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Número 20

Sábado, 20
de noviembre
de 2010
El perseguidor
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EL VUELO DE ÍCARO EL OTRO MAUPASSANT
Fragmento de Tal Sobre el derecho del escritor a
vez la lluvia canibalizar la vida de los demás
(prólogo)
por por
JUAN CARLOS MÉNDEZ GUÉDEZ ANTONIO ÁLVAREZ DE LA ROSA

ISIDRO BARRADAS,¿HÉROE O VILLANO?


UN LIBRO REVELA LA VIDA DEL MILITAR CANARIO QUE INTENTÓ
RECUPERAR MÉXICO PARA LA CORONA DE ESPAÑA EN 1829
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JOSU RUIZ DE GORDEJUELA/ historiador


Josu Ruiz de Gordejuela Urquijo, historiador y vicepresidente de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País (RSBAP) en Álava avanzó
en Tenerife los contenidos de su próximo libro, un trabajo en el que estudia un episodio de la historia militar española aún poco conocido
como fue el intento de reconquista de México en 1829, nueve años después de que la ex colonia se independizara de la corona de España. Al
frente de esta expedición, formada por tres mil hombres, se encontraba el canario Isidro Barradas, un personaje que según el historiador
vasco es “uno de los grandes olvidados de nuestra historia en tierras americanas”. Con el objetivo de poner fin a esta “injusticia”, Josu Ruiz de
Gordejuela publicará el próximo año en ediciones Idea Barradas, el último conquistador español. La invasión de México, 1829, libro en el que
desentraña la vida y obra de este militar español nacido en el Puerto de la Cruz. En 2011 aparecerá también una nueva obra de Ruiz de
Gordejuela, un volumen en el que estudia qué fue de los militares españoles derrotados en la batalla de Ayacucho, algunos de los cuales --
como Espartero y Maroto-- han pasado a la historia por el célebre abrazo de Vergara que puso fin a la Primera Guerra Carlista.

“ISIDRO BARRADAS SUFRIÓ EL


PEOR CASTIGO: LA DIFAMACIÓN”

