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Testimonio del Sacerdote Steven Scheier

“Estaba condenado al
Infierno y la Virgen María
intercedió por mí”
https://www.youtube.com/watch?v=iPh5fFkY1Ow

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Testimonio del sacerdote Steven Scheier
En el show de EWTN
“Mother Angelica Live” TESTIMONIO

Fui ordenado sacerdote en 1973. Los siguientes 12


años mi vida era de día en día, algo que yo creía que
manejaba muy bien. Me preocupaba más lo que
pensaban mis compañeros y el sacerdocio que ejercía
no era al servicio del pueblo de Dios, sino que vivía
pendiente de lo que la gente pensaba de lo que el
padre Steve estaba haciendo y cómo lo hacía.

Especialmente vivía pendiente de lo que decían de


Asombroso testimonio de un sacerdote que fue
mí mis hermanos sacerdotes. Esos fueron
condenado al Infierno en su juicio particular
primordialmente mis 12 años de sacerdocio tras ser
ante Jesucristo. Madre Angélica entrevista al
ordenado. Me dejaba llevar por lo que pensaban los
padre Steven Scheier, quien perdió la vida en
demás. No acudía a otros sacerdotes para dirección
un aparatoso accidente de auto. La misericordia
espiritual, ni para asuntos espirituales. Punto. Uno
infinita del Señor, quien escuchó la intercesión
se va directamente a ver al padre Fulano de Tal,
de La Santísima Virgen María, le ha permitido
quien automáticamente le ofrece un trago y hablan
estar de vuelta, sabiendo él que no había sido
de deportes, de la situación del mundo o de cualquier
fiel a su vocación y que estaba en pecado
cosa que no tiene nada que ver con el sacerdocio. Uno
mortal al morir. Gracias a la intercesión de
no va a otro sacerdote con un problema de pecado, o
nuestra Madre Santísima y a las oraciones de
un pecado espiritual, eso no se hace.
los creyentes de distintas denominaciones
cristianas, Dios le permitió regresar a la Tierra
Muy dentro de mí yo sabía que no estaba siendo lo
para reparar los 12 años en que había trabajado
que debía ser, que no era el sacerdote que debía ser.
sólo para sí mismo y no para nuestro Señor. Se
Esto lo escondía hasta el punto que las personas
había presentado ante Jesús con las manos
pensaban que yo era un buen sacerdote y era como
completamente vacías… y manchadas.
una especie de barniz para todo lo que yo hacía, que
era malo e incompleto.

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Testimonio del sacerdote Steven Scheier
Estaba prácticamente inconsciente en el lugar de los
hechos. Detrás de mí los vehículos se detuvieron, hasta
que llegó la ambulancia. Una enfermera mencionó en
una carta que envió luego que trató de ayudarme
rezando el Ave María, pero ella no la sabía rezar. Pero
yo estaba rezando el Ave María una y otra vez.

Tenía roto el cuello. La segunda vértebra cervical del


cuello estaba rota, a esto le llaman cariñosamente “la
rotura del ahorcado”, porque es la lesión que una
persona sufre cuando es colgada. Esta vértebra se
rompe y la persona literalmente se asfixia. Si mi
cabeza hubiera sido volteada hacia cualquier lado, me
hubiera asfixiado, hubiera muerto. Los choferes de la
ambulancia me trataron de acuerdo con la gravedad
de la situación y me llevaron al hospital de Wichita,
Kansas, donde el doctor que estaba ahí le comentó a la
enfermera que no había mucho que pudiera hacer por
mí, viendo mi cuero cabelludo desprendido.

El médico pidió un helicóptero y me trasladaron a un


hospital enorme en Wichita, yo seguía inconsciente.
Aparentemente me llevaron al centro de traumatología
del hospital, donde me atendieron de inmediato, y
luego me ingresaron al hospital. Uno de mis
parroquianos llamó esa noche para saber cómo seguía
y las enfermeras le dijeron que los médicos me daban
un 15% de probabilidades de vida. Yo pensaba en mi
madre, rogaba a Dios que no se hubiera enterado porque
ella se preocupaba mucho y era muy nerviosa.
En octubre 18 de 1985, estaba asignado a una
pequeña parroquia en el sudeste de Kansas, Más tarde me enteré que esa noche uno de los ministros
llamada “El Sagrado Corazón”, a unos 138 de la parroquia había pasado la noche entera orando por
kilómetros de Wichita, Kansas. Iba por la carretera mí. La iglesia cristiana abrió las puertas de su templo
86, una autopista que no tiene cunetas y está para que la gente orara por mí. Mi propia Iglesia abrió
fuertemente transitada por camiones, camionetas y sus puertas. Las personas vinieron durante toda la
microbuses. noche y rezaron el Rosario. Los bautistas abrieron su
templo, así como los metodistas. Yo estaba en las
Era la primera vez que iba a Wichita. Esa mañana cadenas de oración de todos ellos. Esto es donde el
me subí al auto, iba a ver a un sacerdote en relación ecumenismo verdaderamente se hace presente: en la
con algo que había sucedido en la parroquia. oración. Dios escucha las oraciones de todos y eso es por
Regresé en la tarde. Viajando hacia el este en esta lo que me encuentro aquí, frente a ustedes.
carretera, me vi envuelto en un choque de frente con
una camioneta con otras 3 personas de Kansas. Me recuperé de mi experiencia, en el hospital, en un
Gracias a Dios nadie murió. Yo fui lanzado fuera tiempo récord según dijo el personal médico. Me dieron
de mi vehículo y sufrí laceraciones muy graves en de alta el 2 de diciembre. Todavía tenía atornillado en
mi cabeza. Mi cuero cabelludo se despegó en el lado el frente y atrás de mi cabeza. Mi cabeza y mi cuello
derecho. Los médicos me contaron que debido al estaban inmovilizados. No tuve que someterme a
golpe que sufrí al ser lanzado fuera del vehículo, el ninguna operación quirúrgica, milagrosamente. Me
lado derecho de mi cerebro fue parcialmente cortado fui a casa y allí me recuperé totalmente en abril del
y muchas células fueron aplastadas. siguiente año.

