Anda di halaman 1dari 16

CONSEJO PARROQUIAL DE ASUNTOS ECONÓMICOS.

PARROQUIA SAN JOSE OBRERO.


ZONA PASTORAL EPSICOPAL SAN JOSÉ.
ARQUIDIOCESIS DE BOGOTÁ.

1. INTRODUCCIÓN.

La iglesia, realidad Divina y humana, peregrina por este mundo, necesita de las
realidades humanas para cumplir su misión. Entre muchas de esas realidades
humanas está la gestión económica. Por eso la iglesia en cada una de sus porciones
diocesanas y éstas en sus parroquias necesitan organizar la realidad económica en
sus varias acciones como: recaudar fondos, administrar bienes, formular planes,
crear organismos para una eficaz labor económica- financiera que ayude a los fines
propios de la institución eclesial llámese diócesis, parroquia, comunidad religiosa,
institución etc.

Además, los fieles fuera de la fidelidad al llamado y a la doctrina, la activa vida


sacramental que deben celebrar, la comunión y participación eclesial, etc., están
invitados a ser generosos en la comunicación fraterna de los bienes, todo esto como
muestra de servicio en bien de la salvación de las almas.

Por lo anterior, la actividad económico financiera en la iglesia se busca para


glorificar a Dios por la redención y santificación del hombre, y no se puede tener
criterios demasiado espiritualistas como “ basta la confianza en el Señor”, ya que si
bien esto es cierto, el Señor pide ayudar y aportar recursos a la misión que emprende
la iglesia.

Todos somos llamados a ayudar con esos bienes al sostenimiento de la comunidad,


sin extremos dañinos, sin demasiados misticismos que dejen todo a la providencia

1
divina pero tampoco un deseo desmedido de acumular bienes. Todo esto es
enmarcado en la pastoral y la evangelización y por eso se necesita discernimiento,
vigilancia, prudencia y honestidad.

Hay que hacer tomar conciencia al pueblo de Dios de la obligación de sostener


económicamente a la iglesia, porque sin ser el aspecto más relevante de la iglesia
que peregrina, no deja de contar e importar ya que es signo de la fe y de la
comunión de amor que nos narra los hechos de los apóstoles ( Hch 2,44-46). La
iglesia no se puede ver desprovista de los recursos para lo esencial de la misión.

Algunos de esa comunidad son llamados a la gestión económica de manera


concreta, como colaboradores inmediatos del obispo en la diócesis o del párroco en
la parroquia. Personas excelentes y honestos cristianos, de alma eclesial y corazón
evangélico, idóneas personas con conocimientos financieros y que esto lleve a una
clara, limpia y abierta administración que puede ser conocida y examinada por la
entera comunidad según las normas del derecho universal y particular.

2. ANALISIS DE LA REALIDAD.

Reconociendo la importancia de las realidades económicas en la buena marcha de la


iglesia desde la diócesis y la parroquia, la iglesia en el código del 1983, ha pedido
que haya en cada Iglesia particular un consejo diocesano de asuntos económicos, y
en cada parroquia un consejo parroquial de asuntos económicos.

La parroquia de San José Obrero, de la Arquidiócesis de Bogotá, es una comunidad


espiritualmente comprometida, pastoralmente activa, y cumple con la ayuda
económica para la buena marcha global de toda la parroquia.

El párroco, está comprometido con la realidad parroquial, de entrega y testimonio


cualificado, de administración transparente y responsable.

2
Pero ante estos dos grandes valores: una comunidad activa y un párroco
emprendedor, falta ese elemento estructural necesario que puede dinamizar más la
vida parroquial que es el consejo de asuntos económicos.

