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os traumas craneoencefálicos son la principal causa de muerte y discapacidad

permanente en el país. Un reciente informe de la Universidad de La Sabana


revela que este trauma, es una de las patologías de mayor prevalencia en el país:
por cada cien mil habitantes se presentan 200 casos de traumas
craneoencefálicos, conocido como TCE.

Juan Guillermo Ortiz, director del centro hospitalario de La Sabana, explica


que por esos motivos “los TCE se consideran un problema de salud
pública”.

Los traumas craneoencéfálicos son cualquier tipo de acontecimiento o acción que


ocasione un golpe (trauma) en la cabeza o en el cuello de una persona.

“La clínica de la Universidad de La Sabana tiene una gran afluencia de tráfico que
se debe a su ubicación, esta condición hace que lleguen constantemente los
reportes de TCE. Vimos la oportunidad de evaluar qué era lo que estaba pasando
con estos casos. Al evaluar hicimos un análisis de las estadísticas nacionales”,
añade Ortiz.

En el informe de La Sabana se evidencia, además, que la mayoría de casos


ocurren en hombres con edades de entre los 12 y 45 años. Esto, según los
expertos, se debe a que esas son las edades de mayor Productividad.

“Es en esa etapa en que se presenta mayor movilidad de las personas y que se
exponen a situaciones comunes como viajar todos los días al trabajo y si a eso le
sumamos que hay mayor cantidad de hombres que conducen vehículos, motos y
maquinaria pesada, entonces

comprendemos que ellos están más expuestos a tener un accidente de tránsito


que pueda ocasionar un TCE”, argumenta Ortiz.

De acuerdo con cifras recientes del Instituto Nacional de Medicina Legal y


Ciencias Forenses, el politraumatismo (incluyendo TCE) se registró en el 65.5 %
de las lesiones fatales en accidentes de tránsito, seguido por el TCE, con el 27.2
%.

Para Ortiz, el informe hace un llamado de atención sobre las alarmantes cifras de
pacientes que sufren traumas craneoencefálicos en Colombia, pues la mayoría
son consecuencia de accidentes de tránsito, originados en un gran porcentaje por
el abuso del alcohol.

“Es primordial que el gobierno continúe sus labores educativas con el fin de
disminuir los accidentes de tráfico, que son la principal causa de traumas
craneoencefálico en Colombia”, dice el investigador.

Para el jefe médico de EMI, Alejandro Rivas, “estos traumas varían dependiendo
de las causas y la gravedad del golpe”.
Entre las situaciones más frecuentes que ocasionan estas lesiones están los
accidentes de tránsito, laborales, domésticos, agresiones e, incluso, la
práctica de alguna actividad deportiva de riesgo.

Algunos sucesos que pueden indicar que una persona tiene un TCE es la pérdida
parcial de la conciencia, confusión, convulsiones, síntomas como dolor de cabeza,
vómitos, mala visión, dificultad en la movilidad o incluso problemas en el
movimiento de ciertas partes del cuerpo.

Los traumas craneoencefálicos pueden ocasionar secuelas que afectan a largo


plazo la calidad de vida del paciente.

“Los casos son muy variables y depende de su gravedad. En algunos pacientes se


pueden presentar daños en el sistema motor que refleja toda la movilidad del
cuerpo, o en el sistema cognitivo o de lenguaje. Esto quiere decir que se altera la
personalidad, la capacidad de relacionarse o de comunicarse”, señala el jefe
médico de EMI.

Sin embargo, hace énfasis en que cada caso es único, y debe analizarse
dependiendo de varios factores como el tipo de golpe, el tiempo que demora el
paciente en llegar al centro médico y su estado cognitivo y motor.

“Lo primero que se hace es indagar por el motivo de consulta, la idea es saber
identificar el trauma, por qué acción sucede. Luego se hace una evaluación física
y posteriormente, neurológica, para determinar así la gravedad y el paso a seguir”,
comenta Rivas.