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Testimonio del sacerdote Steven Scheier
El obispo mantuvo abierta mi parroquia. Regresé en mayo. Adquirí otro auto.
Tuve que manejar esa misma carretera hacia mi parroquia, lo cual fue muy difícil.
De regreso a mi parroquia, un día de la semana que estaba celebrando la Santa Misa,
cuando estaba leyendo el Evangelio según San Lucas, el que hemos escuchado muchas veces:
sobre el granjero que salió a inspeccionar sus árboles y viñedos, y le dijo al labriego:

“Por tres años he venido acá a inspeccionar este árbol y no he encontrado frutos.
¿Por qué no lo cortas y lo hechas al fuego?” Y el labriego le dijo: “Señor, déjame
abonarlo y remover la tierra, entonces veremos si produce frutos. Si no produce
frutos, lo cortaré”.

Cuando estaba leyendo esto en el leccionario de la Iglesia, yo estaba estupefacto.


Las cosas no suceden así. LA PÁGINA SE VOLVIÓ LUMINOSA, SE AGRANDÓ,
COMO QUE SALTÓ DEL LECCIONARIO HACIA MÍ. Finalicé la Misa como pude,
regresé a mi rectoría, me senté en una silla, tomé varias tazas de café y recordé
una conversación que había tenido lugar poco después del accidente.

Yo estaba delante del Trono de Justicia de Jesucristo.


No tengo cómo estimar cuánto tardó el que Él pasara revisión de toda mi vida.
Él estaba acusándome de varias cosas, a todas las cuales dije que SÍ.
No hubo protesta. Yo tenía planeado, como creo que muchos de nosotros lo tienen,
que cuando me presentara ante el Trono de Justicia podría presentar muchas excusas,
diciendo: ´Pero, Señor, ella me empujó hasta el punto de que no podía hacer nada más´.
O algo así como: ´Señor, tuve un día malo, no me sentía bien, tú sabes, y ese fue el motivo
por el que no hice esto´. Yo tenía una serie de excusas, pero eso no sirve en tu juicio personal.

Yo estaba hablando a LA VERDAD.


Y cuando estás hablando a LA VERDAD, no puedes presentar excusas.
Todo lo que dices es: SÍ, ESA ES LA VERDAD.
Así es como yo dije: SÍ, SEÑOR, YO SÉ.
Al final Él dijo: MI SENTENCIA ES EL INFIERNO.
De nuevo dije: SÍ, SEÑOR, LO SÉ.
Es lo único que podía decir, es la única cosa lógica que yo podía decir.
YO SABÍA QUE ESTO ERA LO QUE MERECÍA.
No lo vi, sólo escuché.

Entonces, escuché una voz femenina:


“Hijo, por favor, ¿puedes perdonar su vida y su alma inmortal?”.
Y Él dijo:
“Madre, por 12 años él ha sido un sacerdote para sí mismo y no para Mí.
Deja que coseche el castigo que merece”.
Ella continuó diciendo:
“Pero, Hijo, si le damos gracias y fortalezas especiales, entonces veamos si da frutos.
Si no, hágase Tu voluntad”.
Hubo una pausa muy corta. Él entonces dijo:
“Madre, es tuyo”.

DESDE ENTONCES, YO HE SIDO DE ELLA.


RUTINARIAMENTE, SOBRENATURALMENTE,
de cualquier manera que quieran decirlo.

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Testimonio del sacerdote Steven Scheier
Existen cosas que Ella, la Virgen María, me ha dicho y ha hecho por mí
que yo debería haber hecho o haber dicho, pero esta es la clase de Madre que tenemos.

Ustedes pueden estar diciendo:


“Padre, usted debió haber tenido una devoción especial hacia la Virgen María antes del accidente”.
NO. DEBO CONFESAR OTRA COSA, ES IGUAL DE DURO, PERO UNO CREE
EN EL SEÑOR JESUCRISTO, LOS ÁNGELES, LOS SANTOS, LA SANTÍSIMA MADRE,
DE DOS MANERAS -creo yo-: CON LA CABEZA, INTELECTUALMENTE, Y CON EL CORAZÓN.
ESTO ES LO QUE ES IMPORTANTE, CREER CON EL CORAZÓN.

