Chile es uno de los países que lidera el ranking de depresión en el mundo, con una estadística de
6,2% de la población nacional diagnosticada con esta enfermedad (Encuesta Nacional de Salud
2016-2017), superando la prevalencia de 4,4% estimada en el planeta por la Organización Mundial
de la Salud.
Si a esto sumamos que de acuerdo con el Informe Ipsos Global Advisor on Global Happiness 2019
Chile es el cuarto país con menor nivel de felicidad en el mundo bajando 21 puntos porcentuales en
relación con el año pasado, es claro que se requieren cambios individuales, colectivos, culturales y
de salud pública que aborden esta creciente problemática.
“Este modelo individualista, a nivel cultural, social, se nos fue enseñando y adquiriendo y lo fuimos
adaptando y hemos llegado a un punto tal que el modelo nos está comiendo a nivel sicológico. O
sea, no tenemos las condiciones para poder lidiar con el estrés normal, la ansiedad normal de la vida
que todos debemos tener para funcionar. Se está sobrepasando los niveles y no tenemos cómo
administrarlo”, precisa la psiquiatra Gema Cabrera.
Por ello, es clave atender el estrés, el bajoneo, las señales previas que nos indican que estamos
iniciando una depresión y tomar en ese momento las medidas que evitarán una patología más
compleja.
La doctora Cabrera recomienda poner especial atención “cuando ya no se siente el placer de hacer
las cosas que se disfrutaban antes, cuando se tiene menos ganas de hacer cosas, cuando se empieza
a no enfrentar bien el día a día, cuando las personas se ponen irritables, cuando empiezan como a
encerrarse en sí mismas y también en su casa lo más posible y también cuando la falta de ganas está
acompañada por el cansancio”. Pero si a todo esto se agrega el insomnio, claramente es
indispensable concurrir a un especialista.
La psicóloga Betania Cohen hace hincapié en la importancia de una dieta saludable para prevenir y
enfrentar la depresión y/o estrés, aumentando la ingesta de alimentos y suplementos que eleven
los niveles de serotonina (hormona neurotransmisora que interviene en la regulación del humor, el
sueño y el apetito. Su deficiencia puede causar depresión, agresividad y ansiedad).
La doctora Cabrera coincide y precisa que son ideales las verduras de hojas verdes por su alto
contenido de ácido fólico (un tipo de vitamina B que ayuda al sistema nervioso) y oligoelementos.
También el chocolate, las legumbres y, especialmente los garbanzos, que son precursores de la
serotonina; como a su vez las habas, el huevo, las semillas y los frutos secos; el café (no en exceso)
para las personas que pueden tomarlo y les gusta, ya que mejora el ánimo entregando un impulso
de adrenalina, sobre todo en quienes tienen tendencia a estar menos activas.
El salmón, el jurel y otros peces de aguas profundas son excelentes porque contienen los nutrientes
que requiere el sistema nervioso para funcionar de manera óptima.
Respecto a suplementos, resaltan que es conveniente optar por aquellos con ingredientes naturales
milenarios que se han usado en las principales culturas para mantener el balance emocional y
normal funcionamiento del sistema nervioso como por ejemplo el azafrán, precursor fundamental
de la serotonina y la dopamina, neurotransmisores que nos genera el estado de satisfacción plena.
La doctora Cohen destaca que un estudio realizado en Australia con 121 personas demostró la
capacidad del azafrán para elevar el ánimo, el vigor y mejorar la calidad de sueño, disminuyendo a
la vez la ansiedad, confusión, fatiga y estrés.
Carmen Rodríguez, químico farmacéutica de Nutrapharm explica que Felicy cuenta con certificación
de seguridad internacional y es elaborado con materias primas sometidas a rigurosos controles de
calidad.
“Los resultados: a las dos semanas de uso, 2 de cada 3 personas sienten que su equilibrio emocional
mejoró, teniendo una mayor alegría de vivir, sintiéndose más relajados, al tiempo que 3 de 4
personas se sienten también más optimistas y motivados”, indica la profesional.
En tanto, la doctora Cabrera precisa que además de practicar una actividad física que nos resulte
gratificantes, debemos ser constantes y realizarla al menos dos o tres veces a la semana: “No se
trata por ejemplo de solo salir el domingo a dar una vuelta en bicicleta, ya que eso no sirve. Tiene
que ser algo regular en la semana para generar la suficiente cantidad de neurotransmisores como
la endorfina o la dopamina que ayudan a superar esos estados malos de ánimo”:
No menos importante, plantea la especialista, es darse espacios propios, personales, valorando lo
que se denomina “ocio creativo”. Y por supuesto, concluye, no hay que olvidarse de compartir con
los amigos y personas que nos sean gratas.