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10 trucos psicológicos para influir sobre las personas

Antes de empezar, es importante tener en cuenta que ninguno de estos métodos tiene como
objetivo influenciar a otras personas con oscuras intenciones. Cualquier cosa que pueda ser
perjudicial para alguien de alguna manera, sobre todo en su autoestima, no se incluye aquí. Estas
son formas de ganar amigos e influir sobre las personas que se utilizan la psicología en forma
positiva y sin hacer que alguien se sienta mal.

Contenido [mostrar]

1. Efecto Benjamin Franklin

Cómo lograr que alguien nos haga un favor puede tener truco, y éste es también conocido como el
efecto de Benjamin Franklin. La leyenda cuenta que cuando Franklin estaba en la Asamblea
Legislativa de Pennsylvania había un opositor que en alguna ocasión había hablado en su contra
(Franklin no dice su nombre), alguien muy influyente. Franklin estaba muy inquieto por esta
oposición y animosidad y decidió ganarse a este caballero. Lo que se le ocurrió es muy curioso e
inteligente. En vez de hacer a ese señor algún favor o servicio, le indujo a que fuera el opositor el
que le hiciera un favor a él, pidiéndole prestado un libro muy raro de su biblioteca. El señor en
cuestión se lo prestó inmediatamente y Franklin se lo devolvió al de una semana con una nota en
la que le agradecía enormemente el favor. Cuando se volvieron a encontrar en el parlamento el
caballero le habló (cosa que no había hecho antes nunca) y encima con gran educación. A partir de
entonces este señor estuvo siempre dispuesto a ayudar a Franklin y se hicieron grandes amigos,
una amistad que continuó hasta su muerte. Este hecho demuestra la verdad de una máxima que
Franklin había aprendido de pequeño que dice: “Es más probable que te haga otro favor alguien
que ya te ha hecho uno previo que no uno que te lo debe a ti”.

Hay otro ejemplo muy ilustrativo de este fenómeno en Los hermanos Karamazov de Dostoiewsky.
Fyodor Pavlovitch recuerda cómo una vez en el pasado le preguntaron por qué había odiado tanto
a una persona. Y él les respondió: “Os lo diré. No me ha hecho ningún daño. Yo me porté muy
suciamente con él una vez y desde entonces le he odiado”. Lo mismo que en estos ejemplos
obtenemos un círculo vicioso, el efecto Benjamin Franklin demuestra que también es posible
generar círculos virtuosos.

Los científicos decidieron probar esta teoría y encontraron que aquellos a los que el investigador
les solicitó un favor personal, hicieron valoraciones mucho más favorables sobre el mismo que los
otros grupos. Puede parecer contradictorio, ya que el sentido común nos dice que hacemos
favores a la gente que nos gusta y fastidiamos a aquellos a los que no nos agradan. Pero la
realidad parece ser que tendemos a que nos guste la gente con la que somos amables y a que nos
disguste la gente con la que somos rudos o nos portamos mal nosotros.

2. Pedir demasiado

El truco consiste en pedir en un primer momento mucho más de lo que queremos o necesitamos,
para rebajar nuestra solicitud posteriormente. Se empieza por lanzar una petición realmente
exagerada a alguien, una solicitud lo más probable será rechazada. A continuación, se vuelve poco
después y se pregunta por algo mucho menos desorbitado, que en realidad es lo que realmente
queríamos en un primer lugar. Este truco también puede sonar contra-intuitivo, pero la idea
detrás de esto es que la persona se siente mal por negarse nuestra primera solicitud, a pesar de
que no era razonable, por lo que cuando se pide algo razonable, se sentirá más obligado a ayudar
en esta ocasión.

3. El nombre propio

Utilizar el nombre propio de una persona o de su título, según sea la situación, es otra herramienta
para ganar la confianza. Dale Carnegie, autor de “Cómo ganar amigos e influir sobre las personas”,
explica que el uso de nombre de alguien resulta increíblemente importante y eficaz para lograr
una amistad. Se dice que el nombre de una persona es el sonido más dulce en cualquier idioma
para esa persona. El nombre es la parte fundamental de nuestra identidad, de modo que,
escucharlo que valida nuestra existencia y nos inclina a tener sentimientos más positivos acerca de
la persona que nos valida. El uso de un título o un apodo, también puede tener efectos muy
fuertes. Esto puede ser tan simple como llamar a un conocido y llamarle “amigo” o “compañero”
cada vez que lo vemos, o referirnos a una persona con la que deseamos trabajar o seguir
trabajando como “jefe”, aunque esto pueda parecer algo cursi, en la práctica funciona.

