Anda di halaman 1dari 5

Universidad Nacional Daniel Alcides Carrión

Dr. Sánchez Trinidad, Rober Wesmel

Taller de arte: Música y canto

CARHUAS GUILLERMO, Jhordy Leonel

II Semestre
HISTORIA DE LA MULIZA “A TI”

Es importante conocer el antepasado, para caminar hacia el futuro; como cerreños es


elemental indagar sobre el pasado del pueblo de Pasco. Es por ello que el presente
trabajo tiene como fin el recordar sobre los logros obtenidos por la ciudad de Cerro de
Pasco.
Cabe señalar que a Mariano B. Collao, le decían el “burro”, no porque le faltaba ingenio
en el talento, sino porque tenía un extraordinario parecido con aquel astro nacional del
cuadrilátero al que apodaban el “burro” Icochea, boxeador que por su pegada
fulminante recibió el apodo. Por aquellos años había matado de un contundente gancho
de derecha a su oponente, un novel boxeador panameño negro. Alberto Icochea, el
recio peleador limeño y Mariano B. Collao, el notario cerreño, eran dos gotas de agua.
Por ese parecido excepcional, el apodo de uno trascendió al otro y a ambos les quedo
el apodo: “burro”. A Mariano B. Collao, el pueblo lo conocía como un excelente y
cumplido notario y por su potente voz que resonaba vibrante en las comparsas
carnavalescas. Por nada más. No se le conocía ninguna otra habilidad especial. Por
eso es que la noche del 22 de febrero de 1925, cuando se abrió el sobre que contenía
el nombre del compositor que con el seudónimo de “Nitsuga” había ganado el concurso
de mulizas promovida por el club Vulcano, todos quedaron boquiabiertos , sorprendidos
anonadados. Claramente, como autor de la pieza se leía: Mariano B. Collao. No
quedaba dudas.
A partir de entonces, los comentarios se multiplicaron. Pasados algunos años, con el
ánimo de descubrir la verdad del asunto se realizó una encuesta entre los que lo habían
conocido. Estas fueron algunas de las respuestas. Don Pedro Santivañez, amigo íntimo
y coparticipe de sus noches de juerga, casi como un hermano, comento: “No, no creo
que Mariano sea el autor. La calidad de sus versos no coincide con su capacidad
creadora que jamás la había puesto de manifiesto, porque nunca la tuvo. No, no puede
ser de él”.
Don Juanito Arias Franco, excelente guitarrista y miembro infaltable en la bohemia de
aquellos años, aseguraba: “Ese ´cojudo´ era incapaz de escribir siquiera una carta de
amor, menos va hacer una muliza tan linda como esa. Lo que pasa es que se ha
pirateado a alguien”.
Don Gerardo Patiño, afirmaba: “Me resisto a creer que él sea el autor de esta bella
muliza. Jamás le hemos conocido como compositor ni visto escribir un solo verso. No,
no creo que él sea el autor. Lo que sospecho es que, Francisco N. de Castillo, el
magistrado de la Corte Superior que con él trabajaba en las cuestiones legales y había
publicado varios versos hermosos, se lo ha entregado para que lo presente al concurso
sin mencionar su nombre. Esto, lógicamente, fue aprovechado por Collao. Es posible
también que el que fuera dedicado a la reina de la ciudad, Srta. Lucila Arias atenuara
la curiosidad y los comentarios de los cerreños. No querían incomodar a Su Majestad”.
Pero el tema recae en que la duda acerca del autor se mantuvo por mucho tiempo.
Nada menos que siete décadas. Lo único que sí podía asegurarse con la verdad es que
la música le pertenecía al cholo Graciano Ricci.
Hubo de transcurrir setenta años para que el periodista, Daniel De la Torre Tapia,
descubriera la farsa. Los versos habían sido plagiados del poemario de la exquisita
poeta sevillana, Mercedes de V. Rodríguez –colaboradora que siempre enviaba sus
creaciones al diario cerreño-. Estaban publicados en la página literaria de EL MINERO
de diciembre de 1898. Hace más de ciento diez años.
¡Cuánta razón tenían los viejos cerreños! Todos, unánimemente se resistían a creer
que Collao hubiera creado semejante belleza. Era un secreto a voces: las letras no eran
de su inspiración. Por setenta años vivimos en el engaño. Lamentablemente, la calidad
de las letras es de tal envergadura que, orgullosos lo hemos mantenido como un
“himno” de nuestra tierra. Ahora que han transcurrido catorce lustros del
acontecimiento, queremos citar a nuestros amigos a la dama Mercedes de V.
Rodríguez, cuya obra al decir del extraordinario poeta cerreño, Luis Pajuelo Frías,
“Constituye un logro de notable virtuosidad compositiva y acusa una rara, como finísima
sensibilidad poética. Totaliza treinta y cuatro estrofas, escritas en cuartetas, todas
unidas por un tema: el sufrimiento. Cada estrofa, independientemente, presenta una
forma particular de asumir ese tema. Así, su estructura se asemeja a la de un extenso
como atrayente collar: un cintillo que une, una a una, treinta y cuatro cuentas, de
tamaños y brillo diferentes”.
La muliza “A ti” es un testimonio en la tradición folclórica de Pasco. Resulta de la feliz
unión de un tipo de melodía con versos de inocultable calidad artística. Limitada por sus
exigencias musicales, esta poesía, como toda versificación destinada al canto, sirve a
la música y es apoyatura de su realización artística.
Se impone, en diversa perspectiva, una aproximación a la poesía de la muliza cerreña.
Trabajo urgente, no emprendido aun en forma sistemática y con instrumentos
adecuados. Esta propuesta tiene ese propósito y, por ello, se detiene en el texto “A ti”.
Vendrán tiempos –lo presiente- de apreciar la muliza en la plenitud de sus valores.
La muliza cerreña, en cuanto canción, es símbolo de la sensibilidad minera. Expresa,
como ninguna otra forma musical, las líneas diferenciadoras de su personalidad
artística. Punto elevado y referencial de un gusto exigente, es resultado de un proceso
de creación y búsqueda, prolongados en el tiempo.
Catalogada por Don Dionicio Rodolfo Bernal, como muliza lírica. La muliza “A ti” es una
composición que, por su temática y carácter musical, propicia un espacio reflexivo de
orden filosófico. Se impone, en este poema, la necesidad de reflejar las experiencias
vividas, de repensarlas ante las contingencias del destino.
La lectura auscultativa permitirá abstraer los aportes estéticos del texto. Concibiendo
cada estrofa como un eslabón de sensibilidad y respetando su estructura, intentaremos
una suerte de incisiones en cada frase para lograr una valoración integral.
A TI
De la vida en el camino,
muchas veces encontramos,
el placer que va de prisa
al dolor que va despacio.

En el cielo de mi vida,
no luce ninguna estrella,
que todas las han nublado,
las sombras de mi tristeza.

Ilusiones y esperanzas,
que mueren una por una,
en el alma tienen vida
y en el alma tienen tumba.

Cuando una flor se marchita


otra flor brota en la tierra,
cuando una pena se acaba,
nace en el alma otra pena.
ESTRIBILLO
Dicen que la vida es sueño,
y todos quieren soñar,
sueño yo cosas tan tristes
que quisiera despertar.
Letra: Mercedes de V. y Rodríguez
Adaptación: Mariano V. Collao (Nitsuga)
Música: Graciano Rixi

Anda mungkin juga menyukai