. Los
que no tienen el don misionero sí pueden orar y apoyar todo esfuerzo misionero, como parte vital de la
responsabilidad de la iglesia.
Aplicaciones:
D. Martirio (23).- Es el don especial que Dios da para aceptar el sufrimiento aún la muerte por causa del
Evangelio, con una actitud de victoria que es testimonio de Cristo y que glorifica a Dios. Esteban fue el
primero (Hech. 7:59-60). Pablo menciona esto en I Cor. 13:3. Muchos misioneros a tribus inhóspitas han
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tenido este don y con su martirio han abierto puertas a la evangelización, como el caso de los linguistas y
otros. En ciertas situaciones este don es necesario para afrontar peligros con gozo y llevar el Evangelio
(enemigos, guerras, epiedemias, etc.)
A. Profeta (2).- Es la capacidad especial que Dios da para entender y comunicar con la unción de Dios,
un mensaje inmediato y necesario que dios da a su pueblo. La profecía tiene más que ver con el presente,
aunque a veces se refiere al futuro (Hech. 11:28). La profecía tiene que ser corroborada por la Palabra de
Dios (I Cor. 14:37) y por el cuerpo en conjunto, (I Cor. 14:29). La profecía puede traer consuelo guía,
advertencia, corrección, edificación, aliento (I Cor. 14:3, 24), a veces a individuos o a toda la iglesia. En la
actualidad, esa unción espacial del Espíritu se manifiesta mayormente en la predicación aunque no todo
sermón tiene carácter profético necesariamente.
Debemos señalar que mucha confusión y daño se ha hecho cuando se ha abusado de la “profecía” asociada
con visiones y sueños que no tienen arraigo en las Escrituras. La Biblia advierte continuamente contra
“falsos profetas”.
Hay una manifestación general de profetizar, anunciado en Hechos 2:17-18, y que se vió en casos como los
Corintios (I Cor. 11:4-5, 14:1), los Efesios (Hech. 19:6), las hijas de Felipe (Hech. 21:9). Este anuncio de la
palabra de Dios es hecho en forma inteligible y controlada (I Cor. 14). Sin embargo, el don especial de
profecía es dado a un grupo que cumplen su función en relación con los evangelistas, pastores y maestros
(Ef. 4:11; Hech. 13:1).
B. Pastor (4).- En el pasaje de Efesios 4:11 se entiende que la función de Pastor está unida a la de
maestro, es decir, deben entenderse como “Pastor – maestro”. Igualmente se señala en I Tim. 3:2 que el
obispo debe ser apto para enseñar. Sin embargo, para fines de comprensión se puede señalar que el don
de pastor es la capacidad especial dada por Dios para guiar, cuidar y proveer alimento espiritual a un grupo
de creyentes por un tiempo extenso, cuidando su unidad y su crecimiento. En la Biblia la función de Pastor
se denomina como anciano, obispo o supervisor. En las prácticas acutales se donomina “Pastor: a un
cargo, pero que debemos distinguir del don de pastor. Peter Wagner señala que en la práctica, un pastor
con el don de pastor es excelente para cuidar un grupo pequeño, pues su don es cuidarlos personalmente y
muy estrechamente, pero ese mismo pastor se vería frustrado e impedido de hacerlo con una congregación
más numerosa. El “pastor” de una iglesia grande necesita en cambio otros dones, aparte de tner hermanos
con don pastoral en la iglesia que ayuden a cuidar la grey.
El don de pastor se caracteriza especialmente por el amor y la ternura en el cuidado personal. Cuidar a
cada uno con “ánimo pronto” (I Ped. 5:1-2), con el ejemplo del buen pastor, que deja todo por ayudar a la
oveja en necesidad (cp. Jn. 10; Luc. 15:4).
Pero también hay un deber cristiano general, por el cual todo creyente debe preocuparse por ayudar a otros
(Gál. 6:2; Heb. 10:24; Rom. 12:10).
Aplicaciones:
Reconocer que el cargo de “Pastor” en una iglesia grande requiere de varios dones, y dificilmente
podrá atender personalmente a una congregación numerosa, aunque tenga el don pastoral.
Dios dará el don a tanto hermanos como sean necesarios para atender personalemente a toda la
iglesia: hermanos que funcionarían como “consejeros pastorales” para velar por cada creyente,
visitarlo si es necesario, atender sus necesidades espirituales, ver que siga creciendo en la fe y no
caiga en peligros.
Esta última función mencionada puede realizarse en las “celulas de crecimiento cristiano”, donde
aparte de maestros, evangelistas y otros ministerios, lo más necesario será el don de pastor, para
cuidar a ese grupo de hermanos con amor.
C. Maestro (5).- Es la capacidad dada por Dios para comunicar la Palabra de Dios a los creyentes, de
modo que esa Palabra sea aplicada a su necesidad y sea comprendida para producir la renovación y
crecimiento espiritual, en conocimiento y en conducta. Enseñar no es simplemente haber expuesto un tema.
