Resumen
A lo largo de las últimas dos décadas, el papel de la auditoría y la gestión de la calidad ha
cambiado casi por completo debido a los numerosos cambios críticos que se produjeron en el
entorno empresarial. A partir de ahora, las prácticas de auditoría y gestión de la calidad son dos
de los aspectos más importantes del éxito de una empresa, independientemente de si opera en
el sector privado o público. En este documento, se discutirán los conceptos más importantes
que validan la importancia de la auditoría para estas organizaciones a fin de aprobar la
necesidad de contar con un auditor o una unidad de auditoría dentro de la organización, además
de las perspectivas adecuadas de gestión de la calidad. En cuanto a este último, el documento
también se detiene en las diferencias clave entre la gestión de la calidad en las organizaciones
del sector público y privado y desarrolla una idea sobre la necesidad de realizar tareas de
gestión de calidad sobre una base determinada. Luego, el documento discutirá los hallazgos y
alcanzará un veredicto amplio sobre la importancia de la auditoría y la gestión de la calidad en
los sectores privado y público, prestando especial atención a la existencia de factores críticos
que afectan a ambos sectores.
Palabras Clave: Auditoría – Gestión – Calidad – Productividad – Instituciones – Públicas –
Privadas.
Abstract
Over the last two decades, the role of audit and quality management has changed almost
completely due to the many critical changes that occurred in the business environment. From
now on, auditing and quality management practices are two of the most important aspects of a
company's success, regardless of whether it operates in the private or public sector. In this
document, the most important concepts that validate the importance of auditing for these
organizations will be discussed in order to approve the need to have an auditor or an audit unit
within the organization, in addition to the appropriate perspectives of management of the quality.
Regarding the latter, the document also dwells on the key differences between quality
management in public and private sector organizations and develops an idea about the need to
perform quality management tasks on a specific basis. Then, the document will discuss the
findings and reach a broad verdict on the importance of auditing and quality management in the
private and public sectors, paying special attention to the existence of critical factors that affect
both sectors.
Key Words: Audit - Management - Quality - Productivity - Institutions - Public - Private.
Gilma Gabriela Uquillas Granizo, José Javier Erazo Castillo, Byron Adrian Riera Riera y Nelson
Eduardo Alarcón Muñoz (2018): “Importancia de la auditoría, la gestión de la calidad y
productividad en las instituciones públicas y privadas”, Revista Contribuciones a la Economía
(octubre-diciembre 2018). En línea:
//eumed.net/2/rev/ce/2018/4/auditoria-calidad-instituciones.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/ce184auditoria-calidad-instituciones
INTRODUCCIÓN
En cuanto al concepto de auditoría, generalmente es aplicado por la gerencia para lograr los
objetivos organizacionales. La razón detrás de esto es que el éxito percibido de cualquier
organización generalmente se mide por la capacidad del negocio para definir claramente y
alcanzar sus objetivos (Ghafran y O'Sullivan, 2017). En este caso, los logros deben ser
coherentes y organizados para ayudar a la empresa a medirlo y compartir con el personal que
pueda tener que ajustar sus actividades para continuar alcanzando los objetivos de la
organización. Estos criterios de evaluación específicos generalmente se incluyen en los
procedimientos de auditoría para ayudar a que la empresa opere de acuerdo con su visión y
visión a lo largo de todo el tiempo. Independientemente de las creencias y los motivos de
categorización, hay cuatro tipos principales de objetivos que se pueden lograr fácilmente cuando
se implementan los procedimientos de auditoría (Schroeder, 2015). Estos son estratégicos
(planes de gestión sobre cómo crear valor, involucrar a las partes interesadas y obtener
ganancias), operativos (un enfoque en la eficiencia organizacional y la efectividad operativa),
informes (intercambio confiable de información destinado a crear una base de datos que consta
de fuentes de datos internas y externas), y objetivos de cumplimiento (regulaciones y puntos
legales con respecto a la organización).
