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PEQUEÑO ENSAYO

¿Qué es y que significó reino de Dios?


En el contexto del primer siglo, y en el contexto actual
Basado en Marcos 10:23-31

Managua, Nicaragua
Febrero 2020
Introducción
El texto en palabras del escritor de Marcos, de los versículos 23 al 31; dicen los comentaristas que:
(1) Las palabras de Jesús (Mr 10:23–25), después de encontrarse con el joven rico, explican la importancia del
encuentro, resalta la dificultad de los ricos para entrar al reino, tanto en el primer siglo como en nuestros días.
La reacción del joven nos ilustra el apego que las personas adineradas tienen por su riqueza y el estatus que la
acompaña. Es significativo que los discípulos mismos quedan “perplejos” con las declaraciones de Jesús
acerca de los ricos. Tal vez vale la pena mencionar que cuando Él repite Su afirmación en Marcos 10:24, se
dirige a los discípulos como “hijos”, declarando que no tienen la carga del estatus y, debido a que lo siguen, no
sufren por la carga de las riquezas.
(2) Es probable que la analogía de Jesús del camello y el ojo de la aguja (Mr 10:25) no tenga nada que ver con
una puerta pequeña o abertura en los muros de Jerusalén. Pudo ser un juego de palabras en griego con los
términos camello (kamelos) y cuerda pesada (kamilos). La imagen enfatiza la imposibilidad de que el rico sea
salvo sin la ayuda de Dios. Pero esto también aplica para los pobres, ya de no ser así, los discípulos no
expresarían: “¿quién podrá salvarse?” (Mr 10:26). Hay una promesa de la ayuda de Dios en el 10:27: “Para los
hombres es imposible, pero no para Dios, porque todas las cosas son posibles para Dios”. Esta respuesta
indica que los pobres no se crean, ni se les ocurra en su pensamiento un menosprecio hacia los ricos.
Pedro defiende las actitudes y la abnegación de ellos hacia su Señor; argumenta que han dejado “todo atrás”
para seguirle. Jesús da una respuesta de recompensa que les espera a todos los que hacen tales sacrificios.
Las cosas que estas personas dejaron tienen connotaciones de estatus y no solamente abundancia material.
(3) Es un hecho que, Marcos 10:31 enfatiza el estatus del hombre que quiere seguir a Jesús. Da un énfasis da
un énfasis contundente a todo el relato, cuando nos dice: “muchos primeros serán últimos, y los últimos,
primeros”. Hasta este punto, la historia podría reflejar o un amor por los mismos bienes o por el estatus que
proporcionan o ambos. Sin embargo, esta última afirmación enfatiza firmemente el tema del estatus. Poco
después, Jesús lo declara en términos explícitos de trabajo: “cualquiera de vosotros que desee ser el primero
será siervo de todos”. Lo que significa es que, un siervo es solo un trabajador sin estatus, ya que ni siquiera
es dueño de su propia habilidad para trabajar. El estatus correcto de los seguidores de Jesús es el de un niño o
un siervo: ninguno en absoluto. Incluso si tenemos posiciones privilegiadas o autoridad, debemos verlas como
propiedad de Dios, no de nosotros mismos. Simplemente somos siervos de Dios, lo representamos pero no
tenemos el estatus que le pertenece solo a Él.
DESARROLLO
A. Significado en el contexto del siglo I

