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Los puntos Gui para las Almas en Pena

Dr. Marcos Díaz Mastellari


Medicina
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Existen 34 nombres para designar 23 puntos que tienen alguna denominación
que comienza con el vocablo “Gui”. Esta voz puede traducirse como demonio,
fantasma, espectro, aparecido y alma en pena. Estos puntos, ordenados
alfabéticamente según el nombre que lleva el vocablo “Gui” son:

Gui Cang, Ren1 Gui Men, Du22

Gui Cang, Yin Nang Xia Gui Shi, Ren24


(Extra.)

Gui Chen, IG11 Gui Shi, Du26

Gui Chuang, E4 Gui Shou, P5

Gui Chuang, E6 Gui Tang, Du23

Gui Gong, Du26 Gui Tang, P5

Gui Ke Gong, Du26 Gui Tui, IG11

Gui Ke Ting, Du26 Gui Yu, Shi Xuan (Extra.)

Gui Ku, MC8 Gui Xie, IG10

Gui Ku, MC5 Gui Xie, E36

Gui Lei, B1 Gui Xin, P10


Gui Lin, Du16 Gui Xin, MC7

Gui Lin, E6 Gui Xin, P11

Gui Lu, Du28 Gui Xin, P9

Gui Lu, V62 Gui Xue, Du16

Gui Lu, MC5 Gui Yan, B1

Gui Lu, MC8 Gui Zhen, Du16

De estos 23 puntos, diferentes autores han seleccionado trece de ellos que han
considerado de particular importancia en el tratamiento de trastornos
psiquiátricos del nivel psicótico, en lo fundamental. Por la severidad de los
trastornos que con ellos se tratan y por el sufrimiento que estos desórdenes
implican para el paciente, se ha considerado más preciso, a la vez que más
elocuente, emplear la aceMCión de “los trece puntos para las almas en pena”.
Resulta curioso que, si bien existen algunas diferencias en relación con los
puntos que seleccionan, la cantidad de trece se ha mantenido como parte de
este método terapéutico tan específico, sin que hayamos encontrado una
justificación satisfactoria.

Interpretación y prejuicio. -
Bian Que fue un renombrado médico que sitúa entre los siglos V y IV antes de
nuestra era1[1]. Si bien no existe un documento de la época que lo avale, se
suele asumir que fue Bian Que el primero en emplear y recomendar el empleo
de trece puntos para el tratamiento de los pacientes que presentaban accesos
o padecían de lo que la tradición llamó Dian Zheng o “locura tranquila” y Kuang
Zheng o “locura agitada”.
Alguno de los diversos nombres que se daba a cada uno de los trece puntos
empleados por Bian Que comenzaba con el vocablo “Gui”, lo que favoreció que
se acuñaran denominaciones tales como las de “puntos demoníacos” y “puntos
fantasmas” como consecuencia de su traducción. Esto, unido a la comprensión
muchas veces incompleta del pensamiento médico tradicional chino y al íntimo
sentido que la palabra demonio tenía en la china antigua, ha propiciado que no
pocos autores occidentales interpreten que, en la medicina china clásica, se
atribuían los trastornos de nivel psicótico a la influencia o penetración en el
organismo de fantasmas o demonios.

1[1] Aproximadamente entre los años 407 y 310 a.n.e.