Yo creía en mi mente.
No sabía nada sobre el corazón.
Así que los ángeles, los santos, nuestro Señor, aún para un sacerdote, yo creía en ellos,
PERO ERAN AMIGOS IMAGINARIOS, NO ERAN REALES.

Cuando yo recuperé el conocimiento y la habilidad de pensar de nuevo, esa era una de las cosas
de las que yo estaba muy, muy consciente, que son las únicas cosas reales que existen.
Que el mundo no era más que un mundo de sombras.
QUE SÓLO TENEMOS UN HOGAR, NO ES AQUÍ,
Y QUE MUCHAS DE NUESTRAS PRIORIDADES ESTÁN CONFUNDIDAS.

Mis propias prioridades estaban confundidas.


Mis prioridades debían haber sido salvar mi alma y ayudar a otros a salvar su alma,
es lo que de todas maneras un sacerdote debe hacer, invertir en ese futuro.
No en el futuro en el cual yo estaba invirtiendo: de la felicidad aquí en la Tierra.

Un sacerdote ya retirado me dijo:


“Pero, padre, si usted hubiera muerto, ¿sus parroquianos hubieran pensado que usted
se había ido al infierno?”. NO. Pero déjenme decirles algo:

UNA DE LAS COSAS QUE ME ASOMBRÓ ES QUE ÉL NO TOMA EN CUENTA OPINIONES


NI TOMA UNA ENCUESTA DE POPULARIDAD. ÉL CONOCE NUESTRO CORAZÓN. ÉL ES EL
ÚNICO QUE IMPORTA, EN LO QUE A MÍ ME CONCIERNE. ÉL ES EL ÚNICO QUE CUENTA,
NO EL PADRE STEVEN SCHEIER, NADIE MÁS, PORQUE ESTOY SOLO ANTE ÉL EN JUICIO.
NO PUEDO SEÑALAR A ALGUIEN MÁS Y DECIRLE: “Pero, Señor, ella me hizo hacerlo”. O decirle:
“¿Por qué no pides su opinión sobre mí?”.

Tenemos una Madre.


Yo no tenía devoción especial hacia Ella.
Pero desde entonces, Ella se ha convertido en TODO.
Al pie de la Cruz, Jesús miró hacia Ella y al Apóstol amado,
y dijo: “MUJER, HE AHÍ A TU HIJO”, significando: “MADRE,
TE ENTREGO AHORA A TODA LA IGLESIA, TUS HIJOS E HIJAS
SON TUYOS”. Ella toma eso muy literalmente, muy seriamente.
Así que cualquiera de nosotros en esta misma situación sufriría las mismas consecuencias,
y experimentaría la misericordia divina de nuestro Señor Jesucristo.
Eso es lo que yo experimenté: Su misericordia, pero fue Su Madre quien vino e intercedió por mí.

Algo que he aprendido desde entonces es esta maravillosa verdad en relación a la Trinidad,
El Padre, El Hijo y El Espíritu Santo. Ninguno de ellos, ninguno, puede decirle NO a Ella.
NO PUEDEN. ES IMPOSIBLE. ELLOS NO LE DIRÁN “NO” A LA VIRGEN SANTÍSIMA.

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Testimonio del sacerdote Steven Scheier
¿No querríamos tener a esta persona de nuestra parte?

† MADRE ANGÉLICA: Muchos de los que están viéndolo ahora, padre, no están conscientes
de que hacen cosas para el Señor. ¿Qué fue en su vida lo que el Señor pudo decir que usted
hizo sólo para usted? ¿Fue sólo la opinión de los hombres? ¿Fue el placer? ¿Qué fue?
† PADRE SCHEIER: Madre, era un proceso de pensamiento interior. Cuando Él dijo que yo era
un sacerdote para mí mismo y no para Él, le pegó al clavo en la cabeza. No importaba en absoluto
que Él estuviera involucrado. El prestigio del sacerdocio me mantuvo, como quien dice, en línea
con mis compañeros. No tenía problema en celebrar Misa, pero tampoco tenía problema en escuchar
la Misa, ninguno. La Eucaristía no significaba tanto para mí como para otro sacerdote. Había otros
sacerdotes que hablaban mucho sobre su primera Misa, la mía nunca fue así de importante. Yo creo
que fue una actitud de NO SER SACERDOTE PARA ÉL, de NO SER SU SEGUIDOR, lo que
significa sufrir. Yo siempre me corría de la Cruz, siempre. Desde entonces he descubierto que si nos
corremos de la Cruz, nos espera otra más grande dondequiera que lleguemos. No son duras, no,
las cruces del Señor no son duraderas, no son eternas, y Él siempre está ahí para hacerlas tan dulces
como le sea posible.