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Demanda clara percepción e interés por las necesidades del alumno, mucho estudio de la Palabra, y lograr
el fruto de aprendizaje y cambios.
El don puede venir en grados –enseñar a muchos o a un grupo pequeño (Ej. En la C.C.C.) puede ser para
niños o para adultos.
Como deber cristiano en forma general se espera que, con la madurez espiritual y el conocimiento de la
Palabra, todo croeyente pueda enseñar en guana medida (Heb. 5:12; Col. 3:16ª), es decir, poderle explicar
con propiedad a otros las enseñanzas bíblicas; o como en el caso de los padres, instruir al niño en la
Palabra de Dios, que es un deber para todo padre cristiano (Deut. 6:7).
El ministerio especial de maestro implica una seria responsabilidad (Sant. 3:1). Sin embargo, la neseñanza
es uno de los ministerios más necesarios para la edificación de la iglesia. Las características del don de la
enseñanza podrían manifestarse en necesidad del alumno, por ver fruto en su edificación, por la capacidad
de comunicar con claridad la verdad de Dios, en forma ordenada e interesante. Pensemos en el ejemplo del
Maestro de maestros – Jesús usó muchos métodos para diferentes personas, y pasó más tiempo enseñando
que predicando o sanando.
Aplicaciones:
La necesidad de maestros para niños en forma permanente
La necesidad de maestros para jóvenes y adultos
La enseñanza en las “células de crecimiento cristiano”
Maestros para edificar a otras iglesias, a creyentes nuevos
Maestros para religión en los colegios
Enseñanza particular: alfabetización, orientación matrimonial, niños con retardo mental, cursos
especiales
D. Conocimiento (12). –Es la capacidad que Dios da para descubrir, analizar y clarificar las verdades
reveladas, para presentarlas apropiadamente, de modo que pueden edificar con mayor profundidad. Este
don puede operar en forma aislada, como en el caso de eruditos en la traducción o interpretación biblica:
como puede ir junto con el don de enseñanza. Este don se caracteriza por un gran amor por la verdad de
Dios y un deseo de investigar y descubrir más y m´pas lo que Dios ha revelado. Pablo, por ejemplo, ora
para que los filipenses abunden en amor, pero un amor fundado en el conocimiento del carácter y las
demandas de Dios, y no un amor sensible superficial (Fil. 1:9). El creyente con este don gustará mucho del
estudio, de aprender, y formular verdades que serán de bendición para la iglesia.
Debemo advertir que el conocimiento envanece, si no está dominado por el amor y el deseo de edificar al
cuerpo (I Cor. 8:1).
Aplicaciones:
E. Sabiduría (11).- Es la capacidad especial que Dios da para la aplicación del conocimiento y los
principios de la Palabra de Dios a las situaciones y necesidades prácticas de la iglesia. Puede entender los
problemas, medir las consecuencias, aplicar la dirección del Espíritu Santo en el sentido del amor y la
justicia de Dios. Quien tiene este don podrá pensar objetivamente y aportar soluciones. No requiere
necesariamente de conocimeintos formarles. Es especialemnte útil para aconsejar en casos donde hay
conflictos vea el caso de Salomón (I Rey. 3).
Aplicaciones:
Es muy necesario para dar consejo – cuando hay conflictos
Es necesario para no ser arrastrados por rumores, chismes o acusaciones contra otras personas:
ser objetivos.
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Hay una medida general de sabiduría de lo alto para todo creyente de quien se espera “buena conducta en
saia mansedumbre” (Sant. 3:13-18). “La sabiduría de lo alto es pura, pacífica, amable, benigna, llena de
misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía”. Y podemos orar pidiendo esta sabiduría
(Sant. 1:5), para vivir correctamente.
F. Exhortación (7). - Es la capacidad que Dios da para consolar, animar y aconsejar a otro hermano, de tal
manera que sea restaurado y edificado espiritualmente. El verbo “exhortar” tiene la misma raíz que la
palabra consolar (parakleto) que es el nombre dado al Espíritu Santo (Jn. 14:26; 16:7).
Si tomamos como guía el ministerio del Espíritu Santo como el Consolador, tenemos que incluye el estar con
nosotros, nos enseña, nos redarguye de pecado, nos guía a toda verdad. Jesús prometió al Consolador
cuando la tristeza y la incertidumbre se habían apoderado de sus discipulos (Jn. 16:6). Y esa es la función
del don de exhortación o consolación.
Aplicaciones:
Un don aplicado en la consejería del creyente que está en pruebas o que está apartándose del
camino del Señor
Un don aplicado en cierta forma de predicación o enseñanza
Un don aplicado en la visitación de casos especiales
Un don útil en el cuidado mutuo en una célula de crecimiento
Como deber cristiano general debemos exhortarnos los unos a los otros (Col. 3:16; Heb. 3:13). En la vida de
compañerismo cristiano es necesario que continuamente los hermanos se consuelen, animen y aconsejen
en el amor y la Palabra del Señor.