El por qué de la falta de este medio de administración efectiva se puede desprender


de lo siguiente: la comunidad no es conocedora de que es corresponsable de la
marcha de la parroquia, ellos se limitan a dar su aporte económico y ya, que el
párroco se defienda en lo administrativo financiero. El párroco puede ser temeroso o
estar prevenido a que las personas se involucren demasiado en la administración y a
perder las riendas y el control de la parroquia. Además porque, aunque el derecho lo
pide, en muchos lugares anteriormente no se había implantado este organismo y
entonces los párrocos, sin mala voluntad, son los que rigen este aspecto de la
parroquia.

El obispo diocesano deberá especificar y determinar con más detalle las normas
universales sobre la constitución, miembros y funciones de los consejos
parroquiales, nuestra parroquia pertenece a la vicaría episcopal de San José, y ni la
arquidiócesis ni la vicaría tiene documentos concretos sobre esto, se rigen por las
normas de la conferencia episcopal que en la actualidad están en dos documentos:

Uno es el directorio de pastoral parroquial en su última edición de 1994, y uno más


nuevo titulado “guías para la administración parroquial” del comité para asuntos
administrativos” en su segunda edición, de este año en curso. El problema es que es
poco difundido y no hay exigencia en su aplicabilidad.

3. ASPECTO DOCTRINAL. (CÓDIGO, CONFERENCIA


EPISCOPAL, ZONA PASTORAL).

"En toda parroquia ha de haber un consejo de asuntos económicos


que se rige, además de por el derecho universal, por las normas
que haya establecido el Obispo diocesano, y en el cual los fieles,
elegidos según esas normas, prestan su ayuda al párroco en la

3
administración de los bienes de la parroquia, sin perjuicio de lo
que prescribe el c. 532. " canon 537

“Toda persona jurídica ha de tener su consejo de asuntos


económicos, o al menos dos consejeros, que, conforme a los
estatutos, ayuden al administrador en el cumplimiento de su
función”. Canon 1280.1

Los cánones 208, 212,3 y 222,1 nos iluminan sobre la participan de los fieles
en la administración, y por tanto los consejos de asuntos económicos aparecen
en el Código como órganos en los que se concreta la participación de los fieles
en la misión de la Iglesia y donde éstos despliegan sus derechos a cooperar en
su edificación, a manifestar su opinión sobre aquello que pertenece al bien de
la Iglesia y a subvenir a las necesidades de la Iglesia, no sólo con su dinero
sino también con su trabajo.

El consejo parroquial de asuntos económicos, constituye una de las


concreciones del principio de corresponsabilidad eclesial, todos responsables
de la buena marcha de la iglesia. Se puede recordar que el Concilio pidió a los
sacerdotes, que administren los bienes eclesiásticos con la ayuda, en la medida
2
de lo posible, de laicos peritos. Toda esta corresponsabilidad es justificada
porque la administración de los bienes resulta hoy una tarea compleja, que no
conviene cargar a la responsabilidad de una sola persona. Hay que clarificar
que no consiste en administrar junto con el párroco los bienes de la parroquia,
sino en ayudar al párroco en esta tarea.

1
El consejo de asuntos económicos de la parroquia no es una creación
enteramente nueva en el Código de 1983. Encontramos ya su antecedente en el
consejo de fábrica de la parroquia presentado por el Código de 1917. Este
podía constituirse (sin ser obligatorio) con miembros nombrados generalmente
por el Ordinario o su delegado. Su competencia se limitaba a la administración
de los bienes relativos al templo parroquial y al culto realizado en el mismo.
can. 1183(código de 1917).
2
Presbyterorum Ordinis, n. 17.

4
Además el Directorio para el ministerio pastoral de los Obispos Ecclesiae
imago, enumerando los principales criterios a aplicar en la administración de
los bienes diocesanos, menciona el criterio comunitario y señala que la
colaboración y la corresponsabilidad que supone corresponden al Obispo, al
clero y a todos los fieles, cada uno según su capacidad.

