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Bacteriófago Lambda
Luis Kameyama, Norma Oviedo y Gabriel Guarneros.
Departamento de Genética y Biología Molecular, CINVESTAV-Instituto
Politécnico Nacional

Introducción

El estudio de las bacterias estaría incompleto sin el estudio de sus elementos


extra-cromosomales como son los plásmidos y sus virus (bacteriófagos ó fagos). Estos
elementos son autónomos ya que pueden replicarse por si solos, portan información
genética y pueden conferirle a la bacteria nuevas propiedades. Los bacteriófagos al igual
que las bacterias, pueden encontrarse en casi todos los lugares, pero se presentarán
generalmente donde estén sus huéspedes obligatorios.
Los fagos pueden clasificarse de acuerdo a su desarrollo en dos grupos: los
fagos virulentos y los fagos temperados. El desarrollo de los fagos virulentos se inicia
infectando a la bacteria, posteriormente sus genes son transcritos y traducidos para
producir sus propias proteínas, las cuales son necesarias para la replicación de su
genoma, para la formación de su cápside y tallo, para el empaquetamiento del nuevo
material genético sintetizado y para la lisis bacteriana, y teniendo como objetivo final la
producción de las partículas o viriones maduros. Los fagos temperados pueden seguir al
igual que los fagos virulentos la vía lítica, pero a diferencia de éstos, pueden convivir
como profagos dentro de la bacteria. A la bacteria que posee un fago integrado se le
denomina bacteria lisógena, y al fago integrado se le denomina profago. En la vía
lisogénica, como en el caso del bacteriófago l (lambda) que infecta a su huésped
Escherichia coli, su ADN inyectado en forma lineal es primeramente circularizado para
ser posteriormente integrado al cromosoma bacteriano. El ADN de l integrado estará
formando parte del cromosoma bacteriano. La replicación del ADN se lleva en forma
pasiva, o sea, solo se replicará si se replica la del cromosoma del huésped. Las funciones
para que se desarrolle la vía lítica estarán reprimidas y por consiguiente permanecerá en
un estado de latencia. Este estado puede continuar a través de un número indefinido de
generaciones, hasta que algún disturbio ambiental induzca la señal para que el ADN se
escinda. Las funciones líticas se verán reactivadas y se producirán nuevos viriones (Fig.
1).
El bacteriófago l se caracteriza por estar constituida aproximadamente de la
mitad de proteína y la otra mitad de ADN. Su cromosoma la forma una molécula de
ADN de doble cadena y consta de 48,502 pb, conteniendo aproximadamente 50 genes,
que codifican para 5 proteínas relacionadas con la regulación, 7 con la recombinación,
21 con la morfogénesis de la cápside y tallo, 2 con la replicación y 2 con la lisis
bacteriana. El genoma del fago l está organizado de tal forma que presenta grupo de
genes en unidades funcionales. A la derecha del sitio attP (sitio de integración del fago),
se localizan los genes relacionados con la recombinación, posteriormente los genes
relacionados a la regulación, le siguen los de replicación, los de lisis y finalmente los
genes relacionados para la formación de la cápside y del tallo (Fig. 2). La cápside tiene
una estructura icosaédrica, con un diámetro aproximado de 0.05 m, y unido a ésta, una
proyección tubular de 0.15 m de longitud.
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Lambda fue descubierto por Esther Lederberg en 1951, y a partir de su


descubrimiento el estudio con el fago l sigue siendo un factor importante en la
contribución al conocimiento de la Genética Molecular.
En este capítulo, nos enfocaremos en la descripción del desarrollo del fago l,
iniciando con la infección fágica, y el control de la regulación de la expresión de genes
necesarios para su desarrollo lítico o lisogénico, continuaremos con el establecimiento y
mantenimiento de la represión. Posteriormente describiremos la recombinación
integrativa y las diferentes formas de replicación, terminaremos con el ensamblaje de la
cápside, empaquetamiento del ADN y la lisis celular.

Infección

La infección es realizada básicamente en dos etapas, la adsorción y la inyección


del ADN. La adsorción es reversible a bajas temperaturas, pero resulta irreversible una
vez que el ADN ha sido inyectado. Lambda infecta eficientemente a la temperatura de
37°C. El proceso de la infección requiere de energía metabólica del huésped. El
producto del gen J del fago l, el cual está formando parte del extremo distal del tallo de
l reconoce al receptor de maltosa LamB ubicado en la membrana externa del huésped.
La inyección eficiente del ADN requiere además el producto del gen pstM, proteína
relacionada en el transporte de fosfato y ubicada en la membrana interna. Se ha
observado que la infección por l ocurre sin cambios contráctiles en la estructura del
tallo, a diferencia de lo que sucede con el fago T4. Una vez que el ADN ha penetrado a
la célula, es circularizado por unión de sus extremos cohesivos en los sitios cos (regiones
de cadena sencilla de ADN de 12 nucleótidos y cuyas secuencias se complementan).
Posteriormente los extremos del ADN son unidos en forma covalente por la ligasa del
huésped.

Desarrollo lítico del fago lambda

Después de la infección, l puede desarrollarse en forma lítica o lisogénica,


seleccionando funciones para cualquiera de estas dos vías. Si l opta por el desarrollo
lítico requerirá de la expresión concertada de varias funciones, producto de genes virales
y del huésped, y las funciones propias de la lisogenia serán reprimidas, así el fago l
seguirá un estricto plan de desarrollo.
El programa lítico empieza con la iniciación simultánea de la transcripción de
dos promotores: el izquierdo pL y el derecho pR. El transcrito temprano de pL termina
en el terminador de la transcripción tL1 y produce un transcrito de ~1,000 nts,
equivalente a un ARNm 12S. El transcrito del promotor pR termina en tR1 y produce un
ARNm equivalente de 9S. El transcrito temprano de pL contiene al gen N y cuyo
producto N suprime los terminadores de la transcripción. El transcrito temprano de pR
contiene al gen cro, y su producto es un represor transcripcional que regula
negativamente la síntesis del represor CI, así como de los transcritos de pL y pR (Fig. 2).
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Transcripción temprana-tardía