EDUARDO GARCÍA ROJAS Cuba, lo que le obliga a reclutar a vagos y tomar Tampico, así como son un éxito
maleantes pero tampoco es suficiente, por todas las acciones bélicas que libra, aun-
- ¿Quién fue Isidro Barradas? lo que se establece una leva obligatoria que su expedición contó con un enemigo
- Barradas es un hombre que en 1802, y entre las milicias cívicas tinerfeñas que imprevisto: la fiebre amarilla que acaba
tras dedicarse al comercio del cacao en genera un enorme malestar en la pobla- con la mayoría de sus hombres. Además, y
América, se alista como soldado distin- ción por su brutalidad. Una vez conse- en contra de lo que pensaba, apenas recibe
guido, un cuerpo similar al ejército y en el guido los hombres, estos son enviados a el respaldo de la población civil mexicana.
que se enrolaba gente con cierto poder Cuba donde el capitán general decide - ¿Cuánto dura la campaña?
económico aunque la tropa tuviera un disolverla e incorporar esa tropa en distin- - La campaña dura tres meses. Y a pesar
régimen distinto al tradicional. Ese mismo tas unidades. El sueño de Barradas se des- de su brevedad es de una gran trascenden-
año consigue rechazar el ataque de una vanece, aunque se le nombra gobernador cia sobre todo para México porque es la
fragata inglesa mientras continúa en las de Santiago de Cuba, plaza en la que tiene confirmación de su independencia. Hay
milicias provinciales, la misma en la que un conflicto con los comerciantes porque que tener en cuenta que México se eman-
estuvo Simón Bolívar o el padre de
Miranda. En 1810, al estallar la guerra,
tiene una visión de hacer política que
choca con las élites militares y comercia-
Fernando VII encarga cipa de España de manera pacífica y la
invasión de la expedición de Barradas es
Barradas como la mayoría de los canarios
se pone del lado del Rey y asciende por
les santiagueras. Eso obliga a su sustitu-
ción y que regrese a la península donde es
al militar natural del la prueba de fuego para los mexicanos de
si quieren o no ser independientes de
méritos propios. Incluso se le propone ascendido a coronel y se le da un regi- Puerto de la Cruz la España. México sí quiere ser indepen-
para la Laureada. Tras este proceso, y con miento que, en teoría, será base de la expe- diente y se bate con arrojo. Al mando de
la capitulación de Maracaibo en 1823, dición de reconquistar México. Es en estos enorme misión de las tropas mexicanas se encuentra el gene-
resulta herido de gravedad y es trasladado años cuando se le encarga la enorme ral Antonio López de Santa Anna, quien
a Cuba donde en vez de reincorporarse al misión de reconquistar ese país, el más reconquistar México, años más tarde se haría famoso al coman-
ejército de Venezuela se le envía a la grande toda la América hispana, ya que dar a las tropas mexicanas en la toma de
península para recibir un encargo impor- incluía California, Ohio, Texas y Guate- el país más grande de El Álamo, Texas, y que se convertirá en el
tantísimo: ser mensajero del final del Trie- mala, y contaba con una población de seis caudillo mexicano del segundo cuarto del
nio Liberal y de la nueva del absolutismo millones de habitantes reconocidos. toda la América siglo XIX. El 9 de septiembre, las tropas
de Fernando VII a las autoridades cuba- - ¿Surgen problemas en la expedición? mexicanas logran recuperar parte de Tam-
nas. Cuenta para esta tarea con el apoyo A la hora de organizarla en Cuba se hispana, ya que pico y alcanzan un acuerdo con el cuerpo
de Monteverde y Morales, y se traslada a encuentra con infinidad de problemas expedicionario español para que se reti-
La Habana para informar a las autorida- aunque en cuarenta días consigue sacar
incluía California, ren. El 16 del mismo mes tiene lugar la
des de la instauración del régimen absolu-
tista. Barradas hace ocho viajes de ida y
adelante la expedición al reunir a unos
3.600 hombres que parten de La Habana y
Ohio, Texas y mayor de las batallas en la entrada del
puerto de la ciudad. En una sola noche,
vuelta a la península, en los que se le ocu-
rre la idea de ofrecer a Fernando VII un
desembarcan en Tampico, en el actual
estado de Tamaulipas. La expedición está
Guatemala, y los mexicanos envían once asaltos a bayo-
neta calada que son rechazados por los
regimiento formado por canarios para dirigida desde el punto de vista marítimo contaba con una españoles pero al final Barradas cede ante
enviar a Cuba al sospechar que la isla está por Ángel Laborde y toma tierra en julio Santa Anna, quien le ofrece unas condi-
en peligro porque opera en su interior una en un lugar inhóspito que los obliga a población de más de ciones de capitulación inaceptables. No
quinta columna liberal que podría poner caminar por arenas sueltas y bajo un sol obstante, Barradas las acata porque
en riesgo la estabilidad de la colonia. de justicia. Si a esto sumamos que Barra- seis millones de entiende que no recibirá refuerzos de
- ¿Cómo resulta este reclutamiento de das, que desconfía de la marina, no deja España pero consigue que no se le retiren
canarios? un depósito de comestibles ni armas en habitantes los sables a los oficiales aunque las tropas
- La leva que organiza no alcanza los los barcos, imagínese a una tropa extre- mexicanas sí que se harán con las bande-
mínimos exigibles para mandar jóvenes a madamente cargada. Sin embargo, logra reconocidos ras que portaba su expedición.
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que el gran ejército español es derrotado al ser usted vasco. ¿Bolívar era realmente
mientras que en España, que consideraba descendiente de vascos?
al ejército mexicano una panda de des- - Es una pregunta que me cuesta respon-
arrapados, es una vergüenza. Al final, der porque Bolívar tuvo muchos antepa-
Barradas es un personaje incómodo por- sados, entre ellos canarios. Un historiador
que si declara cuales han sido las razones venezolano ha encontrado que desde 1814
de su fracaso mexicano habría quedado se menciona a Bolívar como descendiente
en muy mala posición las autoridades de origen vasco pero lo que sí tenemos
cubanas y las de la metrópolis. claro hoy día es que pertenecía a una fami-
- ¿Pero no se percató que esta expedición lia mantuana.
era una locura, que su resultado final sería - Siempre me he preguntado porque un
un desastre? personaje como Francisco de Miranda no ha
- Se presta a ello por una cuestión de trascendido con igual fuerza que Bolívar.
fidelidad absoluta. El problema es que se - El origen de Miranda no es mantuano,
cuestiona su capacidad militar, y si bien es hijo de un canario que se ve humillado
no fue un gran estratega, casi todas las y vejado por la oligarquía mantuana. A
fuentes coinciden en que sí hubiera sido pesar de su formación académica no per-
un buen segundo jefe. tenecía a este grupo y sus ideas resultaban
- En su trabajo pretende recuperar su demasiado radicales para el gusto de esa
figura. oligarquía muy instruida pero de lectura,
- La idea era esa, recuperar a un perso- la verdad, adaptada a su realidad: todos