G. Música (27).- Lo consideramos aquí por deducciones que hacemos de Colosenses 3:16 donde
literalmente dice en el griego, “cantando en la gracia”. La gracia de Dios es la que opera en el corazón un
canto espiritual. Claramente se dice que primero debe morar en el creyente abundancia de la Palabra de
Cristo: luego debe hacerse para edificación, enseñándose y exhortándose, y cantando en la gracia en
nuestros corazones, al Señor. Podría decirse que, junto con la enseñanza y la exhortación, hay un servicio
con la música que surge de la gracia de Dios, y de ninguna manera como resultado de simple talento
musical humano o de habilidad o mérito personal. Este don es para alabanza de Dios y edificación de la
iglesia, porque es fiel a la Palabra de Dios y es un testimonio del corazón. Hay música que entretiene, pero
no edifica.
Aplicaciones:
La música espiritual, como un don, es dada a la iglesia y la iglesia necesita música.
Su propósito espiritual es distinto al arte musical cristiano, donde se señala el talento musical que
puede tener un creyente. El arte cristiano testifica de la calidad humana y cristiana del artista: el
ministerio espiritual de la música testifica de Cristo y su Palabra “en la gracia”.
La mejor música es la que tiene contenido bíblico-doctrinal, y no solamente de experiencias
subjetivas o sentimientos.
En términos generales, el canto y la música estarán ligados al talento que se tenga. Todo creyente debe
responder al llamado del salmista: “Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra, servid a Jehová con
alegría: venid ante su presencia con regocijo” (Salmos 100). Pero al que tiene el talento musical, Dios
puede darle además el don espiritual para que cumpla un ministerio señalado por medio de la música, tal
como separara músicos para el servicio en el tempo, en el Antiguo Testamente: estos músicos eran de la
triby sacerdotal levita.
A. Presidir (9).- Según la etimología griega, es la capacidad que Dios da para presidir, conducir, dirigir;
cuidando a los creyentes en la obra. La característica de este don es que se “va adelante”, es decir, se toma
iniciativa para alcanzar las metas en la voluntad de Dios: se sabe inspirar, motivar a los creyentes, para que
en forma voluntaria y armoniosa trabajen para alcanzar los objetivos.
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Un buen guía sabrá lo que puede y lo que no puede hacer: sabrá delegar tareas, inspirando confianza para
que otros cumplan con su función eficazmente. El don pastoral cuida a la gente en sus necesidades: el don
de presidir cuida a la gente en su vervicio eficaz en la iglesia, permitiendo el mejor desarrollo de ésta.
Aplicaciones:
En cada grupo o labor se necesita personas que con entusiasmo o iniciativa, motiven y guíen a otros
hacia las metas.
Esta persona, con “diligencia”, prontitud y buen ánimo, podrá mantener a cada hermano sirviendo y
en armonía; se necesitan en los diversos departamentos y comisiones de trabajo.
Este don muy raramente vendrá aislado: más bien acompaña a otros dones.
B. Administración (20).- Esta palabra se origina en el término para “piloto”, como piloto de un barco. Es la
capacidad que Dios da para guiar, para reconocer los objetivos de la obra del Señor, para reconocer los
obstáculos que pueden presentarse, para tomar las precauciones necesarias, para hacer un plan o trazar la
mejor ruta para llegar a las metas. El piloto sigue las instrucciones del patrón o capitán del barco, pero él es
responsable por planificar y cumplir con llegar a las metas.
Una iglesia grande, con muchas tareas y responsabilidades, tanto materiales como personales, necesita de
la administración, y aunque cada creyente deber un administrador (como mayordomo de la vida, los bienes,
el tiempo y los talentos que Dios le ha dado) para cumplir con metas que Dios le ha trazado, algunos reciben
este don para uso de la iglesia y avance de la obra.
Aplicaciones:
Que en cada departamento o tarea en la iglesia se pueda estudiar sus objetivos evalaur la situación,
analizar los recursos, simplificar el trabajo, orientar el recurso humano, todo para cumplir mejor con
la voluntad de Dios.
Este don nos libra de las improvisaciones, mala planificación y desorden en el trabajo, cosas que
crean frustración y pérdida del esfuerzo realizado.
C. Fe (13).- Este don no es lo mismo que la fe que todos debemos tener para alcanzar la salvación, ni es
tan solo para beneficio personal. Todo creyente puede crecer en su fe y debe hacerlo. Sin embargo, Dios
da esta capacidad especial para discernir con extraordinaria confianza las promesas y voluntad de Dios para
la Iglesia. Este don permite a siervos de Dios alcanzar con gran fervor y visión la superación de barreras,
tan sólo por la humilde confianza en las promesas y el poder de Dios. Muchas veces ha sido este don el que
ha permitido iniciar grandes obras, como Lima al encuentro con Dios”.
