Anda di halaman 1dari 25

EL NEOLIBERALISMO 11/11/09 15:29

EL NEOLIBERALISMO[1]
Juan Torres López[2]

1. Introducción
En el ámbito del pensamiento social, las dos última décadas del
siglo veinte ha venido marcadas por un predominio prácticamente
generalizado de lo que se ha conocido como neoliberalismo, es decir,
una versión más o menos actualizada del liberalismo que ya fue
hegemónico a finales del siglo diecinueve.
En esta ocasión, sin embargo, podría decirse que su influencia
ha sido más decisiva porque ha tenido una vinculación mucho más
efectiva a las prácticas de los gobiernos, porque los grandes
centros de poder no sólo lo han asumido sin reseras sino que han
sido capaces de fomentar y salvaguardar su influencia en todos las
fuentes de creación y difusión de pensamiento y, quizá sobre todo,
porque se ha logrado que sus postulados hayan sido hechos suyos,
siquiera sea en sus versiones más intuitivas y elementales, por el
común de los ciudadanos.
Todo eso ha permitido que el neoliberalismo sea, al mismo
tiempo, una forma de gobernar, una ideología y un abanico de valores
sociales que implica un conjunto de propuestas sociales presentadas
como indiscutibles y una concepción del mundo que impregna todas las
dimensiones de la vida social.
Tanto es así, que resulta extraordinariamente difícil encontrar
reductos académicos, políticos, institucionales, culturales,
mediáticos o gubernamentales en donde sus diferentes expresiones no
hayan calado de forma indiscutible. Eso es lo que ha llevado a
calificar al neoliberalismo de fin de siglo como un verdadero
pensamiento único. Y no sólo por su gran alcance o por su capacidad
de convencimiento indiscutible, sino porque, acompañado la mayoría
de las veces de una sensible pérdida de debate social y de
democracia, ha sido realmente impuesto sin contemplaciones desde
todas las fuentes de convencimiento y de legitimación social.
De hecho, una de las dimensiones más sorprendentes y
características del neoliberalismo (un pensamiento para la acción
encaminada a mantener el poder y los privilegios de las minorías
sociales más ricas) es que sus postulados han sido asumidos por la
mayoría de los colectivos sociales que resultan realmente
perjudicados por su aplicación y, entre ellos, por muchos partidos
de izquierda, por sindicatos y por líderes que, sin embargo, se
manifiestan portadores de una lectura más progresista de los hechos
sociales.
En este cuaderno trataré de analizar la naturaleza del
neoliberalismo, sus orígenes y propósitos y sus efectos sobre la
condición de vida de las personas y, finalmente, algunas líneas de
pensamiento alternativo sobre las que modestamente considero que
podría basarse una civilización distinta a la que ha creado el
pensamiento y la política neoliberales.

file:///Users/juantorreslopez/lo%20mio%20pro/ac-cursos/master%20cadiz/neoliberalismo.htm Página 1 de 25
EL NEOLIBERALISMO 11/11/09 15:29

2. El credo neoliberal
De una manera sintética se pueden resumir fácilmente los
principales postulados o principios doctrinales del neoliberalismo,
que no es sino una versión del liberalismo decimonónico empobrecida
desde el punto de vista de la retórica pero tremendamente
enriquecida desde la perspectiva de la capacidad de generar consenso
y convencimiento sobre los mismos.
El primero de ellos es la creencia de que el mercado es el
espacio en donde pueden resolverse todos los problemas sociales. Eso
implica una progresiva renuncia a la intervención estatal y, como
señalaré enseguida, incluso a la política entendida como forma
interrelacionada de abordar sus soluciones. El neoliberalismo
entroniza el mercado como la instancia más sublime de las relaciones
sociales y al que deben supeditarse todas ellas.
El segundo, y como derivación del anterior, es el privilegio
que consiguientemente se le da al individuo por encima de las
colectividades, a la acción individual frente a las relaciones
cooperativas y solidarias y a la búsqueda del propio interés frente
a la definición de políticas sociales entendidas como proyectos
comunes de toda la colectividad.
El tercero es la asunción de que el lucro privado es el
detonante de la actividad humana encaminada a satisfacer las
necesidades, y por ello que el neoliberalismo se convierta en una
práctica principalmente orientada a fortalecer la ganancia privada
en perjuicio de cualquier otro objetivo vinculado a obtener
beneficios sociales.
El cuarto es la predominancia del discurso y de las categorías
económicas como ejes centrales, cuando no exclusivos, de lenguaje y
de las prácticas sociales. Justamente, en una época en que el
pensamiento y el análisis económico se empobrece más que nunca,
renunciando a su dimensión moral y vinculándose de la manera más
estrecha y acrítica a la ética del capital y del lucro privado.
Estos principios permiten descubrir en el neoliberalismo no
sólo una práctica política o una forma de hacer gobernar la
economía, sino una auténtica concepción del mundo, de las relaciones
sociales, de la naturaleza de los seres humanos y de los valores que
orientan la sociabilidad o incluso su vida cotidiana. No es sólo una
ideología o una forma de entender el poder sino una antropología y
un proyecto de civilización.
En términos más concretos, el neoliberalismo se expresa en un
rosario de verdades a medias, de juicios de valor o de simples
formulaciones sin la más mínima contrastación empírica, aunque de
una enorme y casi mágica capacidad de convencimiento, quizá por su
elemental estructura o porque se basan en consideraciones de una
lógica aparente muy difícil de combatir en el contexto de un
discurso social que elimina los matices y repudia el pensamiento
mínimamente complejo.
¿Quién no ha sentido nunca el poder de convicción de
formulaciones como que primero hay que agrandar la tarta para luego
poder repartirla (cuando en realidad resulta que en economía la
tarta se va repartiendo inevitablemente al mismo tiempo que se

file:///Users/juantorreslopez/lo%20mio%20pro/ac-cursos/master%20cadiz/neoliberalismo.htm Página 2 de 25
EL NEOLIBERALISMO 11/11/09 15:29

produce); o que la desigualdad es inevitable, porque así es la


naturaleza humana (olvidando que, por el contrario, la desigualdad
no es sino el resultado de los poderes establecidos o del tipo de
relaciones sociales dominantes, que no tienen por qué ser, ni lo han
sido, eternas); o que lo importante es resolver los problemas, con
independencia de las ideologías (cuando es obvio que según cuáles
sean éstas la solución que se les da a los problemas es
completamente distinta)?.
No es de otra naturaleza, en realidad, el abanico de postulados
y principios que constituyen el credo neoliberal, como los que
suelen guiar el discurso económico dominante que, a su vez, se
traslada a todos los ámbitos sociales:
- hay que disminuir la extensión del Estado, para aumentar el
protagonismo de la sociedad, como si se tratase de dos instancias
situadas en planos diferentes. Y eso, aunque al final los
neoliberales no renuncien al Estado para instrumentalizarlo al
servicio de los poderosos y de los sectores sociales más
privilegiados a través de una regulación diferente, pero regulación
intervencionista al fin, de las relaciones sociales y económicas.
Pero que da lugar al debilitamiento continuado de las instancias e
instituciones sociales en la educación, la sanidad o en la cultura
al ponerlas al servicio del beneficio para favorecer los intereses
privados.
- la historia ha llegado a su fin, como si eso mismo fuera
posible, y por lo tanto no pudiera ya plantearse la superación de la
sociedad capitalista en la que dominan quienes se benefician del
discurso neoliberal.
- el liberalismo lleva a la democratización, cuando en realidad
el neoliberalismo ha traído consigo una disminución efectiva del
alcance de la democracia, si es que no la ha destruido directamente
en muchos países.
- el mercado resuelve todos los problemas de la sociedad,
cuando es elemental que ni puede hablarse genéricamente de mercado,
ni todas las actividades económicas son susceptibles de resolverse
de esa forma, o cuando es obvio que los resultados del mercado
pueden ser sencillamente indeseables para la mayoría de la sociedad
porque la inmensa mayoría de los mercados que conocemos, como quizá
no pueda ser de otra forma, son tremendamente imperfectos y opuestos
a la concepción idílica y falsa que promueve la ideología
neoliberal.
- la política económica (neoliberal) que se lleva a cabo es la
única posible, lo que contradice el más elemental principio de
diversidad característico de sociedades complejas y con intereses
colectivos diferenciados.
- el objetivo principal es subirse al carro de la modernidad,
considerando a ésta como un objetivo en sí mismo, sin plantear a qué
conduce y qué costes implicará para los diversos grupos sociales.
- hay que insertarse en el mundo y asumir que vivimos en una
sociedad globalizada, ocultando, sin embargo, que de lo que se trata
es de suscribir una determinada concepción del mundo y de las
relaciones sociales que, en todo lo que tiene que ver con el

file:///Users/juantorreslopez/lo%20mio%20pro/ac-cursos/master%20cadiz/neoliberalismo.htm Página 3 de 25
EL NEOLIBERALISMO 11/11/09 15:29

