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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE

HIDALGO

SISTEMA DE UNIVERSIDAD VIRTUAL.

ESPECIALIDAD EN TECNOLOGÍA EDUCATIVA


G14.

ACTIVIDAD: 4.3

ARTÍCULO: FORMACIÓN DEL PROFESORADO EN


TECNOLOGÍAS.

Alumno: Fernando Sánchez Estrada.

Diciembre de 2010.
RESUMEN:
La sociedad actual demanda de la educación replantear los roles y los medios
de enseñanza, ya no basta con el material didáctico elaborado en el papel bond,
como tradicionalmente se hacía, ya no es suficiente con que el alumno llene
libretas de escritura y copia, ya no es suficiente con que el docente tenga a los
alumnos quietos en el aula escuchándolo impávidos el discurso que les
entrega; se hace necesario incorporar nuevas formas de generar la enseñanza y
propiciar el aprendizaje, es un imperativo incorporar las nuevas tecnologías en
el proceso de enseñanza-aprendizaje, lo que demanda de una formación integral
por parte del docente tanto en lo didáctico, pedagógico y en la informática; para
hacer uso de esta herramienta con eficiencia y eficacia y no solamente como
máquina de escribir, de tal manera que le permita al alumno interactuar y
construir su conocimiento de manera lúdica al ser protagonista de su
aprendizaje mediante los recursos tecnológicos.

INTRODUCCIÓN:
Una sociedad que no tiene avances en los diversos ámbitos que la estructuran,
irremediablemente estará condenada a extinguirse, es bien sabido que el piler
del desarrollo de toda sociedad es la educación; ya que mediante ésta se
preparan a los ciudadanos que habrán de forjar un futuro cada día mejor,
mediante su actuar y su responsabilidad y el docente es un actor importante en
este proceso de crecimiento y desarrollo educativo de los pueblos, cuya labor
esta siempre permeada por su entrega y amor a su quehacer, pero los tiempos
han cambiado y ya no demandan un docente apóstol de la educación o un líder
social, en la actualidad nos encontramos inmersos en un momento en el que
la sociedad demanda cambios y adaptaciones, en el que las nuevas
generaciones sólo han conocido progreso y exigen un nivel de reajuste en
los procesos de formación escolar y la diversificación de los medios y
recursos de acceso al conocimiento, las redes telemáticas e internet están
permeando en los hogares y la niñez de nuestros días pasa horas en las
aulas viendo cara a cara a su profesor y escuchando discursos que no
tienen sentido ni significado para él y que además se limita a la práctica
tradicional de sacar y contestar el libro, cuando el niño en casa tiene acceso
a navegar a través de la internet y conocer aspectos distantes a su entorno,
lo que no encuentra en el aula, porque el docente no tiene los conocimientos
y los recursos para diversificar su práctica y hacer del aula un entorno
interactivo de aprendizaje, desde luego que para que esto ocurra hace falta
formación en el uso eficiente de las nuevas tecnologías, cosa que la gran
mayoría de docentes no poseemos, pues el sistema de formación inicial no
contempla en el curriculum.
El lector podrá encontrar en el presente escrito una serie de reflexiones y
puesta en la mesa del debate algunas de las implicaciones que encierra la
formación docente y las demandas de una sociedad que va a la vanguardia
con el desarrollo tecnológico; así como la problemática que enfrenta el
docente en el aula, por la falta de una formación en la nuevas tecnologías.

