Mi fascinación por el concreto, los paisajes industriales
y lo que más tarde conocí como Brutalismo, comenzó a
una edad temprana. No es sorprendente, ya que crecí
en el noreste de Inglaterra a fines de los años setenta.
En ese momento, British Steel y la planta química ICI
comandaban los flancos norte y este de Middlesbrough,
la ciudad en la que nací y crecí. Estas plantas químicas
y siderúrgicas no solo dominaron el horizonte más allá
del centro de la ciudad, sino que también
proporcionaron una banda sonora industrial de
implacables ruidos metálicos. Sería justo decir que la
colisión de este paisaje industrial y del audio en hoja de
metal ha formado e informado mi gusto tanto en
arquitectura como en música. También me ha servido
como una fuente regular de inspiración en mi trabajo
como diseñador gráfico y mi incesante documentación
fotográfica de la arquitectura brutal William, mi abuelo,
era un trabajador del acero en el alto horno de Dorman
Long en Lackenby, cerca de Redcar. En un día muy frío
en el invierno de 1974, durante una de nuestras visitas
regulares a su lugar de trabajo, me di cuenta por
primera vez: a través de la ventana trasera del Ford
Anglia blanco: la torre del horno de coque largo de
Dorman en el sur. Banco. Este monolito industrial,
diseñado por la firma de ingeniería Simon-Carves
Limited, fue el primer edificio de concreto que me causó
una impresión duradera. Sin compromisos y sin rostro,
la estructura alimentó mi imaginación. A una edad tan
temprana no me di cuenta de que era posible construir
algo tan alto e imponente usando solo concreto. Es un
testimonio de la fuerza y la resistencia de este material
de construcción, a pesar de que la estructura tiene más
de sesenta años, que aún se enorgullece del espacio
ahora desolado que lo rodea.
En cualquier tarde fría y gris del domingo en la década
de los 70, a mi hermano Simon ya mí se nos ofrecería
una opción: conducir al campo de Yorkshire del Norte o
visitar las obras. Más a menudo el destino de elección.
Junto a British Steel, las obras, formalmente conocidas
como la planta química ICI en Wilton, eran una enorme
masa de tubos y cilindros increíblemente enredados,
rematados por penachos de humo continuamente
forzados hacia el cielo a través de una masa de
chimeneas metálicas [02]. Por la noche, sin embargo,
se convirtió en un mundo completamente diferente,
transformándose en una Las Vegas resplandeciente e
industrial iluminada por llamas. Este punto de vista
inspiró a otros, incluido el director de cine Ridley Scott,
también nativo del noreste que basó las chimeneas en
las escenas iniciales de Blade Runner en la planta de
ICI en Wilton. Por esto, el panorama arquitectónico más
amplio estaba cambiando. Apenas unos años antes, en
1966, el crítico de arquitectura Reyner Banham había
usado el término "Brutalismo" en su ensayo Nuevo
Brutalismo: ¿ética o estética? El término ganó
popularidad y se usó para referirse al estilo de
arquitectura que se estaba volviendo cada vez más
popular en todo el Reino Unido, así como en Francia,
Alemania, Japón, Estados Unidos, Canadá, Brasil,
Israel y Australia. A menudo encargados por clientes
gubernamentales, culturales e institucionales, la
arquitectura brutalista se estaba convirtiendo en una
solución popular para viviendas de bajo costo, centros
comerciales, estructuras de campus universitarios y
edificios gubernamentales. Pero no fue solo la
eficiencia económica lo que ofrecía la construcción
concreta y el brutalismo. Los arquitectos que lo
favorecían adoraban la "honestidad" del material, las
oportunidades escultóricas, la modernidad
intransigente y las intenciones socialmente progresistas
que subyacen al estilo en un clima de declive
económico, descontento político y, en Europa, las
largas décadas de publicación. Reconstrucción de la
guerra.
Estos nuevos edificios Brutalistas, al mismo tiempo que
satisfacían necesidades muy diferentes, eran tan
funcionales, imponentes y musculosas como las torres
industriales del Noreste. Me sentí cada vez más
fascinado por los visionarios y audaces estados de
vivienda que surgieron de los restos bombardeados del
extremo este de Londres. No siempre se adaptan
cómodamente a su entorno victoriano de posguerra, los
nuevos edificios de concreto y los barrios de viviendas
sociales parecían, a veces, como si hubieran
descendido de otro planeta para colonizar la Tierra.