Con independencia de la conceMCión del mundo y de las creencias de cada
autor, para el pensamiento médico clásico chino, lo que se ha interpretado
como fantasma o demonio aludía, en este caso específico, a lo imaginario, a lo
inexistente. Por solo citar dos ejemplos, en varios textos relacionados con el
amor y la sexualidad se mencionan frases tales como “copular, yacer o montar
fantasmas”. Con esto se hacía referencia a la masturbación, a los sueños
eróticos, a la polución nocturna y a otras fantasías solitarias de esa naturaleza.
Por su parte, Huang Fu Mi, eminente médico que vivió entre los años 215 y
282, en el capítulo primero del 7º libro de su obra Jia Ji Jing, dedicado a las
“Lesiones por Frío y Enfermedades Febriles por afecciones de los Seis
Niveles”, se refiere al encanto, hechizo o fascinación que pueden presentarse
en estados de excitación de carácter psicótico de estas afecciones empleando
la frase “con apariciones de fantasmas o espectros”.
A su vez, en los textos clásicos a partir del Su Wen, cada vez que se alude a
trastornos mentales severos, locura u otras designaciones semejantes, entre
sus causas no se incluyen ni fantasmas ni demonios. En su etiología, se
invocan factores patógenos externos, endógenos y Bu Nei Wai Yin. Incluso, en
el capítulo 47 del Su Wen, al mencionar la etiología de ciertos trastornos
mentales, se hace referencia a las alteraciones emocionales de la madre
durante el embarazo que afectan la esencia y el Yang del feto.
Las alusiones a fantasmas en la MTCh cuando se trata de desórdenes
mentales, indican la presencia de alucinaciones, alucinosis e ilusiones en el
cuadro clínico. Así, cuando se dice “los fantasmas no se retiran de inmediato”,
se alude a la paulatina remisión de las alucinaciones. Cuando describen una
modalidad de la patoplastia con la frase “obsesión por fantasmas perversos o
demonios malignos”, se están refiriendo a un cuadro alucino-delirante
presumiblemente con ideas de daño y otras características similares. Si hablan
de “ver fantasmas”, nos están diciendo “alucinaciones visuales”. En buena
medida, estas denominaciones reflejan también la manera en que los pacientes
referían sus síntomas y vivencias dentro de su contexto cultural concreto.
La asociación de los “fantasmas” con manifestaciones en el pulso y en la
lengua, entre otros signos, el atribuirlos a factores etiológicos concretos, así
como vincular su desaparición con la ingestión de medicamentos, con puntos
acupunturales y con manipulaciones instrumentales específicas, no permiten
siquiera sospechar que la conceMCión médica tradicional china de estos
trastornos se asentará en un fundamento mítico-mágico.

Las fuentes, sus aportes y sus características fundamentales. -


Algunos autores atribuyen a Sun Si Miao (581-682) la descriMCión y empleo de
estos trece puntos. Sin embargo, si bien llegan hasta nuestros días gracias a
una obra de este autor llamada Bei Ji Qian Jin Yao Fang 2[2], Sun Si Miao
confiesa no hacer otra cosa que transcribir lo que al respecto se atribuye a la
autoría de Bian Que. Esto queda tácita e indudablemente recogido en el
capítulo 14 de la mencionada obra. Por consiguiente, al citar a Sun Si Miao, no
hacemos más que ratificar lo atribuido a Bian Que.

2[2] Escrita aproximadamente en el año 652.