PERSPECTIVA PERSONAL
En el contexto del inicio de la Iglesia primitiva, dice en: (Hech. 2:44-47) “Todos los que habían creído estaban
juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos
según la necesidad de cada uno. Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las
casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo.
Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos”. Es claro que era un grupo de creyentes
de la palabra, que aceptaron el mensaje de Pedro; fueron llenos del Espíritu que redarguye y escudriña los
corazones, el Espíritu Santo del Dios omnisciente, omnipresente.
No tenían problemas de vender lo que tenían y compartían con el resto del grupo. Aunque tenemos un ejemplo
de personas “que prometen y no cumplen”; se menciona al matrimonio de Ananías y Safira, queriendo engañar
a los hermanos, sin pensar en que sus intenciones no eran correctas para un converso dice: (Hech. 5:3-4) “Y
dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del
precio de la heredad? Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué
pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios”. Claramente se observa que no es el
Espíritu Santo, el que guía los pensamientos de ellos, sino el espíritu del maligno; padre de la mentira, caen en
la trampa de ser descubiertos y perecen. O bien, el querer aparentar y ser reconocido por los hombres, es un
problema de estatus y no solamente de riquezas. Pero Dios mira los propósitos del corazón, el deseo de ser
agradecido con Dios. Jesús mismo hablando de la ofrenda de la viuda dice: (Lu. 21:4) “Porque todos aquéllos
echaron para las ofrendas de Dios de lo que les sobra; mas ésta, de su pobreza echó todo el sustento que
tenía.”
Pablo habla del apoyo de una comunidad hacia otra comunidad con necesidades financieras. (1 Co. 16:2-3)
“Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo,
para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas. Y cuando haya llegado, a quienes hubiereis
designado por carta, a éstos enviaré para que lleven vuestro donativo a Jerusalén”.

APORTES DE LAS LECTURAS PARA EL TEMA

De acuerdo con el libro: La esencia del anabaptismo. Diez rasgos de una fe cristiana singular, del autor
Palmer Becker; dice que la comunidad de fe, es como un laboratorio del Reino. Por tanto debe expresar los
valores de quienes siguen a Jesús, conforme a lo que Jesús hizo en su ministerio práctico del reino de Dios en
la tierra, que inicio con él y lo continúan sus discípulos. El anabaptismo no surge en el siglo I, sin embargo en la
práctica quisieron aproximarse a la comunidad de la iglesia del siglo I. Para los anabaptistas, dice Becker,
“Nacer de nuevo implicaba un nuevo comienzo, abre su vida al Espíritu Santo y comienza una vida de
obediencia a Cristo”. Esto se aplicaba tanto a los individuos como a la iglesia.
La comunidad de los que han sido perdonados por Cristo, debe aprender a perdonar, lo que el autor del libro
Palmer Becker llama “perdón horizontal”, y añade: “los creyentes que tienen una perspectiva anabaptista,
reconocen que el perdón vertical de Dios es esencial para la salvación y que el perdón horizontal del prójimo es
esencial para la comunidad.” Para ellos, la iglesia necesariamente es integrada por creyentes que
voluntariamente deciden comprometerse con una comunidad de fe, su identidad estaría ligada a su visión del
Reino. Detectaban un marcado contraste entre el Reino de Dios y los reinos de este mundo. Su compromiso
con el pensamiento y modo de vivir del Reino los alejo de una fe individualista y de las estructuras eclesiásticas
complejas. Esto ayudo a desarrollar fuertes conceptos de “la vida en comunidad donde todos deben rendirse
cuentas”.

POSIBLES RESPUESTAS A LA PREGUNTA DEL TEMA.


P: ¿Qué es y que significó reino de Dios? En el contexto del siglo I.
R: Significó vivir una vida austera, compartir con los demás y vivir en comunidad para fortalecerse en la fe,
crecer en el conocimiento de la palabra y compartir esta nueva forma de vida con otros que aún no
conocían “la vida del reino en la tierra”. Una nueva forma de vivir en unidad, lo que en el formato social
Marx llamó comunismo.

P: ¿Qué es y que significa reino de Dios? en el contexto actual


R: En nuestro contexto al siglo XXI, el concepto no ha cambiado, porque siempre hablamos de una
comunidad de fe y sabemos que nuestra relación vertical con Dios es importante, así como lo es nuestra
relación horizontal con nuestros hermanos de la comunidad de fe. Jesús mismo resume los
mandamientos en dos esenciales, amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo.
Pero muchas comunidades de fe, iglesias, no ejercen una misión integral. Pero en la práctica actual es
difícil encontrar una comunidad de Reino, muchos han adoptado ciertas formas de la iglesia del siglo I,
pero pensando solo en el bautismo del Espíritu Santo; pero no en función de la convivencia de apoyo y
ayuda mutua en las buenas y en las malas con los hermanos que forman parte de la comunidad de fe.
Por tanto, en mi opinión nos hemos alejado de ser comunidad del Reino de Dios en la tierra. No prac-
ticamos los pastores una misión integral, dentro del ministerio que nos ha encomendado el Señor.
B. Significado en el contexto actual

