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EXP.M0023-2015-490 CARPETA JUDICIAL No.

14003-2014-00063

UNIDAD DE IMPUGNACIONES T.S. 19-2014

TRIBUNAL DE SENTENCIA PENAL DE DELITOS DE FEMICIDIO Y OTRAS

FORMAS DE VIOLENCIA CONTRA LA MUJER, VIOLENCIA SEXUAL,

EXPLOTACIÓN Y TRATA DE PERSONAS DEL DEPARTAMENTO DE QUICHE,

SANTA CRUZ DEL QUICHE.

EL MINISTERIO PÚBLICO, a través del suscrito Agente Fiscal, calidad que acredita

con la constancia que se acompaña, respetuosamente comparece y:

E X P O N E:

LUGAR PARA RECIBIR NOTIFICACIONES:

Para el efecto señala como lugar para recibir notificaciones la segunda calle 1-22 zona 1,

municipio de Santa Cruz del Quiche, departamento de Quiche.

RAZÓN DE LA GESTIÓN:

Es interponer RECURSO DE APELACIÓN ESPECIAL POR MOTIVO DE FORMA, en

contra de la sentencia proferida con fecha nueve de febrero de dos mil quince, por el

Tribunal al que se dirige este memorial, dentro del proceso promovido a JOSE LORENZO

NORATO GARCIA, por el delito de FEMICIDIO, la cual fue notificada el pasado

dieciséis de febrero de dos mil quince; por lo tanto, la presente gestión cumple debidamente

con el requisito temporal de ley, por hacerse valer dentro de los diez días hábiles posteriores

a la notificación.
EXTREMOS DE LA SENTENCIA EXPRESAMENTE IMPUGNADOS:

El recurso de apelación especial que se hace valer va dirigido en contra de la totalidad de la

sentencia relacionada y particularmente en contra del apartado que se denominan “PARTE

RESOLUTIVA”, particularmente el numeral romano I), que copiado literalmente dice: “I)

Que ABSUELVE al sindicado JOSÉ LORENZO NORATO GARCÍA del delito de

FEMICIDIO cometido en agravio de la señora FELIPA HERNANDEZ ACABAL,

liberándolo de todo cargo por las razones considerada;”.

CASO DE PROCEDENCIA Y ARTÍCULOS DE LA LEY QUE SE DENUNCIAN

INFRINGIDOS:

Esta gestión se fundamenta en lo preceptuado por los artículos 398, 415 y 416 del Código

Procesal Penal, que facultan a esta Institución para recurrir la sentencia citada, designan el

objeto contra el que se dirige el recurso y legitiman la actuación del compareciente.

Así también, en lo estipulado por el artículo 419 numeral 2), debido a que el recurso es por

MOTIVO DE FORMA, constitutivo de motivo absoluto de anulación formal, como lo

establece el artículo 420 numeral 5), al haberse violado por INOBSERVANCIA el artículo

385, relacionado con los artículos 389 numeral 4) y 394 numeral 3) in fine, todos del

Código Procesal Penal; ya que no se observaron las reglas de la sana crítica razonada con

respecto a medios o elementos probatorios de valor decisivo.

El procesalista Eduardo Couture, al referirse a los vicios in procedendo indica que la

sentencia que es fruto de error in procedendo, constituye lo que se conoce en todos los

órdenes del derecho con el nombre de nulidad. Y además, que en el sistema de juzgamiento

que establece el Código Procesal Penal, es requisito general de la sentencia apreciar las
reglas de la sana crítica razonada, que ha de apoyarse en proposiciones lógicas correctas

y fundarse en observaciones de experiencia confirmadas por la realidad.

El autor Julio Maier sostiene que la inobservancia de la ley se da cuando el juzgador no

cumple con lo previsto en la norma que en relación del juzgador contiene un imperativo

categórico, que consiste en la omisión de proceder conforme a los preceptos, como

resultado de la actividad intelectual del juzgador, ya que es una violación o falsa

apreciación que contamina la sentencia, en cuanto a la decisión final.