Dada la evidente efectividad de estos puntos, varios textos publicados durante
la Dinastía Ming (1368-1644), vuelven a mencionar estos puntos. Estas
referencias aparecen en las obras Zhen Jiu Da Quan 3[3], Zhen Jiu Ju Jing4[4] y
Zhen Jiu Da Cheng5[5]. A éstas tres últimas obras hemos podido acceder
indirectamente, a través de una síntesis elaborada por Ye Cheng Gu, tradición
y conocimientos heredados, en buena medida, de su padre, Ye Xin Qing, de
quien se dice que era un experto en el tratamiento de enfermedades mentales.
Esta síntesis consiste en una sola versión basada en las obras citadas. En la
propia obra de Ye Cheng Gu se cita a Xu Qiu Fu quien publicó sus criterios y
experiencias respecto a los trece puntos durante la Dinastía Song (960-1279).
Por otra parte, hemos podido tener acceso a una obra, llamada Shen Ying Jing,
escrita por Liu Jin en 1425, de la que se afirma que Yang Ji Zhou incluyó
íntegramente en el Zhen Jiu Da Cheng, solo que con un ordenamiento
diferente.
Esto permite suponer que está basada en la experiencia acumulada en los
últimos años del siglo XIV y primeros del siglo XV, por lo que expresa criterios
esencialmente desarrollados durante las Dinastías Jin y Yuan (1115-1368). Sus
diferencias con la síntesis de Ye Cheng Gu evidencian que es portadora de una
conceMCión diferente de la representativa de la Dinastía Ming.
Estas diferencias no implican las imprecisiones que pudieran surgir como
consecuencia de una síntesis, ya que el texto Zhen Jiu Da Cheng es una obra
compuesta por ocho libros, por lo que este autor contemporáneo debió basarse
en otra fuente. De esta manera, al comparar estas cuatro obras, podemos
confrontar cuatro conceMCiones diversas que abarcan desde los siglos V o IV
a.n.e. hasta el año 1601 con una fidelidad aceptable, a juicio nuestro, y nos
permiten profundizar más y mejor en el pensamiento de los clásicos acerca de
“los trece puntos para las almas en pena”. Estas cuatro fuentes mencionadas
aportan lo siguiente:
a) las que aparecen en el texto de Sun Si Miao que, por respetar la
experiencia atribuida a Bian Que, pudieran abarcar el conocimiento
acumulado durante algo más de un milenio 6[6].
b) las reflejadas en la obra de Xu Qiu Fu la experiencia desarrollada
durante la dinastía Song (960-1279)
c) las de Liu Jin que abarcan, en buena medida, las modificaciones
introducidas desde el año 652 hasta 1425.
d) las que corresponden a la síntesis elaborada por Ye Cheng Gu, que
abarcan criterios surgidos desde 1429 hasta 1601, en lo fundamental.

3[3] Escrito por Xu Feng en 1429.

4[4] Escrito por Gao Wu en 1529.

5[5] Atribuido a Yang Ji Zhou y publicada en 1601.

6[6] Entre el 407 a.n.e. y el 652 n.e. aproximadamente.


Las enjundiosas diferencias. -
Entre el resumen de los autores de la Dinastía Ming y lo planteado por Sun Si
Miao, existen algunas diferencias.
Sun Si Miao plantea que tanto el noveno como el quinto punto se llaman Gui
Lu, mientras que en la síntesis de la Dinastía Ming se dice que el nombre del
noveno punto es Gui Ku. Gui Lu puede traducirse como “el camino o el sendero
del alma en pena” y con ese mismo nombre se designaron los puntos V-62 y
MC-5. Posteriormente, a MC-5 se le denominó Gui Ku, que quiere decir “la
caverna del alma en pena”, y ese mismo nombre se le dio también a MC-8.
De manera similar, en la obra de Sun Si Miao se dice que el cuarto punto es
Gui Xin, “el corazón del alma en pena”, localizando este punto en la cara
palmar de la eminencia tenar, a mitad de camino hacia el pliegue de la muñeca,
por lo que coincide con P-10 7[7], mientras que los autores de la Dinastía Ming
señalan que se trata de MC-7, que también recibe este mismo nombre.
A juicio nuestro, tanto la experiencia reflejada en los textos de la Dinastía Ming
como la recogida por Sun Si Miao tienen vigencia, por lo que es incorrecto
seleccionar uno en detrimento del otro por cualquier razón que no sean las
peculiaridades del paciente concreto.
Esta falta de concordancia en las fuentes obedece, por un lado, a un problema
de nomenclatura, divergencia comprensible desde la perspectiva del complejo
desarrollo histórico del territorio que la contemporaneidad reconoce como
China durante un lapso de unos 20 a 22 siglos, además. Por otro, no debe
olvidarse que estos trece puntos se emplean en el tratamiento de una variedad
de problemas de salud que abracan una diversidad muy amplia, entre las que
se incluyen las esquizofrenias, otras psicosis con cuadros clínicos de exaltación
o agitación y estados de estupor, así como la enfermedad maníaco-depresiva y
algunas psicosis sintomáticas entre otros trastornos de nivel psicótico.
Adicionalmente, cada persona ha desarrollado el estado de su salud a partir de
cualidades funcionales intrínsecas que difícilmente son idénticas e inmersas en
condiciones ambientales, nutricionales, sociales, personales y otras de carácter
externo, también diferentes.
Por consiguiente, atendiendo a las características de cada paciente, si
predomina la agresión o el avance del Fuego sobre el Metal, por ejemplo,
puede ser aconsejable emplear P-10, mientras que, si solo predomina la
Hiperactividad del Fuego, sea preferible MC-7 y, en determinados casos puede
resultar prudente el empleo de ambos. También debe tenerse en cuenta que,
dado que clásicamente los puntos se designan por su nombre, aplicar uno, otro
o ambos, no tiene que implicar una modificación del postulado terapéutico.
Estas dos primeras fuentes, esto es, la obra de Sun Si Miao y la síntesis de
diversos autores de la Dinastía Ming, recomiendan el empleo de estos puntos
con un determinado orden que algunos suponen invariable, aunque existen
razones de suficiente peso para ponerlo en duda.

