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El Legado de Dios Vs Nuestro legado.

Yo quiero que pienses en un momento ¿qué dejaras tu cuando ya pases de este mundo? ¿Cuál será tu legado?
En cada departamento, y por muchas partes del país hay ciudades, parques y edificios que han sido nombrados
por una persona. Algunos han trabajado duro para dejar un legado (una herencia) que seguirá después de ellos.
La historia está llena de hombres ricos, poderosos que trataron de ser recordados de esta manera. La mayoría
de sus edificios han sido destruidos, sus tumbas lujosas han sido robadas y muchas de sus tierras ricas hoy
están en ruina. Cuántos de estos los recordamos hoy con buenas memorias por sus gran edificios o sus
riquezas?
Eclesiastés 2: 18 Llegué a odiar todo el trabajo que hice en este mundo porque tengo que dejarles a otros lo que yo
he ganado. 19 ¿Y quién sabe si mis sucesores serán sabios o necios? Sin embargo, ellos se van a apoderar de todo lo que
yo he adquirido bajo el sol a través de mi destreza y esfuerzo. ¡Qué absurdo! 20 Así que, desilusionado, me di por
vencido y cuestioné el valor de todo mi duro trabajo en este mundo.
Salmo 112 1 ¡Alabado sea el Señor! ¡Qué felices son los que temen al Señor y se deleitan en obedecer sus mandatos!
2
Sus hijos tendrán éxito en todas partes; toda una generación de justos será bendecida. 3 Ellos mismos serán ricos, y sus
buenas acciones durarán para siempre. 4 La luz brilla en la oscuridad para los justos; son generosos, compasivos y
rectos. 5 Les va bien a los que prestan dinero con generosidad y manejan sus negocios equitativamente. 6 A estas
personas no las vencerá el mal; a los rectos se los recordará por mucho tiempo. 7 Ellos no tienen miedo de malas
noticias; confían plenamente en que el Señor los cuidará. 8 Tienen confianza y viven sin temor, y pueden enfrentar
triunfantes a sus enemigos. 9 Comparten con libertad y dan con generosidad a los necesitados; sus buenas acciones
serán recordadas para siempre. Ellos tendrán influencia y recibirán honor. 10 Los perversos lo verán y se pondrán
furiosos. Rechinarán los dientes de enojo; se escabullirán avergonzados con sus esperanzas frustradas.
El Hombre Bienaventurado Está dejando un legado muy importante sobre su descendencia.

I-Él TEME AL SEÑOR v. 1.