El mismo Directorio señala al Obispo que, al constituir los consejos de


administración en la diócesis, en cada una de las parroquias y en las demás
instituciones y obras diocesanas, debe admitir en ellos, en la medida de lo
posible, además de clérigos, a laicos escogidos entre expertos en
administración, dotados de reconocida honestidad y de amor a la Iglesia y al
apostolado. 3

El nuevo derecho parroquial, editado en el año 1994, entre los organismos de


colaboración parroquial después del consejo de pastoral coloca al consejo
parroquial de asuntos económicos. Es significativa la naturaleza que le da a
este consejo como organismo de colaboración, ya que el párroco debe asociar
a esta tarea administrativa a algunos laicos. (c. 537, 532). 4

En la conferencia episcopal, como dijimos anteriormente, en sus dos


documentos concretos, concretiza la legislación universal así:

El directorio parroquial, prescribe la necesidad del consejo, después describe


la función de colaborador y no fiscalizador en coordinación con el párroco;
más adelante motiva al párroco a no desconocer los derechos y deberes de los
seglares en la vida de la iglesia e insiste en el voto consultivo del consejo
parroquial de asuntos económicos; prosigue con los miembros sus cualidades,
el tiempo de servicio y sus funciones. Todo esto lo trataremos de adaptar en
nuestra parroquia.5

3
CONGREGACIÓN PARA LOS OBISPOS, Directorio para el ministerio pastoral de
los Obispos Ecclesiae imago, nn. 133 y 134b.
4
MANZANARES, J. Y DEMÁS AUTORES . Nuevo derecho parroquial. BAC.
Madrid, 1994.

5
En el segundo documento guía de la conferencia se nos habla en la segunda
guía titulada administración de los bienes parroquiales, en el segundo
apartado, de los consejos parroquiales de asuntos económicos, llamando la
atención sobre las funciones, constitución, competencia, reuniones, funciones
del presidente y perfil de los miembros, todo esto será aplicado en los
elementos estructurales del consejo parroquial de asuntos económicos de
nuestra parroquia San José Obrero. 6

4. ESTRUCTURA, FUNCIONES Y REGLAMENTOS.


Esta es la propuesta práctica que se propone.

4.1. Constitución.
El consejo de asuntos económicos de la parroquia San José Obrero,
constituido por el párroco conforme al canon 537 del código de Derecho
Canónico, es el órgano de colaboración de los fieles con el párroco en la
gestión administrativa de la parroquia.

La norma universal señala que el consejo de asuntos económicos es obligatorio


en toda parroquia. Sus funciones no pueden ser confiadas solamente a dos
consejeros, sino que debe constituirse el consejo en cuanto tal.

En el cumplimiento de tales tareas el consejo tiene que tener en cuenta,


conforme al Can. 1254&2, que los fines propios de los bienes de la Iglesia
“son principalmente cuidar el culto divino, proveer a un honesto
mantenimiento de los sacerdotes y otros agentes pastorales, realizar obras de
apostolado y caridad, especialmente en favor de los más pobres”.

5
CONFERENCIA EPISCOPAL DE COLOMBIA. Directorio de pastoral
parroquial. Bogotá, junio de 1994.
6
CONFERENCIA EPISCOPAL DE COLOMBIA. Comité para Asuntos
administrativos. Guías para la administración parroquial. Segunda edición.
Bogotá. 2007.

6
4.2 Fines.
El consejo de asuntos económicos de la parroquia San José Obrero tiene las
siguientes finalidades:

- Sensibilizar a todos los fieles sobre la corresponsabilidad que tienen en el


mantenimiento y apoyo a su parroquia: sacerdotes, religiosos religiosas y
los demás agentes de pastoral.

- Ayudar al párroco en el presupuesto parroquial con los ítems de gastos que


se prevén para las distintas actividades parroquiales y los medios de
financiación de las mismas; además, examinar periódicamente la ejecución
presupuestaria, y acordar los gastos urgentes extraordinarios no
comprendidos en el presupuesto.

- Aprobar los balances de la gestión, después de revisar los libros contables


y la documentación respectiva.

