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LOS GRANDES JURISCONSULTOS DEL

DERECHO ROMANO
PAPINIANO

Emilio Papiniano, el número uno de los juristas romanos de la antigüedad, cuya estatua se halla en la fachada principal del
Tribunal Supremo, fue ejecutado por orden del emperador Caracalla. Confilegal.

Emilio Papiniano (en latín, Aemilius Papinianus), también conocido


simplemente por el nombre de Papiniano, (Siria, 142 - Roma, 212) fue
un jurisconsulto romano, magister libellorum y prefecto del pretorio
del emperador Septimio Severo. Fue discípulo del jurista Quinto Cervidio
Escévola.

ANTECEDENTES HISTORICOS

Poco se sabe sobre la vida personal de Papiniano. Se ha supuesto que nació


en Emesa (Siria), o en África alrededor del año 150, Inició el cursus
honorum bajo Marco Aurelio, junto a Septimio Severo, del cual fue íntimo amigo.

Al convertirse Septimio Severo en emperador, le nombró magister libellorum,


prefecto del pretorio (cargo que desempeñó hasta la muerte de este último
en 211), y miembro del Consilium del emperador. Antes de su fallecimiento el
emperador le encomendó especialmente a sus dos hijos: Geta y Caracalla.

Papiniano intentó mantener la paz entre los hijos de Severo, pero ambos sólo
pensaban en eliminar al otro para quedarse con el poder. Finalmente, Caracalla
asesinó a su hermano en el año 212 y ordenó la muerte de Papiniano, al parecer,
por no haber querido justificar el asesinato ante el Senado.

Este hecho habría dado origen a la frase «Es mucho más fácil cometer
un parricidio que justificarlo» (non tam facile parricidium excusari posse quam
fieri), aunque la autenticidad histórica de esta frase es bastante dudosa.

Los detalles de lo ocurrido varían según la fuente, pero está prácticamente fuera
de discusión que existió una relación entre el fratricidio de Geta y la muerte de
Papiniano, que ocurrió en el año 212.

OBRAS

Sus obras más importantes fueron las Quaestiones en 37 libros, escritos antes
de 198 (que corresponde más al tipo de literatura denominada Digesta, por
contemplar el estudio dogmático y los casos consultados y resueltos por el autor)
y las Responsa (comentarios a casos reales) en 19 libros, escritas entre 204 y la
fecha de su muerte.

Además redactó dos obras con el mismo título: De adulteriis, dos libros
de Definitiones y un texto en griego, en que exponía las obligaciones de
los magistrados y funcionarios de la policía urbana (aunque se sospecha que
éste es una colección postclásica, que reproduce fragmentos de las Responsa).
En el Digesto se conservan 596 fragmentos de Papiniano.
IMPORTANCIA

Por su talento jurídico y vida pública, unido a su heroica muerte (como un mártir
por la justicia), Papiniano es tradicionalmente considerado uno de los «príncipes
de la jurisprudencia romana» y prácticamente el jurista por antonomasia; por
ejemplo, para Mommsen era el mayor de los jurisconsultos romanos.

Entre sus cualidades como jurista se han destacado, entre otros rasgos, su
independencia de criterio y el afán por la búsqueda de soluciones equitativas,
criterio diverso al seguido por sus predecesores (que eran técnicamente
rigoristas).

La ley de citas de 426, que regulaba la recitatio de las obras de los juristas ante
los tribunales (o sea, qué juristas podían ser invocados y los criterios para la
decisión del juez ante opiniones diversas de éstos) le concedió la preeminencia
entre los juristas romanos clásicos, al establecer que, si no existía mayoría en
un sentido o había empate entre Gayo, Paulo, Ulpiano, Herenio Modestino y él,
prevalecía su opinión. En caso que no se hubiera manifestado sobre el particular,
el juez quedaba libre de elegir entre las opiniones presentadas por las partes.

Además, dentro del Digesto de Justiniano, sus obras forman parte de la


denominada masa papiniana, es decir, de una de las cuatro agrupaciones de
textos utilizados en su redacción.

Tal importancia tuvo Papiniano en el Derecho, que las dos más importantes
compilaciones legislativas que impusieron los bárbaros a los romanos,
el Breviario de Alarico, de los visigodos, y la ley romana de los borgoñones,
tuvieron sendos capítulos en los que recopilaban textos de este importante
jurisconsulto. Tan importante fue Papiniano para los borgoñones, que la
legislación impuesta por éstos fue conocida como El Papiano, por hacer alusión
al jurisconsulto en mención.
GAYO (S. II D.C.).

Imagen de Gayo junto a un fragmento del más célebre de los palimpsestos, es el que descubrió el historiador alemán Berthold
Niebhur, en la Catedral de Verona en 1816.