Yo fui un cobarde por esos 12 años. Fui un sacerdote que había tenido poco entrenamiento en espiritualidad
durante mi vida en el Seminario, a pesar de haber asistido al Seminario después del octavo grado. No había
ninguna espiritualidad envuelta, al contrario de cómo es en estos días en algunos seminarios. No estaba
preparado para el tipo de vida de un sacerdote. Esta vida es una vida de sacrificio. Ámala, o no seas un sacerdote.
No puedes ser un sacerdote si no lo amas. Lo que me llevó a la sentencia que recibí al final de los comentarios
de nuestro Señor, no fue tanto mi sacerdocio, sino que TAMBIÉN HABÍA ROTO MANDAMIENTOS. Y aún
los sacerdotes están sujetos a los Mandamientos.

La vida de un sacerdote fue como el decorado encima de un pastel, eso fue lo que Él dijo. El pastel estaba podrido
y el decorado estaba malo, agrio. Esos 12 años fueron una pantomima de ser un sacerdote. Yo no lo era.
Todo tenía que regresar a mí para darme seguridad: mis homilías, la vida que yo vivía en la parroquia, los
comentarios de las personas… todo esto sirvió para exaltarme. SI NO ERA EXALTADO, ERA YO QUIEN
SUFRÍA. Pero había maneras de hacerse cargo de esto, todos tenemos maneras de cómo escapar del dolor, y yo
tomé algunos caminos propios para escapar de ese dolor. Los sacerdotes están tan sujetos al pecado como
cualquier otra persona.

Mi misión es decirles que HAGAN SABER A LOS SACERDOTES


QUE ESTAMOS EXPUESTOS AL INFIERNO Y QUE EL INFIERNO EXISTE.
Pero también existe Su Divina Misericordia, Su amor es más grande que la justicia.

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Testimonio del sacerdote Steven Scheier
† MADRE ANGÉLICA: ¿Qué les diría a los sacerdotes hoy en día, especialmente aquellos
que están recién ordenados? ¿Qué ha aprendido, que quisiera que ellos aprendieran?
† PADRE SCHEIER: El consejo que daría a cualquier sacerdote recién ordenado u ordenado hace 40 años,
es que sea un sacerdote al servicio de nuestro Señor Jesucristo. Que sea un sacerdote de oración.
Que donde va la oración, va el sacerdocio. Que no debemos tener miedo de decir las cosas como son,
tal como las vemos, como deben ser. Esto no nos hará populares, pero esto es parte de ser sus seguidores.
ÉL NUNCA PROMETIÓ QUE SERÍAMOS POPULARES SIENDO SUS SEGUIDORES.
ÉL SÓLO PROMETIÓ CRUCES, PERO LAS CRUCES SON LLEVADERAS PORQUE ÉL ESTÁ AHÍ
Y PORQUE SU SANTÍSIMA MADRE ESTÁ AHÍ PARA ALIGERARLAS.

† MADRE ANGÉLICA: Padre, por lo que dice me parece que existe un proceso a través del cual
comenzamos a fallar, parece que para el sacerdote es el Breviario, la Adoración al Santísimo
y en el medio está nuestra Señora, ¿es eso cierto?
† PADRE SCHEIER: Es muy cierto, Madre. Yo no había dicho nunca nada específico sobre
cuáles eran mis fallas, y un sacerdote amigo me dijo: “Padre, puedo preguntarle, ¿rezó usted el Oficio?”.
Entonces yo dije, “Oh, Dios, NO LO HICE”. Era la primera vez que lo admitía. Como dije: un sacerdote
sin oración está muerto, muerto. Un sacerdote sin el Santísimo Sacramento está muerto. Un sacerdote
sin la Santísima Madre está muerto. Yo aprendí mi lección, pero le tomó el quebrar mi cuello y la amenaza
de condenación eterna sólo para lograr mi atención. SI TUVIERA QUE PASAR POR ESO MISMO OTRA
VEZ, SI ASÍ FUERA, NO QUISIERA REGRESAR A LO QUE YO FUI NUNCA, NUNCA.

† MADRE ANGÉLICA: Tenemos que darnos cuenta de cuán poderosa es nuestra Señora. Alguien podría
preguntar: ¿Es Ella más poderosa que nuestro Señor? Por supuesto que no. ¿Es Ella más misericordiosa que
Dios? Por supuesto que no. Su misericordia proviene de Dios, su poder proviene de Dios, Ella es la Madre, es algo
importante que debemos entender. Jesús, la Palabra Eterna hecho hombre, nos la dio a cada uno de nosotros
como nuestra Madre. Aquellos de ustedes que la han hecho a un lado, por favor regresen a su parroquia,
arrodíllense esta noche. ELLA ESTÁ AHÍ. Aquí está el padre, él no tenía devoción hacia ella, pero les apuesto
que en algún lugar su madre y todas esas personas maravillosas de diferentes denominaciones orando por él,
consiguieron que fuera salvado. Aunque estén en situaciones aparentemente imposibles de pecado, ELLA
ESTÁ AHÍ. Le doy gracias a Dios de que usted pasó por esa experiencia, no sólo por usted mismo, sino por
todos nosotros. Necesitamos saber que Dios espera que lo amemos, ÉL ES UN DIOS DE GRACIA Y UN DIOS
MISERICORDIOSO, PERO ÉL DESEA QUE LE AMEMOS A CAMBIO DE SU AMOR. No comprendemos
la asombrosa santidad de Dios y cuán bueno es con nosotros.
† PADRE SCHEIER: Yo me di cuenta de que estaba en pecado mortal. Me confesaba con regularidad,
pero no apropiadamente. UNA CONFESIÓN APROPIADA SIGNIFICA QUE CAMBIAS TU VIDA,
Y YO NO ESTABA POR CAMBIAR DE VIDA. Yo usaba ese sacramento como una especie de seguro
en contra de incendio. Pero no resultó.