Esta fe redunda en bendición para muchos. Como la fe de Abraham, que creyó que sería padre de una
nación grande y sería de bendición a todas las naciones. Como la fe de Noe, para construir un barco bien
dentro de la tierra seca, creyendo que sería para salvación de los suyos. Como la fe de los misioneros que
se arrodillan en una calle de Lima pidiendo que Dios les diera esta ciudad, creyendo que un puñadito de
creyentes podría impactar una gran ciudad.
Necesitamos creyentes con este don, que con visión puedan entender los grandes planes de Dios, y que
inspiren en su pueblo una vida de plena confianza en su poder.
D. Ayuda (19).- No hay evidencia de ningún cargo permanente en la iglesia con este don. Más bien es la
capacidad que Dios da, con su gracia, para que un hermano ayude a otro en el cumplimiento de un
ministerio o en cualquier situación donde haga falta la ayuda. Usan sus talentos y esfuerzo para hacer que
los dones y ministerios de otros hermanos alcancen una mayor eficacia, con el consecuente beneficio para
toda la iglesia.
Pablo describe a Aquila y Priscila como sus colaboradores, que hicieron bien a todas las iglesias de los
gentiles (Rom. 16:3-4) y en Hechos 18 solo se dice que la ayudaron a trabajar en el oficio de hacer tiendas y
que le acompañaron en el viaje a Efeso.
En la diversidad de dones y ministerios no hay duda que el Espíritu de Dios dará abundantemente este don;
dará la gracia espiritual para que muchos hermanos ayuden a los que tienen una función señalada y que
probablemente están abrumados por su labor.
Aplicaciones:
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Ayudar a las personas en sus necesidades personales, para aliviarlas y que puedan desempeñar
mejor su tarea
Ayudar a las tareas de orden manual, secretarial, etc. Una función de ayuda tremendamente
importante es la de los “ujieres”, quienes ayudan para que el orden del culto y la comodidad de los
asistentes sean lo mejor posible o ujieres para los niños para que los maestros puedan enseñar con
más tranquilidad en la Escuela Dominical.
E. Continencia (26).- Pablo menciona este don en I Cor. 7 como un don especial, por el cual la persona
puede permanecer soltera sin sufrir las tentaciones sexuales o tentaciones indebidas, y que en un estado
célibe pueda dedicarse con gozo y mayor libertad al servicio del Señor. Hay ministerios como el del Apóstol
Pablo que son multiplicados gracias a este don. La iglesia es beneficiada, y debe apreciar y honrar a los que
de esta manera dedican más de su tiempo y atención al servicio del Cuerpo de Cristo. Este don no tiene
utilidad alguna por si solo: sólo cuando es un complemento a otro don y ministerio de la Iglesia.
F. Intercesión (21).- La intercesión es un privilegio y un deber de todo creyente. Todo hijo de Dios está
llamado a orar mucho, y se debe orar unos por los otros. Sin embargo, hay miembros del cuerpo de Cristo
que Dios capacita y llama para tener un ministerio y una vida de intercesión por otros hermanos en
necesidad, y también por la iglesia. Estos hermanos quizás no tengan otros dones o minsiterios, pero
dedicarán mucho tiempo, más tiempo que lo normal en un cristiano, para identificarse profundamente con
necesidades de otros hermanos y presentarlas constantemente ante el trono de la gracia en oración.
Aplicaciones:
La oración intercesora personal, privada, anónima. Creyentes que con su fe y oración sostienen la
iglesia con el poder de Dios, y sirven de apoyo a hermanos que tengan pruebas y peticiones a Dios.
Células de oración que con frecuencia intercedan por las tareas de la iglesia, por los maestros y
pastores, por los esfuerzos evangelísticos, pero personas y situaciones que reclaman oración.
A. Servicio (6).- La palabra griega “diakonía” se usa para referirse a toda forma de servicio o ministerio.
Todo creyente está llamado a servir como resultado del amor cristiano. El Espíritu de servicio debe
caracterizar a todo hijo de Dios, pues ese fue el espíritu que caracterizó al Señor, quien vino a servir y no a
ser servido. El dijo que el mayor en el reino sería el que sirve.
El don especial de servicio es la capacidad que Dios da para dedicar esfuerzos con gozo a procuar el
bienestar de otras personas, incluyendo especialmente su bienestar en las cosas temporales (alimento,
salud, trabajo, educación, etc.) Esto se ve ejemplificado en la elección de los diáconos en Hechos 6, para el
trabajo de atender las mesas en ayuda al grupo de viudas que se congregaban en la iglesia.
Comunmente este don se manifiesta en el servicio que los cristianos pueden prestar a través de sus oficios y
profesiones, tanto dentro de la iglesia como en la comunidad en general. Este don puede convertir un oficio
o profesión en una verdadera vocación cristiana de servicio, que glorifica a Dios y es un testimonio que
redunda en frutos espirituales. Noten los elevados requisitos para el servicio que se mencionan en Hechos
6:3.
Aplicaciones:
El servicio personal que cada creyente brinda con sus capacidades, tanto a los hermanos como al
prójimo en la comunidad donde Dios le ha puesto.
