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Universidad de Chile

Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias


Escuela de Medicina Veterinaria
Departamento de Patología Animal
Curso Toxicología Veterinaria

SEMINARIO Nº 14
Efectos tóxicos inducidos por Hormonas Esteroidales
Fecha: 25/09/2009

ÍNDICE

Introducción 2

Esteroides Adrenales: 4

- Glucocorticoides: 5

- ¿Cuáles son sus mecanismos de acción?_____________________6

- ¿Qué provocan los glucocorticoides? _______________________7

- Mineralocorticoides 9

- ¿Cómo actúan?_________________________________________9

- Toxicidad inducida por Corticoides_________________________10

Estrógenos 12

- ¿Qué hacen los estrógenos? ____________________________________14

- ¿Cuándo se utilizan los estrógenos? ______________________________15

- Toxicidad inducida por estrógenos _______________________________16

Progestágenos 19

- Acciones fisiológicas, terapéuticas y toxicidad______________________20

Andrógenos 23

- ¿Qué hacen los andrógenos?____________________________________23

- ¿Cuándo se utilizan los andrógenos?_____________________________ 24

- Toxicidad inducida por Andrógenos _____________________________24

Discusión 26

Conclusión 27

Anexos 28

Bibliografía _______________________________________________________30

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INTRODUCCIÓN

Las hormonas esteroidales son una clase de hormonas que poseen una estructura
lipofílica, por lo que tienen la capacidad de atravesar libremente la membrana celular, unirse a
un receptor citoplasmático, junto con el cual tienen como lugar de acción el núcleo celular,
donde activan genes o modulan la expresión de ellos.

Tienen una estructura común de 17 carbonos en cuatro anillos derivada del colesterol.
Aunque los esteroides pueden sintetizarse de novo en la célula a partir de acetato, la mayoría
derivan del colesterol, que se sintetiza en el hígado.

Las hormonas esteroidales se producen en células específicas de los testículos, corteza


adrenal, ovarios y placenta. Los esteroides biológicamente activos -andrógenos y estrógenos-
son formados a nivel de tejidos periféricos, como piel, hígado, cerebro y tejidos mamario y
adiposo a partir de precursores esteroides circulantes en la sangre. Los esteroides no se
almacenan en cantidades apreciables sino que, dado un estímulo adecuado, resulta posible la
movilización de grandes reservas de ésteres de colesterol hacia donde sea necesario su uso.
Una vez que las hormonas son sintetizadas en el órgano correspondiente, pasan a circulación
general donde son distribuidas.

Las lipoproteínas de baja densidad (LDL) entran en las células productoras de


esteroides a través de su interacción con un receptor de membrana. La liberación del colesterol
se produce tras la degradación de las LDL por las enzimas lisosomales, y se utiliza
inmediatamente para la síntesis de esteroides o se esterifica y almacena en gránulos en la
célula. La primera fase de la síntesis de todas las hormonas esteroidales se produce en la
mitocondria a partir de colesterol implica la escisión de la cadena lateral de éste para formar
pregnenolona. Las siguientes modificaciones pueden producirse en la mitocondria o realizarse
en otros compartimentos celulares. El tipo de hormona esteroidal final depende de la presencia
de enzimas específicas en la célula concreta. En el caso de las células de la corteza adrenal,
sólo ellas poseen las enzimas hidrolasas capaces de hidroxilar los carbonos 11 y 21 de las
moléculas, proceso que es esencial para la formación de glucocorticoides y
mineralocorticoides. (Cunningham, 2003).

La biosíntesis de hormonas esteroidales sexuales consiste en la transformación de la


Pregnenolona en una secuencia en la que participan la progesterona, los andrógenos y, por
último, los estrógenos. Las células que sintetizan andrógenos, como por ejemplo las células de
Leydig, tienen las enzimas necesarias para formar pregnenolona y progesterona; además de las
enzimas capaces de transformar esta última en andrógenos. Sin embargo carecen de las
enzimas imprescindibles para transformar los andrógenos en estrógenos.

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Aunque las células que sintetizan las hormonas esteroidales sexuales no poseen las
enzimas para formar hormonas adrenocorticales, la corteza suprarrenal contiene la maquinaria
enzimática necesaria para su síntesis y en menor importancia, la de hormonas esteroidales
sexuales. Por lo que la corteza suprarrenal suele producir pequeñas cantidades de hormonas
esteroidales sexuales, que aumentan en ciertos estados fisiopatológicos.

Como las hormonas esteroidales no se almacenan en la célula, sino que se liberan


según se sintetizan, una vez que son formadas se secretan por simple difusión a través de la
membrana celular debido a su estructura lipófila. Por lo tanto, su síntesis y secreción están
íntimamente asociadas, donde la velocidad de secreción hormonal está bajo el control de la
velocidad de la síntesis.

La única forma de almacenamiento de las hormonas esteroidales en éstas células, es la


molécula precursora, el colesterol, en forma de éster.

Estas hormonas son transportadas en el plasma, unidas a proteínas de unión específicas


o no. Ya que algunas de estas proteínas que se unen a los esteroides tienen una alta afinidad
por uno determinado.

Las hormonas esteroidales se metabolizan por conjugación con sulfatos y


glucurónidos, lo que las convierte en hidrosolubles y permite su excreción por la orina. El
hígado es el principal órgano responsable de este proceso. (Cunningham, 2003).

Las hormonas esteroidales se pueden dividir en dos categorías:

- Hormonas Adrenocorticales o también denominados corticosteroides: dentro de las


cuales están los Glucocorticoides y los Mineralocorticoides.

- Hormonas Sexuales: dentro de las cuales encontramos a los estrógenos, progestágenos


y andrógenos.

Categorías que serán abordadas individualmente en el presente trabajo, donde


analizaremos sus efectos metabólicos, sus usos y, sobre todo, los efectos tóxicos que son
capaces de producir cada una de ellas según su influencia en el metabolismo, que está
directamente relacionado con la dosis y la vía de administración empleada, además del tiempo
durante el cual sea aplicada y la posible ocurrencia de una extrapolación de dosis de dicha
hormona.

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REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA

ESTEROIDES ADRENALES

La glándula adrenal está compuesta por dos partes: médula y corteza. La médula, por
su lado, secreta adrenalina y noradrenalina; sin embargo, en ésta parte del trabajo, nos
enfocaremos en las hormonas secretadas por la corteza adrenal: los corticosteroides o
esteroides corticales.

En la corteza adrenal encontramos dos zonas:

o Zona fascicular, la cual secreta los glucocorticoides:

- Cortisol
- Corticosterona

o Zona glomerular en la que encontramos los mineralocorticoides:

- Aldosterona
- Desoxicorticosterona

o Zona reticular, la que sintetiza los esteroides sexuales:

- Deshidroepiandrosterona
- Androstenodiona
- Testosterona

Para una mejor comprensión de lo anterior, explicaremos a continuación cada uno de


los puntos.

GLUCOCORTICOIDES

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Como habíamos mencionado anteriormente, éstas hormonas son sintetizadas en la zona
fascicular de la corteza de la glándula adrenal; ésta última no puede almacenar hormonas, ya
que no cuenta con los mecanismos para ello, por lo que, para aumentar su síntesis debe haber
un aumento en su secreción, es decir, debe existir retroalimentación.

