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color

Retórica del negro, blanco y rojo


Los colores inciden en los contextos, los En este artículo veremos cómo el uso del color
puede ser un elemento privilegiado para argu-
emisores de mensajes y sus destinatarios. mentar en una imagen visual. Hemos elegido
el negro, el blanco y el rojo por la frecuencia de
Éstos, aunpe las convenciones cromático- su aparición, la cantidad de usos y lo nutrido
–e incluso aparentemente paradójico o contra-
culturales parecen sugerirnos significados dictorio– de sus interpretaciones socioculturales.

unívocos, permiten clarificar las potenciales Esta selección tiene también un argumento filo-
genético. El hombre primitivo veía al negro y al
ambigüedades del sentido del color. rojo como colores que inquietaban su reposo. A
partir de la vida en la selva, el hombre se hizo
predominantemente visual, su alimento y su se-
xo estaban ligados a la luz. La negra no∏e y su
rojo preludio, el crepúsculo, anunciaban la cer-
canía del peligro. Cuando el bosque se transfor-
págs. 22-29 maba en negra espesura, el hombre, carente
de visión nocturna, estaba expuesto a los preda-
José Luis Caivano dores (más fuertes, con mejor olfato y audición
Investigador Argentina más aguda). Los rojos reflejos del fuego lo fasci-
naban en esas extensas e inquietantes no∏es
Es investigador del conicet y profesor en la Facultad de Arquitectura, Diseño y en las que rondaba un peligro real, tangible. Po-
Urbanismo, uba, donde dirige el Programa de Investigación Color. Fue presidente dríamos imaginarnos ese sentimiento ancestral
del Grupo Argentino del Color y ha sido elegido presidente de la Association al recordar el temor que nos infundía la oscuri-
Internationale de la Couleur, Francia. dad cuando éramos niños. El negro y el rojo se
asociaban con los peligros que ace∏aban la su-
pervivencia de la especie. El negro de la no∏e,
Mabel López el rojo de la sangre y las fieras suscitan un esta-
Investigadora Argentina do de alerta. Por el contrario, el blanco y azul
claro del día, los marrones y verdes de la tierra y
Es docente en la fadu-uba, en la materia Comunicación de la carrera de Diseño el follaje son tranquilizadores. El hombre cons-
Gráfico, y fue docente de Semiología en el Ciclo Básico Común. Actualmente está truyó refugios, iluminó la oscuridad y dominó el
completando su doctorado con una beca de la Universidad de Buenos Aires. mundo natural; sin embargo, su cerebro aún
no ha olvidado. Aunque discriminar el color del
peligro ya no es una información relevante para
salvar la vida de nuestra especie, todavía hay
en la memoria primitiva resabios del cerebro ar-
caico humano que nos hacen reaccionar ante
esos estímulos (López Pasquali, 1998).

Tenemos también un argumento lingüístico y


antropológico. Berlin y Kay (1969) han investiga-
do los nombres básicos de color en diversas
lenguas de todo el mundo. Distinguen once tér-
minos básicos de color que se repiten en las
más variadas culturas: blanco, negro, rojo, verde,
amarillo, azul, marrón, púrpura, rosado, anaran-

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jado y gris. Paralelamente, elaboran una teoría rojo. En un manuscrito de 1550 aparece un dia- rico debía recorrerse en cinco etapas: inventio,
sobre la evolución de los nombres usados para grama que muestra la penúltima fase de trans- dispositio, elocutio, memoria y actio. Para argumentar
denominar los colores, que consta de siete esta- mutación de metales básicos en oro. El semicírcu- a favor o en contra de algo, o sobre la utilidad
dios. El primero (las culturas que tienen sólo lo inferior señala la progresión alquímica del o inconveniencia de determinada cosa, era nece-
dos nombres de color) corresponde al blanco y blanco al negro pasando por el rojo (figura 5). sario encontrar qué decir (los argumentos
al negro. Inmediatamente, en el estadio siguien- apropiados) y cómo expresar esas ideas. La par-
te, la tercera categoría que emerge es el rojo. Esta tríada cromática tuvo un lugar privilegiado te de la retórica que se ocupa de las figuras