DESARROLLO:
Durante el devenir histórico del sistema educativo mexicano, se ha pasado
por diversas etapas que han demandado la incorporación de personas que
puedan atender las necesidades educativas de los asistentes a las escuelas,
en muchos casos el asunto se resolvía con que aquella persona hubiera
cursado la primaria superior, o que tuviera los elementos mínimos de
saberes, por un tiempo se tubo la que fue la famosa escuela rudimentaria,
que su fin era brindar los aspectos elementales de matemáticas, y español
(lectura y escritura), a medida que las necesidades crecieron fue necesario la
preparación del personal docente que ha de estar a cargo de la educación de
los niños y así surgieron las escuelas normales como las instituciones
encargadas de preparar a los futuros docentes, dotándolos de los elementos
didácticos y pedagógicos para desarrollar una labor con mayores sustentos
teóricos y por consiguiente una mejor formación en el alumnado. Durante
décadas la formación docente ha estado básicamente enfocada a la
enseñanza directa y con los recursos tradicionales que el medio pueda
brindar y la gran capacidad e imaginación del profesor.
Lejos estaban docentes y alumnos de pensar e imaginar que algún día se
podría presenciar una conferencia en el aula a través de un televisor y de
ésta manera se empieza a incorporar la tecnología en las escuelas, desde
luego algo novedoso para la época y los alumnos, desde luego que para
hacer uso de la televisión no era necesaria tanta ciencia ni formación en el
docente pero en la actualidad la ciencia y la tecnología llega a sorprender
tanto con sus avances, por lo que también en los centros educativos y tanto
el profesorado como el alumnado tiene que ir a la par de sus progresos; de
otra forma se van rezagando dentro del fenómeno tan fuerte de la
globalización que más que generar igualdad marcaría más las diferencias
entre el primer y tercer mundo, evidentemente que se hace necesaria una
política de:

