Saneamiento
Presentado por:
Ing. José Daniel Vizcarra Llerena
1. Introducción
2. Conceptos Básicos
3. Condiciones previas para conformar un comité
4. Diseño de procesos
5. La descentralización en la gestión del agua
6. Gobernabilidad y Gobernanza.
7. REMURPE
INTRODUCCIÓN
El recurso hídrico, al igual que otros recursos naturales, viene siendo
comercializado bajo parámetros que reflejan las dificultades que encuentran las
entidades de gestión en su captación, distribución, tratamiento post uso, así como
en los servicios ecosistémico que brinda o que deja de brindar.
EL AGUA ES VIDA
Las últimas décadas del siglo XX han estado marcadas en los países de américa
Latina y el Caribe por fuertes y conflictivos procesos de descentralización de
diversas actividades y competencias a nivel municipal, en varios países, estos
procesos siguen hasta hay.
Como resultado de esas reformas, en muchos países, se ha consolidado la
tradicional participación municipal en la prestación de los servicios públicos
vinculados al agua, lo que los convierte en importantes usuarios institucionales del
recurso.
Además, muchas de las actividades y competencias municipales, aunque no se
relacionan con la gestión de los recursos hídricos en forma directa, tienen una
fuerte influencia, tanto en el agua y la cuenca como en los usos y usuarios del
recurso.
El agua dulce es un recurso finito y vulnerable, esencial para sostener la
vida, el desarrollo y el Medio Ambiente.
• Dado que el agua es indispensable para la vida, la gestión eficaz de los recursos hídricos
requiere un enfoque integrado que concilie el desarrollo económica y social y la protección
de los ecosistemas naturales. La gestión eficaz establece una relación entre el uso del suelo y
el aprovechamiento del agua en la totalidad de una cuenca hidrológica o un acuífero.
El agua tiene un valor económico en todos sus diversos usos en competencia a los
que se destina y debería reconocérsele como un bien económico.
• En virtud de este principio, es esencial reconocer ante todo el derecho fundamental de todo ser
humano a tener acceso a un agua pura y al saneamiento por un precio asequible. La ignorancia, en el
pasado, del valor económico del agua ha conducido al derroche y a la utilización de este recurso con
efectos perjudiciales para el medio ambiente. La gestión del agua, en su condición de bien
económico, es un medio importante de conseguir un aprovechamiento eficaz y equitativo y de
favorecer la conservación y protección de los recursos hídricos.
Durante años, las Comunidades Campesinas en los andes del Perú han gestionado
el agua que corre por sus territorios. A través de usos y costumbres propias, sus
miembros se han organizado para asegurar la disponibilidad del recurso y con
ello, su subsistencia.
Por su relación intrínseca con la tierra y con la actividad agropecuaria que
realizan; el agua es un recurso vital para los comuneros, no solo por su valor
biológico y eco sistémico, sino además por el rol fundamental que tiene en la
cultura andina.
A través de Comités de agua, Comités de canal, Juntas de Usuarios JAAS y distintas
formas de organizarse como usuarias del agua; las comunidades andinas
administran el recurso desde sus localidades, cubriendo en la práctica las
funciones de una administración estatal hídrica ausente, muchas veces incapaz de
abastecerse en un territorio tan vasto y heterogéneo como el peruano.
Es un proceso que promueve, el
manejo y desarrollo coordinado
del uso y aprovechamiento
multisectorial del agua.
La GIRH
Esta orientado a lograr el
desarrollo sostenible del país sin
comprometer la sostenibilidad
de los ecosistemas.
Otro aspecto de consideración son los llamados actores de la sociedad,
constituidos por diferentes grupos: ciudadanos, tomadores de decisiones y
científicos.
Estos hablan distintos «lenguajes», se desenvuelven en distintos contextos aunque
en una misma realidad; sin embargo, deberían interactuar para facilitar la GIRH.
Por esta razón se necesita mecanismos para facilitar la discusión entre estos
grupos y para generar nueva información.
El Perú tiene una extensión Aunque el Perú tiene una
territorial de 1’285,216 km2 oferta hídrica extraordinaria
divididos en tres grandes (4.6% del volumen de
regiones naturales (Costa, escorrentía mundial), el país
Sierra y Selva), y 84 zonas de
vida de las 103 existentes en se considera en gran parte
el mundo5. carente de agua.
