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Introducción

En el presente trabajo le hablaremos de la evolución del ojo humano, ya que es un


tema realmente interesante, posee mecanismos sorprendentes capaces de detectar miles
de colores o de cambiar de enfoque cercano a uno lejano en un tercio de segundo. En este
artículo desgranamos cómo ha sido su evolución durante cientos de millones de años.

Las estructuras del ojo son tan complejas y precisas que en su momento hasta el
mismísimo Charles Darwin descartó la idea de que fueran fruto de la evolución, dicha
suposición la llegó a calificar de extremadamente absurda. Unos siglos después la ciencia
ha demostrado que efectivamente nuestros ojos son fruto de la evolución.

La evolución del ojo humano se origina a partir de una simple mancha sensible a la
luz compuesta de fotorreceptores. Unos mecanismos capaces de transformar la energía
óptica de la luz que incide sobre ellos en energía eléctrica, este sorprendente proceso se
conoce como transducción.

En la naturaleza existe un género de algas unicelulares llamado Euglena que cuenta


con este mecanismo para guiarse hacia su alimento. Es un ojo muy primitivo pero un primer
paso en la historia del ojo humano.

El siguiente paso en la evolución lo podemos observar en los gusanos planos


(turbelarios) cuyo ojo no es plano como una mancha sino que tiene forma de copa, esto le
permite detectar mejor la dirección de donde viene la luz, así se puede orientar mejor y
eventualmente le ayuda a encontrar refugio a la sombra cuando vienen depredadores.

Para el siguiente paso se necesitaron cientos de años de evolución, ya que dicha


copa fue ganando profundidad y al mismo tiempo se fue cerrando la entrada de luz, dando
lugar al efecto estenopeico, con el que se consigue una mayor resolución y mejor enfoque.

El paso definitivo en la evolución del ojo fue el desarrollo de la lente, es decir, una
fina capa de células transparentes fue cubriendo el agujero probablemente para evitar
infecciones. Estas lentes son las que hoy en día operamos para corregir problemas como
la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo, la presbicia y la catarata.

Posteriormente el globo ocular se llenó de líquido para mantener su forma, lo


que mejoró la sensibilidad a la luz y la concentración de luz en un sólo punto, la retina.

Con el paso del tiempo se fueron mejorando los mecanismos: enfoque de cerca y
de lejos gracias a una lente flexible, control de la cantidad de luz que entra mediante el iris
y su pupila, una parte frontal blanca y rígida que ayuda a mantener la estructura y glándulas
lagrimales que generan una película que lubrica y protege el ojo.

Paralelamente el desarrollo del cerebro también nos ha permitido procesar mejor las
imágenes que llegaban a la retina, todo esto en conjunto ha dado lugar a los ojos que
tenemos hoy en día, una obra maestra de la naturaleza que tiene trazas de su dilatada
evolución.
República Bolivariana de Venezuela
M.P.P para la Educación
U.E “Manuel Montaner”
4to año – Sección “U”
Biología

Profesor: Integrantes:
Joseph Márquez Ashlie Llovera
Martinez Gregori
Leonelis Vera

Caracas, 18 de abril de 2018

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