La razón que nos ha llevado a desarrollar el tema ya mencionado es que a través del
embriaguez
que los datos utilizados para sustentar el trabajo son los existentes acorde con la
una persona en el hecho ilícito ajeno. Como bien afirman Cobo Del Rosal y Vives Antón:
En ese orden de ideas, el cómplice no podrá ser castigado, si el sujeto activo principal no lo
es. Así, el principio de ejecución del delito marca el límite de lo punible, es decir, tiene que
tener el cómplice una participación activa en la realización del delito; de no tenerla sería
imposible imputarle el delito en calidad de partícipe. De ahí que no hay complicidad en los
nuestra Código Penal. Obviamente, por razones lógicas de espacio no vamos a analizar
todas las situaciones de complicidad y sólo resaltaremos los puntos críticos que no modifica
la nueva legislación penal que cursa en el Congreso Nacional.
A modo de ejemplo, tendremos a bien resaltar que el artículo 60 del Código Penal
considera cómplice a “aquellos que por dádivas, promesas, amenazas, abuso de poder o de
para cometerla”. En esta primera parte del artículo 60 vemos cómo el Código Penal
califica al autor intelectual como cómplice y, peor aún, en virtud de las disposiciones del
artículo 59: “A los cómplices de un crimen o delito se les impondrá la pena inmediatamente
inferior a la que corresponda a los autores de este crimen o delito”. Por ello, si una persona
manda a matar a otra será sentenciada con una pena inferior a la del autor material.
Obviamente, la situación anterior no ocurriría en caso de utilizar la teoría del delito para
esas situaciones, pues, en esos casos, se utilizaría la autoría mediata, es decir, aquella en la
que una persona utiliza como medio a otra para la comisión de un delito. Su rasgo
de la voluntad del instrumento a la del autor mediato” . ¿Quién tiene el dominio del hecho:
un niño de 10 años de uno de nuestros barrios pobres o un tutumpote que paga para la
aquellos que a sabiendas hubieren ocultado en su totalidad o parte cosas robadas, hurtadas,
sustraídas o adquiridas por medio de crimen o delito”. Aquí, vemos otro error garrafal en
las reglas de participación en el delito de la parte general del Código Penal. Nos
República: “Nadie podrá ser penalmente responsable por el hecho de otro ni en estos casos
ni en cualquier otro”. En caso de imputarnos esta clase de delitos, nos estarían haciendo
por el hecho de otra persona en la que no aportamos ni un grano de arena. Esta situación
constituye otro de los desfases del Código Penal y que tampoco resuelve el nuevo proyecto
de Código Penal.
Para solucionar la situación planteada para las personas que no participan en el delito,
consideramos ideal la reforma de 1995 al Código Penal español. Así, el artículo 451 del
Código Penal español tipifica esta situación como un delito contra la administración de la
Justicia. “Será castigado con la pena de prisión de seis meses a tres años el que, con
1º Auxiliando a los autores o cómplices para que se beneficien del provecho, producto o
precio del delito, sin ánimo de lucro propio; 2º Ocultando, alterando o inutilizando el
cuerpo, los efectos o los instrumentos de un delito, para impedir su descubrimiento. (…)”.
el que no participó.
El desfase anterior no enseñó nada al legislador del año 2008; tenemos más de 100 años
desfasados y esto continuará por los siglos de los siglos. Peor aún, a diferencia del
legislador del año 1884 que se inspiró en los textos franceses propios del siglo XIX y la
siglo y sin ver la realidad de nuestro país cometimos el error de copiar nuevamente el texto
autor intelectual siguen siendo formas de complicidad que desde nuestra óptica no pasan el
examen constitucional del artículo 102 de la carta magna. Parece mentira que la ley de
drogas solucione estas situaciones de mejor manera y por lo menos fije una especie de
autoría, especial para materia de drogas, para los jefes de bandas de narcotraficantes que
Nuestro legislador actuó responsablemente cuando fijó este tipo de autorías en la Ley de
Drogas, pero, obviamente, ahí existía la presión internacional. Qué pena que no copiaran
nuestros dignos legisladores este ejemplo de un legislador más cercano como el del año
1988. Igual situación ocurre en la Ley de Lavado de Activos, donde hay formas especiales
de autoría. ¿Por qué no copiar nuestros propios ejemplos y fijar en su justa dimensión las
Código Penal fija la misma pena para el autor intelectual (que sitúa sistemáticamente en la
complicidad), pues el problema, como vimos, va más allá de esa situación. Se trata de
en la realización de un ilícito.