Naturaleza unidireccional, asimétrica y anisotrópica de las interrelaciones e interdependencia entre los usos y usuarios de agua
en un sistema hídrico integrado.
•Los efectos externos, tanto positivos como negativos, causados por las interrelaciones e interdependencias entre los múltiples usos y usuarios de agua, siempre propagan
a través de los sobrantes, caudales de retorno o pérdidas, desde los usos y usuarios situados aguas arriba hacia los usos y usuarios ubicados aguas abajo. En otras
palabras, lo que ocurre aguas arriba casi siempre tiene algún efecto en los usos y usuarios de agua ubicados aguas abajo, mientras que lo que ocurre aguas abajo
difícilmente puede tener influencia en los usuarios situados aguas arriba. Como resultado de ello, como regla general, a los usuarios aguas arriba poco les interesa los
efectos de sus acciones y decisiones en los usos y usuarios aguas abajo no tienen posibilidad de controlarlos sin una intervención reguladora externa. Este hecho limita
severamente las posibilidades de alcanzar un aprovechamiento del recurso que sea económicamente optimo, socialmente justo y ambientalmente sustentable solo a través
de negociaciones o transacciones entre usuarios privados o su acción colectiva, por lo que se justifica la intervención regulatoria del estado.
1. La aplicación respectiva.
2. La asignación del agua, es decir, la definición y modificación de las condiciones de acceso al
recurso, principalmente el otorgamiento de permisos, autorizaciones, concesiones, derechos u
otros instrumentos de uso o aprovechamiento.
3. El control de la contaminación, es decir, la definición y modificación de condiciones de devolución
del agua al ecosistema después de su uso o aprovechamiento, principalmente el establecimiento
de los límites máximos permisibles de descarga de aguas servidas y el otorgamiento de permisos
o autorizaciones de descarga.
4. La identificación, evaluación y monitoreo del recurso, tanto en cantidad como en calidad, y la
determinación de recursos utilizables y caudales mínimos o ecológicos.
5. El inventario, registro y catastro de usos y usuarios y la fiscalización de los aprovechamientos.
6. La elaboración de planes de recursos hídricos.
7. La evaluación de proyectos y aprobación de obras.
8. La determinación técnica de líneas de ribera y de áreas protegidas.
9. La adjudicación en instancia administrativa de conflictos vinculados al uso del agua.
Conceptos Básicos
El territorio tiene un significado mayor al
simple espacio físico. El territorio es el
producto social e histórico de una
determinada población, y está dotado con
los recursos naturales de su propio entorno.
La población de cierto territorio tiene un
tejido social formado por patrones
definidos de producción, de consumo y de
intercambio; bajo sus normas se articulan
instituciones y organizaciones que se
encargan de gestionar y de dar cohesión al
intercambio de la población en relación con
los elementos de su entorno natural.
Las cuencas son unidades naturales que
constituyen el marco práctico y objetivo
para la planificación, conservación y
desarrollo sostenido de los recursos
naturales, porque permiten integrar la
dimensión social, con la productiva y
ambiental. Las cuencas están
conformadas por una quebrada, una
raqra (en quechua), o un espacio
Una cuenca se puede definir como “la unidad
geográfico delimitado por los “picos”, territorial que drena agua a un río mediante
las “cuchillas” o crestas de los cerros que el proceso de escurrimiento de la
las rodean, y por las cuales discurre el precipitación a través del paisaje hasta los
agua de lluvia hacia los ríos que bañan afluentes y el cauce principal” (Smith, de
los valles, lagunas o fluyen hacia el mar. Groot, Bergkamp, 2006).
Se fundamenta en los siguientes principios:
1. La decisión política.
2. Comité de Recursos Hídricos por subcuenca.
3. Plan Concertado de gestión de los recursos Hídricos por subcuenca.
La decisión política para enfocar su gestión a la gestión integrada del agua, y de
dar énfasis a la formación de un grupo impulsor de actores claves en una
determinada subcuenca; así como de la organización de campañas de información,
sensibilización y capacitación sobre la gestión integrada y la cultura del agua.
El fortalecimiento de la asociatividad local a través de la creación de un Comité de
Recursos Hídricos por unidad hidrográfica menor, de ahora y adelante llamado
Comité de Recursos Hídricos por subcuenca. Entendiéndose como unidad
hidrográfica menor el espacio o ámbito territorial de una subcuenca que a su vez
forma parte de una cuenca, sobre la cual se debe conformar y crear el Consejo de
Recursos Hídricos de Cuenca, conforme al enfoque y lineamientos de la Autoridad
Nacional del Agua como el ente rector del Sistema Nacional de Gestión de los
Recursos Hídricos.