La proteína N modifica a la ARN polimerasa que transcribe a partir del


promotor pL. Esta desconoce a los terminadores de la transcripción tL1, tL2, y a otros
más localizados en el operón izquierdo, produciendo transcritos >7,000 nts que incluyen
la región b, más allá del sitio attP (Fig. 3). El mensajero a partir del promotor pR
termina ~50% en tR1. La proteína N, modifica a la ARN polimerasa y transcribe
eficientemente los genes cII, O, P y Q (Fig. 3). Entre los genes P y Q se encuentra un
segundo terminador tR2. Este terminador es mucho más eficiente que tR1 y solamente
es suprimido por la presencia de N. Así, la ausencia de N, no permite que Q sea
expresada. Sin embargo, fagos con deleciones en tR2 (l nin), pueden parcialmente,
propagarse en forma lítica aún en ausencia de la proteína N.
Se ha observado que varios minutos después de la infección, la síntesis de los
genes tempranos (N y cro), así como de los genes tempranos tardíos (del lado derecho
cII, O, P; del lado izquierdo cII, gam, beta, etc.), empieza a disminuir por la inhibición
de la transcripción de pL y pR. Esto es debido a que la proteína Cro se une a los
operadores oL y oR, que se traslapan con sus respectivos promotores pL y pR. La
inhibición debida a Cro resulta esencial para el programa lítico, ya que una excesiva
actividad de pL, así como de pR puede ser letal para el desarrollo de l. Se ha observado
que la sobreproducción de varios productos de l produce efectos adversos en el
metabolismo de huésped, así como del fago.

Transcripción tardía

La siguiente etapa, en la expresión de los genes tardíos de l se requiere del


producto del gen Q, el cual actúa como un antiterminador para la transcripción de pR´.
Este promotor esta localizado entre el gen Q y el gen R. La transcripción de pR´ es
constitutiva. El ARNm 6S producido corresponde a la región del inicio de la
transcripción sR´ al terminador tR´. Este transcrito es detectado aún en una lisógena
reprimida. Así, el transcrito de pR´ por la acción de Q se extiende a través de los genes
tardíos que en su mayoría codifican para las proteínas estructurales, y termina en algún
lugar de la región b (Fig. 3).

Regulación del programa Lítico

Mecanismo de acción de N. El producto del gen N es una proteína de ~12,200


daltones, que activa la expresión de los genes de l, antagonizando con la función de los
terminadores de la transcripción. Se ha observado que solamente los transcritos
originados de los promotores pL y pR son susceptibles de ser antiterminados por la
acción de la proteína N. Salstrom y Szbalski en 1978 reportaron una región en el operón
pL necesario para que se llevara la antiterminación, y la denominaron nut (esta región
esta compuesta a su vez por dos sitios: boxA y boxB), localizado entre el promotor pL y
el terminador tL1. Mutaciones en este sitio, aún en presencia de N, provocan que la
transcripción termine en tL1. Posteriores estudios ubicaron a esta región en los primeros
70 pb con relación al inicio de la transcripción de sL. El análisis por secuencia reveló
que las mutaciones que no eran capaces de antiterminar caían en una región de simetría
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de repetidos invertidos y que forman una estructura de horquilla (boxB), por el


apareamiento de sus bases. En forma similar, para el operón de pR se identificó una
secuencia muy parecida a boxB de nutL, de unos 16–17 pb entre el carboxilo terminal
del gen cro y el terminador tR1. Este sitio fue denominado boxB, que junto con boxA de
nutR, constituyeron la región necesaria para la realización de la antiterminación.
Por otro lado, se ha demostrado que se requieren factores del huésped para que
la actividad de la proteína N sea efectiva. A estos factores se les denominó Nus. Se
seleccionaron mutantes de E. coli incapaces de crecer l pero que invariablemente
permitieron el crecimiento de fagos l nin (independientes de N). Las mutantes llamadas
nus ó nus- fueron localizados en cinco genes: nusA, nusB, nusC, nusD (rho) y nusE, e
ubicados en el genoma de E. coli en los minutos: 69, 11, 88, 84 y 72, respectivamente.
Posteriormente se encontró a otro gen nusG, cuyo producto está involucrado en la
antiterminación.
El modelo que explica la intervención de N para que realice su función
antiterminadora es ciertamente complejo. Se forma un complejo comprendiendo a la
ARN polimerasa, los factores del huésped (NusA, NusB, NusE y NusG), así como N del
fago y el sitio nut del ARNm. La parte amino terminal de la proteína N hasta el residuo
19 reconoce a la caja B de nut, la región comprendida entre los aminoácidos 34 a 47
interacciona con el factor NusA, y la parte carboxilo terminal de los residuos 73 a la 107
reconoce a la ARN polimerasa. El factor NusA al igual que la proteína N, reconocen
las dos cajas A y B de nut e interacciona a su vez con la ARN polimerasa. Menos
estudiadas son las interacciones de los factores NusB y NusE (equivalente a la proteína
ribosomal S10), pero ambas son capaces de reconocer a la caja A. Adicionalmente
ambos factores interaccionan directamente con la ARN polimerasa. La proteína NusG,
interacciona con la ARN polimerasa y con NusD (equivalente al factor r de la
terminación). Así este complejo transcribe y desconoce los terminadores de la
transcripción (Fig. 4). Adicionalmente, el complejo permanece unido al sitio nut del
ARNm formando un ARN en forma de asa que crece a medida que avanza la ARN
polimerasa.

La proteína Q y su función

La expresión de los genes tardíos requiere de la función antiterminadora de la


transcripción de la proteína Q. El producto de los genes R y S son los primeros en
transcribirse a partir del promotor pR’ y están relacionados con la lisis bacteriana. El
producto de 10 genes que se transcriben posterior a R y S se relacionan con el
ensamblaje de la cápside, y el producto de 12 genes posterior a los genes que codifican
para la estructura de la cápside se relacionan con el ensamblaje del tallo.
El producto del gen Q es una proteína de ~22,500 daltones. El mecanismo por
la cual antitermina es diferente al de N. La proteína Q actúa sobre el ADN en un sitio
denominado qut el cual está localizado entre la posición –10 y –35 del promotor pR´. La
unión de Q a qut ocurre mientras esté presente el factor de iniciación s70 en la ARN
polimerasa, ya que es necesario un cambio conformacional del templado de cerrado a
abierto en el complejo de iniciación. Para que Q actúe se necesita que la ARN
polimerasa haya iniciado la transcripción, y haga una pausa alrededor de los nucleótidos
+16 y +17. Sin embargo, una doble mutación en –15 y –13 de la secuencia del promotor
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reduce la antiterminación por Q alrededor de unas 10 veces sin cambiar la pausa en


+16/+17. La región posterior al inicio de la transcripción es también necesaria ya que
mutaciones en +2 y +6, impiden la acción por Q, y eliminan o reducen sustancialmente
la pausa inicial. Al parecer, el único factor del huésped necesario para la antiterminación
por Q es NusA, ya que estimula la actividad de la ARN polimerasa en una forma
considerable sobre los terminadores de la transcripción. Este transcrito tardío es
sintetizado en forma continua y se extiende alrededor de unos 26 kb.
El hecho de que l utilice otro regulador positivo Q, en adición a N, para llevar a
cabo su desarrollo lítico, pudiera explicarse en la fuerza de estos activadores. Estudios
de la medición de la vida media del ARNm indican que la región tardía es
uniformemente transcrita. En contraste con la de pL, bajo la influencia de N, disminuye
rápidamente con la distancia.