7[7] Uno de sus nombres es precisamente Gui Xin.


Entre las dos secuencias preconizadas, existe una sola diferencia, la que, a
juicio nuestro, está relacionada con el tipo de cuadro clínico que presenta el
paciente.
Las dos secuencias de puntos son:

Síntesis de la Dinastía
Sun Si Miao
Ming

1. Du-26 Du-26

2. P-11 P-11

3. B-1 B-1

4. P-10 MC-7

5. V-62 V-62

6. Du-16 Du-16

7. E-6 E-6

8. Ren-24 Ren-24

9. MC-5 MC-5

10. Du-23 Du-23

11. Gui Cang8[8] Gui Cang

12. IG-11 IG-11

13. HaiQuan9[9] o Gui Feng o She Hai Quan


Feng

En el propio capítulo 14 del texto Bei Ji Quan Jin Yao Fang, luego de enunciar
los trece puntos, Sun Si Miao añade:

8[8] Gui Cang: En el hombre, se sitúa en el periné, en la hendidura inferior del escroto. La
mayoría de los autores lo interpretan como Ren-1, pero algunos pocos lo reconocen como el
punto extraordinario Yin Nang Xia, localizado sobre el primer pliegue, inmediatamente por
detrás del escroto, al nivel de la línea media. En la mujer, sobre la línea media también, en el
punto medio entre la comisura anterior de los labios mayores y la de los labios menores,
inmediatamente por delante de la raíz del clítoris.

9[9] Hai Quan (o Gui Feng o She Feng): Sobre el frenillo sublingual, en su punto medio.
“Para los casos de hablar disparatadamente, es mejor aplicar 14 conos de
moxa en Xuan Ming10[10]; surtirá efectos mejores si se corta con un cuchillo
fino este frenillo. Para casos de pérdida de conocimiento, el punto Feng Fu
(Du-16). Para casos de locura agitada con palabras insolentes, furia y marcha
enloquecida, puede emplearse Gui Yu (Shi Xuan, Extra.). Para el paciente
melancólico con los cuatro miembros pesados 11[11], Gui Men (Du-22). La furia y
el insulto con marcha incesante mejoran con Gui Xie (E-36). Los síntomas de
pesadez y dolor en los cuatro miembros se curan con Gui Shou (P-5). Si habla
incesantemente, punzar Gui Ke Ting (Du-26).”
Lo que se acaba de exponer hace pensar que, en la concepción expuesta por
Sun Si Miao, no prevalecía el criterio de emplear mecánica e invariablemente
los trece puntos. Para esta afirmación nos basamos en los siguientes
elementos de juicio:

a. Sun Si Miao dice reproducir los trece puntos empleados por Bian Que;
éste les da el mismo orden que su predecesor, lo que no implica que se
tuvieren que emplear todos los puntos en todos los trastornos ni que ese
orden necesariamente fuere siempre secuencial.
b. Al incluir en el mismo capítulo y refiriéndose a los mismos trastornos
cuatro puntos no considerados dentro de los trece con indicaciones
precisas, habla en favor de variaciones en función de las características
del cuadro clínico.
c. Mencionar el empleo de Du-16 y Du-26, incluidos en los trece puntos,
pero especificando su utilización en circunstancias concretas, puede ser
un indicador de que éstos no se empleaban siempre, al menos con el
mismo sentido prioritario, sino que se incluían cuando el paciente
presentaba determinadas manifestaciones.