bienestar social y personal no está ni mucho menos globalizada,


porque la globalización neoliberal se resume en nada más que
libertad global y absoluta para los capitales y para las empresas y
para los gobiernos más poderosos.
-el sector privado es el eficiente, las privatizaciones son la
solución, lo que sólo termina por fortalecer los intereses de los
grandes grupos económicos sin que, finalmente, sean apreciables
mejoras en la eficiencia y el bienestar.
- hay que desregular para ganar en competencia y eliminar
trabas y restricciones a los intercambios, cuando en realidad se
sigue regulando pero con otra ética generando un marco que no gana
en competencia sino en libertad para las empresas con más poder de
mercado.
A estos grandes principios suelen seguir, en ámbitos más
concretos, otros postulados igualmente faltos de rigor y no
demostrados, como los que afirman que la causa del paro son los
altos salarios, que los excesivos gastos sociales generan el déficit
público, que la pobreza es la consecuencia de la falta de
iniciativa, o que los países más pobres lo son porque tienen menos
recursos... Se trata de fórmulas ideológicas que se autodefinen como
verdades, como expresiones de leyes naturales ineluctables a las que
ni tan siquiera se les pide contrastación, y en torno a las cuales
se ha generado un espectacular consenso intelectual, garantizado a
fuerza de dinero, subvenciones, premios, reconocimientos sociales,
poder e influencia política, social o académica (y también a fuer de
una corrupción demasiado generalizada) garantizados por las institu-
ciones más "prestigiosas" del planeta, esto es, por aquellas donde
tienen asiento quienes son beneficiarios directos del actual estado
de cosas.
Porque los postulados neoliberales se caracterizan por una
radical falta de rigor científico, por carecer de cualquier
fundamento que no sea el de su propia retórica ideológica, y eso es
precisamente lo que justifica que hayan sido impuestos a la sociedad
a través de mecanismos de convencimiento que tienen más que ver con
el poder mediático y el monopolio de las instancias de generación de
valores, cultura y formación que con el debate social. Sólo gracias
a la enorme influencia de la que disponen los centros de poder
académico, ideológico, político y cultural ha podido ser posible
generalizar un tipo de pensamiento y unas ideas sobre la sociedad,
la economía y la política cuyo fundamento real es imposible de
mantener científicamente y que de hecho ha sido objeto de una
crítica radical y contundente aunque convenientemente silenciada,
muchas veces de manera antidemocrática o sencillamente dictatorial.

3. La
democracia, la política y la naturaleza humana en el
neoliberalismo[3]
Como he señalado, el neoliberalismo, aunque se basa
fundamentalmente en postulados económicos, no es sólo una práctica
económica, sino que implica una concepción global de la sociedad y
de los seres humanos. Y eso ha tenido y tiene una trascendencia muy

file:///Users/juantorreslopez/lo%20mio%20pro/ac-cursos/master%20cadiz/neoliberalismo.htm Página 4 de 25
EL NEOLIBERALISMO 11/11/09 15:29

especial a la hora de entender y practicar la democracia y la


política, así como desde el punto de vista de la asunción que se
realiza de la propia naturaleza humana y de la cual se derivan las
prácticas sociales y los valores que envuelven la sociedad en
nuestra época.
A partir de los presupuestos ideológicos del neoliberalismo, el
concepto operativo de democracia no es el que implica la existencia
de las condiciones que garanticen el gobierno efectivo del pueblo,
sino simplemente el que garantiza que los mercados funcionen
libremente pues, como he dicho, se entiende que el mercado es la
instancia social suprema a la que deben supeditarse cualquiera otra
y todas las relaciones sociales y políticas.
El pensamiento neoliberal nace del supuesto de que el mercado
constituye el mecanismo superior de regulación social y la pre-
condición de cualquier democracia. Se parte de considerar que sólo a
partir de las relaciones de intercambio, sólo en virtud del
comercio, pueden existir seres humanos libres, lo que equivale a
indicar que sólo en la medida en que ha existido el mercado puede
haber ciudadanos capaces, entonces, para erigirse en sujetos activos
de aquella.
De aquí resultan tres connotaciones elementales de la
democracia tal y como es entendida por el discurso neoliberal.
La primera es que no existe un sentido de lo democrático que
pudiera ser entendido en sí mismo, sino que queda siempre relegado
al servicio del orden del mercado.
En segundo lugar, resulta que la propia democracia es un
añadido al mercado, al que no puede ni negar ni tan siquiera
violentar. Puede decirse sin ambages que la democracia no sólo no es
un componente imprescindible del orden social, sino que es
claramente relegable al del mercado.
Esto último se reconoce ya sin ningún disimulo en nuestro
tiempo. Los economistas suelen hablar de los mercados como titulares
del poder que guía el gobierno de nuestras sociedades y quieren ver
en ellos la sede de donde surgen, en realidad entienden que de donde
deben surgir, las decisiones político económicas: "No es exagerado
hablar de una abdicación de las democracias frente a las fuerzas
anónimas e incontroladas del mercado”[4]. Y algunos pensadores, como
el propio Hayek, lo reconocen paladinamente: “Mi preferencia personal
se inclina a una dictadura liberal y no a un gobierno democrático
donde todo liberalismo esté ausente”[5].
En tercer lugar, la democracia, para serlo, debe quedar
subsumida en el orden del mercado y, entonces, no es ya el voto,
sino los precios los que van a pasar a ser la clave de bóveda de
todas las relaciones sociales, presumidamente democráticas. Así como
los seres humanos encuentran la razón fundamental de su existencia
en el comercio y el rango más amplio de su libertad en el mercado,
no puede haber una mecánica más efectiva para garantizar su
existencia como seres libres que los precios.
La democracia se sustancia solamente en libertad de comercio y
se desentiende de la libertad de los seres humanos. Esta se

file:///Users/juantorreslopez/lo%20mio%20pro/ac-cursos/master%20cadiz/neoliberalismo.htm Página 5 de 25
EL NEOLIBERALISMO 11/11/09 15:29

considerará que existe cuando se exprese solamente como un atributo


más del mercado capitalista, puesto que se entiende que sin éste no
hay individuos libres.
El drama que implica el pensamiento y la práctica neoliberales,
como claramente expresan las declaraciones de Hayek, es que llevan a
una consideración mucho más elemental –asumidas sinceramente por
Hayek gracias a su coherencia-: si lo que trae consigo orden social
y libertad es el mercado y no la democracia, ¿para qué hacer de ésta
última un problema?
Ahora bien, para que la democracia pueda subsumirse en el orden
del mercado es preciso dar un paso esencial: puesto que el mercado
es un espacio done sólo puede actuarse en virtud de estrategias
individuales, cualquier tipo de relación social debe poder quedar
reducida a la individualidad.
Para lograr entonces la libertad lo imprescindible es
resguardar el orden de las relaciones comerciales.
El mercado construye la libertad y no es necesario entonces el
escenario adicional del Estado, o de la sociedad en su conjunto. No
hay, pues, necesidad de un espacio especial para la política, de la
que se puede prescindir sin problema.
La “cuestión política” que el neoliberalismo admite no es la
que tiene que ver con la determinación de los fines del cuerpo
social, con el establecimiento de medios para lograrlos o con la
creación de procesos que garanticen la participación o la codecisión
en un mundo donde la capacidad de decidir está muy desigualmente
distribuida y donde la posición ante el conflicto es también muy
diferente según la condición de cada persona o colectivo social. Es
decir, nada tiene que ver con el problema del reparto de poderes o
de la democracia.
Todo lo contrario, la cuestión política tal y como es entendida
en el entramado neoliberal es la que consiste exclusivamente en
eliminar cualquier obstáculo al funcionamiento del mercado.
Y, lógicamente, todo ello sólo puede establecerse si se asume,
a su vez, una concepción del ser humano y de su lugar en la sociedad
y frente a los demás basada en tres grandes principios.
El primero de ellos es el que tiene que ver con el tipo de
comportamiento que se supone consustancial a la naturaleza humana y
que, para que el mercado pueda funcionar como instancia global, no
puede ser otro que el que está basado en el cálculo económico
individual, en el principio de maximización y en la evaluación de
costes y beneficios privados como criterio determinante de las
actuaciones humanas. El ser humano se reduce a ser simplemente una
especie de agencia maximizadora y egoísta.
El segundo, es que la actividad humana orientada al sustento se
confunde con la actividad económica que se realiza sólo en el
mercado, entendido éste como una simple instancia de intercambio.
De todo ello se deduce la paradoja real y más dramática del
neoliberalismo. Aparentemente es el discurso supremo de la libertad
pero en realidad entiende la libertad humana de un modo radicalmente
sesgado. No admitiendo otra adjetivación de la naturaleza humana que
no sea la económica; sin contemplar otro ser que no sea el homo

file:///Users/juantorreslopez/lo%20mio%20pro/ac-cursos/master%20cadiz/neoliberalismo.htm Página 6 de 25
EL NEOLIBERALISMO 11/11/09 15:29

oeconomicus y limitando el campo de la elección humana a la que


tiene que ver tan sólo con la producción y el consumo de mercancías,
la libertad que se reclama es tan parcial y tan pobre como el
individuo mercantilizado al que sirve.
En la concepción liberal no hay más momento de libertad que el
del intercambio, no se precisa más democracia que la que facilita
que éste se lleve a cabo. Lo que equivale a decir que libertad y
democracia, en el orden neoliberal, no son valores de rango
universal, ni aspiraciones preferentes de los seres humanos. De
hecho, quienes quedan fuera del cambio mercantil no disfrutan de la
libertad liberal. Esta es un derecho vinculado a la condición
mercantil. Pero como ésta se constituye por definición a partir de
un reparto inicial desigual de derechos, recursos y poderes, resulta
que la libertad liberal no puede ser otra que la libertad desigual,
la que no tiene más proyecto que salvaguardar el orden de
privilegios sobre el que se sostienen los mercados capitalistas. El
neoliberalismo es el discurso en donde la libertad se empobrece de
manera absoluta, donde en realidad no hay sitio para la libertad
como realización personal y como aspiración efectiva a la
satisfacción humana.
Para terminar, no se puede dejar de mencionar otra
contradicción intrínseca al pensamiento neoliberal que se basa en
una idealización del mercado como mecanismo perfecto cuando en
realidad no es sino un espacio en donde los poderes actuantes no
hacen sino dirigirlo constantemente hacia la asimetría y hacia el
privilegio de los que disponen de más recursos para el intercambio y
de más poder para establecer sus normas.
Desde el punto de vista del discurso neoliberal se presupone
que el mercado funciona por sí mismo y tendiendo siempre y
automáticamente a equilibrios y a simetrías gracias a que la oferta
y la demanda se suponen instancias autosuficientes para proporcionar
soluciones de satisfacción general sin más requisito previo que el
de la libertad de los agentes que intervienen.
Se obvia, sin embargo, que el mercado no es una institución
aséptica y neutra, sino el resultado de una regulación específica y
particular, es decir, de una determinada preferencia social sobre
las condiciones en que puede funcionar; y, por lo tanto, de
morfología y condiciones que pueden llegar a ser muy diferentes
según sean las condiciones históricas, económicas y de poder en que
se constituye. El mercado, y muy específicamente el mercado
capitalista, no puede entenderse sin considerar la enorme cobertura
de reglas y normas que lo definen. Todas ellas conforman a su
alrededor un haz de derechos y obligaciones en virtud de los cuales
se establece qué se puede y qué no se puede hacer en las relaciones
de intercambio, quién puede poseer y qué garantías quedan definidas
para salvaguardar el status de apropiación inicial y sobre el que se
desarrolla a posteriori el intercambio mercantil.
Pero esto nunca es relevante para el neoliberalismo que
renuncia a preguntas claves como quién establece estos derechos,
cómo se definen, quién y cómo podrá disfrutarlos. Y, en
consecuencia, no contempla los resultados tan desiguales a que da