Las auditorías tienen un gran impacto en las organizaciones porque permiten a la administración
medir el éxito y crear aún más objetivos de participación que luego se pueden utilizar para
ajustar el estado interno de las cosas. Cuando se trata del sector privado, las auditorías pueden
usarse para facilitar el proceso de gobernanza e implementar nuevos procedimientos de gestión
de riesgos que pueden aumentar la sostenibilidad y brindar más posibilidades para que la
organización logre sus objetivos mientras controla todas las amenazas y oportunidades (Shore
& Wright, 2015). Las empresas del sector privado dependen seriamente de la auditoría porque
esta última se puede utilizar para mejorar la sostenibilidad y traer una serie de oportunidades
adicionales a la mesa. Por ejemplo, las auditorías se pueden usar para supervisar la gestión y
mejorar los procesos de gobierno. La gestión de riesgos se vuelve mucho más fácil con las
auditorías porque ayuda a las empresas del sector privado a manejar las incertidumbres y
comprender cómo debe administrarse la empresa (Shore & Wright, 2015). En cuanto al
concepto de control inherente a la auditoría, las empresas privadas tienen la oportunidad de
mitigar los riesgos invisibles que pueden afectar las iniciativas de gestión.
En una organización privada, el consejo de administración es responsable de ejecutar el
proceso de gobierno y la unidad de gestión debe hacerse cargo de los procesos de control y la
gestión de riesgos. En este sentido, la importancia de la auditoría para una organización privada
puede describirse como la oportunidad para que la organización ayude a la empresa a poner
en práctica todas las actividades necesarias y evalúe estas últimas para mejorarlas si es
necesario (Thompson, Ravindran, & Nicosia, 2015). En las organizaciones privadas, los
auditores sirven como asistentes para la alta dirección a medida que realizan una serie de
actividades importantes: monitorean actividades específicas que no pueden ser evaluadas por
la alta gerencia, identifican oportunidades para minimizar riesgos y posibilidades de falla, validan
los datos que tienen para ser revisado por la alta gerencia, compartir los conocimientos técnicos
necesarios que (posiblemente) no puedan poseer los miembros de la alta gerencia, involucrarse
completamente en los procesos de toma de decisiones, revisar las oportunidades futuras de la
organización y ayudar a otros gerentes a desarrollar principios de gestión y códigos de conducta
(Thompson et al., 2015).
Para una organización privada, la auditoría también es importante porque agrega valor a la
empresa en términos de la presencia de actividades especiales de consultoría y aseguramiento.
Los auditores los hacen tácticos y operativos por naturaleza a fin de asegurarse de que las
operaciones de la organización realmente estén mejorando. Aunque el rol de un auditor es un
concepto bastante amplio, existen varias tareas principales que señalan el valor de un auditor
para una organización del sector privado, como la gobernanza, la gestión de riesgos y el control
organizacional (Siregar y Tenoyo, 2015). La mayoría de las empresas del sector privado tienen
necesidades específicas que solo pueden ser "satisfechas" cuando un auditor experimentado
está en su lugar. Por ejemplo, una compañía que está involucrada de manera recurrente en
escándalos puede estar utilizando servicios de auditoría para revisiones de cumplimiento y
gestión de imagen de marca. En cuanto a las organizaciones privadas que provienen de
sectores en rápida expansión, es importante recordar que la auditoría sigue siendo uno de los
activos clave que agregan valor cuando se utiliza para actividades de consultoría y
programación (Siregar y Tenoyo, 2015). Las organizaciones privadas de los países en desarrollo
usan la auditoría para deshacerse de la corrupción y las actividades fraudulentas mientras se
mantiene el control del negocio. Curiosamente, la auditoría incluso puede utilizarse para
gestionar la logística y los riesgos relacionados con la información.