Para el jurista Fernando de la Rúa, inobservancia significa desconocimiento,

desobediencia o falta de aplicación de la norma jurídica.

El tratadista Alfredo Vélez Mariconde afirma que el método de la Sana Crítica Razonada,

consiste en que la ley no impone normas generales para acreditar algunos hechos

delictuosos, ni determina abstractamente el valor de las pruebas, sino que deja al juzgador

en libertad para permitir toda prueba que estime útil al esclarecimiento de la verdad (en

principio todo se puede probar y por cualquier medio), y para apreciarla conforme a las

reglas de la lógica, de la psicología y de la experiencia común.

El recurso de apelación especial figura en nuestro ordenamiento legal, ligado al principio de

seguridad jurídica, como medio para subsanar los errores judiciales en el caso concreto,

para satisfacer la necesidad social de la corrección de las decisiones judiciales y que el

Derecho sea aplicado de un modo uniforme y equitativo. El derecho fundamental de

recurrir el fallo ante un Tribunal Superior, consiste en la facultad de desencadenar el

control, manifestado a través de mecanismos que permiten el dictado de una nueva

sentencia integral o el control sobre la aplicación del Derecho y las condiciones del fallo,
referidas a los límites impuestos por los principios dispositivos de limitación del

conocimiento y de no reforma en perjuicio, que lo limitan a cuestiones jurídicas sustantivas

y procesales que afectan la sentencia dictada en juicio oral.

De conformidad con los principios de verdad real, de inviolabilidad de la defensa y de

contradicción, los jueces deben servirse de las pruebas recibidas en el debate para

fundamentar su fallo; pero esto impone un límite máximo, la utilización de éstos, y otro

mínimo, la no prescindencia de ellos. Es decir, que el Tribunal Sentenciador es soberano en

cuanto al análisis crítico de las pruebas, y en principio, el Tribunal de Apelación Especial

no puede censurar el juicio de mérito sobre su selección y valoración. No obstante, que los

jueces sentenciadores no están obligados a considerar absolutamente todas las pruebas

introducidas al debate, pero cuando se procede a la exclusión arbitraria de una prueba

esencial o decisiva, el Tribunal de Primer Grado prescinde en su motivación de uno de los

elementos que tiene el deber de valorar y por ello la sentencia será considerada nula.

Y aunque el Tribunal de Segundo Grado no está facultado para provocar un nuevo examen

crítico de los medios probatorios que dan base a la sentencia, o sea, que está excluido todo

lo referente a la valoración de los elementos de prueba y a la determinación de los hechos,

porque es tarea de los jueces sentenciadores, su análisis debe enfocarse al razonamiento

dado por el Tribunal a quo al valorar los medios probatorios, verificando si en su

fundamentación se han observado las reglas elementales de la lógica, la psicología y la

experiencia, toda vez que si ellas resultan violadas, el razonamiento no existe, la

fundamentación de la sentencia, aunque aparezca como acto escrito, no tendrá vida como

pensamiento y desde el punto de vista procesal, la sentencia será nula por falta de

motivación.
DE LA PROTESTA: En el presente caso es innecesaria, debido a que se impugna por un

motivo absoluto de anulación formal, constitutivo de vicio de la sentencia.

ÚNICO SUBMOTIVO DE FORMA:

INOBSERVANCIA DEL ARTÍCULO 385, EN RELACIÓN CON LOS ARTÍCULOS

389 NUMERAL 4), 394 NUMERAL 3) IN FINE Y 420 NUMERAL 5), TODOS DEL

CÓDIGO PROCESAL PENAL, QUE SE REFIERE A VICIOS DE LA SENTENCIA,

ESPECÍFICAMENTE LA NO APLICACIÓN DE LAS REGLAS DE LA SANA

CRÍTICA RAZONADA CON RESPECTO A MEDIOS O ELEMENTOS

PROBATORIOS DE VALOR DECISIVO.