El rojo, entonces, incluye todos los rojos, anaran- en la heráldica (figura 6). Con argumentos muy del discurso usadas para persuadir (cómo decir)
jados, marrones, rosas y púrpuras (figura 1). poco rigurosos y contradictorios, se establecían se denomina elocutio. Durante mu∏o tiempo se
Evidentemente, comunicar esta sensación percep- normativas. Por ejemplo, a fines del siglo XIV, generalizó y extendió el análisis de los tropos o
tual cromática era decisivo en las comunidades un escritor heráldico inglés consideraba que el figuras para explicar los usos estéticos y creati-
primitivas, por eso el rojo aparece nombrado a rojo era equidistante del negro y del blanco vos del lenguaje, su función poética. Los desvíos
continuación de los colores acromáticos, cuya –aunque no explicaba por qué–, y era el color que aparecen en los textos creativos respecto
distinción equivalía al valor (claro-oscuro). Con la más apropiado para los príncipes, pues simboli- de los usos ordinarios del código se corresponden
tercera categoría no sólo aparece un nombre zaba la valentía. Durante el siglo XIX se desa- con un nutrido repertorio de figuras retóricas
de color sino una nueva dimensión cognitiva: la rrolló una interpretación más psicológica de la que los estudios de la poética fueron acuñando
categoría de color cromático. Este tercer término, simbología del color. La «Tabla sinóptica» de durante siglos.
«rojo», equivalía a decir «color».1 Humbert de Superville, de 1827, caracteriza al
rojo como violento y expansivo, al blanco como De las cinco partes en las que se organiza la re-
La tríada negro-blanco-rojo aparece con frecuen- el estado de equilibrio, calma y claridad, y al tórica, sólo abordaremos dos, la inventio y la elo-
cia en distintas formas de decoración sobre la negro como la convergencia, la concentración y cutio –consideradas centrales para la persuasión
piel en los pueblos primitivos (Hut∏ings, 1989). la solemnidad (Gage, 1993, p. 90). visual–. Quien enuncia un discurso visual da su
Estos colores sirven para distinguir a los persona- primer paso en la inventio, buscando los argu-
jes centrales de una ceremonia (figura 2). En los La vida en los grandes conglomerados urbanos mentos cromáticos, es decir, proponiendo un ra- 4
cuentos tradicionales se usa la oposición negro- ha modificado las condiciones materiales de la zonamiento seudológico en cuyas premisas el
blanco para representar la antítesis entre el bien existencia humana. La indefensión ante el peligro, color interviene y es portador de una conclusión.
y el mal. El rojo simboliza la sangre de Cristo o se inherente a la especie, el miedo a la no∏e y a la En una fase posterior, en la elocutio, el cómo
2 utiliza para asustar (Hut∏ings, 1993). propia sangre que pudieran arrebatarle las fieras, decir, esos usos del color se corresponden con
1. Estadios I y II en la evolución de los términos básicos de color (Berlin y Kay, 1969). sufren algunas metamorfosis, aunque no desa- la utilización de tropos o figuras retóricas genera-
2. Negro, blanco y rojo en ceremonias religiosas y rituales, y en decoración sobre la piel. Esta tríada es usada a menudo en diversos ri- parecen del todo. Los estímulos cromáticos das por un uso del color particular, intencional,
3. Negro, blanco y rojo en bodas y funerales.
4. El rojo en la vestimenta de la Virgen. tuales para simbolizar el pasaje de un estado a –mediatizados por la cultura– reproducen algu- transgresor. Las figuras retóricas presentan un
5. Diagrama en un manuscrito de H. Reusner, reproducido en Gage (1993, p. 147). otro: nacimiento, boda, bautismo, funerales nas de esas sensaciones más primarias. ¿Por desvío conceptual o formal producido en un
(Hut∏ings, 1997) (figura 3). En Oriente, el rojo qué o para qué lo hacen? Uno podría pregun- enunciado con el objeto de que el receptor lea
significa autoridad, poder, salud, buena suerte, tarse: ¿qué busca el hombre al evocar los amar- una significación que trasciende lo literal.