Otro papel potencial de la auditoría para una organización privada puede consistir en el proceso
de crear un entorno perfecto para la organización (el valor del sector público de la auditoría se
analizará en la siguiente subsección del documento) y su desarrollo. Sabiendo que existe un
entorno corporativo definido, los auditores tienen la oportunidad de enfocarse en lo que las
partes interesadas quieren y necesitan y asegurarse de que una estrategia renovada sea igual
o mejorada en comparación con la versión anterior (Blok, Hoffmans y Wubben, 2015). Si bien
es importante para los sectores público y privado, en el sector privado, los auditores deben ser
mucho más capacitados porque deben tener en cuenta no solo los criterios de éxito y sus valores
profesionales, sino también la visión de la empresa y la misión final y los objetivos
organizacionales del negocio. De una industria a otra, los auditores privados tienen la intención
de determinar el valor y contribuir a las iniciativas de gestión de riesgos mientras respaldan sus
roles de consultoría y aseguramiento (Cui, Liang y Lu, 2015). Para cualquier auditor que
funcione en el sector privado, también es crucial para realizar las prioridades estratégicas de la
industria en la que están activos y distinguir con conocimiento entre los aspectos donde se
puede agregar valor y donde no. En este sentido, los auditores del sector privado son personas
que pretenden cumplir con las expectativas de las partes interesadas (y superarlas, si es
posible) al tiempo que se aseguran de que todos los recursos existentes se utilicen de la manera
más efectiva posible.
La mayoría de las auditorías que tienen lugar en organizaciones privadas también pretenden
mejorar la comunicación entre la unidad de gestión y los empleados porque la efectividad
general del control de la organización está directamente relacionada con el rendimiento de la
empresa. Lo que es más importante, la auditoría interna en las empresas del sector privado
contribuye al desarrollo de la independencia (Graetz & Franks, 2016). Significa que, si la
auditoría es subordinada, la empresa estará expuesta a una serie de riesgos que pueden
obstaculizar su desempeño y capacidad para lograr los objetivos de la organización. Algunos
de los accidentes que pueden producirse son la pérdida monetaria, la reputación de la marca
desperdiciada, las actividades fraudulentas y el posterior colapso general. Una organización del
sector privado donde el comité de auditoría es independiente y conocedor podrá administrar los
fondos disponibles y capacitar adecuadamente a los empleados (Graetz & Franks, 2016).
Dependiendo de la naturaleza de la organización y el tamaño de su personal, los auditores
podrán aumentar o disminuir la complejidad del entorno y crear servicios de valor y alta calidad.
Por lo tanto, las organizaciones del sector privado deben cumplir con la auditoría interna para
lograr los objetivos organizacionales y mantener una imagen positiva.
Por otro lado, existe el concepto de gestión de la calidad que también afecta seriamente a las
organizaciones que pueden ubicarse tanto en el sector público como en el privado. Las dos
áreas principales en las que la gestión de la calidad les afecta son el rendimiento y el crecimiento
general. Si bien se relaciona directamente con la experiencia superior, también es uno de los
principales contribuyentes al desarrollo de relaciones positivas con los clientes (Kafetzopoulos,
Psomas, y Gotzamani, 2015). Todos los niveles de organizaciones privadas y públicas son
supervisados por unidades de gestión de calidad o individuos mediante la implementación de
procedimientos específicos que tienen derecho a garantizar que el producto que llega a los
clientes sea de la más alta calidad posible. Para la mayoría de las organizaciones, los sistemas
de gestión de calidad son una forma efectiva de reducir los costos y reducir la cantidad de
desechos producidos durante la fabricación. Para aquellas organizaciones que brindan tipos
virtuales de servicios, existe una oportunidad definitiva para mejorar los procesos
(Kafetzopoulos et al., 2015). En general, la gestión de la calidad es importante porque facilita
las oportunidades de capacitación y le da al negocio la capacidad de identificarse en el mercado.
El objetivo final es impulsar el crecimiento y traer la satisfacción del cliente a la mesa.
La primera idea que diferencia a la gestión de la calidad en los sectores público y privado es
que las organizaciones públicas se ven mucho más afectadas por el nivel de coherencia con el
que miman a sus clientes durante muchos años consecutivos. Esto significa que las empresas
públicas están mucho más centradas en la capacidad de mejorar y validar la confiabilidad y el
rendimiento de sus productos sin estafas ni malentendidos (Van Dooren, Bouckaert y Halligan,
2015). Sabiendo que las empresas públicas también se encuentran en un entorno mucho más
hostil (si se trata de negocios), es evidente que necesitan una forma de diferenciarse de manera
significativa para destacarse y seguir siendo relevantes. Esto permite que las organizaciones
públicas obtengan mayores ingresos y atraigan a más clientes a la marca a la vez que se
aseguran de que estén contentos y satisfechos con el producto o servicio que ofrece la empresa.