Gayo (en latín, Gaius) (120?-178?) fue un jurista romano de mediados del siglo
II.

ANTECEDENTES HISTORICOS

Gayo es uno de los juristas más enigmáticos, debido a que se carece de


información sobre su vida. Por ejemplo, se desconoce su nombre completo,
pues Gaius era sólo su primer nombre (praenomen). Incluso, muchos romanistas
dudan en que verdaderamente haya sido un hombre, y se ha llegado a plantear
la casi improbable tesis de que fuese mujer. Se ha supuesto que nació hacia el
año 120 en alguna provincia de oriente y probablemente vivió en alguna
localidad provincial del imperio romano. Dentro de sus contemporáneos no hay
noticias sobre su vida y obra, incluso durante el siglo XX se le ha tratado de
identificar con Casio Longino.
Fundamentalmente fue un profesor de Derecho y todas las obras que redactó
tenían finalidad docente. La mayoría de ellas fueron escritas durante el gobierno
del emperador Antonio Pío y a principios del emperador Marco Aurelio. Con
certeza murió después del año 178, como lo demuestra un comentario suyo
al SC. Orfitiano de ese año.

OBRAS

Sus principales obras fueron las Institutiones en 4 libros1 (una de las primeras
exposiciones sistemáticas romanas del derecho al modo griego) y los
comentarios ad edictum praetoris urbani o ad edictum urbicum (sobre el edicto
del pretor) en 10 a 15 libros y ad edictum provinciale (sic) en 32 libros (sobre el
edicto del pretor, con el habitual apéndice sobre el edicto edilicio).

Las Institutiones se han conservado casi íntegramente, gracias a


un códice (palimpsesto) del siglo V de la Biblioteca de Verona, descubierto
por Neibuhr en 1816, bajo el texto de una obra de San Jerónimo (mediante
reactivos especiales). El procedimiento formulario (agere per formulas), que
ocupa gran parte del libro IV, era prácticamente desconocido hasta este hallazgo,
pues en el Digesto no aparecen referencias directas, al ser éstas eliminadas,
pues en la época de la compilación se aplicaba otro sistema (el cognitio
extraordinem). En Oxirrinco (Egipto) se encontró un papiro que contenía una
página del libro IV y, posteriormente, en el mismo país se halló un pergamino
del siglo IV o V que reproduce diez importantes páginas de este texto, ya que
contienen los pasajes ilegibles del manuscrito de Verona.

IMPORTANCIA

A partir del análisis de sus textos, se ha sostenido que Gayo no estaba muy al
tanto de la evolución doctrinal de la época, especialmente, al declararse
sabiniano en la época de los Antonios (donde la rivalidad de las escuelas
sabineana y proculeyana había prácticamente desaparecido), lo que reafirmaría
su carácter provincial. Es más, para algunos autores no era propiamente un
jurista, sino más bien un simple autor de manuales de derecho. A esta opinión
se suma el hecho que careció del ius respondendi (autorización que se le daba
a los juristas para dar opiniones en nombre del emperador) y la inexistencia de
antecedentes sobre que haya sido consultor.

De todas maneras su interés por el derecho romano antiguo era evidente, y por
esta razón su trabajo es el más valioso para los historiadores de las
instituciones romanas tempranas.

Sus Intitutiones alcanzaron gran difusión durante el Dominado (y por ello es


prácticamente la única obra de derecho romano que ha llegado casi completa,
aparte del Corpus Iuris Civilis), siendo utilizada hasta la época de Justiniano,
como un texto para los estudiantes de derecho (siendo objeto de varias ediciones
e incluso reelaboraciones y resúmenes). De hecho, las Institutiones de
Justiniano se basaron principalmente en la obra de Gayo.

Además, fue incluido, junto a Ulpiano, Paulo, Modestino y Papiniano, en la ley


de citas de 426, que regulaba la recitatio de las obras de los juristas ante
los tribunales (o sea, qué juristas podían ser invocados y los criterios para la
decisión del juez ante opiniones diversas de éstos).
GAYO

Jurista romano, nacido en la segunda década del siglo II d.C. y muerto después
del año 178 d.C. Contemporáneo de Pomponio, fue poco conocido en su época,
pues comenzó a ser valorado durante la época posclásica.

VIDA

Apenas se conocen datos de su vida. Vivió en el período comprendido entre los


reinados de Marco Aurelioy Adriano, del que se declaró contemporáneo en sus
escritos. Su comentario al senadoconsulto Orficiano ha hecho que su muerte se
situase con posterioridad al 178 d.C. Algunos investigadores han afirmado que
nació y vivió en alguna provincia oriental del Imperio romano, aunque no se ha
encontrado ningún dato que confirme dicha teoría. El estilo de sus obras
demuestra que se dedicaba a la enseñanza. Aunque las escuelas de los
sabinianos y proculeyanos estaban superadas, Gayo se describió a sí mismo en
uno de sus escritos como sabiniano, a la vez que combatía las opiniones de los
proculeyanos.