4. La adulación

La adulación abre muchas puertas. Ésto puede parecer obvio al principio, pero hay algunas
advertencias importantes a tener en cuenta. Para empezar es importante saber que si la adulación
no es vista como sincera, va a hacer más mal que bien. Los investigadores han estudiado las
motivaciones y reacciones que existen detrás de la adulación y han encontrado algunas cosas muy
importantes. Al parecer, la gente tiende a buscar el equilibrio cognitivo, tratando de mantener
siempre sus pensamientos y sentimientos organizados de una manera similar. Así que si
halagamos alguien que tiene la autoestima alta y lo encuentra sincero, le va a agradar mucho,
pues está validando sus propios sentimientos. Sin embargo, si halagamos alguien que tiene la
autoestima baja, hay una posibilidad de que pueda ser contraproducente, debido a que interfiere
con la forma en que se percibe. Eso, por supuesto, no quiere decir que debamos degradar a una
persona de baja autoestima.

5. Mirroring o la técnica del espejo

El Mirroring también conocido como mímica o técnica del espejo, es algo que algunas personas lo
hacen de forma natural. Las personas con esta habilidad son consideradas como “camaleones”;
tratan de mezclarse con su entorno copiando los comportamientos de otras personas, gestos e
incluso los patrones del habla. Sin embargo, esta habilidad también puede ser utilizada
conscientemente y es una gran técnica de parecer más amistosos. Los investigadores estudiaron la
mímica y encontraron que los que habían sido imitados eran mucho más propensos a actuar
favorablemente hacia la persona que los había copiado. Aún más interesante fue su segundo
hallazgo, de que los que tenían alguien que les imitaba su comportamiento, parecían más
interesantes y más agradables delante de los demás. Es probable que la razón por la que esto sea
así es que el reflejo de la conducta de alguien le hace sentirse validado. Esta validación se asocia
positivamente con sentir una mayor autoestima y mayor seguridad, más felicidad y sentir una
mejor disposición hacia los demás.

6. El uso del cansancio

Cuando alguien está cansado es más susceptible frente a todo lo que alguien les pueda decir,
tanto si se trata de una declaración como de una solicitud. La razón de esto es que cuando la gente
está cansada sus niveles de energía mentales caen enormemente. Cuando le hacemos una
petición de alguien que está cansado, probablemente no tendrá una respuesta definitiva,
probablemente obtengamos una respuesta de “lo haré mañana”, porque no quiere hacer frente a
las decisiones en ese momento. Al día siguiente, es más probable que se sienta inclinado a
ayudarnos, pues la gente tiende a mantener su palabra; es natural psicológicamente el querer
seguir adelante con algo que dijo que se haría.

7. Ofertas que no se pueden rechazar

Consiste en empezar con una solicitud que no puedan rechazar. Esta es una técnica inversa de
“apuntar alto”. En lugar de comenzar con un pedido grande, se empieza con algo muy pequeño.
Una vez que alguien se ha comprometido a ayudarnos o está de acuerdo con nosotros, será más
probable que se muestre más receptivo a cumplir una petición más grande. Los científicos
probaron este fenómeno en publicidad. Empezaron haciendo que la gente expresara su apoyo al
medio ambiente y las selvas tropicales, lo cual es una petición bastante simple. A continuación, se
encontraron con que una vez que alguien había llegado a expresar su acuerdo para apoyar el
medio ambiente, era mucho más fácil convencerle a la hora de comprar productos que apoyaron
las selvas tropicales y otras cosas

8. Saber corregir

No es buena idea corregir a la gente cuando se equivocan. Carnegie también señaló en su famoso
libro que decirle a alguien que está equivocado, es algo generalmente innecesario y logra que los
demás se alejen de nosotros. En realidad, hay una manera mejor de mostrar desacuerdo y
convertirlo en una conversación educada, sin decirle que se equivoca, pues afecta a la esencia de
su ego. La idea detrás de esto es bastante simple: en vez de discutir, escucha lo que tienen que
decir y luego trata de comprender cómo se siente y por qué. A continuación, descubre el terreno
común que compartes con él y utilízalo como punto de partida para explicar tu posición. Esto hace
que el otro se muestre mucho más propenso a escuchar lo que tienes que decirle y te permita
corregirle sin perder tu posición.