Para sintetizar y secretar éstas hormonas son necesarios numerosos estímulos. El


primordial es la liberación de la hormona corticotropina (ACTH) por parte de la
adenohipófisis, dicha liberación es regulada por la secreción de la hormona liberadora de
corticotropina (CRH) por parte del hipotálamo y, como ya habíamos mencionado, por la
concentración de glucocorticoides en la sangre. Por otro lado, la hormona antidiurética (ADH)
puede alcanzar la hipófisis y estimular de igual forma la liberación de la hormona ACTH
(Goodman & Gilman, 2001).

La liberación de CRH es inhibida principalmente por la concentración sanguínea de


glucocorticoides y, en menor grado, de ACTH en la sangre; también puede estar influida por
estímulos originados por el sistema nervioso central, por ejemplo, el estrés provoca el aumento
en la secreción de glucocorticoides por estímulo de la liberación de CRH. Así, el sistema de
regulación funciona de manera tal que un aumento en la concentración de glucocorticoides por
sobre la secreción fisiológica diaria provoca la inhibición de la secreción endógena. Otro
mecanismo de regulación importante en la secreción hormonal es el ritmo circadiano el cual,
en ausencia de estrés y en las especies con actividad diurna, la secreción aumenta por la noche
y llega a un máximo poco antes del inicio de la actividad, posteriormente, disminuye en forma
gradual hasta un nivel mínimo a últimas horas de la tarde. Este ritmo se invierte en especies
con actividad nocturna (Botana, 2002).

Ya vimos los mecanismos de regulación vinculados a la síntesis y secreción de estas


hormonas, sin embargo, es necesario responder la siguiente interrogante, ¿qué sustancias están
involucradas en la síntesis de los glucocorticoides?

La síntesis de glucocorticoides tiene como sustancia precursora al colesterol el que, en


su mayoría, proviene de las lipoproteínas plasmáticas (LDL), aunque también es sintetizado en
menor medida en la glándula misma a partir de acetato. Las LDL interactúan con los
receptores para LDL de la membrana de las células adrenales donde son endocitados como
complejos, los ésteres de colesterol y las proteínas son hidrolizadas dejando libre el colesterol.
La captación de las LDL puede verse acelerada por la acción de la ACTH la que aumenta la
disponibilidad de las lipoproteínas y estimula la secreción de hormonas corticoideas al ayudar
en la conversión de colesterol en pregnenolona.

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¿Cuáles son sus mecanismos de acción?

Una vez conocido el origen de los glucocorticoides, podemos entender de mejor forma
su mecanismo de acción. Los efectos de estas hormonas se producen en su mayoría por su
interacción con el receptor de glucocorticoides (GR), activando o reprimiendo la expresión de
genes específicos.

Los glucocorticoides, una vez que entran a la célula por difusión pasiva, se unen en el
citoplasma al receptor GR el cual tiene gran afinidad por dichas hormonas y se encuentra
presente en gran parte del organismo. El receptor inactivo forma un complejo con las
proteínas: de choque térmico, inmunofilinas y ciclofilinas, formando un complejo. Cuando el
glucocorticoide se une al GR, el receptor se disocia del complejo y sufre un cambio de
conformación que expone un lugar de unión al DNA, posteriormente, dichos complejos
esteroidales forman dímeros y se dirigen al núcleo, donde interactúan con secuencias cortas de
DNA específicas localizadas en las zonas de regulación de genes reconocidas por el receptor
activado de glucocorticoide denominadas elementos de respuesta a los glucocorticoides (GRE)
que otorgan la especificidad en la inducción o represión de la transcripción de algunos genes
por los glucocorticoides (Botana, 2002).

En el caso de la inducción, se forma un RNA mensajero que activa la síntesis y


liberación de proteínas específicas que median numerosos efectos de los corticoesteroides
como la inducción en la formación de proteínas antiinflamatorias, pudiendo así participar en el
control endógeno de la respuesta inflamatoria y alérgica. La represión, por su lado, inhibe la
expresión de numerosos genes inflamatorios como los que codifican citoquinas, receptores y
moléculas de adhesión lo que no se debe a la interacción entre el GR y el GRE; se debe a la
inhibición directa por interacción entre el GR ya activado con factores reguladores de la
transcripción y expresión de genes involucrados en la inflamación.

Hemos hablado hasta ahora de los efectos en los genes de la célula, es decir, aquellos
que modifican el DNA de ésta y que tienen demoran en iniciarse, no obstante, se sabe de
efectos que no involucran un cambio génico y que requieren de un tiempo muy corto (minutos
o segundos) para ejercer su efecto sobre las células. Esto se debe a la interacción que establece
el glucocorticoide con receptores de membrana específicos asociados a proteínas G las que,
como ya sabemos, al ser activadas, generan una cascada de cambios intracelulares tales como
cambios en el potencial de membrana, en la movilización de segundos mensajeros o en la
activación de proteínas quinasas. Esto explicaría por su parte la influencia de éstas hormonas
sobre la regulación hormonal, la morfología celular, el metabolismo, entre otros numerosos
procesos.

Sabemos la manera en que estas hormonas actúan a nivel celular, pero si miramos a un
nivel más macroscópico, cabe preguntarnos ¿cómo ingresan éstas al organismo para,
posteriormente actuar sobre las células? Los diferentes glucocorticoides tienen varias vías de

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aplicación las que pueden ir desde la simple administración oral hasta la inyección, absorción
cutánea e inhalación, esto depende del tipo de glucocorticoide y de la forma farmacéutica que
éste presente. El cortisol y sus análogos presentan una muy buena absorción por vía oral; los
ésteres solubles, por su parte, pueden ser inyectados y son absorbidos rápidamente; las
suspensiones, al ser absorbidas con mayor lentitud, las podemos encontrar en el plasma con
concentraciones eficaces de acción por largo tiempo (hasta semanas); otros como los ésteres
de succinato pueden ser administrados directamente por vía endovenosa y presentar una rápida
absorción y acción.

Según lo anterior, debemos señalar que las concentraciones absorbidas por el


organismo pueden determinar efectos sistémicos diferentes pudiendo provocar efectos
beneficiosos, como también suprimir el eje hipotálamo-hipófisis-glándula adrenal. También
debemos tener en cuenta que, posterior a su absorción, un porcentaje de ellos se une a
proteínas plasmáticas de forma reversible y otra parte queda libre en la circulación, pudiendo
ejercer su acción en las células; sin embargo, son distribuidos rápidamente a músculo,
intestino, riñón, piel e hígado, dónde son biotransformados a compuestos inactivos, pero es el
hígado el principal órgano encargado de dicha transformación.

Después de ingresar al organismo, ser biotransformados y actuar sobre las células, los
glucocorticoides son excretados principalmente vía urinaria (75%) y fecal (25%), cabe
destacar que la velocidad de eliminación, tal como la de absorción, depende del tipo de
hormona que se esté utilizando.

¿Qué provocan los glucocorticoides?

Los efectos son numerosos y diferentes según el tipo de hormona que esté actuando, de
esto depende su intensidad y potencia de acción. Sus acciones se pueden agrupar en:

- Glucocorticoidea: tienen la capacidad de promover el almacenamiento hepático de


glicógeno, promueven la actividad antiinflamatoria.

- Mineralocortocoidea: promueven la retención de sodio y agua (Botana, 2002).