II-Su CARÁCTER es la imagen del de su Señor v. 4.
III-Tiene una CONFIANZA firme en el Señor v. 7.
I. EL TEME AL SEÑOR VV. 1-3.
Hay frases donde el salmista quiere mostrar que el hombre de Dios manifiesta el carácter de Dios. En
contraste con la mayoría de los seres humanos que tratan de enriquecerse de cualquier manera o
aprovecharse de los demás, el que teme a Jehová ordena su vida por el patrón divino.
Nótese cómo empieza el hombre de Dios; primero teme a Dios, le ama, es reverente. También se deleita en
sus mandamientos, quiere hacer su voluntad. Este hombre que es bienaventurado pone a Dios primero en su
vida; lo ama y le obedece. Se deleita es la misma raíz que se complace. El que ama a Dios se goza en sus obras
y en su voluntad.
Si tememos al Señor y nos gozamos al obedecer sus mandamientos, tenemos muchas bendiciones a nuestro
alcance: honor, prosperidad, seguridad, libertad del temor. Si espera las bendiciones de Dios, debe antes
reverenciarle y obedecerle con alegría.
a- Se DELEITA en la Palabra de Dios v. 1.
¿Qué significa deleitarse?
Si seguimos leyendo podemos ver que no se refiere solamente a disfrutar la lectura, sino va más allá, lo lleva a
la obediencia de los mandamientos en su vida.
Aprendemos que es feliz todo aquel que en su corazón siente el temor de Jehová. Temor de Jehová no es
asustarnos, no es escondernos, no es gritar ni correr de miedo. Es un temor santo, es un respeto a todo lo
que viene de Dios, es respetar aun su nombre, respetar y amar sus palabras, hacer todo lo que a Él le agrada
porque le amamos, porque no queremos disgustarle. Temor a Jehová es reconocer su grandeza y nuestra
pequeñez. Temor a Dios es hacer su voluntad porque estamos seguros de que ahí está nuestro bien y fuera de
Dios no hay ningún bien para nosotros. Si tenemos este temor santo seremos felices en hacer su voluntad,
pues además, su voluntad es guiarnos por una vida sin peligros, sin maldad, sin violencia, de seguridad, de paz,
de amor, dándonos cada día de su presencia, su compañía, su valor y su gozo.
El v 3 nos dice un motivo muy importante por el que seremos felices si tememos a Jehová, si nuestro corazón
siente el temor a Dios, la reverencia a su nombre, a su palabra y a su voluntad: nuestros hijos tendrán poder
aquí en la tierra. Tú le das respeto y amor a Dios y Él te da poder a ti y a tus hijos, lo dice su palabra. Poder
para vencer tus dificultades, poder para sentir paz siempre, sea la situación que sea, poder para amar aún a tus
enemigos, poder para sentirte confiado y seguro, poder para alabar a Dios con gozo, poder para ser libre del
pecado, libre de la maldad, libre de los vicios. Tu generación tendrá todas estas bendiciones y eso te hará feliz
con nuestro Dios.
b- Sus HIJOS tendrán éxito en todas partes v. 2.
Su descendencia. Lo que hace una persona no sólo afecta a su propia vida, sino influye en toda su familia y
toda su descendencia. La Biblia pone mucha importancia en la familia; Dios promete bendecir a los
descendientes de los justos. Cada creyente debe ser un instrumento de la bendición de Dios.
c- Su CASA está bien equipada v. 3.
Bienes y riquezas indican que Dios provee abundantemente. A la vez, la Biblia muestra que los justos
sufren, a menudo son perseguidos, sufren los efectos de la corrupción de la raza humana. La Biblia provee una
visión equilibrada. Es claro aquí que la fuente de nuestros bienes y riquezas es la bondad de Dios.
Continúa el salmista diciéndonos más bendiciones que siguen a los que temen a Dios, más motivos que nos
hacen ser felices bajo la mano de Dios. En nuestra casa hay bienes y riquezas, dos cosas que aquí se separan:
“bienes” y “riquezas”. En cuanto a los bienes nunca falta el pan necesario, siempre está el vestido, hay
comodidad, nuestra casa tendrá lo necesario y estaremos felices en ella, pero también habrá otro tipo de
riqueza aparte de los bienes; riqueza de amor, de paz, una casa llena de gozo, de tranquilidad, de armonía,
basada en el temor a Dios. El hombre que teme a Jehová es justo, el hombre que teme a Jehová hace justicia
con sus semejantes, es justo con sus hijos, con su familia, de modo que enseña a sus hijos y ellos a otros
d- Su JUSTICIA permanece para siempre v. 3.
Su justicia permanece… es la misma frase que se usa en Job11:3. Dios quiere producir en sus hijos su propio
carácter. No es sólo un intento de copiar, es un don, una relación viviente entre la justicia de Dios y la justicia
del hombre de Dios. El que teme a Dios hace lo correcto y sus hechos permanecen. Eso también traerá
alegría al hombre que ama a Jehová, la justicia que Dios ha puesto en su corazón le traerá una vida de paz y
armonía con todos los que le rodean.

II-SU CARÁCTER ES LA IMAGEN DEL DE SU SEÑOR VV. 4-6.


