Fecha: 28/11/2019
Historia del Aborto
Introducción
La intención de este ensayo es que el lector conozca la historia del aborto y como ha ido
evolucionando a través del tiempo, también se mostrara como este tema ha tenido
impacto en la sociedad, esto para que el lector pueda entender y hacer una reflexión
general sobre la práctica del aborto.
Con este trabajo se mostrara como los diferentes autores a lo largo de la historia han
apercibido aborto y que aportaciones han dado sobre el tema, ya que es un tema de
profundo debate por la multiplicidad de aspectos desde los cuales puede estudiarse:
médico, filosófico, ético, religioso, socioeconómico, jurídico, político, social entre otros,
podremos ver como las opiniones de cada autor es diferente, con esto el lector podrá
hacer un análisis de cómo se considerado el aborto en las diferentes eras de la
humanidad.
Desarrollo.
El aborto revela uno de esos lados oscuros de la humanidad. Pero no siempre ha tenido
la misma amplitud, ni la misma intensidad. A lo largo de los siglos ha pasado por
periodos de aceptación o rechazo, aunque en ningún momento ha tenido la cobertura
legal que en la actualidad goza. En épocas remotas era considerado como un mal a
evitar.
Quizá el texto más antiguo (1728 a.c.) en el que se habla del aborto es el Código de
Hammurabi (un rey de Babilonia) en el que al hablar de la ley del Talión, que dice si un
hombre golpea a una hija de hombre y le causa la pérdida del fruto de sus entrañas
(aborto), pagará diez siclos de plata por el fruto de sus entrañas”
Fue a principios del siglo III, cuando empezó a imponerse una moral precristiana, en el
mundo grecorromano el aborto no fue considerado ni crimen ni delito. De hecho, como
señala la historiadora italiana Giulia Galeotti, era una cuestión exclusivamente de
mujeres. Sócrates lo consideraba un derecho materno: los hombres no tenían voz en
estos asuntos. El aborto se encontraba ampliamente difundido en todas las clases
sociales. Era moralmente aceptado y no era considerado delito.
Mientras que, en el antiguo Egipto, el papiro Ebers cuyo origen se remonta a 1.500 a.n.e
antes de nuestra era en el reinado de Amenhotep I, de la dinastía XVIII, se encontraba
recetas para la interrupción de embarazo las cuales se trataban de frutas inmaduras de
la acacia, dátiles y cebollas trituradas con miel. Mientras que en los papiros de Kahun
1.800 a.n.e durante el final de la dinastía XII del Imperio Medio se sugería la introducción
de excremento de cocodrilo con miel para prevenir el embarazo y como abortivo.
Como se puede observar durante siglos, la mujer fue valorada exclusivamente en tanto
que era fecunda, un campo seminal. Los romanos culpaban a las mujeres cuando una
pareja no conseguía tener hijos, y este era el motivo de divorcio más habitual. Su función
social era ser madre. Aquellos que condenaban el aborto a menudo lo hacían para
proteger los derechos de propiedad del padre, avasallados por la decisión de la mujer.
Sin embargo, la historia del movimiento clerical ha demostrado que su principal objetivo a
condenar ha sido siempre la mujer, incluso en sus “sagrados” escritos sobresale por el
gran contenido de misoginia y en la expresión de una mujer que encarna el mal de todo
el mundo, pero pura carnalmente, así pecadora y sumisa, así devota y subordinada al
hombre. Es así que la Iglesia apuesta a todo cuando surge este sistema irracional que se
conoce como capitalismo que de por sí solo somete a toda una gran parte de la
población humana a condiciones de explotación pero a una doble explotación al género
femenino.
En México como en sus diferentes épocas el aborto ha sido un acto prohibido y reprimido
durante muchas décadas. De hecho en la época de los aztecas era claramente conocido
pero también era castigado con la muerte de la mujer.
Un ejemplo de esto era la Diosa Temazcalteci quien era adorada por algunos como “la
que daba hierbas para abortar”, pues sabían que era una hechicera que con bebedizos,
muy fácilmente interrumpía los embarazos.
