Electiva Humanidades I, VII Semestre

Tecnología en Desarrollo de Software-ETITC

Villabón Aguillón José Gabriel
Grupo S7A

Maquiavelo alcalde

“…Maquiavelo considera la política como la búsqueda del poder a cualquier costo con total
independencia de toda consideración moral, lo cual es en gran medida ajustado a la realidad. Es la virtú que en
el lenguaje del florentino significa precisamente la voluntad de alcanzar el poder…”
La cuidad de Bogotá está próxima a acoger a su nuevo alcalde (periodo 2020-2023), es una de las noticias
más “relevantes” que por estos días ronda entre el vulgo rolo, dado que este mismo anhela salir de un agrio meollo
en el que este mismo se metió, haciendo de Enrique Peñalosa su alcalde. Pero esa cuestión ya no tiene cabida, se
debe enfocar la lente en los 4 nuevos candidatos que van en representación de partidos políticos tales como
“Alianza Verde”, “Colombia Humana” y “Partido Liberal”, para “adoptar” el poder sobre una cuidad tan
importante como lo es la montañosa.
Pero ¿cómo llegaron estos personajes a ser candidatizados? Obviamente ese poder no se lo delegaron ellos
mismos, porque si así fuera, equis persona del común podría estar en estos momentos compitiendo por el puesto,
es decir tuvo que haber cierta influencia heredada u obtenida por terceros para que estos 4 estén donde estén. A
lo que se quiere llegar y hacer hincapié es en el caso del candidato Carlos Fernando Galán, que, por su legado,
apellido y no respaldo de un partido político (“Cambio Radical”) como tal; por decisión propia y diferencia de
ideologías, está siendo uno de los pioneros y candidato predilecto a ganarse esa “polla”.
Los demás candidatos no están exentos, tal es el caso del peso político que otorgan a los candidatos
personajes como Gustavo Petro (exalcalde), Uribistas y hasta movimientos de izquierda, en su defecto derecha,
sigue sin aportar nada, es decir “pan de todos los días”. Ahora ¿ha vuelto a surgir, relucir, brillar, una figura que
sea capaz de igualar o por lo menos atañer filosofía como la del célebre Luis Carlos Galán, dado muerto por la
corrupción misma?, claramente no.
El hijo de Galán, gracias a su padre, actualmente es quizás el más honesto y de fiar, pero claro esta que
“todos son así” (dicho por una personalidad femenina resentida), en campaña prometen metro en el cielo, si se
quiere bajo tierra, prometen el cielo, si se quiere “tierritas” y llegados al poder dejan de lado todo esto y se
empeñan, sabrá Dios porqué, en hacerle zancadilla al pueblo y lo peor es que el karma no tiene posibilidad contra
el gran papel que desempeñan en este mundo los verdes (billete), siempre saldrán exentos de cualquier culpa.
Bien -no- lo dijo Maquiavelo “el fin justifica los medios”, la política considera la búsqueda del poder a
cualquier costo, en este país se lo tomaron muy literal, cualquier costo es sinónimo de asesinatos, del verbo lucrar,
pero ilegalmente, y de muchos verbos y adjetivos tal vez un tanto despectivos, aquí la gente desaparece sin
necesidad de contratar una figura que ejerza la magia, todo por la ambición que el poder inyecta cuando se es
obtenido. Ojalá esta vez el caso del vástago Galán sea el distinto y sea fiel tigre pintado.
Ojalá esta vez el vulgo rolo sepa decidir con carácter y no por cartera…