file:///Users/juantorreslopez/lo%20mio%20pro/ac-cursos/master%20cadiz/neoliberalismo.htm Página 7 de 25
EL NEOLIBERALISMO 11/11/09 15:29

lugar la diferente posición de los individuos a la hora de definir


esos derechos y de disfrutar de los resultados del mercado.

4. El origen y los objetivos del neoliberalismo


Como he señalado, el neoliberalismo no es tan sólo un conjunto
de estrategias de carácter puramente económico, sino que se conforma
como una estrategia global frente a los problemas sociales. O mejor
dicho, que se urde para lograr que, desde todos los recodos de la
sociedad, se actúe a favor de la razón económica que se desea
imponer y para que se justifique sin resquicios el orden que se
establece.
A la postre, el neoliberalismo no es sino la solución de
reparto a su favor que el gran capital necesitaba imponer en una
coyuntura histórica de crisis económica y social. Y que,
precisamente por la naturaleza global de esa crisis, tuvo que ser
una respuesta que combinase la política económica y la cultural, la
reconversión productiva y la reformulación de los grandes principios
en que se habían asentado las sociedades del capitalismo
socialdemocratizado propio del keynesianismo. Su singularidad
proviene justamente de que ha convertido a lo económico -en su
sentido más general- en algo cada vez más dependiente de la sumisión
y del consenso.
De hecho, el resultado de aplicar las políticas neoliberales ha
sido la modificación del régimen productivo para salvar la obtención
de ganancias y, al mismo tiempo, la conformación de un tipo humano
diferente, ensimismado, sumiso y conforme con el propio orden social
y económico que, sin embargo, es el responsable de su
insatisfacción.

La crisis del modelo de acumulación[6]


A lo largo de los años sesenta se fue larvando una profunda
crisis económica que llegaría prácticamente a destruir las bases
productivas en que se había sustentado el modelo de crecimiento de
la posguerra.
Las causas más importantes que contribuyeron a ello fueron las
siguientes.
A finales de los años sesenta las líneas de producción
comenzaron a saturarse. El consumo de masas ya no era capaz de
corresponderse con las estrategias de producción intensiva y que se
habían desarrollado ajenas a cualquier plan de producción que
tuviese en cuenta los programas de necesidades de la población y la
capacidad real de los mercados antes de llegar a la saturación.
El impulso del crédito, en lugar de favorecer la realización de
más productos, daba lugar a una monetización excesiva, a la
inestabilidad financiera y al desarrollo exacerbado de la
circulación financiera.
Además, al socaire de la acumulación se había modificado la
estructura de los mercados mundiales, lo que limitaba las
expectativas de realización para las empresas que habían sido hasta
esos momentos dominantes. Al igual que sucediera con la deuda

file:///Users/juantorreslopez/lo%20mio%20pro/ac-cursos/master%20cadiz/neoliberalismo.htm Página 8 de 25
EL NEOLIBERALISMO 11/11/09 15:29

familiar y empresarial, las naciones menos desarrolladas (atraídas


en su día por los bajos tipos de interés) habían acumulado deudas
tan ingentes que al producirse la inestabilidad monetaria
internacional veían como sus montantes se elevaban hasta reducir
casi a la nada su capacidad de compra y, además, las empresas
europeas y japonesas competían ya con las americanas. En suma, los
mercados resultaban incapaces de absorber la producción y las
empresas comenzaban a sufrir el crecimiento de sus stocks y la caída
de sus ventas.
La que se llamó la "cultura del más" propia de aquellos años y
que era el resultado del Estado benefactor y permanente
suministrador de bienes públicos, de la publicidad y de la expansión
del crédito, provocó un auténtico desbordamiento social y
productivo. Como tantas veces se ha señalado, el pleno empleo y la
abundancia son los peores enemigos de la estabilidad social y de la
paz laboral (naturalmente, en una sociedad escindida). Y,
efectivamente, al amparo de esa situación se multiplicaban las
demandas salariales, se perdía la disciplina en las fábricas y se
generaba la rebelión de los trabajadores y ciudadanos que no estaban
sino deseosos de satisfacer la necesidad de más bienes, más ocio y
más protección que al amparo del consenso se les había ofrecido.
Pero esa relajación laboral (con muy poco coste de oportunidad
para el trabajador cuando no hay apenas desempleo) y la pérdida de
la medida en las reivindicaciones salariales (cuando no respetan la
evolución de la productividad) deterioraba el equipo productivo y
reducía drásticamente la productividad hasta el punto en que los
beneficios comenzaron a estar amenazados.
La situación se hizo mucho más crítica en los sectores que
relativamente empleaban más mano de obra y en los que utilizaban la
energía más cara. Pero, puesto que esto había sido precisamente lo
habitual en el desarrollo industrial del modelo de posguerra, es
fácil imaginarse hasta qué punto la crisis de productividad y de
costes se iba a convertir en algo generalizado en las economías
occidentales.
En esta situación, los gobiernos no sólo mantenían el ritmo de
gasto, sino que al producirse desempleo, al no disminuir la entrada
al mercado de nuevas franjas de población activa y al verse en la
necesidad de reducir (bien de forma automática o discrecional) los
ingresos públicos, incurrían en déficits cada vez más elevados.

El desmantelamiento del estado del bienestar


Todas las circunstancias que acabo de señalar daban al traste,
con mayor o menor amplitud, pero sí que de forma generalizada en las
economías occidentales, con los presupuestos básicos en que se había
sustentado el Estado social o del bienestar.
La situación se podría resumir en tres grandes resultados que
explican la evolución de los hechos a lo largo de los años ochenta y
noventa (ver cuadro resumen al final del texto).
En primer lugar, la crisis de la producción. Frente a la
saturación de los mercados de consumo en masa, frente a la
indisciplina y la relajación laboral y frente a la caída en la

file:///Users/juantorreslopez/lo%20mio%20pro/ac-cursos/master%20cadiz/neoliberalismo.htm Página 9 de 25
EL NEOLIBERALISMO 11/11/09 15:29

productividad, se hacía preciso abrir nuevas líneas de producción


con componentes menos costosos.
La incorporación de nuevas tecnologías (la mayoría de las
cuales ya se habían venido utilizando en el sector militar o en
otros ámbitos novedosos de la producción) permitió reducir el
empleo, utilizar el valor añadido de la información como detonante
de la mayor productividad y abrir nuevos segmentos de productos más
variados que era posible fabricar gracias a la versatilidad que
proporcionaban los nuevos usos tecnológicos.
Se trataba fundamentalmente de orientar la producción a la
consecución de gamas de productos que, aunque de la misma naturaleza
o incluso con semejante utilidad, tuviesen sin embargo distintas
envolturas (en el más amplio sentido del término) de forma que, al
no ser percibidos por el consumidor seducido por la publicidad como
redundantes, pudieran ser entonces vendidos más fácilmente.
Y a los nuevos productos se le añadían nuevos productores,
incluso auténticas nuevas industrias (especialmente las de mayor
vinculación con las nuevas tecnologías de la información), nuevos
tipos de beneficios (de especulación e intermediación de todo tipo),
nuevas formas de venta, nuevos segmentos de mercado y, naturalmente,
nuevas formas de vida y de comportamientos sociales.
En segundo lugar se produjo una importante crisis financiera.
Como consecuencia de la hipertrofia de la circulación monetaria (que
llegó a ser cuarenta veces mayor que la circulación real), de la
generalización de la especulación financiera que provocaba la huida
de los capitales de los destinos productivos, y de la deuda interna
y externa que obligaba a realizar una política monetaria orientada a
salvaguardar el beneficio de los propietarios de las grandes masas
de moneda en continua circulación, la inestabilidad financiera se
convirtió en un estado permanente. Y ello, a su vez, fue el caldo de
cultivo ideal de las operaciones especulativas que se convirtieron
cada vez más en el destino preferentemente buscado por quienes
disponían de masivos recursos financieros.
En tercer lugar, hay que considerar una radical crisis del
consenso social que se había podido mantener en los años de
expansión y pleno empleo anteriores. Su expresión final fue que ya
no se podían garantizar altos salarios y consumo elevado. Entonces,
cuando la productividad había caído y cuando no sólo estaba sin
garantizar el salario, sino incluso el propio puesto de trabajo, el
consumo y la pura satisfacción material dejó de ser el cemento
integrador que hacía posible la armonía social.
Como es natural, a ello coadyuvó de manera definitiva la
multiplicación de los déficits públicos. Los gobiernos, que no
renunciaron, sino todo lo contrario, a ayudar a los capitales
privados en forma de reducciones fiscales, de privatizaciones o de
asunción de las nuevas redes e infraestructuras necesarias para la
incorporación de las nuevas tecnologías en condiciones rentables
para el interés privado, comenzaron, por el contrario, a desenten-
derse del capital y de la protección social que habían venido
financiando.
Los millones de desempleados y trabajadores en precario no

file:///Users/juantorreslopez/lo%20mio%20pro/ac-cursos/master%20cadiz/neoliberalismo.htm Página 10 de 25
EL NEOLIBERALISMO 11/11/09 15:29

podían ya conformar el universo de los consumidores.