Así:

- Tienen importantes efectos sobre el metabolismo de los glúsidos y las proteínas,


promoviendo la movilización de proteínas y aminoácidos desde el músculo esquelético
y, secundariamente, desde otros órganos. Estimulan la síntesis de enzimas que
participan en la gluconeogénesis y la glucogénesis, manteniendo una concentración
suficiente de glucosa plasmática y de glicógeno almacenado en hígado y músculo. Al
convertir los aminoácidos en glucosa, se produce mayor eliminación de nitrógeno y

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ácido úrico a nivel urinario, por esta razón, los largos tratamientos con
glucocorticoides pueden provocar degeneración muscular y osteoporosis.

- Además, ayudan a la reabsorción de sodio a nivel tubular el que es reabsorbido con


su equivalente osmótico de agua, aumentando de esta manera la reabsorción de ella lo
que favorece la filtración glomerular al aumentar el flujo sanguíneo. Esta acción
mineralocorticoidea puede provocar retención de agua en los tejidos.

- En cuanto a su efecto cardiovascular, producen hipertensión a través de efectos


cardíacos directos como también sobre los vasos sanguíneos. Estimulan la secreción de
catecolaminas lo que lleva, como habíamos dicho anteriormente, al aumento en la
reabsorción y retención de agua, aumentando de esta manera la presión sanguínea.

- Como habíamos dicho con anterioridad, los glucocorticoides participan en la


movilización de aminoácidos, induciendo el catabolismo proteico, lo que lleva a una
disminución muscular general, además, provoca la disminución en la perfusión
sanguínea del músculo, disminuyendo asimismo su desarrollo. Debido a esto, los
tratamientos con exceso de estas hormonas pueden llevar a una atrofia muscular. Éstas
grandes dosis también aumentan la resorción de matriz ósea y osteoporosis por la
inhibición de la actividad de los osteoblastos y estimulan, por aumento en la actividad
paratiroídea, la acción de los osteoclastos; además, inhiben la actividad de la vitamina
D a nivel intestinal, alterando la absorción de calcio. Todo esto se ve empeorado por el
aumento que causan en la eliminación de nitrógeno, fósforo y calcio.

- Por otro lado, ocasionan sensación de bienestar a nivel del SNC lo que puede llegar a
inquietud, insomnio, depresión y ansiedad, además de aumentar el apetito, lo que lleva
a polifagia y, por ende, un incremento en el peso corporal.

- Por último, y no menos importante, es la acción antiinflamatoria e inmunodepresora


que presentan estas hormonas. Como antiinflamatorios, inhiben la vasodilatación,
aumentan la permeabilidad vascular disminuyendo así el trasudado y la formación de
edema e inhiben la acumulación de fibrina en la zona inflamada; debido a esto, inhiben
el dolor, la cicatrización y la proliferación de células en la zona afectada. Otro efecto
muy importante es la disminución de eosinófilos, basófilos y linfocitos que circulan por
la sangre y, al mismo tiempo, aumentan de número de neutrófilos, plaquetas y
eritrocitos, ayudando así a la formación de coágulos; reducen la actividad de los
macrófagos e inhiben la síntesis y secreción de quimioquinas. No obstante, evitan el
daño tisular estabilizando las membranas de los lisosomas que, por lo tanto, no liberan
su contenido.

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MINERALOCORTICOIDES

Los mineralocorticoides son sintetizados en la zona glomerular de la corteza adrenal


mediante la oxidación de la corticosterona y la adición de un aldehído, siendo el principal la
hormona aldosterona.

Ya habíamos mencionado la acción mineralocorticoidea de los glucocorticoides y, tal


como dijimos, pero en ésta oportunidad para los mineralocorticoides, su acción principal es
estimular y aumentar la reabsorción de sodio a nivel renal (túbulo contorneado distal) y, por
ende, la excreción de hidrógeno y potasio por ésta misma vía.

La regulación en la síntesis y liberación de aldosterona depende de estímulos muy


distintos a los nombrados con los corticosteroides. Los baro y osmorreceptores del aparato
yuxtaglomerular captan la baja concentración de sodio, la menor volemia o el aumento en la
concentración de potasio lo que lleva a la liberación de renina. Ésta actúa sobre la angiotensina
que se encuentra en el plasma, transformándose en angiotensina I la cual, posteriormente, se
transformará en angiotensina II por la acción de una enzima de conversión; la angiotensina II
provoca vasoconstricción, aumento en la presión arterial y la consiguiente liberación de
aldosterona, esto es lo que llamamos el sistema renina-angiotensina el cual, es inhibido
indirectamente por la retención de agua y sodio que provoca la aldosterona.

¿Cómo actúan?

Al ingresar a la célula, en el interior de ésta se encuentra el receptor de


mineralocorticoides (MR) que se encuentra en células de numerosos órganos. El MR es un
receptor nuclear (al igual que el GR) y tiene la particularidad de de ser el único sensible a
mineralocorticoides y algunos glucocorticoides, pudiendo unirse a él con la misma afinidad la
aldosterona y el cortisol.

La unión de MR a la aldosterona inicia la transcripción del DNA para sintetizar


proteínas específicas, las que aumentarán el número de canales de sodio en la membrana
apical de las células del nefrón y, a continuación, aumentarán el número de moléculas de
ATPasa dependientes de Na+/K+ en la membrana basolateral del mismo. De esta manera, el
sodio entrará a la célula por la membrana apical a través de difusión pasiva y saldrá por
transporte activo ATPasa dependiente por la membrana basolateral. La aldosterona, en la
situación anterior, actúa estimulando la actividad de enzimas mitocondriales relacionadas con
la síntesis de ATP, llevando al aumento de éste lo que incrementa la actividad en la bomba de
sodio. También, estimula la actividad de la fosfolipasa y la formación de ácidos grasos lo que
facilita el transporte de iones a través de la membrana por el cambio estructural que ocurre en
ella.

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Tal como con los glucocorticoides, los mineralocorticoides por su parte también tienen
efectos en los que no participan genes, pudiendo actuar sobre el pH intracelular y el
intercambio de calcio dependiente de sodio y potasio.

Toxicidad inducida por Corticoides (Glucocorticoides y Mineralocorticoides)

Los efectos secundarios de los corticoides son eventualmente graves en los casos de
una aplicación de grandes dosis que llevaría a una toxicidad aguda, o su administración
prolongada en el tiempo que desencadena una toxicidad crónica. Cada una de ellas puede
provocar:

- Toxicidad aguda:

- Por su acción mineralocorticoidea, pueden provocar hipertensión debido a la


retención de agua y sodio, por lo que no se les deben aplicar a individuos hipertensos.

- Alteran las mucosas y reducen su capacidad de regeneración incrementando la


incidencia de úlceras pépticas ya que, aumentan la acidez del jugo gástrico. También
es mayor la viscosidad de las secreciones pancreáticas pudiendo desencadenar
`pancreatitis.

- Los corticoides tienen actividad hiperlipidemiante y diabetógena, en ésta última


puede provocar diabetes en caso de que haya estado latente o agravarla cuando el
paciente ya la padece.

- Toxicidad crónica:

- Antes que todo, debemos agregar que las toxicidades anteriores también pueden ser
crónicas.