ideologías políticas; se usa para purgar la mal- gos terrores ancestrales? Quienes proponen
dad. En estas ideas hay un trasfondo religioso y mensajes persuasivos en el marco de la cultura Los enunciados generados por la máquina retó-
filosófico compartido por el mundo oriental de masas usan de modo retórico esta combi- rica –más allá del efecto real en el público, cu-
(Kwon, 2002). nación tricromática con el objetivo de convencer, yo impacto es bastante difícil de medir– pro-
disuadir o seducir al público (figura 7). mueven la reflexión, buscan el razonamiento del
Del mismo modo que en Occidente, desde la destinatario. El mensaje persuasivo se sustenta
Antigüedad, se usaba una pulsera roja de coral En los nuevos entornos comunicativos y virtua- en una lógica que –a diferencia de la lógica 5
como amuleto para proteger al niño de las en- les en los que el hombre se desenvuelve, el uso científica– no se basa en verdades sino en ar-
fermedades, en Sudamérica se mantiene la del color impacta en los sentidos previamente gumentos creíbles, valores y presunciones acep-
creencia de que una cinta roja en la muñeca del a cualquier reflexión sobre el mensaje. Esto re- tadas por sus destinatarios. El dominio de la
3 bebé u oculta entre sus ropas re∏azará las in- presenta una gran ventaja cuando la compe- técnica retórica no es el saber científico sino la
fluencias negativas (maldad, envidia, enfermedad) tencia y lo efímero de las comunicaciones son doxa,2 la opinión corriente, lo que es razonable
que él atrae por su fragilidad y su belleza. una constante. La persuasión retórica (en este sin que medie una demostración que le otorgue
caso, por medio del color) sólo es útil cuando validez universal. Justamente, la doxa se carac-
En la iconografía cristiana el negro y el rojo hay más de una voz, precisamente en las comu- teriza por ser un cuerpo de saberes opinable,
simbolizan el mal (el diablo, el infierno). Aun- nidades en las cuales es posible el disenso y más cerca del sentido común que de la verdad
que también el rojo adquiere valores positivos. puede desarrollarse la multiplicidad de opinio- o la falsedad en el sentido lógico.
Representa la caridad, porque es la sangre de- nes. Por eso, la retórica nace en el contexto de-
rramada por Cristo para la salvación del mundo. mocrático de la Grecia clásica, como método El uso retórico del negro, el blanco y el rojo es-
En las imágenes de la Virgen, el azul de su para imponer un argumento. tará basado en premisas compartidas, que co-
manto es virginidad y el rojo, la virtud de la ca- hesionan a un grupo social. Esta «ideología»
ridad (figura 4). La antigua Retórica. La antigua Retórica aristotélica proviene tanto de creencias acerca de la percep-
es la primera obra que expuso una técnica pa- ción humana, de asociaciones metonímicas
El poder de la alquimia se manifestaba por el ra persuadir y lograr adhesión por parte del (sangre, no∏e, fuego) como del orden metafóri-
color, especialmente por el negro, el blanco y el público (Aristóteles, 350 a.C.). Este camino retó- co, es decir, de la memoria cultural (luto, gue-

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público con el referente propuesto como mode-
lo. Es la forma de persuasión más inmediata o
primaria, que requiere menor reflexión por parte
del público. Se muestra o se habla de un parti-
cular con determinadas características (para
imitar o reprobar), para concluir en la identifica-
6 ción personal del destinatario con la figura pro-
6. Negro, blanco y rojo en heráldica. rra, pureza, diablo, infierno, emblemas políticos, puesta. Es un argumento por analogía. Un tipo
7. Negro, blanco y rojo en la comunicación visual urbana moderna. nacionalidades, etc.). Algunas de las creencias particular de ejemplo es la imago, una imagen
o asociaciones más frecuentes en la cultura oc- conocida y representativa socialmente, capaz de
cidental actual son: «Lo negro es siniestro»; encarnar los valores que se intenta promover.
«Lo negro es inquietante, misterioso»; «Lo negro En este caso, el éxito del argumento dependerá 8
deprime»; «Lo blanco es limpio, aséptico»; «El enteramente de la credibilidad del personaje. el camino hacia la comprensión, aunque su ve- los aspectos relevantes en el reconocimiento 8. Señales urbanas de distintos países y culturas.
blanco es pureza»; «El blanco es neutralidad»; racidad es más frágil, dado que el razonamiento del objeto. 9. Afi∏e antibélico de 1920, Gran Bretaña.
