Siempre
Querido Amigo:
En la lección número 8 estudiamos acerca de cuando el Señor
Jesús será Rey sobre toda la tierra. Durante este período, Satanás
será atado, y habrá un tiempo maravilloso de paz y felicidad en la
tierra.
¿Qué pasará después de esto? La Biblia dice,
La Nueva Jerusalén
Dios le mostró al apóstol Juan muchas cosas que están en el nuevo Cielo
y en la nueva tierra. Juan escribió,
Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y
la primera tierra pasaron, y… yo Juan vi la santa ciudad, la
nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios (Apocalipsis 21:1-
2).
Esta nueva ciudad será más bella que cualquier cosa que nos podamos
imaginar. Será hecha de oro puro y tendrá toda clase de piedras preciosas.
Doce puertas estarán en la entrada de la ciudad, y cada puerta será una gran
perla. Allá no habrá ni sol ni luna y no se necesitarán, porque la gloria de Dios
alumbrará esta ciudad. Todo será puro y limpio. No se permitirá entrar en
esta ciudad ninguna cosa inmunda.
En la nueva Jerusalén, no habrá enfermedades ni dolor, ni tristeza ni
muerte. Ya no habrá más llanto, porque Dios limpiará todas las lágrimas de
nuestros ojos. Dios Mismo morará con nosotros. ¡Qué lugar tan maravilloso
será! Juan escribió,
…Dios… morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios
mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda
lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá
más llanto, ni clamor, ni dolor (Apocalipsis 21:3-4).
Multitudes en Ropa Blanca
El apóstol Juan vio a una gran multitud, todos vestidos de ropa blanca,
alabando y adorando al Señor Jesús. A Juan se le dijo quienes eran ellos,
Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han
lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del
Cordero (Apocalipsis 7:14).
¿Qué significan estas ropas blancas? Las ropas blancas significan
la justicia sin mancha. Esta gran multitud había lavado sus ropas y las había
blanqueado en la sangre del Cordero. Esto quiere decir que ellos habían
confiado en el Señor Jesús como su Salvador y que Su sangre les había lavado
todos sus pecados.
El Cordero en Medio del Trono
Algún día, con los millones de almas redimidas, nos reuniremos alrededor
del trono del Señor Jesús para alabarle y adorarle. Pero no tenemos que
esperar hasta aquel día para alabar a Quien nos amó y nos lavó de
nuestros pecados en Su propia sangre. Ahora podemos empezar a ofrecerle la
alabanza y adoración que merece.