OBRAS

La más celebre de sus obras fue Institutiones, que se ha conservado en su


totalidad, lo que hace de ella la única obra sobre jurisprudencia romana que se
ha conservado casi completa. Otros escritos suyos destacados fueron los Libri
ex Q. Mucio, los Libri VI ad legem XII Tabularum y los Libri XXX ad edictum
provinciale. Además, escribió diversas monografías sobre diversos temas de
legislación romana (de casibus, dotalicium, de formula hipothecaria, regularum
ad senatus consultum orfitianum y de tacitis dideicomisiis). Durante muchos
años se le atribuyó autoría de los Libri VII rerum cottidianarum, aunque
investigaciones posteriores han demostrado que se trataba de una reelaboración
posclásica de las Institutiones.
CARACTERÍSTICAS DE SUS OBRAS

Su estilo, muy elemental, se caracterizó por la escasa polémica con la que solía
exponer los conceptos del Derecho, algo que sería muy habitual durante la época
posclásica. Su metodología, estilo y actividad escolástica fueron notablemente
distintas a las del resto de los juristas clásicos de su época. El que su obra no
fuera citada por sus contemporáneos se debió posiblemnte al carácter docente
de sus escritos. Los juristas posteriores valoraron en Gayo su claridad y
capacidad de sistematización, claro ejemplo de lo cual son las Institutiones, en
las que mantiene en todo momento un nivel abstracto, sin preocuparse por su
aplicación, poniendo especial énfasis en las regulae. Todas sus obras tuvieron
un carácter didáctico, pues estaban destinadas a explicar las obras de los juristas
clásicos a los estudiantes.

En sus obras manifestó que todos los pueblos se rigen por leyes y costumbres,
que extraídas en parte de su propio Derecho, al que denominó como civil, y en
parte del Derecho común de todos los hombres, al que llamó de gentes. Para
Gayo, el Derecho del pueblo romano se encontraba en las leyes, en los
plebiscitos, en los senadoconsultos, en las constituciones de los Príncipes, en
los edictos y en los dictámines de los jurisconsultos. Definió la Ley como aquello
que el pueblo ordena y establece, y plebiscito como lo que ordena y establece la
plebe; un senadoconsulto es aquello que ordena y establece el Senado; una
constitución del Príncipe era lo establecido por el emperador por decreto, edicto
o carta; edicto es aquello que ordenan y establecen los magistrados; y,
finalemente, los dictámines de los jurisconsultos eran, en opinión de Gayo, las
opiniones de aquéllos a quien está permitido fijar el Derecho.

INSTITUTIONES

Su principal obra ha permitido un conocimiento muy completo del Derecho


romano clásico (véase Derecho romano [en voz Derecho]), aunque no ha
permitido una reconstrucción total del mismo. Da importantes informaciones
sobre los procesos formulario y de enjuiciamiento civil del período arcaico, y el
funcionamiento de algunas instituciones religiosas que no aparecían en el
Digesto, al haber caído en desuso cuando se recopiló. Se refería sólo a aspectos
del Derecho privado. Estaba dividido en cuatro libros, de los cuales el primero se
refería a los principios generales del derecho; el segundo al Derecho de las
personas; el tercero hacía mención al Derecho de las cosas; y el cuarto al
Derecho de las acciones. Esta división se alejaba de la seguida por el resto de
los juristas durante la época de los Severos, aunque fue la que tomaron las obras
de época justiniana y medieval. Sin embargo, con este esquema novedoso logró
un modelo de claridad, de concepción y de síntesis de los conceptos del Derecho
privado. Fue el primer ejemplo claro de sistematización y formulación de una
manera clara del Derecho romano privado, para lo cual se valió del trabajo de
muchas generaciones de juristas.

SU INFLUENCIA EN JURISTAS Y EN LA LEGISLACIÓN POSTERIORES

Las Institutiones se convirtieron en obra de consulta obligada para los


estudiantes de Leyes de primer año en las escuelas imperiales a partir del siglo
III d.C. Muchos autores de generaciones posteriores le consideraban su
precursor. En el Digesto se compilaron 535 fragmentos suyos. En el año 426 el
emperador de occidente promulgó la Ley de Citas, que establecía que la opinión
de Gayo, junto a las de Papiniano, Paulo, Ulpiano y Modestino, era la única que
se podía alegar en los juicios. En caso de que varias opiniones entraran en
desacuerdo debía de prevalecer la opinión mayoritaria y, en caso de empate, la
de Papiniano. Justiniano utilizó sus Institutiones como base para la elaboración
de su código, en el que se copiaron literalmente algunos fragmentos de Gayo.
En occidente se hicieron durante el Bajo Imperio numerosos resúmenes de sus
obras, cuyo ejemplo más destacado fue el Epitome Gai, elaborado en el siglo V,
y que se incluyó en Breviario de Alarico y en los Fragmenta Interpretationis,
documento que fue descubierto en 1816.
ULPIANO

Domicio Ulpiano fue uno de los grandes juristas romanos; sus pensamientos y sus máximas todavía encuentran eco en nuestros
tiempos.