En base al Plan Concertado de Gestión de los Recursos Hídricos por
subcuenca, desarrollado por el comité en articulación con el consejo de recursos
hídricos de cuenca, los Gobiernos Locales pueden diseñar políticas públicas de
gestión de recursos hídricos en el nivel local.
La descentralización en la gestión
del agua
Las funciones fundamentales o sustantivas de gestión de agua son casi siempre
ejercidas, en Estados Unitarios, por órganos del gobierno central; y en estados
federales, por órganos de las entidades federativas (Provincias o Estados),
normalmente con alguna participación del gobierno Federal o Nacional: “No existe
en la legislación relativa a la gestión de recursos naturales un traslado real de
competencias a las municipalidades, es decir, no se puede hablar de
descentralización de la gestión del aguay/o recursos naturales a nivel local, pues
las competencias directas son mínimas”. Sin embargo, también se debe reconocer
que muchos países procuran mejorar la calidad de la toma de decisiones
delegándola o transfiriéndola a niveles locales o creando sistemas de
coordinación con participación local.
La estrategia más común es la desconcentración administrativa, que es un proceso
jurídico – administrativo que permite a la autoridad de aguas a nivel nacional o
central delegar en sus oficinas, direcciones o gerencias a nivel local (de cuencas,
de regiones hidrológicas o de jurisdicciones político – administrativas) la
responsabilidad del ejercicio de algunas funciones que le sin legalmente
encomendadas y transferir los recursos necesarios para el desempeño de tales
responsabilidades. Su objeto es doble:
Hacer que tomen decisiones con mayor cercanía a los usuarios y al sistema hídrico.
Descongestionar a nivel central.
Lo que normalmente se desconcentra es:
Las funciones que o implican actos de autoridad (Monitoreo y Recolección de
datos).
Las funciones sustantivas que implican actos de autoridad, pero hasta un cierto
umbral de relevancia (entrega de permisos de uso o descarga hasta cierto caudal).
Otra característica común de modernos sistemas administrativos de gestión del
agua es la creación de sistemas de coordinación y concertación a nivel de cuenca.
Aunque en un país exista una autoridad de aguas a nivel nacional o central, esto no
necesariamente significa que esta tome todas las decisiones relevantes que
afecten al recurso y su aprovechamiento. En todos los países de la región existen
múltiples actores que toman decisiones que tienen efecto en las conductas de los
usuarios de agua o en el recurso mismo. En muchos países, la situación se
complica aún más por el hecho de que las funciones propias de la autoridad de
aguas están fragmentadas entre múltiples organismos. Para evitar conflictos y
generar la coherencia del accionar de los múltiples actores cuyas acciones se
sobreponen y trasladan, y asegurar el uso eficiente y ordenado del agua, es
necesaria la coordinación entre todos aquellos quienes toman decisiones que
afectan al recurso compartido e interconectado.
En muchos casos, la unidad territorial óptima para este tipo de coordinación
resulta ser la cuenca, lo que explica el interés que se observa en muchos países en
crear instancias de concertación y coordinación a este nivel. Se trata normalmente
de entidades colegiadas en cuya estructura directiva están representados los
organismos del gobierno local, los usuarios de agua y, en algunos casos lo
gobiernos locales.
En algunos casos (por ejemplo, la AAA de cuenca hidrográfica Chira – Piura, en la
que participa el alcalde provincial de Piura, en representación de los gobiernos
locales de la jurisdicción9, la participación municipal en entidades de
coordinación y concertación a nivel de cuencas ha sido el principal, si no el único
medio de interacción con la autoridad de aguas, los usuarios y otros gobiernos
locales en temas relacionados con el agua. En otros casos, la participación
municipal ha sido marginal o poco activa. Cabe señalar que, en algunas de las
propuestas de creación de entidades de este tipo, no se incluye explícitamente la
necesidad de la participación municipal y más bien se los tiende a excluir.