a-Tiene LUZ en medio de las tinieblas v 4
Resplandece. La frase también puede ser: “Se levanta -el hombre de Dios- en la oscuridad, una luz a los
rectos.” En tal caso, enfatiza que el hombre de Dios es canal de bendición a otros.
Es dichoso el hombre que teme a Jehová pues cuando vienen las tinieblas, los problemas, las tristezas, el dolor,
la inseguridad, esto dura poco pues pronto viene la luz del Señor que quita todas las tinieblas. Nuestro Dios es
como una gran luz, donde Él está no puede haber tinieblas: ni en tu corazón, ni en tu mente, ni en tu casa, en
ninguna parte. Llénate de Dios y huirán las tinieblas y volverás a estar seguro y confiado, pues el gozo que da
Dios será para ti. Además el hombre temeroso de Dios es clemente, misericordioso y justo. Esto puede ser
solamente porque Dios vive en su corazón. Cuando Dios vive dentro de nosotros, nos hace sentir
misericordia por otros, porque es Dios quien quiere ayudar y servir a otros alrededor nuestro, con justicia,
usando nuestra vida para dar. Todo viene de Él y cuando damos somos inmensamente felices, pues fuimos
tocados y usados por el Dios Altísimo.
El justo también es clemente y misericordioso -las mismas palabras que describen a Dios en Job11:4-. Así
como Dios es misericordioso, el que le sigue siente compasión por los demás. Este párrafo destaca dos
características del hombre de Dios: confía en Dios y demuestra compasión a los demás seres
humanos. Los que prosperan están propensos a caer en varias trampas 1- el egoísmo, 2- el temor, 3- la
mezquindad o avaricia.
b-tiene MISERICORDIA por otros. V 5
El hombre de bien: o, puede ser “El bien viene al hombre que tiene compasión y presta.” El que teme a Dios
no piensa primero en sí mismo, piensa en los demás.
La generosidad curará dos problemas que el dinero puede crear. El rico puede abusar de otros en su afán por
acumular riquezas. La generosidad eliminará ese abuso. Además, el temor a perder dinero puede ser una
trampa. La generosidad y el respeto a Dios coloca nuestra confianza, por justicia y seguridad, en El y no en el
dinero.
Cuando el hombre tiene a Dios en su corazón, o sea, que tiene el temor de Dios, es un hombre que presta al
que tiene menos porque siente misericordia. El hombre que teme a Dios sabe que todo lo que tiene, lo tiene
porque Dios ha querido dárselo y lo puede compartir. Así como Dios le ha dado, él puede dar a otros.
¿Sabes que no sólo dinero puedes dar a otros? Puedes dar tu atención, tu tiempo, tu ayuda, algo de tu
ropa o de tu alimento. Da a otros y serás feliz; da de lo que tienes. El que teme a Dios gobierna sus asuntos
con justicia. En todo lo que hagas sé justo, tiende la mano al caído, porque a ti Dios te levantó, da amor
porque a ti Dios te ama, perdona como a ti te perdonó Dios. Esto es justicia, esto agrada a Dios y trae
felicidad a tu corazón.
c-Serán RECORDADOS por mucho tiempo v.6
Dice que el hombre de Dios está firme. Muchos quieren que su nombre sea recordado largo tiempo
después de su muerte; la mejor manera de lograrlo se explica aquí.
El hombre que teme a Jehová vive confiado, seguro y todo lo pone en las manos de Dios. Dios cuida cada una
de sus cosas y a sus seres queridos; todo cuanto tenemos nos lo ha dado Dios, a Dios le agradó darnos: casa,
hijos, familia, trabajo, amor, gozo… y porque Dios nos lo dio, Dios también lo cuidará para nosotros. Dios nos
ama, no quiere darnos motivos de preocupaciones, si nos ha dado lo que tenemos Él lo cuidará, nosotros lo
dejamos en sus manos cada día y con todo nuestro corazón confiamos en Dios, Él tiene nuestra vida en sus
manos, Él tiene el dominio y el control de todo, Él es Señor de señores, Rey de cuanto existe y vivimos
confiados en que Él tiene cuidado de lo que nos dio, de nuestros seres amados y de nosotros.

III-TIENE UNA CONFIANZA FIRME EN EL SEÑOR VV. 7-9.