Pero nada, mi voz clama en el desierto y espero que por lo menos ustedes la escuchen. El
Proyecto de Código Penal debe ser detenido y mandado a comisión para estructurar algo
más acorde con nuestra situación actual y que responda a un plan de política criminal del
Estado.
Hasta la próxima, mis queridos amigos, y como dije al principio la finalidad de este artículo
participa o se asocia indirecta o accesoriamente al delito cometido por otro, por medio de
refiere a los que cooperan a la ejecución del hecho por un acto sin el cual no se hubiera
ejecuta la acción principal, su actuación es, como la de todos los cómplices, accesoria a la
del autor principal, y sólo se diferencia de aquellos en que sin su participación no puede ser
Por otro lado la simple complicidad o la no necesaria, es la que se refiere a los que
cooperan a la ejecución del hecho por actos anteriores o simultáneos. Esta es aquella en la
que una persona presta al autor una cooperación secundaria a sabiendas de que favorece la
Los cómplices necesarios reciben la consideración de autores y son castigados como tales,
en cambio a los simples cómplices se les aplica la pena del autor del delito consumado
rebajada en un tercio.
Necesaria o no, la complicidad ha de tener relevancia para la producción del resultado. Esta
cometió, en facilitarle la fuga o en hacer desaparecer los rastros o pruebas del delito, o bien
noticias que tuviere acercar de la comisión de algún delito, cuando estuviere obligado a
hacerlo por su profesión o empleo, o negare a la autoridad, sin motivo legítimo, el permiso
cualquiera que sea su duración o el número de sus miembros; todo concierto establecido,
con el objeto de preparar o de cometer crímenes contra las personas o contra las
asociación, sin tener en cuenta que se hayan realizado o no las infracciones que constituyen
conformidad con lo previsto por el artículo 266 del mismo texto de ley.
Como la especie, el legislador ha previsto otros tipos de infracciones con iguales fines, tales
acuerdo o conciliación realizada por un dos o más personas con el fin de realizar actos
criminales, hecho que tiene la suficiente gravedad para perturbar profundamente la paz
El autor es quien participa directamente en la realización dela infracción, mientras que los
coautores, son aquellos individuos que participan simultáneamente, aún en lugares distintos
en la comisión de un mismo hecho; mientras que los cómplices son aquellos se asocian
indirecta o directamente al delito cometido por otro, por medio de hechos limitativamente
Textos que la contienen: Los artículos 59, 60, 61, 62 y 63 de nuestro Código Penal,
inmediatamente inferior a la que corresponda a los autores de este crimen o delito; salvo los
Artículo 60.- Se castigarán como cómplices de una acción calificada de crimen o delito:
los medios que hubieren servido para ejecutar la acción. Aquellos que, a sabiendas,
las penas que especialmente se establecen en el presente Código, contra los autores de
caso en que no se hubiere cometido el crimen que se proponían ejecutar los conspiradores o
provocadores.
Artículo 61.- Aquellos que, conociendo la conducta criminal de los malhechores que se
ejercitan en salteamientos o violencia contra la seguridad del Estado, la paz pública, las
Artículo 62.- Se considerarán también como cómplices, y castigados como tales, aquellos
26 de Junio del 1984 y por ley 46-99 del 20 de mayo del 1999). En ningún caso podrá
pronunciarse la pena reclusión mayor, cuando procedan contra los ocultadores, sino
ocultación, de las circunstancias a las cuales la ley aplica la pena de treinta años de
detención."