naje de gran calado porque en México la los ciudadanos son iguales siempre y
batalla de Tampico es un hecho histórico cuando sean varones y con ingresos. En el
importantísimo. Es fiesta en todo el estado momento que Miranda pone en solfa esa
de Tamaulipas y en su tiempo incluso idea y considera a los pardos igual que a
fiesta en toda la República. El senado de los blancos mantuanos brota la polémica.
Tamaulipas pretende ahora que vuelva a Se acusa a Bolívar de permitir que
declararse como fiesta nacional. Miranda fuera encarcelado y enviado a
- En España no se conoce apenas a Barra- España.
das. - Como historiador, ¿es realmente tan
- En México sí que e le conoce. Cabe des- importante la presencia canaria y vasca en
tacar, además, que un personaje de la la independencia de las colonias america-
expedición, y que actuó como comisario nas?
político, fue Eugenio de Aviraneta --ante- - La presencia canaria en Venezuela es
pasado del escritor vasco Pío Baroja, a importantísima numéricamente pero
quien inspiró sus Memorias de un hombre escasa en protagonismo de las élites. El
de acción-- no deja en buen lugar a Barra- canario va a ser maltratado en la capitanía
das. En sus escritos, Aviraneta lo acusa de general de Venezuela en comparación a
cobarde, de alguien que lloraba por los los vascos. La mayor parte de los vascos
rincones; de persona poco hábil y de tienen algo de formación --saben leer,
escaso conocimiento, así como de carácter escribir y las cuatro cuentas-- resultado de
- La expedición es un fracaso pero ¿por arrogante y violento. Pero hay que tener una política municipal de fundación de
qué Barradas cae en desgracia en España? en cuenta que si bien Aviraneta es muy escuelas para la formación de sus estu-
- El problema es que al capitular y comu- exacto en la descripción de los aconteci- diantes con el objetivo de enviarlos a la
nicar a La Habana que sus hombres están mientos e incluso de algunas nimiedades, Corte o a América. Hay que tener en
cayendo como moscas, decide fletar en sus informes sólo vuelca sus virtudes. cuenta que la primera fundación de edu-
varios barcos para recoger a lo que queda Tuve la suerte de descubrir documentos cación privada con capital indiano en el
de su tropa y proporcionarles alimentos y inéditos sobre el caso, como el juicio País Vasco data del siglo XVI mientras que
medicinas. El caso es que lo acusan de alta sumarísimo que se le hizo en Cuba a en Canarias no se hace lo mismo hasta el
traición cuando realiza esta operación Barradas y en el que declararon todos los XX. En el País Vasco hay una política de
pero en Nueva Orleans, así como que capi- oficiales que estuvieron en la campaña. Y estrategias de colocación. De todas for-
tulara la plaza de Tampico. Barradas se cada uno cuenta su visión de aquellos mas, vascos y canarios combatieron en un
entera además de que en Cuba se le espera hechos. lado y en el otro durante las guerras de
para someterlo a un juicio sumarísimo en - Gracias a sus conocimientos en este y independencia aunque la mayor parte de
el que podría resultar condenado a
muerte, y se refugia en Francia con la idea
Barradas ofrece al otros temas mexicanos ha logrado que
España recupere las banderas que perdie-
los canarios y vascos estuvieron del lado
realistas.
de pasar la frontera y explicarle personal-
mente a Fernando VII las razones de su
monarca español un ron en Tampico.
- Al celebrarse este año el bicentenario
- ¿Entiende estas guerras de emancipa-
ción como una guerra civil?
fracaso mexicano. Sin embargo, no se le regimiento formado de independencia de México, ya que en - En el caso de Venezuela sí pero en el
permite entrar a España y esta situación América se considera el 16 de septiembre mexicano no porque es el único país que
se prolonga hasta 1834, año en el que íntegramente por de 1810 el inicio de la independencia con consigue la independencia sin guerra al
fallece. Su etapa en Francia es muy penosa el grito de Dolores del cura Hidalgo, el sofocarse prácticamente los focos de rebe-
porque se le niega su condición de general canarios con el Museo del Ejército disponía en sus vitrinas lión. Se trata de una asonada más que
y debe subsistir rozando la miseria. de las dos primeras banderas del ejército rebelión porque en 1811 los independen-
Cuando en 1833 se inicia la Guerra Car- objetivo de que sea insurgente que fueron capturadas por tistas son derrotados aunque queda More-
lista, el pretendiente al trono, Carlos Isi- España. México reclamaba esas banderas los y en 1821 solo un foco con Guerrero.
dro de Borbón, le ofrece a Barradas el enviado a Cuba. La y surgió el debate de si España debía de México llega a la independencia porque
cargo de general de sus ejércitos pero éste devolverlas. Y si las devolvía que fuera a las élites, de pensamiento ultracatólico,
lo rechaza porque ha jurado fidelidad a la razón que esgrime es cambio de algo. Tuve entonces la oportu- observan con recelo la llegada del Trienio
niña Isabel, lo que significa que a pesar de nidad de hablar con el agregado cultural Liberal a España y deciden independizarse
todos los desprecios que padeció, conti-
que sospecha que la de la Embajada de México en España y ante el miedo de que ese cambio político
nuó siendo fiel a Fernando VII y cuando
falleció a su heredera.
isla caribeña está en sugerirle que ellos entregaran las últimas
banderas españolas que ondearon en tie-
también se imponga en México. Desde ese
momento, México va a vender cara su
- ¿Cómo definiría a Barradas? serio peligro porque rras americanas, que fueron las de Barra- independencia. La oligarquía mexicana
- Es un personaje que encaja perfecta- das. Y en la primavera de este año, en San- además, salvaguarda este territorio con
mente con la sensibilidad romántica de la opera en su interior tillana del Mar, el presidente Calderón y “las tres garantías: unión, patria y reli-
época. No solo por su carácter sino tam- Zapatero en un acto muy colorista hicie- gión”. En Venezuela, por el contrario, la
bién por su devenir histórico. Barradas es una quinta columna ron el intercambio de banderas en las que independencia llega después de una
un hombre de una lealtad inquebrantable. el Gobierno español donó una de las insig- cruenta guerra civil. El grado de violencia
- Es una figura muy desconocida en liberal que puede nias insurgentes y el mexicano las dos de que se produce en Venezuela no tiene
España, ¿por qué? Barradas, que se expondrán en el Museo comparación con la que se produce en otro
- Porque sufrió el peor castigo: la difa- poner en riesgo su del Ejército, instalado hoy en el antiguo de los actuales países de la América his-
mación. Los mexicanos consideran la Alcázar de Toledo. pana. Es la tristemente famosa proclama-
campaña de Tampico un éxito militar por- estabilidad -Es inevitable que le plantee esta pregunta ción de la guerra a muerte.
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EL BUEY SOBRE EL TEJADO/ Coordinación: Pompeyo Pérez