† MADRE ANGÉLICA: ¿En medio del accidente tuvo tiempo de pensar en Dios?
† PADRE SCHEIER: No, no tuve tiempo, todo pasó tan rápidamente que no tuve tiempo de pensar en Él.

PADRE SCHEIER:
† Debemos respetar lo que la Iglesia nos enseña.
† Debemos respetar lo que el Señor nos da como bendiciones.
† Él dio a la Iglesia el Sacramento de la Reconciliación y que yo conozca, no puede ser reemplazado.
† Existen muchas bendiciones que acompañan la Coronilla de la Divina Misericordia, pero yo nunca la recé.
† Aún estamos obligados a cumplir con los Mandamientos de Dios y también de la Iglesia.
† Me preguntaba cuántas de mis confesiones eran válidas, porque no tenía un firme propósito de enmienda.

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Testimonio del sacerdote Steven Scheier
† Me sentía dolido por mis pecados, pero el tipo de dolor no era un dolor real, ERA UN DOLOR INTERESADO,
pues sabía que si moría con estos pecados en mi alma, Dios Todopoderoso me castigaría con condenación eterna:
ese tipo de dolor NO ES VÁLIDO.
† En la confesión sientes dolor por los pecados porque temes el castigo de Dios, eso está bien, es aceptable, pero el
dolor que Dios espera es un dolor desgarrador por dentro, por haberlo ofendido; por eso hablamos de UN ACTO
DE CONTRICIÓN PERFECTA, porque no siempre podemos estar perfectamente arrepentidos.
† No podemos estar temerosos de las consecuencias como si cometiese adulterio, uno puede estar arrepentido
diciendo: “Oh, Dios, si mi mujer se enterase me mataría”. Eso es temor, no es dolor. NO PUEDO ESTAR
ARREPENTIDO SÓLO POR ESA RAZÓN.

† Al momento en que casi fallecí me encontraba en la desafortunada situación de no importarme nada y


tomando algunas cosas de hecho, lo que no debí haber hecho, asumí ciertas cosas que no debería haber asumido.
Yo me decía: “Hay tiempo para mí, más adelante, para convertirme”.
† Para ser un buen sacerdote, para cambiar, no hay tiempo: es ahora mismo o nunca.
† TUVE DOS PEQUEÑOS ACCIDENTES, EL SEGUNDO MÁS GRANDE QUE EL PRIMERO. LE DIJE A MI
CONFESOR: “Siento que vendrá otro, el próximo será el grande”. LO FUE, ÉL TENÍA SUS MANERAS DE
ADVERTIRME Y YO NO LO ESCUCHÉ, YO NO PODÍA ESCUCHAR, A SABIENDAS NO ESCUCHABA
POR EL PLACER QUE ESTABA EXPERIMENTANDO.
† Yo no estaba dispuesto a permitir que me quitaran el placer que experimentaba.
† Mientras tengas aliento y tienes propósito de enmienda, estás bien. La reconciliación es un tiempo de
conversión. Es presuntuoso pensar: “Soy joven y tengo mucho tiempo”, porque ello significa que no queremos
convertirnos.

Pertenezco a la Orden “Intercesores del Cordero” -Intercessors of the Lamb- [https://bellwetheromaha.org/] una
comunidad de Omaha, Nebraska. Fuimos fundados por la Madre Nadine Brown. Somos una asociación piadosa de
fieles, somos contemplativos. Canónicamente ya se dio el primer paso, estamos esperando por el segundo paso, que nos
permitirá estar más disponibles por toda la Diócesis. No somos de claustro. Oramos, somos intercesores, y oramos por
sacerdotes especialmente. Nuestra misión son los sacerdotes y cualquier cosa que El Espíritu Santo ponga en nuestros
corazones. Somos carismáticos. Nuestros colores emblemáticos son azul agua y blanco, los que ven en este hábito que
llevo puesto. Nuestro centro de formación se encuentra en Omaha, Nebraska, y hasta el momento somos 21 miembros.
Enfatizamos los 3 segmentos del sacerdocio: el sacerdocio de los fieles, la vida religiosa y el sacerdocio ministerial. En
estos momentos tenemos 3 sacerdotes y 18 hermanos y hermanas.

