Alianza.
(nota metodológica. Usar los enlaces para navegar ampliando el conocimiento de la materia expuesta y utilizando
el cuestionario para comentar los lugares de interés a este efecto)
Las culturas están hechas de procesos de comunicación. Y todas las formas de comunicción
se basan en la producción y el consumo de signos. Así pues, no hay separación entre
"realidad" y representación simbólica. En todas las sociedades, la humanidad ha existido y
actuado a través de un entorno simbólico. Por lo tanto, lo que es específico desde el punto de
vista histórico del nuevo sistema de comunicación, organizado en torno a la integración
electrónica de todos los modos de comunicación, no es su inducción de la realidad virtual, sino
la construcción de la virtualidad real.
La realidad, tal como se experimenta, siempre ha sido virtual, porque siempre se percibe a
través de símbolos que formulan la práctica con algún significado que se escapa de su estricta
definición semántica. Es precisamente esta capacidad de todas las formas del lenguaje para
codificar la ambigüedad y para abrir una diversidad de interpretaciones la que hace a las
expresiones culturales distintas del razonamiento matemático formal/lógico. Es mediante el
carácter polisémico de nuestros discursos como se manifiesta la complejidad de los mensajes
de la mente humana, e incluso su cualidad contradictoria. Esta gama de variación cultural del
significado de los mensajes es la que nos permite interactuar unos con otros en una gran
diversidad de dimensiones, algunas explícitas y otras implícitas. Así pues, cuando los críticos
de los medios de comunicación electrónica sostienen que el nuevo entorno simbólico no
representa la "realidad", hacen referencia implícita a una noción absurdamente primitiva de
experiencia real "no codificable" que nunca existió. Todas las realidades. Todas las realidades
se comunican por medio de símbolos. Y en la comunicación humana interactiva, sin tener en
cuenta el medio, todos los símbolos resultan algo desplazados en relación con su significado
semántico asignado. En cierto sentido, toda la realidad se percibe virtualmente.