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“AÑO DE LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN E

IMPUNIDAD”

 Integrantes:
Alvarado Coronado Cristadell
Lizarzaburu Saldarriaga Verania
Torres Tarazona Paulita
Rementeria Paredes Leidy Diana

 Curso:
Terapia en Reumatología

 Ciclo:
IV

 Docente:
Claudia Viera Villalobos

 Año:

2019
ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN
2. MARCO TEÓRICO
2.1 CONCEPTO
2.2 CLASIFICACIÓN
2.3 ETIOLOGÍA
2.4 SIGNOS Y SINTOMAS
2.5 EPIDEMIOLOGÍA
2.6 DIÁGNOSTICO POR IMÁGENES
2.7 TRATAMIENTO FISIOTERAPÉUTICO
2.8 ANEXOS
3. BIBLIOGRAFIA
1. INTRODUCCIÓN
La gonartrosis u osteoartritis de rodilla es una afección inflamatoria crónica, degenerativa
y progresiva que afecta a pacientes de más de 40 años de edad y a ambos sexos, pero con
mayor predominio en las mujeres. Las lesiones degenerativas no solo afectan al cartílago
articular, también incluyen a los ligamentos, meniscos y músculos periarticulares.

La frecuencia de esta enfermedad es relativamente proporcional a la edad.


Aproximadamente 80% de las personas mayores de 65 años presentan cambios
radiográficos con evidencia de osteoartritis de rodilla (OAR).

Según estudios realizados, existe una prevalencia de gonartrosis, diagnosticada


microscópicamente por lesión condral en 60% de los hombres y 70% de las mujeres, que
mueren en la sexta o séptima década de la vida. En los Estados Unidos, la tasa de
incidencia anual estandarizada para la gonartrosis por edad y sexo por 100 000 habitantes,
fue de 240.

Como toda enfermedad, presenta factores de riesgos: edad, sexo, genética, actividad
deportiva y profesional, insuficiente fuerza muscular los cuádriceps, traumas previos,
deformidades angulares y obesidad, siendo esta última de interés sanitaria por los
problemas de salud que puede acarrear. En los Estados Unidos, 30,5% de la población es
obesa, en el Reino Unido, 25% de la población adulta presenta obesidad, la que guarda
una relación estrecha con el desgaste articular, sobre todo por sobrecarga mecánica.

Según la prensa venezolana digital Panorama.com, 30,7% de la población padece de


obesidad, cifra que, de acuerdo con el informe Estadísticas Sanitarias Mundiales de la
Organización Mundial de la Salud (OMS), coloca a Venezuela en el primer lugar con esta
enfermedad en Suramérica, seguida por Chile (29,05%) y Uruguay (23,35%). Refiere
además que la situación es más marcada en el Zulia donde, según estadísticas del Instituto
Nacional de Nutrición, se sobrepasa la media nacional y la obesidad se ubica en 35% de
afectación.

El Colegio Americano de Reumatología en 1996 definió criterios clínicos y radiológicos de


