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Alergia alimentaria e intolerancia alimentaria

Las alergias alimentarias, reacciones alérgicas clásicas, mediadas por IgE, se conocen
desde hace mucho tiempo, sin embargo las llamadas intolerancias alimentarias
(mediadas por IgG), que en sentido estricto se tendrían que llamar también alergias
alimentarias, son menos conocidas y al ser sus manifestaciones más tardías y menos
evidentes que las alergias IgE mediadas, no se diagnostican o se confunden con otras
patologías, o simplemente no se tienen en cuenta, se convive con ellas y con todas sus
consecuencias patológicas.

Para entender la diferenciación entre alergia (IgE) e intolerancia alimentaria (IgG),


recordemos sucintamente las clases de reacciones anormales a los alimentos. Fig. 3.

Clases de reacciones alérgicas

• Tipo I: Reacción aguda, con hipersensibilidad inmediata y mediada por


anticuerpos IgE.

• Tipo II: Induce a la destrucción celular. Presencia de anticuerpos IgG.


Fijación lenta a la superficie celular (por ejemplo vellosidades intestinales).

• Tipo III: Presencia de inmunocomplejos Ag-Ac (IgG) en la circulación


sanguínea, que pueden
depositarse en la mucosa intestinal y otros tejidos (articulaciones, etc.).

• Tipo IV: Hipersensibilidad retardada. Presencia de linfocitos T con


inflamación crónica IgG).

Reacciones generalizadas de alergia tipo I:

• Dificultades respiratorias inmediatas

• Posibilidad de aparecer un shock anafiláctico

Reacciones localizadas

• Piel: urticaria, edema de Quinkle, dermatitis atópica

• Mucosa respiratoria: asma, tos, rinitis

• Mucosa digestiva: diarrea acuosa

• Mucosa oro-faríngea

Reacciones alérgicas a los alimentos mediadas por anticuerpos IgG


Son reacciones de alergia de los tipos II, III y IV.

Signos digestivos

• Acidez

• Úlceras en la boca

• Gastritis

• Colitis

• Estreñimiento

• Diarrea

• Náuseas

Signos respiratorios

• Tos

• Bronquitis

• Asma

Signos en articulaciones

• Dolor en articulaciones

• Rigidez en articulaciones

Signos generales

• Jaquecas

• Fatiga

• Depresión

• Obesidad
Comentario sobre la obesidad. El test de intolerancia alimentaria que evalúa anticuerpos
IgG, es una herramienta diagnóstica muy útil para todas las alergias alimentarias de los
tipos II, III y IV. En la de Tipo III hemos mencionado la formación de
inmunocomplejos Ag-Ac. Estos inmunocomplejos circulantes aumentan la presión
oncótica de la sangre que provoca retención de agua y por tanto un aumento de peso. Si
esta es la patología concreta que tiene un paciente, al retirarle los alimentos a los que
tiene sensibilidad y frente a los que ha desarrollado anticuerpos IgG, disminuirán los
inmunocomplejos, disminuirá en consecuencia la presión oncótica y se eliminará agua,
es decir se perderá peso. En estos casos concretos los resultados son a veces
espectaculares, con pérdidas de peso del orden de más de 10 kg en un mes,
desapareciendo a su vez, de forma casi inmediata, los trastornos colaterales como la
patología asociada de inflamación, dolor o rigidez en las articulaciones. Ahora bien esto
ocurre en estas patologías concretas. Una persona obesa por aumento simplemente de su
tejido adiposo, podrá mejorar su estado con la supresión de alimentos frente a cuyas
proteínas haya desarrollado IgG, pero no habrá una pérdida de peso evidente o al menos
inmediata y espectacular.

En resumen, la pérdida de peso por supresión de alimentos frente a cuyas proteínas se


presenta alergia IgG mediada, se producirá principalmente en las obesidades
edematosas.

Reacciones alérgicas a los alimentos mediadas por anticuerpos IgG


IgE IgG

• Síntomas inmediatos • Síntomas retardados


• Reacciones tipo I • Reacciones tipos II, II y IV
• Positividad a tests cutáneos • Negatividad a tests
• Pocos alimentos involucrados • Muchos alimentos involucrados
• Trazas pueden desencadenar la • Se necesita cantidad de alimento
relación
• Reacciones en piel y mucosas
• Reacciones en todos los tejidos
(principalmente)
• Más frecuentes en niños • Más frecuentes en adultos
• A veces intuidas por el
• No intuidas por el paciente
paciente
• Dieta fácil sin el alimento
• Más difícil de configurar la dieta
causante
• La exclusión soluciona el
• La exclusión mejora el problema
problema
• A veces con el tiempopuede tolerarse (si se ha
• Casi nunca se puede volver a
restablecido el problema que producía aumento
tolerar el alimento
de la permeabilidad intestinal)

Intolerancias alimentarias no ligadas a IgE / IgG

Hay una serie de intolerancias alimentarias que no corresponden a ningún proceso de


mecanismos alérgicos IgE o IgG mediados, y que deben tenerse en cuenta a efectos
diagnóstico. Podemos citar entre los más importantes:

• Intolerancia a la leche, por déficit de lactasa intestinal.

