De estos 23 puntos, diferentes autores han seleccionado trece de ellos que han
considerado de particular importancia en el tratamiento de trastornos
psiquiátricos del nivel psicótico, en lo fundamental. Por la severidad de los
trastornos que con ellos se tratan y por el sufrimiento que estos desórdenes
implican para el paciente, se ha considerado más preciso, a la vez que más
elocuente, emplear la aceMCión de “los trece puntos para las almas en pena”.
Resulta curioso que, si bien existen algunas diferencias en relación con los
puntos que seleccionan, la cantidad de trece se ha mantenido como parte de
este método terapéutico tan específico, sin que hayamos encontrado una
justificación satisfactoria.
Interpretación y prejuicio. -
Bian Que fue un renombrado médico que sitúa entre los siglos V y IV antes de
nuestra era1[1]. Si bien no existe un documento de la época que lo avale, se
suele asumir que fue Bian Que el primero en emplear y recomendar el empleo
de trece puntos para el tratamiento de los pacientes que presentaban accesos
o padecían de lo que la tradición llamó Dian Zheng o “locura tranquila” y Kuang
Zheng o “locura agitada”.
Alguno de los diversos nombres que se daba a cada uno de los trece puntos
empleados por Bian Que comenzaba con el vocablo “Gui”, lo que favoreció que
se acuñaran denominaciones tales como las de “puntos demoníacos” y “puntos
fantasmas” como consecuencia de su traducción. Esto, unido a la comprensión
muchas veces incompleta del pensamiento médico tradicional chino y al íntimo
sentido que la palabra demonio tenía en la china antigua, ha propiciado que no
pocos autores occidentales interpreten que, en la medicina china clásica, se
atribuían los trastornos de nivel psicótico a la influencia o penetración en el
organismo de fantasmas o demonios.
Síntesis de la Dinastía
Sun Si Miao
Ming
1. Du-26 Du-26
2. P-11 P-11
3. B-1 B-1
4. P-10 MC-7
5. V-62 V-62
6. Du-16 Du-16
7. E-6 E-6
8. Ren-24 Ren-24
9. MC-5 MC-5
En el propio capítulo 14 del texto Bei Ji Quan Jin Yao Fang, luego de enunciar
los trece puntos, Sun Si Miao añade:
8[8] Gui Cang: En el hombre, se sitúa en el periné, en la hendidura inferior del escroto. La
mayoría de los autores lo interpretan como Ren-1, pero algunos pocos lo reconocen como el
punto extraordinario Yin Nang Xia, localizado sobre el primer pliegue, inmediatamente por
detrás del escroto, al nivel de la línea media. En la mujer, sobre la línea media también, en el
punto medio entre la comisura anterior de los labios mayores y la de los labios menores,
inmediatamente por delante de la raíz del clítoris.
9[9] Hai Quan (o Gui Feng o She Feng): Sobre el frenillo sublingual, en su punto medio.
“Para los casos de hablar disparatadamente, es mejor aplicar 14 conos de
moxa en Xuan Ming10[10]; surtirá efectos mejores si se corta con un cuchillo
fino este frenillo. Para casos de pérdida de conocimiento, el punto Feng Fu
(Du-16). Para casos de locura agitada con palabras insolentes, furia y marcha
enloquecida, puede emplearse Gui Yu (Shi Xuan, Extra.). Para el paciente
melancólico con los cuatro miembros pesados 11[11], Gui Men (Du-22). La furia y
el insulto con marcha incesante mejoran con Gui Xie (E-36). Los síntomas de
pesadez y dolor en los cuatro miembros se curan con Gui Shou (P-5). Si habla
incesantemente, punzar Gui Ke Ting (Du-26).”