DE LA ÓPERA, EL ESPECTÁCULO
Y EL ESCÁNDALO

Escena de Lulu. / DA
SEVERO SERVANDO inverosímil melena rubia y se movía entre
unos decorados que sólo podrían justifi-

S
eguro que usted ya se habrá per- carse desde una lectura del kitsch histori-
catado: La ópera, que durante cista como base del elemento escénico).
gran parte de los pasados siglos Muy diferente es cuando la supuesta crea-
XIX y XX fue tal vez el espectá- tividad del montaje altera por completo el
culo musical por antonomasia sentido de la acción, convirtiéndola, de
de la burguesía urbana, ha experimentado hecho, en algo completamente sin sentido
en los últimos años una peculiar mutación (¿Resulta coherente, pongamos por caso,
consistente en que el interés y la atención cantar un delicioso dúo de comedia de
de un sector importante del público y de la Mozart, lleno de guiños y coqueteos,
crítica no suele dirigirse en primer lugar mientras se escenifica una violación de la
hacia los cantantes, los autores o los direc- manera más brutal? Creo que no, y el
tores musicales –a priori elementos esen- ejemplo es real).
ciales en cualquier representación operís- La segunda pregunta va referida al
tica- sino principalmente hacia el director público. Un perfil muy habitual entre los
escénico, al parecer la nueva y verdadera aficionados a la ópera –no son melóma-
estrella mediática para el tiempo presente nos típicos, suelen escuchar casi exclusi-
de este género. vamente música vocal, preferentemente
El motivo que me ha llevado a plasmar pudo –y de hecho ocurrió- perturbar a una operística- es el de presentar una visión
por escrito esta reflexión es la constata- parte de las personas presentes. socialmente conservadora de la vida, sin
ción de cómo tres representaciones recien- Ante fenómenos de esta clase surgen cuestionar las certezas de su entorno y
tes han provocado el debate, y en cierto dos preguntas básicas que, desde mi punto considerando los eventos artísticos como
modo el escándalo, entre algunos sectores de vista, constituyen la clave para poder momentos de ocio para personas supues-
de aficionados locales a la ópera. En pri- opinar sobre dichas cuestiones: La pri- tamente refinadas, muy alejados de cual-
mer lugar, el pasado 13 de octubre en el mera, y creo que evidente, es la de si los Frecuentemente, si quier atisbo de bohemia intelectual o de
Paraninfo de la Universidad de La Laguna cambios propuestos por estos (tal vez algo que se le parezca. El vértigo de un
pudo verse –en directo vía Internet, den- demasiado) imaginativos directores de una historia momento de belleza o la sacudida vital
tro del programa universitario Opera escena alteran de manera significativa los provocada por una experiencia estética e
Oberta- una representación de Carmen de contenidos literarios y musicales, la esen-
sobrevive al paso del intelectual no forman parte del horizonte
Georges Bizet desde el Liceu de Barcelona.
Su director escénico era Calixto Bieito,
cia y el sentido de la obra afectada. Fre-
cuentemente, si una historia sobrevive al
tiempo deslumbrando personal asumido. En este caso el rechazo
a ciertos contenidos sexuales, políticos y
quien utilizó como escenario una plaza de
toros en la que ondeaban banderas de
paso del tiempo deslumbrando a sucesi-
vas generaciones en diferentes países y
a sucesivas morales de la propuesta escénica no obe-
dece a criterios de pureza artística, sino a
España con el toro de Osborne, recurrió a entornos culturales es porque la misma generaciones en puro inmovilismo mental.
los tópicos de la España cañí y subrayó los “funciona” y es capaz de resistir los cam- A menudo se ha teorizado sobre el
elementos sexuales de la trama de manera bios en el gusto y en las modas, así que tal diferentes países y asombro como uno de los efectos que
clara –por ejemplo incluyendo una evi- vez no sea tan buena idea “modernizarla”, causa toda verdadera manifestación artís-
dente felación en una de las escenas-. En pues con frecuencia tal intención deriva, entornos culturales es tica. Sustituir este asombro por la mera
segundo lugar, en el Auditorio de Tene- involuntariamente, en “estropearla” sorpresa de una idea extravagante consti-
rife, los días 21 y 23 de octubre, se llevó a (recuerde el lector, a modo de ejemplo, el porque la misma tuye una banalización propia de una socie-
cabo la representación de Madama But- caso de películas cuyos guiones pretenden dad fascinada por el espectáculo. Desde
terfly de Puccini, con dirección escénica actualizar una historia conocida por “funciona” y es capaz ese punto de vista, el papel de los directo-
de Giancarlo Del Monaco. La trama de todos, a menudo con resultados más bien res de escena en la ópera ha sido demasia-
esta obra fue desarrollada en un contexto decepcionantes). Por supuesto que no de resistir los cambios das veces el de convertirse en maestros de
distinto al original, al menos formal- estoy en contra de adaptaciones de ves- ceremonias de la superficialidad, a la bús-
mente, recreándose la misma, con gran tuario y atrezzo, de lecturas escénicas ima-
en el gusto y en las queda del impacto mediático en detri-
disgusto para una parte del público, en un
ambiente de sordidez, drogas y delincuen-
ginativas y frescas, de hecho afirmo que
resultan enriquecedoras (recuerdo, sin ir
modas, así que tal vez mento de otros criterios más rigurosos.
Por otro lado, el conservadurismo de un
cia. Por último, hace apenas unos días, de
nuevo en el Paraninfo de la Universidad
más lejos, una estimulante película de
1995, dirigida por Richard Loncraine, que
no sea tan buena idea importante porcentaje del público se con-
vierte también en un pilar del pensa-
de La Laguna y desde el Liceu en el marco situaba Ricardo III de Shakespeare en la “modernizarla”, pues miento superficial. La negación obstinada
de Opera Oberta, pudo verse Lulu de Alban Inglaterra de los años 30); incluso es pre- a cierto tipo de propuestas, el mantenerse
Berg, con dirección escénica de Olivier Py. ferible tal cosa, sin la menor duda, a deter- con frecuencia tal al margen de la reflexión y la provocación,
En este caso no cabe decir que el montaje minados montajes con recreaciones pseu- a la búsqueda sólo de lo sosegadamente
presentara ninguna alteración con res- dohistóricas de cartón piedra que provo- intención deriva, “grato”, neutraliza la capacidad para reci-
pecto a la concepción original de esta can vergüenza ajena (al respecto me viene bir de la obra artística la sugerencia del ya
ópera, si bien la crudeza emocional, moral a la memoria una puesta en escena de involuntariamente, mencionado asombro, de la curiosidad,
y sexual de la misma, desplegada a con- Lohengrin de Wagner en la cual un famo- de la transgresión, de la seducción, en
ciencia y sin ninguna clase de tapujos, sísimo tenor español comparecía con una en “estropearla” suma.
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EL OTRO MAUPASSANT
Reconocido como uno de los grandes maestros del relato corto, y sólido novelista adscrito al naturalismo, el escritor Guy de Maupassant
(Dieppe, Francia, 5 de agosto de 1850 - París, 6 de julio de 1893) fue también un excelente periodista de su tiempo. Algunos de cuyos más
acerados artículos se publican ahora por primera vez al español en el libro Sobre el derecho del escritor a canibalizar la vida de los demás
(Editorial El olivo azul), volumen que ha sido traducido por el catedrático de Filología Francesa en la Universidad de La Laguna, Antonio
Álvarez de la Rosa, y cuyo prólogo reproducimos en El PERSEGUIDOR.

Portada de Sobre el derecho del


escritor a canibalizar la vida de los
demás. / DA

ANTONIO ÁLVAREZ DE LA ROSA (*) social que, ¡ay!, nos sigue resultando fami- coincide con la nuestra o con la de nuestro
liar. Hasta tal punto dolorosa que cerró tiempo. Lo esencial, me parece, es que fue
esa etapa periodística y regresó al punto capaz de sacudir el árbol de los tópicos, de