9. Repetir las cosas

Repetir de nuevo algo que nuestro interlocutor acaba de decir, es una de las formas más positivas
para influir en los demás, pues mostramos que realmente entendemos lo que nos están diciendo y
cómo se siente, manifestando así nuestra empatía. Una de las maneras más efectivas de hacer
esto es parafraseando lo que dicen y repitiéndolo de nuevo, también conocida como la escucha
reflexiva. Los estudios han demostrado que cuando los terapeutas utilizan la escucha reflexiva, la
gente tiende a revelar más sus emociones y tienen una mejor relación terapéutica. Esto se puede
transferir al hablar con nuestros amigos. Si escuchamos lo que nos dicen y lo reformulamos como
una pregunta para confirmar que lo entendimos, van a sentirse más cómodos al hablar con
nosotros. Ellos también van a mostrar una mayor amistad y serán más propensos a escuchar lo
que tenemos que decir, ya que puso de manifiesto que nos preocupamos por ellos.

10. Asentir

Asentir mientras se habla, especialmente cuando deseamos a pedir un favor. Los científicos han
descubierto que cuando las personas asienten mientras escuchan algo, están más propensas a
estar en acuerdo con la otra persona. También han visto que cuando alguien asiente mucho frente
a nosotros, acabemos haciendo lo mismo. Esto es comprensible porque los seres humanos somos
bien conocidos por imitar comportamientos, especialmente aquellos que se consideramos que
poseen una connotación positiva. Así que, si quieres ser muy convincente, asiente con regularidad
a lo largo de la conversación. La persona que está hablando le resultará difícil no asentir también,
y se empezará a sentir buenas vibraciones hacia lo que se está diciendo, sin ni siquiera saberlo.
Ejercicios para hablar en público
por Felipe Corrales | May 8, 2018 | Blog

Ejercicios para hablar en público

Hablar a un grupo de personas no será lo mismo que hablarle a tu mejor amigo, tu hijo o tu pareja.
Más bien es una comunicación con un “Ser” totalmente desconocido, además si dentro del público
hay gente conocida, siempre tu percepción será de desconocerlo en ese instante.

Es muy normal que se genere un pánico escénico o se disparen los nervios a la hora de hablar a un
público. Podemos prepararnos antes, para llevar nuestro momento de hablar en público
confortablemente, que estemos seguros y eliminar las barreras que puedan existe en este caso.

Hay 5 ejercicios que se recomiendan para tener un mayor control de tu puesta en escena, que
también darán un impacto positivo a tu público. Yo los utilizaba antes de estudiar a profundidad
cómo Hablar en Público y me funcionaron muy bien.

Ten en cuenta que estos ejercicios debes realizarlos antes de comenzar tu discurso, no durante.

1. Hazte la siguiente pregunta ¿Qué quieres dejar en la mente de tu Público?:

Antes de comenzar a preparar tu tema, debe estar muy claro cuál será el objetivo final que vas a
tener con tu público, que puede ser:

Vender o presentar una Idea

Explicar o dar solución a un tema.

Exponer tu punto de vista, para que el otro lo entienda

Ser recordado y admirado.

Ya entendiendo este ejercicio, donde ubicas el sentido que llevará el discurso, podemos tener
otros elementos que van a ayudar al desarrollo de tu oratoria.
Un consejo que doy a las personas que asisten a mis entrenamientos, es evitar al máximo tener
que aprender de memoria su discurso, esta bien tener en cuenta unos datos o partes de este, pero
no todo, ya que si hace falta una parte de lo aprendido de memoria, sería un caos para ti.

2. Escúchate:

Permite conocer más que tu discurso o lo lógico que parezca este, tu Tono. La clave es el manejo
del tono.

Los expertos en el manejo del discurso mantienen una cadencia agradable de su voz, una
velocidad normal y hacer pausas durante sus diálogos. Todos estos matices de la voz los percibe el
público en su mente, como lo que llamamos “arte de la confianza”, así no tardarán los
espectadores en conectarse contigo y el tema expuesto. Entonces practica con trabalenguas,
frente al espejo, también cerrando los ojos, y presta atención a como modulas tu voz. También es
muy valido escuchar a los expertos y sentir cómo utilizan su Tono para seducir con su discurso.