En nuestra legislación, los autores y los coautores son sancionados de la misma naturaleza,
con las sanciones establecidas por cada infracción; mientras que los cómplices de un
los autores, salvo los casos en los que las leyes dispongan otra cosa; siendo preciso
establecer que cuando se habla de la pena inmediatamente inferior se trata de aquella que
Las causas de eximentes de responsabilidad del autor, no se comunican a los cómplices, del
mismo modo, las excusas atenuantes, que por ser personales o reales concurren en la
persona de que se trata. Las circunstancias reales, o sea, aquellos actos externos que
acompañan la infracción, producen su efecto con respecto del cómplice, así como el autor
caracterizado por el deterioro de la función cognitiva (es decir, la capacidad para procesar
motivación.
dependencia entre las personas mayores en todo el mundo. Puede resultar abrumadora no
solo para quienes la padecen, sino también para sus cuidadores y familiares. A menudo hay
una falta de concienciación y comprensión de la demencia, lo que puede causar
estigmatización y suponer un obstáculo para que las personas acudan a los oportunos
Signos y síntomas
síntomas relacionados con la demencia se pueden entender en tres etapas. Etapa temprana:
a menudo pasa desapercibida, ya que el inicio es paulatino. Los síntomas más comunes
incluyen:
Tendencia al olvido;
Etapa intermedia: a medida que la demencia evoluciona hacia la etapa intermedia, los
signos y síntomas se vuelven más evidentes y más limitadores. En esta etapa las personas
Afectadas: Empiezan a olvidar acontecimientos recientes, así como los nombres de las
personas;
Se encuentran desubicadas en su propio hogar;
Sufren cambios de comportamiento, por ejemplo, dan vueltas por la casa o repiten las
totales. Las alteraciones de la memoria son graves y los síntomas y signos físicos se hacen
espacio; dificultades para reconocer a familiares y amigos; una necesidad cada vez mayor
Alzheimer es la forma más común de demencia: se calcula que representa entre un 60% y
un 70% de los casos. Otras formas frecuentes son la demencia vascular, la demencia por
Tasas de demencia
La demencia afecta a nivel mundial a unos 47,5 millones de personas, de las cuales un poco
más de la mitad (58%) viven en países de ingresos bajos y medios. Cada año se registran
Se prevé que el número total de personas con demencia prácticamente pase de 75,6
millones en 2030 a 135,5 millones en 2050. Buena parte de ese incremento puede achacarse
al hecho de que en los países de ingresos bajos y medios el número de personas con
Tratamiento y atención
No hay ningún tratamiento que pueda curar la demencia o revertir su evolución progresiva.
mejorar la vida de las personas con demencia y sus cuidadores y familias. Los objetivos
Hay pocas investigaciones que tengan por finalidad identificar los factores de riesgo
evidencias disponibles, como la lucha contra los factores de riesgo de enfermedad vascular
depresión en edades medianas y tardías, y los factores relacionados con el modo de vida,
inconsciencia, incapacidad de parte de una persona de dirigir sus actos y de prever las
consecuencias de los mismos. El artículo 64 del Código Penal, establece que: "Cuando al
hubiese visto violentado a ello por una fuerza a la cual no hubiese podido resistir, no hay
crimen ni delito".
La demencia anterior al delito: dicha situación no tiene influencia jurídica alguna, pues solo
embargo cuando existe una sentencia que pronuncia la interdicción de hecho acerca de la
insanidad mental, muy apreciable sobre todo, cuando el representante del ministerio
público debe probar que el inculpado en el momento de la acción gozaba de una completa
salud mental.
