(Hemiptera: Dactylopiidae)
Introducción
Entre los animales que criaban los mexicanos, ninguno hay
más digno de mencionarse que el nochiztli o cochinilla... Este
insecto, tan estimado en todo el mundo por su color, siendo
por una parte tan delicado y por otra tan perseguido, necesita
mucho mayor cuidado que los gusanos de seda.
Francisco Javier Clavijero
Historia Antigua de México, 1780.
El declive
A pesar de los esfuerzos de la Corona y el aparato
burocrático novohispano la industria no tardo mucho en
decaer, existían constantes quejas de los indígenas que
sentían cierto hostigamiento por parte de las autoridades que
deseaban producciones cada día mayores para poder abastecer
a un mercado creciente. Alcaldes mayores y comerciantes se
repartían ganancias enormes producto de la adulteración del
producto, valiéndose de la corrupción de los Jueces de grana,
además de trasladar a poblaciones enteras de lugar con la
finalidad de dedicarlos únicamente a la crianza del insecto.
En Tlaxcala y Puebla durante la segunda parte del siglo
XVII los productores cansados de ser los menos favorecidos
económicamente por su esfuerzo y ante la incompetencia de
las autoridades virreinales destruyeron sus plantíos.
Alejandro de Humboldt en su obra más famosa: “Ensayo
político sobre el reino de la Nueva España”, nos cuenta que en
la región de Yucatán sucedió algo parecido alrededor del año
1760:
“...Una sola noche vio cortar todos lo nopales que alimentan
la cochinilla. Los indios pretenden que el gobierno tomó esta
medida violenta para hacer aumentar el precio de un género
cuya propiedad exclusiva se quería asegurar a los habitantes
de la Mixteca. Los blancos, por el contrario, aseguran que
los indígenas, irritados y descontentos del precio que los
comerciantes fijan a la cochinilla, se unieron para destruir el
insecto y los nopales a un mismo tiempo”.
Datos curiosos
Cuenta una leyenda de origen mixteco que una mañana
un par de divinidades se encontraron en un campo sembrado
de nopales, alimento exquisito que desató inmediatamente
la codicia de ambos por la posesión del mismo, al no ceder
ninguno ante los gritos y amenazas del otro, se enfrascaron en
una pelea muy cruenta, salpicando con su sangre las verdes
pencas y las multicolores tunas, al final, el único ganador fue
el hermoso sembradío, que utilizando sus afiladas espinas y
sus hirientes ahuates guardaron para el hombre la preciosa
sangre de los dioses (Hernestrosa, 1986). Existe otra leyenda
que narra las creencias mexicas que ligan al nopal con la
sangre y el sacrificio, establecidos claramente en el texto de
la página 12 de la “Historia Tolteca Chichimeca” (Kirchhoff,
1976) que señala puntualmente:
“Flecharon el nopal y brotó su sangre; y alimentaron a uno
de ellos y así se lleno de voluntad”.
Ambas fuentes me han servido para dar título al
presente.
Grandes pintores considerados tesoros de la humanidad
como El Greco, lograron algunos colores carmesí utilizando la
grana. También los hermanos franceses Gobelin, aprovecharon
el colorante en la elaboración de sus famosos tapices.
Las chaquetas de gala del ejército británico, así como los
mantos de la familia real, se tiñen desde el siglo XVI con grana
cochinilla.
Los ropajes de cardenales (Dahlgren, 1990) y la guardia
Vaticana se teñían con grana desde el siglo XVI y hasta
principios del siglo XX.
La famosa bebida italiana Cinzano obtiene su característico
color, con la sangre de las tunas que un día salieron de
México.
El Códice Badiano que trata sobre medicina natural utiliza
la tinta roja de la cochinilla, se escribieron en ella los nombres
de las plantas, el título de los capítulos y el enmarcado de las
láminas (González, 1990).
Maximiliano de Hasburgo frustrado emperador de México
en el siglo XIX se interesó por mejorar la producción de la
grana y erradicar los fraudes en el comercio, de tal forma hizo
publicar en el “Diario del Imperio” del 6 de marzo de 1865 el
Tratado de la Grana Cochinilla. Primer intento hecho por una
autoridad del nuevo país por proteger ese patrimonio.
El futuro
México fue el lugar de origen y expansión del Dactylopius
coccus Costa, ahora después de casi 500 años es el segundo
consumidor mundial y su producción es prácticamente
artesanal, el mercado interno debe de hacer uso de la
importación del producto para poder responder a la necesidad
del mismo (Perea, 2006).
Los usos del colorante natural son enormes, en la industria
textil, a raíz del descubrimiento de que ciertos colorantes
artificiales pueden causar cáncer en la piel ha vuelto a tomar
importancia; en la cosmética, en la alimenticia, en la artesanal.
Se sabe que las propiedades del mismo permitirán emplearlo
en un futuro inmediato para elaboración de productos contra
el cáncer, es probable que se le encuentre según estudiosos
en la materia un uso como antiviral y para disolver cálculos
renales.
Conclusión
Poco es lo que se ha escrito acerca de la importancia que la
grana cochinilla tuvo en la vida económica del México colonial.
Las referencias históricas son casi siempre indirectas y mucho
de lo que ha llegado hasta nosotros procede de exploradores
y traficantes de origen europeo. Los estudios científicos
novohispanos, si bien existieron y poseen gran importancia
histórica como ha sido el caso de los trabajos de Alzate (1777)
y Clavijero (1780), pasaron prácticamente inadvertidos en su
época. Casi todo lo que podemos leer en la actualidad sobre el
tema aparece en forma de introducción o como capítulo inicial
de tratados modernos sobre la crianza y comercialización de
la grana cochinilla, en los cuales se hace un ligero sumario
que sirve para exaltar los beneficios que ha dejado y por lo
tanto, puede volver a traer consigo, además, ocasionalmente
se le regala algún renglón en los libros de historia regional.
Tal parece que a los profesionales de la historia y a las
autoridades educativas les incomoda que algo tan pequeño y
frágil como un insecto haya tenido un peso económico y político
tan grande, y por lo tanto no merezca mayor atención. Como
sucedió con el henequén y como seguramente le sucederá al
petróleo, él insecto dejó de ser una fuente inmensa de riqueza,
no produce impuestos y debido a ello no merece la atención
oficial como la que se le da al tequila. Han tenido que ser los
propios productores e investigadores quienes promuevan y
fomenten su desarrollo.
Sin embargo al estudiar las fuentes históricas directas
y revisar el pasado colonial de nuestro país, no podemos
pasar por alto que este producto se convirtió en algo muy
importante, que modificó hábitos en el continente Europeo
y creó un monopolio mundial que se convirtió en la segunda
fuente de ingresos para la corona española, solo detrás del oro
y la plata.
En su momento la grana cochinilla fue mucho más famosa
que el chocolate, el jitomate, el aguacate, el maíz y otras
muchas aportaciones americanas al viejo mundo, tal vez, su
falta de imagen pública obedezca al desconocimiento, más
que a la omisión por parte de las autoridades competentes.
El hecho de que algunos colorantes sintéticos puedan
producir cáncer nos ha hecho voltear los ojos hacia el pasado
para encontrar una fuente natural de tintura que sea segura y
garantice el abasto, no sería extraño que dentro de pocos años,
de continuar la tendencia que apunta hacia un repunte de sus
ventas, podamos ver como la sangre de los dioses mexicanos
circule una vez más en grandes cantidades por los mercados
mundiales; en México no podemos quedarnos con los brazos
cruzados ante esta segunda oportunidad que aparece en el
horizonte del “oro rojo” mexicano Dactylopius coccus Costa.
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