3. Respiración controlada:

La respiración es clave fundamental para que puedas controlar tu ansiedad ante el público.
También pasar horas y horas en un discurso sin sentir el más mínimo cansancio. He tenido la
oportunidad de realizar conferencias de hasta 8 o más horas continuas, con unos cortos lapsos de
descanso, y mi cuerpo se siente muy bien. El control en la respiración te dará energía necesaria y
el correcto manejo para que tus órganos estén muy vitales, haciendo su labor óptima. Entonces 5
minutos antes de tu conferencia, vas a hacer respiraciones controladas, donde lleves tu aire al
estómago, sé consciente durante este tiempo, te ayudará también a controlar la ansiedad

4. Masaje en Manos:

la mayor atención de un público es hacia tus manos. Puede parecer increíble, pero el 30 % de tu
comunicación en público la da tus manos, y vuelve a reforzar el “arte de la confianza”. Entonces
vamos a dar un masaje antes de entrar en escena a nuestras manos con el fin de tener más
consciencia en ellas.
a) Masajea tus dedos, comenzando desde las uñas, deslizando hasta los nudillos y termina en el
palmar. Lo haces con todos tus dedos

b) Vas a frotar tus manos, como cuando tienes frío para tomar más temperatura en ellas. Esto
activa la energía también en tus manos.

c) Haz un ligero estiramiento de muñecas y movimientos de rotación.

5. Medita:

La meditación es nuestra última recomendación y creo que la más precisa para que todo salga de
la mejor manera. Esto lo enseñamos a nuestros estudiantes en Meditación, donde lo que vas a
hacer es una relajación en solitud, visualizando el final de tu discurso, sintiéndote lleno de alegría
por tu éxito y sintiendo a las personas con gestos de felicidad (Sonrisas, aplausos, apretones de
mano o abrazos)

Estos y más secretos de hablar en público los puedes aprender con nosotros

También ten presente que La disciplina y la constancia hacen de ti un experto.

Ahora sí lánzate! Y da lo mejor de ti cuando hables a tu público.

Mira más Aquí

“Tus pensamientos son tan fuertes que pueden ser aceptados y tomados, todos depende de creer
en la fuerza interna que tienes”
¿Cómo Hacer que la Gente me Comprenda al
Hablar en Público?
¿Has estado frente a un expositor al cual se le entiende muy poco? Particularmente he estado en
exposiciones donde parece que el expositor no encuentra la forma de darse a entender, cuando
esto sucede la audiencia empieza a perder interés y finalmente no captan el mensaje. Saber
comunicar nuestras ideas al hablar en público de forma que las personas te entiendan con claridad
será determinante para lograr los objetivos que te propones por medio de tu discurso o
presentación.

Con los siguientes 3 métodos para hablar en público te podrás comunicar 4 veces mejor e
incrementarás las probabilidades de que te comprendan.

Muchos hombres y mujeres de negocios han alcanzado el éxito gracias a que saben expresarse con
claridad y saben comunicarse efectivamente. Ellos aplican métodos para hablar en público que
hacen que la mayor parte de las personas comprendan el mensaje.

El objetivo la mayorías de presentaciones o exposiciones ante un público es lograr transmitir


claramente un idea y convencer o persuadir al público para tomar cierta decisión, de hecho para
poder convencer a las personas primero es necesario que sepas transmitir con claridad tu
mensaje, de lo contrario no obtendrás los resultados.

No importa que domines el miedo a hablar en público, que tengas una voz de locutor, que tengas
un amplio vocabulario o que sepas usar el buen humor, nada de eso sirve si no puedes hacer que
tu público te entienda. Si aplicas estos 3 métodos para hablar en público podrás hacer que al
menos el 80% de tu público comprenda tu mensaje.

Define los puntos centrales. Determina con claridad los puntos importantes de tu presentación.
Estos son los puntos que no puedes dejar de presentar en caso de que por una razón u otra se te
acortara el tiempo de la presentación. Por lo general una buen discurso o exposición se basa en 2
ideas principales, máximo 4. Olvídate de todo lo demás y elabora tu presentación en torno a estos
puntos centrales los cuales debes mencionar en la introducción para que desde ese momento el
público sepa lo que vas a hablar.