ARGUMENTACIÓN:

El Ministerio Público estima que en el fallo impugnado se evidencia que los Honorables

Jueces del Tribunal Sentenciante al apreciar la prueba legalmente obtenida e incorporada al

debate, inobservó el principio de la razón suficiente, integrante de la regla de la derivación

y ésta a su vez de la ley de la lógica, que establece que todo juicio para ser considerado

como verdadero, debe justificar lo que niega o afirma y que se pretende como verdad. Esas

conclusiones se extraen por inferencias deducidas de las pruebas, siendo necesario que en

ellas se aplique el referido principio.

En el caso sub judice, esta Institución está en desacuerdo con los razonamientos del

Tribunal Sentenciador, en el sentido que del material probatorio producido en el debate, se

desprende invariablemente que en el mismo quedó demostrada la tesis acusatoria, pero al

no haber aplicado el principio lógico de la razón suficiente en las conclusiones obviamente

equivocadas a las que arribó y que lo indujo a absolver al acusado, incurrió en el vicio
formal que se denuncia; en virtud que sus razonamientos no están conformados por

deducciones razonables a partir de la prueba producida en juicio.

El Honorable Tribunal de Primer Grado sin haber respetado la regla de la derivación en su

principio de razón suficiente, arribó a conclusiones carentes de logicidad, sin que las

mismas estén sustentadas a través de un elemento convincente que las justifique, por lo que

no resultan concordantes y verdaderas; como sucede en cuanto a la deposición de los

testigos de valor esencial Pedro Mejía Cac y Juan Moises Tiu Cac, quienes indican de

manera clara y precisa el ciclo de violencia, así como el entorno de relaciones de poder que

ejercía sobre la víctima el señor Lorenzo Norato García, de lo cual resulta también el

móvil misógino del delito, cuya apreciación fue invisibilizada en el fallo.

Como podrán apreciar los Honorables Magistrados, es evidente la inobservancia del

principio de razón suficiente, en el fallo apelado, pues el análisis desarrollado antes

descrito, no desvanece el hecho punible atribuido al incoado, ni lo sustrae de la

responsabilidad penal que le corresponde por el delito por el cual se formuló acusación en

este caso. Antes bien lo que debió apreciar el Tribunal a quo es la concurrencia de los

presupuestos contenidos en el artículo 6 de la Ley Contra el Femicidio y Otras Formas de

Violencia contra la Mujer.

En consecuencia deviene procedente que se admita el presente recurso de apelación

especial por la clara violación de las reglas de la sana crítica razonada, en su principio de

razón suficiente como quedó puntualizado, debido a que el Honorable Tribunal de

Sentencia no debió descartar la eficacia de estos elementos probatorios de valor decisivo,

basándose únicamente en los razonamientos indicados en el fallo, habida cuenta que por
simple lógica y sentido común, se colige que ninguno de los testigos tenía interés en mentir

o tergiversar los hechos sometidos a juicio ni mucho menos se estableció que tuvieran

alguna razón en perjudicar al encausado.

Por lo anterior el Ente Fiscal arriba a la conclusión de que el fallo que se impugna tiene

motivo absoluto de anulación formal, por haber inobservado el artículo 385 del Código

Procesal Penal y por tanto, dicha situación puede y debe ser corregida necesariamente por

el Honorable Tribunal de Alzada; porque de acuerdo con la Honorable Corte de

Constitucionalidad “la sentencia que se dicte en primera instancia en un proceso penal debe

comprender todos los hechos que sustentan la acusación, respecto a los elementos de

prueba que se presenten en el debate, ya que los hechos que sustentan aquella y

consecuentemente la apreciación que se haga en sentencia, no deben estimarse con

rigorismo de exactitud o perfección. Lo que sí debe observarse como un principio

ineludible, es que no se viole el derecho de defensa.” (Sentencia de fecha 24 de mayo del

2005, proferida en el Expediente de Amparo número 2123-2004).