«El rojo excita la visión, es alertante»; «La san- Cuando no hay una identificación primaria sino permite formular una conclusión general a partir
gre (roja) es sinónimo de peligro»; «El rojo es una forma más sofisticada y mediatizada de lle- de una situación particular. Ya desde los comienzos de la letra impresa se
vital, pasional»; «El rojo es alegría». Queda ex- gar a la comprensión del mensaje apelativo, había advertido la conveniencia del uso del papel
plícito el carácter incluso paradójico de estas seguramente habrá deducción. Para comprender Tres géneros persuasivos. Veamos cómo funcio- blanco, la letra impresa negra y los destacados
afirmaciones, que adquieren valores positivos esta forma de argumentar es necesario partir nan el negro, el blanco y el rojo en la comunica- en tinta roja, como una combinación que aunaba
(vida, euforia) o negativos (muerte, disforia) se- del silogismo, la forma más conocida de razona- ción urbana moderna. Con el objeto de ejem- criterios de excelente legibilidad y elegancia.
gún los contextos. miento deductivo usado como método de co- plificar cómo se encarnan los argumentos acerca
nocimiento científico. Más allá del terreno cientí- de esta tríada cromática, proponemos una tipi- 2. Propaganda. El segundo género está consti-
Clases de razonamiento. Una vez que se han se- fico, el uso de la deducción como método ficación de las situaciones a través de un reper- tuido por los mensajes propagandísticos, con
leccionado los argumentos más eficaces, por- persuasivo aparece en múltiples campos, como torio de ejemplos. En todos los casos se busca sus verdades opinables. El uso del rojo y el ne-
que generarán mayor credibilidad en el desti- la argumentación periodística, publicitaria, polí- que el destinatario actúe (que haga algo o cese gro, matizados por el blanco, resulta ideal para
natario a quien se quiere convencer, será tica, pedagógica, el debate parlamentario, la en una acción, que piense o compre algo). La transmitir mensajes de bien público (no publici-
necesario decidir el tipo de razonamiento ele- deliberación judicial, la prédica religiosa, la persuasión se corporiza en géneros discursivos tarios). Por ejemplo, prevención con riesgo de
gido para persuadir. La lógica argumentativa arenga militar o, simplemente, para convencer a que regulan las características, la circulación y muerte: tabaquismo, accidentes, contaminación,
puede adoptar una forma inductiva (dando otro de algo en la vida cotidiana. Este razona- las funciones de los mensajes en la comunica- violencia, mensajes antibélicos. El género de la
ejemplos y modelos para identificarse e imitar), miento, llamado entimema, se basa en la forma ción urbana moderna «diseñada». Distinguimos propaganda promueve mensajes de interés so-
deductiva (exponiendo un razonamiento) o ab- lógica del silogismo, pero se diferencia por el tres modalidades en el uso de estos colores, cial, sin un móvil comercial explícito. Esta mo-
ductiva (mostrando un rasgo que implica la per- objetivo que persigue: no intenta convalidar la que se corresponden con tres géneros persuasi- dalidad tiene dos vertientes: la orientación so-
tenencia a un caso). verdad de determinadas afirmaciones sino per- vos: señalética, propaganda y publicidad. Cada cial y la política.
suadir a un auditorio sobre los argumentos pro- una tomará sólo algunos de los sentidos ex-
La inducción se basa en el ejemplo (exemplum) puestos. Las premisas de las que se nutren los puestos y activará una porción de las connota- La figura 9 muestra un cartel antibélico de una
para persuadir mediante la identificación del entimemas son sentencias que aparecen como ciones atribuidas a estos colores. organización comunista de Gran Bretaña, que
irrefutables, aunque sean sólo presumiblemente circuló en 1920. La argumentación apela a una 9
verdaderas. Algo que parece evidente puede 1. Señalética. Rojo y negro sobre fondo blanco lógica inductiva (exemplum). Las escenas repre-
modificarse con el correr del tiempo. Las presun- aseguran una excelente legibilidad y, a la vez, sentadas (figuras negras sobre fondo rojo) co-
ciones tienen la cualidad de ser creencias que, un importante impacto visual, argumentos per- rresponden a la Primera Guerra Mundial, la tipo-
en alguna circunstancia, admitirían su contraria ceptuales para usar esta combinación cuando grafía contrastante (Never again) destaca en
(esto prueba que no son verdades absolutas), se necesita asegurar una lectura rápida y eficaz. blanco la leyenda. El argumento recuerda el ho-
pero tampoco son mentiras. Persuadir sería una Las señales alertan al destinatario excitando la rror y la muerte del combate en el campo de
tarea inútil o imposible si no hubiese un campo visión, persuaden sobre las conductas apropia- batalla, para disuadir a la sociedad de una posi-
fértil, propicio para aceptar los argumentos. das o lícitas, inapropiadas o ilícitas en el contexto ble reincidencia (ya sabemos que no tuvo éxito).