Presenta tus ideas desde varios ángulos. En el desarrollo de tu presentación procura enfocar los
puntos principales desde al menos 3 ángulos o puntos de vista, para esto incluye ejemplos y
anécdotas. Por ejemplo, supón que dices “la implementación de tecnologías de voz sobre IP
disminuirá los costos de la empresa” y que esto es una idea principal de tu presentación, puedes
también decir esto desde otro ángulo “la actual plataforma de comunicación de la empresa es
muy costosa comparada con las tecnologías de voz sobre IP”. Añade a esto un ejemplo donde
compares todos los costos de una tecnología y otra y donde se vea con claridad por qué es más
económica la tecnología de voz sobre IP. Recuerda, un ejemplo habla más que 1000 palabras.

Repite las cosas importantes. La repetición es madre de la enseñanza y del aprendizaje, entre más
se nos repite una cosa, más la entendemos y la asimilamos, por eso procura repetir las ideas
principales durante la presentación. Está demostrado que luego de una presentación las personas
retienen menos de un 20% de lo que escucharon, así que si repites a lo largo de la presentación las
ideas claves asegurarás que tu público recuerde lo que realmente quieres que quede en sus
mentes.

Comunicar es más que hablar, comunicas cuando el receptor capta y entiende el mensaje. Estos
son tan solo unos cuantos métodos para hablar en público que permitirán que tu público te
entienda con facilidad. Como has podido ver, lo primero que debes definir es qué quieres
comunicar a tu público y con 2 a 4 puntos claves sería suficiente. Presenta estas ideas desde
distintas perspectivas y usa ejemplos que permitan ver con claridad tu punto. Por último, ten en
cuenta repetir al menos 3 veces cada idea principal a lo largo de la presentación y de manera
especial en la conclusión de la misma.
No transmitas desconfianza al hablar en público
A la hora de hablar en público es importante
transmitir confiabilidad, sinceridad y seguridad; solo de esta manera la audiencia estará
en la disposición de darle paso a nuestro mensaje.

El asunto es que muchos fallan al evitar un aspecto clave para lograr esta aceptación por parte
del público y, por lo tanto, despiertan sospechas y falta de interés en ellos.

Este elemento es el contacto visual.

¿Por qué tengo que mirar al público?


Sin contacto visual con nuestra audiencia sería imposible despertar la credibilidad necesaria
en nosotros y en nuestro mensaje.

Seguro tú mismo has experimentado esta sensación de duda que surge cuando sostienes una
conversación con otra persona que te está relatando un hecho y que mira a todas partes,
menos a ti. Cuando nuestro interlocutor evita el contacto visual con nosotros, inmediatamente
se disparan nuestros sensores diciéndonos: «¡Peligro, peligro! Información poco confiable».

Lo mismo sucede al hablar en público. Si no miras a las personas de la audiencia, no podrás


hacer que ellos confíen en ti, ni mucho menos persuadirlos para que tomen cierta decisión
basados en tu mensaje.

Pero me pongo nervioso al mirar a la gente, ¿cómo lo


hago?
Yo se que para muchos esto puede ser intimidador, o un verdadero reto, dirigir su mirada a las
personas al hablar en público, pero puedes lograrlo con un esfuerzo consciente.

Una forma fácil para ir teniendo control sobre el contacto visual al hablar en público, es
buscar entre el público rostros de personas conocidas, o que te inspiren confianza, caras
amigables, atentas y que muestren una buena actitud.

Mientras hables dirige tu mirada a estas personas, de forma regular, y trata de no hacerlo
fijamente solamente con una o dos personas.

No tienes que mirar fijo a sus ojos, puedes dirigir tu mirada a sus frentes, ligeramente por
encima de sus ojos. Hazlo de manera natural, como cuando sostienes una conversació n con un
amigo.
Al dirigir tu mirada a las personas del público, surgirá un vínculo, una conexión, con ellos. Por
supuesto, no podrás mirar a todos a los ojos, pero los que se encuentran alrededor de la
persona a la que te diriges, también sentirán esta unión.

Cuando miras a los miembros del público al expresar tus ideas, le estás diciendo de una forma
no verbal que sabes y estás seguro de lo que dices. Está bien echarles una mirada a tus notas
para asegurarte de no pasar por alto alguna cosa; pero si realmente manejas tu tema, será
una mirada rápida y luego volverás a conectarte con el público visualmente.