Unidos por este don y sus talentos, un grupo de hermanos puede ofrecer servicio. Por ejemplo:
Educadores, médicos, etc.
B. Misericordia (10).- Es la capacidad especial que Dios da para un ministerio personal de socorro a
personas en sufrimientos físicos, mentales o emocionales. El don se caracteriza por el amor, la compasión,
la simpatía y paciencia para con las personas en sufrimiento: se expresa en un servicio gozoso, sacrificado
y constante a estas personas.
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Por supuesto, en un sentido amplio hay un deber cristiano que todo creyente debe obedecer, de tener
misericordia y ayudar en alguna manera al que necesita nuestra ayuda, en las circunstancias que Dios
permite. Los que tienen este don no esperan las circunstancias, su compasión puede hacerles buscar al
necesitado para brindarles su ministerio de compasión.
Aplicaciones:
Ministerio personal, con individuos o instituciones, para socorrer y presentar el evangelio a
enfermos, presos, niños con retardo mental, ciegos, sordo-mudos, pobres, ancianos, minusvalidos,
etc.
Preparación de actividades y ministerios especiales en la iglesia para atender a personas en estas
condiciones.
C. Dar (8).- Es el don de gracia especial que Dios concede a los que contribuyen generosamente con sus
bienes materiales a la obra del Señor, lo hacen con liberalidad y sencillez de corazón. Por supuesto todo
creyente tiene el deber cristiano de ofrendar y diezmar al Señor en gratitud y obediencia a Dios, algunos dan
más del diezmo, pero tienen la preocupación de cuanto deben dar al Señor. El que tiene este don como dice
R. G. Le Tourneau, más bien se pregunta ¿Cuánto del dinero del Señor debo guardar para mí?.
El don de dar puede estar en creyentes pobres como los macedonios que dieron generosamente su
profunda pobreza (II Cor. 8:2) o como la viuda pobre que Jesús elogió (Mr. 12:41). Y puede estar en
creyentes con muchos recursos. R. G. Le Toruneau empezó a dar el 90% de sus bienes cuando estaba en
la pobreza y continuó haciéndolo cuando tuvo muchos bienes y una industria muy próspera. Hay creyentes
como él, con una gran capacidad para trabajar y hacer dinero, pero obtienen tales ganacias para el Señor y
no para sí mismos.
D. Pobreza (22).- Se refiere esto de lo que Pablo dice en I Cor. 13:3 y lo que algunos hicieron en Jerusalén
(Hech. 4:32). Es la gracia que Dios da para renunciar a comodidades personales e identificarse con un
estilo de vida sencillo, para servir a Dios en ese medio con efectividad. A veces aparece junto al don de dar
pero no necesariamente.
Cuando murió Juan Wesley- instrumento de un gran avivamiento en Inglaterra en el siglo XVIII- dejó sólo un
abrio roto y dos cucharas de plata, pero durante su vida, habia dado al Señor $ 150,000.00 (dol.) en aquel
tiempo como don, la pobreza en sí no tiene valor o mérito alguno, todo don es dado para edificación de la
iglesia. Es absurdo, por ejemplo, el voto de pobreza para vivir mendigando, ya que esto no hace ningún bien
a nadie Ef. 4:28 exhorta a trabajar bien para tener que compartir.
Aplicación:
El sacrificio de comodidades para dar sacrificialmente a la obra del Señor
La renuncia de comodidades para poder ministrar en medio del personal que viven en un nivel
limitado. Ej. ciertos pueblos jóvenes y pueglo del interior.
E. Hospitalidad (24).- Generalmente no se denomina este un don, salvo por la observación hecha en I
Pedro 4:9-10, donde se yuxtapone el hopedar con un llamado a administrar bien los dones. La hospitalidad
es un deber cristiano general, según el v. 9, y fue una característica muy valiosa en los comienzos de la
iglesia, cuando el pueblo cristiano era reducido y perseguido, y los misioneros y pastores tenían que viajar
mucho.
Sin embargo parece que algunas personas tienen la gracia especial para hospedar a otros con mucho gozo,
para atenderlos con tacto y sabiduría. Hermanos con esta capacidad se preocupan más por la compañía y
bienestar del hospedado, y no tanto por la impresión que han causado con sus muebles o la comida.
A. Sanidad (14).- Es la capacidad que Dios da a algunos para orar por los enfermos, y a través de quienes
Dios puede obrar para sanar, aparte de los recursos naturales. En I Cor. 12:28 se menciona en plural dones
de sanidad que indicaría que habría diversos dones para diversos tipos de sanidad, mental o física, y aún
espiritual. Este don no confiere a la persona un poder sobre la enfermedad, la persona sólo es un
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instrumento por el cual Dios sana cuando quiere sanar. Recordemos que ni el mismo Señor sanó a todos
los enfermos, aunque sanó a muchos.