Además de estos tres elementos de juicio, tenemos las contribuciones de Xu


Qiu Fu. Éste sustituyó el término “puntos para las almas en pena” por el de
“puntos para las enfermedades de las almas en pena”. Más que una diferencia
estrictamente semántica, la diferente denominación implicaba también un
cambio conceptual: el abandono de la relación de los puntos seleccionados con
el nombre y sustituirlo solo por el de sus efectos.
Este autor de la Dinastía Song (960-1279) recomendaba para el tratamiento de
estas afecciones los puntos Du-26, Du-16, Ren-24, E-6, P-11, MC-7, B-1, Gui
Feng y MC-5, todos incluidos tanto en la obra de Sun Si Miao como en la
síntesis confeccionada por Ye Cheng Gu, salvo MC-7, que solo aparece citado
por este último autor. También recomienda el empleo de Du-24, E-17, VB-34 e
H-2. Ninguno de estos cuatro últimos puntos se identifica con algún nombre
que contenga el vocablo “Gui”.

10[10] Nombre que solo Sun Si Miao da al punto Du-28.

11[11] Parece como si aquí incluyeran al estupor depresivo.


A pesar de que el primer y el último de los primeros nueve puntos coinciden
con el primero y el noveno de las dos referencias mencionadas con
anterioridad, el orden de los puntos intermedios difiere de ambos. Además, este
autor no hace énfasis alguno en su orden, no aclara si siempre se emplean
todos o si se puede emplear parte de ellos, ni especifica qué tipo de
estimulación deber hacerse en E-17, punto en el que el resto de los autores
conocidos proscriben el empleo tanto de agujas como de moxas.
Si unimos estos elementos a los criterios terapéuticos tradicionales clásicos,
podemos atribuir estas aparentes omisiones a un criterio flexible de empleo,
por lo que no es necesario aclarar lo que está implícito en la doctrina.
Este autor nos aporta tres elementos de juicio importantes para la comprensión
de esta técnica de tratamiento:

a. que no necesariamente hay que emplear los mismos trece puntos en el


tratamiento de los desórdenes mentales severos.
b. que el orden de los puntos no necesariamente habrá de ser el mismo
para obtener los resultados esperados.
c. al asociar MC-7 con H-2 y VB-34, está enfatizando que el empleo de
estos puntos es en aquellos casos en los que se requiera calmar el
fuego y sacar calor, tanto del movimiento madera como del movimiento
fuego.

En la obra de Liu Jin conocida como Shen Ying Jing, en su decimoprimer


capítulo, titulado “La Categoría de las Lesiones del Corazón 12[12], la
Manía13[13] y el Retraimiento14[14]”, dice:
“Para la obsesión por fantasmas perversos: MC-5. Continúe estimulando
entonces los siguientes trece puntos: El primero, Gui Gong (Du-26). El
segundo, Gui Xin (P-11). El tercero, Gui Lei (B-1). El cuarto, Gui Xin (P-9). Es
innecesario estimular todos estos puntos. No más de 5 ó 6 yo diría”. (…) “Se
deben comenzar a retirar las agujas desde el lado izquierdo en los pacientes
varones y desde el lado derecho en las pacientes femeninas. Si esta cantidad
de puntos no surten el efecto deseado, estimúlenlos todos.”
Y más adelante continua: “El quinto es Gui Lu (V-62;) purgar siete veces con la
aguja calentada al rojo y emplearla 2 ó 3 veces en cada oportunidad. El sexto
es Gui Zhen (Du-16). El séptimo es Gui Chuang (E-6). El octavo es Gui Shi
(Ren-24). El noveno es Gui Gong (MC-8). El décimo es Gui Tang (Du-23);
purgar siete veces con aguja caliente al rojo. El onceno es Gui Cang (Ren-1);
aplicar tres conos de moxa. El duodécimo es Gui Chen (IG-11); use aguja
caliente al rojo. El décimo tercero es Gui Feng (o Hai Quan , Extra.). Uno debe

12[12] O que trastornan la mente.