A
pesar de nuestra milenaria de partida del que no se movió su tutor no conformarse con las apariencias domi-
Escuela de Traductores de literario. Renegó de ella tras la publica- nantes y de mantener su libertad de pen-
Toledo, hay aún demasiados ción de Bel-Ami, porque nunca estuvo dis- samiento. Al mismo tiempo, no hay que
huecos vacíos en los anaque- puesto a prestarse a los juegos e intríngu- olvidar su doble condición de artista y de
les de la literatura universal lis del periodismo y de sus implicaciones opinante.
en español. No es el caso de la obra narra- en los mundillos sociales y políticos. Sin Como en todos los creadores, también
tiva de Maupassant (1850-1893) porque, embargo, creo que, una vez que las lim- Maupassant carga con su yo social y con
desde hace muchos años, está al alcance piemos del polvo de otra época, muchas su yo creador, dicho sea en términos
de nuestros lectores. La calidad de sus de sus más de doscientas Crónicas podrían proustianos. Puede ser en bastantes aspec-
novelas y cuentos figura en el canon clá- ser publicadas hoy, bajo el epígrafe de tos lo que podríamos etiquetar como un
sico. Sin embargo, no ocurre lo mismo con Columnas de opinión. conservador, pero en paralelo y en sus
los cientos de páginas que publicó en algu- En realidad, Maupassant, en la estela libros de ficción abre en canal las carnes
nos periódicos de su época. El debate que del maestro Flaubert, bucea y nada por de la condición humana para enseñarnos,
todavía sigue coleando sobre las fronteras debajo de la marejadilla de la actualidad, ayer y hoy, que debajo de nuestros barni-
entre la literatura y el periodismo también profundiza hasta encontrar las aguas pecto, el artículo Nuestros optimistas, en el ces hay mucha polilla. En este sentido, su
se planteó a finales del siglo XIX. Desde calientes de la condición humana, la que incluye la Ley tendente a reprimir el “esquizofrenia” recuerda la de su adorado
escritores como Flaubert --padre literario misma de siempre, la que se esconde bajo pesimismo contemporáneo, es una muestra Balzac, destripador de la sociedad durante
suyo y objeto de admiración permanente-- innumerables máscaras. Asimismo, la de su clarividencia, texto que, con los debi- las largas horas en las que vive a lomos de
que detestaban todo lo que oliera a tinta vigencia de muchas de ellas puede resul- dos retoques y ajustes contemporáneos, su fantasía y tradicionalista en los pocos
fresca, hasta un nutrido grupo de creado- tar asombrosa sólo si uno olvida que lo podría ser publicado ahora mismo, ratos en que convive con el París mun-
res --Zola, Daudet, los Goncourt, Villiers narrado ocurrió en un tiempo del que cuando se tilda de pesimista y hasta de dano.
de l’Isle-Adam, Barbey d’Aurevilly, etc.-- somos herederos directos y que el análisis catastrofista a quien se atreve a sacar la En esta selección he procurado ofrecer
que llegaron a ganar mucho dinero con está escrito con el escalpelo, afilado e nariz por encima del smog de lo política- las Crónicas que, más allá de su referencia
sus colaboraciones y que se sirvieron del independiente, de quien conoce las otras mente correcto). a asuntos concretos de la sociedad fran-
periodismo como trampolín para incre- caras de la moneda privada y social. Durante nueve años, desde 1880 a cesa de su época, siguen siendo actuales,
mentar la venta de sus libros, toda una Un solo ejemplo podría confirmarnos el 1889, cargó contra la vida política de la III huelen a déjà vu, a hartamente conocidas
amplia gama representativa. O sea, y visto hormigón de su autonomía. En una carta República, incluso viajó como reportero a en el seno y en el escenario de nuestras
desde hoy, casi nada nuevo en este sen- de 1876 a Catulle Mendès, director de La las colonias y trasladó a sus lectores no el sociedades. Por limitarme a un solo ejem-
tido, al igual que respecto a tantos otros République des Lettres y ante su ofreci- anticolonialismo, pero sí el antibelicismo, plo, es imposible que el lector no frunza el
fenómenos sociales engendrados en el miento de formar parte de la francmaso- su visión sobre la ferocidad política con ceño de la sorpresa al ver cómo Maupas-
último tercio del siglo XIX. nería, afirma con rotundidad: “Por ego- que los gobernantes trataban de sofocar sant parece estarse dirigiendo al ciuda-
Maupassant fue consciente y abordó el ísmo, maldad o eclecticismo, no quiero los problemas. dano atónito de nuestros días. Al analizar
asunto en Señores de la crónica, un artí- jamás entrar en ninguna asociación, pro- Husmeó entre los escándalos financie- el penúltimo escándalo especulador y la
culo publicado en 1884. Analiza con deta- fesar ciertas doctrinas, inclinarme ante ros, la corrupción generalizada y los gran- gigantesca ola de corrupción que ha caído
lle y con ejemplos concretos los reproches ningún dogma, delante de ningún prín- des timos que, con pieles y tecnologías sobre Francia, afirma en su artículo ¿De
que se intercambiaban novelistas y perio- cipe, y lo hago sólo para conservar el dere- nuevas, se repiten en nuestros días. Se quién es la culpa?: “El desastre de estos
distas. “Ambos tienen una parte de razón”, cho de hablar mal de ellos”. mostró desconfiado del populismo rei- últimos tiempos estaba previsto, anun-
concluyó, de forma más ecléctica que Bar- Si hubiera que sintetizar en una palabra nante y defendió, a pluma y papel, la liber- ciado desde hacía meses. Se veía, se sentía
bey d’Aurevilly, feroz y también agudo el contenido de su obra periodística, más- tad de opinión. Algunas de sus ideas nos venir, era inevitable como el invierno tras
articulista: “Quien se dedica exclusiva- caras sería quizás el término que mejor las pueden parecer reaccionarias. el verano. Lo que no impidió que atrapara
mente al periodismo, pierde su talento”. defina. Máscaras de la hipocresía, de la Por ejemplo, su rechazo del sufragio a todo el mundo”.
Maupassant no solo ganó mucho dinero y moral, de la religión, del matrimonio, de universal como panacea de todos los Cronista de ayer, de hoy y, por desgra-
renombre con las colaboraciones perio- la política, de la educación, los innumera- males políticos, su convicción de hallarse cia, también de mañana, Maupassant
dísticas. Sus artículos, al menos muchos bles disfraces del carnaval social que puso frente a una opinión pública crédula, aho- ofrece un muestrario de nuestras flaque-
de ellos, fueron también una especie de al descubierto y analizó con lupa. A pesar gada entre conversaciones vacías o su cre- zas. No es un moralista al uso, sino un
alambique real donde calentaba el mate- de que escribió en periódicos «ortodoxos», encia en una especie de aristocracia del denunciador de los desusos, o sea, de la
rial de la ficción. Un solo ejemplo lo sus artículos a contracorriente del aire de pensamiento, antídoto, según él, contra falta de honradez y de sentido común, de
demuestra. Bel-Ami (1885), una de sus su tiempo --se mantuvo siempre a distan- la sola fuerza y razón del número, de la las trapacerías de la acción política, de las
más conocidas novelas, publicada por cia de partidos e ideologías-- mantienen el masa. No se trata, como es obvio, de enjui- inmoralidades que campan por sus irres-
entregas en Gil Blas, es, entre otras cosas, rumbo de su conciencia crítica. ciar su forma de pensar desde la atalaya petos. Bastante más de un siglo después,
el retrato a buril del periodismo y su con- Es cierto que flota entre sus líneas la de nuestros días, sino de sentirnos obliga- su voz, hecha escritura, sigue sonando
nivencia con las caras siniestras de la polí- atmósfera pesimista, heredada de Flau- dos, tras su lectura, a reafirmar o a revisar bien timbrada.
tica y las altas finanzas. bert y de Schopenhauer, pero también la nuestras convicciones.
Maupassant se sirvió de su larga expe- lucidez, a veces agria, a veces tierna, con Instalado en el Olimpo de los escritores, (*) Antonio Álvarez de la Rosa es
riencia en las redacciones para ofrecernos la que pone el dedo en los tumores de la Maupassant no necesita que nadie le escritor y catedrático de Filología Francesa
la vivisección de una parte del cuerpo sociedad en la que le tocó vivir (al res- defienda si su forma de ver la realidad no en la Universidad de La Laguna
6 El perseguidor Sábado, 20
de noviembre de 2010

EL VUELO DE ÍCARO / NÚMERO: CVI


Coordinación: Coriolano González Montañez

TAL VEZ LA LLUVIA (fragmento)

JUAN CARLOS MÉNDEZ GUÉDEZ ante del bate al golpear la pelota; y el aire taba el estomago con la mano y que reso- Giré el rostro. Mis dos viejos quedaron
con olor a cebada del estadio, y el brillo plaba mientras escuchaba las distintas frente a mí. Comprendí que después de