Reconozca la gravedad del trauma

Los traumas craneoencefálicos o golpes en la cabeza se catalogan según una


escala que mide el nivel de conciencia. Esta marca el grado de gravedad del TCE.
 Trauma leve: El sujeto, al momento de ser evaluado, no tiene síntomas de gravedad.
Puede manifestar dolor de cabeza o cuello, algunos mareos u otros síntomas menores.
 Trauma moderado: En esta categoría, según los expertos, se evidencian alteración en el
nivel de conciencia, ocasionando confusión o la presencia de algunos síntomas puntuales
como déficit sensoriales y motores muy variables.
 Trauma severo: En esta categoría no debe confiarse ante la normalidad de algunas
funciones durante las primeras horas, aquí ya puede existir algún daño neurológico que
puede presentar alguna complicación tiempo después.
 Lesión cerebral: Se puede observar en esta categoría, desde confusión mínima hasta un
estado de coma profundo o coma vegetativo. Se alteran las funciones cerebrales dejando
posibles secuelas.
Por su parte, asegura Ortiz que “en el trauma craneoencefálico, las estadísticas
muestran que el 70% de los pacientes se logran recuperar; en el 9% de los casos
las personas mueren antes de llegar al hospital; el 6% fallecen cuando están
hospitalizados y el 15% quedan con secuelas que alteran su funcionalidad de
manera moderada, grave o incluso hasta quedar en estado vegetativo”.
Las secuelas

La idea, aclara Juan Guillermo Ortiz, “es evitar la mayor cantidad de secuelas que
puedan generar estos golpes. El error está en pensar que se debe rehabilitar
después de diez días o de meses, pues el paciente debe tener una intervención
inmediata con el fin de disminuir el riesgo de consecuencias”.

Por ejemplo, agrega el especialista, “con diez segundos de falta de oxígeno se


genera pérdida del estado de conciencia y en diez minutos se agotan las reservas
energéticas y se presenta lesión neuronal progresiva, que puede ser irreversible si
en los siguientes minutos no se recupera el paciente”.

Ortiz también cuestiona que muchos pacientes con TCE no cuentan con una
atención médica oportuna.

“En ocasiones los servicios prehospitalarios de trauma se demoran entre


una y dos horas en llevar a las personas a los sitios de atención de
urgencias, en donde, además, el diagnóstico no suele ser oportuno y, en
consecuencia, la intervención de los equipos de trauma, liderados por el
neurocirujano, pierden minutos y segundos valiosos”, dice.

Según el experto, la situación que enfrenta la persona con TCE depende de la


plasticidad cerebral (término que se refiere a la capacidad de regeneración y
recuperación tras lesiones traumáticas) y del plan de recuperación y
rehabilitación.

Asegura, además, que los seis meses luego del accidente son cruciales, dado que
en este tiempo se estructuran las secuelas definitivas.

Qué pasa con los más pequeños

Los niños son más susceptibles a caídas. Algunos casos usuales son cuando
están aprendiendo a caminar y se tropiezan con escalones o desniveles.

Los expertos coinciden en que se debe tener una serie de cuidados en los casos
en que se presenten golpes en los niños.

Para Alejandro Rivas, médico del grupo EMI, “lo primero que se debe hacer es
acudir al centro médico, pues entre menor sea el tiempo de espera, mayores
serán las posibilidades (esto es igual tanto para niños como para adultos)”.

También, coinciden los expertos, se debe poner al menor en observación


constante. Para evaluar si se ven cansados, si tienen movimientos anormales,
observar si aparecen movimientos extraños o ver si el dolor se hace cada vez más
intenso. Evaluar la aparición de vómitos frecuentes y alteraciones del equilibrio o
la capacidad para hablar.
Para Ortiz, “lo más grave es que, en muchos casos, las personas camuflan
esos síntomas, es decir, luego de un golpe, si hay vómito se da algo para
controlarlo o si hay mucho dolor, se da una medicina para calmarlo; ese es
el error más grave, porque se puede camuflar los síntomas y ocasionar
secuelas”.

Es falso que no se deba dejar dormir a la persona que sufre golpes en la cabeza.
“Sí pueden dormir, lo más indicado es despertarlo cada dos o tres horas para
comprobar que responde de manera normal”, explica Ortiz.

A tener encuenta

Algunos signos de alarma que se deben tener en cuenta para identificar la


gravedad de un TCE.
 La pérdida de conciencia.
 Vómito o dolor de cabeza.
 Sangrado de oído o nariz (sin haberse dado el golpe en esa zona).
 Conducta anormal: está desorientado, no habla bien, no responde ante preguntas
sencillas.
 Mirada perdida.

En Colombia son altamente preocupantes las estadísticas de pacientes que sufren


Traumas Cráneo Encefálicos (TCE), especialmente como consecuencia de
accidentes de tránsito originados en su mayoría por el abuso del alcohol, y
cuyas consecuencias son impredecibles para el paciente.