En principio es simplemente porque el agua, un recurso estratégico, con
importantes funciones económicas, sociales y ambientales, debe ser aprovechado
con una visión nacional y de interés público. Por ejemplo, es obvio que, en
ausencia de una autoridad de aguas a nivel nacional o central, y ante la
desigualdad de la disponibilidad del agua y las inevitables mayores presiones que
sobre los recursos hídricos ejerce el crecimiento socioeconómico, las
transferencias de recursos de zonas excedentarias a zonas deficitarias; que forman
parte de cualquier política de planificación hidrológica, serian prácticamente
imposibles, mientras que los futuros conflictos por el agua se tornarían
prácticamente inmanejables.
Los recursos hídricos tienen características particulares que hacen que la unidad
natural de su gestión sea la cuenca hidrográfica, que es un territorio delimitado
por la propia naturaleza, esencialmente por los límites de las zonas de
escurrimiento de las aguas superficiales que convergen hacia un mismo cauce. El
agua se presenta en cuencas en las cuales las decisiones de extracción,
almacenamiento, uso o aprovechamiento y disposición o descarga en un punto del
sistema necesariamente afectan todo el ámbito de ocurrencia del recurso aguas
abajo, en lo que se refiere a su cantidad, calidad y tiempo de ocurrencia.
Gobernanza y Gobernabilidad
La gobernanza trata sobre los procesos y mecanismos de interacción entre los
actores gubernamentales y no gubernamentales, es un concepto dinámico;
mientras que la gobernabilidad se refiere al estado resultante de la aplicación de
estos mecanismos y procesos, es un fin de la administración. Es preferible, cuando
se habla de gobernanza referirse al buen gobierno, más allá de la gestión o
manejo, conceptos ligados a la administración. La gobernanza se refiere a los
procesos y a los sistemas a través de los cuales opera la sociedad. Se refiere al
amplio método de “gobernar”, que incluye pero no se restringe a la perspectiva
más limitada de “gobierno”. Se refiere a la interrelación de las estructuras
formales e informales, a los procedimientos y a los procesos; a los sistemas de
hacer las reglas, las redes de actores a todos los niveles de la sociedad (de lo local
a lo global), dentro del contexto del desarrollo sustentable.
Los problemas de gobernabilidad del agua en la región se asocian a la
administración del agua a partir de la unidad de ciclo hidrológico (aguas
superficiales y aguas subterráneas) para gestionarse integralmente, la necesidad
de ampliar y fortalecer las capacidades institucionales públicas, el establecimiento
de regulaciones claras efectivas para la provisión de servicios eficientes, la gestión
coordinada de las cuencas compartidas y, la formulación e implementación de
políticas efectivas, transversales, coordinadas, especialmente con las territoriales y
la acción subsidiaria de los gobiernos cuando sea posible y la sensibilización y
motivación de la población. La experiencia en la región demuestra que si se
construyen colectivamente las soluciones a través de mecanismos de coordinación,
información y rendición de cuentas, y si se involucran más actores sociales en la toma
de decisiones, hay más garantía de permanencia y continuidad de las instituciones.
No todos los países de las Américas cuentan con una ley de aguas (Guatemala)
sino con normativa de menor jerarquía, dispersa, lo que no ha impedido tomar
acciones más locales y con ayuda de instituciones externas al gobierno y han
conformado instituciones a través de experiencias participativas, comunitarias o
sociales, en ausencia de reglas formales emanadas del gobierno; en otros por
cuestiones políticas no se ha actualizado la legislación; y en una gran mayoría se
realizan acciones en base a programas -que tienen la desventaja de ser más
fácilmente modificables-; siendo estos los retos de diseño institucional en el
mediano plazo.
La coordinación es el tema crítico de Latinoamérica, por muchas instituciones o
políticas que existan, si no están articuladas, vertical y horizontalmente no serán
efectivas. Este es el grave problema en la mayoría de los países. Si bien, por otro
lado, se documentan al más alto nivel institucional legislaciones que abordan la
coordinación territorial con la de aguas (Argentina, Estados Unidos, Canadá).
Los habitantes de la región son vulnerables a los efectos del cambio climático en
diversa medida, especialmente a fenómenos hidrometeorológicos extremos como
huracanes, pero también en algunos países la sequía manifestada es la más grave
de los últimos 50 años (México, Estados Unidos); lo que nos muestra que la
protección y buena gobernabilidad de los recursos hídricos debe ser una
prioridad. Para otros, el reto consiste en el acceso universal a agua potable y
saneamiento en condiciones equitativas y financieramente sustentables
(Centroamérica y el Caribe especialmente). El vínculo con seguridad alimentaria
poca atención ha merecido en las públicas agropecuarias e incluso las de agua. Es
necesario posicionarlo en el continente al más alto nivel.