Establecimiento y Mantenimiento de la Represión

Si después de la infección, el fago l opta por la vía lisogénica, deberá integrarse


al cromosoma bacteriano y habrá de mantener reprimidos los promotores pL y pR. En el
estado lisogénico el sistema de represión está funcionalmente activo manteniendo
constantes los niveles del represor CI mientras no exista algún disturbio que active el
desarrollo lítico.
El represor CI es sintetizado a partir de los mensajeros de dos promotores
diferentes: pRE y pRM. Ambos promotores tienen como función principal la de
transcribir al gen cI, pero actúan a diferentes tiempos en la vía lisogénica.
Para que el estado lisogénico inicie después de la infección, se requiere de la
transcripción del promotor pRE. Este promotor está localizado ~400 pb a la derecha del
gen cI, y se solapa con la región 5’terminal del gen cII. La transcripción de pRE es en
contrasentido al del promotor pR y requiere del activador CII. Una vez iniciada la
transcripción del promotor pRE, estos transcritos en contrasentido a los de pR pueden
complementarse y unirse con los de pR formando una doble hélice de ARN. Esta
estructura deberá inhibir la expresión de Cro, así como la de CII. La inhibición de Cro es
fácilmente entendible, ya que esta proteína actúa en forma antagónica al represor CI.
Para el proceso lisogénico se requiere que los niveles de Cro estén en su mínima
expresión. Sin embargo, resulta más difícil entender la disminución de la expresión de
CII, ya que ésta es requerida para la producción de CI. Es probable que en el momento
en que CII activa al promotor pRE, los niveles de CII en la célula están lo
suficientemente altos, y no requiera de una síntesis adicional de CII para establecer la
lisogenia. Adicionalmente, cabe mencionar que el transcrito proveniente de pRE que
transcribe al gen cI tiene un Shine Dalgarno lo bastante fuerte para que CI sea traducido
en forma eficiente. El regulador positivo CII también actúa sobre el promotor pI que
transcribe al gen int, y cuyo producto es necesario para que el cromosoma de l se
integre al cromosoma bacteriano. Los niveles de la proteína CII en la célula deben estar
lo suficientemente altos para activar a pRE y a pI. Debido a que CII es metabólicamente
inestable y es degradada fácilmente por la acción de la proteasa HflA del huésped, se
requiere un factor adicional del fago, la proteína CIII, que contrarresta la acción de esta
proteasa. Así, CIII junto con CII son requeridos para que se lleve una eficientemente
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lisogenización. Sin embargo, CIII no será necesario si el huésped contiene un gen hflA
inactivo (Fig. 5).

Mantenimiento de la Represión

El mantenimiento del estado lisogénico es debido a la acción del represor CI,


producido de la transcripción del promotor pRM. Este promotor requiere de la acción
del mismo represor CI para activarse. El promotor pRM se solapa con uno de los sitios
de la región del operador OR, el sitio OR3. Para el mantenimiento de la represión se
requiere primeramente que el represor CI actúe impidiendo la transcripción de los
promotores pL y pR, por medio de una unión en forma homodímera de CI, sobre el lado
derecho en los sitios OR1 y OR2 (los cuales se solapan con el promotor pR), y del lado
izquierdo a los sitios OL1 y OL2 (que se solapan con el promotor pL). El dímero de CI se
une preferentemente a la región OR1 del lado derecho, y a OL1 del lado izquierdo. Estas
uniones permiten que de manera cooperativa el siguiente homodímero de CI se una a
OR2 y OL2, respectivamente. Concentraciones “normales” del represor en la célula,
permiten que los sitios OR1 y OR2 estén ocupados generalmente, y esta interacción no se
extienda al sitio OR3. Mutaciones en el sitio OR1, hacen que el dímero se una a los sitios
OR2 y OR3, indicando que la unión es cooperativa entre los dímeros de los represores. La
unión del represor al sitio OR2 permite que la ARN polimerasa unida al promotor pRM,
se active y transcriba al gen cI, produciéndose más represor. Si las concentraciones de
CI siguen en aumento, el promotor pRM se apagará debido a que el represor se une al
sitio OR3. Este sitio y parte del sitio OR2 se solapan con el promotor pRM. Después de
un cierto tiempo, el represor decae, su concentración baja y el sitio OR3 es el primero
en quedar libre por tener menor afinidad. Los otros sitios OR2 y OR1 quedarían libres,
sino fuera porque el represor CI unido a OR2 es capaz de activar nuevamente a la ARN
polimerasa de pRM. De esta manera se autorregula la expresión de CI, manteniendo
constantes los niveles de CI en el citoplasma (Fig. 6). El represor CI es mantenido en
~200 copias por célula y no sólo impide la transcripción de genes del profago, sino
también la transcripción de otros genes de fagos infectantes homólogos, por la unión del
represor CI a las regiones operadoras OL y OR del fago(s) infectante. Este mecanismo en
la que una bacteria lisógena es capaz de inhibir la infección por un fago homólogo (fago
con la misma especificidad del represor) es denominado inmunidad. Así, el represor CI
es específico para fagos que tienen la misma región de inmunidad.

Integración y Escisión del profago l

El ADN del fago entra a la célula en forma lineal pero enseguida se circulariza
por complementación de los extremos cohesivos y ligación de los "nicks”
correspondientes. En la respuesta lisogénica las funciones líticas, inclusive la
replicación, están reprimidas por lo que, cuando la bacteria se divide, el ADN circular
del fago l podría ser segregado desigualmente entre la progenie. Este evento se evita por
la integración del ADN de l al genoma de la bacteria, en forma que al replicarse el
profago se transmite igualmente a las células hijas.
La integración se efectúa por un evento de recombinación sitio-específica
mediado por la integrasa (Int) codificada por l y por proteínas del huésped llamadas
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factores de integración (IHF). Cuando se levanta la represión de una lisógena se requiere


que el profago se escinda del cromosoma bacteriano. La escisión requiere también de Int
y de los IHF, pero además necesita Xis, el producto del gen xis adyacente a la derecha
de int.

