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Rosario de las lágrimas de Sangre

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo

Los 7 Dolores de Nuestra Madre


Meditaciones tomadas de la S.D. Luisa Piccarreta. Vol. 6 Septiembre 17, 1905
Invocaciones a la Divina Voluntad
Somos nada, Dios es todo. Padre te amamos; ! continúa Divina
Voluntad,

+ a pensar en nuestras mentes;


+ a circular en nuestra sangre;
+ a mirar en nuestros ojos;
+ a escuchar en nuestros oídos;
+ a hablar en nuestras bocas;
+ a respirar en nuestros respiros;
+ a palpitar en nuestros corazones;
+ a moverte en nuestros movimientos;
+ a sufrir en nuestro sufrimientos y nuestras almas unidas a tu
Voluntad sean los crucifijos vivientes inmolados para la gloria del
Padre;
+ a orar en nosotros, y después ofrécete a ti mismo esta oración
como nuestra, para satisfacerte por las oraciones de todos, y para
darle al Padre la gloria que deberían darle todas las criaturas.
Oración Inicial:
- Jesús Crucificado, postrados a tus pies te
ofrecemos las "Lágrimas de Sangre" de
aquella que te acompañó con tierno
amor y compasión en tu viacrucis.
- Concédenos la gracia, Oh buen Maestro
de tomar a pecho las enseñanzas
contenidas en las "Lágrimas de Sangre"
de tu Santísima Madre, para cumplir tu
voluntad de tal manera que un día
seamos dignos de alabarte y glorificarte
por toda la eternidad, Amén.
Primer Dolor
Simeón anuncía a María que un dolor
traspasará su alma
Quien anticipadamente
se pone en las manos de
la providencia,
ofreciéndose a sufrir
cualquier tipo de penas,
miserias, enfermedades,
calumnias y todo lo que
el Señor disponga sobre
ella, viene a participar del
primer dolor
de la profecía de Simeón
Primer Dolor: Jaculatoria
Oh Jesús mío, mira las
lágrimas de Sangre
de aquella que te
tenía el amor más
grande en la tierra
y te ama con el ama
con el amor más
fervoroso en el cielo.
Oh, Jesús escucha
nuestros ruegos por
las lágrimas de Sangre
de tu Santísima Madre
Segundo Dolor
María con José Huye a Egipto
Quien actualmente se
encuentra en los
sufrimientos y está
resignado y está más
estrechado conmigo,
no me ofende, es como
si me salvara de las
manos de Herodes, y
sano y salvo me
custodia en el Egipto de
su corazón, participa
del segundo dolor.
Segundo Dolor- Jaculatoria
Oh Jesús mío, mira las
lágrimas de Sangre
de aquella que te
tenía el amor más
grande en la tierra
y te ama con el ama
con el amor más
fervoroso en el cielo.
Oh, Jesús escucha
nuestros ruegos por
las lágrimas de Sangre
de tu Santísima Madre
Tercer Dolor
María pierde a Jesús y lo encuentra
en el templo
Quien se encuentra abatido
de ánimo, árido
y privado de mi presencia,
y está firme y fiel a sus
acostumbrados ejercicios, es
más, busca la ocasión de
amarme y buscarme más, sin
cansarse, viene a participar
de los méritos
y bienes que adquirió mi
Madre en mi extravío.
Tercer Dolor- Jaculatoria
Oh Jesús mío, mira las
lágrimas de Sangre
de aquella que te
tenía el amor más
grande en la tierra
y te ama con el ama
con el amor más
fervoroso en el cielo.
Oh, Jesús escucha
nuestros ruegos por
las lágrimas de Sangre
de tu Santísima Madre
Cuarto Dolor
Jesús se encuentra con su Madre
Quien en cualquier ocasión
que se encuentre,
especialmente de verme
ofendido gravemente,
despreciado, pisoteado, y
busca repararme,
compadecerme y rogar
por aquellos mismos que
me ofenden, es como si
encontrara en aquella
alma a mi misma Madre,
que si hubiera podido me
hubiera liberado de mis
enemigos, y participa
en el cuarto dolor.
Cuarto Dolor- Jaculatoria
Oh Jesús mío, mira las
lágrimas de Sangre
de aquella que te
tenía el amor más
grande en la tierra
y te ama con el ama
con el amor más
fervoroso en el cielo.
Oh, Jesús escucha
nuestros ruegos por
las lágrimas de Sangre
de tu Santísima Madre
Quinto Dolor
María está presente en la Crucifixión

Quien crucifica sus


sentidos por amor de
mi crucifixión, y trata
de copiar en sí las
virtudes de mi
crucifixión, participa
del quinto dolor.
Quinto Dolor- Jaculatoria
Oh Jesús mío, mira las
lágrimas de Sangre
de aquella que te
tenía el amor más
grande en la tierra
y te ama con el ama
con el amor más
fervoroso en el cielo.
Oh, Jesús escucha
nuestros ruegos por
las lágrimas de Sangre
de tu Santísima Madre
Sexto Dolor
María recibe sobre sus brazos a Jesús
Quien está en continua
actitud de adorar, de besar
mis llagas, de reparaciones,
de agradecimientos y más,
a nombre de todo el género
humano, es como si me
tuviera en sus brazos, como
me tuvo mi Madre cuando fui
depuesto de la cruz, y
participa
del sexto dolor.
Sexto Dolor- Jaculatoria
Oh Jesús mío, mira las
lágrimas de Sangre
de aquella que te
tenía el amor más
grande en la tierra
y te ama con el ama
con el amor más
fervoroso en el cielo.
Oh, Jesús escucha
nuestros ruegos por
las lágrimas de Sangre
de tu Santísima Madre
Séptimo Dolor
María acompaña a Jesús a la sepultura

Quien se mantiene en
mi Gracia y me
corresponde, y no da a
ningún otro albergue en
el propio corazón sino a
Mí sólo, es como si me
sepultara en el centro
del corazón, y participa
en el séptimo dolor.
Séptimo Dolor- Jaculatoria
Oh Jesús mío, mira
las lágrimas de
Sangre de aquella
que te tenía el
amor más grande
en la tierra
y te ama con el
ama con el amor
más fervoroso
en el cielo.
Oh, Jesús escucha
nuestros ruegos por
las lágrimas de Sangre
de tu Santísima Madre
“Oh Jesús mío, mira las
lágrimas de sangre de
aquella que te tenía el
amor más grande en
la tierra y te ama con
el amor más fervoroso
en el cielo”. (3 veces)
Oración

Oh, María, Madre del Amor, de los dolores


y de la Misericordia, te suplicamos reune
tus ruegos con los nuestros para que Jesús,
a quien nos dirigimos en el nombre de tus
lágrimas de Sangre maternas, escuche
nuestras súplicas concediéndonos con las
gracias que te pedimos la corona de la
vida eterna. Amén.
Tus lágrimas de sangre
Oh Madre Dolorosa,
destruya el reino del
infierno. Por tu Divina
mansedumbre, Oh
encadenado Jesús
guarda al mundo de los
horrores amenazantes
(3 veces)
Letanías Lauretanas
Oremos

Infunde Seńor en nuestras almas el Don de tu


Divina Voluntad para que los que hemos
conocido el anuncio del Reino de la Divina
Voluntad, en virtud de la Encarnación, Vida,
Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo
podamos vivir la plenitud de su Resurrección
en tu Divina Voluntad sobre la tierra como en
el Cielo. Él es Dios y vive y reina por los siglos
de los siglos. Amén.
Apostolado de los Sacerdotes Difuntos

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