Pero, mientras muchos arquitectos se inspiraron en las
posibilidades sociales y estéticas del Brutalismo, la
reacción del público fue a menudo hostil. Algunas
estructuras brutalistas se asociaron con el deterioro de
la decadencia urbana ya que los edificios envejecieron
y se mantuvieron en malas condiciones. El concreto
tendía a resistir mal, especialmente en los climas fríos
del norte, y a medida que decaían, los edificios se
convirtieron en blanco de vandalismo y graffiti. Lo que
la percepción popular pasó por alto, sin embargo, fue la
ideología utópica que buscaba genuinamente
transformar y modernizar las condiciones de vida y de
trabajo. No es sorprendente que estas ambiciones
sociales también resonaran en lo que entonces era el
bloque comunista en Europa del Este, donde floreció el
brutalismo desde la década de 1960 en Bulgaria,
Checoslovaquia, Alemania Oriental y Rusia. Entre los
ejemplos notables se incluyen el Ministerio de
Carreteras en Georgia (página 119), los edificios de
apartamentos de Plac Grunwaldzki en Polonia (página
76), el Instituto de Diseño de Robótica y Cibernética
Técnica en Rusia (página 206) y en el espectacular
Sanatorio Druzhba en Ucrania (página 20). 186).
Independientemente de sus orígenes políticos y
ambiciones sociales, el poder estético de la arquitectura
brutalista es innegable. En los años 60 y 70, muchos
arquitectos optaron por emplear el estilo brutalista,
incluso cuando trabajaban con grandes presupuestos y
clientes privados únicamente por la misa y la
majestuosidad.
Se ofreció en la obra de arquitectos como Marcel
Breuer, Le Corbusier, Louis Kahn y Paul Rudolph, el
brutalismo encontró su máxima expresión. Algunas de
las obras icónicas del estilo incluyen la Iglesia de la
Abadía de San Juan de Breuer en los Estados Unidos
(página 79), la Unité d'Habitation de Le Corbusier en
Francia (página 107), el Complejo de la Capital
Nacional de Kahn en Bangladesh (página 144) y la
Facultad de Arte de Rudolph y edificio de arquitectura
en Yale (página 213). Mientras que la arquitectura
brutalista originalmente se arraigó en Gran Bretaña,
Europa continental y Estados Unidos en particular, las
semillas se dispersaron por todo el mundo. El
brutalismo se hizo popular en Australia, por ejemplo el
CBC St Leonards Center, en Sydney (página 81), en
Argentina, con un trabajo sobresaliente de Clorindo
Testa, incluido el Banco de Londres y América del Sur
en Buenos Aires (página 26), en Brasil, donde Lina El
Museo de Arte de São Paulo de Bo Bardi en São Paulo
es el ejemplo supremo (página 190) y Japón, donde
Kenzo Tange, entre otros, llevó el brutalismo a un
nuevo nivel, por ejemplo, en el Gimnasio de la
Prefectura de Kagawa en Kagawa (página 18). Más
cerca de casa, en el puñado de veces que lo visité, la
nave espacial cubista de hormigón del Pabellón de
Apolo, diseñada por el artista británico Victor Pasmore,
me transportó a la galaxia muy, muy lejos [03]. El
pabellón fue nombrado después de la primera misión
tripulada a la luna en 1969, el año en que se construyó
la estructura. Podrías jugar en él y trepar en él, aunque
era implacable en las rodillas. Sin lugar a dudas, sus
bordes afilados, ángulos de noventa grados y líneas
rectas despertaron mi interés y entusiasmo por todas
las cosas 'Brutal mucho antes de que escuchara la
palabra. Era el primer edificio de este tipo que había
visto. A partir de ese momento me enamoré del
hormigón en bruto. Más tarde, a los nueve años,
recuerdo que en uno de mis primeros viajes a
Newcastle, maravillándome de la reciente inauguración
futurista.