Domicio Ulpiano (en latín, Gnaeus Domitius Annius Ulpianus; ¿Tiro?, ¿170?
- Roma, 228) fue un jurista romano de origen fenicio, magister libellorum. Fue
tutor, consejero y prefecto del pretorio del emperador Alejandro Severo. Definió
la justicia como la continua y perpetua voluntad de dar a cada quien lo que le
corresponde.

ANTECEDENTES HISTÓRICOS

La fecha exacta del nacimiento de Ulpiano es desconocida, aunque suele


situarse en torno al año 170, en Fenicia. Era miembro de una de las familias
ecuestres más importantes de la provincia romana de Siria. El periodo de su
actividad literaria se desarrolló entre 211 y 222, particularmente durante el
gobierno del emperador Caracalla (211-217).
Su carrera pública fue paralela a la de su rival Paulo. Fue asesor de su
maestro Papiniano, cuando este desempeñó la prefectura del pretorio y,
además, él mismo ejerció como prefecto del pretorio de Alejandro Severo hasta
el año 212.

Tras el homicidio de Papiniano, en 212 y la persecución contra los simpatizantes


de Geta, decidió retirarse a la vida privada, época en la cual redactó la mayor
parte de sus obras jurídicas, dedicándose especialmente a componer
comentarios dogmáticos complejos y monografías de divulgación.

Durante el gobierno de Heliogábalo fue exiliado de Roma, de acuerdo


a Scriptores Historiae Augustae, solo por ser un buen hombre (bonus vir). En el
año 222, al ser elegido Alejandro Severo como emperador, pudo regresar y fue
llamado a participar en el gobierno, como asesor y luego como prefecto del
pretorio.

Su programa, que buscaba reducir los privilegios concedidos por Heliógabalo a


la Guardia Pretoriana, con el fin de aumentar el control sobre el elemento militar,
provocó la enemistad con esta y un intento de homicidio. Finalmente, fue
asesinado por los Pretorianos en el palacio frente al Emperador, en el curso de
una revuelta entre los soldados y la multitud, probablemente en 228. Uno de sus
discípulos, Herenio Modestino, se convirtió en el jurista más destacado de la
siguiente generación.

OBRAS:

Entre sus obras destacan los comentarios ad Sabinum (sobre ius civile) en 51
libros, ad Edictum (sobre el edicto del pretor) en 81 libros (más 2 libros ad
edictum aedilium curuliumcomo apéndice).
Asimismo escribió diversos textos sobre las atribuciones de magistrados y
funcionarios imperiales, entre otros, 19 libros de officio proconsulis, 3 libros
de oficcio consulis y varios textos en un único libro (libri singulares) sobre el oficio
del cuaestor, del praefectus urbi y del praefectus vigilum. Además, redactó 2
libros de Responsa (comentarios sobre casos reales), 10 de Disputationes, 7
de Regulae (sobre reglas) y unas Institutiones en 2 libros.

De sus obras se conservan solo algunos pasajes incluidos en el Digesto y en


ciertas colecciones privadas y oficiales, entre otros: los Fragmenta iuris Romani
Vaticana conservado en un códice del siglo IV de la Biblioteca Vaticana,
descubierto en 1820 por el Cardenal Aneglo Mai; un papiro de la Biblioteca
de Viena descubierto por Endlicher en 1835, con fragmentos del primer libro de
las Institutiones; y un pergamino de la Biblioteca de Estrasburgo, con pasajes de
la Disputationes.

Sus obras fueron poco originales pero profundas, teniendo gran éxito entre los
juristas contemporáneos a él y posteriores. En ella citaba a muchos de los
juristas precedentes y copió literalmente leyes y senadoconsultos, simplemente
realizó una tarea compiladora.

LOS PRECEPTOS FUNDAMENTALES DE ULPIANO O LAS TRES MÁXIMAS


DE ULPIANO

«Los preceptos del derecho son: vivir honestamente, no dañar a nadie y dar a
cada uno lo que es suyo».