Otro factor importante que crea una diferencia entre las organizaciones privadas y públicas en
términos de gestión de calidad es su enfoque en la satisfacción del cliente (Van Dooren et al.,
2015). El costo de las malas relaciones con los clientes es enorme y, a menudo, se requieren
al menos 12 evaluaciones positivas para cubrir solo un caso de experiencia negativa del cliente.
Las organizaciones públicas se identifican con sus clientes porque su objetivo clave es hacer
todo lo posible para cumplir las expectativas del cliente y superarlas, si eso es posible. Sin esta
actitud, tanto los ingresos como la marca sufrirán. La importancia de la gestión de la calidad en
las organizaciones públicas también se destaca por la demanda de los clientes que continúa
creciendo cada dos años (Arnaboldi, Lapsley y Steccolini, 2015). Existen numerosas marcas
entre las que pueden elegir y eso coloca a las organizaciones en una situación en la que todos
los instrumentos y tecnologías deben usarse para mantenerse al día con la base de clientes. Si
bien las organizaciones públicas y privadas tienen la intención de mantener los más altos
estándares de calidad, las empresas públicas están mucho más interesadas en atender las
necesidades de sus clientes a menudo porque su margen de beneficio depende de ello. En
consecuencia, el sector público está percibiendo que la gestión de la calidad es una oportunidad
para crear una base de clientes leales a partir de un conjunto de prospectos (Arnaboldi et al.,
2015). La gestión de calidad sirve como un instrumento para mejorar los productos de la
compañía y mantener el cambio.
En una escala mayor, se puede afirmar que toda la información que las organizaciones públicas
reciben puede usarse para desarrollar procedimientos de fabricación y venta porque la
satisfacción del cliente es el objetivo fundamental que no puede ignorarse o posponerse
indefinidamente para volver más tarde (Gerrish, 2016). Las organizaciones públicas dependen
de su cuota de mercado y de sus ventajas competitivas, por lo que no tiene sentido que no
apliquen los procedimientos de gestión de la calidad de vez en cuando. Al mismo tiempo, las
organizaciones públicas recurren implacablemente a las áreas de fabricación, investigación,
mercadotecnia y operaciones administrativas para asegurarse de que sus iniciativas de gestión
de calidad sean respaldadas e implementadas en todos los niveles organizacionales (Gerrish,
2016). Las organizaciones que aplican la gestión de la calidad constantemente obtienen una
oportunidad de aumentar las ganancias en los plazos más cortos.
Desde la perspectiva de una organización pública, un seguimiento preciso de los procedimientos
de gestión de la calidad puede aumentar seriamente la eficiencia general de las unidades de
negocio y de la empresa en general. Esto sucede porque la gestión de la calidad pone de
manifiesto las estructuras integrales de comunicación y otras responsabilidades que debe
cumplir el equipo. Con un alto nivel de moral de los empleados, el proceso de gestión de la
calidad se facilita aún más porque el desempeño mejora (O'Neill, Sohal y Teng, 2016). Otro
aspecto positivo de la gestión de la calidad en las organizaciones públicas es la capacidad de
mitigar riesgos que son más complejos que una mera adquisición de software innovador o el
proceso de elección de una cobertura de seguro comercial. Existen numerosos riesgos que
deben considerarse al operar en el sector público y la gestión de la calidad es otra forma de
evitar las pérdidas financieras a largo plazo y garantizar el mayor nivel posible de experiencia
del cliente (Zeng, Phan y Matsui, 2015). Debido a la administración incorrecta de la calidad, las
empresas públicas pueden estar expuestas a demandas y otros asuntos, y es completamente
irracional pasar por alto la importancia de la gestión de la calidad en el caso de las empresas
públicas.