Tenemos seglares involucrados, llamados Compañeros. Por el momento no sé cuántos existen por todo Estados Unidos
y por todo el mundo, pero somos una comunidad relativamente nueva, muy bella. NUESTRO CARISMA ES UN
LLAMADO AL CALVARIO, es decir: SUPLIMOS LO QUE FALTA EN LOS SUFRIMIENTOS DE CRISTO. Nosotros
no escogemos cómo vamos a hacer esto, El Espíritu Santo, Nuestro Señor, Su Padre, nos inspiran por quien ellos
decidan que oremos, por quien ellos decidan que hagamos reparaciones.

† Tenemos un grave problema en la sociedad actual: el mensaje generalizado de “NO TE SIENTAS CULPABLE,
NADA ES TU CULPA, ERES ASÍ POR EL AMBIENTE EN QUE CRECISTE, POR TUS PADRES, ETC”.
Bien, si no te sientes culpable, ¿por qué y para qué confesarte? Un sacerdote puede sentarse hoy en un
confesionario todo el día sin que nadie llegue donde él, por cuenta de este mensaje que está introyectado en
nuestra cultura, que nos dice “nadie ha pecado”.
† Uno de los tiempos más hoscos en mi sacerdocio en la Parroquia de Nuestra Señora de Los Ángeles, era cuando
escuchaba confesiones durante la Navidad: ¿por qué?, eran personas que venían de 8 a 10 años de no asistir a
confesarse. Después de confesar esa parte, invariablemente la gente decía: “Pero, Padre, ¡yo no creo haber pecado!”
y yo cerraba mis ojos esperando que el Dios Todopoderoso comprendiera. Les indicaba la penitencia, les
agradecía, les deseaba Feliz Navidad y oraba para que regresaran el próximo año. Así es como la gente pensaba:
“No he cometido pecado”.

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Testimonio del sacerdote Steven Scheier
† Hay que regresar a lo que es el pecado y lo que es cometer pecado.

LO QUE FALTA EN LA IGLESIA DE HOY


https://www.youtube.com/watch?v=1sWAHcppLvY&t=339s

Errores que permanecen en la Iglesia de Cristo,


por sus sacerdotes y seguidores:

-La Madre de Dios me advirtió que en mis exposiciones, no puedo entretener a la gente
y que no debo esperar consuelo. Que debo traerle las palabras de su Santo Espíritu
acerca de por qué me salvé.
-Debo mi conocimiento al hecho de que he estado frente a la Corte de Dios Todopoderoso.
-La Divina Misericordia me libró de la destrucción eterna.
-Nuestro Señor me dijo recientemente que soy un vivo ejemplo de Su Misericordia.
-Debo transmitir mi experiencia a la Iglesia Católica de todo el mundo.

No todos son culpados, por favor ténganlo en cuenta.


La primera área que requiere atención en todo el mundo es EL TEMA DE LA CONFESIÓN.
En cualquier parroquia se ve en un fin de semana la gran caída y el colapso que Cristo mismo instituyó,
cuando apareció a Sus discípulos después de resucitar de entre los muertos.
Sus primeras palabras, después de señalar a los discípulos, fueron: “PAZ A VOSOTROS”.
Nuevamente repitió: “PAZ A VOSOTROS”. “Como el Padre me envió, también Yo os envío”.
Cuando dijo esto sopló sobre ellos y les dijo: “Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados,
éstos les serán perdonados, y a quienes retengáis los pecados, les serán retenidos” (Jn 20:21-23).
Debido a estas palabras LOS SACERDOTES TIENEN EL PODER DADO POR DIOS DE ABSOLVER LOS
PECADOS DE LOS HOMBRES. Y debido a estas palabras, HAY UN SACRAMENTO LLAMADO EL
SACRAMENTO DE LA RECONCILIACIÓN.

¿Cuál es el problema, entonces?


QUE MENOS PERSONAS SE SIENTEN CULPABLES DE SUS PECADOS.
Si una persona no se siente culpable, no hay necesidad de que acuda a la confesión, según su propia opinión,
ya que no cometió pecado. Considero que los psicólogos y psiquiatras tienen UNA GRAN CULPA, le han dicho
a la gente -a veces públicamente- que NO TIENEN QUE SENTIRSE CULPABLES POR ESTO O AQUELLO.
Que deben culpar a sus padres y al medio ambiente por la forma en que fueron educados.
Esto resulta BORRANDO la culpa de la persona.
Ese es uno de los mayores fenómenos que ha contribuido a la disminución de la cifra de las confesiones en la
actualidad.

Otra razón por la cual algunos sacerdotes, con buenas intenciones, aconsejan a los arrepentidos:
QUE NO TENGAN QUE CONFESARSE A MENUDO, y cuando el arrepentido habla de sus pecados o del
número de pecados, el confesor le dice que “ciertas cosas no son pecaminosas”, sino que son “el resultado de la
tensión, la ansiedad o el cansancio”. En última instancia, el transgresor concluye que LA MAYORÍA DE SUS
PECADOS NO SON EN ABSOLUTO PECADOS, sino que las meras debilidades humanas han surgido de
una causa o de un problema o fenómeno físico.

La mayoría de los católicos NO TIENEN elección de confesores.