Expresión de Int durante la lisis

La transcripción del mensaje policistrónico a partir de pL es afectada por la


acción de la proteína antiterminadora N (ver arriba). El ARN contiene, entre otros, los
mensajes de xis e int, pero además contiene la región sib (por sitio inhibidor de la región
b) responsable del control postranscripcional de int llamado retroregulación. La región
sib se localiza a la izquierda del gen int distal al sitio attP, donde se efectúa la
recombinación integrativa, y reduce la síntesis de proteína Int. El ARNm que contiene
la región retroreguladora sib forma una estructura de tallo y asa que es procesada por la
RNasa III. El extremo 3´ generado es susceptible a la degradación por PNPasa y RNasa
II. Estas enzimas son exonucleasas que degradan el ARN progresivamente en dirección
3´ a 5´, lo cual implica que el mensajero de int sea eliminado. No suceden así con el
gen xis en el extremo 5´ del mismo transcrito porque dentro del mensaje de int se forma
una estructura secundaria que resiste la acción de las exonucleasas. Este evento explica
que no se sintetice suficiente proteína Int a partir del ARNm originado en pL para poder
integrar el ADN del fago (Fig. 7). La proteína Int no es necesaria si la bacteria infectada
está comprometida a una respuesta lítica.

Expresión de int durante el establecimiento de la lisogenia

Cuando después de la infección por l la concentración de CII alcanza niveles


relativamente altos en la célula, se favorece la ruta lisogénica. La proteína CII estimula
la transcripción en los promotores pRE y pI que está asociada con el establecimiento de
la lisogenia. La transcripción a partir de pRE permite la síntesis del represor de la
lisogenia CI y a partir de pI se expresa Int, la proteína que media la integración. Ya que
el inicio de la transcripción de pI ocurre dentro del gen xis, que precede a int, el ARNm
generado se traduce en Int pero no Xis. La transcripción a partir de pI se detiene en el
terminador tI una estructura de tallo y asa que está contenida pero no es idéntica a la
estructura sib mencionada antes. El de pI es un mensajero que sólo contiene int que es
estable debido a la estructura del terminador tI y que se traduce eficientemente en la
Integrasa.

Recombinación sitio especifica de l

Los sitios donde se lleva a cabo la recombinación integrativa son attP en el


ADN del fago y attB entre los operones gal y bio del cromosoma bacteriano. Estos sitios
mantienen homología limitada a unos 30 pb. Ya que las recombinaciones generales de la
bacteria o la del fago, requieren de homología en las secuencias de cientos de pares de
bases de ADN, es claro que la integración requiere de otro sistema. Este sistema se le ha
llamado "recombinación sitio específica” y se caracteriza por su alto grado de
especificidad y direccionalidad.
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El sitio de recombinación attP del fago, además de un núcleo de 15 pb,


involucra otras secuencias adyacentes (150 pb a la izquierda y 78 pb a la derecha);
asimismo attB consta de un núcleo de 15 pb de secuencia idéntica a la de attP y
secuencias adyacentes que son parcialmente homólogas a la secuencia de l. La
recombinación entre ambos sitios att se lleva a cabo gracias a la participación de la
integrasa del fago y las proteínas IHF del huésped. La recombinación se efectúa por un
mecanismo de corte y reunión en el núcleo común. El símbolo de la región común es O
y está flanqueado por los brazos o regiones adyacentes simbolizadas P y P´ que
representan los brazos izquierdo y derecho de attP. B y B´ simbolizan las regiones
correspondientes de attB. Las reacciones de inserción y escisión se acostumbran
abreviar por la siguiente ecuación:

Int IHF termosensible


POP´ (attP) + BOB´ (attB) BOP´ (attL) + POB´(attR)

Int, Xis, IHF termoestable

Las secuencias attL y attR son productos de la recombinación integrativa y


sustratos para la escisión. La proteína integrasa participa en ambos procesos, y es
esencial para la integración ya que requiere de una mayor concentración de int, mientras
que la escisión ocurre cuando hay una mayor concentración de Xis que de Int.

Formación del intasoma

La integrasa es un polipéptido de ~40,000 daltones, con funciones de


recombinasa, unión especifica al ADN de attP y de topoisomerasa. Esta enzima es
capaz de cortar y ligar las cadenas de ADN para relajar su estructura y promover el
intercambio de cadenas con el ADN de la bacteria. La proteína Int se une al ADN
formando multímeros consistentes de 4 a 8 monómeros al núcleo de attP (donde el
entrecruzamiento de cadenas ocurre) reconociendo un par de secuencias de invertidas
repetidas que se encuentran uniendo al núcleo y a los brazos flanqueadores del attP.
Int también se une a una sequencia que se repite 5 veces en los brazos de attP.
La proteína IHF de E. coli tiene tres sitios de unión en los brazos de attP. Bajo la
influencia del superenrollamiento del ADN, attP, Int y IHF, se forma una estructura
superenrollada denominada intasoma que es la especie activa de la recombinación
integrativa. En contraste el sitio attB, es sencillo y no contiene secuencias de unión para
IHF como los brazos de attP, tampoco es necesario el superenrollamiento en esta región
del ADN para la recombinación. La región attB tiene la misma secuencia de 15 pb que
se halla en el núcleo del attP y algunos pares de bases que le flanquean completan el par
de sitios de unión para Int (Fig. 8). A estos sitios de unión en attB se unirán las proteínas
Int que forman parte del intasoma y no así la proteína Int presente en el citoplasma.
El modelo de recombinación integrativa postula la formación de una estructura
sináptica entre las cuatro cadenas de ADN en sus regiones homólogas. El acercamiento
de las cuatro cadenas auxiliadas por el intasoma permite que ocurra el corte en uno de
los extremos del núcleo de las regiones att, las dos cadenas con la misma polaridad son
cortadas, ocurre la rotación de estas cadenas alrededor de las que no han sido cortadas
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que permite alinearlas con las nuevas cadenas compañeras para ser finalmente ligadas a
estas.
Este primer intercambio de cadenas tiene la topología de una estructura de
Holliday. Para resolver el entrecruzamiento de las cadenas remanentes, estas son
cortadas en el otro extremo del núcleo, rotan y son religadas a las nuevas cadenas
correspondientes. Para esta reacción la presencia de IHF no es necesaria y la proteína Int
la puede llevar a cabo. En cambio para el primer entrecruzamiento de cadenas si es
necesaria la presencia de IHF.