1. Vivir honestamente: Estos preceptos, de contenido moral, no dejan por


ello de ser también jurídicos. El Ius sirve para garantizar la pública
honestidad y las buenas costumbres y quien las viole, será pasible de la
sanción jurídica por ser su proceder contrario al《honeste vivere》.
2. 'No dañar a todos. Quien se abstiene de la conducta prohibida por las
leyes obedece al precepto de no hacer daño a nadie, siendo justo. La
alteración del justo equilibrio que lesiona los afectos, la persona y sus
bienes, es decir, importa una lesión en sus derechos, obliga al
restablecimiento del orden agredido.

3. Dar a cada quien lo suyo. Quien hace lo que las leyes mandan cumple
con dar a cada uno lo suyo. Cumplir los contratos, guardar los pactos,
reconocer los derechos de los demás están ínsitos en el dar lo suyo a
cada cual. Entre otros conceptos de importancia tenemos《iustitia e
iurisprundentia》. Este precepto contiene la idea de justicia común a
Ulpiano, Aristóteles, Platón y a santo Tomás de Aquino.

IMPORTANCIA

Aunque no poseyó el talento y la originalidad de Papiniano, en su labor se dedicó


a lograr la más completa y minuciosa recopilación del derecho vigente en su
época (al igual que Paulo). De sus escritos se ha dicho que, si bien eran
monótonos por seguir sus fuentes al pie de la letra (Ulpiano escasamente
expresaba sus propias opiniones), tenían un estilo claro y sencillo, lo que le
permitió convertirse en los siglos posteriores en el más popular de los juristas.

Fue incluido, junto a Gayo, Paulo, Modestino y Papiniano, en la ley de


citas de 426, que regulaba la recitatio de las obras de los juristas ante
los tribunales (es decir, qué juristas podían ser invocados y los criterios para la
decisión del juez ante opiniones diversas de éstos).
Aunque en 321 Constantino prohibió que se usaran fragmentos de Ulpiano para
hacer alegaciones en los juicios, pues consideraba que se descontextualizaba el
pensamiento del autor, un siglo después, Valentiniano III realizó una ley de
citaciones, en 426, en donde se levantó la prohibición. Pese a ello se decretó
que en caso de que hubiera contradicciones entre los juristas, siempre
predominará la opinión de Papiniano.

Su actividad expositiva del derecho le permitió obtener el mayor premio para un


jurista romano: ser el más utilizado en la compilación de Justiniano (una tercera
parte proviene de sus obras), convirtiéndolo en uno de los principales
informantes del derecho romano.
PAULO, JULIO (180 – 235 D.C)

Una sexta parte del Digesto está basada en el trabajo de Paulo.

Jurisconsulto de la antigua Roma, cuyas fechas de nacimiento y de muerte se


desconocen, aunque se sabe que ejerció su carrera en el período comprendido
entre el reinado de Cómodo y el de Alejandro Severo(180-235 d.C.). También se
ignora su lugar de nacimiento: si Juan Bertrando afirmó que era latino, Marcilio
lo hizo nacer en Grecia, mientras que la mayoría de los autores, encabezados
por Lampridio, han citado Padua como su ciudad natal. Tampoco se descarta
que hubiera nacido en la propia Roma. Considerado como uno de los padres del
Derecho romano, era uno de los cinco autores clásicos cuyas opiniones
conservaron durante mucho tiempo carácter legal, lo que se conocía como
ley decitas.

VIDA

Era discípulo de Cervidio Escévola, al cual se refería en sus escritos con el


apelativo de master. Septimio Severo le hizo miembro de su Consilium Principis.
Según Heinecio era cuñado de Heliogábalo, al estar casado con su hermana,
Julia Cornelia Claudia, aunque fue el único autor que mencionó dicho dato. Fue
asesor de Papiano cuando éste ocupaba el cargo del prefecto del pretorio.
Posteriormente, desempeñó los cargos de magister memoriae, pretor y prefecto
del pretorio, puesto éste último que desempeñó puesto bajo Alejandro Severo,
quien lo había rescatado del destierro al que había sido condenado por
Heliogábalo, y desde el cual, además de su labores militares, actuó como asesor
jurídico del emperador y como el más alto juez de la administración judicial del
Imperio.

OBRAS

Paulo fue el escritor jurídico más fecundo de la Antigua Roma. Entre todos sus
escritos destacaban los 78 libros ad Edictum, en lo que trataba de seguir con
fidelidad la legislación edictal. También escribió dos libros en los que analizaba
los edictos edilicios. Dedicó dieciséis libros a las obras de Sabino. Redactó
varias notae a obras de juristas anteriores, entre las que se encontraban
los digesta de Juliano, las quaestiones de C. Escévola y
los responsa y quaestiones de Papiano. Fue autor de dos libros
de institutiones y los seis de regulae, comentarios a varias leyes y
senadoconsultos, sobre los officia de los funcionarios imperiales y sobre temas
de derecho fiscal y penal. Comentó las leges de Augusto: Iulia et Papia
Poppea y Iulia de adulteriis. También escribió varios libri responsorum en los que
daba respuestas a casos prácticos concretos, que se ordenaban generalmente
conforme al sistema edictal. A todo ello hay que añadir 25 libros de quaestiones y
los 23 de responsa que eran de naturaleza causística.