Por la naturaleza de la función que constitucionalmente tiene asignada el Tribunal de

Sentencia, es el destinatario de los alcances y efectos del artículo 385 del Código Procesal

Penal, toda vez que lo obliga a basar su decisión valorando las pruebas que en su presencia

se han producido, por excelencia, según las reglas de la sana crítica razonada. El

desconocimiento o no cumplimiento de tal obligación, trae aparejada la sanción que

consiste en declarar la existencia de un vicio en la sentencia y que por consiguiente, debe

de ser corregido. Lo anterior se asevera, porque la norma legal citada exige que el Tribunal

a quo manifieste su convicción, acompañado de su respectiva fundamentación, por medio

de argumentos naturales y obvios, propios del raciocinio humano, que tome en cuenta los
diversos medios probatorios que se incorporaron al proceso, siguiendo las reglas legales

para tal incorporación; ya que todos los medios probatorios que se producen o introducen

en la fase procesal respectiva, por regla general implican y conllevan indicios, es decir,

indicadores respecto de acciones u omisiones que tienden a demostrar que el hecho ilícito

existe y que las facetas constitutivas del mismo pueden ser imputadas a conductas

humanas; tal como ocurrió en el caso sub examine, en el que se produjo prueba suficiente

que sustenta la hipótesis acusatoria.

El Ministerio Público no pretende que se transgreda el principio de intangibilidad de la

prueba, ya que su crítica está dirigida en contra de los razonamientos carentes de razón

suficiente y de logicidad, utilizados por el Tribunal del juicio y no al material probatorio

diligenciado en el debate. Las pruebas diligencias durante el debate sí revelaron la

participación del procesado en la comisión del delito de FEMICIDIO y por esa coherencia

de la prueba en su conjunto, la consecuencia lógica era concluir en la existencia del ilícito

penal indicado, así como la consecuente responsabilidad penal del encartado, en atención al

principio de razón suficiente integrante de las reglas de la sana crítica razonada.

Por consiguiente, al haber descartado el Tribunal de Primer Grado la eficacia de probanza

que conforme a derecho le correspondía a la referida prueba testimonial de incuestionable

valor esencial que desechó, sin conformar sus razonamientos conforme al citado principio y

regla de la Sana Crítica Razonada y haber malinterpretado el contenido de la misma,

incurrió en el vicio in procedendo que se denuncia por el presente recurso de apelación

especial.

DEL AGRAVIO PROVOCADO:


El Ente Acusador encargado por el Estado para la persecución penal, formuló acusación en

contra de JOSE LORENZO NORATO GARCIA por el delito de FEMICIDIO, sin embargo,

fue absuelto por el Honorable Tribunal de Primer Grado, debido a que en la apreciación de

la prueba de valor decisivo relacionada, no utilizó las reglas de la Sana Crítica Razonada,

específicamente la ley de la lógica y la regla de la coherencia en su principio de razón

suficiente, así como las leyes de la psicología y la experiencia común; violando con ello el

sistema valorativo que exige el artículo 385 del Código Procesal Penal. Todo lo cual causa

agravio a esta Institución al dejar de sancionar un delito que atenta contra la vida e

integridad de una mujer indefensa, limitando la función del Ministerio Público que por

imperativo constitucional es el titular de la acción penal en representación de la sociedad.

TESIS QUE SE SUSTENTA:

Si el Honorable Tribunal de Sentencia hubiera valorado el material probatorio incorporado

al debate, conforme al sistema de la Sana Crítica Razonada y en estricto cumplimiento de lo

preceptuado por el artículo 385 del Código Procesal Penal, en aplicación correcta de la ley

de la lógica y la regla de la derivación en su principio de razón suficiente y las leyes de la

psicología y la experiencia común, su decisión habría sido distinta e invariablemente

hubiera emitido sentencia condenatoria.