La escisión del profago

La escisión del ADN del fago requiere de las proteínas Int y Xis. Los genes int
y xis se localizan juntos inmediatamente a la derecha del sitio attP. Las secuencias de
estos genes tienen una superposición de 20 pb. entre el extremo 5´de int y el 3´de xis.
Cuando se induce la fase lítica se requiere la escisión del ADN del fago. La
inactivación del represor CI producida por la proteasa RecA permite la transcripción a
partir de pL para producir un ARNm que contiene al gen xis e int, pero no la región sib
que fue separada físicamente durante la recombinación del sitio attP con attB. Este
transcrito no será degradado y permite la traducción de ambos genes eficientemente, y
cuyos productos son necesarios para la escisión (Fig. 8)
La escisión es de tipo sitio especifica y requiere de Int, Xis e IHF. Para esto las
cadenas con los sitios attL y attR son intercambiadas para restaurar los sitios attP y
attB. La escisión requiere de Xis la cual tiene 2 sitios de unión en el attR. Se piensa que
Xis estabiliza la unión de Int para promover un nuevo evento de recombinación entre
attR y attL. La reacción de escisión es resistente a la temperatura a diferencia de la
integración que es inhibida por la temperatura y altas concentraciones de Xis.

Replicación del fago l

La replicación del ADN del fago l puede llevarse a cabo en forma pasiva o en
forma activa. La replicación en forma pasiva es realizada por la replicación del
cromosoma bacteriano, ya que el ADN de l esta integrado, y al replicarse el cromosoma
bacteriano, se replica también el de l. La replicación activa es independiente de la
replicación del cromosoma del huésped. Esta es llevada a cabo en dos fases: la temprana
y la tardía. En la fase temprana, la replicación es iniciada a partir de un único origen. Es
realizada en forma bi-direccional generando moléculas de ADN circulares. La
replicación sigue la forma q por la semejanza de las estructuras intermedias con la letra
griega Tetha. En la fase tardía de la infección, la replicación sigue la forma del circulo
rodante (s), generando múltiples moléculas lineales de ADN de l (Fig. 10).
Para que se lleve a cabo la replicación, se requiere de la maquinaria replicativa,
la cual consta de un gran número de proteínas, y de las cuales la mayoría provienen del
huésped. Solamente dos proteínas fágicas, codificadas por el producto de los genes O y
P, participan directamente en la iniciación de la replicación. Así, la replicación posterior
a su inicio sigue el mecanismo establecido del huésped E. coli. La mayoría de las
proteínas implicadas en la replicación, fueron identificada retando al fago l a replicarse
10

bajo las condiciones no permisivas de temperatura en cepas mutantes termo-sensibles


para la replicación de E. coli.

Replicación Temprana

Posterior a la inyección de la molécula lineal del ADN de l, esta es convertida


a una molécula circular covalentemente cerrada por apareamiento de sus extremos
cohesivos de 12 nts (sitios cos) y su posterior ligación (Fig. 10). Esta molécula circular
por la acción de la ADN girasa se superenrolla negativamente formando el sustrato
replicativo.
Se ha observado bajo el microscopio electrónico que la mayoría de las
moléculas tienen la forma de q en el estadio replicativo temprano. Estas estructuras
presentan dos cadenas de la misma longitud, correspondiente a la región replicada, y
unido a sus extremos, un tercer segmento el cual no ha sido replicado. Adicionalmente,
se observa que existe un pequeño porcentaje de círculos con una pequeña hebra unida a
ésta, indicando que la replicación también sigue el modelo del círculo rodante.
La replicación empieza en un origen único y procede bidireccionalmente. Las
asas replicativas, donde se lleva a cabo la síntesis del ADN, se mueven en forma
divergente a su origen y progresan a través del círculo con velocidades muy similares.
La reiniciación en el origen, está regulada y normalmente no ocurre, hasta que
el ciclo replicativo se haya completado. Sin embargo, se ha observado que bajo ciertas
condiciones, como la adición de cafeína 2mM al medio, es posible la reiniciación,
observándose que ~20% de las moléculas han reiniciado, aún cuando el ciclo replicativo
anterior no haya finalizado. Se propone que la droga actúa bajando la estabilidad
helicoidal del ADN, o sea cambiando la estructura del templado y facilitando por
consiguiente la reiniciación de la replicación.
Ambas cadenas del ADN parental son copiadas, de acuerdo al modelo
replicativo q. Sin embargo, una observación más cuidadosa de las microfotografías
electrónicas de alta resolución revelan que en varias de las estructuras q, en la posición
de las asas replicativas, o sea, en los inicios de la síntesis del ADN, se presentan
pequeñas regiones de ADN de cadena sencilla. Estas regiones pueden ser observadas en
ambas asas y estando siempre en el inicio y en brazos opuestos. Esta asimetría inherente
en la progresión de las asas replicativas y sabiendo que la ADN-polimerasa lleva a cabo
siempre su síntesis en dirección 5´ a 3´, y que la constitución de la doble hélice es
antiparalela, puede explicarse que una de las cadenas es replicada en forma continua y la
otra en forma discontinua. La longitud de estas cadenas cortas de ADN de simple cadena
coincide con el tamaño de los fragmentos de Okasaki. De acuerdo a este modelo, la
replicación continúa hasta terminar en el polo opuesto al origen de replicación. Es muy
probable que después de este ciclo replicativo, las dos nuevas cadenas circulares que
forman dos cromosomas del fago se presenten en forma concatenada. La separación de
estas no sería posible sin la intervención de una ADN-topoisomerasa.
La replicación temprana procede en forma exponencial, y el número de
moléculas se duplica cada 2 – 3 min. Sin embargo, no todas las moléculas están en
estado replicativo en cualquier momento, sólo ~20% de las moléculas se replican.
Adicionalmente, puede observarse que alrededor de 50 moléculas por célula están en
11

forma monomérica helicoidal antes de que transcurran los primeros 15 min de la


infección.