Con excepción de las obras Sententiarum, Regularum e Institutionum, que han


llegado hasta nosotros en su integridad, las demás nos han llegado en
fragmentos que fueron recopilados en el Digesto, obra en el que los
compiladores incluyeron dos mil fragmentos a él atribuidos. A través del Derecho
visigótico nos han llegado las Pauli sententiae, obra compuesta a fines del siglo
II d.C. con escritos jurídicos del período clásico tardío, entre los que se
encontraban fragmentos de Paulo y otros escritores, aunque posteriormente se
demostró que esta obra era en realidad de un jurista posterior que imitó su estilo.
En la Biblioteca Vaticana se ha conservado un escrito que contiene fragmentos
de comentarios a la legislación imperial atribuida a Paulo.
CARACTERÍSTICAS DE SUS ESCRITOS

Con el comenzó el período clásico tardío en el Derecho romano. Su labor se


orientó hacia la recopilación y ordenación del derecho de las épocas anteriores,
el cual trató de hacer comprensible en su conjunto. Sus escritos se basaban en
los patrones de la época clásica. Algunos autores, como fue el caso de Otto, lo
calificaron de sabiniano, mientras que otros le incluyeron en el grupo de
los Erciscondae; pero los autores contemporáneos a Paulo, Escévola, Ulpiano y
Moscovio, le describieron como legum peritorum coryphaeus, debido a su
perfecto dominio de la gigantesca y complicada materia que apareció en sus
escritos. Una de su principales características era la de mantenerse siempre
adherido a lo que él consideraba los principios rigurosos del Derecho. Elogió a
los jurisconsultos que le habían precedido en su tarea, aunque no dudó en
impugnar con frecuencia sus opiniones si consideraba que no respondían al
espíritu de la ley.

Sus críticas tuvieron como objetivo principal a Ulpiano, a quien no citaba por su
nombre, pero sí fragmentos de sus obras. Paulo tampoco se libró de las críticas
de sus colegas, quien le acusaban de tener un estilo oscuro y de ser
excesivamente sutil en sus razonamientos. La realidad es que tendió hacia una
petrificación dogmática de los conceptos clásicos. Su comentarios, en los que
destacaban los 16 libros dedicados a Sabino y los 78 que comentn los edictos
del pretorio, eran lo más amplios posibles y se centraban en los aspectos del
Derecho civil, en el que seguía a Sabino y al ius honorarium. La perfección de
sus obras, de carácter enciclopédico y ayunas de originalidad, tenía un aire
decadente.

REPERCUSIÓN DE SUS OBRAS EN EL DERECHO ROMANO

Desde finales del siglo III d.C. hasta mediados del siglo IV d.C. sus escritos
fueron estudiados a fondo en las escuelas jurídicas de Roma y de todo el
Imperio. Durante esta época se compusieron numerosas obras con su nombre,
cuya falsedad se ha comprobado en investigaciones posteriores. Durante el
dominado surgió el problema de cómo aplicar en los juicios el Derecho plasmado
en la literatura clásica. Con el fin de solucionar esta
situación, Constantino prohibió en 321 que se utilizaran como alegación, durante
los procesos judiciales, las notae que realizó a las quaestiones y responsa. Seis
años después, el mismo emperador declaró que las Pauli Sententiae, de cuya
autenticidad no se dudaba en aquella época, eran la máxima autoridad en los
procesos judiciales.

En el 426 d.C. el emperador Valentiniano III aprobó la Ley de Citas, la cual


establecía que las únicas opiniones que podían alegarse durante un juicio eran
las de Papiano, Paulo, Ulpiano, Modestino y Gayo. Las de Paulo se aceptaron
por que sus escritos era una importante fuente de todo el Derecho romano del
período clásico. En el 438, el emperador de Bizancio Teodosio II, estableció que
se podía utilizar la opinión de cualquier jurista, siempre que fuera confirmada por
algún escrito de los cinco de la Ley de Citas.
HERENIO MODESTINO

Estatua de Modestino, realizada por Emilio Gallori y que flanquea el Palacio de Justicia de Roma

Herenio Modestino (latín: Elius Florianus Herennius Modestinus) fue


un jurista posclásico del siglo III y discípulo de Ulpiano junto con Paulo.
Desempeñó altos cargos en la administración de Roma y entre los
años 226 y 244, fue praefectus vigilum en Roma y desarrolló su actividad como
jurista en parte ya en tiempo de Maximiano, de Gordiano III, y puede que incluso
de Filipo el Árabe. Los juristas de esta época aunque no pertenecieron a ninguna
escuela, eran llamados tardoclásicos o severianos por vivir en época de estos
emperadores. Modestino suele ser considerado como el último jurista clásico;
debió ser el último que tuvo el ius respondedi ex autoritas principis.