Sin embargo, el hecho de que el aborto fuese practicado, no implicaba que careciera de
castigo a nivel legal, ya que la mujer embarazada que tomaba algo para interrumpir el
embarazo y la hechicera que le daba el bebedizo, eran asesinadas.
Una de las principales razone de la época por la que era castigado la interrupción de
embarazo, para los aztecas el embarazo representaba un acontecimiento muy
importante; el número de hijos que una mujer tuviera, determinaba la posibilidad de que
el Estado y su aparato militar continuaran llevando a cabo constantes aventuras
guerreras
De esta forma se les daba muchos consejos a la pareja para prevenir cualquier alteración
que afectara el embarazo Uno de tantos era dirigido a los futuros padres y se refería a la
necesidad de realizar el acto sexual con la menor frecuencia posible para evitar que el
recién nacido viniera al mundo con algún tipo de malformación
Sin embargo, con la idea de ofrecer mayores posibilidades de sobrevivencia a sus hijos,
los aztecas determinaban que transcurrieran alrededor de tres o cuatro años entre el
nacimiento de un niño y el siguiente
Sin en cabio en la cultura maya, contaban con amplio conocimiento en el tema y existían
dos bandos: los que creían que el aborto es una abominación y los que creían que la
maternidad debe ser un derecho y no una obligación.
Era tal el compromiso de aquellas parteras dela antigüedad, como mujeres que eran,
comprendían el sentir de sus pacientes y con una primera mirada ya podían discernir si
la noticia de un embarazo les causaba la mayor felicidad del mundo o si, por el contrario,
venía a cambiar su vida de una forma no deseada en ese momento. Entonces hacían la
pregunta correcta: ¿Realmente quieres ser madre?
Como podemos observar en lo largo de la historia nos ha mencionado que el aborto era
considerado un delito, pero en las últimas décadas ha surgido con mayor fuerza el
debate en relación a la decisión de las mujeres sobre su cuerpo, la maternidad y el
derecho a un aborto legal y seguro, pero como se mencionado en este trabajo no es un
tema nuevo la interrupción de un embarazo no deseado es una práctica que se ha
llevado a cabo desde siempre en muchas culturas alrededor del mundo, siendo por lo
general una práctica por la que se castigaba tanto a la mujer que se sometía a ella como
a quien realizaba el procedimiento.
Hoy en día la actualización de las leyes en nuestro país menciona que la vida de las
personas es el bien jurídico fundamental y, por tanto, el de más alto valor, por lo que
debe ser protegida de la manera más amplia. No obstante, debe tenerse presente que,
legalmente, la vida humana ha merecido y merece, como bien jurídico, distinta
valoración. La doctrina distingue entre la vida humana dependiente, la del aún no nacido,
que requiere del claustro materno para su desarrollo, y la vida humana independiente, la
que surge después del nacimiento y, coincidentemente con el criterio legal, otorga el
mismo valor a la vida humana actual como al aún no nacido.
Por este motivo al hablar de la vida humana surge la pregunta: ¿en qué momento
comienza, y en qué momento termina? Respecto del momento en que comienza, las
opiniones se dividen. Hay quienes sostienen que el momento determinante es el de la
concepción o fecundación, es decir, cuando opera la fusión del óvulo o gameto de la
mujer con el espermatozoide o gameto del hombre, de la que resulta una nueva célula y
una diferente vida.
En el ámbito científico, la opinión mayoritaria sostiene que la vida humana comienza con
la anidación, no con la concepción. La anidación se inicia al quinto día de la concepción,
al implantarse el óvulo fecundado en el endometrio (en la matriz), que es cuando
comienza el embarazo. Esta afirmación tiene como base el hecho de que "la mujer suele
expulsar de manera natural óvulos fecundados que no anidan".
Por otro lado la batalla más sonada en torno al derecho al aborto de las mujeres tienen
como contrincante acérrimo a la jerarquía de la Iglesia católica la confrontación que,
desde hace tiempo, se viene dando en torno a la despenalización del aborto, ya que la
iglesia sostiene que hay que prohibir los abortos para salvar almas inocentes. Su
oposición a que los seres humanos intervengan en el proceso reproductivo parte del
dogma religioso de que la mujer y el hombre no dan la vida, sino que son depositarios de
la voluntad divina: “Ten todos los hijos que Dios te mande”. Por eso, porque
supuestamente interfieren con los designios de Dios, es que la Iglesia prohíbe los
anticonceptivos y el aborto. Además, los obispos consideran que desde el momento de la
concepción el ser humano en formación tiene plena autonomía de la mujer, cuyo cuerpo
es un mero instrumento del Señor.