Replicación tardía

Durante el crecimiento lítico a 37°C en medio rico, la replicación temprana cesa


~15 min de la infección, y da lugar a la síntesis de concatémeros (cromosomas lineales
de ADN de l ligados covalentemente de la cápside y la tallo). Estos pueden ser
empaquetados inmediatamente.
La primera evidencia de la síntesis del ADN concatemérico viene de las
observaciones por la sedimentación del ADN radioquimicamente marcado. Moléculas
de dos y hasta ocho veces la longitud del ADN monomérico de l han sido claramente
observada después de los 15 minutos en fagos mutantes deficientes en el ensamblaje de
la cápside. La posibilidad de que estos concatémeros pudieran venir del producto de la
recombinación, fue eliminada haciendo los experimentos en ausencia de los sistemas de
recombinación, es decir en cepas bacterianas recA--, así como de los fagos red-- e int--. El
modelo del círculo rodante provee un posible mecanismo para la síntesis de ADN
concatemérico. Una de las cadenas del ADN parental sirve como templado, mientras que
la complementaria tiene un corte. La síntesis se inicia en el extremo 3´-hidroxilo
terminal y continuando a través del círculo varias veces, produciendo ADN de cadena
sencilla. Esta cadena lineal es utilizada como templado para la síntesis de su cadena
complementaria. A tiempos tardíos en la infección, la mayoría de los cromosomas del
fago está en la forma s. La replicación al igual que en la forma q, puede llevarse a cabo
en forma bidireccional, o sea, puede replicarse tomando una u otra de las cadenas
parentales como templado. Se ha observado que ~40% de la forma replicativa s tiene
un mismo origen, y coincide con el origen de replicación de q. Algunas de las formas
replicativas s pueden derivar en forma directa por la inactivación de alguna de las asas
replicativas de q.

Control de la Replicación tardía

Al parecer, no existe un mecanismo de transición entre las fases temprana y la


tardía en la replicación de l. Las investigaciones sobre un hipotético gen esencial que
media el cambio entre la forma q y la forma s han sido del todo infructuosas. Así, la
idea de un cambio puede ser errónea. Un punto de vista alterno, es que tanto la forma q
como s se inicien temprano en la infección, pero la replicación de q se pare
tempranamente, mientras que la de s persista hasta tiempos tardíos. Se ha observado
que una tercera parte de las moléculas en los primeros ciclos de replicación son de la
forma s. Un importante factor que podría regular la transición de la fase temprana a la
tardía, es la disponibilidad de las proteínas O y P. La expresión de O y P es limitada a
tiempos tardíos por la presencia de la proteína Cro, ya que evita la transcripción a partir
del promotor pR. Se ha observado que cuando la síntesis del ADN es retardada por la
limitación de la cantidad de las proteínas O y P activas después de la infección, las
primeras formas replicativas observadas son generalmente de la forma s.
12

El producto del gen gam de l , claramente juega un papel importante en la


síntesis de concatémeros de ADN, y el producto del gen red pudiera también ser de
importancia. La doble mutante gam--red-- de l , es incapaz de formar placas en un tapiz
bacteriano recA-- (deficiente en recombinación). Bajo estas condiciones, la síntesis de
ADN ocurre, pero se acumulan muy pocos concatémeros de ADN. Algunas formas del
tipo s pueden ser detectadas, pero sus cadenas laterales son muy cortas. Sin embargo, el
defecto de la replicación del circulo rodante de la mutante gam--red-- de l puede ser
restituida por la doble mutante del huésped recA -- y r e dB-- o redC-- o recD --,
sintetizando concatémeros eficientemente. Así, la función crítica de la proteína Gam es
la de inhibir la actividad de la exonucleasa V codificada por los genes recB, recC y recD
que destruye los concatémeros.
La función de Red y las funciones de recombinación del huésped son menos
claras, posiblemente generan recombinantes entre monómeros circulares. Los
multímeros resultantes llevarían al menos dos sitios cos, sustratos para una eficiente
encapsidación. En efecto, si la replicación normal es bloqueada, la recombinación llega a
ser necesaria para la maduración de los cromosomas de l.

Iniciación de la Replicación de l

Resulta claro que tanto para la forma q, así como para el 40% de la forma s, la
replicación, se inicia en un origen único ori. El origen de replicación en sus inicios fue
determinado por mapeo con las microfotografias electrónicas, tomando desde el origen
de las asas replicativas y extrapolando a la región cero de replicación. Esto ubicó al ori
entre 81.7 ± 2.9% en relación al extremo izquierdo del genoma de l, y muy cerca de los
genes O y P. Posteriormente, estudios genéticos determinaron con más precisión el sitio
de control para la iniciación de la replicación. Este sitio estuvo localizado dentro del gen
O, aproximadamente a 80.5 - 80.6% del extremo izquierdo del genoma l. El origen de
replicación fue determinado probando diferentes mutantes con deleciones cercanas a y
dentro del gen O, observándose si la replicación se llevaba a cabo o no en profagos. Una
vez delimitada esta región, se clonó en regiones no esenciales de fagos o en plásmidos,
y por complementación de O y P, se observaron si eran capaces de replicar o no. Una
región entre el promotor pR y un sitio EcoRI dentro del gen O permite que se replique
eficientemente tanto en el sistema de profagos y de plásmidos. Sin embargo, una región
de 34 pb a la derecha del sitio EcoRI incrementó la replicación de 20 a 30 veces en el
sistema plasmídico. Así, pruebas con deleciones indicaron que los límites de ori están
comprendidos a no mas de 200 pb del sitio EcoRI. Se han propuestos otros sitios mas
distantes como el sitio ice (inceptor sequence) dentro del gen cII y localizado a 600 pb a
la izquierda de ori que facilitan la replicación. Sin embargo, deleciones en este sitio han
permitido una buena replicación, por lo que a ori se le considera el único sitio
indispensable para que se lleve a cabo una replicación normal. Debido a la capacidad de
suplir la actividad de O por complementación, se pudieron hacer ensayos más finos
mutando el origen de replicación (dentro del gen O) y se definió un segmento mínimo de
63 pb como el origen de la replicación. Sorprendentemente, esta región presenta cuatro
cajas muy parecidas de 19 pb conteniendo repetidos invertidos y separados unos de otro
por pocas bases. El ADN de esta región puede modelarse como una estructura de un
trébol complejo, sugiriendo que pudiese ser el estado activo del ADN para el inicio de la
13