OAR, tales como: dolor en rodilla más osteofitos y al menos uno de los siguientes criterios:
edad mayor de 50 años, rigidez articular durante menos de treinta minutos y crepitación
con el movimiento activo de la rodilla.
2. MARCO TEORICO
La artrosis de rodilla conocida también como gonartrosis consiste en la degeneración
del cartílago articular, degeneración fibrosa sinovial subsecuente a la inflamación,
cambios fisicoquímicos en el líquido sinovial y deformidad ósea secundaria a
remodelación por microfracturas del hueso subcondral, con la subsecuente aparición
de osteofitos como resultado de la intensa actividad ósea en el área; El dolor que
genera este padecimiento es debido a la irritación de terminaciones libres
subperiosticas y al edema subsecuente a la congestión venosa.(Insall, 1994) . En la
rodilla normal el líquido sinovial formado por agua, ácido hialurónico y colágeno tipo II,
en el líquido sinovial se observan las siguientes características: el ácido hialurónico
tiene peso molecular de 5 x 10 16 Dalton, formado por unas 12 500 moléculas de
disacáridos, una rodilla normal cuenta con alrededor de 2.5 a 4.0 mg/ml de ácido
hialurónico en suspensión de un 2ml liquido sinovial total. (Brian T. Feeley, JAAOS
2010). En estado patológico de artrosis la rodilla contiene hasta 3 veces en volumen
1
liquido sinovial que suspenden la misma cantidad de ácido hialurónico de entre 2.5 a
4.0mg. Esta disminución de la función de la concentración de la suspensión sinovial
disminuye su función viscoelástica, aunada a la cadena inflamatoria de reacción
sinovial, y factores múltiples de cada individuo conllevan a desnaturalización de la red
colágeno tipo II presente en el cartílago articular, disminución del espesor de cartílago
articular, erosión, detritus y factores proinflamatorios como el factor de crecimiento
derivado de las plaquetas (PDGF), el factor de necrosis tumoral α, (TNF-α) y la
interleucina 1b (IL-1b), 8 liberados por la reacción sinovial terminan en la destrucción
de la superficie cartilaginosa. El hueso subcondral sometido a fricción constante y carga
durante la marcha, sufre microfracturas de repetición, el estímulo perpetuo la cascada
de inflamación debido a la respuesta tardía de la inflamación y la retracción del
endotelio de las vénulas sinoviales, reorganización del citoesqueleto de la sinovial,
apertura de las uniones intercelulares favoreciendo la liberación de la IL−1, interferón
IFN−Y y Factor de necrosis tumoral TFN (Richmond David H. JAAOS, 2009) Fig. 0. Fig. 0
Participación de las interleucinas inflamatorias en la artrosis. Dentro del manejo de los
síntomas de la gonartrosis se encuentran: AINEs no selectivos, inhibidores selectivos de
COX2, COX3; el manejo concomitante con fisioterapia (diatermia, ultrasonido, terapia
interferencial, estimulación neuromuscular transcutánea estimulación neuromuscular
transcunea e hidroterapia), la modificación de estilo de vida, higiene de la marcha, la
visco suplementación con ácido hialurónico, y la infiltración de esteroides de depósito
intraarticular. A pesar de la existencia de múltiples 9 opciones de tratamiento paliativo,
se observan complicaciones y efectos colaterales comunes que presenta la mayoría de
los tratamientos médicos por exposición prolongada a AINEs e Inhibidores de COX2 y
COX3. El uso de esteroides interarticulares ha demostrado tener un efecto citotoxico
en el cartílago articular. El inicio de tratamiento de los síntomas de gonartrosis
mediante terapia medica articular se observa desde siglo pasado, con el uso de ácido
hialurónico intrarticular en pacientes con artrosis de rodilla; se registra con éxito
encontrando diferencia en la capacidad funcional con una p 0.0041 con 11 inyecciones
por paciente. (Peyron y Balazs, 1970). Se observar un efecto positivo sobre la
sintomatología con un efecto duradero de 16 a 24 semanas en estudio in vivo.
(Huskisson, EC, Dnelly, Reumatology 1999) El ácido hialurónico como tratamiento de
sintomatología de artrosis temprana ha mostrado efecto significativo en la función,
pero requiere la aplicación de hasta 11 inyecciones por paciente (John Richmond,
JAAOS, 2009). Por su parte los agentes terapéuticos llamados biofármacos donde
encontramos el Colágeno Polivinilpirrolidona (PVP), con aplicaciones a nivel de
procesos inflamatorios demostrados en cicatrices hipertróficas, procesos de
regeneración tisular, quemaduras, terapia proliferativa y promoción de la consolidación
de fracturas entre otros tiene aplicaciones en procesos de artrosis. Este biofármaco
consiste en un líquido viscoso a base de colágeno nativo obtenido de la piel de porcino,
en un vehículo CVP, un polímero soluble, llamado Polivinilpirrolidona, obtenido del