Pero roto el consenso a través del consumo, la existencia de
millones de pobres, de parados o marginados no permitía alcanzar el
consenso desde la producción, desde la fábrica. Por lo tanto, no
podía lograrse el consenso y la legitimación que cualquier sociedad
necesita sino a través de la sumisión, bien mediante la generación
de vínculos autoritarios de regulación social que la fuercen, bien a
través de la aceptación de la individualidad, de la competencia y
del posibilismo como expresión más sublime de los comportamientos
humanos.
Fue por eso por lo que la salida a la crisis no sólo exigía
nuevos espacios productivos y nuevas formas de producción, sino
también distintos comportamientos, valores diferentes y otros tipos
de aspiraciones sociales, que llevase consigo políticas económicas
de alcance e instrumentos distintos y también nuevos modelos de
actuación individual y social.
Porque cuando la insatisfacción del conciudadano es evidente,
la rebeldía y el rechazo sólo se pueden evitar si se moldea un ser
humano ensimismado, egoísta e insolidario y que no atiende a más
estímulo que el de su satisfacción personal. Cuya atención es
permanentemente reclamada desde todo tipo de fuentes para hacerle
creer que la satisfacción depende del esfuerzo individual y no del
tipo de organización social; fomentando para ello la quimera del
éxito individualista y el temor al fracaso que conlleva la acción
colectiva, y aislándolo comunicacional e incluso físicamente de sus
seres humanos más próximos.

5. Las bases económicas del neoliberalismo


En el campo específico de la economía puede percibirse muy
claramente cuál es la lógica que gobierna los procesos de cambio que
vienen ocurriendo en nuestro mundo neoliberal y cuyas principales
componentes se pueden resumir en cinco grandes ejes, principalmente
destacables (aunque no constituyan su dimensión más completa) porque
conforman los vectores que determinan los procesos económicos, la
política y los valores sociales de nuestros días.

La incorporación de una nueva base tecnológica.


A partir de la aplicación generalizada de las tecnologías de la
información en el aparato productivo se ha generado una serie de
efectos en la estructura productiva, en el uso de los factores y en
los resultados de la producción que comportan un espacio económico
radicalmente distinto al de la era industrial precedente:
- Se ha podido sustituir el régimen lineal de la
producción en masa por otro basado en la versatilidad, en la
automatización, en la flexibilización y en la fragmentación.
Gracias a ello, la lógica de la producción cambia hacia la
producción diferenciada, única manera de hacer frente a mercados
saturados. E, igualmente, se modifica la estrategia de la
rentabilización. La ventaja comparativa, la competitividad, no
vendrá dada por la economía de la reproducción de la industria
tradicional (basada en la obtención de productos más baratos), sino

file:///Users/juantorreslopez/lo%20mio%20pro/ac-cursos/master%20cadiz/neoliberalismo.htm Página 11 de 25
EL NEOLIBERALISMO 11/11/09 15:29

por la economía de la invención y organización de nuevos procesos.


- La nueva base tecnológica facilita además el ahorro de
mano de obra y, fundamentalmente, procura una nueva forma de
organizar el trabajo.
La posibilidad de segmentar los procesos productivos permite
que los intensivos en trabajo y con menor capacidad de generación de
valor añadido puedan desplazarse a espacios de salarios más bajos o,
simplemente, utilizar mano de obra local muy descualificada y barata
(como ocurre en el caso de los servicios), mientras que en los
procesos de alto componente de valor el trabajo se transforma:
requiere una mayor cualificación y se presta en condiciones de alta
versatilidad, autonomía y co-determinación.
- Aparecen, además, nuevos sectores, subsectores, ramas y
procesos con alta capacidad de generación de valor añadido en
virtud, exclusivamente, de su alto componente informacional.
Se genera, así, un nuevo tejido productivo en las economías
cuyas características principales son el peso del valor inmaterial o
intangible, la disminución de la escala de los procesos, la
exigencia de trabajo altamente cualificado, la sujeción a la regla
de la innovación permanente, la integración de los sistemas de
producción y organización y la demanda de grandes y costosas
infraestructuras para la información.
- Finalmente, la posibilidad de fragmentación, la búsqueda
permanente de economías de integración mejor que las de escala, la
universalidad de los medios de tratamiento de la información y la
homogeneización y economía de códigos que permite la producción pre-
programada y la multiplicación de redes de comunicación modifican
dos conceptos básicos sobre los cuales se sostiene cualquier sistema
productivo: el tiempo y el espacio.
El primero deja de ser lineal en los nuevos procesos
productivos capitalistas, lo que obliga a hacer un uso de los
recursos diferente al típico de los procesos industriales
tradicionales. La economía de procesos requiere nuevas fórmulas de
economías de tiempo, de manera que es necesario replantear el uso de
los factores (especialmente del trabajo) que ahora pueden usarse en
condiciones menos intensivas pero mucho más eficientes, lo cual
altera la lógica tradicional de la productividad.
Por su lado, la lógica del espacio se modifica igualmente de
manera radical, saltan por los aires las fronteras, la distancia
deja de ser una limitación y los procesos se convierten en redes
reticulares de base planetaria. El mundo como un todo es la nueva
base de operaciones de los nuevos procesos productivos.

Libertad de actuación para los capitales


El keynesianismo que había servido de principio articulador de
los procesos y las políticas económicas de postguerra se basó en el
pacto de rentas. Este fue el que permitió consolidar en los países
desarrollados que llevaban la batuta de los procesos económicos el
llamado Estado de Bienestar, el establecimiento de redes amplias de
solidaridad social y un marco institucional en donde las reglas del
juego se encontraban realmente constreñidas, muy particularmente,

file:///Users/juantorreslopez/lo%20mio%20pro/ac-cursos/master%20cadiz/neoliberalismo.htm Página 12 de 25
EL NEOLIBERALISMO 11/11/09 15:29

por el poder alcanzado por las organizaciones sindicales en las


condiciones de pleno empleo y de seguridad generalizada en el puesto
de trabajo entonces existentes.
Lógicamente, un marco de tan enormes restricciones no podía ser
favorable a un necesario proceso de cambio frente a la crisis
estructural del capitalismo que requería financiación privilegiada,
la mayor libertad de actuación posible, nuevos espacios sociales de
relocalización, libertad de movimientos y, sobre todo, las menores
ataduras posibles con el régimen de uso de factores hasta entonces
existente.
La generación de un nuevo orden productivo, sostenido sobre la
base de una tecnología cuya principal característica es la
versatilidad, la fragmentabilidad y la extrema dispersibilidad no
puede llevarse a cabo bajo las restricciones típicas del Estado
bienestarista, burocratizado y generador de un régimen social al
cual no se le pide otra contribución al orden productivo que no sea
el consenso y la disciplina social.
De ahí, que la generalización de los nuevos espacios
productivos, la incorporación de las nuevas tecnologías de la
información y, en general, la consolidación del nuevo régimen de
producción capitalista como el que estamos viviendo demandara y
demande la desaparición de restricciones al intercambio, la mayor
flexibilidad institucional, la plena movilidad y, en fin, la
consolidación de un único espacio económico en donde capital y
recursos puedan fluir con la mayor libertad.

Una nueva forma de regulación económica


Un horizonte de nuevas y más favorables formas de producción y
organización necesariamente conlleva también la demanda de una
manera diferente de regular, de gobernar los macroprocesos de los
cuales depende el contexto en el que se pueden llevar a cabo los
cambios económicos.
Si se tiene en cuenta, además, que la implantación de la nueva
base tecnológica y, en general, la modificación de las estrategias
productivas en el sentido arriba señalado no fue un proceso casual,
sino la respuesta necesaria a un largo periodo de crisis económica
durante el cual se debilitaron hasta el extremo la tasa de
beneficio, la dinámica de la inversión, la disciplina social y, en
fin, el encuadre general en el que se había desarrollado el hasta
entonces exitoso modelo de crecimiento capitalista de la postguerra
en todos los países industriales, si se tiene en cuenta todo ello,
resultará evidente que una nueva forma de producir requiere
inevitablemente un marco de relaciones económicas y sociales también
diferente.
Toda una serie de circunstancias que no es posible ni necesario
desarrollar aquí (endeudamiento, crisis monetaria, crisis
industrial, pérdida de consenso social, agotamiento de los
mercados,...) hicieron inservibles los modelos de regulación de tipo
keynesiano de la época anterior, al mismo tiempo que exigían nuevos
principios y nuevas estrategias de regulación y de gobierno.
Los más importantes, o al menos los que resultan principales

file:///Users/juantorreslopez/lo%20mio%20pro/ac-cursos/master%20cadiz/neoliberalismo.htm Página 13 de 25
EL NEOLIBERALISMO 11/11/09 15:29

para entender las tendencias dominantes, han sido los siguientes.