APLICACIÓN QUE SE PRETENDE:

Que el Honorable Tribunal de Alzada, al resolver el presente Recurso de Apelación

Especial, advierta que efectivamente fueron inobservados los preceptos contenidos en el

artículo 385 del Código Procesal Penal; por consiguiente, lo declare PROCEDENTE y en

aplicación del artículo 432 del mismo cuerpo normativo, ANULE TOTALMENTE LA

SENTENCIA que se recurre y ordene el REENVÍO de la causa al Tribunal competente para

su respectiva renovación, obviamente sin la participación de los mismo jueces.


FUNDAMENTO DE DERECHO:

La fundamentación legal del presente recurso, se basa en lo que preceptúan en su parte

conducente los artículos siguientes del Código Procesal Penal: a) artículo 415, que

determina que la apelación especial procede contra las sentencias dictadas por los

Tribunales de Sentencia, como en el presente caso; b) el artículo 418, el cual señala en el

primer párrafo, que el recurso de apelación especial se interpondrá por escrito, con

expresión de fundamento, dentro del plazo de diez días ante el tribunal que dictó la

sentencia recurrida; y c) el artículo 421, que preceptúa que el Tribunal de Apelación

Especial conocerá solamente de los puntos de la sentencia impugnada expresamente en el

recurso.

PETICIONES:

1) Que se tenga por acreditada la calidad del suscrito Agente Fiscal por medio del

documento adjunto para actuar de manera conjunta, separada e indistintamente con el

Agente Fiscal titular.

2) Se tome nota del lugar señalado para recibir notificaciones y la calidad con que

actúa el suscrito Agente Fiscal.

3) Que se tenga por interpuesto el Recurso de Apelación Especial por Motivo de

Forma, referido a Motivos Absolutos de Anulación Formal, en contra de la sentencia

de fecha nueve de febrero de dos mil quince.

4) Se remita para su trámite el recurso de apelación especial interpuesto y las

actuaciones, el día hábil siguiente de ser notificadas todas las partes, a la Sala de la

Corte de Apelaciones jurisdiccional.

5) Que se admita formalmente el recurso de apelación especial y posteriormente se

señale día y hora para la celebración del debate correspondiente.


6) Se declare procedente el presente Recurso de Apelación Especial, por Inobservancia

del artículo 385 del Código Procesal Penal; QUE NO NECESITA PROTESTA

PREVIA, toda vez que el Tribunal Sentenciador inobservó las Reglas de la Sana

Crítica Razonada en su sentencia, específicamente la Ley de la Lógica, Regla de la

Derivación en su Principio de Razón Suficiente, con respecto a medios o elementos

probatorios de valor decisivo, por lo que debe anularse la sentencia y ordenar el

reenvío al Tribunal competente, a efecto de que con jueces distintos, dicte nueva

sentencia sin el vicio apuntado.

CITA DE LEYES: Artículos y leyes citadas y 2, 12, 28, 175, 203, 204, 211 y 251 de la

Constitución Política de la República de Guatemala; 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9 y 13 de la

Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la

Mujer, "CONVENCION DE BELEM DO PARA"; 1, 2, 3, 4, 5, 6 de la Ley Contra el

Femicidio y Otras Formas de Violencia contra la Mujer; 3, 5, 7, 11, 11 Bis, 37, 43, 49, 107,

142, 149, 160, 163, 167, 186, 388, 389, 391, 392, 394, 398, 399, 415, 416,

418,419,429,421,423,425,426,427,429,430, 431 y 432 del Código Procesal Penal; 15, 16,

51, 52, 57, 58, 59, 62, 63, 64, 68, 86, 88, 113 y 148 de la Ley del Organismo Judicial; 1, 2,

3, 5, 8, 42, 43 y 47 de la Ley Orgánica del Ministerio Público.

Se adjuntan seis (6) copias de este escrito y documento de personería adjunto.

Ciudad de Santa Cruz del Quiche, departamento de Quiche, marzo 02 de 2015.

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