monómero N−vinilpirrolidona, fue empleado inicialmente como expansor de plasma
sanguíneo, se utiliza como vehículo por sus características fisicoquímicas y muy bajos
efectos colaterales. Ningún efecto potencial nocivo de material cromosómico ni
sistémico se observa con este polimero, el 10 colágeno PVP no estimula la
linfoproliferación, no se presenta daño al DNA en estudio in vitro, no induce
anticuerpos anti-colágeno tipo I porcino en estudios in vivo y se encontró mediante
estudio de muestras sanguíneas en pacientes con tratamientos tan largos como 400
semanas con colágeno polivinilpirrolidona intramuscular que no causa ningún daño
hepático o disfunción renal, en el tratamiento con el fármaco intradérmico e
intramuscular.(Furozawa- Carballeda, 2003) El interés sobre el colágeno
polivinilpirrolidona en tratamiento de artrosis de rodilla surge de estudios in vitro en
cultivos de tejido sinovial, donde ha demostrado tener efectos en la bioarquitectura,
disminuyendo los infiltrados inflamatorios, modula la diferenciación de colágeno tipo I
y tipo III, induce una retroalimentación negativa en la expresión de TNF α e IL 1β,
modificando el patrón de fibrosis de los procesos cicatrízales, provoca recuperación de
los niveles normales de colágeno tipo III presentes en la sinovial normal (Carballeda,
2006). Además de múltiples estudios en procesos de cicatrización, consolidación e
inmunomudulacion por la vía de retroalimentación negativa de las interleucinas, de los
cuales se citan algunos a continuación. El Colágeno PVP, modula el proceso
inflamatorio crónico de la fibrosis al disminuir factores proinflamatorios como el factor
de crecimiento derivado de las plaquetas (PDGF), el factor de necrosis tumoral α, (TNF-
α) y la interleucina 1b (IL-1b), lo que disminuye la inflamación local y la irritación de las
terminaciones libres en el periostio con mejoría en la inflamación y disminución del
dolor. (Furozawa- Carballeda, 2003). Además, tiene acción en moléculas de adhesión
celular que favorecen la diapédesis leucocitaria, como son la molécula de adhesión de
los leucocitos al endotelio (ELAM-1) y la molécula de adhesión celular vascular (VCAM-
1), hasta alcanzar niveles semejantes a los normales 11 lo que favorece el recambio de
los componentes del tejido conjuntivo con la consecuente eliminación del exceso de
proteínas fibrosas. (Carballeda, 2002) Previene la fibrosis posquirúrgica y estimula la
reparación ósea, a través de un mecanismo de equilibrio en los niveles de citosinas pro-
inflamatorias y fibrogénicas como la IL-1β, el TNF-α, el TGF-β1 y el PDGF y moléculas de
adhesión como ELAM-1 y VCAM-1, las cuales en la articulación tratada alcanzan valores
locales semejantes a los de la sinovial normal. (Furozawa- Carballeda, 2005). El efecto
del biofármaco es disminuir la actividad colagenolítica principalmente la forma
dependiente del calcio (catepsinas), incrementa las concentraciones de colágeno tipo
III, así como la producción de TIMP-1 (Tissue inhibitor mataloproteinases). Fig 1. La
inflamación crónica disminuye por la aplicación de colágeno como fuente de regulación
negativa de la IL-1 y el Factor de Necrosis tumoral, TNF∞, ambas citosinas implicadas
en la activación de las enzimas colagenolíticas principalmente MMP-13 y MMP-1 que
condicionan erosión principalmente en el cartílago rico en proteoglicanos. También se
observa que la regulación negativa del TNF∞ y IL1 que estimulan la apoptosis de la
célula de sinovial hiperplasica, que eventualmente se trasforma en pannus y la principal
fuente de dolor de las articulaciones afectadas por la artrosis. 12 Mediante los efectos
biorregeneradores sobre el tejido de conjunción, la modulación de los factores de
inflamación y el efecto positivo en la diferenciación de los tipos de colágeno existentes
en el cartílago articular y sinovial, se espera un efecto positivo y antiinflamatorio del
cartílago articular, así como disminución en la apoptosis celular en cartílago articular en
pacientes con gonartrosis. La acción final de la biofármaco en las patologías
inflamatorias y en nuestro caso la gonartrosis, va más allá de la lubricación y
estabilización de las redes de colágeno presentes en el cartílago articular, además de
estos efectos, promueve la proliferación de células condrales al contribuir en el
andamio celular de colágeno, y estimula la síntesis de proteoglicano sulfatados por
acción de colágeno tipo II, promueve la expresión de interleucinas IL 8 y la disminución
de la expresión de Citoquinas inflamatorias TNFα e interleucina IL-1.
2.1 CONCEPTO
La gonartrosis es una afección articular crónica, degenerativa, progresiva, localizada en la
rodilla, que resulta de eventos mecánicos y biológicos que desestabilizan el acoplamiento
normal de la articulación.