- La necesidad de fortalecer el proceso de reconversión
productiva, necesitado de financiación, de un contexto institucional
y normativo adecuado y de condiciones más favorables para el uso
privado de los recursos. Todo ello obliga a modificar la lógica de
la intervención pública en la economía para procurar el contexto que
favorezca más fácilmente el desarrollo de los procesos de transfor-
mación. De ahí el cambio de la estrategia fiscal, la flexibilización
de las relaciones laborales, la desregulación, la reversión al
ámbito privado de actividades rentables bajo dominio público, la
modificación de marcos legales, etc. Todo lo cual, que podría
incluirse dentro de las que se han denominado "políticas de ajuste",
implica una nueva pauta redistributiva, ahora desentendida del pacto
de rentas anterior, para poder favorecer la recuperación del
beneficio y de la inversión privada sobre los cuales se quiere hacer
descansar el impulso principal de la costosa reconversión del
aparato productivo.
- La modificación del modo de regulación macroeconómica
tradicional. En épocas de turbulencias en el lado de la oferta, de
fuerte endeudamiento y crisis monetaria, de tensiones inflacionistas
originadas por un conflicto distributivo que presiona los costes al
alza de manera permanente, de mayor incidencia de los niveles de
productividad y de una mundialización creciente que diluye las
fronteras nacionales, las políticas keynesianas tradicionales no
sólo resultaban inútiles para favorecer la recuperación de la
inversión y la implantación de nuevo orden productivo, sino que
constituían un obstáculo casi insalvable.
Estos objetivos, por el contrario, requerían una regulación
macroeconómica más ágil, menos dependiente de restricciones
institucionales y centrada preferentemente en los nuevos cuellos de
botella de las economías: las tensiones inflacionistas y la
inestabilidad monetaria. Eso permitió y justificó que la política
monetaria se convirtiese en el eje central de la política económica
de los gobiernos y que la estabilidad de precios pasase a constituir
el objetivo principal de la misma.
Finalmente, el eficaz desenvolvimiento de esta nueva forma de
regulación macroeconómica requiere mucho más automatismo, más
independencia de sus operadores e incluso un verdadero distancia-
miento de las condiciones en que se desenvuelve, por utilizar el
término keynesiano, el mercado de bienes y servicios, lo que ha
motivado el menor control público y democrático de sus operadores,
así como un enorme "macroeconomicismo" a la hora de definir y
aplicar la nueva política económica.

La globalización asimétrica
La permanente disipación de los límites espaciales ha traído
consigo la expansión de los espacios de referencia y, muy en
particular, de los espacios nacionales. La supranacionalidad es ya
una constante de los flujos y de los procesos económicos, de manera
que ninguno de estos puede concebirse de manera independiente en el
interior de cualquier frontera, sino que desaparecidas éstas -en

file:///Users/juantorreslopez/lo%20mio%20pro/ac-cursos/master%20cadiz/neoliberalismo.htm Página 14 de 25
EL NEOLIBERALISMO 11/11/09 15:29

cualesquiera que hayan sido los niveles- la capacidad de decisión se


diluye, las variables de los procesos concretos, regionales, por
ejemplo, se multiplican y la capacidad de operar se transforma en un
ejercicio de multideterminación, aunque no necesariamente de
estrategia compartida.
Todo ello se suele justificar afirmando que el mundo
protagoniza un acelerado, afortunado y generalizado proceso de
globalización, en cuya virtud es necesario renunciar por ya inútiles
a las competencias nacionales de los gobiernos en favor de un
terreno de juego internacional en donde apenas existen trabas de
cualquier tipo para que los capitales, las mercancías y los códigos
culturales que le son propios se muevan en completa libertad[i].
Pero, a pesar de que el término globalización suele utilizarse
para señalar el signo principal de nuestra época, a poco que se
contemple con detenimiento la realidad de los intercambios
internacionales se puede comprobar hasta qué punto oculta realidades
contradictorias y falsificadas. A diferencia de lo que suele
afirmarse comúnmente, la evidencia empírica nos muestra que el
régimen comercial de nuestros días no está tan globalizado como se
quiere hacer creer. Se olvida que los países ricos han disminuido en
los últimos años el volumen de importaciones procedentes de países
subdesarrollados respecto al consumo interno o que, a pesar del
discurso retórico prevaleciente, lo cierto es que se han
multiplicado las barreras al comercio, si bien eso no ha sido tanto
entre países como entre grandes bloques. Ocurre que más que un
verdadero proceso de globalización se ha generado una
regionalización del comercio y las inversiones mundiales.
Verdaderamente, sólo los flujos de capital se encuentran sometidos a
un auténtico régimen de libertad, pero ello, lejos de provocar
efectos globales beneficiosos, constituye uno de los problemas más
graves que hoy padece la economía mundial.
En puridad, detrás del concepto de globalización se esconde una
realidad polisémica y tremendamente equívoca. En primer lugar,
porque la economía mundial no responde a la estructura sistémica y
globalmente integrada que se quiere dar a entender cuando se habla
de globalización. Nuestro planeta refleja más bien una realidad
tripolar, porque lo que realmente se articula y organiza en el
centro son las tres grandes potencias (EE.UU., Europa y Japón) que
ejercen el control compartido sobre la economía mundial, aunque bajo
la permanente supremacía estadounidense. De hecho, ni la
conformación de espacios regionales, como la Unión Europea, que
podrían servir de poderosos contrapesos frente a Estados Unidos, son
capaces a la postre de liberarse de los dictados de estos últimos,
como se demostró en la guerras del Golfo o de Yugoslavia y en su
permanente poder de decisión última en todos los asuntos o
instituciones mundiales. En segundo lugar, porque el llamado Tercer
Mundo se enfrenta a una creciente fragmentación y heterogeneidad.
Sólo una pequeña parte, y hoy día en crisis, de la periferia se ha
industrializado, mientras que su mayor parte, más pobre y deprimida,
se "desconecta" progresivamente de los centros de gravedad de las

file:///Users/juantorreslopez/lo%20mio%20pro/ac-cursos/master%20cadiz/neoliberalismo.htm Página 15 de 25
EL NEOLIBERALISMO 11/11/09 15:29

relaciones económicas, convirtiéndose


un sub-Mundo sometido a en
conflictos armados y hambrunas sistemáticas [ii] . En tercer lugar, no
puede dejarse de considerar que, a diferencia de lo que afirma la
retórica neoliberal, el rasgo principal del actual orden económico
no es el de la integración progresiva en los ámbitos globalizados
sino, por el contrario, la existencia de fuerzas centrífugas que se
manifiestan explícita e inequívocamente en el incremento de las
desigualdades y de la exclusión de todo tipo. Simplemente, no es
verdad que la "globalización" constituya un proceso integrador y que
abarque al conjunto de las relaciones económicas, sino que
esencialmente sólo tiene que ver con el dominio del capital
financiero, de los recursos tecnológicos y de la producción cultural
y que en realidad se manifiesta como un vector desintegrador de la
economía y de la sociedad mundial en su conjunto.

La mercantilización de la cultura
Por último, el nuevo orden tecnológico consagró al sector de la
comunicación en uno de los pilares del orden social. La industria
cultural, extraordinariamente diversificada y rentable, permite la
generación de códigos que pueden ser transmitidos transversalmente y
recibidos en cualquier lugar del mundo. Se ha podido, así,
homogeneizar las categorías o las claves esenciales del pensamiento
de manera que, en cualquier lugar del mundo, se toman como
inexcusables las mismas referencias intelectuales: mercado,
competitividad, economía-mundo, individualidad, tecnologización,...
constituyen los códigos referenciales y omnipresentes de un nuevo
lenguaje muy distinto al de la época inmediatamente anterior
(Estado, solidaridad, rentas, desarrollo...). Se trata del lenguaje
homogéneo, único, del neoliberalismo que se vive en la aldea global
y en cuya virtud se explica, se racionaliza y se justifica, al mismo
tiempo, el universo de la producción y el microcosmos de la
individualidad, cuyo encuentro es absolutamente preciso cuando ha
desaparecido la garantía institucional del consenso legitimador de
antaño.

6. La degeneración neoliberal del trabajo y el empleo[7]


La condición del trabajo humano es uno de los aspectos sobre
los que de una forma más directa han incidido las políticas
neoliberales, y por ello merece ser analizado el problema con cierto
detenimiento.
Entre las consecuencias más importantes sobre el trabajo de la
incorporación de esta nueva base tecnológica que sirvió de detonante
de los cambios que vengo analizando, y que han culminado en su
auténtica degeneración, me parece que hay que destacar las
siguientes.
En primer lugar, la informatización y automatización de los
procesos productivos generalizando la llamada “producción flexible”,
cuyas derivaciones más inmediatas serían la multiplicación de las
categorías laborales, la segmentación del trabajo en el interior de
la fábrica y en su conjunto y el establecimiento de un nuevo sentido

file:///Users/juantorreslopez/lo%20mio%20pro/ac-cursos/master%20cadiz/neoliberalismo.htm Página 16 de 25
EL NEOLIBERALISMO 11/11/09 15:29