replicación. El origen ori tiene otra estructura no usual a la derecha de los repetidos, la
cual es rica en pares de A· T y exponiendo una distribución asimétrica de purinas y
pirimidinas. Estas propiedades deben facilitar la desnaturalización local de la doble
hélice.
La interacción específica entre la proteína O y el segmento ori ha sido
identificado por análisis genéticos y bioquímicos. La proteína O, de 34,000 daltones,
actúa en forma dimérica. La región amino terminal de O es esencial para el
reconocimiento del ADN y se une a una región de 95 pb en la cual están contenidas las
cuatro cajas.
La proteína P es una proteína de 26,000 daltones que de acuerdo a las
evidencias genéticas sugieren que también puede interactuar con la proteína O.
Mutaciones del tipo temperatura sensible pueden ser suprimidas por mutaciones que
mapean en P. La proteína híbrida O que contiene la parte amino terminal de l y la parte
carboxilo terminal O de f80, funciona eficientemente para la replicación con la proteína
P del fago f80 pero no con la proteína P de l, indicando que la interacción a P es con la
parte carboxilo terminal de O. La proteína P interactúa con diferentes proteínas del
huésped, entre estas la mejor caracterizada es con la helicasa del huésped DnaB. La
asociación con la proteína DnaB y su modificación en su actividad podrían permitir que
DnaB entre al complejo replicativo del ADN de l.
Para que se inicie la replicación se requiere de la salida de P del complejo de
iniciación, para ésto DnaJ/DnaK se asocian a P dejando libre a DnaB. El producto de los
genes grpD y grpE están involucrados también en la salida y regeneración de P. Además
de las proteínas replicativas y al sitio ori, la iniciación de la replicación requiere una
activación transcripcional de la síntesis de un ARN cercano al origen de la replicación.
En una lisógena para l cuando se coinfecta con el mismo fago y un fago auxiliar
heteroinmune que provee las proteínas O y P de l, el genoma reprimido de lambda no es
capaz de replicarse indicando la necesidad de la activación transcripcional.
Existen algunos antibióticos como la rifampicina que inhiben la replicación. Su
acción es indirecta, ya que al inhibir la transcripción de pR, evita la activación
transcripcional para la replicación. Similarmente, existen otros antibióticos que inhiben
indirectamente la replicación como son el Ac. Nalidíxico y la Coumermicina,
inhibidores de la ADN-girasa. Esto sugiere que el sustrato para la iniciación de la
replicación debe ser un sistema de ADN superenrollado. El mecanismo propiamente de
la replicación como el reconocimiento para su iniciación, el complejo ARN polimerasa
para la elongación y para la terminación es muy similar a la que ocurre con su huésped
E. coli y se recomienda ver el capítulo de la Replicación en E. coli.

Ensamblaje de las partículas virales de lambda

l presenta la cápside en forma de icosaedro, que contiene el ADN de doble


cadena. Estas son partículas víricas pequeñas de 55 nm de diámetro que guardan en su
interior al genoma completo de l de 16,500 nm de largo. La construcción de la cápside
y el posterior empaquetamiento del ADN comprende la participación de proteínas del
fago y de la bacteria.
El ADN concatemérico, producto de la replicación de la forma s, y los
precursores de las cápsides interactúan mediante el reconocimiento de las regiones cos
14

por parte de la enzima terminasa que se encarga del empaquetamiento y corte posterior
en la región cos. La entrada de solamente una unidad cromosomal por cápside es
controlada por el reconocimiento del sitio cos terminal por la terminasa. Sin embargo, es
posible introducir ADN heterólogo con gran eficiencia en vectores que cuenten con las
regiones cos al ser empaquetados en reacciones in vitro.
La cápside del virión se forma independientemente del ensamble del tallo, y al
unirse ambos conforman la partícula viral madura. Se requiere de la participación de
cuatro proteínas del fago y por lo menos de dos proteínas de la bacteria para formar la
cápside. La proteína E forma la estructura del poliedro principal y la proteína D se
encuentra en la superficie formando un arreglo eicosaédrico en la cápside madura.
Las proteínas B, C y Nu3 del fago junto con las proteínas GroEL y GroES del
huésped interactúan para formar la cápside primitiva. Las proteínas del huésped son
necesarias para evitar malformaciones de la cápside al ensamblarse las proteínas E y
Nu3. La proteína Nu3 facilita el ensamble de las proteínas E, B y C en la estructura del
precursor. La proteína B forma el conector entre la cápside y el tallo del virión, el cual
está dispuesto en forma de un anillo con un orificio central. Este será el orificio de la
entrada del ADN. Durante la maduración de la cápside, la proteína B es escindida para
formar la proteína B* en tanto que la proteína Nu3 es degradada y removida de la
estructura. Las proteínas C y E participan en una fusión para formar proteínas híbridas
X1 y X2 (Fig. 11).
Como se mencionó antes, en la etapa final de maduración requiere del
empaquetamiento del ADN dentro de la cápside. El ADN concatemérico del fago es
reconocido en el sitio cos por la terminasa (complejo I), también se necesita la
participación de dos proteínas del hospedero, las proteínas IHF y THF, para que se
realice el corte en el sitio cos. La terminasa de l consiste de dos subunidades (Nu1 y A)
que reconoce secuencias especificas en la región cos. Solo se sintetizan de 100 a 200
moléculas de terminasa en el curso de una infección. El reconocimiento es llevado a
cabo gracias al motivo a hélice -vuelta- a hélice de la subunidad pequeña de la enzima
Nu1. Esta subunidad se une a 3 o a 4 secuencias repetidas en la región cos. La
subunidad mayor tiene actividad de endonucleasa que rompe el enlace fosfodiester en
una de las cadenas (nick). En el sitio cos se localizan dos de estos sitios en cadenas
opuestas y a una distancia de 12 nucleótidos. La afinidad de la terminasa en la región de
cos es estimulada por la unión y doblamiento del ADN, efectuado por el factor IHF del
huésped.
La unión del complejo I al precursor de la cápside genera el complejo II, cuya
reacción es potenciada por la proteína FI del fago (Fig. 11). La entrada del genoma de l
a la cápside se realiza en forma polar, es decir, la dirección de empaquetamiento del
ADN es del gen Nu1 a R. La terminasa no solo se encarga del reconocimiento de los
sitios cos, sino también de la unión de este con el precursor de la cápside, y establece el
origen y dirección de empaquetamiento. El empaquetamiento requiere de la hidrólisis
de ATP para la condensación del ADN de 30 a 200 veces dentro de la cápside. Durante
el empaquetamiento del ADN, la cápside sufre una expansión del 75% en su tamaño,
dejando espacios en la estructura de la red conformada por la proteína E. Estos nuevos
espacios son ocupados por la proteína D en un número equivalente al de la proteína E,
brindándole estabilidad a la cápside madura. El corte del ADN en su región cos termina
con el empaquetamiento, la terminasa se disocia de la cápside madura pero continua
15