REMURPE
Somos una organización representativa gremial de las municipalidades del Perú,
especialmente rurales, que tiene por objetivo fortalecer la gestión municipal y
promover la gobernabilidad democrática y descentralista; con el fin de brindar un
adecuado servicio a los ciudadanos y contribuir al bienestar social, el fin supremo
de la existencia del Estado.
Trabajamos de manera concertada con los demás actores de la sociedad civil y el
empresariado; y nos vinculamos permanentemente con el Poder Ejecutivo, Poder
Legislativo y el Poder Judicial, para incidir en la formulación de políticas públicas.
1. Propuestas de políticas públicas esencialmente en beneficio de los municipios
rurales del Perú.
2. Generamos conocimiento, a partir de las experiencias municipales exitosas de
nuestros agremiados para replicar y lograr bienestar ciudadano.
3. Brindamos espacios de reflexión, debate e interaprendizaje para nuestros
socios.
4. Ofertamos servicios de acompañamiento, asesoría técnica y pasantías
internacionales.
1. Lograr una gestión municipal eficiente y transparente que promueva la
democracia participativa para el desarrollo local, en coordinación con la
sociedad civil y los actores económicos.
2. Difundir y promover permanentemente experiencias innovadoras de gestión
para consolidar políticas públicas en beneficio de los pobladores rurales.
La Red de Municipalidades Urbanas y Rurales del Perú (REMURPE) está instituido en
sólidos principios y defiende una agenda estratégica para lograr sus objetivos
institucionales:
1. Transparencia
2. Democracia participativa
3. Equidad de género
4. Interculturalidad
5. Conciencia ambiental
6. Cultura de paz
7. Autonomía municipal
Asamblea
General
Concejo
Directivo
Secretaria Ejecutiva
Unidades Operativas
Concejo Consultivo
La Asamblea General es la máxima instancia de gobierno de REMURPE; tiene
facultad para aprobar el informe anual y memoria del Consejo Directivo, el
presupuesto y balance anual y planes de trabajo. También tiene la atribución de
elegir y remover al consejo directivo, admite y excluye a los asociados.
Es el órgano de gobierno de permanente actividad, encargado de la dirección y
representación legal, tiene todos los poderes generales y especiales para
encaminar el desarrollo institucional y vela por el cumplimento de metas y
objetivo, de acuerdo a los principios y la declaración de la organización.
Es el órgano de administrativo de REMURPE, encargado del cumplimiento de
metas y objetivos, depende directamente del Consejo Directivo. Es responsable de
la gestión en los ámbitos administrativo financiero y operativo. Tiene la atribución
de implementar de los planes y proyectos de la institución; asimismo se encarga
de la sistematización de las experiencias de la Red y ejecutar las distintas
actividades, brindando asistencia técnica, capacitación y seguimiento al trabajo de
los gobiernos locales.
Unidad de Gestión Pública y Descentralización
• Constituido por especialistas en acciones de incidencia política, en la promoción y
fortalecimiento de redes de municipalidades y en la articulación interinstitucional.
Unidad de Gestión del Territorio y Recursos Naturales
• El equipo humano diseña propuestas y genera estrategias de intervención local, promoviendo
que las actividades socioeconómicas y productivas se realicen de manera sostenible y con el
uso racional de los recursos naturales y la protección del medio ambiente.
Unidad de Gestión Descentralizada de Políticas Sociales
• Es el equipo especializado en lo desarrollo social, componente básico de la gestión alternativa,
se encarga de la promoción a la primera infancia, gestión de la salud y educación rural;
además de proponer políticas públicas para la adecuada gestión municipal.
Es un órgano de asesoramiento y consulta permanente, constituido por diversas
personalidades y entidades del ámbito político, social y económico y académico,
que trabajan en el Perú buscando el desarrollo humano y el progreso del país.
Significado de red de municipalidades urbanas y rurales del Perú (REMURPE) en
el contexto del derecho local peruano: Es una organización nacional que asocia
municipalidades urbanas y rurales de veinte regiones del Perú. Promueve la
gestión participativa, concertada y apoya la descentralización con un enfoque de
participación y desarrollo humano sostenible. REMURPE realiza una serie de
actividades de asesoramiento técnico y gerencial de investigación y capacitación a
municipalidades específicas y a asociaciones sub regionales de municipalidades.