No entendemos lo que Dios piensa sobre cada enfermedad pues a veces Él lo permite (Job), o a veces se
usan medios naturales. Un don de sanidad no debe proyectarse o usarse indiscriminadamente. Debe ser
un creyente con madurez y discernimiento para entender la voluntad de Dios en cada caso. Aparte del don
de sanidad, es un deber orar por los enfermos y se recomienda orar y ungir a los enfermos (Sant. 5:14-15).
B. Milagros (15).- Capacidad que Dios da a miembros que Él usa para obrar prodigios sobrenaturales,
milagros de diversa índole que Dios concede según su voluntad. Ha habido lugares y épocas cuando Dios
se ha minifestado con muchos milagros, otra vez recordemos que los dones son para la iglesia y para
cumplir con la misión que Dios ha dado a la iglesia. Por lo tanto, los milagros no son simplemente para
beneficio personal ni son un fin en sí mismo. Cristo dejó de hacer milagros cuando el pueblo no respondió
correctamente a su revelación como Salvador (señales en el Ev. de Juan). Un milagro aislado no es lo
mismo que el don de milagros.
C. Discernimiento de espíritus (16).- Todo cristiano maduro debe preocuparse por el discernimiento
espiritual, entre el bien y el mal, a la luz de la Bíblia (Heb. 5:14; Hech. 17:11; I Jn. 4:1). Algunos recibirán
este don especial por el lcual Dios capacita para discernir los espíritus. Como Pedro que distinguió la
influencia satánica sobre el acto aparentemente bueno de Ananías (Hech. 5:1-10). Este don discierne los
actos buenos o malos, las motivaciones carnales o espirituales; la doctrina verdadera, del error. Este don se
ejerce siempre en el constexto del cuerpo y bajo la guía sana de las Escrituras, y hay que usarlo con mucho
cuidado y humildad. Algunos denominan como don en relación con este, la capacidad de reprender
demonios o espíritus malignos (28), aunque este aspecto tiene mucho más que ver con la autoridad
espiritual que proviene de la fe, y el poder de Dios que se encuentra en la íntima comunión (ayuno, oración).
D. Lenguas, interpretación de lenguas (17, 18).- Es la capacidad que Dios da a algunos para hablar a
Dios o comunicar un mensaje en un lenguaje que no han aprendido por medios humanos. Hay lenguas de
uso privado para la oración que no deben usarse en la congregación (I Cor. 14:14, 16, 28). Las lenguas que
son complementadas por el don de interpretación podrían usarse en la iglesia. (14:12, 13), aunque son señal
para los incrédulos más que para el creyente (14:22). Pablo recomienda orar, cantar y hablar con el
entendimiento (14:14. 15, 19, 24), porque edifica más que las lenguas.
No existe una fórmula dogmática, sólo hay principios bíblicos y prácticos que pueden aplicarse para
descubrir la voluntad de Dios. Todo creyente necesita conocer y obedecer la voluntad de Dios incluyendo el
uso de dones – para vivir una vida cristiana victoriosa. Algunos no desean descubrir sus dones para no
sentirse comprometidos, pero esa indiferencia no los libra de responsabilidad ante Dios.
Romanos 12:1-10
1. La consagración de todo nuestro ser a Dios. Como una lógica respuesta de adoración por sus
misericordias (v. 1)
2. Comprobar la voluntad de Dios. Con una conducta transformada por la Palabra que renueva el
entendimiento y apartándose de la manera de pensar, motivaciones, actitudes y metas del mundo (v. 2).
Cuando no nos desprendemos del mundo, la voluntad de Dios no se experimenta como agradable, porque
sufriremos un conflicto interior. La voluntad de Dios se revela al que ya está dispuesto a obedecerla.
4. Pensar con cordura. Con la expectativa y confianza de la fe que Dios nos ha dado (v. 3b). Procurad... (I
Cor. 12:31). Una actitud positiva. Sin falsa humildad o indiferencia.
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5. Plena identificación. Amor y lealtad con el cuerpo que es la iglesia (vv. 4, 5, 10). I Cor. 12:24-27.
6. Claro conocimiento bíblico de todos los dones. Reconociendo la necesidad e importancia de la diversidad
de dones (vv. 6-9). Hay tres listas de dones otros mencionados en otros textos, y los ejemplos de
siervos de Dios en el Nuevo Testamento.
7. Col. 1:9 – 10. Orar para ser llenos del conocimiento de su voluntad. Dios responde al que busca.
1. Estudie el carácter y propósito de cada don espiritual, tanto para identificar los propios como para
reconocer lo que otros hermanos han recibido para edificación de todos.
2. Relacionese y aprenda con hermanos que ya están ejerciendo ministerios con diversos dones.
3. Observe y consulte sobre necesidades en la iglesia. Aporte sugerencias, manifeste su deseo de servir,
dispóngase a trabajar en equipo. Apoye con lealtad los objetivos y planes de la iglesia. Si la iglesia
avanza usted será bendecido.
4. Decídase a colaborar con las tareas que se presentan, considerando sus capacidades, en oración, con
humildad para aprender, con mucha disciplina y máximo esfuerzo.