Así, la gonartritis o gonartrosis es la más común y la más frecuente de las osteoartritis u


osteoartrosis; afecta a pacientes de más de 40 años de edad, a ambos sexos, pero con
mayor predominio a las mujeres. Por lo regular, su inicio es unilateral, con tendencia a
hacerse bilateral con el paso del tiempo. La incidencia aumenta con la edad; por su
condición de proceso degenerativo puede involucrar a cada uno de los tres
compartimientos de la rodilla y puede afectar sólo a un compartimiento aislado, ya sea
medial o lateral, los dos compartimientos o los tres.

La rodilla está dividida por un compartimiento medial o interno (platillo tibial y cóndilo
femoral), compartimiento lateral o externo (platillo tibial y cóndilo femoral) y la
articulación patelofemoral. La gonartrosis puede manifestarse en pacientes con
subluxación de la rótula, condromalacia o asociada a una osteoartritis femorotibial; en
forma secundaria puede afectar a personas con historia de traumas repetitivos,
incluyendo fracturas, ruptura de meniscos, meniscectomías.

En la rodilla existen dos tipos de cartílago articular: el cartílago hialino y el fibrocartílago.


Los meniscos son el ejemplo típico de fibrocartílago; el cartílago hialino es la forma
predominante de cartílago articular que cubre los extremos de las superficies articulares y
cuya función es absorber la fuerza y el impacto, suministrando un bajo coeficiente de
fricción y mejorando la estabilidad. Cuando hay aumento de la presión de contacto
aplicada sobre la rodilla, los cambios afectan al cartílago y ocasionan fragmentación de la
red de las fibras colágenas.

La prevalencia aumenta con la edad y existe laxitud ligamentosa y debilidad de los


músculos que rodean y estabilizan la rodilla. Otros factores de riesgo son: pacientes del
sexo femenino, predisposición genética, obesidad y relación con el trauma repetitivo o
agudo. La osteoartritis es la más frecuente de las enfermedades articulares y la padece
casi 90% de la población alrededor de los 40 o 50 años de edad; la rodilla, por ser una
articulación que carga peso, es la más afectada.