del tiempo que llevaría consigo la posibilidad de establecer


horarios quebrados o intensificar el uso del trabajo de manera mucho
más rentable para las empresas.
En segundo lugar, la incorporación generalizada de las nuevas
tecnologías de la información permitió lograr una amplísima
homogeneización espacial gracias a su versatilidad y a su capacidad
para desmembrar los procesos sin pérdida de integridad. Eso hizo
posible la relocalización selectiva de las industrias, buscando
nuevos nichos de mano de obra barata o, en general, de costes de
producción más reducidos que provocó una desindustrialización en los
espacios de condiciones generales menos competitivas y la crisis de
la industria tradicional, sobre la cual había descansado el grueso
del empleo industrial.
En este contexto, fue posible, en tercer lugar, desmembrar el
propio espacio de la fábrica tradicional, desmantelando lo que hasta
ese momento habían sido espacios integrados conformadores de grandes
núcleos de población obrera y de gigantescas instalaciones. Así fue
posible que literalmente desaparecieran los territorios obreros
tradicionales, la acumulación de docenas de miles de trabajadores en
espacios comunes. Y eso trajo consigo inevitablemente la
desmovilización de los movimientos obreros, con mucha menor
capacidad que el capital para poder adaptarse a unas relaciones
espacialmente disipadas.
A partir de esa desmovilización, de la segmentación y de la
aparición de condiciones de trabajo mucho más delimitadas se
lograba, al mismo tiempo, la individualización de las relaciones de
trabajo, un objetivo estratégico esencial para que el dominio del
capital se consolidase en el ámbito estratégico de las relaciones
laborales a la hora de establecer las condiciones de contratación
del trabajo.
En cuarto lugar, la nueva base tecnológica permitiría
constituir la producción en torno a redes de empresas y basarla en
una potente externalización que haría posible que los núcleos de la
empresa se desembarazaran de procesos, tanto para que el papel del
trabajo en su seno se difuminara en la mayor medida de lo posible
como para lograr unas condiciones de suministro mucho más ventajosas
aunque, precisamente por ello, mucho más leoninas para las docenas
de miles de empresas de poca dimensión en que se convertía el
entramado en red de la nueva gran producción capitalista.
Finalmente, todos estos cambios llevaban consigo una
modificación igualmente importante sobre el propio entorno, social,
cultural e institucional, en el que se desenvolvía o se había
desenvuelto el trabajo de carácter tradicional. Actividades antes
incluidas en la lógica de los procesos industriales pasaban ahora a
responder a la lógica de los servicios personales y la propia
empresa podía disipar mucho más cómodamente su propia estructura
empresarial, lo que ha dado lugar a la reaparición de conductas que
se creían abandonadas en el albur de los tiempos. Efectivamente, la
explotación más aberrante, el trabajo esclavo, la economía sumergida
en todas sus dimensiones, la discriminación de género, etc. se
convierten en realidades perfectamente integradas en nuestro entorno

file:///Users/juantorreslopez/lo%20mio%20pro/ac-cursos/master%20cadiz/neoliberalismo.htm Página 17 de 25
EL NEOLIBERALISMO 11/11/09 15:29

laboral.
En contra de lo que suele afirmarse en los discursos
neoliberales de gran impacto mediático, la incorporación a la
economía capitalista de una base tecnológica sofisticada y muy
avanzada sólo ha traído condiciones laborales que se puedan
calificar de mayor progreso en una capa muy reducida de la población
trabajadora. Por lo general, los fenómenos aludidos de
fragmentación, desmembramiento, disipación y declive que la han
acompañado, así como la banalización que propician de los recursos
formacionales en la gran mayoría de los puestos de trabajo, han
implicado preferentemente una descualificación progresiva de los
trabajadores, una mayor alienación respecto a las claves
intelectuales que gobiernan los procesos de trabajo y, en suma, un
progresivo empobrecimiento del trabajo, no ya en términos
económicos, sino puramente intelectuales y humanos.
Como he señalado, la respuesta neoliberal a la crisis
financiera consistió, por un lado, en la aplicación de una nueva
forma de regulación macroeconómica basada en la política monetaria y
de un conjunto de políticas estructurales, llamadas de “ajuste”, que
no perseguían sino modificar las condiciones de los mercados para
que el capital dispusiera de condiciones mucho más aliviadas en
cuanto a movilidad, inversión y rentabilización en general.
La ideología monetarista igualmente desenterrada proporcionó
los argumentos teóricos necesarios para justificar la nueva
regulación orientada principalmente a abordar el conflicto
redistributivo que se manifestaba en los altos niveles de inflación
que se iban generando en todas las economías capitalistas.
Así, demonizada la inflación y considerada como el principal
enemigo del crecimiento y la estabilidad económica, se justificaba
la aplicación de políticas monetarias restrictivas, basadas en tipos
de interés elevados que poco a poco deterioraron la demanda agregada
y dieron lugar a las altísimas tasas de paro de los años ochenta. Al
mismo tiempo, por esta vía se garantizaba el valor de los activos de
los grandes propietarios y se podía conceder un poder privilegiado a
las autoridades monetarias, que comenzaron a gozar de cada vez más
autonomía para imponer sus políticas al margen de los controles
parlamentarios y de todo tipo que afectaban a los instrumentos de
política económica tradicionales. Finalmente, los criterios
antiinflacionistas monetaristas implicaban una constante limitación
de los déficits públicos, en particular, y de toda la intervención
pública en general que derivaba en la pérdida de impulsos fiscales,
en la crisis de los Estados de Bienestar y en consecuencia en la
modificación de la pauta distributiva para favorecer ahora las
retribuciones del capital, justo lo que era necesario para hacer
posible que éste último financiara privilegiadamente la
transformación productiva.
Puede decirse, pues, que el desempleo generalizado no fue sino
una consecuencia de la respuesta neoliberal a la crisis estructural
del modelo de crecimiento de la posguerra, el efecto inevitable de
las políticas deflacionistas y la solución, no el problema, que
permitió hacer frente a la reestructuración capitalista en

file:///Users/juantorreslopez/lo%20mio%20pro/ac-cursos/master%20cadiz/neoliberalismo.htm Página 18 de 25
EL NEOLIBERALISMO 11/11/09 15:29

condiciones más favorables para la gran empresa.


De hecho, el desempleo que generaban las políticas económicas
neoliberales, aunque causante a su vez de la caída del consumo y de
la actividad, se convertía en un poderosísimo factor de disciplina y
control social que, añadido al fortalecimiento del individualismo y
del posibilismo como máximos valores sociales, constituían la base
de legitimación de la nueva situación económica.
Por último, y esto no es lo menos importante, se ha modificado
la propia naturaleza del trabajo en nuestras sociedades capitalistas
que, sin dejar de sostenerse sobre el régimen salarial, han logrado
quebrar las condiciones en que se presta y su vinculación con la
obtención del ingreso.
La primera de esas transformaciones tiene que ver con una
mutación esencial en el desarrollo del tiempo de trabajo. La nueva
base tecnológica ha permitido fragmentar los procesos, difuminar lo
que tradicionalmente eran continuidades y, en definitiva, romper las
secuencias de los procesos de trabajo. Y para ello ha sido un factor
esencial la descualificación de la gran mayoría de los oficios y
actividades que pueden ahora realizarse desarrollando protocolos
mucho más mecánicos y más fácilmente fragmentables.
Otro fenómeno singular y en cierta medida paradójico es que la
pérdida de resortes e instituciones de bienestar colectivo ha
obligado a incrementar el esfuerzo humano (deberíamos decir, el
trabajo humano) vinculado a actividades que, sin embargo, quedan
fuera del universo mercantil. Es lógico que esto ocurra justamente
cuando merman los ingresos del trabajo, que son los únicos que están
al alcance de la inmensa mayoría de la población, y cuando la
actividad asistencial de los Estados se debilita. O, simplemente,
cuando el propio progreso humano implica, por ejemplo, más esperanza
de vida, más demanda de relaciones convivenciales, relaciones
cotidianas más próximas (aunque a la postre resulten frustradas), o
sencillamente una mayor demanda de afectividad y contacto social.
Pero paradójicamente ocurre que el sistema capitalista no puede
atender este tipo de necesidades si no es mercantilizando las
relaciones humanas, lo que implica que la inmensa mayoría de la
población que queda fuera de ellas tenga que procurar su
satisfacción de manera informal o desmercantilizada.
Las consecuencias últimas de todo lo que he señalado hasta aquí
es que el empleo (trabajo asalariado) deja en una gran medida de ser
la fuente que proporciona satisfacción a través del ingreso que
lleva consigo y que una gran parte del esfuerzo humano encaminado a
obtener satisfacción no se traduce en empleo (trabajo asalariado).
El divorcio efectivo entre empleo y satisfacción es completo en
nuestra época. Hasta el punto de que la percepción social del empleo
es la de algo que tiene valor en sí mismo con independencia del
ingreso que proporcione. Como dice con razón Gorz, antes se decía
“tengo ingreso, qué me importa el empleo”, mientras que ahora se
afirmará “tengo empleo, qué me importa el ingreso”. El imaginario
colectivo de esta naturaleza que ha generado el neoliberalismo es
efectivamente lo que permite que los cientos de miles de
“trabajadores” contratados por un puñado de horas en las empresas de

file:///Users/juantorreslopez/lo%20mio%20pro/ac-cursos/master%20cadiz/neoliberalismo.htm Página 19 de 25
EL NEOLIBERALISMO 11/11/09 15:29

contratación temporal crean que verdaderamente tienen “trabajo”.