Hacer contacto visual mantiene al público atento en tu mensaje y esto, a su vez, aumenta las
probabilidades de que lo asimilen y lo acepten.

Por otro lado, evitar el contacto visual al hablar en público será interpretado como un signo
de desconfianza que hará que el público te ignore.

Por ejemplo, si mantienes tu mirada hacia abajo mientras realizas tu presentación, el público
va a interpretar que no estás interesado en ellos ni en su participación, que quieres salir de allí
rápidamente.

Si miras a alguien mientras hablas, pero esta mira hacia otro lado, solo pasa a otra persona y
no lo tomes como algo personal.

No pases mucho tiempo mirando a una persona, ya que podría sentirse incómoda, además que
descuidarías el contacto con los demás miembros presentes.

Procura poder ver a todo el público desde la posición que te encuentras hablando. Si no los
puedes ver, ellos tampoco te podrán ver; no podrán ver tus gestos, ni tus manos, ni tus ojos;
y como la comunicación no verbal es sumamente importante para hacer que nuestro mensaje
impacte a nuestro interlocutor, no debes pasar esto por alto.

Como parte de tus objetivos al hablar en público es que las personas comprendan tu
mensaje, deberás usar el contacto visual como una herramienta para lograr esta meta.

Déjame tus comentarios y observaciones sobre este asunto. Quisiera conocer tu opinión al
respecto.
Métodos para Hablar en Público que Captarán la
Atención de Tu Audiencia
Hacer que la gente nos preste atención al hablar en público es el principal reto que debemos
afrontar. Ya sea que te dirijas a la audiencia para informar o persuadir, si no logras la atención
y el interés de ellos tu mensaje caería en el vacío y habrás perdido tu tiempo. La clave se
encuentra en involucrar a la audiencia y hay métodos para hablar en público que puedes
dominar para esto.

Siempre será más emocionante participar en el juego que solo ser un simple espectador. Por
ejemplo, a mi me gustan ciertos deportes, uno de ellos es el baseball, sin embargo no puedo
durar más de 5 minutos viendo un partido. Ahora, cuando tengo la oportunidad de practicarlo,
se me pasan las horas y ni siquiera lo percibo, quisiera pasar todo el día jugando baseball, ¿no
te pasa esto a ti? Cuando nos involucramos en algo toda nuestro interés y atención están
comprometidos.

Así mismo, al hablar en público es de suma importancia despertar el interés del público desde
el mismo principio y mantenerlos atentos, de esto dependerá que puedan entender tu mensaje
y ser convencidos. La mejor forma para lograr esto es involucrarlos.

Los siguientes métodos para hablar en público te permitirán hacer que tu audiencia se sienta
parte de tu exposición y se involucre en la misma.

*Habla de sus intereses. En el libro “Actitud de Vencedor”, del autor John Maxwell, está la
siguiente declaración: “A la gente no le importa cuánto usted sabe, hasta que sabe cuánto a
usted le importa”, cuanta verdad hay detrás de esta afirmación. Los seres humanos por
naturaleza somos egoístas y solo buscamos nuestro propio beneficio, por lo tanto, si quieres
mantener al público atento debes hablar de sus intereses, de sus problemas, de sus
necesidades y de los beneficios que les podrías aportar por medio de tu exposición, es decir,
cómo tu idea ayudaría directamente a tu público. Trata de ponerte en sus zapatos y determina
qué cosas le interesan, le preocupan o le frustran y estructura tu presentación en torno a
estos puntos.

*Haz preguntas. Este es un buen método para hablar en público que involucra a las
personas. A la gente le gusta que se les tome en cuenta y que se valoren sus opiniones, al
hacer preguntas generales a tu público le estarás mandando un mensaje claro de que te
interesa su opinión y ellos te seguirán atentamente, además las preguntas que hagas a tu
público conllevarán un ejercicio mental de su parte que permitirá que tu mensaje se asimile
mejor. Cuando hagas una pregunta con esta intención asegúrate de hacer una pausa lo
suficientemente extensa para que la gente piense y pueda responder la pregunta. Por otro
lado, NO selecciones a una persona para que responda ni hagas preguntas directas a una
persona en específico, deja que las personas sean espontáneas.

*Mantén el contacto visual. La sinceridad es un gran elemento para hablar en público.