PERSPECTIVA PERSONAL
En el contexto actual, ocurre igual. Muchos se aferran a las cosas materiales, les cuesta compartir con los que
no tienen; aun entre líderes activos, servidores de la iglesia. Cuando han tenido oportunidad de distribuir alguna
ayuda para los necesitados, primero separan para sí y para familiares y allegados lo mejor; aunque no tengan
necesidad. Es una pena que cuando pasa algún necesitado con hambre, pueden decir certeramente, no tengo
nada hoy, pase otro día; o bien si tienen algo que ya no les sirve o comida que está dañándose entregan.
Siempre está el yo primero, practicando el proverbio popular “ayúdate que te ayudare”.
Hay casos de líderes a nivel de superintendencia que elaboran proyectos sociales, supuestamente para ayudar
a personas o poblaciones necesitadas; pero cuando tienen el dinero a mano, hacen de las suyas. O bien,
reparte con allegados para que no salga a luz; o bien determinar invertir parte en otros asuntos. En su mayoría
disimulan la ejecución del proyecto, comprando material de segunda y asignando en presupuesto material de
primera; para que los donantes vean que se ejecutó a como fue planificado. Esto tanto con personas en
posiciones de autoridad tanto de gobierno, de alcaldía, de iglesia y ministerios.
Por otro lado, muchos se inclinan por la teología de la prosperidad, olvidan el evangelio de Cristo; y los que
predican esta teología demuestran con lo que llegan a poseer “que son bendecidos”, presumen grandeza
porque su dios es el dueño de la plata y el oro, y bendice según el tamaño de la fe de cada quien. Vemos en
las maratónicas, la forma de persuadir para que el crean en esta teología, depositen la cantidad que deseen,
que “Dios se lo va multiplicar al ciento por uno”. Decía un taxista que se convirtió al Budismo: «Sabes porque
cambie al Budismo, porque con la teología de la prosperidad “dan para recibir al 100 o mil por uno”, no lo hacen
de corazón. Confunden la fe con creer que son cosas muy diferentes; si esperan ser bendecidos aquí, ya han
recibido su pago».
Pero Jesús dice: «cuán difícil es entrar en el reino de Dios a los que confían en las riquezas» « De cierto os
digo que no hay ninguno que haya dejado casa…., o tierras, por causa de mí y del evangelio, que no reciba
cien veces más ahora en este tiempo; casas.... con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna». A no
ser que nosotros interpretemos de manera equivocada la palabra: (II Cor. 8:9) «Porque ya conocéis la gracia de
nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su
pobreza fueseis enriquecidos», que estos hermanos tienen como principal palabra para “activar la fe” en los
demás. Muchos que no profesan ser creyentes en Cristo, se apunta la a esta palabra y lo que Jesús mismo
dice: (Mat. 7:8) «Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué
hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? » “porque dice, todo el que pide”. No
porque ame al Jesús y quiera compartir el reino de Dios con sus semejantes. No solo palabra sino en la
práctica.

APORTES DE LAS LECTURAS PARA EL TEMA

La búsqueda de respuestas bíblicas a preocupaciones como: ¿por qué elegimos ser anabaptistas? Los serios
desafíos para el futuro de esta iglesia que debe atenderse cuidadosamente; temas relacionados con el
nominalismo, el individualismo y la resolución de conflictos, nos llevó a los anabaptistas. Hemos examinado la
confesión del anabaptismo que sintetizó Harold S. Bender en La visión anabaptista, que expresa la esencia de
la fe como discipulado, la esencia de la iglesia como comunidad y la esencia de la ética como amor y no
resistencia. Además, los anabaptistas tienen 500 años de rica historia que dan testimonio de su fe puesta en
práctica en la vida cotidiana. Creemos fuertemente que la confesión y la historia anabaptistas ofrecen un
modelo tangible que puede influir grandemente en la iglesia coreana actual para que esta examine asuntos y
descubrimientos importantes para su renovación y su misión. Con la convicción de que el anabaptismo es
capaz de generar un diálogo más profundo y rico entre los cristianos coreanos, hemos decidido convertirnos en
anabaptistas. (Nuevas voces, Missions Dei, 20).