La demencia en el momento de cometer la acción: Para que la demencia sea una causa de
no culpabilidad, es necesario que exista "en el momento de cometer la acción, y que por
consiguiente, si ello ha ocurrido antes o después del hecho, hay crimen, delito o
Demencia acaecida después de cometer la acción: en este caso, se estima que si hay
instrucción previa, debe suspenderse la persecución hasta tanto cure el imputado, pero ello
así solamente en lo que al él se refiere, pues otras personas pueden ser interrogadas, y
recogidas todas en las pruebas encontradas. Pero no se puede calificar el proceso sin
existe una gradación casi infinita de individuos que ni son raros, ni son locos, sino que
tienen de una cosa y de la otra, y que existen los que se ha llamado semi-locos, quienes,
Ya hemos dicho que el legislador, en lo que se refiere a las personas que han cumplido los
dieciocho años, o lo que es lo mismo, que son mayores de edad penalmente, presume, por
una presunción de hecho y hasta prueba en contrario, que han llegado a tener un desarrollo
físico y mental que les permite tener plena conciencia de los actos que realizan, y de aquí
que se presuma también, en principio, su capacidad penal, y que, por avanzada que sea la
edad, persista tal presunción, salvo que se pruebe la existencia de circunstancias capaces de
hacerla desaparecer, ya sea en virtud del Art. 64, ora por una de las causas de no
culpabilidad que el juez puede apreciar. Pero en cuanto a la vejez especialmente, nuestra
ley sólo admite, cuando no sea aplicable el Art. 64, una mitigación de la pena después de
cumplidos los sesenta años (Arts. 65, 70, 71 y 72 del Código Penal).
LA DEMENCIA.
Según el Art. 64 del Código Penal, "cuando al momento de cometer la acción, el inculpado
estuviese en estado de demencia, o cuando se hubiese visto violentado a ello por una fuerza
a la cual no hubiese podido resistir, no hay crimen ni delito". Ante esta disposición surgen
ausencia de razón, inconsciencia, incapacidad de parte de una persona de dirigir sus actos y
Si examinamos de nuevo la disposición del Art. 64 advertiremos que, para que la demencia
sea una causa de no culpabilidad, es necesario que exista "en el momento de cometer la
acción", y que, por consiguiente, si ello ha ocurrido antes o después del hecho, hay crimen,
sus actos de parte del procesado, es lo que hace desaparecer la responsabilidad, ya que en
una mente en tal estado, no ha podido existir una voluntad dirigida a la comisión de un
hecho delictuoso, ni tampoco una representación de su resultado, así como una culpa, aún
la más leve.
Ha ocurrido muchas veces y puede ocurrir, que el agente activo del delito se vuelva
caso estimamos que, sí hay instrucción previa, debe suspenderse la persecución hasta tanto
cure el imputado, pero ello así solamente, en lo que a él se refiere, pues otras personas
pueden ser interrogadas, y recogidas todas las pruebas encontradas. Pero no se puede califi-
Es posible que se establezca que el imputado, antes de cometer el hecho, estaba enajenado.
Se puede probar también que lo estaba después del hecho, y mas aún, puede presentarse
una sentencia de los tribunales civiles para comprobar que dicho sujeto en el momento de
¿Cuál es la consecuencia jurídica de todo esto? En tales casos, esta situación no tiene
influencia jurídica alguna, pues como hemos dicho, sólo la enajenación mental existente en
el momento de cometerse la acción es válida. Sin embargo, cuando existe una sentencia que
insanidad mental, muy apreciable, sobre todo, cuando el representante del ministerio
público debe probar que el inculpado, en el momento de la acción, gozaba de una completa
salud mental. Asimismo, cuando el agente, antes y después de cometer el hecho ha estado
Por otra parte, no creemos en la existencia de los llamados "momentos lúcidos", esto es, en
que los enajenados tienen momentos durante los cuales son sanos; pues, si es posible que
en una especie de penumbra, se vislumbre tal vez la luz de la razón, en esta materia, o se es
sano o enfermo mental, ya que los términos medios no nos parecen aceptables para los fines
jurídicos.
MANIACOS.
Entre ellos podemos encontrar, en primer lugar, a los maníacos. Estos individuos sufren,
por ejemplo, el delirio de persecución que les hace creer que por donde quiera hay una
amenaza de mal contra ellos. Fuera de lo que constituye su manía, tienen la apariencia de
individuos absolutamente sanos; pero en lo que se refiere a ella, son locos visiblemente.
