La gestión deja de ser una tarea aislada para constituirse en una herramienta que sirve para
ejecutar las acciones necesarias que permitan ordenar, disponer y organizar los recursos de un
proyecto, utilizando procedimientos específicos y optimizando la relación entre recursos y
resultados.
Objetivos de la gestión: Conocer y hacer el mejor uso posible de los recursos disponibles para
satisfacer de manera óptima los objetivos perseguidos, teniendo en cuenta las limitaciones que se
puedan presentar.
Niveles de gestión
Las labores de gestión abarcan todos los ámbitos de un proyecto, incluyendo los administrativos e
incluso financieros, el alcance y la trascendencia de las acciones que se ejecuten. En este ámbito
se destacan los siguientes niveles:
La estimación del tiempo forma parte del proceso de Gestión del Tiempo de la Administración de
Proyectos.
La Gestión del Tiempo del Proyecto incluye los procesos necesarios para lograr la conclusión del
proyecto a tiempo. Los procesos de Gestión del Tiempo del Proyecto incluyen lo siguiente:
Definición de las Actividades: identifica las actividades específicas del cronograma que deben ser
realizadas para producir los diferentes productos entregables del proyecto.
Estimación de Recursos de las Actividades: estima el tipo y las cantidades de recursos necesarios
para realizar cada actividad del cronograma.
Estimación de la Duración de las Actividades: estima la cantidad de períodos laborables que serán
necesarios para completar cada actividad del cronograma.
Desarrollo del Cronograma: analiza las secuencias de las actividades, la duración de las actividades,
los requisitos de recursos y las restricciones del cronograma para crear el cronograma del
proyecto.
Control del Cronograma: controla los cambios del cronograma del proyecto.
COSTOS
La estimación de costos de una actividad es una evaluación cuantitativa de los costes probables de
los recursos necesarios para completar las actividades del cronograma del proyecto. Este tipo de
estimación puede presentarse en forma de resumen o en detalle.
Los costos se estiman para todos los recursos que se aplican a la estimación de costos de la
actividad. Esto incluye, entre otros, la mano de obra, los materiales, los equipos, los servicios, las
instalaciones, la tecnología de la información, y categorías especiales como una asignación por
inflación o una reserva para contingencias de costo.
DEPRECIACIÓN
Cuando oímos que ha habido inflación significa que los precios han subido
o se han «inflado», de ahí su nombre.
Existe inflación cuando aumentan de forma sostenida los precios del
conjunto de bienes y servicios de una economía. Es decir, cuando la media
de los precios de todos los bienes y servicios de un país sube.
La subida de precios provoca la pérdida de poder adquisitivo de los
ciudadanos. O dicho de otra manera, si hay inflación significa que con el
mismo dinero podremos comprar menos cosas que antes. Por ejemplo, si el
precio de las naranjas es de 2€ el kilo, una persona con 10 € puede
comprar 5 kilos, pero si el precio sube a 2,5 € ya sólo podrá comprar 4 kilos.
VALOR DE RESCATE
Valor de Rescate, Valor de Desecho o Valor de Salvamento Es el que supuestamente tiene o tendrá
el Activo al final de su vida útil. Se le simboliza con “Cn”.
Puede ser positivo cuando se vende para otros usos a otros clientes, por lo que representa una
recuperación económica para el propietario; puede ser también negativo, si requiere un gastos
adicional para su remoción.
Por ejemplo, la inversión que se hace al demoler un edificio luego de haber culminado su vida de
servicio. También puede ser nulo si se convierte en un total y absoluto desperdicio.
Para los cálculos de ciertos bienes como el de los automóviles usados, el valor de compraventa
puede ser considerado como su valor de rescate para el que lo vende.
Valor Contable o Valor en Libros: Es el que tiene el activo al final del año k-ésimo, luego de
depreciarse.
13.
La negociación por tanto es una herramienta importante para lograr lo que queremos
de otras personas, sobre todo cuando no se tienen intereses en común. Es poco
probable que nos guste, por decreto, vivir en conflicto, a menos que sea su
temperamento natural. En líneas generales, afecta en mayor o menor grado la
productividad de las personas. De allí que podría manifestar que la negociación y el
conflicto son dos caras de la misma moneda. Necesitamos aprender a utilizar la
primera para poder manejar al segundo, porque los dos estados están presentes en
nuestra vida diaria.