De hecho, en el país se registran 200 casos de TCE por cada cien mil
habitantes, la mayoría en hombres con edad entre 12 y 45 años. De ellos, 70 %
logra recuperarse, 9 % mueren antes de llegar al hospital, 6 % fallece cuando
están hospitalizados y 15 % quedan con secuelas moderadas, graves y hasta en
estado vegetativo.

Así se desprende de un reciente estudio realizado por la Clínica Universidad de La


Sabana, donde se evidencia que TCE es una de las patologías traumáticas de
mayor prevalencia en Colombia.

Para Juan Guillermo Ortiz, director del centro hospitalario, “el TCE es una de
las principalescausas de muerte y discapacidad permanente, por lo que se
considera como un problema de salud pública”.
El experto recordó que según cifras oficiales del Instituto Nacional de Medicina
Legal y Ciencias Forenses, el politraumatismo (incluyendo TCE) se registró en
65.5 % de las lesiones fatales en accidentes de tránsito, seguido por el TCE, con
el 27.2%.

¿Qué pasa con el cerebro?

Dado que los nutrientes principales del tejido cerebral son la glucosa y el oxígeno,
éste no tolera disminución alguna en el aporte de ese oxígeno.

Por ejemplo, con tan solo diez segundos de falta de oxígeno, se genera pérdida
del estado de conciencia y en diez minutos se agotan las reservas energéticas y
se presenta lesión neuronal progresiva, que puede ser irreversible si en los
siguientes minutos no se recupera el paciente.

Otro aspecto que se altera cuando se presenta un TCE en forma súbita es la


relación interna de los elementos que allí se encuentran, entre ellos: el tejido
cerebral, el líquido cefalorraquídeo y la sangre que circula por arterias y venas.

“Cuando hay un evento súbito la presión en el cráneo se dispara rápidamente y


aparecen el edema cerebral, la hidrocefalia aguda y los hematomas
intracraneanos. En este caso se debe intervenir rápidamente para controlar el
daño y, por supuesto, intentar recuperar la fisiología cerebral normal”, asegura el
experto.

Ortiz también cuestiona que muchos pacientes con TCE no cuentan con una
atención médica oportuna. “En ocasiones los servicios prehospitalarios de
trauma se demoran entre una y dos horas en llevar a las personas a los sitios de
atención de urgencias, en donde, además, el diagnóstico no suele ser oportuno y,
en consecuencia, la intervención de los equipos de trauma, liderados por el
neurocirujano, pierden minutos valiosos”, dice.

Agrega el experto que la situación que enfrenta la persona con TCE depende de la
plasticidad cerebral y del plan de recuperación y rehabilitación. “Los siguientes
seis meses luego del accidente son cruciales, dado que en este tiempo se
estructuran las secuelas definitivas”, insiste.

¿Cómo rehbilitar al paciente con TCE?

En términos de locomoción, comunicación y demás aspectos del desarrollo


personal, afectivo y espiritual, la personalidad de cada quien es definitiva, así
como presencia y actitud de la familia.

La persona y, también, la familia debe cumplir un programa de rehabilitación


coordinado, intensivo, organizado y estructurado, basado en objetivos
terapéuticos definidos, en los que se tiene en cuenta la severidad, tiempo de
evolución y compromiso en los diferentes aspectos (funcional motor, sensorial,
neurocomunicativo, cognoscitivo y comportamental).

Dependiendo de la condición clínica, de su evolución y desenlaces terapéuticos,


los pacientes pueden tener tres caminos: retomar sus roles previos; requerir
adaptaciones específicas modificando sus funciones ocupacionales,
especialmente en el trabajo o en el estudio, y desempeñar actividades de tiempo
libre con cuidado permanente.

Conclusiones

El informe de la Clínica Universidad de La Sabana concluye que:

- En Colombia presenta alarmantes estadísticas de pacientes que sufren traumas


craneoencefálicos.

- La mayoría de accidentes de tránsito están relacionados con el abuso en el


consumo del alcohol.

- Recomienda mejorar el acceso de los pacientes a un adecuado plan de


rehabilitación para evitar la gravedad de las secuelas.

- El estudio llama la atención sobre la rápida atención que deben tener los
pacientes con TCE quienes, con una oportuna valoración e intervención de los
equipos de trauma, pueden mejorar su pronóstico.

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