¿Cuál debe ser su responsabilidad penal? Se ha dicho que cuando e! agente comete una
infracción fuera de lo que constituye su manía, debe ser absolutamente responsable, y que
cuando la infracción se ha cometido en relación con ella, no debe serio. Otros opinan que se
le deben aplicar penas atenuadas; pero hay quienes se oponen a esta manera de razonar, no
sin razón en nuestro concepto, porque entienden que la personalidad humana no se puede
dividir en dos: de una parte la responsable y de la otra la irresponsable. En este caso, lo que
parecería más natural sería que el agente fuera enviado a un hospital, como medio de
LOCURA PERIÓDICA.
Después vienen los que sufren de locura periódica, alternada o circular. Son aquellos
individuos de los cuales decimos: "tengan cuidado, que la luna está nueva". Son locos en
una ocasión y en otras no lo son aparentemente. Se ha opinado que cuando esos sujetos
están en el período de locura son irresponsables; pero que cuando están en los momentos de
lucidez, son absolutamente responsables, porque el Código Penal (Art. 64), exige que el
agente esté loco en el momento de cometer el hecho. Sin embargo, aquí también se debería
adoptar la misma solución que para los que sufren de delirio de persecución. Y esto así,
porque aunque sufran su locura por períodos, lo cierto es que siempre están enfermos, por
LOS IMPULSIVOS.
Después vienen los impulsivos: estos son individuos que van al delito o al crimen
empujado por una especie de fuerza irresistible. Aparentemente son sujetos sanos; razonan
momentos de su vida, se manifiesta la impulsión mórbida. Por ejemplo, tenernos entre ellos
a los piromaníacos que son aquellos a quienes gustan los incendios. En segundo lugar, los
cleoptómanos, que son individuos que sienten atracción por cierta clase de robos, robos de
chucherías. Entre nosotros teníamos un tipo, muy conocido, que era un cleptómano; su
Y pasamos a estudiar a los llamados neurópatas. Tenemos entre ellos, en primer lugar, a
los epilépticos, que sufren una perturbación mental que se presenta generalmente con
convulsiones y ataques catalépticos. Los que cometen delitos antes de la catalepsia, son
que llaman las auras. A la epilepsia se le llama gran mal. Muchos creen que el epiléptico es
enfermedad. Yo diría que en todos los casos, porque ese desequilibrio indica que el sistema
sino un enfermo. Existe otra clase de epilepsia, que es la epilepsia larvada, a la cual se le
LA EMBRIAGUEZ ALCOHÓLICA.
El estudio de este tema se puede abordar desde varios puntos de vista como son: el social, o
sea el peligro que ofrece para la sociedad el uso inmoderado o el abuso del alcohol; el
último aspecto.
pequeñas cantidades de alcohol ciertos casos, es suficiente para producir una alteración de
las funciones intelectuales, una paralización del impulso volitivo, una excitación de las
vías motoras, así como manifestarse sus efectos por una elevación del buen humor, del
entusiasmo, como también por una excitación o una depreciación anímica. También se
sabe, que estos efectos se producen de distinto modo, según las personas, la clase de bebida
responsabilidad penal en cada caso. En relación con esto, nuestro Código Penal ni ley
alguna especial contienen disposiciones especiales, mediante las cuales se reglamente este
asunto o se den pautas a los jueces. Es por esto que ha tocado a la doctrina y a la
Penal.
EMBRIAGUEZ CRÓNICA.
alcohólico y sufre delirios, frenesí', etc., es indudable que, debido a la intoxicación que le
una infracción, debe ser descargado en virtud del Art. 64 del Código Penal que ya
Si examinamos de nuevo él Art. 64 del Código Penal veremos que, además de lo referente a
hubiese visto violentado a ello por una fuerza a la cual no hubiese podido resistir, no hay
crimen ni delito.