unida al ADN concatemérico para formar un nuevo complejo II con otro precursor de la
cápside. En tanto que las proteínas W y FII se unen al conector del tallo para evitar la
salida del ADN y formar el sitio de unión del tallo con la cápside madura.
En tanto, el ensamblaje del tallo se lleva a cabo en forma independiente de la
cápside. El tallo del fago l consiste de un tubo flexible (no contráctil como en el caso
de T4) de 135 nm con un extremo cónico de 15 nm, una fibra terminal de 23 nm. Se
compone principalmente de 32 anillos apilados compuesto cada uno de 6 subunidades de
la proteína V. El producto del gen J compone la fibra terminal que interacciona
directamente con el receptor LamB de la superficie de la bacteria.
El ensamblaje de la partícula viral se debe principalmente a un fino equilibrio
de las diferentes proteínas de la cápside y tallo. Los genes estructurales no se encuentran
dispuesto al azar en el genoma de l sino que los genes de la cápside y del tallo se hallan
agrupados en dos regiones que no se solapan. Es interesante notar que los productos de
genes que interactúan durante el ensamblaje se encuentran codificados en genes
adyacentes. Los polipéptidos precursores son sintetizados secuencialmente en las
cantidades apropiadas durante el ensamblaje, a pesar de ser transcriptos a partir de un
solo promotor (pR’).
Esto se explica por la expresión diferencial de las proteínas, producto de la
traducción diferencial de los cistrones. Pero si se altera la producción de algunas
proteínas, se produce un ensamblaje inadecuado que deriva en la formación de cápsides
defectuosas.

Lisis Celular

Una vez formadas las partículas virales, éstas deberán salir y dispersarse para
encontrar nuevas bacterias y poder multiplicarse. Una de las principales barreras para la
salida de las partículas es la malla continua de peptidoglicanos de la pared celular. Esta
estructura es estable y resistente y permite mantener la presión osmótica interna de la
célula.
La estrategia que sigue el bacteriófago para sortear esta barrera es producir una
endolisina para degradar los componentes de la pared celular. La endolisina es una
transglicosilasa que por si sola no es capaz de llegar a su sustrato porque la pared celular
se encuentra separado del citosol por la membrana celular, y para llegar a éste requiere
de un segundo factor lítico, la holina. Esta es una proteína de membrana que daña a la
membrana interna y da libre acceso de la endolisina a la pared celular (Fig.12).
Los genes de la holina y endolisina, S y R respectivamente del genoma del fago
l, están localizados en el inicio de la unidad transcripcional tardía, bajo el control del
promotor pR´. Este se “prende” aproximadamente a los 8 min del ciclo vegetativo y se
expresa en forma constitutiva. La endolisina activa se acumula en el citosol, no teniendo
acceso inmediato a su sustrato. La holina forma lesiones en la membrana que terminan
con la respiración y permiten que la endolisina ataque a la mureína. La más simple
explicación, es que la holina forme poros, y permita que la endolisina cruce la
membrana celular. Deleciones en los genes de los holina permite que la respiración
continúe, así como la síntesis macromolecular, observándose un incremento de la masa
celular, con una acumulación de viriones en el citosol. Una característica común del
sistema basado en la holina es su dependencia con la membrana energizada, ya que la
16

adición de venenos contra su sistema energético, instantáneamente disparan la acción de


la holina. Este fenómeno de la lisis prematura sugiere que el mecanismo de cronometraje
de la lisis depende de la membrana energizada.

Propiedades de la holina

El gen S de la holina codifica para dos péptidos: uno de 105 aminoácidos y otro
similar, pero con 2 aminoácidos adicionales, o sea de 107 aminoácidos, presenta 3
regiones transmembranales con la topología amino terminal siempre hacia fuera y el
carboxilo terminal hacia el citosol. La holina puede unirse al menos en multímeros de
seis para formar el poro. La parte citoplasmática del carboxilo terminal es necesaria
para la formación del poro y tiene un papel regulatorio, dependiendo de sus residuos
cargados positivamente. Se ha observado que una misma mutación en la región
transmembranal 2 (TM2) que cambia la alanina por valina (A52V), le confiere un
defecto total en la lisis, acumulándose los viriones mas de la cuenta. Mientras que la
mutación alanina por glicina (A52G) causa una catastrófica lisis temprana, ~20 min,
antes de que el primer virion sea ensamblado. Si no se tiene algo adicional, esta es una
prueba de que la holina tiene dos funciones esenciales: causar la lisis permeabilizando la
membrana y retardar la lisis hasta que el programa del ensamblaje del virión haya
generado un número suficiente de viriones.

Regulación de la función de la holina

¿Qué es lo que hace que la holina dispare la formación del poro en el minuto 50
sin hacerlo antes o después?, y sabiendo que ciertos venenos que interfieren con el
proceso energético disparan prematuramente la lisis. ¿Cuál es el papel de las membranas
energizadas?. Parte de la respuesta está en la proteína de 107 residuos. Tanto la holina
activa de 105 aminoácidos, así como la inhibitoria de 107 aminoácidos, son traducidas
de diferentes Shine Dalgarno. El cronometraje de la lisis depende de la proporción de
las dos proteínas, la cual es 2:1 a favor de la de 105 aminoácidos, bajo condiciones
estándares de cultivo. La función inhibitoria de la proteína de 107 es su carga positiva de
la posición 2 (lisina). Graschopf y Bläsi fusionando una secuencia señal en la parte
amino terminal de 107, eliminan su capacidad inhibitoria y la convierte en una holina
activa. Estas consideraciones han permitido proponer un modelo para el evento del
disparo de la holina, su dependencia energética, y su mecanismo inhibitorio.
La holina S es insertada en la membrana formando una estructura de horquilla
con las regiones TM2 y TM3. La formación del poro deberá requerir que la estructura
final tenga 3 regiones TM, por la penetración amino terminal a través de la capa
bilipídica. Así, el inhibidor 107 es defectuosa en llevar a cabo este reacomodo ya que
presenta una carga positiva extra en la porción amino terminal.
Alterando artificialmente la proporción del inhibidor o de la holina, se puede
retardar o acelerar la lisis, respectivamente, sugiriendo que la habilidad para retardar la
lisis del inhibidor 107 es un evento poblacional.
Debería parecer que la relación holina – inhibidor estuviera activamente
regulado bajo condiciones fisiológicas, donde un ciclo vegetativo más extendido pudiera
ser favorecido, pero aún no se tienen evidencias que tal regulación haya sido reportado.
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