privatización
En la mira, la privatización del río Ranchería (Guajira)
Censat1
Aunque tradicionalmente el río Ranchería ha sido fuente principal de agua dulce de los
guajiros, seguido por los arroyos que refrescan el área en eventuales épocas de
invierno en la región, hace cinco años se inició la gestión gubernamental para construir
sobre el río una presa llamada El Cercado, que abastecerá extensas áreas de cultivo y,
selectivamente, algunos municipios de la baja Guajira.
El sofisma del desarrollo, con los modelos de vida que ha impuesto, ha desplazado a
los centros mayormente poblados de la Guajira2 gran cantidad de alijunas (hombre
blanco), atraídos por la actividad comercial e industrial de la región; por tanto, ha
aumentado la necesidad de agua potable en aquellas zonas. Por otro lado, aunque
ancestralmente estas tierras no fueron explotadas para la agricultura, ésta ha cobrado
gran importancia en la última década. Los estudios presentados por la Unión Temporal
Guajira (UTG) han sustentado y señalado la posibilidad de abastecer con agua para
riego cerca de 18.000 hectáreas por medio de la construcción de la represa sobre el río
Ranchería.
El derecho al agua
En este caso, el Estado tiene una responsabilidad ética al actuar como privatizador en
el sentido de privar a las comunidades que tradicionalmente han visto en el río su
posibilidad de supervivencia, y entregar la fuente hídrica a quienes ven en ella un
instrumento para regar sus grandes cultivos.
Consideraciones finales
El apoderamiento del río Ranchería por parte del Estado, que obedece directamente a
intereses de particulares en la construcción de la represa El Cercado, constituye un
caso contundente de injusticia ambiental, puesto que se vulnera la soberanía de las
comunidades en la gestión del agua, para introducir el patrimonio natural en la lógica
mercantil. La construcción de El Cercado ocasionará que las comunidades ancestrales
de la región sean quienes asuman los pasivos ambientales de la construcción de la
represa.
El Cercado represará 200 millones de metros cúbicos de agua, los cuales surtirán
aproximadamente 15.000 mil hectáreas en el distrito de Ranchería, 3.000 mil hectáreas en San
Juan del Cesar y siete acueductos municipales de la baja Guajira.
En la actualidad se está ejecutando la primera etapa del proyecto que contempla la construcción
de la represa y el descapote de 15 kilómetros para la construcción de vías a la represa, 14
kilómetros a Caracolí, y además la desviación del río por medio de un túnel de un kilómetro. La
segunda etapa del proyecto contempla la construcción del conducto a San Juan y a Ranchería.
El distrito de riego proyecta ampliar el área de cultivo de 6.000 a 37.000 mil hectáreas anuales,
según reportó el INCODER en mayo de 2006.
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