C. Conclusión
¿Cuán difícil es entrar en el reino de Dios?
En el Sermón del Monte, dice Jesús: "Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de
los cielos" (Mt 5:3). Jesús no se refería a los indigentes que están desprovistos de los bienes básicos para la
vida, o los que sufrían algún tipo de opresión social, víctimas impotentes de la injusticia humana, sino los
pobres en términos espirituales, aquellos que son humildes y reconocen su necesidad y recurren sólo a Dios en
busca de salvación. Esto complementa la afirmación en Marcos 10:23 "¡Cuán difícilmente entrarán en el reino
de Dios los que tienen riquezas!"
En sí el ser pobre, no dice que es una virtud, pero sí que es verdad que el hombre hasta que está en
dificultades, aunque diga que no crea en Dios; reza pidiendo ayuda. Significa que estando en necesidad
extrema aunque sea en última instancia, el hombre clama a Dios y él en su misericordia responde. Facilita el
camino a la dependencia de Dios. Cristo no dice que es pecado ser rico, sino que el “poner la confianza en las
riquezas nos apartan de Dios”. (1 Ti 6:17) "A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la
esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en
abundancia para que las disfrutemos." De alguna manera el ser afortunado o adinerado, provoca en el hombre
y la mujer –sentirse mejores que otros- y si en algún momento comparten, -se sienten merecedores de
admiración- y olvidan que “Todo proviene de Dios”, la vida, el bienestar, el trabajo, la herencia de los padres, el
hacer fortuna, la gracia y la misericordia. Todos debemos pedir a Dios el sentirnos satisfechos con lo que
poseemos, aconseja Pablo: (1 Ti 6:7-9) "Porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos
sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. Porque los que quieren enriquecerse
caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y
perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la
fe, y fueron traspasados de muchos dolores."
Claro están que no faltan los “que no son pastores, sino ladrones y salteadores” (Jn. 10:1); no conocen a Dios y
se aprovechan de la fe aún de los pobres, que creen y han vendido lo que tenían en entregado a la
“comunidad” y cuando se dieron cuenta, el “pastor” ya había volado con lo que estos pobres dieron con fe.
Otros dueños de empresas dicen: ¿para qué necesitan aumento, si ustedes los cristianos deben conformarse
con lo que tienen? A los que piden espacio para prepararse secularmente, les dicen: ustedes no tienen
aspiraciones, son conformistas. Así están bien, ya viene Cristo. Otros hablando a su favor de tener dinero
dicen: ¿Cómo el rey David, Salomón y todos los reyes tuvieron riquezas? y ¡estuvo bien! Cada quien busca la
interpretación conveniente y no la que Dios quiere para ser parte del Reino, aquí en la tierra.
(Ma. 4:17) “Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se
ha acercado”. Jesús nos mostró en la práctica el reino de Dios; en contraste con los saduceos y los fariseos;
que componían la clase gobernante de los judíos en Israel. Los saduceos eran personas de la alta sociedad,
miembros de familias sacerdotales, cultos, ricos y aristócratas. Eran los representantes judíos ante el poder
romano y administraban en el templo, a diferencia de los fariseos que se encargaban de las sinagogas. Tenían
la opinión de que sus riquezas se debían a bendiciones por estar bien con Dios y que la pobreza, la calamidad,
eran maldiciones por haber hecho cosas malas contra Dios.
(Ma. 8:19-20) dice: “Y vino un escriba y le dijo: Maestro, te seguiré adondequiera que vayas. Jesús le dijo: Las
zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza.”
Jesús se interesó por los desvalidos, los necesitados, los marginados; compartió palabra y pan. Nos enseña
que el reino es aquí viendo las necesidades de mi hermano, y no pensar egoístamente estar bendecido sin
compartir. Jesús dice al joven en el v. 10:21 “Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta:
anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu
cruz.” Es vivir el reino aquí y ahora. Me ha gustado la teología anabaptistas y por eso he admirado seguir este
precepto que dice: mi relación no es solo vertical con Dios, sino también horizontal con mis hermanos en la
comunidad. (1 Jn. 3:17) “Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra
contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él?”

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