7. Las secuelas del neoliberalismo


No puede decirse que estas estrategias no hayan sido exitosas
desde el punto de vista del capital. Todo lo contrario: han
modificado adecuadamente el tejido productivo para incorporar una
nueva y necesaria forma de producción y competencia en los mercados
que restaurase la tasa de beneficio, han logrado, gracias a ello,
restaurar la pauta distributiva a favor del capital, han
desarticulado suficientemente las capacidades de respuesta social y
de hecho han logrado sobrada legitimación social y política. Es más,
muy posiblemente, su éxito más notable ha consistido en generar una
percepción social de esas mismas políticas como algo ineluctable, de
manera que la idea de que "no hay alternativas", de que lo que se
hace es la "única política posible" o, sencillamente, de que hemos
llegado al "fin de la historia" constituyen hoy día verdaderos
presupuestos de la acción social.
Es un completo absurdo, por lo tanto, negar que el neolibe-
ralismo ha conseguido llevar las aguas de la economía, de la
política y de los valores sociales al terreno del capital y ello,
quizá, de la forma más descarnada posible: logrando que los
ciudadanos cuyas condiciones de vida se han visto más desfavorable-
mente afectadas asuman sin condiciones que esa es una especie de
nueva condición natural.
Pero eso no quita contemplar descarnadamente la situación real
en la que el neoliberalismo deja a la sociedad, sus profundos
efectos de injusticia y desigualdad.
De una manera resumida destacaré sus efectos más significativos
sobre el bienestar y sobre la situación efectiva en la que se
encuentran nuestras economías.
- Las rentas del trabajo disminuyeron entre 1982 y 1997 en
todos los países occidentales.
En el caso alemán, por ejemplo, las rentas del trabajo
aumentaron un 2 por cien entre 1982 y 1997, mientras que las del
capital lo hicieron un 59 por cien. En Estados Unidos, entre 1977 y
1992, la productividad media del trabajador aumentó un 30 por cien,
mientras que los salarios reales bajaron un 13 por cien.
- La reducción de los costes salariales ha estado acompañada de
la liberalización y la flexibilización progresiva en los mercados de
trabajo encaminadas, como hemos visto, a lograr un uso de este
factor mucho más favorable a los intereses empresariales, y ambas
circunstancias son las que han permitido generar el nuevo régimen
laboral que, finalmente, ha permitido multiplicar la creación de
empleos, si bien éstos son extraordinariamente precarios, temporales
y sujetos a una gran inseguridad en las condiciones de prestación
del trabajo.
- Es cierto que en ese periodo se ha logrado un importante
incremento del volumen global del comercio internacional, pero son
los países más ricos, que representan tan sólo la quinta parte de la
población mundial, los que se han beneficiado del 82 por cien de la

file:///Users/juantorreslopez/lo%20mio%20pro/ac-cursos/master%20cadiz/neoliberalismo.htm Página 20 de 25
EL NEOLIBERALISMO 11/11/09 15:29

ampliación del comercio de exportación y del 68 por cien de la


inversión extranjera directa, ésta última, además, concentrada en su
mayor parte en una docena de naciones.
Por otro lado, el incremento del comercio internacional en la
década de los noventa ha estado cada vez más vinculado a las
empresas multinacionales y se ha realizado a costa de un gran
incremento de la concentración empresarial. Así, el capital
transnacional pasó de representar el 17 por cien del PIB mundial en
los años sesenta al 30 por cien en 1995, mientras que sólo ocho
países concentraban el 96,5 por cien del negocio de estas empresas.
- Se ha registrado también un incremento, en algunos años
espectacular, de la inversión, y en especial de la inversión directa
en el extranjero, pero el 90 por cien de esta inversión se ha
concentrado en los países desarrollados y sólo en muy pocos países
emergentes, como China, constituyéndose en uno de los elementos que
provocan con más intensidad la concentración espacial y los
desequilibrios entre territorios.
- La progresiva (aunque no definitiva) reducción de los tipos
de interés no repercutió principalmente en el incremento de la
inversión estrictamente productiva, sino que sólo dio lugar a que el
capital se dirigiera masivamente a la inversión especulativa en
valores bursátiles entonces ya mucho más rentables relativamente.
Las bolsas de valores estadounidenses, que habían triplicado su
valor entre 1989 y 1997, llegaron a duplicarlo sólo entre 1994 y
1997, lo que da cuenta de las grandes ganancias que allí se
generaban y cuyo incremento ha llegado a evaluarse en un 82 por cien
en esos trece años.
Tal situación no ha hecho sino acrecentar la financierización
de la economía mundial y que en palabras del Informe de las Naciones
Unidas para el Desarrollo del año 1999, “lejos de tratarse de
incidentes aislados han resultado cada vez más comunes con la
difusión y el crecimiento de las corrientes mundiales de capital”.
- También ha registrado ritmos notables de crecimiento en la
mayoría de los países la demanda privada de consumo, lo que suele
interpretarse como un signo adicional de vigor y satisfacción
social. Se olvida, sin embargo, las grandes desigualdades que se
ocultan tras las cifras macroeconómicas nominales. El Programa para
el Desarrollo de las Naciones Unidas ha mostrado en su Informe sobre
el Desarrollo Humano que es sólo la quinta parte más rica de la
población mundial la que realiza el 86 por cien de los gastos en
consumo privado, mientras que al 20 por cien más pobre sólo le
corresponde el 1,3 por cien.
- Estas desigualdades no sólo se dan entre países ricos y
pobres sino que igualmente son extrapolables al interior de cada uno
de ellos, si se tiene en cuenta que en casi todos los países, salvo
muy pocas excepciones (sólo Alemania e Italia dentro de la OCDE),
han aumentado las desigualdades salariales. La quinta parte de la
población más rica en Estados Unidos vio aumentar sus ingresos
anuales un 15 por cien entre 1988 y 1998, mientras que los de la
quinta parte más pobre sólo lo hicieron un 1,5 por cien.
- La consecuencia, en fin, de todo lo anterior ha sido un

file:///Users/juantorreslopez/lo%20mio%20pro/ac-cursos/master%20cadiz/neoliberalismo.htm Página 21 de 25
EL NEOLIBERALISMO 11/11/09 15:29

incremento sustancial de las desigualdades sociales. Según el


Informe sobre el Desarrollo Humano de las Naciones Unidas de 1999,
la diferencia de ingreso entre la quinta parte de la población
mundial que vive en los países más ricos (en cuyo seno existen
también enormes bolsas de pobreza y marginación) y el quinto que
vive en los países más pobres era de 30 a 1 en 1960 y en 1997 de 74
a 1.
Ese quinto más rico disfrutaba del 86 por cien del PIB mundial
(el más pobre sólo del 1 por cien) y del 68 por cien de la inversión
directa (el más pobre del 1 por cien). Sólo los países de la OCDE,
el 19 por cien de la población mundial, representan el 71 por cien
del comercio mundial y el 91 por cien de todos los usuarios de
internet. Incluso en los países más ricos del mundo los niveles de
pobreza superan por término medio el 15 por cien de la población.
Según la CEPAL, entre 150 y 200 millones de los 446 millones de
habitantes de América Latina son pobres y el 16 por cien míseros. Y
da definitiva idea de la tremenda brecha entre ricos y pobres el que
las doscientas personas más ricas del mundo duplicaran con creces su
activo neto, superior al PNB combinado de todos los países menos
adelantados que cuentan con 600 millones de habitantes, en los
cuatro años anteriores a 1998.
La aplicación globalizada de las políticas neoliberales (pues a
eso se reduce más bien la globalización en la que vivimos) no se ha
traducido, por lo tanto, tan sólo en una gestión macroeconómica que
propicia las crisis recurrentes y que hace cada vez más vulnerables
a los grupos de población o a las naciones más pobres. Además, ha
fortalecido el uso asimétrico de los recursos tecnológicos, lo que
hace aumentar estrepitosamente las diferencias entre las naciones y
los grupos sociales a la hora de acceder a las plataformas de las
que depende la emancipación y el desarrollo económicos; no se ha
traducido en efectiva libertad de movimientos, como muestra el
constante peligro de que los flujos migratorios desestabilicen a las
sociedades más desarrolladas donde aspiran a insertarse legiones de
desheredados que al final se estrellan contra la frontera
insuperable del racismo o la exclusión social; y ha dado lugar a una
verdadera degeneración del trabajo humano en todo el planeta con la
multiplicación del empleo precario, de la esclavitud infantil y de
todo tipo de actividades laborales clandestinas e ilegales. Por otro
lado, y como es bien sabido, la disponibilidad de una nueva base
tecnológica no ha repercutido sustancialmente en un mayor equilibrio
ambiental, sino que el fortalecimiento de la dinámica de mercado ha
provocado un uso mucho más "liberal" de los recursos naturales, lo
que equivale a decir que se intensifica su uso y que se está más
lejos de respetar su obligada restricción sistémica que sólo puede
lograrse a través de una regulación estricta de su uso.
En definitiva, y a diferencia de la connotación de progreso y
modernidad que el discurso neoliberal quiere asociar al fenómeno de
progresiva liberalización capitalista, lo que está ocurriendo
sencillamente es que aumenta cada vez más la explotación. En
nuestros días, y precisamente bajo la vigencia del neoliberalismo,
la transferencia global de riqueza desde el trabajo al capital,

file:///Users/juantorreslopez/lo%20mio%20pro/ac-cursos/master%20cadiz/neoliberalismo.htm Página 22 de 25
EL NEOLIBERALISMO 11/11/09 15:29

desde las periferias hacia el centro y desde los grupos de población


más pobres hacia los más favorecidos alcanza montantes gigantescos y
desconocidos en otras etapas históricas, tal y como vienen
denunciando los informes más solventes sobre la distribución de los
ingresos y la riqueza en nuestro mundo.
Cuanto acabamos de analizar, los efectos tan negativos del
neoliberalismo sobre el bienestar, su gran ineficiencia a la hora de
poner en funcionamiento la actividad productiva y la globalización
tan asimétrica de las relaciones económicas y sociales que domina el
planeta, no es sino la otra cara de un mundo en aparente estado de
progreso vertiginoso. Otra cara que refleja el despilfarro y la
insatisfacción que provoca el actual orden económico y a la que
habría que añadir otros fenómenos no estrictamente económicos pero
de indudable influencia sobre la actividad productiva y sobre el
bienestar socioeconómico, como la pérdida de calidad de las
democracias, la emergencia de nuevos e indeseables poderes, la
ausencia de mecanismos internacionales de control, el deterioro
educacional en todos los países del mundo o la creciente fragilidad
de las instituciones básicas para la convivencia social.
Todo ello no puede sino generar multitud de focos de tensión,
contradicciones irreversibles y grandes limitaciones a las propias
políticas neoliberales. Estas proporcionan grandes ganancias a los
más poderosos pero, al mismo tiempo y de manera inevitable, abren
profundas grietas en la sociedad pues la insatisfacción siempre
tiende a quebrar a largo plazo la legitimación y el consenso, sea
por la vía que sea.
Bajo el vendaval neoliberal parece que se ha llegado a la
conclusión generalizada de que los individuos han dejado de poder
ser dueños de sus destinos, pero en realidad, no hay estabilidad
social posible si no se logra la necesaria legitimación y consenso
basado en la satisfacción humana más plena.
Es justamente la propia lógica implacable del neoliberalismo,
la insatisfacción que desencadena, lo que obliga a esperar, por
necesario, que el futuro de la humanidad se diseñe de una forma
diferente y lo que obliga a que se fortalezcan nuevos valores para
una sociedad civil diferente que sea ciudadana y no sólo
mercancía.