- Enviar al ordinario( vicario episcopal de la zona San José) el balance y un


informe anual sobre las actividades económicas de los varios sectores
pastorales de la parroquia. (todo esto en la actualidad en coordinación con
el contador parroquial).

- Ayudar con el inventario parroquial, y los requerimientos de la zona


pastoral como copia, actualizaciones etc.

- Expresar opinión sobre actos de administración extraordinaria, los mismos


que deberán ser adjuntados al pedido de autorización presentado al Obispo.
(entre estos están: enajenaciones de bienes inmuebles, exvotos o bienes
preciosos por razones artísticas o históricas; arrendamientos, restauración
de inmuebles; préstamos, hipotecas y avales, para entablar demandas
civiles).

- Cuidar el estado patrimonial de la parroquia, depositar actas y documentos


en los archivos de la zona pastoral San José (Can. 1284&2 n. 9) y
conservar copias legalizadas en el archivo parroquial, especialmente con
el mantenimiento de los títulos de propiedad de los bienes de la parroquia
conforme al código de derecho civil.

7
- Cuidar el puntual cumplimiento de obligaciones fiscales y laborales.

- Asegurar el normal desenvolvimiento de la administración y conducción


parroquial.

- Colaborar en la toma de decisiones cuando el Párroco lo solicite. En temas


como: conveniente organización contable, conservación de los bienes
parroquiales, elaboración de inventarios, la adecuada inversión de los
dineros de la parroquia etc.

- Ayudar en la planificación de obras y campañas parroquiales, con la


programación de las obras a emprender, asesorando sobre la recaudación
de fondos, adquisición o enajenación etc.

- Cuidar el patrimonio de la parroquia y por ende la conservación de los


bienes de la parroquia.

Queda en firme que es el Párroco el administrador de los bienes parroquiales.


La finalidad de estos Consejos Parroquiales de Asuntos Económicos, según la
corresponsabilidad eclesial de los cristianos y por medio de seleccionadas
personas idóneas, es colaborar con el párroco, ayudándole a administrar los
bienes de la parroquia, conservando el patrimonio y asegurando la
participación de los fieles en el sostenimiento de la Iglesia, (cf. c. 532;
222;1260; también, en general c. 1279-1589).

Para todo aquello que no está contemplado en el presente reglamento se


aplicarán las normas del Derecho Canónico.

4.3 Miembros
En cuanto a la elección de los miembros del consejo de asuntos económicos de
la parroquia San José Obrero, la norma universal remite a las normas
promulgadas por el Obispo diocesano en cada diócesis.

La norma general dice: El consejo de asuntos económicos de la parroquia está


compuesto por el párroco, que es por derecho el presidente, por los vicarios
parroquiales y por al menos cuatro fieles (sacerdotes, diáconos permanentes,
religiosos, religiosas y laicos; se recomienda mantener el número de

8
consejeros en una proporción razonable respecto al número de componentes de
la comunidad parroquial), nombrados por el párroco, sentido el parecer del
consejo pastoral o, en su defecto, de personas maduras y prudentes; los
consejeros deben ser eminentes por su integridad moral, activamente
comprometidos en la vida parroquial, capaces de evaluar las opciones
económicas con espíritu eclesial y en lo posible expertos en derecho o
economía. Sus nombramientos deben comunicarse a la Zona pastoral al
menos quince días antes de asumir su cargo.

Los miembros del consejo de asuntos económicos de la parroquia duran en su


cargo dos años y su mandato puede ser renovado. Durante su mandato los
consejeros no pueden ser removidos si no es por graves y documentados
motivos.7

No pueden ser nombrados miembros del consejo de asuntos económicos de la


parroquia los parientes del párroco hasta el cuarto grado de consanguinidad o
de afinidad y los que tienen relaciones económicas con la parroquia.