Tuvo estrechas relaciones con el mundo helenístico: escribió parte de sus obras
en griego (por ejemplo, De excusationibus en 6 libros) y muestra una fuerte
tendencia a sistematizar el pensamiento jurídico en forma dogmática; falto de
originalidad, escribió en griego y en latín en la forma simple y clara que preferían
los maestros, aunque postclásicos. Escribió obras elementales destinadas a la
enseñanza, unas Reglas en diez libros.
En el 450, Teodosio II y Valentiniano III promulgaron la Tercera Ley de Citas en
la que se dice que en los tribunales sólo se pueden alegar a cinco
autores: Papiniano, Paulo, Ulpiano, Modestino y Gayo. Pero estas alegaciones
se deben hacer de un modo determinado:

 Se puede alegar la opinión de la mayoría.

 En caso de igual número de alegaciones, prevalece la opinión de


Papiniano.

 En caso de empate sin nombrar a Papiniano, el juez decide qué opinión


prefiere.

Posteriormente se dice que no sólo pueden alegar estos cinco autores, sino
también a todos los que estos cinco aleguen en sus obras, siempre que se exhiba
un original de la obra del autor alegado.

Entre sus obras podemos destacar:

 Ad Quintum Mucium
 Pandectarum, 12
 Responsorum, 19
 Regularum, 10
 Differentiarum, 9
 De praescriptionibus, 4
 De ritu nuptiarum, 1
 Excusationum, 6
 De manumissionibus, 1
 De legatis et fideicommissis, 1
 De heurematicis, 1
 De inofficioso testamento, 1
 De differentia dotis, 1
 De testamentis, 1
BIOGRAFÍA

Aunque quizá de origen griego, es posible que Herenio Modestino proviniera de


una familia profundamente romanizada, como indica su nombre; estuvo muy
ligado al mundo griego y no es imposible que su lengua madre fuera la
de Homero, como parece poder deducirse de sus Excusationes, escritas en esta
lengua en Roma y con los juristas de la capital, en particular con Ulpiano, quien
se refiere a Modestino como su discípulo.

Es posible que desempeñara el cargo de magister libellorum en la época


de Alejandro Severo, entre los años 222 y 228, y que su huella haya quedado en
algunos rescriptos. Fue prefecto de los vigiles del 230 al 240. En esta época y
quizá entre los años 237 y 238 fue preceptor de Maximino el Joven, hijo del
emperador Maximino el Tracio.

OBRAS

Las obras más significativas de su vasta producción se sitúan después de la


muerte de Antonino Caracalla y tras la experiencia administrativa en el ambiente
provincial. Los escritos que precedieron a estos son monografías de contenido
muy limitado; las más importantes son tratados sistemáticos más ambiciosos,
manuales de contenido más amplio que se refieren a asuntos esenciales del
derecho privado, del derecho administrativo o del derecho penal y que reflejan
problemáticas bastante complejas determinadas en gran medida por las
relaciones que tenía con el ambiente provincial del cual absorbió elementos no
despreciables.

La monografía sobre Las excusas, de Modestino, es la única monografía clásica


escrita en lengua griega; por otra parte, en toda su obra recurre a casos prácticos
expuestos en esta lengua, ligados, naturalmente, a los intereses de los griegos
en las provincias orientales. El contacto con el ambiente provincial proporcionó
al jurista nuevas perspectivas y le permitió recopilar las transformaciones en
aquellos años, entre ellas, la derivada de la constitutio Antoniniana que hacía
necesaria, entre otras cosas, la existencia de tratados de derecho romano en
lengua griega.

No se está muy lejos de la realidad si se piensa que la obra entera de Modestino


refleja los problemas resueltos en la teoría y en la práctica jurídica de las
decisiones de Antonino Caracalla. El sentido de sus obras más significativas
puede rastrearse en la relación que tuvieron con este
advenimiento. Differentiae, Regulae, Pandectae, Libri de Poenis, en todas ellas
prevalece la exigencia de garantizar una facilidad de comunicación de los
contenidos culturales, no siempre presente en la literatura severiana, para
asegurar una rápida difusión del derecho romano en las provincias, que podía
realizarse sólo a través de obras que expusieran de manera elemental y
accesible conceptos jurídicos completamente extraños a aquellos ambientes.