13[13] Alude al síndrome Luang.

14[14] Alude al síndrome Dian.


operar con estos puntos en orden. La combinación de agujas y calor es la
regla.”
Esta concepción se diferencia del resto en lo siguiente:
a) comienza con MC-5, pero no incluye este punto dentro de los trece,
empleándolo como un punto necesario para que los demás puedan
ejercer sus efectos convenientemente; esto a su vez implica que este
autor emplea catorce puntos.
b) en el cuarto lugar de la secuencia, sitúa a P-9 en lugar de P-10, MC-7 ó
E-6 como las otras tres referencias citadas.
c) en el noveno lugar de la secuencia, sitúa a MC-8 en lugar de MC-5.
d) en el decimoprimer lugar de la secuencia, sitúa a Ren-1 en lugar del
punto extraordinario Gui Cang.

En relación con el orden de los puntos, plantea que los puntos deben
emplearse en orden, pero esto no implica que necesariamente ese orden tenga
que obedecer a una secuencia rígida que abraque los trece puntos. En cuanto
a los puntos a emplear, es categórico en que hay que comenzar con MC-5 para
luego continuar con el resto, pero es igualmente categórico a que no se
empleen más de 5 ó 6 puntos, salvo que no se logre el efecto terapéutico. Solo
en este último caso enuncia la posibilidad de emplear los catorce puntos si
fuere necesario.
El método recomendado por Liu Jin para el empleo de estos puntos es
aplicable a cuadros alucino-delirantes de nivel psicótico, en lo fundamental. En
el resto del capítulo prosigue recomendando puntos y combinaciones de puntos
en diferentes trastornos mentales severos. El texto, en general, es como un
“Vademecum Acupuntural”, en el que sucintamente se expone el tratamiento
casi exclusivamente sin profundizar en el cuadro clínico.

Algunas conjeturas. -
Todos los elementos de juicio expuestos hasta este momento nos conducen a
las siguientes conclusiones:

a) que los trece puntos para las almas en pena se emplean en un conjunto
de trastornos mentales graves, entre los que se incluyen muchos
síndromes convulsivos y de nivel psicótico, los que a su vez integran
diversas entidades nosológicas tanto para la MTCh como para la
medicina occidental moderna, por lo que no se puede esperar que en
todos ellos se deban emplear los mismos puntos en un mismo orden y
obtener los mismos resultados.
b) que las diferencias entre los autores revisados derivan tanto de variantes
propuestas por éstos, como de que fueron recomendados para
entidades y manifestaciones clínicas diversas.
c) que todo parece indicar que nunca se recomendó el empleo de todos los
puntos mecánicamente, sino que siempre prevaleció la doctrina de
emplear solo los puntos necesarios, ajustados a las exigencias de cada
paciente concreto.
d) que las manipulaciones instrumentales recomendadas en cada punto
por los diferentes autores están en correspondencia con las
características y necesidades generales de cada cuadro clínico tratado.
e) que esta técnica de tratamiento tradicional, que demostró eficacia
durante algo más de 2000 años (ateniéndonos solo a la literatura
consultada) debe considerarse de utilidad, aún en la actualidad.
f) que las diferencias entre los diversos autores no se niegan entre sí, sino
que enriquecen la experiencia acumulada por la milenaria tradición
médica china.
g) que los puntos reconocidos y denominadas como con efectos
“demoníacos” o “para las almas en pena” por la totalidad de los autores
consultados, no son trece, sino veinticinco. Estos son: Du-26, P-11, B-1,
P-9, P-10, P-5, MC-5, MC-7, MC-8, V-62, Du-16, Ren-24, Du-23, Ren-1,
IG-11, Hai Quan, Du-24, VB-34, Du-28, E-17, H-2, Shi Xuan, E-36 y Du-
22.
h) que, en ningún caso, ningún autor aclara ni sugiere, por qué la cifra de
trece puntos, dando la impresión de que, a partir de Bian Que se
estableció la tradición de mencionar algo así como los “trece puntos
supremos”, no existiendo ninguna razón especial para esa cantidad
específica.