- Después de un largo tratamiento, la brusca ausencia de corticoides puede provocar


una insuficiencia adrenal aguda, es por esto que el término del tratamiento debe ser en
forma progresiva, ya que la función adrenal puede demorar hasta 18 meses en regresar
a la normalidad.

- Los efectos secundarios producto del catabolismo inducido por las hormonas lleva a
patologías musculares tales como atrofias o degeneración; atrofia cutánea, alopecia y
aumento en el tiempo de cicatrización de los tejidos; más importante aún es el hecho
de que disminuye la síntesis de DNA y la división celular de algunos órganos.

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- Al ser administrados por un largo tiempo, inhiben la actividad de los osteoblastos y
aumentan la de los osteoclastos así como también, alteran el metabolismo del calcio y
de los fosfatos por lo que aumenta el riesgo de la aparición de osteoporosis y
osteomalacia.

- Pueden inducir la aparición de síndrome de Cushing iatrogénico.

- Al actuar sobre el SNC, pueden alterar la conducta y provocar en el individuo


dependencia psicológica.

- Al ser inmunodepresores, aumentan la probabilidad de la aparición de infecciones,


activar algunas que estén en forma latente o ayudar incluso a la aparición de
septicemia.

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ESTRÓGENOS

Los estrógenos son hormonas esteroidales encargadas de estimular el crecimiento,


controlar la ovulación, preparar el aparato reproductor para la fecundación y la implantación.
También tienen efectos metabólicos sobre los minerales, los glúcidos, las proteínas y los
lípidos.

Las células que secretan los estrógenos son las células de la granulosa del ovario al ser
estimuladas por la Hormona Folículo Estimulante (FSH), que favorece la conversión de
andrógenos proporcionados por la teca, en estrógenos por medio de la expresión de la enzima
P-450 aromatasa.

Tanto la síntesis como la secreción de estrógenos esta regulada durante el ciclo estral por el
efecto de las gonadotropinas.

El estrógeno natural más potente es el 17-β-estradiol, seguido por la estrona y el


estriol. Cada una de estas moléculas es un esteroide de 18 carbonos con un anillo fenólico A,
que es un anillo aromático con un grupo hidroxilo en el carbono 3, y un grupo β-hidroxilo o
cetona en la posición 17 del anillo D. La unión selectiva y de alta afinidad de los estrógenos a
sus receptores radica en el anillo fenólico A. (Botana, 2002).

Existen diversas fuentes de sustancias estrogénicas, dentro de las cuales tenemos a:

1. Las plantas, tales como:

- Trifolium subterraneum L. var. dwalganup (trébol subterráneo), que contiene una


isoflavona, genisteína.

- Secale cereale L. var. rosen (centeno de ciclo corto); Lolium perenne (ballica perenne)
y Trifolium pratense (trébol rojo), que contienen 4-metil-éter de genisteína,
“biochanina A” (Biggers y Curnow, 1954; Bradbury y White, 1954).

- Trifolium reprens var. ladino (trébol ladino), T. fragiferum (trébol fresa) y Medicago
sativa (alfalfa), que contienen otras sustancias estrogénicas (Bickoff et al., 1957).

- Donde la actividad estrogénica está influenciada por la fase de desarrollo de la planta,


y no se destruye por el ensilado (Pieterse y Andrews, 1956).

- Estas sustancias pueden afectar la fertilidad en los animales en pastoreo

2. Algunas micotoxinas, como la zearalenona, son fuentes de sustancias estrogénicas


naturales (Humphreys, 1990)

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3. Estrógenos sintéticos:

- Existen muchos compuestos sintéticos que poseen efectos estrogénicos, que se han
clasificado según su origen y estructura química, en estrógenos derivados de esteroides
y estrógenos no esteroidales con actividad estrogénica.

- Uno de los primeros estrógenos sintéticos no esteroidales fue el dietilestilbestrol


(DES), que fue utilizado como promotor del crecimiento. Dentro de sus características
podemos encontrar que es uno de los fármacos estrogénicos más potentes, que se
metaboliza lentamente en el hígado y que tiende a acumularse en los tejidos. Pero el
posterior descubrimiento de que era carcinogénico, llevo a que su uso en animales de
producción fuera prohibido.

- Otros compuestos no esteroidales con actividad estrogénica también se acumulan en


los tejidos de los animales, con lo que son potenciales contaminantes del medio
ambiente y representan un constante riesgo para la salud pública.

Al igual que las otras hormonas esteroidales, los estrógenos actúan principalmente
mediante la regulación de la expresión génica.

Debido a su naturaleza lipofílica, difunden a través de la membrana citoplasmática y se


unen a un receptor nuclear. Se absorben bien en el intestino, acumulándose en el tejido
adiposo. Los estrógenos naturales son rápidamente metabolizados por el hígado, presentando
una vida media breve de alrededor de 6 minutos, mientras que los estrógenos sintéticos se
degradan lentamente.

El metabolismo de los estrógenos origina la estrona, que sufre conversión por


hidroxilación y cetrorreducción en estriol, que es el metabolito que se elimina a través de la
orina. Los estrógenos también sufren conjugación con sulfatos y ácido glucurónico. Los
conjugados resultantes pueden eliminarse por la orina o la bilis. Los glucuronoconjugados
eliminados por la bilis al intestino sufren la acción enzimática de glucuronidasas de origen
bacteriano. Acción que permite la circulación enterohepática del estrógeno ya que produce la
ruptura del enlace con el ácido glucurónico, permitiendo la liberación del estrógeno y su
reabsorción; además de aumentar su vida media.

Debemos tener en consideración que tanto el benzoato y, particularmente, el cipionato


de estradiol, debido a que son metabolizados lentamente en el hígado, tras ser administrados
intramuscularmente (i.m.) pueden llegar a persistir durante semanas en el organismo.

Con respecto al dietilestilbestrol (DES), éste también se metaboliza lentamente en el


hígado, pero se conjuga principalmente con el ácido glucurónico, y se excreta por orina y
fecas. (Botana, 2002).

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¿Qué hacen los estrógenos?

Controlan el inicio de la pubertad y las características sexuales secundarias de la


hembra. A través de su efecto directo controlan el crecimiento y el desarrollo de la vagina,
útero y oviductos.

Junto a otras hormonas, favorecen el desarrollo de la glándula mamaria, y las


diferencias de conformación corporal de las hembras. También ejercen efectos anabólicos en
animales de producción y favorecen la osificación de las líneas epifisarias, lo que inhibe el
crecimiento; fenómeno observado fisiológicamente en la hembra al inicio de la pubertad.

Son necesarios durante el ciclo estral para la liberación del peak ovulatorio de LH, que
provoca la ruptura del folículo y la liberación del ovocito. Pero su uso prolongado o altas dosis
de estrógenos, inhiben los centros hipotalámicos e hiposifiarios, frenando la secreción de
GnRH y FSH.

Influyen en la conducta y receptividad sexual de hembras al promover la expresión de


receptores para progesterona y LH en el ovario.

Los efectos metabólicos de los estrógenos son diversos, afectando al metabolismo de


minerales, lípidos, glúcidos y proteínas: Su principal efecto sobre la remodelación ósea es
bloquear la resorción; En aves conserva un balance positivo para el calcio, al aumentar la
enzima hidroxilasa encargada de convertir en riñón la vitamina D en su forma activa.

