- INTRODUCCIÓN
Vamos a tratar en este capítulo únicamente a los cormófitos, esto es, plantas que constan de
tallo, raíz y hojas verdaderas.
Para poder sobrevivir fuera del agua las plantas tuvieron que desarrollar paulatinamente una
cutícula para evitar la desecación, estomas para “respirar”, tallo con tejido para sostener el peso de
la planta, raíces para absorber el agua y alimento de la tierra y hojas para captar la energía solar y
transfoffi1arla en energía química para sintetizar la materia orgánica.
Nosotros vamos a estudiar en este curso únicamente a los cormófitos, esto es, plantas que
constan de tallo, raíz y hojas verdaderas. No obstante, podemos dividir a los vegetales:
-El cormo es el aparato vegetativo que se caracteriza por poseer fibras y vasos conductores. Es
propio de las plantas superiores. Comprende dos órganos:
* la raíz, que crece en la tierra,
*el brote, que crece en el aire y consta a su vez de tallo y hojas.
-El talo consta de una célula o de una masa de células iguales o apenas diferenciadas que no
forman fibras ni vasos. Es propio de las plantas inferiores (algas, hongos).
-Cormofitas o fibrovasculares.
-Talofitas o celulares.
Hasta el siglo XVIII, los nombres científicos de las plantas consistían en breves descripciones,
en latín, que aludían a características de estos organismos más o menos llamativas: parecido de las
plantas con otros organismos vivos, usos y aplicaciones, en el hábito (biotipo) que presentaban,
forma del desarrollo, número de piezas florales, etc.
Carl von Linneo en su obra "Species plantarum" (1753) ideó una manera de nombrar las
plantas que hoy se utiliza universalmente: la Nomenclatura Binomial. El se basó en el tipo de
aparato reproductor que presentaban (sistema sexual), estableciendo subdivisiones basadas sobre
todo en la disposición de los sexos en las flores y en el número, concrescencia, inserción y
relaciones de longitud de los estambres.
Esta nomenclatura se basa en asignar a toda planta dos nombres (binomio) en latín, de modo
que el primero o nombre genérico lo comparte con otros semejantes, y el segundo, que es el
específico, le diferencia de los que pertenecen al mismo género.
El nombre genérico, cuya primera letra se escribe con mayúscula, es el mismo en el pino
piñonero y en el pino carrasco (Pinus). Las especies se difieren por el nombre específico, escrito
siempre con minúscula (pinea y halepensis).
La utilidad de estos nombres científicos es evidente. Sólo hay que pensar en los nombres que
recibe una planta como la judía en diferentes regiones y en distintos idiomas: alubia, habichuela,
fabe, fréjol, frijol, poroto, mongete, etc. En otras ocasiones se da el mismo nombre a plantas
distintas, como ocurre en muchas malas hierbas. De esta manera cualquier persona y en cualquier
idioma puede saber rápidamente a qué planta nos estamos refiriendo.
El Holotipo es el espécimen u otro elemento que el autor ha utilizado o designado como tipo
nomenclatural; mientras exista, él regirá automáticamente la aplicación del nombre
correspondiente. Si el autor de un taxón no indica el holotipo o si este holotipo se ha perdido o
destruido, se puede escoger un Lectotipo (espécimen escogido entre el material original) o un
Neotipo (espécimen escogido para servir de tipo nomenclatural, mientras que el material sobre el
que ha sido fundado el nombre del taxón falta). El lectotipo premia siempre sobre el neotipo y debe
ser elegido entre los Isotipos (doble del holotipo que forma parte de una misma recolección
efectuada en una vez por el recolector).
Un nombre de reemplazo (nomen nudum), publicado deliberadamente para ser sustituido por
otro, está tipificado por el tipo de este último. El tipo (holotipo, lectotipo o neotipo) del nombre de
una especie o de un taxón infraespecífico consiste en un espécimen único. Si se demuestra que el
pliego de herbario contiene elementos de varios taxones, el nombre debe ser unido a la parte
(lectotipo) que corresponde mejor a la descripción original.
Si queremos tener un panorama ordenado y sistemático del reino vegetal dentro del enorme
conjunto formado por todas las especies existente, hay que establecer subconjuntos que engloben a
distintos organismos. A estos subconjuntos se les denominan categorías taxonómicas o taxones.
Las especies parecidas se agrupan en géneros. Los géneros se reúnen en familias. Las
familias, a su vez, pueden agruparse en órdenes, éstos en clases y las clases en divisiones. Hay
casos en los que se utilizan categorías intermedias añadiendo los prefijos super o sub.
El "Código Internacional de Nomenclatura Botánica" contiene reglas obligatorias referentes a
la descripción y denominación de los taxones vegetales. Para la descripción de taxones nuevos es
necesaria una diagnosis latina y publicación "efectiva" de la misma. Todos los nombres científicos
de las plantas se usan en forma latina. Para denominar los géneros (y los taxones superiores) se
emplean sustantivos (en el caso de los géneros, escritos con mayúsculas); para designar las especies
(y los taxones infraespecíficos) suelen usarse adjetivos (escritos con minúscula).
Los nombres de híbridos van precedidos del signo x, por ejemplo: x Raphanobrassica;
Campsis x tagliabuana (híbrido de C. grandiflora xC. radicans).
La interpretación de cada nombre (de familia hacia abajo) viene asegurada cuando se establece
su tipo nomenclatural, en general un ejemplar de herbario, como hemos visto.
Para denominar un taxón sólo puede usarse el nombre legítimo más antiguo publicado dentro
de la misma categoría (regla de la prioridad); como punto de partida, en lo que respecta a las
plantas vasculares, se toma la primera edición de "Species Plantarum" de Linneo (1753). Son
sinónimos los nombres diferentes que se aplican a un mismo taxón. Por ejemplo: Cortaderia
selloana (nombre válido), Cortaderia argentea (sinónimo) y Gynerium argenteum (sinónimo). Se
llaman homónimos los nombres iguales que se aplican a taxones distintos.
Cuando se altera la categoría de un taxón, el nombre del autor del "basiónimo" se pone entre
paréntesis, seguido del nombre del autor de la nueva combinación. Por ejemplo: Achilea sudetica
Opiz -Achilea millefolium L. subsp. sudetica (Opiz) Oborny. Igual se procede en caso de que un
taxón se transfiera a otra especie o a otro género. Por ejemplo: Quercus petraea (Matts.) Lieblein.