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¿Qué es el Sungazing?

Es la práctica de mirar de forma directa y contemplativa el sol durante unos minutos, al


amanecer o al atardecer para curar cuerpo, mente y espíritu.
En muchas civilizaciones, como la egipcia, la mesopotámica, la mexica, la incaica, la china, la
japonesa, la griega o en religiones como la hinduista el Sol fue venerado como un dios.

La idea que rige esta ‘terapia’ defiende que al mirar al sol (sólo durante el amanecer o el ocaso,
si no sería dañino) el cuerpo recibe la energía del astro, suficiente para curar algunas
enfermedades, proporcionar bienestar y ayudar a la persona a poner en orden su mente. Los
defensores de esta técnica sostienen que el ojo humano (algunos dicen que incluso todo el
cuerpo) posee algún tipo de células fotovoltaicas capaces de convertir la energía solar en
energía vital.
El gurú de esta técnica, Hira Ratan Manek, va más allá y asegura, además, que la energía solar
permite vivir sin necesidad de comer, ya que aporta al cuerpo todos los nutrientes necesarios.
Él mismo afirma llevar más de diez años sin consumir nada más que líquidos, sobreviviendo
gracias a la práctica del Sungazing.
El método se utiliza para curar todo tipo de enfermedades psicosomáticas, mentales y
físicas, así como para aumentar la potencia de la memoria y de la mente mediante el uso de
la luz solar.
Se realiza, ÚNICAMENTE, durante la primera hora del sol (amanecer) o la última hora del sol
(atardecer). Nuestro cerebro es un súper ordenador, pero recibe muy poca energía; ésta es la
razón por la cual usamos una pequeña parte de su capacidad. La eficacia del cerebro depende
de la eficacia de las neuronas que están dentro. Cuando observamos o contemplamos el sol en
la franja segura, en el momento en que el ojo recibe la luz, recibe además los fotones de
energía que salen del sol. Sólo nuestros ojos son capaces de recibir estos fotones, ninguna
parte del cuerpo es capaz de hacer eso. Cuando los fotones son recibidos por el ojo y
alcanzan el cerebro, entonces, las neuronas y las células del cerebro se regeneran y se
multiplican, adquiriendo la fuerza que habían perdido.
Antes se creía que las neuronas nunca se podían regenerar, ni aumentar de número; decían
que, a medida que vamos envejeciendo, se van perdiendo. Pero los resultados obtenidos por
personas que están realizando Sungazing han dado amplia evidencia de que las neuronas sí
se regeneran y, además, se multiplican, recuperando la fuerza que tenían cuando eran
jóvenes. Si cuidas de tus neuronas, entonces, cuidarás tu salud, permaneciendo joven durante
más tiempo, ya que el proceso de envejecimiento se ralentiza y la longitud de la vida se alarga.
Esta práctica incrementará nuestra memoria e inteligencia, permitiéndonos llegar a una edad
avanzada, sin que nos ronden las sombras del Parkinson o el Alzheimer.

Pautas para su realización:


Según los preceptos dictados por el gurú, quien quiera iniciarse en el Sungazing debe hacerlo
con enormes precauciones para no resultar dañado. Los primeros días la ‘dosis’ debe ser muy
baja (10 segundos observando el sol) y se debe ir aumentando muy poco a poco (sumando 10
segundos diarios) para que el ojo se acostumbre. Cuando se lleve un mes observando el sol, ya
serán 5 minutos; a los dos meses, serán 10 minutos y, así, hasta alcanzar el máximo
recomendado de 45 minutos, a los nueve meses. “Cuando estás ya en ese máximo, cada
cuarto de hora se dedica a sanar una parte distinta de la persona: el cuerpo, la mente y el
espíritu”.
Después de hacer el Sungazing, cierra tus ojos un tiempo y dentro verás la imagen interna del
sol; permite que desaparezca poco a poco completamente y, entonces, abre los ojos y mira
para otra parte, esto evitará que tengas visión borrosa. Cuanto más tiempo permanezca esa
imagen interna con los ojos cerrados, observarás que la salud de tus ojos va mejorando.
Se puede realizar la práctica de manera regular o irregular, funciona igualmente, por lo que
debes continuar con el mismo tiempo desde el último día que hayas realizado la práctica, no se
pierde el tiempo ni los beneficios obtenidos sino que se van acumulando.

Formas óptimas de realización:


-De pie y descalzos sobre la arena (se activan las glándulas endocrinas) o descalzos sobre la
hierba (únicamente para liberarnos de la energía negativa) con las palmas hacia el sol y una
tercera parte de nuestro cuerpo al descubierto, ya que se activará al mismo tiempo la
producción de la Vitamina D, solventando los problemas de piel, artritis, artrosis, reumatismo
y osteoporosis.