Los cambios patológicos que se observan a nivel del cartílago influyen en que las zonas de
carga presenten mayor reblandecimiento articular. Así mismo, puede existir inflamación
de la membrana sinovial con derrame y coincidir con esta enfermedad. La obesidad
constituye un factor de riesgo para la osteoartritis de rodilla, al igual que los trabajos que
requieren estar agachados mucho tiempo o levantar objetos pesados. La osteoartritis de
rodilla afecta a todo el cartílago, ligamentos y músculos periarticulares.
2.2 CLASIFICACIÓN
A la hora de clasificar la gonartrosis de rodilla, una de las formas de hacerlo es según la
zona de la articulación en la que se produce, puesto que como indicábamos en el apartado
anterior, la rodilla está conformada por tres articulaciones menores:
•Gonartrosis entre el fémur y la tibia: se denomina artrosis femoro-tibial a la que se forma
entre el fémur y la tibia, pudiendo ser esta externa o interna.
Entre el fémur y la rótula (o patella): este tipo es la llamada gonartrosis femoro-patelar.
•Entre el fémur, la tibia y la rótula: en este caso sería una gonartrosis generalizada en toda
la articulación.
Por otro lado, si clasificamos la gonartrosis según las causas que la desencadenan,
podemos hablar de gonartrosis de rodilla primaria y secundaria:
•Gonartrosis de rodilla primaria: hablamos de gonartrosis primaria cuando no existe una
única razón específica para la aparición de la artrosis, siendo diversos los factores que
pueden haber formado parte de la aparición del problema. Es el tipo de gonartrosis más
habitual.
•Gonartrosis de rodilla secundaria: a diferencia de la gonartrosis primaria, en este caso sí
que existe una causa directa que ha provocado la aparición de la artrosis de rodilla,
aunque esto no quiere decir que las causas primarias no hayan tenido influencia en su
aparición.
2.3 ETIOLOGÍA
Las causas de la gonartrosis de rodilla pueden ser muy diversas, según sea gonartrosis de
rodilla primaria o secundaria.
Cuando la gonartrosis de rodilla es primaria, aunque no hay causas concretas por las que
se desarrolle la gonartrosis, sí que podemos encontrar algunos factores de riesgo que
pueden propiciar su aparición:
Envejecimiento: es la principal causa de la gonartrosis de rodilla, siendo el 30% de la
población española mayor de 60 años quienes la padecen (en mayor o menor
medida, no todos requieren una sustitución protésica).
Obesidad: la rodilla es la articulación que más sufre a lo largo de la vida debido a su
uso y a la presión que soporta al aguantar casi todo el peso del cuerpo. Por ello, las
personas que sufren problemas de obesidad suelen sufrir más dolor y una progresión
más rápida de la gonartrosis de rodilla (al igual que en la coxartrosis de cadera).
Práctica continuada de un deporte concreto: la práctica de deportes como el fútbol,
el atletismo u otros deportes en los que se requiera de un uso reiterativo de la rodilla
puede propiciar el desgaste prematuro del cartílago provocando la gonartrosis.
Realización de trabajos en los que se requiera el empleo de la fuerza física: como los
empleados de la construcción, los trabajadores de un almacén o los transportistas
que suben los muebles a las casas, que de la presión y el esfuerzo favorecen la
aparición de la gonartrosis de rodilla, además de otros muchos problemas en la
cadera o la espalda.
Factores hereditarios: las personas en cuya familia existan antecedentes de artrosis tienen
muchas posibilidades de sufrir gonartrosis u otra variedad a lo largo de su vida.
Decimos que la gonartrosis de rodilla es secundaria cuando es consecuencia directa de
una causa concreta, como pueden ser:
Trastornos del desarrollo fetal en el útero materno durante el embarazo, como
puede ser la displasia de rodilla (desarrollo anormal de la rodilla antes del
nacimiento).
Fracturas o roturas articulares anteriores que no han quedado en buena posición:
si los huesos se encuentran desplazados o no encajan correctamente unos con
otros puede darse la posibilidad de un desgaste de cartílago que cause la
gonartrosis de rodilla.
Formación incorrecta de las rodillas: pueden ser causantes de la gonartrosis de
rodilla las desviaciones en varo (cuando las rodillas están arqueadas y separadas
entre sí) y las desviaciones en valgo (cuando las rodillas están juntas y/o chocan
entre sí).
2.4 SIGNOS Y
SÍNTOMAS
Los principales síntomas que presenta la gonartrosis son:

Incapacidad de correr como antes

Cojera dolorosa

Función de transporte muy disminuida

Sensación de inestabilidad

Hinchazón

Luxaciones a repetición
2.5 EPIDEMIOLOGÍA
La gonartrosis u osteoartritis de rodilla es una afección inflamatoria crónica, degenerativa
y progresiva que afecta a pacientes de más de 40 años de edad y a ambos sexos, pero con
mayor predominio en las mujeres.1 Las lesiones degenerativas no solo afectan al cartílago
articular, también incluyen a los ligamentos, meniscos y músculos periarticulares.

La frecuencia de esta enfermedad es relativamente proporcional a la edad.


Aproximadamente 80% de las personas mayores de 65 años presentan cambios
radiográficos con evidencia de osteoartritis de rodilla (OAR).2-4

Según estudios realizados, existe una prevalencia de gonartrosis, diagnosticada


microscópicamente por lesión condral en 60% de los hombres y 70% de las mujeres, que
mueren en la sexta o séptima década de la vida.
2.6 DIÁGNOSTICO POR
IMÁGENES
Aunque el diagnóstico de gonartrosis suele ser fácil y sólo necesita una exploración física y
radiografías simples, a veces hay que recurrir a pruebas complementarias, sobre todo en
caso de derrame inicial y/o de radiografía normal.