Ninguna otra parte del cuerpo puede mostrar mejor que los ojos la sinceridad y seguridad al
emitir nuestras palabras. Al hablar en público mantener el contacto visual con las personas en
la sala ayuda a establecer una buena relación con el público y les muestra que es honesto
acerca de lo que está compartiendo con ellos. Cuando mantenemos el contacto visual con
nuestro público, sin mirar a nadie de forma fija o a un grupo en particular, las persona s
sentirán que les estás hablando a ellos y que es algo personal y por lo tanto se sentirán
involucrados y captarás su atención.

Entonces, si quieres captar la atención del público:

 Involucra al público en tus presentaciones mediante la participación con preguntas,


esto fomenta la comunicación de dos vías, la atención y que comprendan lo que
quieres que hagan.
 Asegúrate de que la información que estas entregando se conecta con las necesidades
del público y sus intereses, esto hará que tu mensaje no solo sea asimilado con la
razón sino también de manera emocional.
 Dirige tu mirada al público para que sientan que le hablas a ellos de forma personal.
La importancia del contacto visual al hablar en
público
Al hablar en público necesitamos crear una conexión con aquellos que forman parte de
nuestra audiencia así como un ambiente de confianza que permita que nuestro mensaje sea
recibido.

La pregunta es: ¿podría crear esa conexión al hablar en público evitando mirar a las
personas a las que me dirijo? ¿Debería mantener contacto visual con el público? La respuesta
es: si. De hecho, es esencial que lo hagas.

Piensa por un momento en esta situación, te encuentras conversando con alguien y esa
persona, mientras habla contigo, se la pasa mirando su reloj, el piso, luego la revista que
tiene en su mano, y finalmente mantiene su mirada en la gente que está pasando cerca y todo
eso mientras habla contigo. ¿Qué pensarías? Pues sencillamente que esa persona tiene poco o
ningún interés en hablar contigo, y probablemente estés en lo cierto, ¿por qué?, ¡porque
nunca te mira!

Lo mismo sucede al hablar en público.

Si evitas el contacto visual con el público y en cambio mantienes tu mirada sobre tus notas,
sobre la proyección de las diapositivas o en el piso, el público entenderá que no tienes ningún
interés en ellos o que no estás seguro de lo que dices, generando como resultado falta de
confianza.

Por otro lado, mantener el contacto visual construye la confianza.

Otro de los beneficios del contacto visual al hablar en público es que las personas sentirán
que estás sosteniendo una conversación con ellos en lugar de darles un discurso. La gente
presta atención más fácil cuando forman parte de una conversación en la que ellos están
involucrados.

Así que, mantener el contacto visual al hablar en público ayuda a mantener el interés de la
audiencia.

Otra de las ventajas del contacto visual con las personas a las que nos dirigimos, es que
podemos conocer la reacción del público.

En una conversación uno a uno, nos fijamos en la otra persona para obtener
retroalimentación. Incluso, no hace falta que nos diga algo, podemos comprender cómo se
siente y cómo está recibiendo nuestro mensaje con solo ver la expresión de su rostro.

Si sonríe o asiente con la cabeza, lo interpretamos como que está de acuerdo con lo que le
estamos transmitiendo. Esa retroalimentación nos anima a continuar. Si arruga el ceño o agita
su cabeza de lado a lado, sabemos que no está totalmente de acuerdo con lo que acabamos de
decir, y podemos dar una explicación más detallada al respecto.

Lo mismo ocurre al hablar en público. Necesitamos la retroalimentación del auditoria para


saber cómo están aceptando lo que estamos diciendo, o si se necita más explicación. La
persona en la segunda fila que sonríe y asiente con la cabeza te está diciendo lo que necesitas
saber. Ella dice que entiende y que está de acuerdo contigo. Pero, ¿cómo captas ese mensaje
si tu mirada se encuentra fija en la pared del fondo?

Una última razón por la cual debes dirigir tu mirada a las diferentes personas del público es
por el estímulo emocional que a menudo recibirás de ellos.

Aunque no estés buscando intencionalmente este tipo de estímulo, es gratificante que, al


hablar en público, tu mirada se encuentre con rostros atentos y sonrientes y sentir esa
conexión con el público.