Su camino con cautela a lo largo de los caminos de
montaña nevados de la región de Haute Savoie en el
sureste de Francia. Flaine, que se encuentra en las
fronteras de Suiza e Italia, fue nuestro destino. Pero los
falsos edificios de tejado tirolés que habían esperado
no se veían por ninguna parte. En cambio, me saludó
un imponente grupo de edificios modernos que
brillaban a la luz del sol de la mañana. Me sentí
inmediatamente cómodo en mi entorno temporal, y el
lenguaje de estos edificios me pareció extrañamente
familiar, como alguien que había trepado sobre el
Pabellón de Apolo cuando era niño. Flaine fue una
creación de Eric Boissonas, un ingeniero geofísico, su
esposa moderna, Sylvie, y un elenco de apoyo que
incluía al arquitecto en jefe Marcel Breuer. Concebida
en 1959 y inaugurada una década más tarde, Flaine
también cuenta con una serie de esculturas: La Téte de
Femme de Pablo Picasso, Le Boqueteau de Jean
Dubuffet y Les Trois Hexagones de Victor Vasarely,
este último se ubicó fuera del hotel en el que estaba
alojado. La joya de la corona de hormigón de Flaine es
el Hotel La Flaine, en voladizo, que se adhiere
precariamente a una pared de roca escarpada [07]. Ahí
radica el genio de Marcel Breuer y la belleza Flaine, la
facilidad con que estos monolitos de hormigón se
adaptan perfectamente al entorno más natural. El
deporte de invierno fue una gran experiencia. Sin
embargo, fueron los edificios los que más me
impresionaron, mucho después de que la euforia de
aprender a esquiar se hubo calmado, y más tarde,
sentado en la biblioteca de la escuela de arte, se dio
cuenta con deleite de que me había alojado en un
Marcel Brever. Hotel diseñado. Mi segunda experiencia
'brutalista' ocurrió cuando era un adolescente, pocos
años después de la epifanía de mi primera exposición
al estilo a través de Trinity Square Car Park Gateshead.
Me dirigía a Sheffield para pasar una noche de
hedonismo electrónico sin adulterar, y desde la
comodidad de mi lujoso asiento tapizado para el
entrenador disfruté de una vista panorámica de la
ciudad. Sobre un cielo gris de Yorkshire, el imponente
complejo de edificios de concreto radical conocido
como Park Hill y Hyde Park Estates, que se
encontraban en una de las siete colinas de la ciudad,
dominaba el horizonte. La magnitud de estas
urbanizaciones sociales fue abrumadora e
impresionante. Park Hill (08] abrió sus puertas en 1961
y fue diseñado por Jack Lynn e Ivor Smith, quienes se
inspiraron en la Unité d'Habitation de Le Corbusier en
Marsella (página 107) y el trabajo de los arquitectos
británicos Alison y Peter Smithson, que estaban
estrechamente relacionados con el Nuevo movimiento
de brutalismo. Park Hill fue catalogado como Grado II
en 1998, salvándolo de la suerte que le ocurrió a Hyde
Park que fue demolido en 1991. Más allá de la
regeneración actual de Park Hill, su antiguo yo distópico
fue inmortalizado por Jarvis Cocker y Pulp en 1992.
pista Sheffield: Sex City "Después de la separación de
The Jam en 1982, me encontré en la búsqueda de otra
cosa para entretenerme sonora. Ya estaba adorando
en un altar musical diferente, uno electrónico que se
originó en la ciudad de Sheffield donde comenzó Pulp.
Human League y Heaven 17 fueron sin duda geniales,
sin embargo, la banda de la que realmente me enamoré
fue Cabaret Voltaire De las fundas de discos diseñadas
por Neville Brody para su Micr El álbum o-Phonies,
hasta la aparición de las torres de viaducto de Tinsley
[09] en su video 'Sensoria', fue música para el futuro,
con ritmos repetitivos inspirados en los sonidos que
emanan de las forjas locales. Era un sonido que era
producto de su tiempo y su entorno, y me cautivó. Esta
historia de amor ha perdurado, en parte debido a los
lanzamientos de mediados de los noventa por Warp
Records, incluidos los lanzamientos que definen el
género de LFO, Nightmares on Wax, Autechre y Aphex
Twin.