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Al día siguiente me vestí en silencio y bajé
casi irreal de las luces atenazando el ver-
dor del campo.
Escuché mi nombre.
Volví a escucharlo.
Federico.
medicinas para la tensión alta que podían
beberse en un solo día.
Cuando la mujer se marchó, sobre mi
rostro caían tres gotas de sudor.
Subí el resto de las escalones de dos en
tantos años les estaba dando la oportuni-
dad de cuidarme. Soy un buen hijo, pensé
en el momento en que moví la cara para
no mancharlos a ellos, para no manchar
las paredes y solté un buche de vómito que
a la avenida. Una luz tenue salpicaba la Lo vi sólo cuando se colocó frente a mí dos. Antes de sacar las llaves para abrir la me incendió la garganta.
ciudad: color de gasa, esfumaturas. Coño, hermano, tanto que te he dicho primera de las cuatro rejas que debía tras-
Extendí mi mano al pasar junto a unos edi- que te cuides. No andes por aquí sólo, pasar para entrar a casa, otro vecino se
ficios: necesitaba sentir su solidez. A esa
hora Caracas parecía poseer una temblo-
rosa blandura, como si cada trozo de ciu-
dad fuese tan sólo una figura de niebla.
Sabía yo que en una o dos horas el sol se
murmuró.
Me tomó por el brazo y me llevó a ras-
tras. De inmediato comenzó a enumerar
papeles, planes, posibilidades de negocios
que él imaginaba en Europa. Dejé de escu-
puso a mi lado. Me parecía recordar su
rostro de la primera noche en Caracas. Esa
nariz aplastada, ese mentón redondo, esas
orejas inmensas. El hombre me mostró un
perro color salmón y ojos brotados. Un
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Fueron tres días.
encajaría sobre el suelo con punzante charlo apenas nos movimos un par de perro espantoso al que acaricié un par de Viví entre el baño y el cuarto: desma-
insistencia, entonces cada pared, cada metros. veces para poder escapar, pero el hombre yado; adolorido.
calle, sería una materia rotunda, muscu- Lo miré atentamente. Su boca se abría y comenzó a enumerar detalles sobre las Una doctora amiga de Federico vino a
losa. Por eso recordaba con agrado ese se cerraba con una regularidad que me ventajas de esta raza y ofreció regalarme verme y diagnosticó una gastroenteritis.
momento en que Caracas se permitía recordó a ciertos muñecos que aparecían un cachorro para que lo llevase a Madrid. Le habrá sentado mal el agua, mur-
parecer por unos minutos el temblor en la tele cuando éramos niños. Intenté Así se convencerá de que le ofrezco un muró.
vidrioso de un lago. Una especie de pausa, caminar más rápido para que se fuese que- gran negocio, murmuró aquel personaje. Eso no puede ser, advertí, ¿cómo me va
de paréntesis, en el que una ciudad sumer- dando atrás. No pude alejarme dema- Incliné el rostro como para agradecer su a hacer daño a mí que tantas veces comía
gida en la ciudad misma parecía asomar siado: me sentí pesado, como si tuviese oferta sin aceptarla. Traté de seguir en la calle, o que bebía lo que fuese?
como un destello fugaz. grasa recorriendo mis venas. Cuando lle- andando. El hombre caminó a mi lado. No La doctora comentó que esas aguas de
(…) gué a la puerta del edificio una vecina se paraba de hablar de perros, de pedigrís, la infancia ya no me sentaban igual.
Regresé a mi superbloque. Cerca de mi detuvo a saludarme. Fui gentil con ella. de precios, de cruces. Supuse que al llegar Los años viviendo fuera cambian las
calle estaban instalando un mercado. No recordaba su nombre pero su rostro a mi puerta el hombre se detendría pero lo reacciones del cuerpo, murmuró mientras
Caminé entre las casetas de madera: algu- era un vago vapor de infancia; una de esas vi entrar al apartamento sin dejar de pon- nos contaba a todos que en las próximas
nas pocas verduras; frutas; quesos; pesca- presencias que tropezaba todos los días en derar las virtudes de su perro y de sus semanas se iría a un pueblo de Inglaterra
dos. En una esquina encontré a una fami- el ascensor. Me preguntó cuándo regre- cachorros. El estómago ya me daba vuel- a trabajar.
lia de señoras vendiendo trozos de carne. saba a España y distinguí cómo los ojos de tas en la barriga y de tanto en tanto rebo- Federico quedó encargado de colo-
Dos de las mujeres picaban los pedazos; la Federico se clavaban en mí. Intenté res- taba como un balón y me golpeaba el carme las inyecciones para detener las dia-
otra se encargaba de espantar las moscas ponder con imprecisos detalles, pero en pecho. rreas y los vómitos. Lo vi junto a mis
con un periódico. Una larga cola esperaba ese momento sentí el primer pinchazo. Tosí. padres colocando los medicamentos en
frente a ellas. Me despedí y llamé el ascensor. Fede- Federico apareció detrás del hombre. El orden para no confundirse.
Me pareció adivinar a mis padres avan- rico retomó sus palabras, y cuando le iba a aire se llenó de voces, chispazos de colo- Yo entrecerré los ojos. Me quedé pen-
zando hacia un puesto de empanadas. Me pedir que se callase un momento sentí un res, ruidos: mis oídos resonaban. Al fin sando en que la ciudad se cobraba la leja-
oculté. Creo que me gustó la idea de mirar- navajazo en el estómago. Me doblé un aparecieron mis padres y se dieron cuenta nía, el posible olvido, la ciudad se cobraba
los sin ser mirado. Sí. Eran ellos. Los cabe- poco. Un gesto leve que mi amigo no advir- de que yo tenía mal aspecto. Con gentil fir- la traición que significa el viaje de quien
llos plateados, casi blancos, y esos gestos tió. Sobre mi espalda sentí un aire frío que meza le pidieron a mi amigo y al vecino nunca regresa.
lerdos, un poco ausentes. Los contemplé subió hasta mis hombros y me inundó la que se marchasen. Quien se marcha merece hasta el olvido
dar algunas vueltas. Sus rostros me recor- cabeza con una sensación mareante, sudo- Cuando escuché cerrar la puerta com- del agua, pensé.
daron un póster; una fotografía que no rosa. probé que sentía llamaradas dentro de mi
logré recordar con nitidez. ¿Te pasa algo? abdomen. Me di la vuelta: miré con deta-
Luego se marcharon. ¿Ah? lle a mis padres. Los dos parecían preocu- (Tal vez la lluvia, DVD ediciones, Barcelona.
El aire se hizo cremoso, dulce. Giré el ¿Estás bien? susurró Federico a lo lejos, pados; tenían esa angustiosa ternura que XL Premio Internacional de novela Ciudad de
rostro. Una mujer gorda y movía un cubo porque aunque lo tenía frente a mí me yo recordaba en la foto de algunos gorilas; Barbastro).
repleto de chicha andina. Compré un vaso pareció que su voz era el eco de un eco. No más bien en el retrato de uno en concreto:
y me detuve largo rato en ese sabor entre le contesté. El dolor regresó como una cor- el gorila albino del zoológico de Barce-
áspero y dulce que fue recorriendo mi nada y ascendió un poco hasta tomar mi lona. BIOBIBLIOGRAFÍA: Juan Carlos Méndez Gué-
boca. Luego chupé cada hielo que quedó pecho y mi garganta. Quise alejar esa idea de mi cabeza pero dez: (Venezuela, 1967). Autor de novelas como
en el vaso y compré un periódico depor- El ascensor continuaba detenido en la mientras mis padres me tomaban por los Una tarde con campanas (2004), Árbol de luna
tivo que leí entero recostado de un poste planta dieciocho. Corrí por las escaleras. brazos para acostarme en un sofá con- (2000) o de libros de cuentos como Hasta
de luz. En la segunda planta otra vecina se colocó firmé que era cierto. La ternura de mis luego, Míster Salinger (2007), en 2009 obtuvo
Respiré hondo. Por minutos sentí que frente a mí para saludarme y referirme sus padres convertía sus rostros ancianos en el premio Internacional de Novela Ciudad de
una antigua, desconocida fortaleza regre- achaques de salud. Le sonreí apretando la cara de un gorila albino. Eso nos ocurre Barbastro con Tal vez la lluvia. Reside en
saba a mis músculos. Quizás podía ir al las mandíbulas. Quería ser educado; que- a todos, medité, la ternura nos trans- Madrid. Su obra es estudiada en universidades
béisbol una de esas noches. Me agradaba ría que le dijesen luego a mis padres lo forma, nos convierte en gorilas, en chim- de Bélgica, Bulgaria, España, Estados Unidos,
la idea de volver a sentir ese ruido chispe- agradable que era ese hijo suyo que se fro- pancés distraídos. Italia, Suecia, Suiza y Venezuela.
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MICRORRELATOS

