Entre las principales consecuencias del calentamiento global destacan el deshielo de los glaciares, la pérdida de cultivos, la disminución de zonas
habitables y el aumento del nivel del mar, entre muchas otras.
Para poder analizar profundamente estas consecuencias es necesario recalcar que este es un fenómeno que se ha observado en las últimas décadas,
en las que la temperatura media del planeta Tierra ha aumentado gradualmente, por lo que se ha hecho más caliente.
En las últimas cuatro décadas los cambios climáticos han sido drásticos. Fuente: pixabay.com
Este aumento es global porque se da tanto en la atmósfera como en la superficie terrestre y en los cuerpos de agua de todo el globo terráqueo. Los
estudios científicos que se han hecho sobre este fenómeno indican que sus causas están directamente relacionadas con las acciones de los seres
humanos.
Es decir, que el calentamiento global no es un fenómeno natural, sino que lo ha ocasionado el hombre. Lo preocupante de este fenómeno son sus
consecuencias que, con el paso del tiempo, pueden llegar a considerarse nocivas o hasta mortales para todos los seres vivientes del planeta en un
futuro no muy lejano.
Por esto se han creado diferentes campañas de concientización sobre sus causas pero con especial énfasis en sus consecuencias, con la intención de
que, así sea por temor, el ser humano tome las acciones necesarias para evitar este fenómeno y, así, su propia extinción.
Todas las consecuencias del calentamiento global que podemos mencionar están estrechamente relacionadas entre sí, ya que casi todas son causas de
otros fenómenos que comparten el mismo origen.
Suele confundirse calentamiento global con cambio climático, pero son dos conceptos diferentes que se relacionan porque el segundo es una de las
consecuencias del primero.
El calentamiento global lo ocasiona el ser humano, mientras que el cambio del clima lo hace el propio planeta Tierra como consecuencia de este
accionar del ser humano.
El clima es el conjunto de condiciones naturales que rodea a un ser vivo y permite su supervivencia. Estas condiciones han sido creadas por el planeta
en sus millones de años de existencia.
En todo ese tiempo la Tierra ha generado cambios graduales en el clima que no representan problema para el planeta en sí ni para los seres vivos que
allí habitan; al contrario, son cambios naturales que tienen la finalidad de generar adaptación y sobrevivir.
Estos cambios naturales no son extremos y ocurren a través de cientos o miles de años. Sin embargo, como consecuencia de la actuación del ser
humano que genera el calentamiento global, en las últimas cuatro décadas los cambios del clima han sido drásticos, lo que ha puesto en riesgo la
supervivencia de los seres vivos.
El cambio climático es la principal consecuencia del calentamiento global y casi todas las demás podrían englobarse en esta única categoría, pero al ser
tan numerosas y diversas, es necesario estudiar cada consecuencia por separado.
Deshielo de glaciares
Un oso polar en pleno salto, en la isla Spitsbergen, Svalbard, Noruega. Fuente: wikipedia.org
Como consecuencia obvia del aumento de la temperatura media del planeta, los glaciares de los Polos Norte y Sur comienzan a derretirse parcial o
totalmente a una velocidad alarmante.
A partir de observaciones de la NASA, diferentes estudios científicos determinaron que el mayor deshielo de la Antártida ha ocurrido en la década del
2000. Con base en estas mismas observaciones, han creado modelos para hacer proyecciones sobre las posibles consecuencias del ritmo actual del
deshielo de la Antártida y de Groenlandia.
Se estima que el deshielo genera más agua a los océanos, lo que interrumpe su curso natural y ocasiona una distribución diferente del calor en todo el
planeta.
Mientras en Groenlandia el deshielo es causado por diferentes condiciones climáticas dada su cercanía a los continentes habitados, en la Antártida la
causa principal es la alta temperatura que acumula el océano, que deshiela la parte inferior de los glaciales.
Entre otras consecuencias, este deshielo origina el aumento del nivel del mar y la liberación de grandes cantidades de CO2, ya que una de las
principales funciones de los casquetes glaciares es el control del ciclo del carbono, pues normalmente absorben estos gases tóxicos que generan las
actividades humanas.
Aumento del nivel del mar
Uno de los indicadores más evidentes de los daños que ocasiona el calentamiento global es el aumento del nivel del mar.
Como lógica consecuencia del deshielo de glaciares y el aumento de la temperatura, el mar se expande. En el siglo pasado su nivel subió 19
centímetros y las estimaciones indican que subirá de 40 a 63 centímetros durante este siglo si no se toman las previsiones necesarias.
Teniendo en cuenta que el 71 % de la superficie del planeta es agua —es decir, el otro 29 % es superficie terrestre—, el aumento del nivel del mar es la
consecuencia del calentamiento global que más puede afectar las condiciones de vida del ser humano.
Por sí solo este es uno de los efectos más importantes, pero a su vez genera otras consecuencias que dificultan la habitabilidad de la Tierra para todos
los seres vivos.