El diagnóstico positivo se basa, en primer lugar, en la historia clínica, con un dolor de


características mecánicas, de diferente localización según el compartimiento afectado
(tablas 2 y 3). Se deben precisar las circunstancias que desencadenan la sintomatología
(marcha, subidas o bajadas, escaleras, dolor tras una posición mantenida, chasquidos...) y
buscar signos asociados (derrame articular, seudobloqueos dolorosos...). Son importantes
los antecedentes traumáticos (fracturas articulares y lesiones ligamentosas o meniscales),
profesionales, deportivos, y la obesidad, ya que pueden orientarnos hacia la artrosis.
Debemos valorar la alineación del miembro inferior, que puede hacerse por la simple
inspección. En condiciones normales, la alineación del miembro inferior permite que la
carga que pasa a través de la rodilla se distribuya equilibradamente entre ambos cóndilos
y los platillos tibiales correspondientes. Esta correcta alineación del miembro inferior
puede observarse en el paciente que, al mismo tiempo que junta sus tobillos, junta
también sus rodillas.
Existen dos situaciones, en el plano frontal de la rodilla, en que el eje mecánico está
desplazado: el genu varo y el genu valgo.
En el genu varo, el aspecto del paciente es característico. Al juntar sus tobillos, las rodillas
permanecen separadas (piernas arqueadas o de jinete). En estos casos el eje mecánico se
desplaza medialmente dependiendo del grado de la deformidad. Al contrario, en el genu
valgo, al juntar el paciente sus rodillas, los tobillos permanecen separados. En estos casos
el eje mecánico se desplaza lateralmente.
FIGURA 1: VISIÓN ANTEROPOSTERIOR
A) RODILLA NORMAL

B) GENU VALGO

C) GENU VARO

Esta variación del eje mecánico origina una mala repartición de la presión entre ambos
compartimientos, de manera que se produce la sobrecarga de uno y la descarga del otro.
La sobrecarga origina una degeneración meniscal y cartilaginosa y evoluciona hacia la
artrosis unicompartimental.
La orientación diagnóstica que suministran la clínica y la presencia de la deformidad debe
complementarse con un estudio del eje mecánico mediante la práctica de una
telerradiometría (TRM), sobre la cual confirmaremos el diagnóstico y mediremos el grado
de la desviación, que nos servirá luego para plantear el tratamiento correspondiente
FIGURA 2: TELERRADIOMETRÍA DE LAS
EXTREMIDADES INFERIORES

RADIOGRAFIAS:
1. DX LESIÓN MECÁNICA ARTICULAR SEGÚN LA
RADIOLOGÍA
2. DX DE RADIOGRAFÍA ANTEROPOSTERIOR Y
LATERAL DE UNA RODILLA NORMAL

3.DX DE RADIOGRAFÍA ANTEROPOSTERIOR DE UNA


RODILLA CON GENU VARO
4.RADIOGRAFÍA ANTEROPOSTERIOR DE LA RODILLA
EN LA QUE SE APRECIAN LOS DIFERENTES SIGNOS DE
ARTROSIS: PINZAMIENTO ARTICULAR, ESCLEROSIS,
GEODAS Y OSTEÓFITOS

5.RADIOGRAFÍA AXIAL DE RÓTULA CON SIGNOS DE


ARTROSIS Y SUBLUXACIÓN EXTERNA
2.7 TRATAMIENTO
FISIOTERAPEUTICO
Tratamiento de fisioterapia en la gonartrosis
El fisioterapeuta debe plantearse metas a alcanzar una vez que se determina la existencia
de la artrosis de la rodilla. Los objetivos del tratamiento para la gonartrosis son los
siguientes:
Disminuir el dolor y la inflamación.
Prevenir la aparición de deformidades y el desarrollo de la enfermedad.
Mantener amplitudes de movimiento saludables
Conservar la masa y fuerza muscular.
Desarrollar la marcha funcional.
Volverse independiente en las actividades de la vida diaria
Para abordar y lograr estos objetivos vamos a dividir en 2 grupos las técnicas de
fisioterapia que se emplean normalmente:

