Podemos definir de forma general una cadencia como “una fórmula armónico/melódica
que tiene lugar al final de una frase, sección o pieza musical y que transmite o proyecta
la impresión de una conclusión momentánea o permanente”. En esta definición, cada
uno de los términos resaltados puede desglosarse del modo siguiente:
• Fórmula armónico/melódica.
En cada estilo musical las cadencias involucran cierto números de patrones o esquemas
armónico/melódicos. En la música tonal, por ejemplo, las cadencias utilizan sucesiones
específicas de funciones armónicas y ciertas disposiciones melódicas según la función
que desempeña la cadencia en un pasaje musical.
Una cadencia ocurre siempre como porción final de una unidad formal musical (por
ejemplo una frase, una sección o una composición). Esto significa que una cadencia
requiere siempre un material musical previo el cual ésta se encarga de concluir.
Las cadencias ofrecen distintos grados de “cierre” de las unidades formales musicales,
según su grado de conclusividad. Una clasificación de las cadencias según este criterio
nos lleva a distinguir entre cadencias suspensivas y conclusivas.
Cadencias suspensivas
En la música tonal una cadencia suspensiva concluye una unidad formal en tensión. La
cadencia suspensiva por excelencia es la semicadencia (SC) que finaliza en V en
fundamental (precedido por cualquier otro acorde y, casi siempre, sin séptima):
1
Algunos autores incluyen entre las cadencias auténticas imperfectas a situaciones en las que la
dominante está en primera inversión. En estos casos el efecto cadencial es aún menor que cuando el
acorde está en fundamental.
La cadencia atenuada o evitada 2 (CAt) es una cadencia auténtica en la que el I es
reemplazado por VI en fundamental (o, a veces, IV6). En la música tonal académica,
una cadencia atenuada se utiliza muchas veces como “engaño” o “sorpresa”: en un
pasaje musical que parece aproximarse a una conclusión con una cadencia auténtica
perfecta, el I es reemplazado, en el momento final, por un VI. Esta situación
generalmente provoca que continúe otro pasaje musical que sí finaliza en I.
La cadencia plagal (CP) es una cadencia que finaliza una unidad formal con IV – I. En
esta cadencia, el IV no posee la sensible y por ello la sensación de resolución es menos
fuerte.
2
Algunos autores también denominan a esta fórmula cadencial, cadencia rota.