Como la distribución del calor que llevan a cabo los océanos se ha visto afectada, las áreas cálidas se han vuelto aún más cálidas y con menos
precipitaciones, mientras que zonas tropicales —especialmente de selva— han presentado más sequía.
Esta sequía también ha afectado a la ya limitada flora y fauna que existe en los desiertos, donde además ha disminuido la disponibilidad del agua.
Zonas consideradas semiáridas se han convertido en áridas.
Debido a las altas temperaturas que se registran en la atmósfera, a que la superficie del mar influye en el viento y a la distribución del calor por parte de
los océanos, se producen en mayor cantidad y alcance fenómenos atmosféricos que ocasionan catástrofes en poblaciones grandes o pequeñas,
cercanas o no al mar.
Como ejemplo de esto se observa que el aumento de precipitaciones no habituales en algunas ciudades produce inundaciones- Así mismo, la
afectación del nivel del mar crea un oleaje diferente que, a su vez, altera el viento y se generan más huracanes y tornados. Además, las temperaturas
variantes de la atmósfera dan pie a más tormentas eléctricas.
Todo el ciclo hidrológico se ve afectado y aparece lo que se conoce como lluvia ácida que, junto con el calentamiento global, es consecuencia de la
emisión de gases tóxicos a la atmósfera, lo que agrava las consecuencias de este.
Aumento de actividad de volcanes
Liberación de carbono geológico a la atmósfera por un volcán en erupción. Autor: Ciencia1.com [CC BY-SA 3.0
(https://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0)]
Existen proyectos de investigación que vinculan los efectos del calentamiento global con las erupciones volcánicas.
Se cree que, al aumentar la temperatura del planeta con el consecuente deshielo de glaciares y el aumento del nivel del mar, se ven afectadas también
las placas tectónicas que generarían la salida del magma y, por tanto, incrementa la cantidad de erupciones volcánicas.
Estos estudios se realizaron en volcanes de Islandia que se encontraban cubiertos de hielo, y en estos se hizo hincapié en los glaciares ya que, según
los investigadores, su temperatura y peso evitó el flujo del magma.
Sin embargo, al desplazarse como consecuencia del calentamiento global, disminuyó la presión ejercida sobre la superficie terrestre y afectó el
mencionado flujo, aumentando el nivel de actividad volcánica.
Aumento de enfermedades
La capacidad del cuerpo humano para hacer cualquier actividad también se ve afectada por el aumento de la temperatura relacionado el calentamiento
global. Sumado a la liberación de gases tóxicos y cambios de corrientes de aire que este implica, los seres humanos se ven más expuestos a sufrir de
enfermedades respiratorias y cardiovasculares.
Con altas temperaturas proliferan también agentes que producen alergia como el polen, incrementando las enfermedades respiratorias como el asma.
A estas enfermedades se suman todas las que pueden surgir por consecuencia de la falta de higiene por la disminución de disponibilidad de agua
potable.
Mosquito tigre
El cambio de clima ha generado también una variación en la vegetación y la fauna. Por esto, bacterias y animales de climas tropicales han podido
sobrevivir en zonas que solían ser de clima frío o seco, llevando consigo enfermedades que no existían en estas.
Igualmente, temporadas más extensas de lluvia o sequía prolongan la vida de este tipo de animales, haciendo que aumenten afecciones como el
paludismo y el dengue.
Pérdida de cultivos
Hay varios factores que han incidido directamente en la tierra y su capacidad de producción de alimentos. Entre estos destacan los cambios de
temperatura, del ciclo del agua y del nivel del mar, la extinción o propagación de especies animales, la disponibilidad de agua potable, entre otras.
Esto de por sí es grave, pues se trata de elementos básicos para la supervivencia de los seres humanos, pero además tiene la connotación de ser
también su sustento económico.
El calentamiento global tiene consecuencias económicas que afectan al ser humano; tal es el caso de lo afectada que se ha visto la agricultura por el
cambio climático generado. Las consecuencias directas sobre la naturaleza son evidentes, pero a veces menos determinantes para el hombre y su vida.
Quizá por esto muchos de los tratados internacionales que se han suscrito en los últimos años para frenar el impacto del calentamiento global, buscan
subrayar las consecuencias indirectas de este sobre la población, especialmente en el ámbito económico.
Se ha comprobado que las consecuencias económicas pueden evidenciase más a corto plazo que las climáticas y que, por esto, las personas pueden
prestar más atención a este fenómeno, porque ya se están viendo afectadas por este.
La falta de alimentos que puede producirse como consecuencia del cambio climático es real, ya que actualmente los productores han tenido que
modificar procesos para sortear los efectos de este.
Otra consecuencia indirecta del calentamiento global es la que trae la sequía. Gran parte de la energía eléctrica que se requiere en el mundo es
producida por la fuerza del agua.
Al disminuir considerablemente las precipitaciones y aumentar las temperaturas, esta producción se ha visto afectada.
Lo anterior no solo representa un impacto económico para quien produce la energía y quien la consume sino también para el medio ambiente, ya que
surge la necesidad de recurrir a otras fuentes de producción energética más dañinas para este.