Un error aleatorio fue que al no realizar un previo desengrase a la placa metálica pudo quedarse
adherida a la superficie materia orgánica, la cual no es removida en el proceso de decapado
pudiendo causar seguidamente corrosión debido a partículas contaminantes en la superficie.
Además, el principal error aleatorio y perjudicial en el desarrollo del proceso, consiste en hacer
contacto la superficie inferior de la placa con el vaso de precipitación al sumergirla en la solución.
En el proceso de decapado este error produce que no se remueva el óxido de la cara que no está
expuesta a la solución ácida, reteniendo cierta cantidad de óxidos que intervienen
negativamente en el recubrimiento provocando posteriormente corrosión por
heterogeneidades del tipo discontinuidad en recubrimientos. Asimismo, en el proceso de
cromado y fosfatado solamente una parte de la superficie adquiere la facilidad de crear una capa
protectora de óxido, terminando vulnerable la otra cara de la placa para corrosión por celdas
activa-pasiva que produce una diferencia de potencial entre el área cubierta y descubierta. Por
estas razones el porcentaje de eficiencia del recubrimiento es apenas del 66%, pudiendo más
adelante evidenciarse corrosión en la parte interna del recubrimiento por la formación de
ampollas en la placa metálica.