Lo que se acaba de exponer hace pensar que, en la concepción expuesta por
Sun Si Miao, no prevalecía el criterio de emplear mecánica e invariablemente
los trece puntos. Para esta afirmación nos basamos en los siguientes
elementos de juicio:
a. Sun Si Miao dice reproducir los trece puntos empleados por Bian Que;
éste les da el mismo orden que su predecesor, lo que no implica que se
tuvieren que emplear todos los puntos en todos los trastornos ni que ese
orden necesariamente fuere siempre secuencial.
b. Al incluir en el mismo capítulo y refiriéndose a los mismos trastornos
cuatro puntos no considerados dentro de los trece con indicaciones
precisas, habla en favor de variaciones en función de las características
del cuadro clínico.
c. Mencionar el empleo de Du-16 y Du-26, incluidos en los trece puntos,
pero especificando su utilización en circunstancias concretas, puede ser
un indicador de que éstos no se empleaban siempre, al menos con el
mismo sentido prioritario, sino que se incluían cuando el paciente
presentaba determinadas manifestaciones.
En relación con el orden de los puntos, plantea que los puntos deben
emplearse en orden, pero esto no implica que necesariamente ese orden tenga
que obedecer a una secuencia rígida que abraque los trece puntos. En cuanto
a los puntos a emplear, es categórico en que hay que comenzar con MC-5 para
luego continuar con el resto, pero es igualmente categórico a que no se
empleen más de 5 ó 6 puntos, salvo que no se logre el efecto terapéutico. Solo
en este último caso enuncia la posibilidad de emplear los catorce puntos si
fuere necesario.
El método recomendado por Liu Jin para el empleo de estos puntos es
aplicable a cuadros alucino-delirantes de nivel psicótico, en lo fundamental. En
el resto del capítulo prosigue recomendando puntos y combinaciones de puntos
en diferentes trastornos mentales severos. El texto, en general, es como un
“Vademecum Acupuntural”, en el que sucintamente se expone el tratamiento
casi exclusivamente sin profundizar en el cuadro clínico.
Algunas conjeturas. -
Todos los elementos de juicio expuestos hasta este momento nos conducen a
las siguientes conclusiones:
a) que los trece puntos para las almas en pena se emplean en un conjunto
de trastornos mentales graves, entre los que se incluyen muchos
síndromes convulsivos y de nivel psicótico, los que a su vez integran
diversas entidades nosológicas tanto para la MTCh como para la
medicina occidental moderna, por lo que no se puede esperar que en
todos ellos se deban emplear los mismos puntos en un mismo orden y
obtener los mismos resultados.
b) que las diferencias entre los autores revisados derivan tanto de variantes
propuestas por éstos, como de que fueron recomendados para
entidades y manifestaciones clínicas diversas.
c) que todo parece indicar que nunca se recomendó el empleo de todos los
puntos mecánicamente, sino que siempre prevaleció la doctrina de
emplear solo los puntos necesarios, ajustados a las exigencias de cada
paciente concreto.
d) que las manipulaciones instrumentales recomendadas en cada punto
por los diferentes autores están en correspondencia con las
características y necesidades generales de cada cuadro clínico tratado.
e) que esta técnica de tratamiento tradicional, que demostró eficacia
durante algo más de 2000 años (ateniéndonos solo a la literatura
consultada) debe considerarse de utilidad, aún en la actualidad.
f) que las diferencias entre los diversos autores no se niegan entre sí, sino
que enriquecen la experiencia acumulada por la milenaria tradición
médica china.
g) que los puntos reconocidos y denominadas como con efectos
“demoníacos” o “para las almas en pena” por la totalidad de los autores
consultados, no son trece, sino veinticinco. Estos son: Du-26, P-11, B-1,
P-9, P-10, P-5, MC-5, MC-7, MC-8, V-62, Du-16, Ren-24, Du-23, Ren-1,
IG-11, Hai Quan, Du-24, VB-34, Du-28, E-17, H-2, Shi Xuan, E-36 y Du-
22.
h) que, en ningún caso, ningún autor aclara ni sugiere, por qué la cifra de
trece puntos, dando la impresión de que, a partir de Bian Que se
estableció la tradición de mencionar algo así como los “trece puntos
supremos”, no existiendo ninguna razón especial para esa cantidad
específica.
9. (a y b = MC-5; c = MC-8):
(“a” y “b”) Insertar la aguja a 0.3 cun de profundidad.
c) Insertar aguja.