Formación del profesorado mexicano

Otro reto de nuestra educación es la formación del profesorado, ya que En la


actualidad las nuevas tecnologías se abren como nuevos canales de
información y de enseñanza que se hacen imprescindibles para la actuación
social, sin embargo, muchos docentes, en vez de ver la tecnología como un
instrumento de mejora, ven al ordenador como una fuente de información
que compite contra ellos, en este sentido nos hacemos eco de la frase de
(Sáenz, O. 1995, p. 161) "El nuevo profesor ha de admitir que en la galaxia
tecnológica su papel como "instructor" es bastante modesto, y que como
exclusivo canal de información no tiene nada que hacer". Una persona
nunca puede competir con una computadora en conocimiento ya que hoy en
día el poseer mayores conocimientos no asegura una enseñanza efectiva. A
este respecto habría que hacer una diferencia sustancial entre los maestros
de educación básica y los maestros de educación media y superior.
Pareciera una paradoja del sistema educativo, que mientras en el discurso y
el papel se plasman las buenas intensiones de mejorar la calidad de la
educación, a través de la modificación de planes de estudio, edición de
nuevos materiales e incorporación de recursos tecnológicos en las aulas
(enciclomedia), pero solamente de una manera parcial, no se vea la reforma
como un programa integral que comprenda el aspecto material y humano;
reflexionemos, de qué sirvió colocar un pizarrón electrónico en aquellas
aulas en las que se encontraba un docente que jamás había tenido en sus
manos una computadora y que prefería no utilizarla por el temor a que la
descompusiera, o en muchos de los casos que simplemente se hiciera uso
del programa para ir leyendo los libros digitalizados, como una novedad más
y solamente resolver el ejercicio en el libro físico, de esta manera desde
luego que no impactará en la mejora de la educación y para colmo solamente
se coloco ese equipo en las grados de quinto y sexto de la escuela primaria,
preguntaría y los demás grupos cuándo les tocará y la secundaria cuando,
por lo que nos damos cuenta se implementan políticas gubernamentales de
sexenio y como dice el dicho de llamarada de petate, que solamente
apantallan momentáneamente pero que no tienen una intencionalidad de
impactar de manera más significativa en la mejora de la calidad educativa ni
mucho menos vinculadas a un proyecto educativo a largo plazo y en este
sentido, la formación del docente en el manejo y aprovechamiento eficiente
de estos recursos se ve disminuido, a reserva de las actitudes que el
profesorado asume, pues la actitud del docente ante la tecnología y ante el
uso de la misma es esencial para una buena enseñanza y por lo tanto, para
un buen aprendizaje; según Barroso, J. (2003) las actitudes de los
profesores hacia los medios tecnológicos se pueden analizar desde una
doble perspectiva, una se refiere a las actitudes que los profesores suelen
tener hacia los medios audiovisuales, informáticos y las nuevas tecnologías
de la información en los centros educativos y otra a la importancia que las
actitudes pueden tener para facilitar o dificultar la interacción con los
medios.
No es de negar que los docentes que pertenecemos a la generación “S” o
“X”, cargamos con el costal del conformismo, del rechazo a lo que no es de
nuestra época, al cansancio de los años y sobre todo a las ganas de
fortalecer nuestro quehacer docente actualizándonos en nuestra práctica y
en el uso de las nuevas tecnologías, pensamos en ocasiones que si
permitimos el acceso de la computadora a nuestra aula ésta nos va a
suplantar y así encontramos que las actitudes del profesorado se sitúan
entre dos polos de un continuo: entre la tecnofobia y la tecnofilia, es decir,
por un lado están las personas que rechazan el uso de las máquinas y que
incluso utilizándolas sienten desagrado, puesto que prefieren trabajar sin
ellas. En el otro extremo se encuentran los que se sienten plenamente
incorporados al mundo de la tecnología, los que siguen con entusiasmo su
evolución e innovación, los que están al día de los últimos productos, de las
últimas versiones y, sobre todo, los que están convencidos de que la
tecnología equivale a evolución y progreso y son de la idea de que si las
escuelas estuvieran adecuadamente dotadas y los profesores
adecuadamente formados, los alumnos aprenderían de forma mágica.”
Pero aquí reflexionaríamos en lo siguiente es suficiente con la incorporación
de equipo tecnológico en el aula? Y por arte de magia los resultados
educativos mejorarán, creo que los medios ayudan pero no son la panacea,
si el docente no asumen su rol con profesionalismo y ética los resultados no
mejorarán, el docente debe ser un sujeto abierto al cambio, en constante
actualización y que asume su quehacer como una carrera de vida, sin
embargo pese a todo ello nos encontramos con los siguiente:
Existen, por lo tanto, diversos problemas que surgen de estas actitudes
negativas hacia los medios tecnológicos, para Calderón, P. (1997) los
aspectos más problemáticos serían:
· La resistencia al cambio.
· Las deficiencias de formación en cuanto al uso de las tecnologías.
· La autoestima y el grado de frustración.
· La visión de la computadora como sustituto del profesor.
Y estos problemas podrían producirse según Cabero (1998) debido a:
- Los recelos de los profesores a perder su empleo y el prestigio profesional.
- Las rutinas adquiridas a lo largo del desarrollo de su actividad profesional,
y el desafío que pueden suponer los medios técnicos para su ruptura.
- Las percepciones de uno mismo como incompetente.
En consecuencia, se hace necesario un cambio en la formación inicial, por
lo tanto no hay sólo que comenzar a formar al profesorado en medios
tecnológicos, sino empezar por asumir una conciencia positiva del uso de
medios. Todo esto lleva, (Barroso, 2003) a entender que la formación no
debe limitarse solo al funcionamiento técnico de los medios, sino también a
las dimensiones didácticas, y al diseño y producción de los medios, pero no
solamente es cuestión de la formación inicial; se debe tener un plan de
formación permanente, diversificando los medios y formas de actualización,
ya que en muchos casos el docente se ve limitado a asistir a sesiones
presenciales por la lejanía de su centro de trabajo; por lo que al brindar los
medios virtuales el docente tendrá mayores posibilidades de actualización.
Así, según Gisbert M. (2000), los docentes, tengan la actitud que tengan a la
hora de relacionarse con las nuevas tecnologías como es el caso de
desarrollar su tarea en entornos tecnológicos virtuales, se encuentran
condicionados por:
· La infraestructura de comunicación de que dispongan.
· El espacio disponible en su centro habitual de trabajo que permita la fácil
integración de la tecnología.
· Su preparación para el uso de esta tecnología (tanto desde el punto de
vista del hardware como del software).
· La disponibilidad del docente para una formación permanente que le
garantice no perder la “carrera tecnológica”.
Desde luego que esta formación del profesorado en las nuevas tecnologías
replantea un nuevo rol, pues Siempre que encontramos relacionados
profesorado y posibilidades pedagógicas que ofrecen las tecnologías de la
información y la comunicación (TIC), se suele aceptar que el rol del profesor
cambia de la transmisión del conocimiento a los alumnos; a ser facilitador
en la construcción del propio conocimiento por parte de estos (Gisbert y
otros, 1998; Salinas, 1999; Pérez Garcías, 2002). Se trata de una visión de la
enseñanza en la que el alumno es el centro o foco de atención, pero en la
que el profesor juega, paradójicamente, un papel decisivo. Debemos tomar
conciencia que, como en otros muchos casos, dicha asociación resulta
interesada dado que este tipo de rol del profesor también resulta adecuado
en cualquier otra circunstancia, incluidas las situaciones convencionales.
Resulta imprescindible replantear la formación profesional del docente en la
que se incluya el desarrollo de competencias en el uso eficiente de los
medios informáticos, evidentemente que se hace necesario un perfil de
egreso acorde a las nuevas demandas y necesidades que la actualidad
plantea, lo que supone el superar una etapa de alfabetización digital a un uso
eficiente de las TICs y su incorporación didáctica a los procesos de
generación e intercambio de conocimientos.
Es un imperativo que la formación del profesorado tienda aq desarrollar
competencias referidas a su quehacer con el uso de las Tics de manera
práctica y no solamente proveerlos del manejo operativo de las máquinas
(campos y Korner, 2005).
Si recordamos en años atrás se implemento el programa COEBA, con la
finalidad de capacitar a los docentes en el uso y manejo de la computadora,
pero que solamente fue visto como un curso instrumental que no impacto
significativamente en la formación del profesorado ni en el proceso
enseñanza-aprendizaje.
Es imprescindible, para ello, un potente sistema de apoyo a los profesores,
tanto en lo referente a la implementación del plan de formación, capacitación
y actualización del profesorado respecto al uso de las TIC en la docencia.