• Intolerancia debida a aminas vasoactivas (tiramina y histamina)


presentes en algunos alimentos: quesos fermentados, alcohol, atún, cerdo
desecado, salsichas, shoukrout.

• Intolerancias a aditivos alimentarios: sulfitos contenidos en algunos


vinos (dolores de cabeza) o
glutamato (muy empleado en la cocina china) que produce indigestiones.

• Intolerancias debidas a pesticidas, conservantes, colorantes y aditivos


alimentarios en general.

Pruebas de Laboratorio

Evaluación de la permeabilidad intestinal En la práctica clínica, los métodos clásicos


para evaluar in vivo la permeabilidad intestinal, se basan en dar al paciente por vía oral
unas determinadas sustancias marcadoras de diferentes tamaños moleculares que no se
metabolizan, y evaluar al cabo de unas horas el porcentaje de su eliminación urinaria
que será reflejo de su absorción. Las sustancias utilizadas como marcadores han de ser
hidrosolubles, no tóxicas y no degradables o metabolizables por el organismo y al
mismo tiempo una ha de tener un tamaño molecular pequeño equivalente a moléculas
de monosacáridos, aminoácidos, ácidos grasos, etc. y otra un tamaño mayor equivalente
a disacáridos o péptidos pequeños.
Los marcadores más utilizados como moléculas de tamaño pequeño son el manitol (6.7
A) y la rhamnosa (8.3 A), siendo el más utilizado el manitol por su menor tamaño. Entre
los de tamaño de segundo nivel están a lactulosa (9.5 A), celobiosa (10.3 A) y el
EDTA.Cr51 (10.5 A). Esta última es menos práctica ya que es radioactiva y complica
mucho su utilización.

1. Prueba de sobrecarga oral con manitol y lactulosa.

En nuestro laboratorio utilizamos una prueba de


sobrecarga oral con manitol y lactulosa, recogida de orina de las seis horas siguientes y
cuantificación mediante cromatografia de gases del porcentaje de eliminación, que
corresponde a la absorción, de ambas moléculas. El manitol debe absorberse entre un 5
y un 30%, en tanto que la lactulosa debe hacerse a niveles inferiores al 0.5%.

2. Anticuerpos IgG frente alimentos.

Test de intolerancia a los alimentos Utilizamos una prueba de ELISA que valora la
presencia en el suero de anticuerpos IgG frente a proteínas representativas de diferentes
tipos de alimentos. Estos anticuerpos preparados por un laboratorio americano, han sido
adaptados por indicación nuestra, a la dieta mediterránea –principalmente en cuanto a
pescados y verduras–, configurando un panel preparado exclusivamente para nuestro
laboratorio. El total de alimentos evaluados es de 93. Los resultados se expresan de
forma gráfica y en colores en función de diferentes niveles: alimentos permitidos, no
recomendados y alimentos no permitidos.

3. Anticuerpos IgE frente alimentos.

Prueba global Los procesos alérgicos desencadenados por IgE,


como ya hemos comentado, son más evidentes que los mediados por IgG, los pacientes
suelen ser remitidos a un alergólogo quién realiza la anamnesis, pruebas cutáneas etc y
en una segunda etapa solicita al laboratorio las pruebas frente a los alergenos que,
después de esta primera exploración, cree más informativos. Sin embargo con el fin de
ayudar en casos poco definidos y en los que interesa una más amplia selección,
disponemos de una prueba de ELISA predeterminada, para la detección de IgE
específica frente a los 20 alimentos que estadísticamente son clínicamente más
alergénicos.
La prueba es global, pero el resultado es individual para cada uno de los 20
alimentos.

4. Estudios microbiológicos, parasitológicos y serológicos.

Dentro de la patología de malabsorción intestinal puede existir, como causa o como


efecto, problemas de disbiosis, con implantación de flora patógena, o desequilibrio con
la flora saprofita, asi como la permanencia de infecciones crónicas larvadas y parasitosis
crónicas.

Es preciso disponer de especialistas en parasitología y microbiología, para la realización


de las pruebas de evaluación de la flora intestinal, así como la búsqueda de parásitos
Disponemos también de profesionales muy especializados en parasitología y
microbiología, así como realizamos pruebas de ELISA para la determinación de
anticuerpos frente a los patógenos que con más frecuencia pueden desencadenar
patologías crónicas, como giardias y cándidas.

Conclusión

Los trastornos de la permeabilidad intestinal tienen que considerase como un parte


importante de la causa, o efecto, de un gran número de patologías. Recordemos el
amplio listado de procesos en los que puede estar involucrada dicha patología y que se
han enunciado anteriormente. Para su diagnóstico no basta una sola prueba, sino que
tras una detenida anamnesis y exploración clínica, se ha de disponer de la colaboración
de un laboratorio especializado, capaz de realizar todo el conjunto de pruebas que en
cada caso se estimen más convenientes y al mismo tiempo disponer de información y
experiencia para poder colaborar con los clínicos cuando la complejidad del caso lo
requiera.

Gloria Sabater Sales


Juan Sabater Tobella

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