Aumentan la concentración de lipoproteínas de alta densidad (HDL) disminuyendo las


lipoproteínas de baja densidad (LDL); Aumentan la eliminación de colesterol a través de la
bilis; Disminuye la secreción de ácidos biliares. Este aumento en el contenido de colesterol
puede ser la base para la formación de cálculos biliares; En animales en situación de ayuno,
disminuyen levemente las concentraciones de glucosa e insulina.

Modifican la concentración de ciertas hormonas plasmáticas que participan en la unión


con fármacos: Aumentan la concentración de transcortina (CBG), de globulina transportadora
de tiroxina (TBG) y de globulina transportadora de esteroides sexuales (SSBG). (Botana,
2002).

En los órganos reproductores, pueden producir hiperemia, trasudación de agua y sales e


hipertrofia de los órganos genitales. El edema genital asociado al estro es muy manifiesto en
animales domésticos: aumento de volumen en la vulva, e incluso aumento en la consistencia
del útero por aumento de la incorporación de agua.

Favorecen respuesta a hormonas y fármacos en miometrio, al inducir un aumento de


uniones estrechas entre células, disminuir la resistencia eléctrica, y aumentar el número de

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receptores de oxitocina y de canales de calcio dependientes de voltaje. También modifican las
contracciones y el transporte de los óvulos a través del oviducto, alterando así la implantación.

¿Cuándo se utilizan los estrógenos?

En hembras:

- Para interrumpir la gestación, ya que retrasan el transporte ovular en el oviducto,


dificultando el proceso de implantación al inicio de la preñez.

- Para gestaciones no deseadas, se recomienda DES en dosis de 0.1 a 1mg vía oral (PO)
durante 5 días a partir de 24 a 48 horas después del coito, o de 2.0mg/kg i.m. dentro de
los primeros 5 a 7 días tras el apareamiento. Otra alternativa es el uso de benzoato o
valerato de estradiol en una sola administración de 0.1mg/kg hasta el 7º día
postapareamiento, no superando los 3mg en total. Para el cipionato de estradiol se
describe una dosis única de 0.02mg/kg i.m., que pueden utilizarse con éxito abortivo
sólo hasta el 3º día postapareamiento.

En caninos:

- En machos, ante una conducta social alterada por un exceso de producción de


testosterona, se ha utilizado el estradiol para controlar esa conducta. Pero debido a los
efectos secundarios de los estrógenos, es preferible el uso de progestágenos.

- En hembras ooforectomizadas con incontinencia urinaria de causa desconocida, se


pueden utilizar con éxito los estrógenos. Sin embargo, pueden ser necesarias diferentes
dosis. La terapia recomendada es la administración oral de DES. Teniendo su efecto
sobre la uretra, al aumentar su respuesta contráctil a los agonistas alfaadrenérgicos.

- En algunos tipos de tumores, el DES ha demostrado actividad antineoplásica, frente al


Adenoma glandular perianal en dosis de 0.1-1mg PO cada 24 ó 48 hrs, y la Hiperplasia
prostática en dosis de 1mg PO cada 72 hrs ó 1.1mg/kg una sola vez, sin administrar
más de 25mg en total.

En bovinos y equinos:

- En infecciones uterinas, con o sin placenta retenida; atonía o un mal drenaje de las
secreciones uterinas. Se pueden utilizar los estrógenos por su capacidad para
incrementar el flujo sanguíneo, excitabilidad del miometrio, permeabilidad para
leucocitos y secreción de inmunoglobulinas. Pueden ser administrados el valerato,
cipionato y benzoato de estradiol en dosis de 3 a 10mg i.m., pudiendo repetirse el
tratamiento dos veces con intervalos de 3 días. Tratamiento que puede asociarse al uso
de antibióticos y oxitócicos.

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En hembras bovinas, se ha indicado el uso de cipionato de estradiol:

- Para el Anestro, en dosis de 3-5mg i.m.;

- Para la Retención placentaria, en dosis de 10mg i.m.;

- Para la Momificación fetal, en dosis de 10mg i.m.;

- Para Terminar la preñez a los 4 días del cruzamiento (4-8mg, i.m.), entre el 4º y 7º mes
de gestación (20mg, i.m. puede necesitar repetición de dosis). Después del 7º mes se
pueden presentar varios efectos secundarios con el uso de cipionato de estradiol, como
distocias, metritis y retención de la placenta (Botana, 2002).

Toxicidad inducida por Estrógenos

Los estrógenos son muy eficaces para casi la totalidad de sus propósitos terapéuticos,
por lo que la decisión respecto a su utilización depende en gran parte del análisis de la
proporción entre riesgo y beneficio para cada paciente.

Las principales preocupaciones respecto al uso de estrógenos son: cáncer, enfermedad


tromboembólica, cambios en el metabolismos de hidratos de carbono y lípidos, hipertensión,
enfermedad de la vesícula biliar, naúseas, migraña, cambios en el estado de ánimo y otros
efectos colaterales menores. (Goodman & Gilman, 2001).

Sustancias estrogénicas como hexoestrol, dietilbestrol y estilbestrol han sido utilizados


por implantación o bien incorporados en la ración, para estimular el desarrollo de los animales.
Provocando efectos perjudiciales en armiños que consumieron desechos de pollos (Howell y
Pickerin, 1964), en perras alimentadas con orejas de bovinos a los que se les había implantado
estilbestrol (Serth, 1962) y en cerdos alimentados con cabezas de capón (Randy y Ramsay,
1959). Todo esto sumado al riesgo de los posibles efectos nocivos, entre ellos incluida la
carcinogénesis, ha aconsejado el retiro de estas sustancias. (Humphreys, 1990).

La exposición a sustancias estrogénicas produce síntomas que incluyen prolapso


vaginal y rectal (Folley y Malpress, 1943), abortos, cambios en la morfología pélvica y
fragilidad y fractura de la pelvis (Cowie, 1944) y desarrollo de las mamas y pezones en los
machos y en las hembras en celo continuo (Dinusson et al., 1950; Andrews et al., 1954). En
ovejas se han señalado infertilidad persistente, distocia y prolapso uterino (Bennetts, 1944).

Respecto a los efectos tóxicos inducidos por el uso de estradiol, veremos que la
administración de 0,2mg/kg de peso corporal de cipionato de estradiol a los perros les produce
depresión dosis-dependiente de la médula ósea, y leucopenia y trombocitopenia. Mientras que
la administración de 0,75 ó 1mg/kg produce un síndrome hemorrágico. Otras reacciones

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farmacológicas adversas producidas por el cipionato de estradiol son la: piómetra, dolor en la
zona de inyección e hiperplasia endometrial quística (Morgan, 1999).

Los estrógenos al ser administrados prolongadamente, suprimen la función ovárica, lo


que puede llegar a producir una hipoplasia ovárica y desarrollo de quistes foliculares ováricos.
Efectos que pueden ser secundarios a la administración de una dosis excesiva de estrógenos.
Pero un ajuste de la misma, puede disminuir o eliminar esos efectos.

El uso experimental prolongado de DES, en una dosis que va desde 60 a 495mg


durante un mes a cuatro años: En hembras caninas de 8 meses, provoca el desarrollo de
adenocarcinomas ováricos. Mientras que en bovinos, se ha observado una prolongación del
estro, irritación genital y disminución de la producción de leche.