5. Mientras está sirviendo haga una evaluación sincera de:
6. Busque la confirmación de la Iglesia. Si usted cree que tiene un don y trata de ejercerlo, pero en la
igelsia no surge el reconocimiento ni provecho por dicha función es probable que no tiene ese don. En
esto es muy importante la armonía, koinonía y buena comunicación con los hermanos y muy
especialmente con los pastores. Pablo y Bernabé recibieron ese reconocimiento de parte de las
“columnas”, Pedro, Juan y Santigo, antes de cumplir con su ministerio a los gentiles, recibieron “la
diestra en señal de Koinonía” ( Gal. 2:9 ). Este reconocimiento nos ayuda a actuar con sentido de
responsabilidad, dando cuenta a otros en inter-dependencia.
7. Bajo los principios básicos de que los dones son para edificación de la iglesia, y que el Señor reparte
los dones como Él quiere, es necesario.
a. Estar dispuestos a compartir y discipular a otros en la tera que desempeñamos, para mayor
desarrollo de la iglesia.
b. Reconocer cuando otro hermano puede desempeñar esa tarea mejor que uno mismo para
dejarle el lugar o colaborar, en sujerción a dicho hermano (Rom. 12:3).
8. Cuando ha descubierto su don y ministerio particular, su meta debe ser desempeñarlo en la mejor forma
posible, desarrollarlo, perfeccionándolo para dar más frutos. No ambicionar otros dones como para
“variar” o para “escalar posiciones de prestigio elesiástico”. Este concepto incorrecto lleva a “levantarse
al nivel de su incopetencia” (Lawrence Peter). Reclama esfuerzo y disciplina. Ej. Timoteo (I Tim. 4:14,
II Tim. 1:6, 4:5).
III. PELIGROS
1. Confusión. Puede haber confusión por un tiempo, debe seguir estudiando los dones, observando
orando, para hallar lo que Dios ha preparado de antemano.
2. Racionalización. Algunos usan como excusa para no cumplir sus deberes cristianos, el “no tener el
don”. Dios no nos pedirá cuentas por los dones que no hemos recibido, pero sí pedirá cuenta por todos
los deberes cristianos que Él ha dejado para todo creyente.
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3. Decepción. Ya sea por creer que se tiene un don y no se tiene, o porque no ve frutos inmediatos. Toda
la vida cristiana es un proceso de crecimiento por el que andamos con fe y paciencia. La sincera
koinonía, el hablar y ayudarnos en amor, eliminará toda frustración.
4. Error. No piense o crea que un don es mejor o mayor que el otro. Los dones son de naturaleza variada
(I Cor. 12:4-30), como corresponde a un cuerpo de naturaleza variada, siendo todas importantes y
necesarias para la salud del cuerpo. Por eso ningún creyente debe despreciar o menospreciar ningún
don. Por humilde que éste sea a primera vista. Ya que el Espíritu reparte como él quiere (I Cor. 12:11;
14:1; II Cor. 10:13).
CONCLUSION I Pedro 4:10-11. Si solo por gracia recibimos los dones no hay méritos para
recibirlos ni hay méritos por poseerlos. Debemos hablar y ministrar conforme a las palabras y el
poder de Dios. ¡PARA QUE DIOS SEA GLORIFICADO!
Si los dones son del Espíritu, no usarlos bien “apagará el Espíritu” y afectará la vida del creyente.
Que Dios nos guíe en su voluntad.
En cada declaración maque hasta qué grado esto es realidad (3) (2) (1) (0)
En su vida. MUCHO, ALGO, POCO o NADA MUCH ALG POC NADA
O O O
1. He proclamado la verdad de Dios en una manera que a veces
irrita a las personas que me escucha.
2. Me he gozado con la responsabilidad del crecimiento espiritual
de un grupo de creyentes.
3. Siento que puedo ayudar a personas a aprender verdades
biblicas en detalle.
4. He aplicado las verdades efectivamente en mi propia vida.
DONES Y MINISTERIOS
Dominantes: 1. ________________________________________________
2. _________________________________________________
3. __________________________________________________
Subordinados: 1. ___________________________________________________
2. ___________________________________________________
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3. ____________________________________________________
2. ¿Qué tipo de ministeios está usted desarrollando ahora (ya sea formalmente
o como voluntario) dentro del Cuerpo de Cristo (La Iglesia)?
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3. ¿Siente que uste tal vez no tenga los dones necesarios para algunos de
estos ministerios? Dios puede estar haciédole considerar algunos cambios.
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Introducción
Los escritos de Pablo, que corresponden una gran parte del Nuevo
Testamente, han enriquecido nuestra comprensión de cada una de las
Doctrinas cristianas. Las doctrinas del Espíritu Santo no es una excepción.
Pablo se refiere a la persona y actividad del Espíritu Santo en más de cien
pasajes; y puesto que es imposible considerarlos una por una individualmente,
se expondrá únicamente lo que dice Corintios y su ilustración en cuanto al
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Espíritu. De ésta manera se puede centrar en las nuevas ideas que Pablo
añade a las ya ricas y variadas enseñanzas Bíblicas sobre el Espíritu Santo.