Modestino formó parte del consilium principis de Gordiano e influyó notablemente


en la legislación. La prueba de esta presencia, confirmada por la actividad que
el jurista desarrolló en Roma, se resume, en primer lugar, por elementos formales
de afinidad de lenguaje, existentes entre las obras del jurisconsulto y bastantes
de las constituciones.

De especial interés es la obra de Modestino, De excusationibus, escrita en


griego. Poseemos un gran número de fragmentos en el Digesto de la misma (una
rareza en la literatura de los juristas que nos ha sido legada) del comienzo de la
obra (D.27.1.1pr). No se puede dudar que Modestino fue el escritor de De
excusationibus.
Ulpiano, pese a su agitada vida política, desplegó también su actividad como
profesor de derecho, y discípulo suyo fue el que también había de ocupar un
puesto destacado entre los jurisconsultos romanos, Modestino, como lo acredita
el texto del Digesto (D.47.2.52.20) en el que Ulpiano lo llama studiosus meus.

A quien Modestino, si no ya llegaba a venerar, sí admiraba y guardaba un gran


respeto era a Paulo. Y, aunque su maestro inmediato fuese Ulpiano (quien en
sus obras nunca cita a Paulo), Modestino no parece haber heredado la distancia,
la rivalidad y la frialdad de su maestro para con Paulo, a quien cita casi el mismo
número de veces que a su maestro en varios fragmentos, con veneración en
algunos de ellos.

Es muy importante ver las remisiones expresas y tácitas que Modestino hace a
los Antoninos y compararlas con las remisiones expresas y tácitas que hace
Filipo a los Antoninos. Esto es muy importante, porque es una huella más de
Modestino en la cancillería de Filipo. A tener en cuenta si esas remisiones son
más propias de los primeros años que de los últimos. De ser así, ello podría
significar que Modestino dejó de pertenecer a la cancillería imperial en los últimos
años (tal vez porque murió); de no ser así, ello podría significar que estaba vivo
en los últimos años de Filipo.

Modestino destaca por preocuparse por los militares, por las mujeres y por la
tutela. Esta última preocupación se observa en las Constitutiones de Filipo
relacionadas con las obras de Modestino. Como por ejemplo, las relacionadas
con la tutela; las relacionadas con los fideicomisos; con las manumisiones; con
las penas; y con respuestas concretas en sus obras casuísticas o con las
preocupaciones teóricas de sus obras teóricas.
JUSTINIANO

Emperador bizantino (Tauresio, Macedonia, 482 - Constantinopla,


565). Procedía de una familia tracia muy humilde, encabezada por su tío Justino,
el cual había ascendido en el ejército hasta ser nombrado emperador (518).
Justino I no tuvo descendencia y designó como sucesor a Justiniano,
asociándole al Trono en el 527 (el mismo año en que murió). Desde entonces
hasta su muerte, se aplicó con energía a revitalizar el Imperio de Oriente,
contando con la inestimable ayuda de su esposa, la emperatriz Teodora (una ex
actriz de grandes cualidades intelectuales, que participó en tareas de gobierno
hasta que murió en el 548).

Justiniano centralizó y reformó la Administración, reforzó el absolutismo


monárquico y el ceremonial cortesano, sometió a la jerarquía eclesiástica
convirtiéndola en instrumento del poder imperial y emprendió grandes
construcciones como la basílica de Santa Sofía de Constantinopla. Tras
asegurar la frontera oriental conteniendo a los persas (Paz Perpetua), se propuso
la reunificación del Imperio Romano, reconquistando los amplios territorios
perdidos en Occidente con ayuda de sus generales Belisario y Narsés.

Aunque no lo consiguió del todo, sí recuperó de manos de los bárbaros el norte


de África (arrebatado a los vándalos en el 534), Italia (arrebatada a los
ostrogodos en el 540) y una franja del sureste de la península Ibérica (arrebatada
a los visigodos en el 554); restauró así la unidad imperial de las riberas del
Mediterráneo, a falta sólo de las costas de Marruecos, la Tarraconense y la Galia.
Su mayor obra es el CORPUS IURIS CIVILIS "cuerpo de derecho civil" el cual
contiene (529 - 534)

1. Código: Dividido en 12 libros.

2. Digesto o Pandectas: La obra se integra con 50 libros.

3. Institutas: Están divididas en 4 libros

4. Novelas: Comprende la obra legislativa de Justiniano a partir de 534 hasta su


muerte en el año 565.
UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO 1º “A”

CURSO:
Derecho Romano

TEMA:
Jurisconsultos Romanos

DOCENTE:
Ramos Manay Walter

ALUMNA:
Chamaya Guevara Elizabeth

Lambayeque, 04 de Julio del 2017

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