Tratamientos prolongados con estrógenos en caninos y felinos, ejercen efectos tóxicos


sobre la médula ósea. Pudiendo producir discrasias sanguíneas y anemia aplásica,
especialmente en animales adultos con dosis mayores de 20mg en total, por lo que los ciclos
de tratamientos deben intercalar períodos de descanso. En la médula ósea, el efecto tóxico
parece estar mediado por un factor inhibidor proveniente del timo de los caninos, que inhibiría
la mielopoyesis.

La administración de DES, específicamente en felinos, ha dado lugar a la presentación


de lesiones pancreáticas y cardíacas.

Administración crónica de DES en machos, puede inducir feminización. Y en hembras,


los signos de estro pueden presentarse y persistir durante 7 a 10 días.

Los estrógenos son potencialmente carcinogénicos en varias especies de mamíferos:

- Debido a su efecto proliferativo celular, lo que aumenta el riesgo de presentación de


cáncer de útero, glándula mamaria, huesos, testículos, riñones y otros tejidos en
diversas especies animales. Y es esta la principal preocupación ante la utilización de
estrógenos.

- En hembras madres que fueron tratadas con DES durante el primer trimestre del
embarazo, incrementaron la incidencia de adenocarcinoma vaginal y cervicouterino en
las hijas.

- La administración de estrógenos durante el embarazo puede aumentar la incidencia de


anormalidades genitales no malignas en la descendencia, cualquiera que sea el sexo.

- Debido a estos efectos tóxicos, las hembras durante el embarazo no deben recibir
estrógenos. Ya no se administran DES ni otros estrógenos en forma intencional a las
embarazadas, pero hay preocupación en cuanto a la exposición, durante la gestación, a

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sustancias ambientales con actividad estrogénica, cause anormalidades vinculadas con
el desarrollo en el feto.

- El uso de estrógenos sin oposición para reposición de hormonas en mujeres tras


menopausia, se relaciona con la aparición de carcinoma endometrial, llegando a
estimarse que los estrógenos aumentan el riesgo hasta de cinco a quince veces,
dependiendo de la dosis y duración de su uso. Pero este valor disminuye a lo normal
varios años después de que se suspenden los estrógenos. La incidencia de este
carcinoma es más baja cuando se combinan estrógenos con progestágenos.

- Mientras que para el cáncer de mamas ocurre lo contrario. Al incluir un progestágeno


en forma continua o durante una parte del ciclo de administración de estrógenos en la
reposición hormonal, interviene de forma importante en el mayor riesgo de cáncer
mamario.

Ahora vamos a analizar los efectos tóxicos de la terapia con estrógenos en humanos:

- Primero debemos decir que los dos usos principales de los estrógenos son para la
reposición de hormonas después de la menopausia y anticoncepción.

- Las acciones adversas de los estrógenos dependen de la dosis utilizada, por lo que la
extrapolación de estos efectos nocivos de los anticonceptivos orales a otras situaciones
puede no ser apropiada. Sin embargo, algunos de los efectos nocivos de los
anticonceptivos orales atribuidos a originalmente a los estrógenos se deben al
componente progestacional (Goodman & Gilman, 2001).

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PROGESTÁGENOS

Los progestágenos son compuestos con actividad biológica similar a la progesterona


(Goodman & Gilman, 2001), una hormona que induce diversos efectos fisiológicos entre los
cuales se encuentran acciones neuroendocrinas, en el aparato reproductor, a nivel del sistema
nervioso central descubierta en el año 1933 por Corner y Allen (Botana, 2002) quienes la
aislaron desde los cuerpos lúteos de cerdas. En un inicio se intentó utilizarla con fines
terapéuticos en humanos a partir de fuentes animales, lo que producía que su utilización
tuviese un alto costo. Además no era posible utilizarla por vía oral ya que el metabolismo
hepático la degradaba y la dejaba inutilizable. Pero en la década de 1940 Russel Marker, a
partir de un producto vegetal llamado disgenina logró sintetizar progesterona, lo que abarató
los costos y proporcionó grandes cantidades de la hormona, posteriormente se sintetizaron los
primeros compuestos activos por vía oral los llamados 19-nor. Este tipo de avances
condujeron a la fabricación de anticonceptivos orales utilizados en humanos. (Goodman &
Gilman, 2001).

Los progestágenos incluyen la progesterona, los derivados de la 17α-


acetoxiprogesterona, derivados de la 19-nortestosterona (estranos) y el norgestrel y
compuestos similares de la serie de gonanos. La mayoría de los progestágenos utilizados en
medicina veterinaria son derivados de la progesterona estructura química.

Algunos de los progestágenos más utilizados en medicina veterinaria son el acetato de


medroxiprogesterona, la clormandiona y el acetato de megestrol (Botana, 2002). Estos son
derivados de la progesterona, los cuales poseen una mayor afinidad por el receptor de la
progesterona que la propia progesterona, este receptor además es capaz de unirse a otras
hormonas esteroidales, así algunos progestágenos sinteticos, en especial los 19- nor poseen
también afinidad por receptores de glucocorticoídes, andrógenos y mineralocorticoides por lo
que estos compuestos además tienen actividades no progestacionales

Los efectos de los progestágenos se logran observar a diferentes niveles y son más
notorios si previamente los órganos receptores de los progestágenos han sido estimulados con
estrógenos.

La toxicidad de estos compuestos en los animales depende mucho del tiempo de


exposición y del tipo de fármaco utilizado.

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Acciones fisiológicas y terapéuticas en diferentes sistemas y su toxicidad en ellos:

Neuroendocrinas:

- Los progestágenos son capaces de modular la conducta reproductora. Durante la fase


luteínica se produce gran cantidad de progesterona, lo que disminuye la frecuencia del
generador de impulsos hipotalámico ya que en las áreas ventromedial y preopticas se
encuentran receptores para progestágenos esto, junto al efecto de los estrógenos
fomenta la conducta de lordosis en mamíferos, lo que se produce gracias a la
interacción de la progesterona con otros receptores, como el receptor GABA, esto
origina una disminución de la conducta agresiva e induce la liberación de GnRH y
además aumenta la amplitud de los impulsos de hormona luteinizante liberados a partir
de la hipófisis (Goodman & Gilman, 2001). Aunque a dosis prolongadas produce
consecuentemente disminución de la expresión de GnRH y LH – en hipotálamo e
hipófisis respectivamente- lo que puede ser utilizado en el control del ciclo estral de
diversas especies (Botana, 2002).

- Al unirse al receptor de glucocorticoídes puede afectar al eje hipotalamo- hipofiso-


adrenal. Cuando se administra a hembras caninas progestágenos como MPA (acetato
de medroxiprogesterona) y proligestona se produce atrofia en la corteza adrenal con
disminución de las células de la zona fasiculata y reticularis, lo que típicamente se
observa en casos de aplicación crónica de glucocorticoides que produce un cuadro de
insuficiencia adrenal aguda.

Efectos a nivel de sistema nervioso central:

- En humanos la progesterona produce un aumento de la temperatura de 0,56°C en la


mitad del ciclo menstrual lo que se correlaciona con la ovulación hasta el inicio del
ciclo menstrual. El proceso que produce este aumento no se conoce en su cabalidad
pero es posible que esto se produzca mediante una alteración del centro regulador de la
temperatura en el hipotálamo.