La interrupción voluntaria del embarazo solo es legal en México para salvar la vida de la
mujer si es producto de una violación, aunque hay ocasiones que la ley no las respalda y
podría ser prohíba su interacción a un por estas causas, por ello las mujeres, al recurrir al
aborto clandestino, corren el riesgo de morir, de contraer infecciones o ser encarceladas
por este motivo el feminismo ha repetido hasta el cansancio, el aborto es un problema de
justicia social, porque las mujeres con recursos abortan sin peligro en lugares seguros
donde pagan altas sumas, mientras las demás arriesgan su salud y sus vidas
Con esto podemos ver que el tema del aborto genera importantes controversias debido a
que involucra aspectos relacionados con los derechos humanos, sexuales y
reproductivos de las mujeres; con las leyes y la política; con los valores éticos, morales y
religiosos; con las condiciones socioeconómicas de las mujeres; y con las ideas que
predominan en nuestro contexto cultural respecto a la feminidad y la maternidad.
A pesar de que en la actualidad existe una gran variedad de métodos para el control de
la fertilidad, el embarazo no deseado y el aborto son problemas a los que cotidianamente
se enfrenta una gran cantidad de mujeres de todas las edades y de todos los sectores
sociales. De acuerdo con una estimación realizada en los años 90, el 40% de los
embarazos en México son no deseados, estimándose que el 17% terminan en abortos
inducidos y el 23% restante en nacimientos no deseados (The Alan Guttmacher Institute,
1994).
A pesar de que el código penal asido para permitir el aborto por algunas indicaciones, el
informe describe cómo las barreras legislativas, culturales y de otra índole “casi
imposibilitan” que las mujeres obtengan servicios de aborto seguro y legal. La ley exige
que las mujeres que buscan un aborto por motivos de salud obtengan la aprobación de
dos médicos, lo cual constituye una enorme barrera al acceso en un país con pocos
médicos médico para miles personas. Las mujeres que buscan servicios de aborto por
violación, incesto o matrimonio forzado primero deben obtener la aprobación de un/a
juez/a. Dado que la mayoría de las personas ruandesas viven en zonas rurales con
acceso limitado a tribunales, esto también constituye una barrera significativa al acceso
para una mujer o niña ruandesa promedio.
Hoy en día existe muchos movimientos sociales para luchar por el derecho de las
mujeres una de ella es la Campaña Internacional por el Derecho de las Mujeres al Aborto
Seguro, activistas en todo el mundo se están uniendo en campañas de promoción y
defensa mundial y para apoyar sus campañas locales y regionales. Al compartir sus
experiencias y esperanzas para el futuro, reconocen que las mujeres en todas partes del
mundo se enfrentan a las mismas barreras para acceder a servicios de aborto seguro.
Con este entendimiento, forman una visión en común para el futuro: un mundo donde
todas las mujeres y niñas pueden ejercer su derecho al aborto seguro y legal y puedan
empoderarse para tomar sus propias decisiones acerca de su salud reproductiva.
Desde mi punto de vista el altísimo número de abortos muestra el poco o nulo efecto
disuasorio que tiene la penalización en la decisión de las mujeres. Al mismo tiempo, si lo
que se busca es proteger al embrión, la penalización no es un medio efectivo. Su
protección puede lograrse mediante políticas públicas que sean, a la vez, consistentes
con los derechos de las mujeres ya que la penalización solo hace que los abortos sean
clandestinos, se practiquen en forma insegura, aumente la mortalidad de las mujeres
pobres y jóvenes
También puedo observar que el aborto es un procedimiento médico que pone fin al
embarazo convirtiéndose en algunos casos una necesidad básica de atención de la salud
para millones de mujeres, niñas y otras personas que pueden quedar embarazadas y
poner en riesgo su vida al ser un embarazo no de ciado.
Conclusione.
Bibliografías
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