ciudadano. Las señales, además de persuadir, El recurso utilizado es la sinécdoque (la parte
La inferencia abductiva es posterior a la lógica pretenden exponer un mensaje casi universal. por el todo), ya que se muestra parcialmente un
aristotélica; se trata de un modo inferencial que, Para ser útiles deben contener un alto grado de suceso para representar un todo, la guerra. Los
en rigor, carece de valor de verdad (Peirce, 1860- información clara y unívoca para la mayor par- colores operan de un modo metonímico, mues-
1908, vol. 2, par. 270). Sin embargo, es muy útil te del público. En la figura 8 podemos ver se- tran la causa para significar el efecto. Las figuras
en la producción de nuevas hipótesis en un ñalizaciones urbanas de distintas culturas que ensombrecidas representan la muerte. El rojo
contexto de descubrimiento. La persuasión que responden a estas características. En el aspecto del fuego de la batalla es la sangre derramada
apela a un razonamiento abductivo propone lógico de la persuasión (la inventio), adoptan la de los combatientes. La tipografía blanca repre-
un salto inferencial entre un rasgo que se expo- vía inductiva. Muestran esquemáticamente senta la neutralidad, la construcción de un fu-
ne en un particular y una regla general, que ejemplos de conductas o situaciones con las turo claro y tranquilizador, que se opone de mo-
subyace y es reconocible por el intérprete. La con- que el destinatario puede identificarse. En el ni- do antitético al tenebroso pasado reciente.
clusión es sobre un caso en el cual la posesión vel de la elocutio, la figura retórica dominante
de un rasgo implica la pertenencia a ese univer- es la estilización. El color negro de la figura su- En el ejemplo de la figura 10, que pertenece a
so, conjunto o fenómeno. La intuición abrevia prime rasgos, recorta sobre el fondo blanco sólo una campaña de prevención de accidentes de
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son rojas y contrastan con los sombríos símbo- 3. Publicidad. Nuestro tercer género es la pu- siera el mensaje y quién fuese el destinatario
los fascistas (las esvásticas) que sustituyen a blicidad. El rojo (vitalidad, pasión sexual), aso- permitían clarificar estas potenciales ambigüe-
las púas del alambrado de los campos de con- ciado con el negro (no∏e, sofisticación, miste- dades. Esto podría hacer suponer que el uso de
centración donde se recluía a los presos políti- rio) y con toques de blanco, se usa para esta tríada no garantiza un significado unívoco,
cos. La interpretación de este enunciado re- persuadir a los potenciales consumidores sobre aunque sí hay sentidos codificados en relación
quiere mayores conocimientos contextuales y los valores o cualidades atribuidos a un pro- con los contextos.
la lectura de una serie deductiva, un tipo de ra- ducto (figura 12). El género publicitario comuni-
zonamiento más complejo que la mera ejem- ca valores de marcas y productos de consumo Sin embargo, podría formularse como hipóte-
plificación. La argumentación se articula de con la intención de persuadir acerca de las ven- sis que las connotaciones más primarias (rojo
modo entimemático y compromete una diná- tajas de su adquisición a destinatarios defini- como sangre y alerta; negro como no∏e y
mica temporal. Parte de una premisa general: dos como su target. muerte), aunque puedan revertirse y cambiar
«El fascismo es negro y significa muerte». La de signo negativo a positivo, permanecen 12 13
premisa menor predica sobre un particular: Según los estudios de marketing, el rojo se siempre subyacentes. El uso de estos colores 12. Publicidad de ropa interior de mujer.