Estos sistemas de apoyo no sólo se centran en el papel fundamental de la


formación del profesorado; además debemos pensar en términos de
formación continua, de desarrollo profesional. Un sistema de apoyo puede
ser la respuesta institucional más adecuada en ciertos momentos, pero no
es suficiente si queremos lograr este nuevo perfil de docente, con un nuevo
enfoque del proceso de enseñanza-aprendizaje y con nuevas funciones a
desarrollar en dichos procesos.

Es necesario implicar al profesorado en este proceso, desarrollando


nuevas pautas de comportamiento, desde la necesidad de actualizar,
impulsar e integrar las nuevas tecnologías de la información y la
comunicación en el sistema de enseñanza, acorde a la sociedad del siglo
XXI.
Debemos realizar este proceso sin perder de vista el objetivo de la
formación integral, es decir, las nuevas tecnologías son un recurso
fundamental en la época actual, pero su aplicación debe de ser racional,
entendiendo que nos va a permitir rentabilizar los esfuerzos para el mejor
desarrollo, objetivos y contenidos, sin perder de vista valores
fundamentales, presentes en el proceso de enseñanza “tradicional”.
La formación del profesorado es la alternativa para no caer en el desfase y
acoplarse adecuadamente a las nuevas tecnologías en la enseñanza. Sin
embargo, no podemos afrontar la formación en las nuevas tecnologías
desde un único punto de vista y de una forma global por tres aspectos bien
diferenciados:
• Distintos niveles de niveles de conocimiento previo del
profesorado.
• Distintos niveles de receptibilidad en el profesorado en lo referente
a nuevas tecnologías

 Necesidad de nuevos estímulos en la motivación personal y


profesional, fundamental ante cualquier proceso de
adaptación y de formación.
Sin suda que hablar de calidad de la educación es sinónimo de progreso y
en este sentido la educación constituye la base de formación de cualquier
sistema educativo.
Hoy en día no es suficiente con disponer de los conocimientos académicos
aprendidos en la etapa de la formación inicial, es necesario diversificar los
medios de aprendizaje y autodidactismo a través de las posibilidades que las
nuevas tecnologías brindan.