Cuando estos artistas reemplazaron a los de mi
juventud, los nuevos arquitectos crearon nuevos
edificios que complementaron, en mis afectos, aquellos
con los que había crecido. Ya no se describe el uso del
término Brutal; arquitectos como Zaha Hadid, Peter
Zumthor, Daniel Libeskind y Tadao Ando hicieron sentir
su presencia en la década de 1990 en un nuevo tipo de
arquitectura liberada de cualquier 'sismo'. En lugar de
eso, se estaban empleando una variedad de
terminologías sueltas: "neofuristista", "minimalista",
regionalista crítico "e incluso" deconstructivista". Si bien
se trata de un enfoque ampliamente individualista, se
puede argumentar que parte del trabajo de esta nueva
generación de arquitectos contemporáneos tuvo sus
orígenes en el de los brutalistas originales, en particular
en su creación a menudo monumental y en su uso
austero de materiales singulares. Formas,
especialmente de hormigón. Esto se puede ver, por
ejemplo, en la Capilla del Hermano Claus de Zumthor
en Alemania (página 42) y en el Centro de Arte Roberto
Garza Sada de Ando en México (página 22), ambas
obras sublimes en concreto que exhiben claramente
rastros del estilo brutalista. El concreto y la música se
han convertido en rasgos perdurables en mi vida
durante los últimos veinticinco años. Mis primeros días
en Londres los pasé intentando patinar en los ásperos
bancos angulados debajo de la Galería Hayward [10] y
en el Queen Elizabeth Hall. Situado en la orilla sur del
Támesis, el skatepark de Southbank fue, y sigue
siendo, uno de los destinos de patinaje más sagrados
de Londres. En aquellos días solía ser un lugar hostil
para visitar, ciertamente no es el centro de arte
"brutalista", de fácil pintura, que es hoy en día. Mi recién
adquirido trabajo de diseño de fundas de discos (que
aún hoy es mi profesión), se convirtió rápidamente en
una salida para mi redescubierto interés en la
fotografía. Comencé a documentar mis viajes por
Londres y más allá. En primer lugar, apuntar la lente a
algo que me interese, y luego cada vez más a los
edificios, al hormigón y, en particular, a la recta definida.
Los bordes y las estructuras dominantes del
movimiento brutal The Barbican Estate en la ciudad de
Londres se convirtieron en una de las primeras y
siempre logran buscar otro punto de vista más que
dispuesto a aceptar. La ambición y la visión dentro de
mí es cómo los arquitectos, Chamberlin, Powell y Bon,
este antiguo sitio de la bomba con cicatrices en la musa
de la ciudad. Hasta el día de hoy hago visitas regulares
a mi cámara. Cuando se inauguró en 1982, la reina
Isabel lo declaró como "una de las maravillas modernas
del mundo", y el sitio de Barbican es impresionante.
Sigue sorprendiéndome. Logré unir intrincadamente
una visión utópica de Antes de mudarme a Londres en
1988 para estudiar en la Escuela de Arte de Chelsea,
solo había visto la Torre Trellick en un episodio de
finales de los 70 de The Professionals. The
Professionals era uno de mis favoritos de la noche del
domingo. Este episodio en particular es una cápsula del
tiempo modernista que contiene imágenes no solo de
Trellick Tower sino también de Westway, junto con un
reparto de viviendas y bloques de torres de todos los
rincones de Londres. Diseñado por Erno Goldfinger y
inaugurado en 1972, Trellick Tower, cerca de Ladbroke
Grove en el oeste de Londres, se convirtió en un telón
de fondo constante para los primeros años en mi ciudad
recientemente adoptada [11]. Viví y trabajé cerca de la
torre de treinta y un pisos durante varios años a lo largo
de los años noventa. La imponente silueta de la torre
estaba siempre presente en este momento, junto con
mi Sony Discman y una bolsa llena de CD de Acid
House. Yo mismo me metí en el lado este pre-
gentrificado de la ciudad. apropiadamente, en el año
2000, descubrí mi cámara espiritual y un apetito
insaciable por todas las cosas concretas. Después de
diez años de vivir en el oeste de Londres, descubrí que
me gustaba y me sentía como en casa. Al mudarse al
este de la casa, junto con algunos buenos ejemplos de
arquitectura de posguerra. En mi nuevo entorno,
armado con mi moderno, posguerra y 'Brutal'. Comencé
a fotografiar una gran cantidad de edificios
maravillosamente audaces y seguros. Todos tenían
nombres de sonidos heroicos que salieron de tu lengua,
como Lasdun, Lubetkin y el Goldfinger mencionado
anteriormente. Me sentí mimado. Los edificios de este
elenco de grandes arquitectos se pueden encontrar a
una corta distancia a pie o en autobús desde mi nuevo
hogar. La banda Saint Etienne capturó elocuentemente
el espíritu de estos arquitectos en la letra de su canción
'When I Seventeen': 'Lubetkin, Corbusier, van Der
Rohe, Mendelssohn. Arquitectura moderna, moderna,
brutalista. Futuro, futuro, el futuro es limpio y moderno.