En el caso de muerte, dimisión, retiro forzoso u otra situación grave de uno o


más miembros del Consejo, el Párroco deberá, en el lapso de 30 días,
nombrará a los que falta e informará por escrito al ordinario. Los nuevos
miembros quedarán en sus funciones hasta el término del Consejo mismo y
pueden ser reelegidos para el periodo siguiente.

El número de integrantes del consejo parroquial de asuntos económicos de la


parroquia de san José será de cinco. De conformidad con lo anterior al analizar
las personas de la comunidad, se buscará un grupo idóneo, de varios sectores
de la comunidad como veremos en la organización práctica.

4.3.1. Presidente:

7
Por cada período es conveniente cambiar al menos dos de sus miembros. Conferencia episcopal de
Colombia Guía para la administración parroquial, comité para asuntos administrativos. Segunda edición,
2007.

9
Es responsabilidad del párroco como presidente del consejo:

1. Convocar al consejo, establecer el orden del día y presidir las reuniones.

2. Llevar adelante la coordinación entre Consejo Parroquial para Asuntos Económicos y


Consejo Pastoral Parroquial.

3. designar el secretario.

4. invitar expertos cuando el tema así lo requiere.

4.3.2. Potestad del consejo

El consejo de asuntos económicos de la parroquia de San José Obrero tiene función


consultiva, no deliberativa. Sin embargo, en él se expresa la colaboración responsable
de los fieles en la gestión administrativa de la parroquia en conformidad al canon 212 §
3. El párroco pedirá y evaluará atentamente su parecer, no se apartará del mismo a no
ser por graves motivos, y lo usará ordinariamente como válido instrumento para la
administración de la parroquia.
Queda firme, en todo caso, que corresponde al párroco la representación legal de la
parroquia en todos los negocios jurídicos, siendo el administrador de todos los bienes
parroquiales, según el canon 532.
La gestión administrativa de la parroquia corresponde al año civil: del 1° de enero al 31
de Diciembre de cada año. A más tardar el 31 de enero de cada año, el párroco dará a
conocer al consejo pastoral de la parroquia y enviará al ordinario, el balance de la
gestión anterior y el presupuesto del año en curso, debidamente aprobado y firmado
por los miembros del Consejo.

4.4. Reuniones del consejo


El consejo de asuntos económicos de la parroquia se reúne al menos una vez
cada dos meses, y toda vez que el párroco lo juzgue oportuno, o lo pidan al
párroco al menos dos miembros del consejo.

10
Podrán participar de las reuniones del consejo de asuntos económicos de la
parroquia otras personas en calidad de expertos, por invitación del presidente.

Todo consejero tiene la facultad de hacer poner por escrito todas las
observaciones que crea oportuno.

Para la validez de las reuniones del consejo es necesaria la presencia de la


mayoría de los consejeros. Las actas del consejo, deben llevar la firma del
párroco y del secretario del consejo, y deben ser aprobadas en la reunión
siguiente.

Para la validez de la sesión del Consejo es necesaria la presencia del Párroco o


de su delegado, y el 50% más uno del total de los miembros.

Lo que se ha tratado de las reuniones deben constar en el libro de actas, ser


aprobadas en la siguiente sesión y luego ser suscritas por el Párroco y el
Secretario del Consejo.

4.5. Vacancias en el consejo


En caso de muerte, dimisión, remoción o invalidez permanente de uno o más
miembros del consejo de asuntos económicos de la parroquia, el párroco
procede, dentro de los quince días, a nombrar los sustitutos. Los consejeros así
nombrados permanecen en el cargo hasta el término del mandato del mismo
consejo y pueden ser confirmados después de ese término.

En Sede vacante, el Consejo será presidido por el Administrador Parroquial,


nombrado por el Arzobispo.

El Consejo cesa en el cumplimiento de sus funciones cuando el nuevo Párroco


tome posesión de la parroquia, el cual deberá reconstituirlo en el plazo
máximo de tres meses.

