10 de mayo de 2019
Teodicea
¿Cómo dar una posición al sufrimiento cuando no existe tal concepto en nuestra
vida?, es decir, como hablar de sufrimiento cuando todo parece estar bien. Satanás, el
acusador, cuando vino a la presencia de Dios (Job), después de rodear la tierra y observar lo
que ocurre, Dios le plantea la condición de Job, un hombre que amaba a Dios y era perfecto
en todo, pero Satanás, como buen acusador dice burlonamente: ¿Acaso teme Job a Dios de
balde?, y esta frase es por la cual deseo empezar este escrito, y que todo cristiano debe
comprender a cabalidad.
La expresión de balde se refiere a: por nada, sin motivo, sin recibir nada a cambio;
lo que Satanas queria decir aquí y lo observamos en la TLA es: ¡Por supuesto! ¡Pero si Job
te obedece, es por puro interés! (Job 1:9), queriendo insinuar que Dios le había puesto todo
tan fácil a Job y tan sencillo que era obvio que le obedeciera, no existía razón por la cual
Job no quisiera obedecer a Dios, si Jehová mismo había sido tan bueno con Job. Si
continuamos leyendo esta historia, observamos, que a este hombre perfecto y santo que
amaba a Dios, que cuidaba de su familia y que era tan buen empresario, le sucedieron cosas
terribles, que ninguno de nosotros quisiera pasar, ¡perdió todo!, desde sus hijos hasta sus
posesiones, su reputación y sus amigos, hasta su esposa misma lo abandonó, fue tanto el
sufrimiento que no encontraba a Dios, se sentía solo y abandonado1 y aquí es donde todo
creyente debe ser consciente de varias cosas, por un lado, el amor de/a Dios no está ligado a
la evasión del sufrimiento: Dios amaba a Job y Job le obedecía, aun esto no evitó su
1
James Dobson, Cuando lo que Dios hace no tiene sentido, (Miami:Unilit, 1993), 24
sufrimiento, no podemos cuestionar el amor de Dios por algún sufrimiento; el hecho de que
todo ande bien, no quiere decir que no seamos vulnerables a sufrir por algo; tampoco
podemos permitirnos pensar de que si todo está bien es porque algo malo va a llegar.
quisiera aclarar estos puntos para que seamos conscientes de la necesidad de estar
prepararnos en caso de que un sufrimiento venga, y ¿cómo estar preparados para la prueba,
soportar un sufrimiento, pero que tal si empezamos con el espíritu, aun siendo difícil
existen tareas que podemos empezar a hacer; primero que todo debemos confiar en Él,
saber que todo Él lo hace bien y para bien (Rom 8:28), para confiar en Dios, debemos
conocerlo íntima y personalmente. Es mucho más que sólo saber cosas acerca de Él. Es
llegar a una relación personal más profunda con El. Sólo en la proporción en que le
como Pablo en Romanos 8:28 nos advierte, todo obra a bien a lo que le aman, ¿como
sabemos si amamos a Dios?, pues, si confiamos en Él, y aquí podemos caer en una
encrucijada pensando que es nuestro amor lo que nos hace estar firmes, y es más bien: “Lo
que sostiene la promesa que tienes en Romanos 8:28 no es el amor que sientes por Dios,
2
Jerry Bridges, Confiando en Dios aunque la vida duela, (Bogotá:Editorial CLC, 2001), 5
3
Michel Galeano, Todo obra para bien: Una mirada a Romanos 8:28, Coalición por el Evangelio,
https://www.coalicionporelevangelio.org/articulo/obra-bien-una-mirada-romanos-828/ ultimo acceso 10 de mayo de 2019