Después de acumular un extenso archivo de fotografías
a lo largo de los años que ahora llegan a las decenas
de miles, empecé a clasificar esta creciente colección
de imágenes digitales en secciones tituladas:
'Brutalism', 'Modernism', 'Concrete and' Post-War’. Este
es todavía un trabajo en progreso. En 2014, decidí
configurar una cuenta de Twitter para poder compartir
imágenes de mi archivo, específicamente las de
Brutalist, junto con música y cualquier otra cosa que me
llamara la atención. Un lienzo amplio, pero uno que es
representativo de mi trabajo, que reúne todas las cosas
que me inspiran, y lo más importante, las cosas que me
gustan. A continuación, el nombre. Fue una decisión
fácil con un solo contendiente. Uno de los primeros
discos de House que compré fue publicado en el sello
Cooltempo en 1987. La canción, 'This Brutal House' de
Nitro Deluxe fue una de mis favoritas desde el principio
de la revolución de acid house. Siempre me ha
encantado el nombre de la pista y pensé que algún día
lo apropiaría. Las decisiones tomadas, la cuenta de
Twitter @BrutalHouse fue rn y mi primer tweet se envió
en marzo desde la cuenta recién creada. No estaba
seguro de qué esperar, pero las dudas iniciales se
disiparon rápidamente, y el feed atrajo a 1,000
seguidores entusiastas en poco menos de dos meses.
Parecía que había otras personas afines, con un amor
por la arquitectura brutalista.
Es por eso que decidí crear este libro. Es a la vez un
homenaje al brutalismo y un manifiesto visual que
celebra este impresionante estilo arquitectónico. Quería
aprovechar la oportunidad para reinventar y reevaluar
el término 'Brutal'. Para celebrar lo mejor del canon
tradicional del Brutalismo, saque a la luz muchos
tesoros arquitectónicos Brutalistas prácticamente
desconocidos que he encontrado en mis viajes reales y
virtuales a lo largo de los años y también para proponer
que el Brutalismo viva en tanta arquitectura
contemporánea del finales del siglo XX y principios del
siglo XXI Como me he dado cuenta, el Brutalismo es un
fenómeno arquitectónico verdaderamente global. En
las siguientes páginas viajamos a Argentina, Australia y
Azerbaiyán, Canadá, Chile y China, Georgia, Alemania
y Guatemala, Islandia, India e Israel, Nepal, Corea del
Norte y Noruega, Paraguay, Perú y Polonia, Serbia,
Singapur y Suecia, como así como ubicaciones en todo
el este y el oeste de Europa y los Estados Unidos. Estas
páginas también son un testimonio del hecho de que,
quizás finalmente, el Brutalismo ahora puede
deshacerse de su sentido del peligro y ha dado un giro
completo, desde la utopía hasta la distopía y
nuevamente. Mientras tanto, una gran parte del
patrimonio arquitectónico brutalista del mundo fue
descuidado y en peligro de ser derribado y relegado a
la tierra, ahora, aquí en este libro, podemos celebrar el
poder y la belleza de este estilo arquitectónico más
convincente. Este mundo brutal es mi ostra.

Peter Chadwick