Anda di halaman 1dari 2

Unidad en diversidad y tolerancia

Hoy en día la sociedad contemporránea se caracteriza por una gran sucesión de reformas
jurídicas y políticas, que visan, en primer lugar, la condición humana y los derechos universales
del hombre. Estas son necesarias para una mejor vivienda y colaboración con diferentes personas
de diferentes ámbitos, paises, culturas, etc.
A base de la indentidad cultural en la civilización europea están una serie de marcas con
referencia al pensamiento griego antiguo, romano y cristiano, o sea que la cultura europea se
identifica por una larga variedad de valores de naturaleza espiritual. De ahí que la diversidad
puede ser un recurso, en el que la creación y la cooperación artisticas vivan experiencias
provocadores. Lo que ilustra bien lo que quiero decir es la Fundación Cultural Europea, que
sostiene y anima toda la multitud de cooperaciones culturales.
Pero no estaría mal recordar aquí que la diversidad cultural muestra un fenómeno que
está a base de la sociedad, lo que visa las diferencias culturales tanto entre las personas, cuanto y
entre los grupos que se indentifican diferentemente por tradiciones, historia, principios,
educación, etc. Esto hace que la Europa cultural, que se encuentra entre transición y modernidad,
sea más que una simple mezcla de culturas, hasta puede convertirse en un probema para todos.
Lo que quiero decir es que cada persona, aparte de los principios de la civilización a la
que pertenece, tiene diversos valores impuestos por su modo de vida o de ser. Una es ser una
persona ejemplar en el arte, otra – en la política, la tercera – en el mundo sombreado y la lista
puede continuar. Un ejemplo que pueda mostrar mejor lo que quiero decir es el caso de la
serpiente y del ratón. Ambos son diferentes, pero ninguno de ellos no estaría dispuesto a
colaborar en paz o respetarse por lo que son, porque el ratón está conciente de que la serpiente lo
puede matar en cualquier momento y la serpiente también sabe que el ratón representa un recurso
para sobrevivir y tampoco está dispuesta a „perdonarle el pecado de ser” al ratón. Quiero
subrayar que la serpiente puede ser un asesino en nuestra sociedad y el ratón un simple niño,
víctima del criminal. Personalmente, yo no estaría dispuesta a colaborar con las serpientes o
aprender algo de ellas según nos aconseja el séptimo comando de la Unión Europea – „Apoya la
sociedad pluralista multicultural, aprende de los demás”.
El artículo 1.1. de la „Declaración con respeto a los Principios de la Tolernacia” adoptada
el 16 de noviembre de 1995 dice(aici nu-s sigura ce verb trebuie sa pun) que „la tolerancia
significa el respeto, aceptación y valoración de la rica diversidad de las culturas de nuestro
mundo, de las formas de expresión y de los modos de ser”. Según mi opinión, los oficiales de la
UNESCO han definido la tolerancia de esta manera no por casualidad, pero también podría
generar malentendidos.
No por casualidad porque varios evolucionistas interesados por la evolución de la
sociedad afirman que, desde el momento en el que hombre aprendió a aceptar a su vecino(eu am
gasit in traducere peste tot vecino – seaman, daca d-voastra stiti alt cuvint...) y mirarlo como a un
carácter único y no como a una simple especie, él empezó a desarrollarse como personalidad
capaz de tolerar a los demás.
Los malentendidos pueden aparecer en el momento del análisis del significado de la
noción de la tolerancia. En el diccionario explicativo británico „Scribner-Bantam” el concepto de
la tolerancia se define como „el hecho de ser tolerante”, lo que, a su turno tiene el sentido de „ser
una persona que quiere o que está dispuesta a soportar las visiones o prácticas de otros que ella
no ratifica”. Es decir que, según el leguaje habitual de las personas, en el caso de la tolerancia
tenemos que ver con cosas que no aprobamos o que deberíamos impedir que se desarrollaran,
que son asquerosas o injustas, cosas a las cuales, a veces, ratificamos hasta llegar a sufrir. La
UNESCO, al contrario, centra su definición en conceptos opuestos – respeto, aceptación y
valoración de algo que nos desagrada y esto „no es sólo un debido moral, sino una obligación
jurídica y política también” [artículo 1.1., „Declaración con respeto a los Principios de la
Tolerancia”].
Cabe añadir que el diccionario trata la tolerancia como a un derecho, una libertad de
elegir, pero la UNESCO nos impone obligaciones políticas y jurídicas e aquí aparece una
contradicción – el derecho y la obligación son antónimos. El caso de la serpiente y del ratón cabe
añadirlo aquí también. Todos los animales le han dicho a la serpiente que tiene el derecho de
comer al ratón, porque esta es una condición de su naturaleza para sobrevivir. Después aparece
una ley escrita de los mismos animales, que dice que él debe respetar al ratón. Y este caso es un
grave problema porque se trata de la vida de la serpiente. Aquí la serpiente puede hacer el papel
del tradicionalismo que se puede morir si no hay „ratones” quienes lo mantengan vivo a lo largo
del tiempo.
En conclusión, quiero decir que la unidad entre las personas es una iniciativa saludable de
parte de los oficiales europeos, pero todavía tiene algunos huecos que deben ser llenados. Me
refiero a los de causalidad, porque no en cualquier caso la diversidad puede ser aceptada,
respetada y valorada y no en cualquier caso este hecho tiene que ser obligatorio, porque „las
visiones de unos no pueden ser impuestos a otros” [con referencia a la tolerancia, artículo 1.4. de
la „Declaración con respeto a los Principios de la Tolerancia”].

Cum trebuie sa ma semnez? Nume, prenume, liceu? Sau si profesor?

Anda mungkin juga menyukai