GÉNESIS Y NATURALEZA DEL NEOLIBERALISMO: Efectos sobre el trabajo

Sistema productivo

El punto de partida La estrategia Los procesos Los resultados Efectos sobre el trabajo

- Saturación mercados - Reestructuración productiva a - Nueva base tecnológica - Nuevas industrias alta - Paro
- Agotamiento base tecnológica escala internacional (Nuevas Tecnologías de la tecnología: - Multiplicación
- Disminución tasa beneficio Información) Valor añadido inmaterial categorías/Segmentación laboral
Informatización + automatización Disminución escala - Incremento demanda servicios
- Reorganización procesos Sustitución Trabajo por Capital personales a bajo coste
productivos: Trabajo muy cualificado - Necesidad trabajo a tiempo parcial
Toyotismo, producción flexible, Especialización y horario flexible
post-fordismo Terciarización asociada
- Desmantelamiento "territorios
- Relocalización empresarial: - Integración procesos obreros" (gran fábrica)
desindustrialización selectiva productivos - Diseminación internacional
- Nuevas estrategias comerciales: Versatilidad
estructura laboral
Diferenciación, imagen producto, Flexibilización
- Desprotección legal
nueva pauta consumo - Aparición industrias
Incremento autonomía de las partes.
- Re-regulación mercados de maquilladoras
Crisis Dª Trabajo
trabajo: (contenido tecnológico medio):

file:///Users/juantorreslopez/lo%20mio%20pro/ac-cursos/master%20cadiz/neoliberalismo.htm Página 23 de 25
EL NEOLIBERALISMO 11/11/09 15:29

trabajo: (contenido tecnológico medio):


- Trabajo ilegítimo:
Liberalización Nuevos oficios y tareas
niños trabajadores,
Abaratamiento uso fuerza trabajo Especialización
explotación femenina
Marcos liberales negociación Deslocalización
- Economía sumergida
laboral - Crisis industria tradicional:
- Reorganización "tecno- Deslocalización
financiera" global: Quiebras
Reestructuración gerencial y - Diseminación espacial
empresarial actividad productiva
- Competencia compulsiva

Regulación macroeconómica

El punto de partida La estrategia Los procesos Los resultados Efectos sobre el trabajo

- Disminución tasa beneficio - Recuperación tasa beneficio - Renuncia mecanismos - Paro


Distribución renta desfavorable al - Nueva regulación monetaria - Freno políticas redistributivas discrecionales - Disminución retribución salarial
capital desfavorables al capital Desfiscalización directa, indirecta y diferida
Presión reivindicativa asalariados (fiscalidad, Estado Bienestar, - Desprotección social, - Desprotección laboral:
(incremento coste laboral) Políticas Rentas) Desmantelamiento Estado “trabajadores pobres”
- Endeudamiento generalizado - Políticas antiinflacionistas Bienestar - Incremento economía sumergida
- Hipertrofia flujos financieros Control salarial Incremento desigualdades
Inestabilidad monetaria - Políticas monetarias activas Incremento Pobreza, exclusión
- Crisis aparato productivo Elevación tipos interés social
- Crisis económica internacional - Políticas ajuste estructural - Deflación
- Quiebra automatismos (mercado trabajo, industrial, Freno al crecimiento económico
Crisis políticas económicas ‘stop and financiera,...) Pérdida impulsos a creación
go” Privatización empleo
Crisis fiscal - Keynesianismo reaccionario: - Multiplicación de la deuda
- Límites al crecimiento económico Incremento gasto militar externa
Crisis materias primas Incremento gasto vinculado interés Crisis tercer mundo
Crisis energética privado - Financierización economías
Crisis división internacional del - Fortalecimiento lógica mercado: Crisis económicas de origen
trabajo Liberalización movimientos capital monetario
(procesos de independencia nacional/ Liberalización selectiva comercio Especulación generalizada.
política de bloques) mundial “Economía de casino”
- Mundialización relaciones - Revalorización patrimonios
capitalistas financieros
- Regionalización: - Nominalización políticas
Búsqueda espacios de dominación económicas
regional Pérdida referentes economía real
Renuncia objetivo pleno empleo
- Incremento beneficio
empresarial

Valores y legitimación social


El punto de partida La estrategia Los procesos Los resultados Efectos sobre el trabajo

- El “peligro” del pleno empleo” - Nuevas formas de - Inversión valores sociales - Individualismo - Paro como disciplinador social
(Kalecki) legitimación social - Modificación pauta de consumo Potenciación conducta egoísta - Anomia y empobrecimiento
Reivindicaciones obreras Segmentación social Aislamiento social personal
Luchas sociales: crisis jerarquías - Disciplina social Privatización procesos solidaridad - Sumisión
Cultura del más - Mercantilización industrias Desestructuración mecanismos Asunción jerarquías
- Crisis sociedad de consumo culturales encuentro social - Desmovilización
Limitaciones consumistas de Descrédito de lo colectivo
sociedad desigual Bienestar como aspiración
Límites del consumo como fuente individual
legitimación - Fragmentación social
- Burocratización estatal - Déficits democráticos
- Crisis ideológica - Tiempo de ocio, tiempo de
Política bloques sumisión
Socialismo/Capitalismo - La “mentalidad sumisa”
- Crisis legitimación
Agotamiento “pax keynesiana”

Bibliografía
El análisis del neoliberalismo es el análisis la sociedad de nuestra
época, de forma que la bibliografía sería muy abundante. En los
trabajos que siguen, que no son sino resultado de una selección muy
elemental, se pueden encontrar multitud de referencias
bibliográficas sobre el particular.
CALCAGNO, A.E. y CALCAGNO, A.F. (1995). El universo neoliberal.
Recuento de lugares comunes". Alianza Ed. Buenos Aires.
LE MONDE DIPLOMATIQUE (1998). "Pensamiento crítico vs. pensamiento
único". Editorial Debate. Madrid.
MONTES, P. (1996). "El desorden neoliberal". Ed. Trotta. Madrid.
NAVARRO, V. (2000, 3ª edición), "Neoliberalismo y Estado de

file:///Users/juantorreslopez/lo%20mio%20pro/ac-cursos/master%20cadiz/neoliberalismo.htm Página 24 de 25
EL NEOLIBERALISMO 11/11/09 15:29

NAVARRO, V. (2000, 3ª edición), "Neoliberalismo y Estado de


Bienestar. Ariel. Barcelona.
(2000). "Globalización económica, poder político y Estado del
bienestar". Ariel. Barcelona.
ROMANO, V. (1993). "La formación de la mentalidad sumisa". Los
libros de la Catarata. Madrid.
SEBASTIÁN, L. de (1997) "Neoliberalismo global. Apuntes críticos de
economía internacional". Editorial trotta. Madrid
TORRES, J. (2000, 2ª edición). "Desigualdad y crisis capitalista. El
reparto de la tarta". Ed. Sistema. Madrid.
VARIOS AUTORES (1998). "Neoliberalismo vs. democracia". Ediciones la
Piqueta. Madrid.

[1] El presente trabajo, concebido básicamente con fines


divulgativos, resume varios anteriores del autor que se referencian
en los diferentes apartados.
[2] Catedrático de economía aplicada de la Universidad de Málaga.
[3] Este epígrafe resume algunas ideas de mi trabajo "Sobre
democracia y economía. Algunas reflexiones contra corriente"
publicado en Revista Internacional de Filosofía, nº 112, 1998.

[4] Son palabras de un ex consejero del Bundesbank citadas en Barón,


E. (1.995). "Europa en el alba del milenio". Acento Ed.. Madrid, P.
122.
[5] Declaraciones de Hayek a EL MERCURIO, 12-4-1981, cit. en Valier
J. (1.994). “Liberalismo económico, desigualdades sociales y pobreza
en los países subdesarrollados”. Cuadernos de Economía, Universidad
Nacional de Colombia, nº 21, p.47.
[6] Este epígrafe resume varios capítulos de mi obra “Desigualdad y
crisis económica. El reparto de la tarta”. Editorial Sistema, 2ª
edición, 2000.
[7] Este apartado resume las ideas desarrolladas en mi trabajo
“Sobre las causas del paro y la degeneración del trabajo”. Sistema,
nº 151, 1999.

[i] Aunque las referencias bibliográficas sobre globalización son


innumerables. Desde diversas perspectivas, vid. Amin (1999),
Chesnais (1996), Ferrer (1997) o Martin y Schumann (1998).
[ii] Entre 1989 y 1999 se han producido en el mundo 61 conflictos
armados y sólo tres de ellos han sido entre Estados, lo que da idea
de la desintegración y fractura que sufren muchas sociedades y
naciones.

file:///Users/juantorreslopez/lo%20mio%20pro/ac-cursos/master%20cadiz/neoliberalismo.htm Página 25 de 25

Anda mungkin juga menyukai