«Hoy, ∑ile está dominado por el negro fascis- considera «desclasificador», es decir, un color en imágenes del diablo o del vampiro Drácula 13. Publicidad de perfume.
mo»; la conclusión, también particular, es: «∑i- que no contiene marcadores de clase, y por no es tan distante de los alegres payasos, el
le está dominado por la muerte». El otro enti- ello es apropiado para marcas de productos bueno de Papá Noel y los sagrados sacerdotes.
mema se relaciona con el futuro y la promesa de consumo masivo (piénsese en el exitoso ro- No se trata de una utilización arbitraria del co-
explícita: «Venceremos». La premisa general es: jo Coca Cola). También se considera que pro- lor, sino más bien de la apropiación de los
«El socialismo es rojo, es la liberación»; «∑ile mueve la pérdida de la noción del tiempo, por atributos negativos del otro para absorberlos,
puede abrazar la ideología socialista». La con- eso es el color elegido (con accesorios negros neutralizarlos y exorcisarlos. Aunque se sepa
clusión es: «∑ile puede ser liberado de la dic- y blancos) para locales comerciales como casi- que estas figuras son benefactoras, conservan
tadura». La figura retórica dominante es la nos, bares, discotecas y entretenimientos. Asi- su ambivalencia. No en vano su presencia ate-
metáfora, ya que los colores por sí mismos sus- mismo, es notable su uso para destacar lo sa- moriza a los niños.
tituyen a las ideologías. A su vez, la oposición broso y lo apetitoso en el rubro gastronómico
cromática (antítesis) refuerza este antagonismo. (en packaging, publicidad, marcas y arquitec- Este trabajo fue presentado en el congreso de la Asociación
tura corporativa). Internacional de Semiótica Visual realizado en México en di-
ciembre de 2003.
La cita siguiente describe el uso del color rojo
como comunismo en el discurso oficial esta- La publicidad del perfume Paloma Picasso que
10 dounidense, con connotaciones negativas que se muestra en la figura 13 exorcisa los fantas-
tránsito en la ciudad de Miami, la argumenta- provienen de activar la asociación del rojo con mas sobre el uso de esta tríada cromática y
Notas
ción no es simplemente la exposición de un el peligro: exalta sus resonancias positivas. Persuade con 1
En castellano, «rojo» es sinónimo de «colorado»: que posee color.
2
ejemplo fáctico, sino que responde a una lógica una argumentación inductiva, la imagen en sí Doxa en griego significa opinión, manera de ver, idea, parecer,
abductiva. Es necesario encadenar un razona- «La dinastía de los Somoza, que los marines ha- misma. Parte de un particular: Paloma Picasso creencia. Se opone al verdadero saber que los griegos llama-
ron episteme (inteligencia, conocimiento, saber, ciencia). Esta
miento para explicar el baño de sangre en el bían puesto en el trono, duró medio siglo, hasta vestida de rojo, con labios y guantes también distinción es básica para comprender por qué Platón des-
parabrisas del automóvil. Este tipo de razona- que en 1979 fue barrida por la furia popular. muy rojos que contrastan con la piel blanca. El confiaba de la oratoria. Mientras la ciencia tiene por objetivo
miento parte de un caso particular: la sangre Entonces, el presidente Ronald Reagan montó a pálido rostro está enmarcado por negros cabe- alcanzar el saber, la persuasión retórica propia de la oratoria
sólo busca la adhesión del público (mu∏as veces halagándolo
roja que ∏orrea del parabrisas; luego evoca caballo y se lanzó a salvar a su país amenazado llos, ojos y sombrero negros. Se atribuyen a esta demagógicamente).
una regla general en la memoria del lector: «la por la revolución sandinista. Nicaragua, pobre imagen los valores de seducción, pasión, este-
imprudencia puede provocar accidentes viales entre los pobres, tenía, en total, cinco ascensores ticismo y españolidad, que podría ser emulada Referencias
– Aristóteles [350 a.C]. Retórica; hay una versión inglesa, Rheto-
con heridas [de allí la sangre]». La conclusión, y una escalera mecánica, que no funcionaba. por cualquier mujer que consuma la fragancia ric, disponible en Internet: http://classics.mit.edu/Aristotle/
también particular, es el caso que quiere expo- Pero Reagan denunciaba que Nicaragua era un publicitada. Si hay identificación con la imago rhetoric.html
ner el mensaje: «Los accidentes de tránsito peligro; y mientras él hablaba, la televisión mos- propuesta (tipo físico de mujer y valores que – Berlin, Brent y Kay, Paul. Basic color terms, University of Cali-
fornia Press, Berkeley, California, 1969.
