No RE-DICIEM
Qué prog es x, qu a ga de semen de ta
‘cual wenmas Ure en las impresones no slo
ela forma corpora sno también dels
jpensamionto incinaciones de nuestros
rogentores?;Déndealberga esa goa de agua
(al infinitoninero de formas? ;Y cimo acarea
semeancas tls que, con una furna ton eudaz
‘irvula: hace al eno similar al Bisabusla
ino barcids
Miche le Montai
Cons nabitad agudeza, Montaigne
sitiia con estas preguntas un azoro que
‘comparte con muchos de sus anteceso-
res, Ya entrado en sus aiios maduros se
Je manifest6 una dolencia que muchas
décadas antes, cuando atin era nifio,
habia postrado a su padre: un célculo
renal. El cardcter hereditario de esa y
otras dolencias crénicas estaba lejos de
entenderse entonces, y su desconcier-
to era compartido por todo el que tra-
taba de imaginar cémo se transmiten
las peculiaridades més caprichosas de
padres y madres a hijos ¢ hijas. Por di-
versas razones, durante siglos, estas
preguntas mas o menos frecuentes no
ameritaron la creacién de campos de
estudio especiales dedicados a su solu-