Algunos van a otras parroquias donde los sacerdotes son MÁS TRADICIONALES en su relación con el
arrepentido.
Pero algunos sienten que no pueden abandonar su parroquia PARA NO PERDER LA PAZ INTERIOR QUE
TANTO LES GUSTA.
Esto hace que las personas ya no tengan la oportunidad de confesarse.

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Testimonio del sacerdote Steven Scheier
También sienten que el sacerdote NO ES TAN COMPASIVO Y LLENO DE COMPRENSIÓN como lo fue antes.
Una de las mayores catástrofes del sacerdocio actual, que crece cada vez más en el mundo -especialmente en
los Estados Unidos- me parece que es la expresión de LAS OPINIONES PERSONALES de los sacerdotes a los
laicos sobre las cuestiones de la enseñanza de la Iglesia.
A menudo, los sacerdotes olvidan que son REPRESENTANTES ORDENADOS DE LA IGLESIA.
Por lo tanto, deben predicar lo que la Iglesia enseña, no opinar sobre ello.

Si un sacerdote quiere dar su opinión sobre algo definido por el Magisterio de la Iglesia,
debería quitarse el clériman (cuello sacerdotal) y decirle a la gente que es “su” opinión.
Esto también se aplica a las confesiones y a los discursos desde el púlpito.
LOS SACERDOTES SON PASTORES ORDENADOS DE LA IGLESIA.

Uno de los fenómenos de la vida parroquial en los últimos 25 años es el hecho de que
los sacerdotes no mencionan en sus sermones EL TEMA DEL INFIERNO, EL CASTIGO ETERNO
y EL JUICIO JUSTO DE DIOS. La justicia de Dios y Su ira, que no es lo mismo que el amor de Dios,
ya no se menciona en el púlpito. Está claro que los creyentes no tienen que confesarse, pues “no
queremos molestar a los fieles” y especialmente “no queremos molestar a los creyentes ricos que donan
grandes sumas de dinero a la parroquia y son generosos con nosotros”.

Lo que se dice en la predicación es PAZ, AMOR, Y ALEGRÍA.


Esos temas seguramente no tendrán resurrección y la predicación del reverendo tendrá éxito.
Y nuevamente se confirma: si no hay culpa, no hay pecado, entonces ¿para qué un creyente se confesaría?
También es cierto que los sacerdotes a veces quieren ser POPULARES, quieren que la gente se sienta bien
y no se sienta culpable al salir de su parroquia, y la mayoría de ellos quiere que la gente diga al salir del
templo: “Reverendo, fue un sermón fantástico”.

Qué tanto se ve afectada la Iglesia de hoy

-Un signo es la falta de oración.


-En las parroquias modernas de hoy, se les puede informar sobre todas las organizaciones dentro de la
parroquia que le ayudarán en el proceso de sanar sus heridas o lo ayudarán con cualquier tipo de problema que
encuentre: grupos para recién divorciados, viudos, solteros, jóvenes, niños, padres, etc.
-La mayoría de estos grupos suelen ser reuniones sociales.
-Donde una persona sienta que la Iglesia puede ayudarle en su situación y porque conoce a otros que tienen el
mismo problema.
¿A DÓNDE SE HA IDO LA ORACIÓN?

Después del Concilio Vaticano II, que ha sido mal interpretado de muchas maneras, muchos servicios han sido
expulsados por considerarse “caducos” o “anticuados”, de manera injustificada, de todas las parroquias de todo
el mundo y con el permiso del párroco. Ejemplo: vigilias de oración, tales como novenas, grupos de oración, Hora
Santa, Bendición, Adoración Perpetua del Santísimo Sacramento, han sido removidos de la actividad
parroquial de manera tan frecuente que parece increíble.

LA ORACIÓN ES INÚTIL HOY, “organicemos mejor para resolver problemas, organicémonos para remediar
situaciones”. La oración ES necesaria, no ERA necesaria (en el pasado). Pero ya no es así ahora.
Hay una razón más por la que no hay más oración: porque lleva tiempo, y la gente ya no tiene tiempo.
Además, algunos sacerdotes no quieren que sus feligreses piensen que tienen demasiado tiempo.
También sucede que la oración le quitará tiempo al sacerdote para mirar TV y enterarse de las noticias, irse de
vacaciones con parroquianos o amigos, o incluso con otros sacerdotes.

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Testimonio del sacerdote Steven Scheier
Muchos sacerdotes dan información a sus feligreses: “Estoy agotado, por favor no me pidan que haga más
cosas”. En consecuencia, el sacerdote tiene más y más tiempo para NO HACER ABSOLUTAMENTE NADA.