son muy peligrosos porque implican pérdida traba un mapa de Estados Unidos tiñéndose de encarna), también la habrá con los colores y el – Gage, John. Color and culture, Little, Brown, and Co., Boston, 1993.
de sangre y riesgo de muerte». La figura retóri- rojo desde el sur, para ilustrar la invasión inmi- producto; será eficaz el mensaje para ese sec- – Galeano, Eduardo. Artículo publicado en Página/12, Buenos
ca utilizada es la metonimia; existe una conti- nente. ¿El presidente Bush le copia los discursos tor de consumidores. La figura retórica que Aires, marzo de 2003.
– Hut∏ings, John. «Colour in folklore, superstition, tradition, and
güidad existencial entre la sangre y el color rojo que siembran el pánico? ¿Bush dice Irak donde predomina es la repetición o aliteración cromá- legend.» En: aic Color 89, Proceedings of the 6th Congress,
11 (la aparición de un elemento implica la pre- Reagan decía Nicaragua?» (Galeano, 2003). tica, que acentúa los rasgos connotativos men- Grupo Argentino del Color, vol. II, 54, Buenos Aires, 1989.
10. Afi∏e de una campaña de prevención de accidentes en Miami. sencia del otro). A otro nivel, también es una cionados. Toda la imagen funciona de manera – Hut∏ings, John. «International survey on colour in folklore, be-
11. Afi∏e diseñado por Kazdan, en Rusia, en apoyo a la resis- lief and tradition –a progress report.» En: aic Color 93, Procee-
metonimia la sustitución del efecto (sangre) por Queda claro que en los dos últimos ejemplos metafórica; el rostro sustituye el frasco de per- dings of the 7th Congress, Hungarian National Color Committee,
tencia ∏ilena, 1977.
la causa (accidente). la lectura del símbolo cromático (rojo como so- fume, con el que guarda similitudes morfológi- vol. C, Budapest, 1993, pp. 153-157.
cialismo o rojo como comunismo) va a tener cas y cromáticas. – Hut∏ings, John. «Japan and Britain –A comparative colour fol-
klore.» En: aic Color 97, Proceedings of the 8th Congress, The
Más allá de las asociaciones metonímicas anali- una connotación positiva o negativa según quién Color Science Association of Japan, vol. II, Kioto, 1997, pp.
zadas, en la propaganda política, los colores se propone el mensaje y a quién intenta persua- Conclusión. ¿Hay paradojas en la argumenta- 775-778.
usan con valores simbólicos, con una propues- dir. Esta situación no es un error, simplemente ción cromática? Lo bueno o lo malo. La vida o la – Kwon, Young Gull. «The signs and symbols of red color in East
Asian countries.» En: aic Color 2002, Proceedings of the Inte-
ta de lectura desde un marco ideológico. El car- manifiesta la coexistencia de valores sociales muerte. El peligro o la vitalidad. La alegría o la rim Meeting, Slovenian Colorists Association, Maribor, Eslove-
tel ruso de la figura 11 presenta un fondo rojo, opuestos. Los mensajes basados en alguno de depresión. Lo claro o lo enigmático. La seduc- nia, 2002, pp. 291-295.
que se ennegrece hacia abajo. La tipografía ellos resultarán creíbles y convocantes para el sec- ción o el veneno. El sexo o la muerte. A través – López Pasquali, Luis. Fascinación y origen de las preferencias,
Editorial Peñafield, Buenos Aires, 1998.
que hace referencia a la resistencia socialista tor de público que previamente adhiera a ese de los ejemplos analizados, el contexto, el gé- – Peirce, ∑arles Sanders [1860-1908]. The collected papers,
en ∑ile en 1977 y la leyenda «¡Venceremos!» cuerpo ideológico. nero persuasivo de que se tratara, quién propu- Harvard University Press, Cambridge, Massa∏usetts, 1931-1935.

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