Hay dos aspectos más importantes que ayudan a las organizaciones públicas a destacar en la
cuenta de una excelente gestión de calidad. En primer lugar, se cometen menos errores
humanos cuando se cuenta con una guía de gestión de calidad adecuada. La razón detrás de
esto es que la empresa debe validar sus actividades y reducir el número de escenarios en los
que la intervención humana puede generar resultados perjudiciales (Zeng et al., 2015). Esta es
la razón por la cual la mayoría de las compañías públicas se da cuenta de la importancia de la
gestión de la calidad y sigue sus pautas de operación de rutina con el fin de desarrollar el
cumplimiento y eliminar los problemas relacionados con el malentendido. En segundo lugar,
existe la necesidad de mantenerse al día con la competencia que está impactando seriamente
a las organizaciones públicas en todas las etapas de su actividad. A diferencia de sus
competidores más grandes, las pequeñas empresas siempre tienen que encontrar nuevas
formas de ponerse al día con las principales tendencias: esta es la razón por la que apuestan
con rigor por la gestión de la calidad en todo momento (Zeng et al., 2015). En consecuencia, las
organizaciones públicas (pequeñas y medianas empresas y magnates de la industria) tienen
como objetivo la asignación y el uso más efectivo de los recursos disponibles, a la vez que
logran eficiencia de costos y fortalecen el nombre de la marca en el mercado objetivo.
1. CONCLUSIONES
Sobre la base de la información revisada, puede ser seguro hacer una serie de conclusiones
importantes relacionadas con la gestión de la calidad y la auditoría en los sectores público y
privado. En primer lugar, la auditoría es una forma relevante de gestionar y regular las relaciones
con las partes interesadas y los clientes, al tiempo que se genera confianza en el logro de los
objetivos de la organización entre la Junta Directiva y los empleados de la empresa. En este
sentido, la auditoría es un signo de previsibilidad y voluntad de alcanzar la excelencia en
términos de calidad. Esto también lleva a la idea de que las auditorías y los procedimientos de
gestión de la calidad están interconectados en determinadas circunstancias que deben
respetarse para optimizar la calidad de las auditorías e influir en el rendimiento de la
organización de manera significativa. Con la implementación de auditorías, las organizaciones
(tanto privadas como públicas) pueden obtener un mayor control sobre las operaciones internas
y externas al tiempo que tienen la posibilidad de compartir información entre todas las partes
interesadas involucradas en el proceso de lograr los objetivos de la organización. La evidencia
existente también puede utilizarse para concluir que las prácticas de auditoría existentes solo
pueden ser exitosas cuando el auditor se da cuenta del valor del trabajo en equipo y cómo este
último puede implementarse en la práctica para tener también una gestión de calidad. Para los
sectores público y privado, es cierto que las auditorías deben realizarse de manera consistente
para presentar una ventaja competitiva que puede ser realmente útil.
Las intervenciones de auditoría se basan en la cooperación porque cualquier solución propuesta
por un auditor debe ser válida para que termine siendo aprobada tanto por los empleados como
por el Consejo de Administración. Desde un punto de vista organizativo, las auditorías son
importantes porque permiten un examen en profundidad de las fortalezas y debilidades de
cualquier organización, ya sea pública o privada. Aquí, el concepto de gestión de calidad
también ayuda a comprender por qué todas las organizaciones se esfuerzan por realizar
auditorías: solo cuando todas las condiciones necesarias son correctas, completas y evaluadas,
es posible desarrollar un estándar de calidad que se debe seguir implacablemente. Cuando una
organización tiene la oportunidad de verificar que se sigan sus estándares, se está un paso más
cerca de alcanzar sus objetivos fundamentales mientras se mantiene al día con los requisitos
(sector privado) y las necesidades (sector público) de sus clientes. La gestión de la calidad es
tan importante como la auditoría debido a su estrecha relación con las responsabilidades de los
empleados y la participación natural en todas las actividades de la organización.