Otra área en la que vemos una caída


en la espiritualidad tradicional:
AL INTERIOR DE NUESTRAS IGLESIAS

-En nombre del “ecumenismo”, se ha hecho mucho para privarnos de nuestra fe católica
y degradarnos como católicos.
-Hoy, muchas iglesias no tienen reclinatorios.
-En algunas de ellas, los asientos teatrales son suficientes, no hay Estaciones del Via Crucis,
Imágenes de santos, estatuas de la Virgen María, luces ni velas. Y sin Crucifijo. La Cruz sí,
pero un Crucifijo no. El Crucifijo tiene el Cuerpo de Cristo y esto es ofensivo para nuestros hermanos
no católicos.
-La sede o silla del sacerdocio ha reemplazado al Tabernáculo en el centro del Santuario.
-El reverendo ahora es el centro, el Tabernáculo está al costado en algún lugar o en la otra
habitación fuera de la Iglesia, pero definitivamente fuera de la vista.
-Los movimientos de fieles están en armonía con la atmósfera o falta de atmósfera en estos templos.
-El reverendo y los feligreses ya no se doblegan de rodillas frente al Santísimo Sacramento,
sólo hacen una pequeña reverencia.
-Los feligreses son animados o incluso forzados a permanecer de pie durante la Consagración,
“¿no saben que arrodillarse es tan anticuado?”.

Observamos cómo se visten los feligreses hoy para la Misa: muy informal.
Podemos incluso decir que se visten “negligente”.
En algunas parroquias, a los laicos se les permite hacer casi de todo, excepto celebrar, confesar,
Casar, bautizar y enterrar personas.
Conozco una parroquia en el estado de Washington (USA) donde el sacerdote autorizaba
a las mujeres laicas a mantener sermones durante 3 de los 4 fines de semana del mes.
En algunos templos, el sacerdote se siente en su silla durante la Comunión, mientras que
ministros extraordinarios de la Comunión imparten la Sagrada Eucaristía, bajo una o dos especies,
lo cual está PROHIBIDO. Pero “cuanto menos reverente, debe funcionar mejor”.

En la década de 1950, hubo un comentario:


“Que no hay fraternidad mayor que la fraternidad del sacerdocio”.
Probablemente fue cierto, porque el servicio del sacerdocio era lo que los sacerdotes significaban
uno para el otro. Pero las cosas han cambiado desde entonces. Ahora esta es una historia
completamente diferente. Hoy, los sacerdotes no apoyan a otros sacerdotes.
En una diócesis de los Estados Unidos, y supongo que es lo mismo en el mundo,
hay dos maneras en que un sacerdote mira a otro sacerdote:
† Si el sacerdote trabaja bien y hace un buen trabajo, los otros sacerdotes preguntan:
¿Qué quiere probar?
† Si cometió un error, más grande o más pequeño, otros sacerdotes dirán:
“Ya ves, te lo dije, ¿qué más puedes esperar de alguien así?”.

Algo sumamente triste.


Entonces, ¿a quién debería recurrir el sacerdote por ayuda?
Si se dirige a otro sacerdote para recibir ayuda espiritual o de otro tipo,
la conversación irá en la dirección de beber un trago o del debate sobre el fútbol.
Sin embargo, cuando los sacerdotes están allí reunidos, no deberían hablar de negocios,
sino de “disfrutar el golf o la noche del sábado”.

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Testimonio del sacerdote Steven Scheier
Sorprendentemente, en nuestra Diócesis todavía tenemos sacerdotes que pueden llamarse
SACERDOTES. Estos hombres son vistos por otros sacerdotes como SANTOS.
A ellos se les puede abordar siempre, independientemente del problema.

Sobre la instrucción religiosa para estudiantes


que no pueden asistir a escuelas católicas:

-Desde el comienzo de la década de 1970, los textos para la enseñanza de la religión católica
se vieron privados de la doctrina y el dogma católicos.
-Los textos para la enseñanza del Catecismo tienen a Jesús sonriente en un lado y en el otro lado,
con las letras subrayadas: JESÚS TE AMA. Eso es lo que nuestros niños han estado aprendiendo
todos estos años. Se les ha privado del aprendizaje de Los Mandamientos, las leyes de la Iglesia
sobre el pecado venial y mortal y las diferencias entre ambos, cómo hacer una buena confesión
examinando sus conciencias; se les ha privado del aprendizaje de que es posible que no tengan fe
con respecto a la Presencia Real de Jesucristo en el Santísimo Sacramento.
-La manera ultra informal y despreocupada en que los fieles reciben hoy La Sagrada Comunión
simplemente confirma este dilema.
-Los padres de familia no avalan la confesión, tampoco lo hacen sus hijos.
-Los padres de familia no envían a sus hijos a la confesión ni a la confraternidad de la doctrina cristiana.
-Los padres de familia, por supuesto, quieren que sus hijos los amen y por lo tanto,
no les exigen hacer lo que no quieren.

Podríamos continuar con la lista de horrores,


pero esto es suficiente para que sacerdotes y laicos tengan una imagen específica
de la dirección que tomará la Iglesia.
¿A DÓNDE CONDUCE TODO ESTO?
No soy un profeta, pero sí se que esto, ciertamente, no es lo que nuestro Señor quiso
que esta Iglesia hiciera o fuera.

¿ES MUY TARDE PARA CAMBIAR A LO QUE JESÚS NOS DICE


Y A LO QUE SIEMPRE NOS HA DICHO?
No es muy tarde. Nunca es demasiado tarde para el cambio.

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Testimonio del sacerdote Steven Scheier

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