a-Es SALVADO de todo temor vv. 7, 8.
Todos aquellos que tememos a Jehová, que amamos su nombre y buscamos su presencia tenemos seguridad y
no hay temor. Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza. En Dios está nuestra seguridad y no temeremos
ningún mal pues Dios nos protege. Nuestro Dios es fuerte y nos guarda con amor, no temeremos porque
nuestra seguridad no está puesta en algo que se acaba, en alguien que se equivoca… no, nuestro Dios es
perfecto, poderoso y no duerme, sino que nos guarda en todo momento. Nos guarda aun de nuestros
enemigos, alejándolos y no permitiendo que nos hagan daño. ¡Cuánta seguridad hay en las manos de nuestro
Dios!
Dice que no temerá, acá se refiere al temor cuando algo nos da miedo, el que nos paraliza, es otro tipo de
temor, distinto al que se refiere en el v 1, vemos que si existe el temor a Dios no puede haber otro tipo de
temor, porque su confianza está en el Señor y lo confirma en el v 8.
¿Ves cómo en dos versículos seguidos habla de su corazón, firme, seguro y sin temor, porque
confía en el Señor? ¿Cómo está tu corazón hoy? ¿En quién o en qué está confiando?
En esta semana, al estar meditando en este Salmo, he sido invitada, vez tras vez, a confiar en el Señor, a
temerlo y deleitarme en sus mandamientos.
La manera de responder a las malas noticias indica el carácter y la estabilidad de una persona. La
respuesta a los temores está que puede confiar porque todas las obras de Dios son verdad y fieles
El hombre de Dios está afianzado. El salmista tenía en mente la firmeza del justo en la batalla contra los
enemigos de Dios, pues, como dice Pablo, todos los que quieren vivir para Dios, sufrirán persecución. En esta
batalla espiritual el hombre de Dios está firme, confiado y afianzado hasta que vea la victoria.
Todos queremos vivir sin temor. Nuestros héroes son personas valientes que corren toda clase de riesgos y
los superan. El salmista nos enseña que el temor de Dios nos puede llevar a una vida sin temor. Temer a Dios
significa respetarlo y reverenciarlo como el Dios todopoderoso. Cuando confiemos plenamente en que Dios
nos cuida, descubriremos que nuestros demás temores, aun el de la misma muerte, se desplomarán.
b-Será EXALTADO v. 9.
El hombre que teme a Dios es feliz cuando reparte de lo suyo, cuando da a los que no tienen. Cerca de ti
siempre habrá alguien necesitado, tal vez un vecino, un amigo o un familiar. Puede ser que lo que anhele sea un
poco de cariño, saber que lo recuerdas o que le des un abrazo. Otros necesitan un poco de lo que comiste
hoy; hacer un poquito de más para dar a otro, trae felicidad. Repartir, dar, trae gozo. Hazlo por temor a
Jehová, agradeciendo lo que Dios te ha dado a ti y encontrarás alegría. Tu justicia será recordada y entonces
diremos: ¡A Dios le pertenece la gloria!
¡Dios es quien nos ha bendecido y nos permite ayudar! ¡A Dios sea todo honor!
Da a los necesitados. Comparando los Salmos vemos que Dios dio todo para redimirnos, entonces nosotros
hemos de compartir con los necesitados. Así, lo que hace permanece. Muchos malgastan la vida tratando de
lograr algo perdurable, pero lo duradero es invertir en las vidas de otras personas.
«Su poder será exaltado en gloria» significa que la dignidad de Dios se pondrá en alto y se honrarán a los fieles
a Dios.
c-Sus ENEMIGOS serán humillados v. 10.
El salmista enseña con contrastes. El que se deleita en Dios recibe “las peticiones de su corazón”, pero para
el impío que busca su propio placer, su deseo… perecerá.
¿Si mueres tú hoy, como te recordara tu familia, tus amistades, tus vecinos y tus compañeros de
trabajo? ¿Qué pensaran cuando vayan a tu funeral y oigan que los hermanos digan que tú eras
buen cristiano que fue fiel a su iglesia y al Señor? ¿Se quedaran sorprendidos?
CONCLUSION
¿Qué planeas dejarles a tus hijos? Un poco de dinero, una casa que necesita arreglos, O tal vez una casa
llena de cosas que ellos venderán en un momento.
Les puedes dejar la memoria de la buena doctrina que aprendieron de ti, y los principios bíblicos que
aprendieron mirando como tú viviste tu vida
Nadie sabe cuándo será el último día de su vida. Por eso debemos vivir cada día de una manera que le ayudara
a que los demás nos recuerden por el regalo maravilloso que le dimos – las buenas nuevas de Jesús que
oyeron de nosotros y que fue evidente en lo que hicimos con nuestra vida.
Eclesiastés 12: 13 El fin de este asunto es que ya se ha escuchado todo. Teme, pues, a Dios y cumple sus
mandamientos, porque esto es todo para el hombre.

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