Tratando de precisar los procedimientos. -


Como se habrá podido apreciar, a pesar de que algunos autores de occidente
hablan de insertar agujas en estos puntos simplemente, los procedimientos y
las técnicas parecen ser un tanto menos simples, aunque no en todas las
fuentes se detallan.
Existen algunas diferencias en las maniobras recomendadas en cada punto por
Sun Si Miao, las recomendadas en el resumen de los autores de la Dinastía
Ming y las sugeridas por Liu Jin, diferencias que parecen tener su origen en las
mismas características de las desarmonías apuntadas con antelación.
Dadas estas diferencias, las describiremos por separado. En lugar de identificar
cada punto con su nombre, lo haremos con su número que identifica el orden
de su aplicación, esto es, su lugar en la secuencia. En cada caso en que
existan diferencias en la manipulación, identificaremos con la letra “a” la
correspondiente a las obras más antiguas, con la letra “b” las de la Dinastía
Ming y con la “c”, las recomendadas por Liu Jin. Cuando no existan diferencias
en las maniobras sugeridas, se insertará la palabra “todos”. Estas son:

1. (Du-26 en los tres casos):


a) Insertar la aguja por la izquierda y hacerla salir por la derecha del punto.
b) Insertar la aguja a 0.3 cun de profundidad.
c) Insertar aguja.

2. (P-11 en los tres casos):


(Todos) Insertar la aguja a 0.3 cun de profundidad.

3. (B-1 en los tres casos):


(Todos) Insertar la aguja a 0.2 cun de profundidad.

4. (a = P-10; b = MC-7; c = P-9):


(Todos) Insertar la aguja a 0.5 cun de profundidad.

5. (V-62 en los tres casos):


(En los casos de “a” y “b”) Tres estimulaciones con aguja caliente.
c) Dos a tres estimulaciones con aguja caliente por siete aplicaciones.

6. (Du-16 en los tres casos):


a) Tres estimulaciones con aguja caliente.
b) Insertar la aguja a 0.3 cun de profundidad.
c) Insertar aguja.

7. (E-6 en los tres casos):


a) Tres estimulaciones con aguja caliente.
b) Insertar la aguja a 0.5 cun de profundidad.
c) Insertar aguja.

8. (Ren-24 en los tres casos):


a) Insertar la aguja oblicuamente hacia la derecha.
b) Insertar la aguja a 0.3 cun de profundidad.
c) Insertar aguja.

9. (a y b = MC-5; c = MC-8):
(“a” y “b”) Insertar la aguja a 0.3 cun de profundidad.
c) Insertar aguja.

10. (Du-23 en los tres casos):


a) Tres estimulaciones con aguja caliente.
b) Insertar la aguja a 0.2 cun de profundidad.
c) Insertar aguja caliente siete veces.

11. (a y b = Gui Cang; c = Ren-1):


a) Aplicar tres conos de moxa.
b) Insertar la aguja a 0.3 cun de profundidad.
c) Aplicar tres conos de moxa.

12. (IG-11 en los tres casos):


a) Tres estimulaciones con aguja caliente.
b) Insertar la aguja a 0.5 cun de profundidad.
c) Insertar aguja caliente.

13. (Hai Quan en los tres casos):


a) Insertar la aguja atravesando la lengua desde la cara inferior hasta sacar
la punta por la cara superior.
b) Sangría.
c) Insertar aguja.

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