CASI UN EPITAFIO
EZEQUIEL PÉREZ PLASENCIA (*) convocado, acude Virgilio en su ayuda: es
bello morir luchando. Eso sí, casi siempre
se le ve con un cigarro en la mano.
Este hombre estaba cansado de la vida
cuando recibió hace años un mensaje de
móvil con el siguiente texto: Bienes y virtudes
Muérete pronto, bicho ruin. Pero antes No elegimos familia, sufrimientos, pasio-
escribe tu epitafio; eso sí, un epitafio car- nes, amores contrariados, sólo nos han
gado de rabia y resentimiento. sido dados dos bienes muy frágiles y valio-
sos: vida y libertad, con todo lo que ellas
Se sentó ante el ordenador y escribió conllevan. Al cabo de un tiempo más bien
unas palabras intituladas Casi un epitafio: largo, nuestro apocado héroe también
Homúnculo que sin embargo disponía de estableció una diferencia esencial según la
ciertas imperfecciones, formas, detalles, cual el conocimiento dista mucha de la
algunas perfecciones, los colores de la sabiduría; el primero habita en cátedras y
vida, retoques compuestos por otro, adje- facultades, congresos y conferencias; la
tivos. Un día ese otro hizo suyo una expre- segunda reside en el tiempo, experiencia,
sión que le pareció acertada de Céline en conflictos y vivencias. Alguien puede
su archiconocido Viaje al fin de la noche: conocer a fondo cuestiones del siglo XVII
“Con tanta reserva de amor y soledad, por que interesan poco o nada a una mayoría,
qué la gente es tan cabrona”. El homúnculo pero esa misma persona es incapaz de
se sintió aludido y se encabronó aún más. aceptar la muerte como algo natural o el
Pero ahora el viento, los vientos ya no le gran adelanto ofrecido por la indulgencia
decían nada, ni una línea o palabra, en a este especie más bien inhumana, con la
periódicos o libros, y se reconoció desan- cual podemos incluso desorientar a quie-
gelado, miserable, casi muerto. nes se han declarado enemigos. Este héroe
autodidacta, acostumbrado a los collage
literarios, se conmovió gratamente al leer
de la chapuza e ignorancia, y fue así que una carta de Van Gogh a su hermano Theo
La correctora en parte los hizo públicos en forma de en la que manifestaba la honda impresión
novela-ensayo, con los consiguientes de una frase de Gustavo Doré muy bella:
Piedad Heredia era una excelente profe- escándalos, escarnios y éxito de ventas. El Tengo la paciencia de un buey; y añade el
sional reconocida por todas las personas e libro, bien hilvanado y corregido a con- genial holandés: ¡cuánto encierran esas
instituciones que habían solicitado sus ser- ciencia, alejado de los best sellers, es una palabras, una verdadera frase de artista!
vicios, desde editoriales hasta novelistas joya que hoy sirve de muestra y aprendi- Pues bien, he aquí una virtud creadora: la
afamados, ministerios y poetas primeri- zaje a toda persona que se adentra con paciencia. Nuestro penoso héroe, sin
zos. Pero llegó un día en que permitió que hondura y respeto en el sutil oficio de la saberlo, se estaba divirtiendo con su
imprimieran un libro escrito por ella sin escritura. Paradójicamente, ella ahora ha muerte mientras la fabricaba por vía pul-
revisar, una de esas piezas que todo crea- elegido el silencio como género literario. monar, porque todos sabemos que un
dor considera fallida y arrincona en un enfermo es de una terrible codicia. Fue así
cajón. El resultado fue nefasto: llovieron que esa noche se decidió a escribir aforis-
las críticas y nacieron los primeros recelos La lucha es bella mos acerca de bienes y virtudes, y de los
de la gente para la que había trabajado. poderes de la autosugestión, como ésta
“Cómo vamos a confiar en alguien que no Tras una hemorragia cerebral, nuestro aprehendida en los primeros años univer-
cuida sus propios textos”, le objetaban. atribulado y perseverante escritor perdió sitarios: soy una fuente de luz, un radiador
“Es que me interesa mucho más lo que pro- buena parte de la memoria y presunta de calor, un generador de felicidad. Para irse
ducen otros que lo mío; ahí sólo hay algu- riqueza expresiva, pero daba gracias a la a la cama ese día canicular de agosto escu-
nas erratas y nunca faltas de ortografía”, vida por mantenerse en pie y caminar len- chó los Quintetos con guitarra de Luigi
se defendía con honradez, pero sin resul- tamente apoyándose en un bastón por una Bocherini. Otro bien a nuestro alcance: la
tado positivo. Incluso acudió a una famosa ciudad mediterránea, acudir algunos años música. La maravillosa melodía de un Alle-
sentencia de Gustave Flaubert: “Nadie se a varios conciertos de La mar de músicas, gro maestoso lo condujo en la duermevela
imagina lo que cuesta una frase bien oír sonatas clásicas en su estudio, garaba- a lo menos grandiosa escritora Dorothy
hecha”, utilizada más que nada con un filo tear tonterías con/sin ánimo de provocar Parker. Si elegimos el arte (de manera
de amenaza. A partir de ese momento o hacer reír a sus semejantes, cada día era consciente o inconsciente), por tanto
comenzó un declive que concluyó con su una alegría en esa guerra sin cuartel con- somos seres privilegiados en este infierno
defenestración pública y caída libre, tra una muerte demorada: insomnios sin globalizado, así en Canarias como en Tin-
sumiéndola en las oscuras y tormentosas ansiedad eran confortablemente acogi- duf, Guantánamo, Bagdad, Gaza, Teguci-
aguas de la depresión. La gota que colmó dos, la resignación también fue bien reci- alcohol, sin medicación alguna, con la galpa o Gracante.
su paciencia surgió cuando demandó a un bida con un abrazo tenue mientras su luz esperanza olvidada en algún recoveco del
editor y lo hizo público en Internet, por interior se apagaba, sabía que pronto lle- recuerdo, con la duda como única compa- P.D. Paul Válery: “La mezcla de amor y
daños y prejuicios (en vez de perjuicios). garía la nada, el vacío en calma y final, el ñera de su existencia y, ahora mismo, una mente es la bebida más embriagadora”.
Bragada por el desamor en el arte de saber deterioro de las facultades mentales que verdad incontestable: las seis de la
perder con elegancia, autodidacta tenaz, los preceden; qué más podía pedir en esas mañana del un día de dos mil diez: oh, el (*) Ezequiel Pérez Plasencia es escritor y
Piedad tardó dos años en reponerse, y de condiciones. Acudió una vez más a la tena- tiempo, ese paraíso recobrado, ¡y nuestro periodista. Obtuvo por Decena de un cro-
qué manera: había fotocopiado los origi- cidad: concluir con vida este año, sin anonadado héroe está a salvo de nopio el galardón del Concurso Internacio-
nales de cuanto trabajo había rescatado baños turcos ni oceánicos ni pediluvios de momento de virus mortal! Y es que sin ser nal de Cuentos Juan Rulfo (París)
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EL ESCRITOR GRANCANARIO JUAN JOSÉ