Antes de entrar en el examen del contenido de este texto es necesario que observemos que
en tales circunstancias, debe existir también una causa de exculpación. Es en tal sentido que
Al examinar el artículo citado nos encontramos con que sus términos pecan de vaguedad e
imprecisión, porque frente a lo dicho de que no hay crimen ni delito cuando e! imputado se
hubiese visto violentado a ello por una fuerza a La cual no hubiese podido resistir, surgen
varias preguntas a las que no responde con precisión, como son: ¿Cuál es la naturaleza de la
fuerza que ha violentado? Es física o moral? ¿Debe provenir de una causa endógena o
exógena? ¿Cuáles son las circunstancias o condiciones necesarias para que tal violencia sea
imputado o a una persona de tal o cual resistencia media o normal? Frente a ello, y a fin de
LA VIOLENCIA FÍSICA.
para expresar que una persona, valiéndose de la fuerza, ya sea material, ya de la que le
presta la superioridad o autoridad que tenga contra otros, los mueve a hacer lo que ellos no
quieren". Partiendo de este sentido del término, vemos que contiene el de que se use una
fuerza material o moral para compeler a otro a hacer una cosa prohibida o a no hacer algo
ordenado por la ley, esto es, que el término envuelve en su significación, tanto la violencia
La Ley que comentamos exige, para que la violencia sea una causa de no culpabilidad, que
sentido de que la fuerza mayor debe ser absolutamente irresistible, una imposibilidad
absoluta de no hacer lo que se hizo, y no meras dificultades contra las cuales el agente
Con relación a la responsabilidad penal del ebrio, nuestro Código Penal ni ley alguna
especial contienen disposiciones especiales, mediante las cuales se reglamente este asunto o
se den pautas a los jueces. Es por eso que ha tocado a la doctrina y a la jurisprudencia el
establecer la responsabilidad penal del ebrio, la doctrina ha realizado una clasificación del
delirios, frenesí etc, por lo cual, debido a la intoxicación que le afecta de modo permanente,
descargado en virtud del Art.64 del Código Penal, por causa de demencia. Queremos añadir
aquí, un concepto muy nuestro, partiendo del hecho de que el estado de embriaguez, que
demencia, o como una causa de eximente de responsabilidad, queda al libre albedrío de los
jueces acogerlo o no como tal, aún cuando no negamos la posibilidad de esta tesis como
medio de defensa.
Embriaguez accidental: Es aquella que le ocurre a un sujeto que ha ingerido cualquier clase
de bebida sin conocer los efectos del alcohol; que no ha querido embriagarse ni ha podido
prever las consecuencias de su acción. Para determinar su culpabilidad hay que hay que
investigar la existencia de toda responsabilidad; si esta es plena, hay que negar la existencia
impone al juez. Embriaguez voluntaria: Es cuando el agente conociendo los efectos del
parcialmente. Si en ese estado ha cometido alguna infracción, hay que distinguir entre sí es
plena su embriaguez o no y si se trata de una infracción en la cual entra o no la intención
por ejemplo si se trata de una injuria o de una falsedad, no habrá infracción por falta de
involuntarios, en las cuales a falta de intención, una falta o culpa bastan como elemento
cometer una infracción, pero no se siente con el suficiente coraje para realizarla, y por ello
busca en la ingestión de alcohol la decisión y el arrojo que le hacen falta. Sí este individuo
ejecuta luego el hecho, un homicidio, por ejemplo, sin que su embriaguez sea plena, la
culpabilidad existe y bien puede constituir ese hecho una agravación judicial en el ánimo
del juez. Cuando por el contrario la embriaguez es plena, la culpabilidad existe puesto que
conclusión del que el mismo es de gran importancia para dicha materia ya que presta
participantes.
importancia que tiene la complicidad, demencia y embriaguez desde sus inicios hasta la
actualidad para dicha materia ya que es muy importante que el futuro especialista en
cualquier área del saber conozca los conceptos acerca del análisis y procesamiento de la
información, para utilizarlos como una herramienta que le ayude a la toma de decisiones
correctas y oportunas.
BIBLIOGRAFÍA
Dotel Matos, Héctor: Fundamento de Derecho Penal. Editora Trajano Potentini. Santo
Domingo. 2001.
Jiménez de Azua, Luís: La Ley y el Delito. Editora Sudamericana. Quinta Edición. Buenos
Aires. 1967