por las diócesis
p Año de Jesucristo
JULIA López Torres
j.lopez@elvisitante.net
Eran casi la 5 de la madrugada. La temperatura marca-
ba los 75 grados y ya era palpable el vaivén de cientos de
personas que llegaban hasta la calle Lolita Tizol en Ponce
para celebrar las tradicionales Mañanitas en honor a Nuestra
Señora de la Guadalupe, patrona de la Ciudad Señorial.
Ataviados con vestimenta tradicional mexicana y cami-
sas de la “Guadalupana”, varios feligreses se detenían en los
improvisados altares que adornaban las aceras para encen-
der velas y venerar la imagen de la “Emperatriz de América”.
Camino a la procesión, Wendeliz Alvarado, quien lucia
una falda en hilo y una flor en su cabello, típico de la cultura
azteca, manifestó que formar parte de la fiesta mariana era
sinónimo de crecimiento espiritual.
“Vine movida por la fe. Año tras año me presento para
celebrar la intercesión de la Santísima Virgen Maria”, relató
la joven.
Por su parte, su tía Dolores Meléndez se mostró emo-
cionada de participar este año en la celebración, luego de
haberse mudado a las Islas Vírgenes.
“Viajé expresamente para estar aquí. Siempre quise ve-
nir pero no había podido. Esta vez al fin pude hacerlo y estoy
muy contenta”, dijo sonriente la mujer.
La alcaldesa de Ponce, Maria “Mayita” Meléndez, minu-
19 al 25 de diciembre de 2010
tos antes de comenzar la procesión, describió la actividad
cómo un símbolo de la cultura y fervor religioso ponceño.
Añadió, que en momentos en que Puerto Rico afronta
una de las peores crisis sociales de su historia, la búsqueda
de la espiritualidad garantizará la sana confraternización en-
tre los ciudadanos.
“La esperanza y el optimismo deben reinar, para que
en esta temporada, donde se conmemora el nacimiento del
niño Jesús; la paz, la armonía y la no violencia continúen en
el País”, expresó.
Ya llegadas las 5 de la mañana, los primeros acordes de
“Al son de la Negra” del Mariachi los Camperos de Puerto
Rico anunciaron el inicio de la peregrinación.
Así, miles de devotos portando flores e imágenes, co-
menzarían el trayecto por la calle Isabel que los llevaría hasta
la catedral en el casco urbano.
Mientras tanto, varios metros adelante esperaban dece-
nas de personas con el deseo de poder vitorearla.
Gabriel Ramos, con un cuadro de la Virgen de la Guada-
lupe en sus manos, llegó desde Cabo Rojo muy temprano en
la madrugada para agradecerle sus bendiciones. “Ella es mi
madre”, dijo mientras pasaba frente a él la procesión.
Media hora más tarde, entre fuegos artificiales y mien-
tras el pueblo entonaba “Las Mañanitas” hizo su entrada a
la Catedral, en los hombros de varios devotos, la enorme
imagen de la “Patrona de México”.
Acto seguido el Obispo de Ponce, Félix Lázaro dio la
bienvenida a los ponceños y visitantes que se encontraban
dentro de la iglesia.
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“Hoy abrimos las puertas a todos los puertorriqueños y
hermanos latinoamericanos”, dijo Monseñor a los casi 10 mil
asistentes que se dieron cita a la actividad. “Nos honramos
en tener a la Virgen de la Guadalupe como Madre y Señora
de Ponce”, agregó.
En la homilía, el Obispo lamentó que el relativismo y la
falta del sentido de la vida sean las causas del “asma espi-
ritual” que afecta al pueblo puertorriqueño. “Necesitamos
que Dios envíe tanques de oxígeno espirituales para respirar
profundamente”, aseguró.
El Pastor enfatizó en la devoción a Maria como alterna-
tiva para volver nuestra mirada a Dios. “Tenemos necesidad
de una madre que sea fortaleza para el espíritu y luz en el
camino, ¿quién mejor que la madre de Jesús?”, declaró.
Terminada la misa, cientos de feligreses llegaron hasta
la imagen de la Virgen que yacía en el altar, para depositar
ofrendas florales.
En las afueras de la catedral aún era latente la emoción
y el fervor religioso de los asistentes, quienes hacían filas
para retratarse frente a un cuadro de más de 7 pies que se
encontraban frente al Templo.
Uno de ellos fue el locutor de radio de la emisora WLEO
de Ponce, Edwin Vázquez Zayas, quien asistió con toda su fa-
milia y expresó que actividades como éstas “son muestra de
aquellas tradiciones puertorriqueñas que no deben morir”.
Por su parte, los jóvenes Omar Sánchez y Brenda Agosto
de 34 y 24 años de edad respectivamente, llegaron hasta la
Perla del Sur con la intención de demostrar su devoción a
través de la procesión de la Guadalupana.
“Es importante que nosotros los jóvenes busquemos