-También, se puede realizar la práctica donde nos encontremos más a gusto, aunque sea
sentados, calzados o, incluso, dentro de casa (a través de una ventana de cristal transparente y
limpia). Lo importante es la intención y la forma de recibir esa energía sanadora.
-Es importante parpadear con normalidad para que el ojo esté humectado y no sufra. Si el ojo
lagrimea un poco, no debes preocuparte, pues se está limpiando.
-Si llevas gafas, cuando realices el Sungazing quítatelas.
-Si la luz te molesta, incluso dentro de la franja horaria permitida, se pueden utilizar gafas
reticulares (fig. 1) o usar un trozo de tela o de papel fino (se coloca delante de los ojos y se
mira a través de él, así también obtendremos los fotones), pero nunca se deben utilizar gafas
de sol, porque bloquean los fotones y provocan insomnio.
-Si no puedes mirar el sol por la mañana o la tarde, entonces, durante la hora del mediodía, lo

Fig. 1

que puedes hacer es ver el reflejo del sol en un cubo con agua limpia y clara; puedes
contemplar ese reflejo y obtendrás similares beneficios. De lo que se trata es de obtener los
fotones de la energía que proviene del sol.

Mantenimiento:
Una vez alcanzados los 15 minutos de Sungazing, si no deseas continuar con la práctica, el
mantenimiento consistente en disminuir 1 minuto por día hasta alcanzar los 5 min. al día
mirando el sol, o bien, caminar descalzos sobre tierra tibia y seca durante 45 minutos al día. Si
alcanzas los 30 minutos de práctica, el mantenimiento será de 10 min. diarios y, con los 45
minutos, será de 15 min. diarios, (disminuyendo, previamente, 1 min. por día).

Beneficios del Sungazing


Elimina de nuestras vidas la depresión y los desordenes mentales, cualquier problema físico,
cualquier ignorancia espiritual. Descalcifica y estimula la glándula pineal encargada de la
secreción de melatonina durante la noche, si previamente se ha cargado de serotonina
durante el día, siendo posible gracias al Sungazing. Es efectivo contra el Asma, Bulimia,
Anorexia y Leucemia.
A los 10 minutos más o menos de Sungazing (unos 60 días de práctica) experimentarás que la
salud de tus ojos mejora, disminuirán las cataratas, la graduación de tus gafas, la presbicia,
miopía, astigmatismo, daltonismo o visión doble (patologías que no impliquen lesión del ojo)
etc., cualquier tipo de problema ocular irá mejorando. La razón científica de ello es que
cuando la luz solar se recibe a través de los ojos, se desarrolla la vitamina A en el cuerpo.

Protocolo especial para problemas serios como:


-Degeneración macular, mucha miopía, glaucoma, enfermedades de los ojos que presenten
inflamación, hiperemia conjuntival como el caso de las conjuntivitis, hemorragia
subconjuntival o afecciones de la retina que puedan provocar sangrados fáciles.
-Hipertensos y diabéticos con microhemorragias retinianas.
-Enfermedades generales que en su evolución presentan diátesis hemorrágicas (tendencia a
producir fenómenos de trombosis y hemorragias al mismo tiempo), como es el caso de ciertos
tipos de tumores, entre ellos las leucemias.
-Enfermedades de la sangre que por presentar alteración de algunos de los factores de la
coagulación tengan tendencia al sangrado fácil, como la hemofilia.
Todas esas personas deben realizar una práctica previa antes de comenzar con el Sungazing,
consistiendo en:
-Cerrar los ojos y sentarse ante el sol suave de la mañana, calentándose los parpados todos los
días durante diez minutos, los dos primeros meses; utilizando, además, agua calentada,
cargada por la energía solar como colirio ocular. Después de dos meses, cuando se aprecie una
mejoría de visión, entonces se puede empezar con el Sungazing con los ojos abiertos.
En el caso de problemas físicos severos, es beneficioso darse baños de sol, sin ropa o con poca
ropa, durante 30 ó 45 minutos diarios, siempre en horas seguras de radiación solar. De esta
manera la insulina se equilibra.
Beber agua cada día energizada por el sol ayuda a aumentar los niveles energéticos, refuerza el
sistema inmunitario y no deja residuos químicos. Primero, hervimos el agua; una vez a
temperatura ambiente, la almacenamos en recipientes de vidrio claro, máximo dos litros y los
tapamos con una tapa que no sea de plástico. Exponemos el recipiente de cristal a la luz del
sol, permitiendo que el agua se caliente el máximo tiempo posible durante el día. Dejamos que
se enfríe hasta la temperatura ambiente, bebiendo siempre que tengamos sed. La energía
permanecerá en el agua durante 24 horas como mínimo, hasta la próxima puesta del sol.
Aquí tienes un vídeo explicativo muy sencillo y práctico.
http://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&v=8yWmmHw_SXg

Otros enlaces de interés:


http://www.sungazing2011.blogspot.com

http://www.pensamientoconsciente.com/?p=26

Esquema explicativo de la práctica:

La información contenida en este documento es meramente informativa y no nos hacemos responsables de un uso
inadecuado de la misma. Recomendamos consultar con un médico.

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