- También, la progesterona aumenta la reacción ventiladora de los centros respiratorios


al dióxidos de carbono y conduce a una reducción de presión parcial del dióxido de
carbono arterial y alveolar durante la fase luteínica del ciclo menstrual y del embarazo
con lo que puede generar acciones depresoras e hipnóticas, por esto se recomienda en
las mujeres que consumen progestágenos, tomarlos a la hora de dormir ya que incluso
a algunas mujeres ayuda a conciliar el sueño.

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Efectos metabólicos:

- La progesterona a nivel metabólico aumenta las concentraciones básales de insulina y


el aumento de esta luego de la ingestión de hidratos de carbono pero no causa cambio
en la tolerancia a la glucosa, lo que si se produce con norgestrel que es un
progestágeno más potente. (Goodman & Gilman, 2001).

- En caninos se ha descrito la reducción de la acción de la insulina ya que los


progestágenos, como se ha mencionado anteriormente, activan los receptores de
glucocorticoídes. En felinos esto se confunde con diabetes ya que se presenta poliuria,
polidipsia e incremento de peso (Botana, 2002).

- En los lípidos, se incrementa el depósito de estos y aumenta la actividad de la


proteinlipasa.

- Aumentan el nivel de LDL y originan disminuciones pequeñas en los niveles de HDL


séricos.

- Los 19- norprogestagenos como el MPA disminuye el incremento de HDL favorable


durante la postmenopausia.

- Además se ha demostrado que la progesterona disminuye los efectos de la aldosterona


en el túbulo renal lo que produce la disminución de la resorción de sodio que podría
intensificar la secreción de mineralocorticoides por parte de la corteza suprarrenal
(Goodman & Gilman, 2001).

Efectos en tejido óseo:

- En este tejido los progestágenos ayudan a proteger la perdida ósea ya que los
osteoblastos presentan receptores para estos compuestos y además los progestágenos
inhiben la unión de los glucocorticoides a sus receptores que poseen efectos a nivel del
calcio de los huesos.

Efectos en glándula mamaria:

- Normalmente durante la preñez la progesterona junto a los estrógenos provoca la


proliferación de los acinos mamarios hacia el final del embarazo, y se encarga de la
regulación de proteínas lácteas en la glándula mamaria, en la hembra canina este efecto
esta relacionado con síntesis de hormona del crecimiento (GH). Sin embargo, la
lactancia sólo comienza cuando los niveles de estrógenos y progesterona han
disminuido durante el parto (Botana, 2002).

22
- Además durante la fase luteínica el epitelio mamario aumenta su actividad mitótica
alcanza su máximo esto lo produce principalmente la progesterona pero este efecto es
transitorio y luego se produce un cese en esta actividad mitótica.

- En caninos, progestágenos como el MPA y la proligestona, al aumentar la secreción de


progesterona aumentan los niveles de GH en la glándula mamaria lo que produce
mayor riesgo de desarrollo de adenomas papilares y tubulares simples. En los felinos,
es bastante más frecuente los carcinomas mamarios.

Efectos en el aparato reproductor:

- Durante la fase luteínica, como se dijo anteriormente, la progesterona aumenta, al final


del ciclo, cuando el cuerpo lúteo disminuye su producción de progesterona, este es el
principal indicador para el inicio de la menstruación. Al alargar artificialmente la
duración de esta fase mediante un tratamiento con progesterona se observan cambios
en el estroma endometrial similares a los que se producen al principio del embarazo.
En las condiciones normales los estrógenos acompañarían la progesterona en este
proceso y son esenciales para el inicio de la menstruación.

- Además la progesterona influye también en las glándulas endocervicales convirtiendo


la secreción acuosa en un material escaso y viscoso, lo que produce junto a otros
elementos una disminución en la penetración de los espermatozoides en el cuello
uterino.

- En la implantación del óvulo fecundado la progesterona tiene un papel bastante


importante en muchas especies animales ya que una disminución de esta produce un
retraso en la implantación del óvulo.

- Durante el embarazo, en humanos, la progesterona tiene mucha importancia en su


conservación, esto se produce ya que la hormona produce supresión de la menstruación
y de la contractibilidad uterina. Aunque estos efectos, para conservar el embarazo no
están absolutamente comprobados ya que el aborto rara vez depende de progesterona
disminuida (Goodman & Gilman, 2001).

- En hembras equinas preñadas con antecedentes de perdida no debe usarse la


progesterona ya que puede producir momificación de los fetos, lo que se produce
cuando se retiene un feto no viable en una placenta con escasa función

- Además no debe usarse en en animales con hiperplasia endometrial quística y


piometra.

23
ANDRÓGENOS

La testosterona es el principal andrógeno circulante en machos y probablemente lo sea


también en hembra, siendo sintetizada en las células de Leydig en el primer caso y en el
cuerpo lúteo y corteza suprarrenal, en el segundo. Los precursores de la testosterona
-androstenediona y dehidroepiandrosterona- son andrógenos débiles, es decir, pueden
convertirse a nivel periférico en andrógenos de mayor potencia (Goodman & Gilman, 2001).

La estructura química de los andrógenos es similar al colesterol: un núcleo compuesto


de un anillo de ciclopentanoperhidrofenentreno. Para la formación de andrógenos es necesaria
la transformación de colesterol en pregnenolona, compuesto común para todas las hormonas
esteroídeas, incluidos los corticoesteroides. Desde progesterona –derivada de pregnenolona,
mediante oxidación de ésta- y directamente desde la pregnenolona se producen andrógenos
como la deshidroepiandrosterona, androstenodiona y testosterona (Botana, 2002).

A nivel de las células gonadotropas hipofisiarias, se secreta el principal estímulo en la


producción de testosterona: la LH; ésta se secreta de manera intermitente, alrededor de cada
dos horas y en pulsos de mayor amplitud por la mañana (Goodman & Gilman, 2001).

El mecanismo utilizado por estos compuestos corresponde a la activación de un


receptor intracelular codificado desde el cromosoma X, que modifica la síntesis proteica; una
vez que la testosterona o la dihidrotestosterona se une a su receptor se fija a reguladores
hormonales específicos sobre los cromosomas y actúa incrementando la síntesis de ARNm y
proteínas (Botana, 2002).

En cuanto a su metabolismo, ocurre primariamente en hígado, mediante reacciones de


oxidación y reducción. La excreción ocurre a través de la orina en un 90% y en las heces
(Goodman & Gilman, 2001).

¿Qué hacen los andrógenos?

La testosterona posee diversos efectos en muchos tejidos, ya sea mediante su


metabolismo hacia otros esteroides – dihidrotestosterona y estradiol- o por la hormona misma.

En machos adultos:

- Los andrógenos controlan el mantenimiento de las características sexuales secundarias,


el crecimiento de los genitales, la función de glándulas accesorias y la
espermatogénesis, al inicio de la temporada de encaste;

- También estimulan la conducta agresiva y la libido en el macho.

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En hembras:

- Reducen la secreción de LH, impidiendo el término del desarrollo folicular, no


ocurriendo la ovulación y la formación de cuerpos lúteos, con lo que se suprime el
ciclo menstrual.

Poseen un efecto miotrófico, que determina un aumento de la masa muscular.


Promueven el almacenamiento tisular de nitrógeno con resultado de aumento de peso corporal.
Aumentan la síntesis proteica, aumenta el músculo esuquelético y disminuye el catabolismo de
los aminoácidos.