Todo esto hace que las enseñanzas de Corintios 14 sobre el tema de las
lenguas sea relevante en el presente estudio para enteder qué es lo que el
Apóstol Pablo quería decirles aquí. Pues hay quienes dicen sobre la base de
Corintios que el don de lenguas “Son palabras y sonidos extraños”.3 Mientras
otros, como Brumback, un respetable teólogo pentecostés, dice: “El hablar en
lenguas en la iglesia primitiva era comunicación sobrenatural del evangelio en
idiomas desconocido por el orador, pero conocido por el auditorio”. 4 Otros
como el Doctor Charles Caldwll, profesor de teología en Dallas, dice: “Las
lenguas en Corintios eran iguales a las que se mencionan en Hechos, es decir
lenguas extranjeras”.5 También el Doctor Juan Orme, ex maestro del SETECA,
dice: “Las referencias en los hechos sólo muestra la experiencia de la iglesia
primitiva y no explica el segnificado teológico”.6
1
Ward, Wayne E. “¿Quién es el Espíritu Santo?”. Traducido por Rafael C. Bustamante, Casa Bautista de Publicaciones,
el paso, Texas, E.E.U.U., (1,988). Pág. 78.
2
Pache, Rene. “La persona y Obra del Espíritu Santo”. 1,982. Pág. 76.
3
Caldwell, William. “Bautismo Pentecostal”. 1,969. Pág. 85
4
Brumback, Carlos. “Que quiere ser esto”. 1,969. Pág. 85.
5
Ryre, Ch. C. “El Espíritu Santo”. Traducido por David R. Pawel. 1,978. Pág. 133.
6
Orme, Juan. “¿Debo buscar el don de lenguas?”. Pág. 3.
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Esto se evidencia en las divisiones que amenazaba la armonía en la
iglesia (1:10 – 4:21). Se puede ver también que había libertad y falta de
seriedad en el trato de problemas escandalosos, provocados por pecados no
disciplinados (5:1-13). Había litigios entre hermanos ante los tribunales
públicos (6:1-11). Otros hacían mal uso de su cuerpo, llevándolos así Pablo
hablar del tema del matrimonio y del celibato (6:12 – 7:40). Algunos hermanos
se permitían libertades consideradas comunión con los ídolos (8:1-13; 10:1-
13). Otro problema serio era el desorden en la Santa Cena y la falta de
reverencia (11:17-34). En medio de todo esto, el Apóstol Pablo va hablar sobre
los Dones; aunque la iglesia allí poseía todos los dones (1:7); a pesar de eso,
ignoraban el uso y la naturaleza de las mismas. Entonces es cuando Pablo
hablará de ese tema en los capítulos 12-13 y 14. Instruyendo así, sobre su
ejercicio y naturaleza.
Con todo esto podemos decir que “” quiere decir idioma,
comunicación oral audible. Pues como dijimos antes esta palabra se apya en
“” ya que con ella se forma glossalalia que quiere decir: lengua – idioma
(-habla). Entendido y para ser pronunciado extática, ininteligible
diversamente (I Cor. 14:2). Pero como los idiomas extranjeros no aprendidos a
través de los medios naurales por el portavoz.
7
Barbara & Timothy Friberg. “Analytucal Greek Testament”. Baker Book House. 1,998. Pág. 538.
8
Theodore H. Y John I. Patón. “Uso y abusos del don de lenguas” 1,973. Pág. 22.
9
Yarza, Forencio I. S. “Diccionario griego español”. 1,954. Pág. 301.
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Para entenderse mejor Pablo también va a usar la palabra ,
(verb subj pres act 3rd per sing) 1aor. , traduzca; interprete,
explique (Lc. 24:27; I Cor. 12:30; 5, 13 y 27). Con la comprensión del
significado de ésta palabra, logramos entender que se refiere a un idioma y no
a un sonido extraño como dicen algunos.10
(vv. 2ª). “ok ”... no habla a los hombres sino a
Dios. 11
El uso del Dativo que aparece en los vv. 4, 13, 14, 19 y 27.
Idica a la persona para quien o a favor de quien se hace algo, por lo tanto es
(Dios), quien recibe la acción. Traducido sería: “no hablo para los
hombres sino para Dios”. Esto muestra que las lenguas es contraría a la
profecía que Pablo menciona aquí. Pueas las lenguas es para Dios y la
profecía para los hombres.
10
Vine, W. E. “Diccionario Expositivo”. Caribe, 1,999. Pág. 489.
11
Todas las referencias de ésta sección fueron tomadas de: F. Lacueva. “Nuevo Testamento Interlineal – Griego
Español”. Clie, (1,990). Pág. 93, 94, 95.
12
Hodge, Charles. Comentario sobre la Primera Espístola a los Corintios”. Traducido por Miguel Blande, (1,969) Pág.
258.
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