4.6. Informaciones a la comunidad parroquial


El consejo de asuntos económicos de la parroquia presenta anualmente al
consejo pastoral de la parroquia la rendición de cuentas sobre la utilización de
las ofrendas recibidas de los fieles, es decir, un informe de administración,
(canon 1287), indicando también las oportunas iniciativas para el incremento

11
de los recursos necesarios para la realización de las actividades pastorales y
para la sustentación del clero parroquial.

5. PROPUESTA PRÁCTICA.
Es necesario definir mecanismos concretos para poner en ejecución los
anteriores puntos.

La propuesta es la siguiente:

5.1. Iniciar con el consejo de asuntos económicos a partir de febrero de 2008.

5.2. Organizar la primera reunión el primer jueves del mes de febrero con los
invitados a conformar ese grupo, será una reunión informativa.

5.3. Elaborar un volante con las la estructura, funciones y reglamento.

5.4. Hacer una segunda reunión el tercer jueves del mes de febrero para definir
a esas personas, en su sí para conformar el consejo parroquial de asuntos
económicos.

5.5. En esa segunda reunión organizar funciones como secretario, si hay


necesidad de tesorero etc.

5.6. Elaborar también un plan de trabajo para el semestre con algunas fechas de
reuniones y propuestas de trabajo.

5.7. Enviar el acta de constitución del grupo a la Zona episcopal San José en
los siguientes quince días para su aprobación.

5.8. la primera propuesta que entregaré al párroco de posibles miembros del


consejo parroquial de asuntos económicos es:

- Héctor Barreto.

- Oliverio Cortés.

- La Hermana Sor Ines de la Trinidad (hermana de la Sabiduría)

- Clara Cobas (que haría parte también del consejo de pastoral)

- Luis Sanabria (contador público).

12
Todos integrantes de la comunidad, de buen testimonio. Todo esto coordinado
por el presidente del consejo parroquial de asuntos económicos Pbro. Héctor
Augusto Rúa Vélez.

La estructura del volante informativo de la primera reunión, sería el siguiente:

Aunque se tendría que explicar los puntos anteriores, se podría entregar la


siguiente información:

CONSEJO PARRROQUIAL DE ASUNTOS ECONÓMICOS.

PARROQUIA SAN JOSE OBRERO.


ARQUIDIOCESIS DE BOGOTA.
QUÉ ES:
Es el órgano de colaboración de los fieles con el párroco en la gestión
administrativa de la parroquia, de carácter obligatorio en la parroquia, su
función es consultiva, de asesoría. Además es el medio de corresponsabilidad
de los fieles en la buena marcha de la comunidad parroquial.
FUNCIONES:
La conferencia episcopal Colombia las sintetiza en:
-Asesorar al párroco en la administración de los bienes parroquiales:
*ayuda al párroco en el análisis del presupuesto anual de la parroquia y en la
vigilancia de su ejecución.
*ayudar en el estudio de los informes económicos de la parroquia.
*dar conceptos sobre los actos extraordinarios de la parroquia.
*Colaborar en la toma de decisiones cuando el Párroco lo solicite.
*ayudar al cuidado del patrimonio de la parroquia.
*Conscientizar a los fieles en la ayuda a las obras parroquiales.
*Asesorar para el cumplimiento de todas las obligaciones laborares y
administrativas de la parroquia.
MIEMBROS: El presidente es el Párroco.
Los miembros son cinco laicos de la comunidad. ( por un periodo
de dos años, renovables)
REUNIONES: Cada dos meses, o cuando las necesidades extraordinarias lo
ameriten.
"En toda parroquia ha de haber un consejo de asuntos económicos que se rige,
además de por el derecho universal, por las normas que haya establecido el Obispo
diocesano, y en el cual los fieles, elegidos según esas normas, prestan su ayuda al

13
párroco en la administración de los bienes de la parroquia, sin perjuicio de lo que
prescribe el c. 532. " canon 537
“Toda persona jurídica ha de tener su consejo de asuntos económicos, o al menos dos
consejeros, que, conforme a los estatutos, ayuden al administrador en el cumplimiento
de su función”. Canon 1280.

