Una bella obra modernista dejaron José Tadeo Arreaza Calatrava; Elías
David Curiel, Rufino Blanco Fombona (el más modernista de los poetas de su
generación, y uno de los más pulcros y elegantes prosadores modernistas de
América). Alfredo Arvelo Larriva , quien poseyó un muy especial don para el ritmo
del verso. Su gran pasión estética: la de dotar de musicalidad trascendente su
poesía, transmitirle sonoridad superna, ritmo interior.