Así que, dirige regularmente tu mirada al hablar en público a las personas que veas más
atentas, más interesadas y que se sonríen contigo, esto incrementará
tu entusiasmo y seguridad.

Resumiendo, mantener el contacto visual al hablar en público te permitirá construir


la confianza, captar el interés, conocer la reacción del público y recibir estímulos positivos de
parte de los más atentos.
¿Cómo Hago para que el Público Me Escuche? –
Métodos para Hablar en Público
¿Qué es lo más importante al hablar en público?, ¿la preparación de la exposición?, ¿la
práctica previa?, ¿tener buenos argumentos y datos estadísticos ? o ¿las ayudas visuales y las
historias? Todos estos aspectos tienen su importancia y relevancia, pero de nada sirven si no
hay un público dispuesto a escucharte. Debes conocer ciertos métodos para hablar en
público que te abrirán la puerta de las mentes de las personas y harán que estén dispuestas
a escuchar.

Imagínate por un momento a un sembrador que quiere una buena cosecha. Para esto debe
tener una buena semilla, una semilla de calidad que pueda rendir buenos frutos. Antes de
iniciar a sembrar, debe escoger el terreno, un terreno que tenga las condiciones requeridas
para el cultivo, pero a la vez debe preparar este terreno; lo limpia, lo ara, lo abona y lo
acondiciona y luego siembra la semilla. Después procura que el suelo y la semilla sean regados
con la cantidad de agua adecuada, usa algunos elementos para evitar las plagas y malas
yerbas, etcétera. Finalmente, aquella semilla sembrada germina, crece y el sembrador disfruta
de su cosecha.

El sembrador eres tú, que tienes por delante la tarea de hablar en público ante un grupo de
profesionales y tu presentación o exposición es la semilla que vas a sembrar. Tu audiencia es
ese terreno que va a recibir la semilla y la semilla, tu mensaje, puede ser de muy buena
calidad, pero si no prepararas y abonas el terreno, tu público, de nada servirá, habrás perdido
el tiempo. Los siguientes métodos para hablar en público te servirán para hacer que el
público desarrolle una buena disposición y actitud para escucharte y abran sus mentes a tu
mensaje.

1. Cuida tu vestimenta y arreglo personal. La primera impresión que recibirá tu público de


ti será visual. Tu apariencia es como la envoltura del regalo, es nuestra carta de presentación,
y por medio de ella proyectarás al público seguridad, convicción y profesionalismo, o todo
lo contrario, lo cual es importante para que tu mensaje pueda hallar lugar en sus mentes. Si
vistes de forma descuidada y luces desaliñado, darás una mala impresión y será luego
muy difícil conseguir que el público tenga una actitud positiva hacia tu mensaje.

2. Muestra interés por las necesidades del público. Si quieres lograr una conexión con tu
público, interésate por ellos realmente. Investiga previamente a tu audiencia y cuáles serían
sus preocupaciones e intereses. Debes elaborar tu presentación en torno a sus necesidades y
preocupaciones. Inicia planteando asuntos de su interés y que le reporte algún beneficio. Si
ellos notan que tú conoces sus necesidades, ellos abrirán la puerta de su mente para ti.

3. Mira a tu público. Al hablar en público debes evitar mirar de un lugar a otro


nerviosamente, a esto se le llama mirada huidiza. Este tipo de mirada enviará un mensaje
de inseguridad y de falta de sinceridad a la mente primaria de las personas. Dirige tu mirada
al público al hablar.
4. Involucra al público. Las personas le gusta que se les tomen en cuenta, les gusta sentirse
parte del momento. Al sentirse involucrados, tu audiencia te prestará atención y mostrará una
buena disposición para escuchar. Algunas de las maneras para hacer esto es dirigiéndote de
vez en cuando a las personas por su nombre, haciendo preguntas, pidiendo a alguien que lea
algún texto de la diapositiva o del material de soporte que entregaste entre otras cosas.

Resumiendo, de nada sirve preparar bien tu exposición al hablar en público sino preparas y
acondicionas al público que te escuchará. Para que el público pueda abrir su mente para
recibir tu mensaje deberás proyectar que eres seguro y confiable, que conoces sus
necesidades y que tu propósito es ayudarles. Mantén el contacto visual al dirigirte a las
personas e involúcralos en el momento.

Implementa estos métodos para hablar en público si realmente quieres que tu mensaje sea
bien recibido por las personas.

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