Dios te ama y eres de un valor incalculable para él. Es algo difícil recibir
abiertamente un mensaje tan hermoso como este, cuando en la vida se
han recibido desplantes, heridas, desprecios, humillaciones y uno que otro
cariño espontaneo de alguien que ya no está.
Cada uno de nosotros somos libres de creer en lo que queramos y estamos obligados a
respetar las creencias de los demás. Cada quien su fe.
Lo único que nos corresponde es ejercitarla como un músculo, si, como lo leen, como un
músculo. Nuestra fe día con día debemos fortalecerla, alimentarla, nutrirla, moverla, y la
única manera de avivar nuestra fe es buscándole a DIOS todos los días, en intimidad,
creyendo y confiando de manera plena en la muerte y resurrección de su maravilloso Hijo
Jesucristo, a fin de que PAPÁ DIOS en su fidelidad cumpla sus maravillosas y abundantes
promesas en cada uno de nosotros.
Después de leer los versículos del inicio, no nos queda más que decir SI DIOS CON
NOSOTROS, QUIÉN CONTRA NOSOTROS!!!
Quiénes somos para merecer todo esto de Dios nuestro Señor? Simple y sencillamente
SUS HIJOS.
Fuera temor, fuera dudas, fuera angustias, fuera afanes, fuera enfermedades, fuera deudas,
fuera amarguras, fuera mentiras, fuera excesos, fuera ataques, fuera envidias, fuera injurias,
fuera todo lo vil, fuera religiones y religiosidad, fuera engaños, maquinaciones y
manipulaciones, porque nuestro PAPÁ DIOS está hablando, porque nuestro PAPÁ DIOS
nos guardará cuando crucemos por las impetuosas aguas de los problemas, porque nuestro
PAPÁ DIOS nos guardará cuando caminemos por las fuertes llamas de las tribulaciones!!!
Yo me quedo con el Dios de Jacob, el Dios de Abraham, el Dios de David, el Dios que nos
ama tanto que, sin pensarlo, entregó a Su Precioso Hijo por nosotros, Un Dios poderoso en
gloria, un Dios de interminables bendiciones, porque así es su amor: interminable.
Dios los guarde todos los días de su vida.