Como una forma de evaluación independiente, una auditoría puede convertirse en un activo
serio cuando se realiza correctamente y conducir al crecimiento de la base de clientes y un
aumento en términos de satisfacción de los clientes y una respuesta positiva al cambio. Una
demostración de los empleados que siguen los estándares tiene un efecto positivo exclusivo
que no se puede replicar por medio de ningún otro método o estrategia. La gestión de la calidad
y la auditoría hacen que tanto la dirección como los empleados contribuyan a la mejora continua.
La evidencia de la literatura también brinda la oportunidad de sugerir que las auditorías se
pueden usar para cambiar la atención de los empleados a los problemas más importantes que
deben abordarse de inmediato. Por lo tanto, también se puede concluir que una auditoría no es
solo una mera evaluación del entorno de trabajo existente y de las fortalezas o debilidades
empresariales: es un activo organizacional fundamental que puede ayudar a la gerencia a
descubrir áreas potenciales de mejora sin tener que recurrir en profundidad a investigación
externa que puede resultar bastante intensiva en recursos en una escala a largo plazo.
En general, se puede afirmar que la gestión de la calidad y las auditorías deben convertirse en
los dos elementos inextricables de cualquier organización, ya que brindan a la administración la
oportunidad de emitir valiosos juicios respaldados por pruebas. Estar bien informado hoy en día
es crucial porque la mejora y el desarrollo empresarial nunca se detienen. Cuando se habla de
gestión de calidad y auditoría, también es vital asegurarse de que todas las implicaciones
etiquetadas como amenaza o debilidad se validen antes de abordarse; de lo contrario, las
auditorías se convertirán en un desperdicio de recursos organizacionales independientemente
del sector en el que opere la empresa. el momento. En resumen, puede ser seguro decir acerca
de las organizaciones privadas y públicas que las auditorías agregan valor a la organización y
mejoran seriamente su enfoque de gestión de la calidad. Un entorno empresarial armonioso
incluye numerosas partes interesadas que se dan cuenta de la importancia de una auditoría y
mantenerse al día con los estándares preestablecidos en todo momento.
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*Ingeniera en Administración de Empresas, Licenciada en Ciencias de la Educación, Mención
Lenguaje y Comunicación, Magister en Administración de Empresas con Mención en Gerencia de
la Calidad y Productividad (MBA) de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, ex – docente de
la Facultad de Administración de Empresas de la Escuela Superior Politécnica de Chimborazo,
actualmente docente de la Unidad de Nivelación y Admisión de la Universidad Nacional de
Chimborazo UNACH.
** Licenciado en Contabilidad y Auditoría CPA, Magister en Contabilidad y Auditoría de la
Universidad Nacional de Chimborazo, Magister en Gestión Socioproductivos de la Universidad
Indoamérica, ex – docente de la Facultad de Administración de Empresas de la Escuela Superior
Politécnica de Chimborazo, actualmente docente de la Facultad de Ciencias Administrativas de la
Universidad Técnica de Cotopaxi UTC y contador de la Empresa Fabycal Cia Ltda. de la Ciudad de
Riobamba.
*** Ingeniero en Contabilidad y Auditoría CPA, Egresado de la Maestría en Administración y
Dirección de Empresas (MBA) de la Universidad Internacional de la Rioja Logroño – España,
Diplomado en Normas Internacionales de Información Financiera - Normas Internacionales de
Contabilidad - México – DF. Representante del equipo de tesistas del Proyecto PROMETEO
FADE- SENESCYT ESPOCH. Publicación de instructivos metodológicos en el Instituto Ecuatoriano
de Propiedad Intelectual (IEPI). Actualmente Planificador Institucional (3) de la Dirección de
Planificación y Docente de la Facultad de Administración de Empresas de la Escuela Superior
Politécnica de Chimborazo.
****Ingeniero en Contabilidad y Auditoría CPA, maestrante de la Maestría en Administración y
Dirección de Empresas (MBA) de la Universidad Internacional de la Rioja Logroño - España, ex-
docente de la Facultad de Administración de Empresas - Programas Carrera con la cátedra de
Metodología de la Investigación y actualmente Contador 1 (Dirección Financiera) de la Escuela
Superior Politécnica de Chimborazo.