6. CONCLUSIONES.

Buscar el apoyo consultivo de los fieles en la administración no significa algo de poco


valor, el consejo de expertos ayudan a ser buenos administradores de una realidad que
es material pero que está conectada con las realidades divinas de la iglesia. Los
párrocos al constituir el consejo parroquial de asuntos económicos y recibir sus aportes
ven que la función de los laicos no es de “controlar” el trabajo del párroco sino, como
se ha dicho a los largo de esta propuesta, ser corresponsables en la administración de los
bienes parroquiales, y que es una función que se realiza en mirar al bien pastoral de la
comunidad.

Nos queda claro que el consejo parroquial de asuntos económicos no es el órgano


administrador de la economía parroquial, sino el asesor de dicha administración,
también nos queda claro que debe existir una relación entre la vida pastoral y la vida
económica de la parroquia, como realidades que buscan la misma misión eclesial:
deben ambos consejos buscar que los bienes temporales de la parroquia sirvan para una
efectiva labor pastoral.

La quinta conferencia del episcopado Latinoamericano y del Caribe, reunido en


Aparecida Brasil en Mayo pasado, en muchos numerales valora el servicio de los laicos
en la vida diocesana y parroquial. En el numeral 215 dice textualmente “ reconocemos
el valor y la eficacia de los consejos parroquiales y diocesanos donde intervienen los
laicos, porque incentivan la comunión y la participación en la Iglesia y su presencia
activa en el mundo. La construcción de ciudadanía, en el sentido más amplio, y la
construcción de eclesialidad en los laicos, es uno solo y único movimiento”8

8
CONFERENCIA EPISCOPAL COLOMBIANA, V Conferencia general del episcopado
Latinoamericano y del Caribe. Aparecida,Brasil mayo 2007. Bogotá, 2007

14
Finalmente con la anterior propuesta se quiere dar cumplimiento a los requerimientos
del derecho universal, en la aplicabilidad del derecho particular concretado por la
conferencia episcopal Colombiana, además seguir fortaleciendo esta comunidad
parroquial de San José que es madura en su respuesta a la acción pastoral y generosa en
su aporte económico y que lo será más con un grupo de laicos comprometidos a
colaborar al párroco en la administración de los bienes de la iglesia con transparencia,
honestidad y que oriente su servicio al bien comunitario y no a intereses personales,
todo encaminado a la salvación de las almas.

7. BIBLIOGRAFÍA BÁSICA.

Los textos bases de documentación a esta propuesta son:

CONCILIO VATICANO II. Presbyterorum Ordininis.

CODIGO DERECO CANÓNICO EUNSA Y BAC.

MANZANARES, J. Y DEMÁS AUTORES. Nuevo derecho parroquial. BAC.


Madrid, 1994.

CONFERENCIA EPISCOPAL DE COLOMBIA. Directorio de pastoral


parroquial. Bogotá, junio de 1994.

CONGREGACIÓN PARA LOS OBISPOS. Directorio para el ministerio


pastoral de los obispos Eclesial Imago.

CONFERENCIA EPISCOPAL DE COLOMBIA. Comité para Asuntos


administrativos. Guías para la administración parroquial. Segunda edición.
Bogotá. 2007

AZNAR GIL, Federico. La administración de los bienes temporales de la


Iglesia. Segunda edición. Salamanca, 1993.

15
MEDINA Álvaro y Ana María CÓRDOBA, El régimen jurídico de los bienes en
la Iglesia. Bogotá, 2007.

PIÑERO CARRIÓN, José María. La ley de la Iglesia. Tomo I. ediciones Atenas,


Madrid, 1993.

VERNAY Jacques. El derecho en la Iglesia católica. Ediciones mensajeros.


Burgos, 1996.

V CONFERENCIA DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO Y DEL


CARIBE., Aparecida, Mayo de 2007.

16

Anda mungkin juga menyukai