MENDOZA, XXVI PREMIO
DE NOVELA BENITO PÉREZ ARMAS

Juan José “lo importante en una novela “enormemente emocionado” Novela Benito Pérez Armas
no es la historia sino su ya que, según explicó ·”el estuvo formado por el
Mendoza, XXVI música”. El ganador del Benito escritor trabaja en la soledad presidente de CajaCanarias,
premio de novela Pérez Armas es licenciado en
Geografía e Historia y profesor
más absoluta, por eso jamás
pasa por su cabeza que pueda
Álvaro Arvelo Hernández; la
escritora Cecilia Domínguez
Benito Pérez de Lengua Castellana y ser motivo de aplauso”. Luis; el catedrático de
Literatura de Secundaria. Ha Juan José Mendoza se que no cae en la vulgaridad”. Literatura Hispanoamericana
Armas recibido varios premios, como reconoce influenciado por la El título de la novela hace de la Universidad de La
el del concurso de cuentos literatura hispanoamericana, la alusión a la pieza de piano Laguna, Juan Manuel García
El escritor Juan José Mendoza infantiles escritos por adultos novela del siglo XIX y por compuesta por Claude Ramos; el escritor y periodista
Torres ha resultado ser el gana- de la editorial Interinsular William Faulkner, entre otros. Debussy, y el relato desgrana la Juan Cruz Ruiz y el presidente
dor del XXVI Premio de Novela Canarias, el IX Concurso de Isla feliz transcurre en el vida de un campeón de la lucha de la Academia Canaria de la
Benito Pérez Armas, dotado con Cuentos Ateneo de La Laguna y territorio mítico de Santa canaria que trabaja bajo las Lengua, Ramón Trujillo
quince mil euros, por Isla feliz, el segundo premio en el María del Rosario, y se trata a órdenes del cacique del pueblo. Carreño.
obra que presentó con el pseudó- certamen de Cuentos de tenor del jurado de una La historia cuenta, además, con El Premio de Novela Benito
nimo de Anzo y que compitió con CajaCanarias (2004) y Premio historia circular, que transcurre elementos mágicos, como Pérez Armas fue recuperado
48 novelas más. de Relato Corto convocado por durante el franquismo, que maldiciones que explora la por CajaCanarias en 1970 con
Al conocer la noticia, Mendoza esta entidad en 2008 por caracteriza por “sus excelentes misandría de una de sus el objetivo de dar a conocer
(Las Palmas de Gran Canaria, Singuino gaita Tanzania. diálogos y caracterización de protagonistas. nuevas voces dentro del
1957) destacó que, a su juicio, El ganador reconoció sentirse personajes, así como su léxico, El jurado del XXVI Premio de panorama cultural canario.

EL PIE DE LA LETRA / Alfonso González Jerez

XXXXXXXXXXXXXX
XXXXXXXXXXX
E
n un artículo el espléndido
escritor senegalés Boubakar
Boris Diop señala, con una iro-
nía bastante irritada, que la
imagen neocolonial de África
continúa repitiendo estereotipos imbéci-
les que no solo representan una grotesca
falsedad, sino también una forma de opre-
sión simbólica. “No sé cómo explicar”,
viene a decir, “que la mayoría de los afri-
canos no tratan con elefantes, ni persi-
guen ni son perseguidos por rinocerontes,
ni agitan sus lanzas vibrantes en las verdes
praderas”. Por el momento la reivindica-
ción de Boubakar es inoma a copos de
avena de taller literario de Yale. Pero
muestran inmejorablemente el creciente
universo ficcional de una de las escritoras
anglófonas más inteligentes y talentosas
de la actualidad.

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