RESULTADOS:
Podemos decir que la habilitación del profesorado en relación al uso de los
medios tecnológicos y en particular los de la era de la informática, ha sido
por iniciativa personal y la necesidad del servicio, contando con los
elementos que están a su alcance, pero que ha faltado un plan institucional
de formación sistemático y debidamente articulado a un proyecto educativo
de largo plazo, que impacte en el ser y hacer del docente, en el que el uso de
las nuevas tecnologías impacte en la formación de los alumnos y permita
mejorar los niveles de calidad de la educación.
Al realizar un sondeo con personal docente respecto a qué es lo que
consideran que se debe de considerar en un plan de formación opinan que
un plan de formación continua en las tecnologías debe considerar los
siguientes aspectos:
 Formación que dé respuesta a las nuevas necesidades del profesorado.
 Formación que incida en la innovación pedagógica, indagar en la práctica
docente.
 Formación que utilice los avances tecnológicos y facilite la su
incorporación en el proceso de enseñanza – aprendizaje tanto en el alumno
como en el docente.
 Formación que ayude al profesorado a tener una actualización científica y
didáctica.
 Aplicación práctica de los contenidos trabajados en las acciones
formativas.
 Mayor nivel de inversión en recursos en formación (recursos humanos,
técnicos,...)
 Formación que combine teoría y práctica.
 Horario lectivo y flexible en función de las necesidades de formación.
 Seguimiento y evaluación de las acciones formativas en los centros de
trabajo.
 Formación que permita la promoción profesional.
 Oferta variada y de calidad.
 Formación que responda a un plan estratégico y eficaz para conseguir
objetivos concretos. Impacto en el aula y en el centro.
 Formación que esté bien canalizada y que llegue a los centros a tiempo.
 Control en el acceso a la formación.
 Formación que sea evaluada.
 Formación que tenga en cuenta la realidad de los centros educativos.

CONCLUSIONES:

La época actual con la introducción de las TIC, demanda de los docentes


replantear su rol y formación, ya no es suficiente con que el docente tenga
dominio del contenido, no es suficiente con que posea habilidades para
mantener el grupo en orden, ya no es suficiente con que sepa transmitir la
información a los alumnos, en la actualidad se demanda del docente nuevas
habilidades, principalmente en el uso y manejo eficiente de los medios
tecnológicos con un enfoque didáctico que permita que el alumno asuma un
rol activo en su proceso de formación mediada por los las tecnologías en las
que el docente ha de asumir un rol de asesor, tutor, coordinador y
propiciador de las situaciones de aprendizaje.

BIBLIOGRAFÍA:

Carmen Montoro Cabrera

Pilar de la Imprenta, 6. 2º

23002 Jaén

IES Las Fuentezuelas (Jaén)

cmontoro@supercable.es
IMPORTANCIA DE LA FORMACIÓN EN EL SISTEMA EDUCATIVO. EL PROFESOR, PIEZA CLAVE
EN LA IMPLANTACIÓN DE LAS TICS PARA LA CONSECUCIÓN DE NUEVOS RETOS EN LA
ENSEÑANZA.

Dr. Jesús Salinas


Grup de Tecnología Educativa
Universidad de las islas Balares “Herramientas para la formación del
profesorado”.

María Margarita Lucero


Universidad Nacional de San Luis, Argentina

LA FORMACION DEL PROFESORADO EN LA ERA TECNOLOGICA

Mª del Mar Sánchez Vera


mallemar@hotmail.com
Ana Romero Tovar
anaminu@hotmail.com

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