Pueden estimular la eritropoyesis, al aumentar el número de las células precursoras de


glóbulos rojos en la médula ósea y la eritropoyetina en riñón (Botana, 2002).

¿Cuándo se utilizan los andrógenos?

Los andrógenos sintéticos tiene un amplio rango de usos, entre los que se pueden
nombrar: incapacidad de producción de estas hormonas, inducción de la pubertad, en cuadros
de criptorquidea (no descenso de los testículos desde la cavidad abdominal) e hipogonadismo.

Se describe también su uso en casos de cánceres mamarios y en el tratamiento de


déficit de libido, incontinencia urinaria, detección de hembras en estro, mala calidad de semen
y síndrome de feminización.

Como anabólico se usa estanozolol –en caninos y felinos-, nandrolona y boldenona;


frente a cuadros de anemia se utiliza nandronola o 10-nortestosterona y para la estimulación de
la eritropoyesis se utiliza la fluoximesterona y testosterona. (Botana, 2002).

Toxicidad inducida por Andrógenos

Cuando se administra testosterona en sí, ya sea directamente o como un éster que se


hidrolice hacia ella, no genera efectos secundarios, es decir, no produce nada que la
testosterona endógena no produciría, siempre y cuando la dosis no sea excesiva.

El aumento de la concentración sérica de testosterona desde un nivel puberal a uno


adulto puede tener efectos indeseados típicos de la pubertad, como acné, ginecomastia y
conducta sexual más agresiva.

En cuanto a compuestos de testosterona modificados, como los andrógenos 17α-


alquilados, sí producen efectos secundarios.

25
Los efectos adversos observados frente a la administración por andrógenos son
múltiples, tales como ictericia y toxicidad hepática, enfermedades renales, edema y diabetes
mellitus, inhibición de la producción de gonadotropinas e infertilidad.

Los principales efecto secundarios de los andrógenos 17α-alquilados son hepáticos,


entre ellos colestasis y, en un baja frecuencia, peliosis hepática –quistes llenos de sangre-.

Un aspecto de cuidado en la administración de testosterona es su uso en momentos


previos la pubertad, pues acelera la maduración epifisiaria, produciéndose un crecimiento
acelerado en primera instancia, para luego producirse el cierre epifisiario con el cese
permanente del crecimiento del hueso.

En hembras en lactancia, pueden causar un desarrollo sexual prematuro en las crías


macho, supresión de la producción de la prolactina o masculinización de las hembras. Lo
anterior también puede verse si se administran andrógenos en periodo de preñez.

La virilización inducida por andrógenos causa desarrollo desproporcionado de las


características sexuales secundarias, como hipertrofia de clítoris, vulvovaginitis, aumento de
la producción de olor corporal, incremento de la seborrea oleosa, conducta anormal e
incontinencia urinaria.

Otro efecto visto en caninos adultos es el aumento del tamaño de la próstata, por lo que
no se recomiendan frente a tumores prostáticos.

Pueden hallarse alteraciones hepáticas, como cuerpos hialinos intranucleares; aumento


del peso del riñón y de la espermatogénesis en machos, lagrimeo y epífora. Estos compuestos
potencian el efecto de los anticoagulantes y antagonizan con los estrógenos (Botana, 2002).

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DISCUSIÓN

Antes que todo, debemos tomar en cuenta que las hormonas esteroidales tienen fines
farmacológicos muy beneficiosos e importantes fisiológica y terapéuticamente, participando
en diversos sistemas tanto de forma directa como indirecta permitiendo la acción de algunas
hormonas como agonistas o inhibiendo ésta como antagonistas. Del mismo modo, participan
en procesos reparativos y cumplen un papel fundamental en el desarrollo del individuo, ya que
determinan algunas conductas sociales características de cada sexo como por ejemplo el uso
de estrógenos en perros con un comportamiento agresivo; y además, tienen una importante
acción sobre la reproducción ya que intervienen desde el desarrollo de los caracteres sexuales
secundarias, el inicio del estro, la mantención del cuerpo lúteo, ayuda en la proliferación y
mantención de las células uterinas para la implantación del embrión; por otro lado, mantiene la
libido y la virilidad en el macho, entre muchas otras importantes características.

No obstante, su uso terapéutico no puede ser tomado a la ligera. La utilización de las


hormonas esteroidales como tratamiento, debe estar acompañada de un correcto diagnóstico y
de una adecuada administración de las dosis, en esto último tienen especial importancia la
responsabilidad del Médico Veterinario y del dueño del paciente, ya que, el primero es el
encargado de indicar las dosis correctas y el segundo, por su parte, cumple el papel de entregar
dichas cantidades y de observar sus efectos. Según esto, debemos tomar en cuenta la especial
importancia que tiene el conocimiento de las diferentes hormonas esteroidales y, sobre todo,
de sus efectos beneficiosos y perjudiciales, así como también sus efectos secundarios e
interacciones con otros compuestos; todo lo anterior, tomando en cuenta la actividad que
presentan dichas hormonas en cada especie y su influencia sobre éstas según los diferentes
estados fisiológicos que presenten.

De acuerdo a lo anterior, debemos tener presente que si no tomamos en consideración


las medidas que nos permiten lograr una acción farmacológica deseada para cada caso,
tendremos problemas que son potencialmente graves, que van desde provocar una retención de
agua y sodio, hiperlipidemia, efectos catabólicos exacerbados, al incremento de la
susceptibilidad a infecciones cuando usamos a los corticoesteroides fuera de los limites
establecidos. Observaremos la posibilidad que tienen de aumentar o disminuir la acción
farmacológica de otros compuestos, agravar enfermedades presentes en el animal, la
producción de ictericia, toxicidad hepática, enfermedades renales, edema, diabetes mellitus,
hasta la inhibición de producción de gonadotropinas e incluso llevar a la infertilidad del
animal frente a un mal uso de andrógenos. Así como, llegar a provocar prolapso vaginal y del
útero, supresión de la función de los órganos sexuales, efectos tóxicos en médula ósea e
incluso carcinogénesis en el caso de un empleo excesivo de estrógenos. Como en el caso de
los progestágenos, donde su capacidad para inducir toxicidad depende mayoritariamente del
tiempo de exposición y del tipo de fármaco utilizado.

27
CONCLUSIÓN

Hemos analizado los diversos usos que tienen las hormonas esteroidales, con lo que
podemos concluir que tanto esteroides naturales como sintéticos tienen una gran capacidad
para controlar y manipular distintos estados fisiológicos en el individuo frente a diversas
patologías. Sin embargo, los parámetros que delimitan una acción benéfica o esperada para un
individuo de una acción adversa están muy bien establecidos. Ya que si son sobrepasados en
lo más mínimo, son capaces de provocar efectos muy nocivos para el organismo.

Es por eso, que cada vez que necesitemos utilizar hormonas esteroidales debemos
analizar qué riesgos se nos pueden presentar y compararlos con los beneficios que son capaces
de entregar en cada caso. Además de manejar adecuadamente los tiempos y las dosis de
acuerdo a los propósitos con los que los vayamos a utilizar, y no extrapolar los efectos
terapéuticos para los cuales estén indicados a otras situaciones en las cuales su uso podría no
ser apropiado.

28
ANEXOS

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BIBLIOGRAFÍA

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