TÉCNICAS ANALGESIAS
Las técnicas analgésicas le brindarán una mayor calidad de vida a la persona que padezca
artrosis de rodilla mediante la disminución del dolor. Entre las técnicas analgésicas
tenemos:

Termoterapia y Crioterapia: es el empleo del calor (termoterapia) y frio


(crioterapia) para obtener beneficios en el organismo. Además, disminuir el dolor
también disminuyen la inflamación (edema) y los espasmos musculares. La
termoterapia se aplicará, bien en domicilio o en la unidad (clínica) de
rehabilitación, antes de los ejercicios y la crioterapia después (sólo en caso de que
generen respuesta inflamatoria).
Electroterapia: las diferentes corrientes eléctricas y técnicas de electroterapia se
pueden utilizar con fin analgésico y destacan el TENS, las corrientes galvánicas y
diadinámicas.
Terapia manual: masajes, técnicas de rearmonización articular, movilización neuro
meníngea, etc. se utilizan con la finalidad de disminuir el dolor, por ello cada
profesional va a elegir entre todas las técnicas que conoce y en las que se ha
formado; aquella que de adapte mejor a la situación del paciente.
Adiestramiento en el uso de ayudas técnicas: sólo se realizarán en aquellos
usuarios que dispongan ya de ayudas ortopédicas y/o en los que sea conveniente
un adiestramiento previo a ellas por alguna limitación funcional. La enseñanza
incluirá consejos sobre el uso de: bastones, andadores, rodilleras y órtesis, medias
elásticas, y vendajes funcionales. También, se puede informar sobre las ayudas
técnicas que mejor se pueden adaptar a la persona.

TÉCNICAS PARA LA MEJORA DE LA


FUNCIONALIDAD
El ejercicio terapéutico es la herramienta terapéutica más utilizada y con mejores
resultados en la gonartrosis de rodilla. Es el componente por excelencia de la fisioterapia
para la rodilla.
El ejercicio terapéutico incide directa o indirectamente sobre la gonartrosis, manteniendo
y/o mejorando la estabilidad, el equilibrio de las estructuras contráctiles, el
fortalecimiento global y la mejora de la marcha. Las técnicas serán adaptadas a la
situación del paciente: se realizarán de manera suave y progresivamente,
preferentemente en posición de descarga articular, intentando integrar la rodilla en el
esquema motor del miembro inferior.
La musculatura a tener en cuenta será: cuádriceps, isquiotibiales, tríceps sural, tensor de
la fascia lata, cintilla iliotibial y los propios de la cadera. Especial atención a rótula y a
deformidades de la rodilla.
2.8 ANEXOS

14
3. BIBLIOGRAFÍA
https://medlineplus.gov/spanish/diagnosticimaging.html

https://www.elsevier.es/es-revista-revista-espanola-reumatologia-29-
articulo-relevancia-los-hallazgos-clinicos-radiologicos-13071163

https://www.fisioterapia-online.com/articulos/tratamiento-fisioterapico-
de-la-gonartrosis-o-artrosis-de-
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https://www.hospitaldeltrabajador.cl/ht/Comunidad/GuiaSalud/Salud/Pagi
nas/Gonartrosis.aspx?fbclid=IwAR32qm9qqID_onRrykZGd-
zIiCw3Qsbc5T0sr3xzogV1SbZCjBuGyHdQZhA

https://www.google.com/search?rlz=1C1CHBF_esPE862PE862&biw=1366&
bih=625&tbm=isch&sxsrf=ACYBGNRKHzqMYOJLyiCdYQxtIfMYPi6mEQ%3A1
574640952789&sa=1&ei=OB3bXbXlL7KJ5wKyuYT4DA&q=gonartrosis+entre
+el+femur+y+la+tibia&oq=gonartrosis+entre+el+femur+y+la+tibia&gs_l=im
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https://www.operarme.es/noticia/303/gonartrosis-de-rodilla-que-es-
causas-sintomas-y-tratamiento/

https://www.google.com/search?q=gonartrosis+en+ancianos&rlz=1C1CHBF
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